tag:blogger.com,1999:blog-75740350311322430672024-03-05T14:14:08.835-08:00LETRAS PARAGUAYAS - POESÍA, NOVELA, CUENTO, TEATRO, ENSAYOPortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.comBlogger1832125tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-9078191311048979862012-01-02T11:09:00.000-08:002012-01-02T11:09:21.821-08:00ERIC COURTHÈS - UNA TRILOGÍA PARAGUAYA TRAS OTRA / LA COMPLEJA GESTACIÓN DE "EL FISCAL", NOVELA DE AUGUSTO ROA BASTOS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXNC4mZWSruuC_Qc59Dcuc1Imql0DYVzbp08hj1bOBwZrTi-V1HOnHAMGionW_YJNyNQMi758d12lFcDApiRo7xV7fGgK-t7mCT2cJ4gpA4ioKXqj5XODTFhgcEhnngFX18_oYAnkHXYlI/s1600/eric+courthes+una+trilogia+paraguaya+tras+otra+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" rea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXNC4mZWSruuC_Qc59Dcuc1Imql0DYVzbp08hj1bOBwZrTi-V1HOnHAMGionW_YJNyNQMi758d12lFcDApiRo7xV7fGgK-t7mCT2cJ4gpA4ioKXqj5XODTFhgcEhnngFX18_oYAnkHXYlI/s400/eric+courthes+una+trilogia+paraguaya+tras+otra+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
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</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>UNA TRILOGÍA PARAGUAYA TRAS OTRA<br />
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<em><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1657"><span style="color: red;">ERIC COURTHÈS</span></a></em></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>♦ La compleja gestación de <em>El fiscal</em></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
♦ ¿Qué es <em>El fiscal</em></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
</strong><strong>♦ El fiscal ausente</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
♦ Una trilogía paraguaya tras otra</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA COMPLEJA GESTACIÓN DE “<em>EL FISCAL”</em></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Lo que llama la atención de antemano en la composición de la Trilogía paraguaya, es que distan casi veinte años entre <em>Yo el Supremo </em>y <em>El fiscal</em>; por supuesto casi coincide este periodo con su estadía como profesor en la Universidad de Toulouse, en la que Roa se dedicó a su rol de pedagogo y publicó un montón de artículos y ensayos, como cientista social (1), y también reelaboró ficciones anteriores, como <em>Lucha hasta el alba </em>en el 79 y sobre todo <em>Hijo de hombre </em>en el 82.<br />
<br />
Sin embargo, ello no significa primero que no pensaba ya en terminar su trilogía paraguaya. En efecto sabido es que empezó la tercera obra en el 82, como lo reza la Nota de Toulouse en <em>Hijo de hombre, </em>y tampoco conviene afirmar que no escribió ficciones, en realidad, bien se sabe que la primera versión supuestamente (2) quemada de <em>El fiscal, </em>conoció varios estratos anteriores, hipotextos de otro <em>Fiscal </em>que versaban sobre la Guerra Grande.<br />
<br />
De hecho, empezó Roa, “tras haber escrito <em>Yo el Supremo, </em>una exhaustiva recogida de información y de materiales (3)”sobre la Guerra Grande, a raíz de la cualpublicó en el 75 y en el 76, tres relatos cortos, de una página cada uno, sobre el final de ésta, en el Suplemento dominical de ABC Color, titulados <em>Cerro Corá 1870 </em>I, II, III. El motivo central era el holocausto del pueblo paraguayo provocado por la insensatez de Solano López, visto desde la perspectiva de un reportero (4), el militar paraguayo Silvestre Carmona, acusado de traicionar a López.<br />
<br />
Luego, en el 84, publicó en una suntuosa edición en Milán (5), con reproducciones preciosas del pintor argentino Cándido López, una ampliación de estos tres relatos, titulada <em>El sonámbulo </em>(6)<em>, </em>una novela corta de unas 45 páginas, y por fin, en el 87, en la revista bonaerense <em>Crisis</em>, publicó ya como capítulos de <em>El fiscal, </em>dos relatos cortos, de diez páginas en total, inspirados en la misma época y con la misma perspectiva, titulados <em>El palacio blanco </em>y <em>El ojo de la luna. </em>Aquella “joya desconocida”, según José Vicente Peiró Barco (7), tenía mucho que ver con <em>Yo el Supremo, </em>presencia de un compilador, letra al margen del Fiscal que refuta lo que dice Carmona, “presupuesto de reinvención de la historia” (8). Es más, sus múltiples variantes son una perfecta muestra de la poética de las variaciones, y por último, constituyen los esbozos de la versión ausente sobre la Guerra Grande de <em>El fiscal </em>(9).<br />
<br />
Pero no termina ahí la espectacular hipertextualidad de la tercera obra de la Trilogía paraguaya, en efecto no hablamos aún de la versión quemada, “acto de fe de un escritor no profesional”, —cuyo eco textual encontramos en <em>El fiscal </em>actual, en la quema de la tesis de Leda Kautner— (10). Dado que a raíz de ese acto muy controvertido en su época, nadie detiene este hipotexto último, procuré recolectar impresiones de lectura de amigos de Roa, por eso lo entrevisté a Víctor Jacinto Flecha (11), en julio del 2005. En una parte de la entrevista dice:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>El fiscal</em>tiene su origen en un descubrimiento de un archivo, en la Biblioteca del Vaticano, de una deposición del padre Fidel Maíz. Fue un sacerdote católico paraguayo, que en el peor momento de la guerra, le cupo ser Fiscal de Sangre, entonces esta dualidad de Padre y Fiscal de Sangre, […] que tuvo muchos conflictos con la Iglesia. El Gobierno Paraguayo, en la década […] 1878-1880, le pagó un pasaje a Roma para ir a pedir a arreglar su situación, en Roma. Y entonces allí él hace una deposición escrita pública, una confesión de todo lo que pasó, y un análisis de la cosa… Eso es lo que recuperó, un antropólogo muy conocido, que también es jesuita, el Padre Bartomeú Meliá,… que era un amigo nuestro, […] y fue Bartomeú quien le pasó las fotocopias de esa declaración a Augusto […], realmente después iba a ser la primera novela que él escribiera después de <em>Yo el Supremo </em>(12).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Bartomeu Meliá me confirmó por mail que le había transmitido aquel informe vaticano del Paí Maíz a Augusto, por desgracia no conserva ninguna copia y no puede dar tampoco con el microfilm, lo único que queda de aquella transmisión entre los dos amigos es un artículo de Melia, sobre el fusilamiento del obispo Palacios, en que intervino Maíz como Fiscal, “El fusilamiento del obispo Palacios. Documentos Vaticanos”, Estudios Paraguayos, XI, 1:25-50, de 1983.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
<span style="color: cyan;">¿QUÉ ES “<em>EL FISCAL”</em>?</span><br />
No obstante los numerosos hipotextos que acabamos de encontrar, ninguno alcanza para abarcar toda la obra actual, si bien el Paí Maíz habita la mente del autor cuando la primera versión, —y desde hacía mucho tenía planeado escribir sobre él—(13), en la versión que conocemos es mero personaje secundario, que sólo aparece en las cincuenta páginas del “<em>intermezzo” </em>de Sir Richard Francis Burton<em>, </em>sobre la Guerra Grande.<br />
<br />
En cuanto a Carmona apenas es registrado como ya lo dijimos, los hipotextos afloran sólo en tres ocasiones, en el libreto de cine que hubiera tenido que escribir Félix Moral sobre la Guerra Grande, al final de la primera parte, en la metadiégesis del incansable viajero inglés, al final de la segunda, y por fin, a las indirectas, en la evocación de los cuadros del supuesto Cándido López paraguayo, por el Ministro de Cultura de Stroessner, hacia el final del libro.<br />
<br />
Como bien lo dice José Vicente Peiró Barco, “En<em>El fiscal</em> esta guerra aparece como elemento funcional de introspección histórica dentro del relato”, o sea que el hipotexto se vuelve hipertexto, pero dista mucho de ser el motivo central de la obra, o sea que los diversos hipotextos ya vistos no fueron sino pretextos.<br />
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En suma, todas las señales de que la tercera obra de la trilogía iba a versar sobre la Guerra Grande resultaron ser señuelos. La temática de la tortura (14) tampoco aparece ¿Qué es entonces <em>El fiscal</em>?<br />
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Primero, conviene no descartar la lectura autobiográfica, en ello queda clarísimo el epígrafe: “A Morena Tarsis, tú me animaste a reescribir esta historia, la viviste tú misma y eres escrita por ella” (15) , luego es evidente que lo que domina en esta obra, —aparte de otras lecturas posibles y de que Félix Moral parece calco del Roa real, catedrático en Toulouse—, son los vibrantes diálogos entre Félix y Jimena en Nevers (16), al pie de la ventana del poniente, en que cobran ambos personajes toda la esencia de la realidad, de la compleja y conflictiva vida en pareja:<br />
</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Es eso, dijo, lo que llamas justicia justa? ¿Quién puede aplicarla? Si el Tiranosaurio cayera prisionero en este mismo instante por un golpe militar o por un levantamiento popular, ¿quién podría juzgarlo? ¿Una justicia absolutista? ¿La misma que practica el Poder absoluto como un privilegio exclusivo y providencial? ¿Un fiscal omnisciente?¡Vamos, Félix! No sueñes con esa “justicia justa”. Ella no existe sino como un sueño que se ha cobrado en la realidad innumerables víctimas (17).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Pues <em>El fiscal </em>vendría a ser una novela de amor, —o más bien sobre el Amor—, y sobre la vida en pareja? ¿Un caso único en toda la obra roabastiana, si se exceptúa <em>Madama Sui</em>? Sin embargo, por pudor será (18), niega el propio autor su carácter autobiográfico, pero sí confiesa que bien podría ser una carta de amor (19), e incluso una carta póstuma, la de un narrador moribundo que se recupera de una trombosis en casa de la destinataria, “No son un diario íntimo ni la exaltada crónica de una resurrección. Menos aún, ese género espurio de una autobiografía” (20),sino las confidencias del narrador en “ una ininterrumpida carta “póstuma” a una sola destinataria: Jimena.”, pues algo ya muy alejado del proyecto inicial de “trilogía sobre el monoteísmo del poder” (21). De ahí expresiones como “papeles póstumos “, o “carta póstuma a una sola destinataria: Jimena (22), para definir esta obra, por tanto es muy de extrañar que este nivel de lectura sea descartado por la crítica. De ahí también que Félix Moral se dirija de nuevo a ella después del largo <em>intermezzo </em>sobre la Guerra Grande de Burton: “Perdóname Morena el socrático interludio sarmientino y este último, extenso <em>intermezzo </em>bélico de Sr Richard Francis Burton”.<br />
<br />
El personaje dominante de esta novela no es Félix sino Jimena, la carta que le redacta termina siendo un ajuste de cuentas, un último balance de su conflictiva vida conyugal, —con el debido respeto a su pareja—, una sublimación mediante la escritura de una muerte no clínica sino de la muerte del amor en él, o por lo menos de la ilusión de amor… (23) Así y todo, conocida es la indecidibilidad générica de la obra de Roa, y <em>El Fiscal </em> termina siendo una obra tan híbrida, como las otras dos de la trilogía, de ahí la gran variedad de sus lecturas posibles…<br />
<br />
Ahora bien, a raíz de la larga diatriba de Jimena en contra de “la justicia justa”, o sea de la auto-justicia, convendría preguntarse ahora quién es <em>El Fiscal…<br />
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<br />
</em><span style="color: cyan;">EL FISCAL AUSENTE</span><br />
Como ya lo anticipamos, en la primera versión, o sea <em>Cerro Corá </em>y sus variaciones, el Fiscal sólo aparecía en la letra al margen, refutando los escritos de Silvestre Carmona, y también como destinatario del libelo del Coronel, refutando la historia oficial sobre Solano López (24). Luego en la versión quemada, ya va cobrando vida como personaje de ficción, es el mismo Fiscal a quien todos estaban esperando, el Paí Maíz, endulzando su propia sentencia al obispo Palacios, y fusionando con su víctima, preciosa variante ya lograda, como parte de novela, que tanta mella hizo en el lector Víctor Jacinto Flecha…<br />
<br />
Por último, en la versión que conocemos, los ex fiscales aún están, pero en segundo o tercer plano, pues “El Fiscal omnisciente” al cual alude Jimena, es la proyección del mismo narrador, de Félix Moral. En su fracaso de asesinar al Tirano, se lee su impotencia frente a la “imposibilidad de juzgar”, columna vertebral y moral de la obra…<br />
<br />
En suma, en lo anterior al texto que conocemos, hay fiscales ausentes, primero un destinatario y una letra al margen, y luego el Paí Maíz, que al cobrar existencia, se esfuman en el olvido en el primer caso, o terminan en “cenizas calientes” en el segundo. Y cuando al cabo de veinte años de espera el libro titulado <em>El fiscal</em>, sale a luz, resulta muy difícil volver a encontrar a estos Fiscales, y El fiscal de verdad resulta ser una potencialidad asesina del personaje-narrador, que se autodestruye en su vano afán de “justicia justa” (25)…<br />
<br />
¿Pues existe el Fiscal como personaje de ficción? No puede existir porque su causa, a pesar de ser justa, usa los mismos medios violentos que los del Tiranosaurio; sí existe Félix Moral, hasta que decida asistir a este congreso y asesinar al tirano, y se diluya en sus propias contradicciones…<br />
<br />
El título resulta ser por tanto de lo más enigmático, alude a hipotextos casi olvidados y a una instancia que no es la misma que en las primeras versiones, que va cambiando con el tiempo, y va metamorfoseándose en función de los cambios políticos. El Fiscal viene a ser pues una noción polimorfa, inasible y huidiza, que dice la definitiva imposibilidad de usar la misma justicia sucia que la de los torturadores…<br />
<br />
De ahí la presencia fantasmal de todos los Fiscales de la obra, como guiñada del autor, a quienes Roa convoca en los tribunales de sangre de la Guerra Grande, —mediante el hipotexto pictural de Centurión, el fiscal-pintor paraguayo, doble de Cándido López—, pues el Fiscal es único y múltiple a la vez como la obra de Roa, pero no deja de ser simple comparsa en <em>El fiscal</em> que conocemos:<br />
</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Algunos registran (los cuadros) escenas del suplicio en el “cepo paraguaya”, uno de los más terribles de la Guerra Grande. En ellas aparecen el P. Fidel Maíz y los demás fiscales de guerra Centurión, Aveiro, Resquín, Goiburú, Carmona ordenando y presenciando los suplicios; El fiscal Juan Crisóstomo Centurión, (el doble del pintor Cándido López), que había estudiado en las academias de Londres, era novelista y pintor (26).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
Al fin y a la postre, El Fiscal <em>in ausentia, </em>libros o personajes, único y múltiple, dice lo inútil de la omnisciencia, sea la del que juzga o del que mandonea a un país, todas sus fuerzas se aniquilan en la omnipotencia de la ficción, igual le pasa a quien no se fija en las advertencias racionales y proféticas de su esposa, las últimas páginas se lo tragan...<br />
</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
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<span style="color: cyan;">UNA TRILOGÍA PARAGUAYA TRAS OTRA</span><br />
A la luz de lo ya expuesto, conviene percatarse de que si a una trilogía paraguaya sobre el poder le faltan elementos, si tras la tercera obra se parapetan otras, es que también la idea de trilogía es un concepto movedizo para Roa.<br />
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Es más, mencionó en dos ocasiones dos trilogías distintas, en 1982, le afirmó a José Fernández Aguadé (27), que la trilogía incluía <em>Yo el Supremo, Contravida </em>y <em>El fiscal. </em>Sin embargo, con motivo de una nueva edición francesa de <em>Hijo de hombre, </em>unos meses más tarde, excluyó <em>Contravida, </em>e integró la nueva versión de <em>Hijo de hombre.</em> En esta ya famosa Nota de Toulouse, declaraba que “Con esta novela se iniciaba una trilogía narrativa inspirada en la vida y en la historia paraguaya”, en la cual el aspecto retrospectivo de <em>Contravida </em>de hecho no correspondía, y por lo contrario, el núcleo temático de la Guerra del Chaco, ensanchado en el capítulo IX de <em>Hijo de hombre</em>, pegaba perfecto (28).<br />
<br />
En la entrevista ya mencionada dijo que “<em>Yo el Supremo</em> sería una novela sobre la reflexión de la imposibilidad del poder absoluto, <em>El fiscal</em> sobre la imposibilidad de juzgar al prójimo y sus acciones,” y en nuestra opinión, <em>Hijo de hombre</em> vendría a resaltar, al contrario, la posibilidadde expiar la traición mediante la escritura, y de trascender sus límites para el Hombre, para terminar con su explotación o alienación: “Lo que no puede hacer el hombre, nadie más puede hacerlo…” (29), pues ya cuestiona esta primera obra, la unidad y coherencia misma de la trilogía…<br />
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Con todo, no le falta coherencia a la trilogía puesto que “narra (30)” sucesivamente en sus tres etapas tres momentos críticos de la historia paraguaya, la Guerra del Chaco, el imperio desmedido del Doctor Francia y por fin, de modo parcial, la dictadura de Stroessner. Además, como lo apunta con acierto José Vicente Peiró, en <em>El fiscal </em>“nuestro autor ha consumado su “trilogía paraguaya”, ensanchando el campo temático desde la particular visión del hombre de su país en <em>Hijo de hombre</em>, hasta el examen del hombre actual universal en <em>El Fiscal, </em>quedando <em>Yo el Supremo </em>como punto intermedio de conexión entre ambas, porque ya abunda en generalizaciones sobre el ser humano”.<br />
<br />
Lo cierto es que el hombre, y su imagen, está en el centro de su proceso de creación, dentro o fuera de la trilogía; así y todo, nos llaman la atención dos cositas, primero que <em>Yo el Supremo</em>, por su polifonía narrativa y la fijeza de los distintos discursos, no puede pegar dentro de ninguna serie, siendo una excepción, por otra parte, como ya lo anticipamos, <em>El Fiscal</em>, por corresponder con diversas obras y personajes, por ser una obra polimorfa y decir un concepto huidizo, y sobre todo porque cabe en esta obra una innegable dimensión autobiográfica, —incluso si la niega a medias el autor—, no pega con las otras dos piezas de la serie…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En cambio, las primeras versiones de <em>El Fiscal, </em>con reporteros traidores y ambiguos en el centro de la narración, como Carmona y sobre todo el Paí Maíz, encajaban a la perfección con las voces duales de Miguel Vera y del Supremo. La trilogía que se parapeta tras la que conocemos habría dicho de modo definitivo la ausencia del autor y del hombre que lo representa, habría rematado la imagen de un autor escrito por sus voces narrativas, por narradores-escribientes que median entre el lector y el libro, con su propio libro, de modo endotextual, poniendo en escena de manera abismal la escritura…<br />
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Al fin y a la postre, otro aspecto nos revela la Trilogía ausente de Roa, su obra entera dice una extraña Poética de la Ausencia: texto oral indígena subyacente, diversos textos ausentes, auctoriales o alógrafos, personajes y libros ausentes, es de recordar por ejemplo el inasible <em>Un país detrás de la lluvia, </em>y sobre todo un Autor ausente, un Fénix cuyas cenizas aún calientes no dejan de dar nuevos rescoldos y materia para discutir entre tertulianos roamaniáticos, encandilados por su Escritura de la Ausencia tan presente entre nosotros…</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
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NOTAS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
(1). Roa también sobresalió en el ámbito de la antropología, su ensayo del 78, <em>Las culturas condenadas </em>es una buena muestra de ello, y no es el único caso.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(2). Tal como lo reza el prefacio, por la caída de Stroessner, en el 89: “La novela quedó fuera de lugar y tuvo que ser destruida…..Esas cenizas resultaron fértiles. En cuatro meses, de abril a junio, una versión totalmente diferente surgió de esos cambios. Era el acto de fe de un escritor no profesional en la utopía de la escritura novelesca”. Ahora bien, muchos pensamos que don Augusto primero dio a leer a amigos, como solía hacerlo, su primera versión, y luego que no la destruyó en seguida, sino que le sirvió de despensa para armar la segunda, de ahí la rapidez, —excepcional respecto de sus habituales ritmos de creación—, de redacción de la versión que conocemos… Pasó lo mismo con <em>Contravida, </em>que empezó en el 66 y que abandonó al cabo de un año y medio, para dedicarse a <em>Yo el Supremo, </em>variando el enfoque del “yo” al “yo/él”. Véase al respecto el testimonio de Amelia Nassi Hannois, en <em>Contravida, novela inédita, </em>Asunción, <em>Acción, </em>n° 258, octubre de 2005, p. 10.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(3). Véase la excelente tesina de Doctorado de J. V. Peiró, <em>Análisis de ‘El fiscal’ de Augusto Roa Bastos, </em>Madrid, UNED, 24 de abril de 1995, quién me obligó enviándome gran parte de mis fuentes sobre los hipotextos de <em>El fiscal, </em>que hasta hoy han sido más bien ignorados por la crítica…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(4). El recurso endotextual a un reportero es algo muy común en la obra de Roa, piénsense por ejemplo en Macario en <em>Hijo de hombre, </em>o a Ezequiel Gaspar en <em>El fiscal. </em>Aparece el coronel-fiscal pero como personaje secundario en <em>El fiscal </em>que conocemos, “Poco después el coronelSilvestre Carmona, ayudante de campo del mariscal, ex fiscal de sangre, engrosó la larga fila de desertores….”, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1993, p. 324 (véase uno de mis últimos trabajos, “El endotexto roabastiano”, Asunción, <em>Palabras, </em>n° 1, en el cual defino así este concepto, “el endotexto es un texto que se mira y se genera a sí mismo”).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(5). “El Sonámbulo”. En <em>Cándido López (Imágenes de la Guerra del Paraguay),</em> Colección <em>La imagen del hombre</em>,Milán, Franco María Ricci edit., 1984. En la versión actual, el hipotexto es aprovechado durante la digresión sobre las pinturas del doble paraguayo de López, por el Ministro de Cultura de Stroessner, <em>El fiscal, </em>Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1993,p. 366, “Lleva [la edición] el nombre del pintor argentino como título y pertenece a una colección producida bajo el signo genérico de “La imagen del hombre”. El libro, de un gran valor artístico y polémico, está prologado por un escritor compatriota nuestro”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(6). El Sonámbulo es el pintor argentino Cándido López, cuyo eco encontramos en la versión de <em>El fiscal </em>que conocemos, desdoblado con el homónimo pintor paraguayo lisiado, “Acaso estos cuadros , según un enigma no aclarado aún, fueron la obra de otro pintor, un paraguayo llamado también Cándido López.”, <em>op. cit</em>., p. 322.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(7). “Una joya desconocida: <em>El sonámbulo </em>de Augusto Roa Bastos”, UNED, Madrid-Valencia, artículo sin publicar de 1995.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(8). <em>Op.cit</em>., p. 8.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(9). Véase su tesina de doctorado ya mencionada, en la p. 14: “es decir, que <em>El Sonámbulo</em> fuera un primer esbozo de una novela localizada en el marco de la Guerra grande; un germen de un proyecto que posteriormente se transformó en <em>El fiscal</em>”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(10).<em> Op.cit.,</em> p. 124.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(11). Gran amigo y lector avezado de Roa, amén de sociólogo reconocido, consulté con provecho por ejemplo, <em>Historia de la transición. Pasado y futuro de la democracia en el Paraguay, </em>Asunción, Ediciones Última Hora, 1994.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><a href="http://www.mshs.univ-poitiers.fr/crla/contenidos/ESCRITURAL/ESCRITURAL3/ESCRITURAL_3_SITIO/PAGES/Courthes.html#a12" target="_blank" title="">(12).</a>Más adelante afirma que el Paí Maíz era el principal protagonista de esta versión y que versaba sobre la tortura, en una extraña fusión entre el Fiscal y su víctima, el obispo Palacios, que le pareció a él superior incluso a <em>Yo el Supremo, </em>en cuanto a dualidad y dialogismo. Asevera también que fueron publicados unos capítulos en ABC Color, entre el 86 y el 88, pero resulta imposible porque estaba clausurado el diario por Stroessner, por fin dice que Roa entregó una versión a Amnistía Internacional, pero no hay allí archivos anteriores al 98.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(13). En <em>Hijo de hombre, </em>Madrid, Alfaguara, 1990, (1985), (1960), p. 252,en el diario íntimo de Miguel Vera, en <em>Destinados, </em>ya aparece aquella pulsión de narrar a ese personaje tan ambiguo, “Alguien debería escribir alguna vez la historia de la gente como Maíz.”, ya ronda en la mente de Miguel Vera aquel “anti-héroe por excelencia”, <em>ibid.,</em> p. 246, al cual descubre entre los libros que le mandan desde Asunción, en <em>las Memorias del Padre Fidel Maíz, </em>otra vez lo endotextual preside la aparición de lo que viene a ser, más que el hipotexto de <em>El fiscal</em>, el libro ausente de Roa…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(14). Véase otra vez la tesina de José Vicente Peiró, <em>op. cit.,</em> p. 16: “El mismo Roa añade en esta entrevista(“La eterna guerra al imposible”, entrevista de Bareiro Saguier, O. de León y F. Navarro, La Plata, <em>Talita, </em>n° 4, junio de 1983, p. 138), que uno de los capítulos fuertes de <em>El fiscal</em> (esfumado) trata el tema del torturador y su víctima, tan corriente según él en nuestros días y tan antiguo a la vez, de las torturas infligidas a los prisioneros de las siniestras cámaras de tortura y muerte, y que hay una escena en los tribunales de sangre de Paso Pacú, en que Paí Maíz confiesa al obispo Palacios que va a ser fusilado y a quien el fiscal de López le conforta con estas reflexiones”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(15). Morena Tarsis, alias Jimena, alias Iris Giménez, es escrita, como personaje de ficción, por esta carta, que Félix Moral le destina; es más habría impulsado el gesto crematorio, y por tanto la re-escritura, viene a ser pues una instancia hipertextual que lo re-escribe a Roa… También se puede ver en ella a un doble femenino del narrador, con el cual echa ese terrible pulso, excusado es decir que sale ganando, dado que la excursión magnicida a Asunción termina fracasando por completo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(16). Habida cuenta del amor como temática dominante en la obra, uno no puede sino pensar que la elección de esta ciudad, donde nunca vivió Roa, no es sino una clara alusión a <em>Hiroshima mi amor…</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(17). <em>El fiscal, op. cit</em>., p. 63, no opina otra cosa José Vicente Peiró, en su tesina,<em>op. cit</em>., pp. 230-232: “En suma la historia de amor entre Félix y Jimena es el verdadero núcleo narrativo de la novela sobre el que desembocan el resto de las tramas… podemos concluir que la dictadura y los motivos relacionados con ella quedan como trasfondo de la historia de amor que discurre en la novela. Desde esta perspectiva <em>El Fiscal</em> es fundamentalmente una historia de amor”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(18). O porque en realidad, “no importa quien habla”, como lo sugiere el primer epígrafe, citando a Beckett…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(19). Otra vez lo endotextual preside en la creación roabastiana, la carta viene a ser el libro del libro que estamos leyendo, algo muy recurrente en la obra de Roa, basta con citar las <em>Cartas desde los campos de batalla del Paraguay, </em>de Burton, la Carta a la Doctora Monzón de Miguel Vera, y en la obra que nos interesa la carta <em>De Jimena Tarsis a la madre de Félix Moral, </em>los endotextos pueden revestir otros aspectos, los Apuntes del Dictador, Las Notas del Compilador, La Letra al margen, el Diario de a bordo de Miguel Vera en el Penal El Paraíso, no alcanza el tiempo para citar aquí todos los ejemplos…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(20). <em>El fiscal,</em> <em>op. cit</em>., p. 27.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(21). <em>Ibid</em>., prefacio, p. 9.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(22). <em>Ibid</em>., p. 27. Es de notar otra vez que las prosopopeyas son recurrentes en la obra de Roa, los Apuntes del dictador en <em>Yo el Supremo, </em>la Carta a la Doctora Monzón en <em>Hijo de hombre, </em>son los discursos de narradores acechados por la muerte.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(23). “Siento vivo en mí el amor de una mujer que murió amándome. Salvo Que vida y muerte sean una sola mentira”, <em>El trueno entre las páginas, </em>Asunción, Intercontinental Editora, 2002, p. 121.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(24). El fiscal ausente “antilopista” habría escrito “un voluminoso y furibundo libelo contra Solano López, titulado “Un tirano del Paraguay”. El escrito (de Carmona) constituye una refutación del libro del fiscal. Èste le acusó el reto. Se advierte que dedicó al manuscrito una sañuda atención las notas y comentarios de puño y letra dejados en los márgenes- la mayor parte de los cuales se reproducen aquí las refleja torvadamente”,cita sacada de <em>Cerro Corá </em>I<em>, </em>por José Vicente Peiró; véase su ya mencionada tesina, p. 69.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(25). Tampoco se puede descartar el hecho de que <em>El Fiscal</em> de Félix es Jimena, quien vaticina el desastre y se queda con la última palabra…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(26). <em>Op. cit.,</em> pp. 364-365.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(27). “La escritura como proceso mítico”, entrevista con Augusto Roa Bastos (II), <em>Sendero, </em>Asunción, 30 de abril de 1982, p.8.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(28). Lo relevante dentro de nuestra perspectiva es que nunca menciona en esta entrevista y en la nota de Toulouse <em>El fiscal </em>que conocemos, puesto que aún no estaba publicado, pues la definición que da de la obra, centrada en la imposibilidad de juzgar, tiene que ver con la versión desconocida…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(29). En boca de Cristóbal Jara, en <em>Misión, </em>op. cit., p. 355.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(30). En <em>Yo el Supremo, </em>nada se narra…</strong></div><br />
<br />
<div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Dirección electronica facilitada por el autor</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Fuente digital:</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong><a href="http://www.mshs.univ-poitiers.fr/crla/contenidos/ESCRITURAL/ESCRITURAL3/ESCRITURAL_3_SITIO/PAGES/Courthes.html" target="_blank">http://www.mshs.univ-poitiers.fr/crla/contenidos/ESCRITURAL/ESCRITURAL3/ESCRITURAL_3_SITIO/PAGES/Courthes.html</a> </strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Registro de enlace: Enero 2012</strong></span></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>ENLACE INTERNO RECOMENDADO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>(HACER CLIC SOBRE LA TAPA)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/obras_autores_detalles.php?id_obras=13761" target="_blank"><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Augusto%20Roa%20Bastos/augusto%20roa%20bastos%20el%20fiscal%202009.jpg" style="height: 500px; width: 500px;" /></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>EL FISCAL</strong></span></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>Novela de AUGUSTO ROA BASTOS</strong></span></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>© HEREDEROS DE AUGUSTO ROA BASTOS</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Editorial SERVILIBRO</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>E-mail: <a href="mailto:servilibro@gmail.com" target="_blank"><span style="color: red;">servilibro@gmail.com</span></a></strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><a href="http://www.servilibro.com.py/" target="_blank"><span style="color: red;">www.servilibro.com.py</span></a> </strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Plaza Uruguaya - Asunción - Paraguay</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Dirección editorial: Vidalia Sánchez</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>1ª edición SERVILIBRO. </strong></span><span style="text-align: justify;"><strong>1.000 ejemplares</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Asunción, febrero 2009 (327 páginas)</strong></span></strong></span></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-76371655738161946162011-12-30T09:09:00.000-08:002011-12-30T09:09:52.451-08:00ITAUGUÁ RECIBE A NEGRITUD DE COLORES - MARIVÍ VARGAS y GRUPO KAMBA CUA - VIERNES, 30 DE DICIEMBRE 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXhHXRorNPib5B_ieJbOkIfD44C5iLXTtrzpCcPNL0V5Zgo9pSKIoV-budgXbSxNflpiXcaHkjib8Luk5D4S4ZLPsqC9OWf7EoyvbFBQgieUSjY2AbJ_RovDDdvSxSkp0JJ5VoaoXwdx-9/s1600/luis+vera+negritud+de+colores+itaugua+2011+01t+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" rea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXhHXRorNPib5B_ieJbOkIfD44C5iLXTtrzpCcPNL0V5Zgo9pSKIoV-budgXbSxNflpiXcaHkjib8Luk5D4S4ZLPsqC9OWf7EoyvbFBQgieUSjY2AbJ_RovDDdvSxSkp0JJ5VoaoXwdx-9/s400/luis+vera+negritud+de+colores+itaugua+2011+01t+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ITAUGUÁ RECIBE A NEGRITUD DE COLORES</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>MARIVÍ VARGAS y GRUPO KAMBA CUA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>CIUDAD DE ITAUGUÁ - VIERNES, 30 DE DICIEMBRE 2011</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Fotos de </strong></span><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=746"><span style="color: red;">LUIS VERA</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Luis%20Vera/luis%20vera%20negritud%20de%20colores%20itaugua%202011%2001%20portalguarani.jpg" /></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El espectáculo Negritud de colores será presentado mañana viernes 30 de diciembre en la plaza de la Iglesia de Itauguá, en el marco de la gira nacional que vienen realizando Mariví Vargas y el Grupo Kamba Cua, con los auspicios de la Embajada Americana y el apoyo de la Municipalidad local y la de Fernando de la Mora.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Uno de los principales objetivos de esta muestra es ayudar a visibilizar la presencia de la cultura afro en el Paraguay de una manera más incluyente, con el lenguaje popular de la música y sus incansables ritmos que cantan sus vivencias, nos cuentan sus sueños de cambio y de progreso. El marco lo pone el Año Internacional de los Afrodescendientes, resolución de la misma Naciones Unidas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Más de 25 artistas participan activamente en el espectáculo de música y danza afroparaguaya y afro latinoamericana, ideado por Mariví.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El Grupo Kamba Cua está dirigido por Lázaro Medina y es conformado por los tamborileros Andrés Medina, Víctor Medina, Carlos Alberto Medina, Juan Manuel Medina, Gregorio Ayala, César Medina, Dionisio Medina e Iván Medina. A ellos se suman los bailarines Mirna Medina, Araceli Medina, Nadia Medina, Paola Meza, Dolly Medina, Ruth Benítez, Lázaro Medina, Derlis Bogarín, Benito Medina, Guido Duarte, Enzo Medina, José Avelino Medina y Guillermo Velasco.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Además estarán Gabriel Colmán, en guitarra; Juan Pablo Giménez, en bajo y Dani Pavetti en percusión.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Luis%20Vera/luis%20vera%20negritud%20de%20colores%20itaugua%202011%2002%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Luis%20Vera/luis%20vera%20negritud%20de%20colores%20itaugua%202011%2003%20portalguarani.jpg" /></strong></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-2203050637613133912011-12-29T14:37:00.000-08:002011-12-29T14:37:39.467-08:00ALEJANDRO HERNÁNDEZ Y VON ECKSTEIN - EL PROYECTO DE LA MANDYJU PORÃ (NOVELA) / EDITORIAL LINA S.A., 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh45wePKuiXUymt0IaUtKqwCc1C_vlNwoyHO3eif4dLfoZOfIUCsAbpeU3QGUrXGQKE8tvM6kAqilBAn9EUIc1_Pi5Pa6P3yQkAUiuPsDTD3v2rE3X0c1DDihljEh2UlqPYh5Qq_z1kV2E/s1600/alejandro+hernandez+el+proyecto+de+mandyju+pora+t+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" rea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjh45wePKuiXUymt0IaUtKqwCc1C_vlNwoyHO3eif4dLfoZOfIUCsAbpeU3QGUrXGQKE8tvM6kAqilBAn9EUIc1_Pi5Pa6P3yQkAUiuPsDTD3v2rE3X0c1DDihljEh2UlqPYh5Qq_z1kV2E/s400/alejandro+hernandez+el+proyecto+de+mandyju+pora+t+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>EL PROYECTO DE LA MANDYJU PORÃ</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Novela de </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=753"><span style="color: red;">ALEJANDRO HERNÁNDEZ Y VON ECKSTEIN</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>EDITORIAL LINA S.A.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Casa Central: Julián Rejala 106 c/ García de Zúñiga</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Telefax: (595-21) 334 493</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>e-mail: <a href="mailto:editoriallina@hotmail.com"><span style="color: red;">editoriallina@hotmail.com</span></a></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Asunción, Paraguay</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sucursal Librería: Manduvirá esq. 15 de Agosto</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Telefax: (595-21) 498 929</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>e-mail: <a href="mailto:librerialina@hotmail.com"><span style="color: red;">librerialina@hotmail.com</span></a></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Asunción (Centro), Paraguay</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Dirección Editorial:</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Prof. MARÍA TEODOLINA DÍAZ CORONEL</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ilustración de portada e interior: <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=860"><span style="color: red;">JUAN MORENO</span></a></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Diseño y diagramación: NATALIA DOMENECH</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;">Traducción de textos:</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Guaraní: FELICIANO ACOSTA</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Portugés: CARMEN GARCÍA</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Corrección: BLANCA MEDINA</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Asunción, Paraguay</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>1a Edición, 2011</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Tirada 500 ejemplares</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>ISBN: 978-99953-54-32-9</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">ÍNDICE</span></strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 1 : Un viaje al viejo mundo</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 2 : Río de Janeiro</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 3 : El cruce del Atlántico</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 4 : La princesa Mora</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 5 : Don Juan Manuel</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 6 : Londres</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 7 : La otra cara de Inglaterra</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 8 : París</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 9 : Por los cielos de Europa</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 10 : La blanca navidad de Azucena</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Capítulo 11 : Nubarrones de guerra</strong></span></strong><br />
<strong><span style="text-align: justify;"><strong>Bibliografía</strong></span></strong><br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">EL PROYECTO DE LA MANDYJU PORA</span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">CAPÍTULO I</span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">UN VIAJE AL VIEJO MUNDO</span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Más de tres mil personas reunidas en la ribera del Río Paraguay, se apretujaban para ver, curiosas, a aquel personaje venido desde Buenos Aires y de quien algunos habían visto sus retratos en la prensa venida desde la capital porteña.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El general Sarmiento, moreno, de mediana estatura, cargado de hombros e inclinado, cabeza grande y llamativa, frente amplia, cara surcada de arrugas, bastante animado a pesar del fatigoso viaje, escuchaba atentamente el discurso de bienvenida pronunciado por Don José Segundo Decoud, uno de los intelectuales más brillantes de Asunción.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Alejandro%20Hernandez/juan%20moreno%20el%20proyecto%20de%20mandyju%20pora%201%20portalguarani.jpg" /></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>... “Saludo en vuestra ilustre persona a uno de los patriarcas de la libertad y considero vuestra visita a este país como un augurio feliz para la patria paraguaya, en momentos que se incorpora resueltamente al progreso americano siguiendo las huella luminosas de sus hermanas mayores que tienen realizadas ya tantas conquistas para radicar las instituciones libres en nuestro hermoso continente. He dicho”<sup>1</sup>- término el emotivo discurso de Don José Decoud.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El viejo sanjuanino, vestido con un frac negro, camisa blanca y moño haciendo juego con el traje y sus bien lustrados zapatos, agradeció, con su voz pastosa, las palabras del ilustre personaje con un breve discurso que improvisó en ese mismo momento:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>“La afectuosa bienvenida que me ofrecen por vuestro conducto los ciudadanos que representáis, hace doblemente grata la sensación que experimento al pisar las playas del Paraguay.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Puede calcularse la duración de la vida humana por los años que transcurren y por la extensión de la tierra en donde alcanza su nombre; y puedo lisonjearme, al ser tan simpáticamente recibido, de que el mío ha llegado hasta aquí, convertido en un mito de los que el pueblo inventa, personificándolos con las cualidades que desea encontrar en sus hombres públicos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>De cuanto habéis coordinado para honrarme, acepto sin reserva haber sido el primero en estos últimos tiempos que ha intentado hacer que nuestros países sigan el movimiento del mundo moderno, derramando por las escuelas la educación sobre el mayor número de habitantes.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero a otra causa atribuyo la singular simpatía con la que soy recibido en Paraguay. Es el corazón y la sangre que hablan por vuestra boca. Éramos argentinos y paraguayos hasta la embocadura del Río de la Plata. Paraguay está escrito sobre las Pampas en los antiguos mapamundi y globos que nos venían hasta hace poco y argentinos erais vosotros hasta los tiempos que alcanzan al nuestro. Estoy, pues, entre deudos, parientes, y amigos.”<sup>2</sup></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Las últimas palabras de Don Faustino quedaron sepultadas entre la avalancha de aplausos y vítores de la gente allí reunida.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A pesar de la euforia reinante en el ambiente, mis pensamientos estaban ajenos a aquella algarabía.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A mí alrededor, pude ver con tristeza, los edificios asuncenos que a mi partida estaban siendo construidos febrilmente y que ahora llevaban las cicatrices del bombardeo sufrido hacia ya un poco más de diez y ocho años, entre ellos el palacio mandado a construir por Don Francisco Solano López y que nunca pudo habitar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Si bien las personas que nos rodeaban estaban vestidas a la usanza europea, un poco más alejadas se encontraban otras en donde predominaban las mujeres vestidas concamisón blanco y rebozo sin ningún tipo de calzado, con sus cántaros y cestas llenas de chipas como las recordaba.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La ausencia casi total de hombres era el reflejo de la guerra.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sin hacer caso a los discursos políticos, traté de reconocer entre los presentes alguna cara amiga pero por más que me esforzaba no encontré a nadie.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sin darme cuenta me fui apartando del puerto, caminando por la Calle de la Aduana Nueva<sup>3</sup> , en dirección a donde se encontraba la casa de Don Venancio López que había sido convertida en un lujoso hotel. Al pasar junto a un afilador de cuchillos que se encontraba sentado junto a la entrada, éste se asustó tanto al verme, que cayó al suelo con estrepitoso ruido metálico.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El hombre, de unos treinta y seis años, que llevaba una prótesis metálica en el lugar donde debería estar su pierna derecha, dijo preso del pánico tratando de pegar su cuerpo a la pared del edificio:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>- ¡Ave María purísima...! ¡Un pora!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sin comprender la reacción del pobre hombre intente ayudarlo pero este lo impedía tomando distancia con su bastón que blandía como si fuese una espada.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Pora, pora!-gritaba asustado y alarmando, al botones del hotel y a un grupo de residentes de este que se acercaron a la puerta a ver que pasaba.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Dios mió!, es imposible- dijo una mujer vestida con ropa de camarera-. ¿Gustav, es usted? ¡Está vivo!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Disculpe... ¿la conozco?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mi nombre es Lourdes, Lourdes Herrero, de Luque. ¿Me recuerda?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Miré a la mujer que aparentaba mucho más de los años que tenía y reconocí detrás de su rostro prematuramente arrugado, a la alegre luqueña amiga de mi difunta esposa Azucena. Inmediatamente miré al muchacho que blanco como un papel me miraba atónito. A pesar de la terrible mutilación, a la altura de la rodilla, y su aspecto desaliñado pude reconocer a Gustavo, el hijo de Don Giuseppe, el herrero de Loma Tarumá.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En su rostro, curtido por el sol y vaya a saber por cuantas penurias de la guerra pasada, todavía se destacaban sus expresivos ojos azules y su prominente nariz.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Extendí la mano a Gustavo, para ayudarlo a levantarse, al tiempo que dije:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Que alegría de verlos!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pensamos que había muerto en el río... después que le dispararon los hombres del teniente Díaz- dijo la mujer sin poder creer todavía lo que veían sus ojos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Créanme que hubiese preferido cambiar mi suerte por la de Azucena... Ella y nuestro hijo no deberían haber muerto de ese modo...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero... Azucena no murió en el río- musitó la mujer.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Que quiere decir?... Azucena no...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Señora Herrero!-exclamó interrumpiendo un hombre con acento porteño- Se le paga para que trabaje no para que sociabilice con los transeúntes.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Disculpe señor! Es que el caballero preguntaba si había cuartos disponibles...-respondió la mujer bajando la cabeza sumisamente y hasta si se quiere en forma humillante.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Es cierto eso caballero? ¿Desea hospedarse en el Hotel Argentino?- inquirió el hombre vestido con un pulcro traje negro con chaleco, de cuyo bolsillo asomaba la gruesa cadena de oro de su reloj.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Acabo de llegar en el vapor San Martín... y sí, quisiera hospedarme en este lugar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En este hotel siempre hay cuartos para ciudadanos respetables provenientes de Buenos Aires-respondió servilmente el hombre- Señora Herrero lleve hasta el cuarto numero cinco el equipaje del caballero.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No hace falta señor...-dije deteniendo a Lourdes que se había precipitado a obedecer la orden de su patrón como si este fuese un terrorífico cíclope salido de los relatos de Homero-. Yo llevaré mi equipaje, es que tengo equipo delicado en él.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No se preocupe caballero, Lourdes no es torpe como la mayoría de la chusma de esta ciudad, hasta sabe leer. ¡Por eso la he contratado!-dijo el hombre acercándose a mi como queriendo evitar que la muchacha escuche sus hiriente palabras.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Como le he dicho, prefiero subir yo mismo mi equipaje aunque puede acompañarme para indicarme la ubicación del cuarto.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Esta sorda señora? Vamos, rápido... Lleve al caballero a su habitación.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lourdes, siempre con la cabeza gacha obedeció a su patrón pidiéndome con voz casi imperceptible que la siga, luego de tomar de la conserjería un manojo de llaves de bronce.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Al llegar a la puerta de la habitación, luego que la mujer abrió la puerta, pregunté:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La confesión que me hizo en la calle respecto a mi esposa me quema en el pecho. Dígame ¿Azucena sobrevivió a aquel día? ¿Está... viva?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Azucena sobrevivió a aquel disparo que la lanzó al río según lo que supe tiempo después, aunque habría sido mejor, para ella, morir en ese momento.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Que quiere decir con eso?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ella enloqueció de tristeza arrojándose a las aguas del río Paraguay, desde el peñasco de Ita Pyta Punta, meses después.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo. Mi corazón, que latía acelerado, parecía estallar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Y el bebé? ¿Nació mi hijo?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La muchacha, al escuchar estas palabras dejó caer al suelo el manojo de llaves el cual se apresuró a levantar diciendo nerviosa:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No sé nada con respecto al bebé. Ramona no me dijo nada al respecto y si sabía se lo llevó a la tumba. Disculpe, debo volver a mis obligaciones, la guerra nos ha cambiado la vida a todos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No tiene porque disculparse Lourdes, la comprendo...-dije tomándole su ajada y callosa mano. Todos tenemos nuestros fantasmas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Tiene más equipaje en el puerto? Puedo hacer que mi hijo vaya por él – dijo la mujer, apartándose de mí.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No. No he venido por mucho tiempo, éste es mi único equipaje. solo el tiempo necesario para escribir unos cuantos artículos sobre Don Domingo Faustino Sarmiento y su estadía en Paraguay.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Está bien...si necesita algo hágamelo saber.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Eran visibles los estragos que los horrores de la guerra habían hecho sobre aquella que fuera una risueña y encantadora muchacha, cuyo promisorio futuro se había desmoronado, al igual que el esplendor y glamour de Asunción en los años que la conocí.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Me acerqué al balcón de la habitación y vi alejarse con dificultad a Gustavo que arrastraba su falsa pierna ayudado por su bastón, deteniéndose para comprar de una burrera, una chipa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Permanecí detrás de aquella ventana de finos cortinados, quizás los mismos que Don Venancio López había mandado a colocar años atrás, hasta mucho después que desapareciera de mi vista el joven afilador de cuchillos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Me recosté en la mullida cama con la intención de descansar un instante mis fatigados huesos pero el sueño me venció.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Desperté con las primeras luces del día y la añorada sinfonía de las miles de aves que volaban sobre la verde espuma vegetal, salpicada de rosa, blanco y amarillo de los lapachos en flor, en la que se encontraba inmersa la ciudad.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Acomodé mis escasas pertenencias en una cómoda de la habitación y tomando mi libreta de anotaciones comencé a escribir sobre el viaje de Buenos Aires a Asunción.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Al momento que mi reloj marcó las ocho de la mañana, me disponía a bajar a desayunar, cuando escuché que golpeaban la puerta de la habitación.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Señor, disculpe, este sobre acaba de llegar para usted -dijo un muchacho de unos veinte años, cabello negro como la noche y, lo que más me llamó la atención, vivaces ojos azules.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Gracias- dije tomando el sobre para luego entregarle unas monedas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La nota remitida por el General Sarmiento decía:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Estimado Mister Demczszyn:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Luego de haber caminado por la ciudad de Asunción, he quedado sorprendido por la exactitud y puntillosidad de su relato durante nuestra agotadora travesía. Tanto que al ver algunos edificios pude reconocerlos y sorprender a mis anfitriones dando los nombres de sus antiguos dueños.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Quisiera me acompañe en el almuerzo para que me siga narrando sobre su paso por estos lugares.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Podrá encontrarme en el lugar al que llaman “La cancha sociedad”.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Atentamente</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Domingo Faustino Sarmiento.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A levantar la mirada de la nota vi que el muchacho se encontraba todavía delante de mí observándome.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Dígame joven: ¿Queda lejos de aquí la Cancha Sociedad? ¿Podría indicarme como llegar hasta ese lugar?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El muchacho sonrió con una sonrisa que pareció iluminar la habitación y dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Claro que conozco ese lugar, si quiere puedo conseguirle un coche para que lo lleve, o puedo enseñarle donde abordar el tranvía.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Es lejos de aquí ese lugar?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No más de tres kilómetros.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Me gustaría ir caminando ¿Puedes indicarme como puedo llegar?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Si quiere lo acompaño! Mi madre me ha dicho que usted conoció a mi tía y a mi abuelo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Eres el hijo de Lourdes Herrero? ¡Claro que me gustaría que me acompañe!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así es, mi nombre es Gustavo Herrero.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Claro que conozco a su abuelo, Don Toribio, y a su tía, Mónica. Dígame: ¿cómo están ellos?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El muchacho hizo una breve pausa, lo que me indicó que mis palabras no habían sido acertadas, y respondió:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mi abuelo murió poco antes de que la capital se traslade a Luque, durante la guerra, mientras que de mi tía nada se sabe. Probablemente haya muerto como tantas residentas<sup>4</sup>.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Lamento lo que dice!, disculpe mi torpeza... es que...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No se preocupe, son cosas de la guerra.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Tiene razón, la guerra nos cambió a todos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Para las nueve de la mañana estábamos en camino Al lugar donde se hallaba hospedado Don Domingo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Gustavo era un joven muy agradable e inteligente, de conversación fluida y vivaz. Un poco más alto que yo, vestía una camisa blanca al igual que su pantalón. A pesar de su condición social y a diferencia de muchos muchachos de su edad, usaba unos zapatos negros raídos por el tiempo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A lo largo del trayecto pude ver las heridas no cicatrizadas de Asunción, como ser las paredes destrozadas por las baterías brasileñas del palacio de Francisco Solano López; o un ambay, de grandes hojas en forma de mano, creciendo junto a la cúpula a medio terminar del derruido aunque derruido edificio, copia del Scala de Milán, que debía haber sido el Teatro Nacional, ubicado frente a la que fuera la casa de doña Elisa Linch; e infinidad de casas abandonadas con las puertas y rejas arrancadas, mudo vestigio del pillaje del ejercito aliado.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El silbato de un tren me hizo mirar a la estación del ferrocarril, ahora en posesión de una empresa británica.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Mi madre estuvo en la inauguración de la estación!-dijo orgulloso el muchacho que hasta ese momento poco había hablado pero se había dado cuenta de mi interés por la ciudad y sus edificaciones.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Yo también estuve ese día. Lo recuerdo como si fuese ayer. ¿Ve aquellas columnas de la recova? De ellas colgaba un cartel de tela con el nombre del presidente de ese entonces. Su madre y tía acompañaban a una señorita que se apellidaba Garmendia. Las tres eran muy amigas de la que tiempo después fue mi esposa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mi madre me contó anoche sobre su esposa. Ella se suicidó arrojándose al barranco de Ita Pyta Punta. Al igual que a mi tía, la guerra se ha tragado a muchos seres queridos sin que podamos saber donde descansan sus restos. En algunos casos, como en el de la señorita Garmendia, se sabe que fue asesinada por el mismo López, pero en otros como el de mi tía Mónica...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿El General López mató a Pancha?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El Mariscal mandó matar a muchas personas a quienes en su delirio creyó conspiradores, entre ellos Pancha. Según se dice, la desdichada fue lanceada, debido a que en esa época había muy pocas balas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡No puedo creerlo!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pues así cuentan los que sobrevivieron.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Luego de unos minutos de fluida conversación divisé la entrada de la antigua quinta de Salinares donde conocí a doña Elisa Linch.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Allí es-dijo Gustavo señalando la entrada de la quinta.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero si es la casa de doña Elisa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ya no- dijo en tono burlesco sonriendo el muchacho-. Del mismo modo que los López confiscaron la propiedad que perteneció al ultimo gobernador español, ahora el lugar a sido adquirido por el Doctor Andreuzzi que llegó a Asunción hace cuatro años, tiempo que utilizó para transformar el lugar en un importante hotel, con su teatro de verano y la primera pista de patinaje del país, entre otras mejoras. Toda la sociedad asuncena viene a disfrutar de este lugar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mi mente retrocedió en el tiempo y me pareció ver jugando en el nuevo jardín a los pequeños hijos del General López, del mismo modo que lo hacían la última vez que visité este lugar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La entrada al jardín del hotel se encontraba custodiada por un grupo de soldados, lo que llamó la atención al muchacho.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Es curioso, no suele haber militares custodiando este lugar... salvo que... se encuentre el presidente Escobar ¡Como me gustaría conocerlo!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Si está en el interior de la casa con Don Domingo trataré que se lo presenten.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Enserio? ¿haría eso por mí?-preguntó con una mirada pícara que me recordaba a alguien a quien no podía identificar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No se puede pasar, vuelvan por donde vinieron-ordenó uno de los soldados al ver que nos dirigíamos hacia la entrada.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El general Sarmiento me ha invitado para almorzar con él- dije enseñando la nota que me enviara el sanjuanino.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Aguarde!-dijo secamente, casi ladrando, enviando al interior de la casa al otro soldado con la nota.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No paso más de un par de minutos cuando el enviado volvió corriendo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡El señor Presidente quiere que pase!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Avance un par de pasos cuando el fusil de uno de los soldados impidió el paso a Gustavo Herrero que venía detrás de mí.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Elpies descalzosno entra!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El joven viene conmigo, además, no veo que esté descalzo-dije enérgicamente.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No me importa con quien venga. Este lugar es para la alta sociedad asuncena. Los sirvientes no entran.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Que ocurre ahí? –dijo un hombre de uniforme que acaba de salir de la casa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El guardia de la puerta al escuchar al militar se puso firme como una tabla y cuadrándose respondió:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Disculpe mi general, este muchacho no comprende que en este lugar no se admiten pies descalzos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El muchacho viene con migo, soy un viejo amigo de su madre -dije mirando fijamente al general.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mejor me voy...-dijo Gustavo retrocediendo y reconociendo en aquel militar al ex presidente Bernardino Caballero.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Déjelos pasar soldado- ordenó, con asentó italiano, otro hombre que resultó ser el dueño del lugar-¡Los amigos de los amigos del General Sarmiento, son mis amigos!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El interior poco había cambiado en cuanto al decorado, aunque ninguno de los bellos muebles, incluido el piano, se hallaban en el lugar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sarmiento, se hallaba sentado junto a una larga mesa acompañado por Don Esteban Adrogue, Don Belén Sarmiento, el general Bernardino Caballero, Don José Segundo Decoud y el actual presidente, el general Patricio Escobar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Don Andreuzzi, él es el hombre de quien le hablé-dijo Sarmiento desde su silla mientras encendía un habano.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pasen siéntense -dijo el anfitrión-. Los amigos del general son bienvenidos a mi hotel. ¿Vinieron en el “Conductor universal”<sup>5</sup>?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No, insistí en venir a pie, estoy acostumbrado a caminar mucho.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Veo que ha venido acompañado- señaló el general Sarmiento.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así es Don Domingo, como le dije al general, el es Gustavo Herrero hijo de una amiga de mi difunta esposa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Su padre era europeo?- preguntó Don Andreuzzi observando en el muchacho rasgos caucásicos de los cuales no me había percatado hasta el momento, salvo sus penetrantes ojos azules de la misma tonalidad que los míos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En realidad no conocí a mi padre, el murió en la guerra...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Comprendo... ¿y a que se dedica?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Trabajo en el Hotel Argentino junto a mi madre, hago de maletero y toda tarea que se me pide por la mañana y por las tardes ayudo en la limpieza de las prensas del diario La Nación. En el tiempo que me resta estudio en la nueva escuela publica en lo que estoy poniendo todo mi empeño para en unos años ingresar en la recientemente creada Universidad Nacional.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Me cae simpático jovencito-señaló el presidente Escobar quien escudriñaba la actitud firme y decidida de Gustavo al responder al dueño de casa-. En unos meses necesitaremos un mensajero... ¿Está de acuerdo Don Bernardino?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El general Caballero observo calladamente al muchacho y dirigiendo la mirada a Don Decoud, quien asintió con la cabeza, dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Está al tanto de la creación, el pasado dos de julio, del Centro Democrático<sup>6</sup>?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sí, fue fundado por los señores Antonio Taboada, José de la Cruz Ayala, y Cecilio Báez, lo leí en La Nación de esa fecha.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pues nosotros- prosiguió el ex presidente, señalando al general Escobar y a Don José Decoud -, fundaremos otra asociación<sup>7</sup> en unos meses y como dijo mi compañero de armas y actual presidente de la república, necesitaremos un mensajero.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Si le interesa lo tendremos en cuenta-culminó el presidente Escobar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Claro que me interesa!-dijo extendiéndole la mano entusiasmado al presidente quien, sorprendido por la decidida actitud del muchacho, se la estrechó.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El General Sarmiento nos estaba contando que usted vivió en Asunción en la época de los tiranos López y que tiene muy buenas historias de aquella oscura época ¿Es cierto eso?- preguntó el presidente.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así es-dije sentándome en la cabecera opuesta a la del general Sarmiento- Creo que todos los fotógrafos tenemos la característica de recordar muy bien los lugares en donde hemos estado. Como por ejemplo recuerdo bien este salón en la época en que vivió Madame Linch... por ejemplo... en aquel lugar se encontraba el piano...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Me imagino que la madama Linch no se privaría de nada en este lugar. Pero todo ese lujo era producto de la sangre de nuestro pueblo- interrumpió el general Caballero, a pesar de haber sido uno de los oficiales de confianza del finado general López. - Pero cuéntenos, además de Asunción conoció otro lugar de la republica.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así es, viví unos meses en Paraguari, en los tiempos cuando todavía se llegaba a caballo. Mi suegro era dueño de unas tierras cercanas a la ciudad.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Todavía no puedo comprender como un hombre venido de Europa decide casarse con una paraguaya... -dijo como al descuido malévolamente Don Belén Sarmiento.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No veo porque se asombra, Paraguay tiene bellas mujeres-respondió Don Decoud para luego dirigiéndose a mí y preguntar:- ¿Ha venido a reclamar esas tierras?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No... no pensé en ello... además no tengo los papeles...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Por favor caballero- rió el general Escobar- Luego de la guerra la mayor parte del Paraguay quedó sin dueño. Estoy seguro que podrá recuperar sus tierras, hoy convertidas en tierras fiscales, por unas cuantas monedas con las que se pagarán gastos administrativos. ¿Y se puede saber a qué se dedicaban en esas tierras?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mi suegro era el Coronel Ruiz Gato y tenía cultivos de algodón.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El algodón de Paraguay es muy apreciado por nuestros amigos de Gran Bretaña –acotó Don Domingo mientras daba una gran bocanada de humo con su habano consumido hasta la mitad.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Es por ello, que viendo la calidad del algodón que se producían en esas tierras y teniendo en cuenta varios factores como que el ferrocarril estaba próximo a llegar a la ciudad, y la necesidad de Gran Bretaña de conseguir algodón de calidad, dado que norte América estaba en guerra civil, con mi suegro pensamos en crear un centro industrial procesador de algodón, en donde Paraguay no solo exportaría algodón en rama sino que produciría a gran escala ropa de calidad para vender a la Confederación Argentina y a Gran Bretaña.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los presentes quedaron atónitos y en silencio al escuchar mis palabras, hasta que Don Decoud dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Es una pena que los López no hayan aprobado su idea. Se hubiera vuelto inmensamente rico... Bueno... esto solamente si hubiera tenido el beneplácito del gobierno y para ello... usted me entiende.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No es tan así como usted piensa Don Segundo. Don Benigno López estaba de acuerdo y hasta me dio su apoyo hasta donde pudo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A ese López a veces lo iluminaba la razón- acotó el general Caballero- Por algo fue fusilado por su hermano.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Me interesa lo que está diciendo- interrumpió el general Sarmiento- Cuéntenos más sobre aquellos sucesos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Como le dije antes de abordar el vapor que nos condujo a estas tierras-respondí al general-, mi pasado está lleno de hiel y el hablar de aquellos sucesos me hace revivir una época a la que creía enterrada. Pero como también dije debo enfrentar a mis fantasmas del pasado por lo que si disponen de tiempo iniciaré el relato desde el comienzo, meses después de mi casamiento en la iglesia de la Encarnación.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Una tarde de diciembre, mientras tomaba mate con mi suegro en el patio de mi casa llegó un mensajero con una carta.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Tomé el sobre y al ver la estampilla de un penique con la imagen de la reina victoria en negro matasellado en Liverpool lo abrí presuroso y luego de una rápida lectura grité de alegría.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Qué le ocurre? ¿A qué se debe este alboroto?-preguntó el coronel ante mi desborde.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En esta carta están las noticias de nuestro futuro. Esta misiva me ha sido enviada por mi amigo de infancia y camarada de estudios Hans Estinhause a quien encargué averigüe sobre las maquinarias para nuestra empresa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mi estimado Gustav-iniciaba la misiva escrita en alemán- como me has pedido he contactado con las empresas que se encargan de la fabricación de las máquinas desmotadoras Whitney y las de tejer Cartwright, quienes si bien en un principio se mostraron reticentes, al corroborar los fondos de tu cuenta como me lo aconsejaste, cambiaron inmediatamente de actitud y están deseosos de conocerte y hacer trato contigo. En lo que se refiere al costo de las maquinarias han tenido una pequeña variación desde la última carta que te envié y la tendencia es que siga subiendo por lo que te esperamos a la brevedad.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El coronel luego de escuchar atentamente la misiva me dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Qué tan bien conoce a este señor?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A Hans lo conozco desde el inicio de mis recuerdos en Possen. El y su prima Tatiana son como mis hermanos. Con el tiempo fuimos camaradas de estudios hasta que se decidió por la rama de ingeniería. ¡No se imagina todas las aventuras que pasamos juntos!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mmm ¿Así que es ingeniero?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sí, se graduó en la Berufsakademie<sup>8</sup> para luego ingresar en el ejército Prusiano.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Y que está haciendo en Liverpool? ¿Esta comisionado como agregado militar en Inglaterra?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Él dejó el ejército y vive en Montmartre desde que se casó con una inglesa que es condesa... o marquesa, no recuerdo bien. ¿Por qué me hace este interrogatorio? ¿Acaso duda de mi amigo?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cuando se trata de una suma tan considerable de dinero... yo desconfiaría hasta de mi sombra.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pierda cuidado coronel. Solo esperaba esta carta para viajar a Liverpool.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿A donde piensa embarcarse? ¿Acaso no pensaba decirme?-preguntó Azucena que, al parecer, hacia tiempo estaba escuchando la conversación.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Parece que su sorpresa dejó de serlo – dijo Madame Lafaiette, que en ese momento venia con unos pastelillos de dulce de guayaba de la cocina.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Que quieres decir Mame? ¿Tú sabías que Gustav viajaría?-interrogó muy enojada mi esposa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cálmate princesa, ya no tiene caso ocultarte este secreto que con Madame hemos guardado celosamente desde hace unos meses. Este viaje aparte de ser de negocios será un regalo para que conozcas la tierra en donde nació tu madre.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Me llevarás a Paris?-preguntó con la cara de una pequeñita a la que se le ha regalado una muñeca de porcelana.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así es, Iremos a Paris donde nos encontraremos con mi amigo, luego nos trasladaremos a Londres, y de ahí a Liverpool y Manchester- respondí al tiempo que, la muchacha, sin tener en cuenta que no nos hallábamos solos me abrazó y besó apasionadamente.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Un momento jovencito- interrumpió la francesa golpeándome suavemente repetidamente el hombro. ¿Usted alguna vez vivió en Paris? ¿Conoce acaso algo de esa ciudad? ¿Como piensa mostrarle a mi niña algo que no conoce?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No comprendo que quiere decir Madame... usted tenía conocimiento de este viaje...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Es cierto, estaba al tanto. Es por ello que he decidido acompañarlos no vaya a ser que se pierdan en la gran urbe.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Antes que pueda objetar nada, Azucena abrazó a la anciana y dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Claro que te llevaremos ¿Acaso encontraremos mejor guía para recorrer los lugares en donde vivió mi madre?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Es una pena que no pueda acompañarlos-dijo mi suegro visiblemente emocionado-, alguien tiene que quedarse a cuidar nuestros intereses.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Un par de días después, Azucena y yo acompañados por Madame Lafaiette abordamos el vapor “Marques de Olinda”.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El Navío de bandera Brasileña proveniente de Corumbá, al mando del capitán Don Hipólito Betancour, nos llevaría a Buenos Aires haciendo escala en los puertos de Corrientes, Paraná, Rosario y San Nicolás.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El vapor de madera con ruedas laterales, que desplazaba ciento ochenta toneladas con un motor de ochenta caballos de fuerza, nos condujo, sin contratiempos, al puerto de Buenos Aires en donde deberíamos hospedarnos por casi dos semanas en espera a que zarpara el buque que nos llevaría con destino a Río de Janeiro y de ahí trasbordar a otro que nos conduciría al puerto ingles de Southampton para finalmente embarcar hacia el puerto francés de “Le Havre” en la margen derecha de la desembocadura del río Sena.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La ciudad de Buenos Aires, a la que nos dirigíamos y que sería nuestra primera escala, era la flamante capital de la confederación Argentina.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Luego de la derrota del General Urquiza en la batalla de Pavón por parte de las fuerzas porteñas encabezadas por el General Mitre, el presidente Derqui renunció siendo imitado, meses después, por el vicepresidente Pedernera, declarando en receso al Poder Ejecutivo. Por este motivo las provincias delegaron el desempeño del poder ejecutivo, desde ese momento con sede en Buenos Aires, al victorioso Mitre por cinco años.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Llamada por Pedro de Mendoza “Sitio Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire”, para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes que se hallaba en la Cofradía de los Mareantes de Triana y de la que él era miembro<sup>9</sup> fue fundada por primera vez el tres de febrero de 1536 por el Adelantado anteriormente citado y por segunda vez por Juan de Garay el once de junio de 1580.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Luego de nueve días de cansino viaje por las aguas de los ríos Paraguay y Paraná llegamos al río de la Plata al que los conquistadores españoles dieran el nombre de Mar dulce, debido a la extensión existente entre sus horilla, aproximadamente dos horas y media entre el puerto de Buenos Aires, donde nos dirigíamos, y la ciudad de Colonia del Sacramento en la republica oriental del Uruguay.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Horas después, el buque se acercó gallardamente al puerto de la ciudad de Buenos Aires, anclando a cierta distancia del muelle.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sobrepasando unos pocos metros el nivel de las aguas en un terreno perfectamente llano, la ciudad que se levantaba ante nuestros ojos, formada por un compacto conglomerado de viviendas en donde se destacan la casa de gobierno, la aduana Taylor, entre otros edificios. La nueva capital argentina no presentaba el encanto y atractivo de agradables e imponentes panoramas como sí los tenía la ciudad de Paraná vista desde el río.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A un cuarto de legua más abajo de la ciudad un profundo arroyo llamado Riachuelo, desemboca en el río; navíos de hasta trescientas toneladas entraban para varar o para anclar al abrigo de las tormentas, aunque las naves de menor calado que lo hacían delante de la ciudad también están a cubierto por un gran banco de arena que forma con la orilla un canal muy seguro y cómodo. Entre la costa y el banco de arena, a lo largo de la ciudad, un canal conduce a las naves de trescientas a cuatrocientas toneladas del puerto al Riachuelo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Que cambiado que está el puerto!, apenas puedo reconocerlo- exclamó Madame Lafaiette. Ese muelle y aquel edificio redondo no existían cuando llegamos a estas tierras con tu madre hace casi veinte y cinco años.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Tiene Razón Madame –interrumpió un viajero que había abordado la nave en la ciudad de Paraná-, el muelle de pasajeros, ubicado en el Bajo de la Merced, fue inaugurado hace apenas ocho años y facilita notablemente el embarque y desembarque de pasajeros en relación a lo que era en la antigüedad. Aquel otro edificio de forma semicircular es la nueva aduana Taylor, llamada así por el apellido del ingeniero que la diseñó... o sea un servidor- dijo el hombre haciendo una reverencia con su sombrero.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mucho gusto Mister Taylor – devolví el saludo estrechándole la mano mientras la francesa volvía a hablar:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Recuerdo que en ese lugar había un viejo edificio fortificado- dijo Madame Lafaiette.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así es Madame. Era el antiguo fuerte español. El notorio auge alcanzado por el puerto de Buenos Aires ha hecho que se construyera la nueva aduana frente a la Plaza de la Victoria y detrás del edificio que usted ha mencionado, el cual fue derrumbado en parte. ¿Ven aquel edificio, con frente al río y de forma semicircular?, alberga cincuenta y un almacenes con techos abovedados, rodeados exteriormente por galerías. Sobre aquella torre central, como pueden observar, se encuentra el faro que es de gran utilidad debido a las características del puerto.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Del centro de aquella moderna edificación salía un extenso espigón de madera utilizado como muelle principal, ladeado por aparejos que facilitan la carga y descarga de las mercancías.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El capitán de la nave junto con varios oficiales nos ayudó a trasbordar sobre unos pequeños barcos de vela gracias a los cuales fuimos conducidos al muelle de pasajeros de unos doscientos metros de longitud ubicado al norte de la aduana Taylor.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Al final de este muelle, nos topamos con dos pabellones octogonales de chapa acanalada y estructura de hierro fundido, traídos desde Gran Bretaña, para el control de equipaje<sup>10</sup>, en donde tras la verificación de nuestros documentos y bagajes pregunté al funcionario al no ver ningún buque con bandera inglesa anclado.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Disculpe... ¿Podría indicarme si ya ha llegado el navío que debe partir con destino a Rió de Janeiro?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Usted cree que yo estoy acá para dar ese tipo de información? Rebúsquese por el puerto... capaz alguien sepa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Antes que pueda decir algo el funcionario llamó al siguiente de la fila, obligándome a seguir adelante.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Que desconsideración!-protestó Azucena.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Como dicen en estas tierras- contestó Mister Taylor-, no se le puede pedir peras al olmo...que se le va hacer, pero... no se preocupen, es probable que venga con retraso. ¿Por que no se hospedan en su hotel y después averiguan?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En realidad no tenemos reservación en ningún hotel ni conozco ninguno a parte del Hotel de Inmigrantes de la calle Corrientes Nº 8, en donde me hospedé por un día cuando arribé a estas tierras en junio del sesenta y uno.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Por la Reina! Estoy seguro que no querrá hospedarse en ese lugar y más aún estando en compañía de estas damas. Yo conozco aquí cerca el hotel de mi amigo Mister Esteban Adrogué.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Entonces guíenos hasta ese lugar- dije a las ingles mientras tomaba del brazo a mi esposa y avanzábamos por el arbolado paseo de julio.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mister Taylor, con la frialdad que caracteriza a los británicos, llamó a un carruaje de alquiler que avanzaba por la calle Piedad<sup>11</sup>, ordenando al cochero, una vez que abordamos el vehiculo con nuestro equipaje, que nos lleve al hotel Provence.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Si bien la modernidad de la ciudad de Buenos Aires distaba mucho de la varias de las ciudades de Europa, a diferencia de Asunción, tenía sus calles pavimentadas con empedrados que cubrían todas las calles, hasta quince cuadras al frente, derecha e izquierda de la espaciosa Plaza de la Victoria por la que el cochero cruzó de a drede, al percatarse que nuestro anfitrión era ingles.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Esta es la plaza de la Victoria!-dijo en voz alta el cochero-. Su nombre se debe a la aplastante victoria que los ciudadanos de Buenos Aires tuvimos sobre los ingleses al mando del Brigadier Beresford en el año seis, mientras el Virrey Sobremonte huía con los caudales públicos, a Lujan y luego a Córdoba, entre gallos y media noche.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Era evidente que el inglés no estaba a gusto con la información dada a viva voz por nuestro simpático anfitrión. En su rostro podía verse su orgullo herido por las humillantes, para él, palabras del parlanchín cochero que prosiguió su relato:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Ven aquellas marcas de bala en la recoba?- señaló con su mano mientras detenía el carruaje para que podamos apreciar mejor-, son las marcas de las balas de nuestras fuerzas, ya que es tras esos gruesos muros donde se escondían... perdón... atrincheraban las tropas del falso gobernador cuando el Capitán de Navío Santiago de Liniers y sus mil doscientos hombres tomaron El Retiro provocando que los “atrincherados” se escon... perdón...se retiren a defender el fuerte que no llegó a ser tomado por la fuerza porque el gobernador de su majestad se rindió enarbolando la bandera púrpura y oro de España. ¿Ven aquella puerta, la principal del Cabildo? Es justo en ese lugar en donde fueron entregadas las banderas, estandartes y armas a Santiago de Liniers.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El cochero en todo momento fingía ser cortés en sus palabras, aunque era más que sabido que la pequeña clase de historia estaba directamente dedicada a Mister Taylor, que estoicamente permanecía callado.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Seguidamente, el cochero, reanudó la marcha explicando detalles de la construcción de la catedral, de reciente finalización, cuyo frontis se estaba adornando y la casa de gobierno que se encontraba a un lado del Cabildo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Unas cuadras después de haber salido de la Plaza de la Victoria todos creíamos que los ataques contra el ciudadano británico habían acabado. Sin embargo, con una sonrisa en los labios, el cochero señaló una casa cuyo balcón daba a la estrecha calle por la que transitábamos y a media cuadra de la iglesia de San Francisco:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esa es la casa en donde vivió mi madre. Desde ese balcón ella con mi abuela tiraban agua y aceite hirviendo a una de las columnas inglesas lideradas por un tal Pack que junto con otras formadas en total por nueve mil hombres, se atrevieron a volver un año después de los hechos que acabo de narrarles, para recuperar sus cosas y por supuesto la ciudad.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El cochero siguió contando los pormenores de aquella segunda invasión del poderoso ejército inglés liderado por el General Whitelocke y como la ciudad organizada bajo las órdenes del alcalde de primer voto Martín de Alzaga.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Finalmente llegamos al Hotel Provence en donde un empleado nos ayudó con nuestros equipajes.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En el hotel, con un lujo digno del mejor hotel de Paris, nos registramos para retirarnos a recuperar fuerzas de nuestro agotador viaje fluvial y prepararnos para el que venía.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Antes de subir las escaleras agradecí a Mister Taylor su gentileza y traté de minimizar el desagradable momento que el cochero le hizo pasar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No se preocupe, estoy acostumbrado a estas demostraciones de afecto que los porteños sienten hacia los ciudadanos de su majestad. Pero como dice el dicho, el que ríe último ríe mejor...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Que quiere decir? ¿Acaso sabe algo? ...</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El inglés sonrió malévolamente y encendiendo su pipa me dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Me imagino que sabe que los fenicios fueron los primeros comerciantes a gran escala de la humanidad. Sus barcos recorrían los mares conocidos e inclusive, algunos se aventuraron a recorrer los desconocidos con el solo fin de comerciar creando la necesidad de un producto determinado que desembocaba en la dependencia de esta ciudad para con los hábiles comerciantes.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Disculpe, pero no comprendo a donde quiere llegar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El imperio Británico no pudo conquistar a esta ciudad por las armas, pero la ha conquistado económicamente. Hoy la mayor parte de todas las mercaderías que salen de su puerto van a Inglaterra y nuestras colonias, y lo más importante, al precio que nosotros fijamos. ¿Qué mejor conquista que esa quiere? A Su Majestad no le importa que un cochero hable de las glorias pasadas de unos campesinos incultos sino del lucro que obtiene, y obtendrá, de ellos y de sus descendientes.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esas palabras me hicieron recordar lo que yo pensaba era simplemente testadurez de Don Carlos Antonio López, al negarse a pedir un préstamo internacional a la banca inglesa, para financiar la propuesta del General Urquiza<sup>12</sup>. Paraguay no debía nada a nadie y de hecho esto le daba la posición para escoger a quien vender sus productos y a que precio.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Un par de días después de nuestra llegada, estaba en el lobby del hotel, leyendo un ejemplar del periódico “La tribuna” de los hermanos Varela en el que un vocero hablaba en contra de la predica de otros periódicos de Buenos Aires de una guerra para liberar al Paraguay de una tercera generación de tiranos. ¿Será que gracias a la presidencia de Mitre, Don Francisco, podría llegar a un acuerdo en relación a los problemas internacionales? Todo parecía indicar que sí. Inclusive uno de los huéspedes me comentó que tenía conocimiento, gracias a un primo que trabajaba en la casa de gobierno, que el General Mitre mantenía una fluida correspondencia con el Presidente López.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Gritos de desesperación me hicieron mirar hacia la escalera.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Azucena, blanca como una hoja, bajaba corriendo pidiendo ayuda.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Que ocurre mi amor? Tranquilízate.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mame se ha desmayado en el baño. ¡Necesita un Medico!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Un hombre, al escuchar los gritos, corrió para volver instantes después con un médico y una enfermera que socorrieron a Madame Lafaiette de inmediato.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mientras que el galeno, en compañía de Azucena y la enfermera, estaba atendiendo a la anciana agradecí al caballero, que tan rápidamente había reaccionado para prestarnos auxilio, y que resultó ser el dueño del hotel. Don Esteban Adrogué.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Don Esteban, un hombre de cuarenta y siete años, de mediana estatura, delgado, con largas patillas y frente amplia, hijo de un inmigrante valenciano radicado a principios de siglo. Casado hacía veinte y tres años con Isidora Amestoy Arnais y Pinazo una porteña de alcurnia, era un hombre que después de dedicarse al comercio en el ramo de suelas, tuvo a su cargo varias obras públicas, entre ellas el puente sobre el Riachuelo. Fue además uno de los primeros propulsores del alumbrado a gas con el que se iluminaba la ciudad, inclusive por su iniciativa se pavimentaron muchas calles de ésta. En 1856, junto con Jorge Atucha, Mariano Saavedra y Jorge Iraola fundó, en la Plaza de las Artes, el Mercado del Plata.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Con esta breve descripción trato de retratar a un hombre desinteresado y siempre buscando la manera de ayudar al prójimo, que acababa de llegar de su quinta “Los Leones” ubicada en el pueblo de La Paz, el cual había fundado hacia un año, en las lomas de Zamora.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>De amena conversación y viendo mi preocupación, me invitó a tomar un coñac y dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El doctor Ferreira de la Loma es un excelente profesional, de seguro ayudará a la mujer.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿La señora es su pariente? -dijo con rostro preocupado el médico al bajar las escaleras junto con su asistente, luego de estar media hora atendiendo a la francesa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Es la nana e institutriz de mi esposa. ¡Es como si lo fuera!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Entiendo... No quiero mentirle. Su problema es el corazón. Aunque con unos días de descanso sobrellevará su problema. Es cuestión de tiempo para que llegue lo inevitable.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Cree usted doctor que no debe proseguir nuestro viaje a Europa?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Le seré franco, el cansancio provocado por un viaje tan extenso puede causarle la muerte, y como médico debo recomendarle que no lo realice. Converse con ella y trate de evitarle cualquier disgusto.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Trataré de convencerla doctor.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Dejaré al cuidado de la paciente a mi hija Liduvina, que es enfermera.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Le agradezco doctor y muchas gracias por todo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Aboné los honorarios del médico y subí a la habitación en donde la anciana protestaba a la enfermera y a Azucena pues quería levantarse.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Debería hacer caso a la enfermera Madame.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No ha nacido nadie todavía que me diga lo que tengo que hacer- respondió enérgicamente la francesa. Es más ¡quiero que me dejen sola!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Recuerde Madame, no debe agitarse, puede tener una recaída- sentenció enérgicamente la enfermera.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Está bien, me quedaré en la cama, pero ¡Salgan de la habitación!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Seguí a Azucena y a la enfermera.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cuando estaba cerrando la puerta, Madame Lafaiette dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Don Gustav, tráigame por favor una jarra de agua.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Le traeré de inmediato-respondió la servicial enfermera con una gran sonrisa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mire jovencita, creo que usted no se llama Gustav, así que no se meta en donde no la llaman.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Salimos de la habitación y de inmediato volví con una jarra con agua y un vaso.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pase- dijo la francesa al escuchar mis golpes en la puerta-. Cierre la puerta, deje lo que trae en aquella mesa y siéntese junto a mí.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Obedecí a la anciana que, tomándome las manos, prosiguió diciendo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No hace falta que me oculte lo que ya sé desde hace unos meses.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¿Que quiere decir Madame?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No finja, sé que ese matasanos le dijo que estoy muriendo y es cierto, me lo dijo hace unos tres meses el doctor González en Asunción. Es por eso que quise hacer este viaje. Si he de morir quiero hacerlo en Montmatre.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero el doctor dijo que un viaje como el que nos espera puede ser fatal.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Nada pierdo con intentarlo. Ahora quiero que me escuche. Azucena no puede enterarse de esta conversación y mucho menos de mi estado de salud. Quiero que me lo prometa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ante la firme determinación de la mujer no tuve otra alternativa que aceptar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los días pasaron como robados por una ráfaga de viento.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mientras Madame Lafaiette permanecía en cama y esperábamos que el buque que nos llevaría a Río de Janeiro arribase, Don Esteban y su señora, nos mostraron a Azucena y a mí varios puntos atractivos de la ciudad como ser el paseo de la Plaza Marte, donde ese año se había erigido el monumento al General San Martín, libertador del yugo español de Argentina, Chile y Perú; a los recitales y cafés-concierto del Jardín Florida<sup>13</sup>, el hipódromo en El Retiro, e inclusive nos invitaron a un paseo en el ferrocarril, que partía de la Estación del Parque<sup>14</sup> y que tenía una extensión de treinta kilómetros en esos años.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>De esta manera, durante el día, admiraba junto con mi esposa los distintos edificios y lugares de aquella pujante ciudad, mientras que por las noches aprovechaba para tomar notas en mi diario de viajes de cada una de estas vivencias y costumbres que caracterizan al porteño.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Estos idílicos días y los que pasamos en Europa casi un mes después, debo confesar que fueron de los que más gratos recuerdos tengo junto a mí adorada esposa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Finalmente el día fijado para que nuestro buque zarpara llegó, como así también había regresado la salud de Madame Lafaiette.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Tres días después de la navidad, que festejamos en la quinta “Los leones”, Don Esteban y su señora, de quienes nos habíamos hecho grandes amigos nos acompañaron al muelle de pasajeros.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Viajeros y acompañantes se mezclaban entre abrazos y despedidas. Los hombres elegantemente vestidos con pantalón bombilla, cuello duro, corbatas de moño o plastrón, sacos con ribetes y galeras. Mientras que las damas, con vistosos bucles debajo de los amplios sombreros y coloridos vestidos estilo victoriano, se ocultaban coquetamente debajo de sus sombrillas de tela adornadas con moños y volados.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esta vez, una carreta con ruedas de un poco más de dos metros de diámetro fue la encargada de transportarnos con todas nuestras pertenencias a bordo de un buque de bandera inglesa llamado Mersey, que nos llevaría hasta la capital del Imperio del Brasil, previa escala en Montevideo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En el puerto carioca transbordaríamos al vapor Tyne, de mayor calado, que nos llevaría al puerto bretón de Southampton. Luego de nuestro viaje marítimo de aproximadamente veintiocho días deberíamos volver a transbordar a un buque con bandera francesa que, luego de cruzar el canal de la mancha, nos llevaría al puerto de Le Habre en tierras galas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El pequeño vapor, con eje y hélice de madera de unas doscientas treinta y dos toneladas aproximadamente, llevaba una tripulación de veintidós hombres y veintinueve pasajeros, Levo ancla al tiempo que de sus negras chimeneas surgían grandes bocanadas de vapor.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Con la precisión de un reloj, característica innata de los británicos, el buque divisó costas uruguayas en el tiempo establecido de dos horas y media.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay, está localizada a orillas del Río de la Plata, casi frente a las costas de Buenos Aires, a unas treinta leguas de ésta. En 1726, Don Bruno Mauricio de Zabala, Gobernador de Buenos Aires, fundó San Felipe de Montevideo, como ciudad fortificada, con el objetivo de controlar el contrabando que se realizaba vía Colonia del Sacramento fundada cuarenta y seis años antes por los portugueses convirtiéndose desde entonces en el principal puerto español en el Atlántico Sur.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Diseñada como una típica ciudad colonial en forma de damero rodeada de murallas, fue poblada por habitantes de las Islas Canarias que se sumaron a otras familias venidas desde Buenos Aires.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>A fines del siglo XVIII se convierte en el único puerto autorizado a introducir esclavos a las posesiones españolas en América del Sur con permiso de libre comercio sin trabas fiscales.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Desde la barandilla del vapor pude apreciar en primer lugar un río que, entra tierra adentro con una isla pequeña, y desemboca en una ensenada o bahía en la cual hay otra isla en medio de su entrada que abriga y asegura de todo tipo de vientos, en especial los denominados pamperos y otros provenientes del mar, a los navíos que en este puerto buscan refugio.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Una de las ventajas de este puerto con el de Buenos Aires es que tiene una profundidad considerable, permitiendo que navíos de gran calado lleguen casi hasta la costa además de no ser necesario el continuo dragado.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El puerto estaba atiborrado de naves de distintas nacionalidades, Entre las que se destacaban las francesas, inglesas, alemanas, ondeando sus banderas nacionales y estandartes de las distintas compañías navieras.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En la costa podían divisarse los muelles y las dos escolleras construidas a principio de siglo, una en la punta llamada “San José”, y la otra en la falda del cerro sobre la cual se destaca un faro. Un poco más allá se encontraba la rambla portuaria con sus muelles particulares donde, como hormigas, subían y bajaban pesados sacos en sus anchas espaldas los estibadores, en su mayoría vasco-franceses llegados a estas tierras como muchos europeos a hacerse la América.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Horas después de nuestro arribo al puerto, el tiempo suficiente para subir un par de pasajeros y acomodar las bolsas del correo, los fornidos y hábiles marinos levaron ancla mientras el capitán ponía proa rumbo a la capital del Imperio del Brasil.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No pasó mucho tiempo para que pudiéramos divisar la marcada divisoria que indicaba el límite del Río de la Plata y el Océano Atlántico. Esta línea demarcatoria estaba bien definida, como si hubiese sido hecha por la majestuosa pluma de Dios, separando de un lado el color aleonado del río con el azul oscuro del infinito océano en donde, a lo lejos, se podía ver un grupo de toninas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Que épocas!-dijo Don Domingo, mientras encendía otro habano de penetrante aroma. En 1863 yo era gobernador de San Juan, después de haber sido ministro de Mitre en Buenos Aires, había cumplido ya cincuenta y dos años, y lucía un bigote canoso y esta calva que me acompaña de mis años mozos. Recuerdo que a pesar de algunos levantamientos como los del Chacho Peñalosa, 1863 fue un buen año para mí inclusive estreché lazos con mi hijo Dominguito-expresó esto último con tristeza para luego levantarse sin decir nada y salir de la habitación.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Belén Sarmiento que conocía bien el estado en que se ponía su abuelo al recordar a su hijo muerto en la guerra del Paraguay dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Caballeros, creo que ha sido una buena velada, agradezco su visita pero comprenderán que el estado de salud de mi abuelo no es el mejor por lo que les pediría que termináramos aquí y nos citemos para otra oportunidad en donde estoy seguro el señor fotógrafo accederá a contarnos sus interesantes aventuras.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Estoy de acuerdo! –secundó enfáticamente el presidente Escobar mirando su reloj de bolsillo- Quiero seguir escuchando su relato, me interesa mucho lo que esta narrando.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>De esta manera salimos del hotel y mientras los generales Caballero y Escobar partieron en un coche con Don Decoud y Gustavo nos dirigimos a la parada del tranvía.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>___________________________________________________________</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>1 Fragmento del discurso de recibimiento a Domingo Faustino Sarmiento dado por José Segundo Decoud pronunciado el 24 de julio de 1887 ( Extraído del artículo del diario “La Nación”(Paraguay) del martes 26 de julio de 1887)</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>2 Contestación de Domingo Faustino Sarmiento al discurso de recibimiento hecho a su persona el 24 de julio de 1887 ( Extraído del articulo del diario “La Nación”(Paraguay) del martes 26 de julio de 1887)</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>3 Actual Avenida Colón.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>4 Se conoce con el nombre de “Residenta” al éxodo de habitantes de Asunción ante la inminente invasión del ejército de la triple alianza a esta ciudad.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>5 el Dr. Andreuzzi obtuvo la concesión para instalación de la línea tranviaria junto con el Dr. Morra, desde la plaza Uruguaya (Ex Plaza San Francisco) hasta la Cancha Sociedad de su propiedad. Esta empresa tranviaria llamada orgullosamente por su dueño “Conductor Universal” llegaba a lo que hoy conocemos como Gran Hotel del Paraguay. <a href="http://www.granhoteldelparaguay.com.py/htmls/valor_hist.html"><span style="color: red;">http://www.granhoteldelparaguay.com.py/htmls/valor_hist.html</span></a></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>6 Esta agrupación fue la base para el actual Partido Liberal.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>7 La agrupación a la que se refiere es “ La Asociación Nacional Republicana”(Partido Colorado) fundado el 11 de septiembre de 1887</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>8 En alemán: “Academia Vocacional” Fundada en Berlín en 1829</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>9 “Buen Aire” es la castellanización del nombre de la Virgen Bonaria, o sea, la Virgen de la Candelaria que era venerada también por los navegantes de Cádiz, España. </strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>10 Actualmente desaparecido el lugar mencionado está ubicado entre las actuales Bartolomé Mitre y Sarmiento.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>11 Actual Bartolomé Mitre.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>12 Ver El fotógrafo de Loma Tarumá, capitulo VIII.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>13 Ubicado en la ciudad de Buenos Aires en las actuales calles Florida entre Córdoba y Paraguay</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>14 Ubicada entre las calles Tucumán, Libertad, Cerrito y Viamonte. En el lugar, a principio del siglo XX se levantó el teatro Colón.</strong></span></strong></div><br />
<div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Fuente digital: <a href="http://ahve.blogspot.com/">http://ahve.blogspot.com/</a> </strong></span></strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Registro : Diciembre 2011</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Alejandro%20Hernandez/alejandro%20hernandez%20el%20proyecto%20de%20mandyju%20pora%20ct%20portalguarani.jpg" /></strong></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-40394452647027993252011-12-29T10:00:00.000-08:002011-12-29T10:00:38.379-08:00RUDI TORGA - TITULO ORIGINAL: LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE (CAMILO JOSÉ CELA, 1942) - TITULO EN GUARANÍ: PASCUAL DUARTE REKOVEKUE (2001)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv5McfvVB0ogpY9zwgyXJBoJlXlJmI6ijqIxtBuYIq96doA990dt3_uGoz7N539z-1vZkg5v5yQwAm1DUN9ZDGvy_kflqJUK2ElG2WWzva1rDHNppcYWog-arVamvGL1VOVTS03Htl5fQu/s1600/rudi+torga+pascual+duarte+rekovekue+servilibro+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" rea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv5McfvVB0ogpY9zwgyXJBoJlXlJmI6ijqIxtBuYIq96doA990dt3_uGoz7N539z-1vZkg5v5yQwAm1DUN9ZDGvy_kflqJUK2ElG2WWzva1rDHNppcYWog-arVamvGL1VOVTS03Htl5fQu/s400/rudi+torga+pascual+duarte+rekovekue+servilibro+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>TITULO ORIGINAL: LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE (1942)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>TITULO EN GUARANÍ: PASCUAL DUARTE REKOVEKUE (2001)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>© CAMILO JOSÉ CELA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>© De la traducción al Guaraní: </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=569"><span style="color: red;">RUDI TORGA</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>con la colaboración de RODOLFO DAMI (h)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong>Ilustración Portada e Interiores: Reyes Omelia</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Diseño de Tapa: Vicente Marsal Comunicaciones</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Diagramación : Simone Wedderhoff</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Compaginación: Simone Wedderhoff - Rudi Torga</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Impresiones: Edipar-Iturbe 1134</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Asunción, Paraguay</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>1° Edición 1000 Ejemplares</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>ISBN: 99925-809-3-3</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Impreso en Paraguay - Enero 2002</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>© Editorial Medusa</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Edición al cuidado de Julio César Frutos Coronel.</strong></div><div style="text-align: right;"><strong> Editorial Servilibro</strong></div><div style="text-align: right;"><strong><a href="http://www.servilibro.com.py/"><span style="color: red;">www.servilibro.com.py</span></a><span style="color: red;"> </span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Tel.: 595 21 444770</strong></div><div align="center"><br />
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</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PASCUAL DUARTE REKOVEKUE</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CAMILO JOSÉ CELA</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>TRADUCCIÓN AL GUARANI</strong></span></div><div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>DE </strong><strong>RUDI TORGA</strong></span></div><div align="center"><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PRESENTACIÓN</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> La Fundación Carlos III, que cree en el sentido internacional de nuestro pasado y de nuestra avanzada sociedad del siglo XXI, siente una especial vocación americana, por ser de enorme relevancia para Hispanoamérica el reinado de Carlos III.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El esplendor y madurez alcanzados por los Virreinatos americanos en el siglo XVIII haría precisamente posible su posterior independencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por todo ello, la Fundación constituyó hace seis años, el Foro Iberoamericano, al que pertenecen hoy, quince Presidentes de Repúblicas Iberoamericanas, entre ellos el Presidente Luis González Macchi, primer mandatario del Paraguay, más la totalidad de los Embajadores iberoamericanos acreditados en Madrid y destacadas personalidades de la vida española como el Presidente del Gobierno D. José María Aznar, el Cardenal Ronco Varela, Arzobispo de Madrid, su Alcalde José María Álvarez del Manzano y el Premio Nobel D. Camilo José Cela, Marqués de Iría Flavia, entre otros.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Precisamente hace unos meses recibí la llamada de nuestro admirado D. Camilo José, interesado en conocer al Embajador del Paraguay en España D. Julio César Frutos. Organizada la reunión, nos informaba D. Camilo que su obra La familia de Pascual Duarte, era la obra en castellano mas traducida en el mundo a otras lenguas, después de El Quijote, y que su ilusión era que se pudiera traducir y editar en el idioma guaraní, una lengua viva, que forma parte de la vivencia de los paraguayos. El Embajador Frutos acogió el proyecto cultural con el apasionamiento que comparten las personas ilustradas y prometió a nuestro Premio Nobel que trabajaría para llevar adelante tan magnífica propuesta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La promesa se ha cumplido y hoy la Fundación Carlos III, en este principio de siglo y milenio, como una nueva etapa de las Luces, de la Ilustración, del Progreso y del Humanismo, tiene la inmensa satisfacción de presentar esta edición ordinaria de la gran obra "La familia de Pascual Duarte ", en versión bilingüe guaraní y castellano, para el disfrute de cuantos comparten la posesión de tan bellas lenguas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong> Madrid, 2 de octubre de 2001</strong><strong> </strong></div><div style="text-align: right;"><strong> CARLOS ESCUDERO DE BURÓN</strong></div><div style="text-align: right;"><strong> Fundación Carlos III</strong></div><div style="text-align: right;"><strong> Presidente</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PALABRAS DEL TRADUCTOR</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Cuenta J. Natalicio González en su libro Ideología Guaraní que Don Ramón de Valle-Inclán, después de seguir la huella de Rafael Barret en nuestra tierra, llegó a proyectar una novela paraguaya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En carta a Don Arsenio López Decoud decía desde el fondo de su montaña gallega, en el invierno de 1911: "Paraguay dejó en mi alma un recuerdo tan profundo como una mujer".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Después de transcurrir casi cien años de aquella novela prometida, el Embajador paraguayo en la madre patria, Julio César Frutos Coronel, llega a culminar con éxito su gestión para que la novela La Familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela (Premio Nobel 1989), sea traducida al idioma guaraní. Una iniciativa que convierte en realidad la soñada narración de Don Ramón del Valle-Inclán.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Según el arakuaave (sagrada sabiduría) los guaraníes recibieron en herencia del creador de la Vida en el Mundo: el ayvu (lenguaje humano).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Etimológicamente aglutina dos conceptos: a viene de anga que significa alma e yvu que significa manantial. Así el lenguaje humano (ayvu) es el manantial del alma.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Mediante el lenguaje humano el habitante de la tierra tiene memoria de su origen divino y mediante el ñe'ẽ, la palabra, él adquiere su ser.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El ser de cada persona crece en el intercambio del mutuo conocimiento y se traduce en el porayhu, amor entre semejantes. Para llegar a esa armonía los seres humanos, practican el ñomongeta (diálogo). Aglutina tres conceptos: ñomo-anga-pyrenda. Significa: Poner en armonía las almas. En conclusión: dialogar es poner en armonía las almas de las personas entre sí, para lograr la comunión de la comunidad humana.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los habitantes de la tierra recibimos como testamento de la divinidad la misión de hacernos verdaderos seres humanos mediante el ñembo'e, orar, enseñar, aprender. Cada ser humano adquiere su ser. Y expresa ese ser en la palabra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Con este ser establece vínculos con su origen, con sus semejantes y con el Creador. Y realiza el esfuerzo de vivir en armonía con la naturaleza, con todas las manifestaciones de la vida y con el Universo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pascual Duarte, el protagonista de la novela de Camilo José Cela, mucho ha luchado para descubrir el camino del verdadero ser humano de acuerdo a su cultura rudimentaria de español. Para comprender su compleja desgracia, su "tremenda" deshumanización y su rechazo de la piedad, recurrió a la palabra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La traducción del español al guaraní de la novela La Familia de Pascual Duarte resulta toda una conversión espiritual. Con el título de Pascual Duarte Rekovekue se realiza un renacer del personaje en una inédita cultura inmemorial y universal. Pascual Duarte, expresándose en el idioma nativo paraguayo, aún cuando el escenario de su vida sea el suelo ibérico, se ha convertido en un campesino guaraní.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al decidir encauzar su vida en la narración, recupera su palabra raigal. Y en la recuperación de su palabra soterrada en su infortunio libera su ser.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Interpretando desde la cultura guaraní, la tragedia de Pascual Duarte se origina cuando la cultura a la que pertenece, le impone una cultura que excesivamente privilegia el tener, cuando sencilla y humildemente quería ser.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Con la traducción de la novela "La Familia de Pascual Duarte" en "Pascual Duarte Rekovekue", la literatura paraguaya en idioma guaraní pasa de la poesía a la narrativa. Y definitivamente se acredita una vigorosa y luminosa idoneidad, para estar a la altura del nivel estético más exigente en la escritura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nuestro ferviente deseo es que esta novela tenga igual reconocimiento en su versión guaraní, como en su versión española. El idioma guaraní, como nunca, ha demostrado ser un idioma que puede asimilar toda la miseria y toda la grandeza de la condición humana de todos los tiempos.</strong></div><div style="text-align: right;"><strong> <span style="color: cyan;"> RUDI TORGA</span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PRÓLOGO</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PASCUAL DUARTE EN GUARANÍ</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Quizá para probar su ciencia y paciencia, y también para tentar la suerte, ese juego de dados en el que los dioses no intervienen, a mi vapuleada criatura Pascual Duarte, el antihéroe con cuya alma todos tiraban al blanco, me la han puesto ahora en guaraní, la susurrante y melodiosa lengua general que se habla, o se hablaba y aún se sigue hablando, en la mesopotamia que forman las remotas y próvidas fuentes del Río de la Plata, como el quechua es la entrecortada y silbante lengua general que se habla, o se hablaba y aún se sigue hablando, por los montes y las barranqueras del Cuzco y el latín es la culta y precisa lengua general que se habla, o se hablaba y por incuria de todos ya no se sigue hablando ni entre los sabios europeos, ni en la costa dálmata, las penínsulas Apenina e Ibérica y las amplias Galias del buen yantar y el buen yogar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En guaraní se dice que la rikorãja'irrikopáma, la mboriahurãja'imboriahupáma; los que debían ser ricos, ya son todos ricos; los que debían ser pobres, ya son todos pobres (en jopará, la jerga que trota a caballo entre el guaraní y el español, no sé cómo se dirá este pensamiento que a lo mejor no pasa de refrán; al híbrido entre el gallego y el castellano, que es la jopará que hablamos a trancas y barrancas en el noroeste de la</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Piel de Toro, quienes ignoramos la frontera entre nuestras dos lenguas, los gallegos le llamamos castrapo, y digo lo que queda dicho para que el curioso lector adivine lo que quiero decir). Pascual Duarte, que nació, vivió y murió pobre, se hizo rico en lenguas en el otro mundo y también en sabidurías literarias, todas ajenas al mérito e incluso a la voluntad del autor, se conoce que estaba predestinado porque mboriahu aka’ári mante ho’a la rayo, el rayo sólo cae, para iluminarlas o incendiarlas, sobre las cabezas de los pobres.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En guaraní lo que no se dice y se oye, no existe; ni siquiera lo que se lee e incluso lo que se ve, de ahí el prestigio del rumor - la radio so'o, la radio de carne - y de la radiodifusión.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A Pascual Duarte lo entienden ya en varias lenguas, esto de la poliglotía es barbechera en la que pueden crecer las yerbas más variadas y extrañas, más heterogéneas y misteriosas sin que nadie pueda llamarse andana de lo que pudiera ser el compromiso de los correctos entendimientos de la palabra articulada, cuyo emocionado conjunto es como un nido de avispas: anike repyvoi káva raityre, aconsejan los guaraníes, no pises el nido de las avispas. Declaro que no me siento culpable de que mi pobre títere Pascual Duarte, desde su escaño del cielo, desde su banqueta de la tierra sin mal, el yvy marane’ỹde estos hombres y estas mujeres, sonría cuando vuelve la cabeza atrás y lee la historia en las estrellas del firmamento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es bueno esto de que la palabra del hombre quede flotando en el aire como el sutilísimo polvo que dibuja el rayo de luz que entra por la ventana a medio cerrar, y ya Horacio nos brinda consuelo cuando se consuela a sí mismo diciendo a media voz que gracias a su palabra no morirá jamás del todo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Esta edición de mi novela es bilingüe, como lo fueron las de sus traducciones al latín, al romanó, al esperanto, al tagalo y al hebreo, la única lengua gloriosa y orgullosamente resucitada por el hombre; el jesuita mallorquín Bartomeu Meliá, una de las más respetadas autoridades en la cultura indígena paraguaya, dice que esta latitud está felizmente condenada al bilingüismo del castellano y el guaraní. Como no soy augur, ignoro la suerte que correrán las confesiones del Pascual Duarte en esta lengua remota y bella como la sonrisa de una princesa de la selva con el corazón herido por el venenoso dardo del amor imposible; la ignoro, digo, pero no la temo porque, en comunión con el Dante, proclamo que el amor y el corazón gentil son la misma cosa.</strong></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Incosol, Marbella, San Lorenzo del MMI.</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Publicado en ABC de Madrid el domingo 2 de septiembre del 2001</strong></span></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>NOTA DEL TRANSCRIPTOR</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Me parece que ha llegado la ocasión de dar a la imprenta las memorias de Pascual Duarte. Haberlas dado antes hubiera sido quizás un poco precipitado, no quise acelerarme en su preparación, porque todas las cosas quieren su tiempo, incluso la corrección de la errada ortografía de un manuscrito, y porque a nada bueno ha de conducir una labor trazada, corzo quien dice, a uña de caballo. Haberlas dado después, no hubiera tenido, para mí, ninguna justificación; las cosas deben ser mostradas una vez acabadas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Encontradas, las páginas que a continuación transcribo, por mí y a mediados del año 39, en una farmacia de Almendralejó -donde Dios sabe qué ignoradas manos las depositaron - me he ido entreteniendo, desde entonces acá, en irlas traduciendo y ordenando, ya que el manuscrito -en parte debido a la mala letra y en parte también a que las cuartillas me las encontré sin numerar y no muy ordenadas-, era punto menos que ilegible.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Quiero dejar bien patente desde el primer momento, que en la obra que hoy presento al curioso lector no me pertenece sino la transcripción; no he corregido ni añadido ni una tilde, porque he querido respetar el relato hasta en su estilo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> He preferido, en algunos pasajes demasiado crudos de la obra, usar de la tijera y cortar por lo sano, el procedimiento priva, evidentemente, al lector de conocer algunos pequeños detalles -que nada pierde con ignorar-; pero presenta, en cambio, la ventaja de evitar el que recaiga la vista en intimidades incluso repugnantes, sobre las que -repito - me pareció más conveniente la poda que el pulido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El personaje, a mi modo de ver, y quizá por lo único que lo saco a la luz, es un modelo de conductas; un modelo no para imitarlo, sino para huirlo; un modelo ante el cual toda actitud de duda sobra; un modelo ante el que no cabe sino decir:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - ¿ Ves lo que hace? Pues hace lo contrario de lo que debiera.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pero dejemos que Hable Pascual Duarte, que es quien tiene cosas interesantes que contarnos.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>MARANDU OJAPO VAEKUE KUATIÁPE OMBOHASÁVA KO MOMBE'USYRY.</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Hi'ãchéve oguãhẽmaára ñamyasãĩhaguãkuatia haipyrépe, ko Pascual Duarte rekovekue. Ñaguenohẽvoíve rire osẽmo'ãñemyaña myañãme, nambopya'eséi kuri jaikuaa rupi opaite mba’e ndaikatuiha jajapo hi'arape'ỹ, jepe, ko mombe'usyry jehai porãñemyatyrõndaha'ei vaicha tembiapo guasueterei. Oje'eva voi mba'eve nosẽporãiha rejapónterõrejapo vaerãguirei mba'e rejapotava, kavaju pysapẽme rehairõguáicha. Upéicha avei, mamorieténte ñasẽvaerãmo'ãjaikuaauka rire ko mombe'usyry, ñamopyrenda porãmboyve. Mba'e jaikuaaukátava, jaikuaauka vaerãhi'araitépe, oĩporãmbaite rire.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ajuju rire, ko'ãkuatia haipyre, peteĩteĩahai pyahuete jeýva, ha'ema haguéicha ajuhu vaekue che ha oimene pe 39 ary mbytérupi, peteĩpohãñemuhãpe (farmacia) Almendralejo pe opytáva. Ñandejára mante oikuaáne mávanepa ra'e oheja raka'e upépe. Ambohasa retia'e porãheseve che rekove, upéguive ko'agãitepeve, amohenda ha amyatyrõnguévo pe tapicha ohai vaekue - rasa ohai vaipa vaekue ha hí'ariete onemohenda juavypa vaekue, oñemzohesakã'ỹre mávapa opytavaerãtenonde terãtapykuépe - ha'e haguéicha pe tapicha ohaí vaekue hasyetereíva ñaikumby pe he'iséva umi iñe'ẽhaipyrépe.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Aipota hesakãporãiñypyrũhaite guive, ko mombe'usyry amoguahẽva mayma ohesa'ỹijotávape, ndaha'eiha che rembiapokue. Che ambohasa pyahuete jeýnte kuatiápe pe tapicha ohai hagueichaite. Namoĩri ha ndaipe' ai mba'eve pype. Aheja pe ohai ypy haguéicha ijapohare.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Upevére, umí he'i pohýi etereihápe, aiporumante hese jetapa ha aíkytĩumi ipohyi kuete. Ko ajapóva ohejáta, hesakãma voi upéichataha, mayma kuatia moñe'ẽhára kuérape oikuaa'ỹre heta mba'e ojehumimi vaekue. Mba'eguasueterei niko ndojavy mo’ãi upe haguére. ja'etarõañetegua, péicha rupi, kuatia moñe'ẽhara kuérape ndohesa reraha mo'ãi umi mba'e vai kañymby oikóva, sapy'ante jahecharõrasaite ñanembójeguarúva. Upévare ha'e jeyta ko'agã, iporãve ñamo apesýi rãngue ñaikytĩete.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ko yvypóra, che ahecha haícha, - ha oiméne hína upévarente voi aguenohe chupe ojekuaa haguãko arapýpe - peteĩkuimba'e techapyrãva hekove, jeperõndaha'ei ñasãnte vaerãjajapo umi ha'e ojapo vaekue; nahániri, ha katu jaha vaerãmombyry oĩhaguei mba'e ñane mbopyta ryrýiva apytépe, ko máva rovake hembypa. Ko máva techapyrãrenondépe, péva ñoiténtema ikatuve ja'e:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - ¿Rehechápiko mba'epa ojapo? Ha'e ojapo pe mba'eveicharõojapo'ỹvaerãaraka'eve.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ha jahejána toñe'ẽhekóítepe Pascual Duarte, ha'eve hína pe yvypóra oguerekóva heta mba'e omombe'u vaerãct ñandéve.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CARTA ANUNCIANDO EL ENVIO DEL ORIGINAL</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong>Señor don Joaquín Barrera López.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mérida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Muy señor mío:</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Usted me dispensará de que le envíe este largo relato en compañía de esta carta, también larga para lo que es, pero como resulta que de los amigos de don Jesús González de la Riva (que Dios haya perdonado, como a buen seguro él me perdonó a mí) es usted el único del que guardo memoria de las señas, a usted quiero dirigirlo por librarme de su compañía, que me quema sólo de pensar que haya podido escribirlo, y para evitar el que lo tire en un momento de tristeza, de los que Dios quiere darme muchos por estas fechas, y prive de esa manera a algunos de aprender lo que yo no he sabido hasta que ha sido ya demasiado tarde.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Voy a explicarme un poco. Como desgraciadamente no se me oculta que mi recuerdo más ha de tener de maldito que de cosa alguna, y como quiero descargar, en lo que pueda, mi conciencia con esta pública confesión, que no es poca penitencia, es por lo que me he inclinado a relatar algo de lo que me acuerdo de mi vida. Nunca fue la memoria mi punto fuerte, y sé que es muy probable que me haya olvidado de muchas cosas incluso interesantes, pero a pesar de ello me he metido a contar aquella parte que no quiso borrárseme de la cabeza y que la mano no se resistió a trazar sobre el papel, porque otra parte hubo que al intentar contarla sentía tan grandes arcadas en el alma que preferí callármela y ahora olvidarla. Al empezar a escribir esta especie de memorias me daba buena cuenta de que algo habría en mi vida -mi muerte, que Dios quiera abreviar- que en modo alguno podría yo contar; mucho me dio que cavilar este asuntillo y, por la poca vida que me queda, podría jurarle que en más de una ocasión pensé desfallecer cuando la inteligencia no me esclarecía dónde debía poner punto final. Pensé que lo mejor sería empezar y dejar el desenlace para cuando Dios quisiera dejarme de la mano, y así lo hice; hoy, que parece que ya estoy aburrido de todos los cientos de hojas que llené con mi palabrería, suspendo definitivamente el seguir escribiendo para dejar a su imaginación la reconstrucción de lo que me quede todavía de vida, reconstrucción que no ha de serle difícil, porque, a más de ser poco seguramente, entre estas cuatro paredes no creo que grandes nuevas cosas me hayan de suceder.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Me atosigaba, al empezar a redactar lo que le envío, la idea de que por aquellas fechas ya alguien sabía si había de llegar al fin de mi relato, o dónde habría de cortar si el tiempo que he gastado hubiera ido mal medido y esa seguridad de que mis actos habían de ser, a la fuerza, trazados sobre surcos ya previstos, era algo que me sacaba de quicio. Hoy, más cerca ya de la otra vida, estoy más resignado. Que Dios se haya dignado darme su perdón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Noto cierto descanso después de haber relatado todo lo que pasé, y hay momentos en que hasta la conciencia quiere remorderme menos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Confío en que usted sabrá entender lo que mejor no le digo, porque mejor no sabría. Pesaroso estoy ahora de haber equivocado mi camino, pero ya ni pido perdón en esta vida. ¿Para qué? Tal vez sea mejor que hagan conmigo lo que está dispuesto, porque es más que probable que si no lo hicieran volviera a las andadas. No quiero pedir el indulto, porque es demasiado lo malo que la vida me enseñó y mucha mi flaqueza para resistir al instinto. Hágase lo que está escrito en el libro de los Cielos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Reciba, señor don Joaquín, con este paquete de papel escrito, mi disculpa por haberme dirigido a usted, y acoja este ruego de perdón que le envía, como si fuera al mismo don Jesús, su humilde servidor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>PASCUAL DUARTE.</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Cárcel de Badajoz, 15 de febrero de 1937.</strong></span></div><div style="text-align: right;"><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>KUATIAÑE'É OMOMARANDÚVA OGUERAHAUKAHA MOMBE'USYRY</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>OHAI VAEKUE IJARATEE</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Karai Guasu Barrera López</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mérida</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Karai guasu marangatuete:</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Ndaipotái rejapyhyvai aguerahaukárehe ndéve ko mombe'usyry ojepyso pukuetemíva ha hendive ko kuatiañe'ẽavei ojepyso pukuetemíva, jepe nda upéichai vaerãmo'ã. Pe ojehúva hina, umi karai Jesús González de la Riva (Nande Ruvusu oiméne oñyrõchupe, ha'e oiméne haguéicha avei che ñyrõchéve) angirũapytépe, nderehe añoite che mandu'a ha aikuaa mamópa opyta nde rekoha. Ha upévare péicha aguerahauka ko che mombe'usyry ndéve, anive haguãaguereko chendive. Ha'etevoi che rapyva che mandu'arõhína umi ahaieta vaekue pypérehe. Ha ani péichahágui ñembyasy vaipe añeñandu jave, asẽamombo mba'e, ñembyasy py'ỹietemi Ñandejára ojapetéva cherehe hikóni, ha ani ko mombe'u syrype ikuaápyrãahai vaekue opyta ojekuaa'ỹre, che aikuaa vaekue nahemby véima rire ára chéve guarãaguerahauka ndéve.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Añeha'ãta amohesakãmie. Ambyasyrõjepe, ko'ãmandu'a amyasaĩva apytépe, hetave che rembiapo vaikue ambyaty pype, iporãva rangue, ha péichape añeha'ãse aguenohẽche apytu'ũgui ikatumi háicha, añemombe'ukuévo opaite yvypóra kuérape. Ndaha'ei vyrorei hína ko mba'e. Upévare aje pytaso mbarete amombe'u haguãmba'e ahasa vaekue aikove aja pukukue yvy apeári. Ndaha'ei che katupyrypáva che mandu'a haguãopaite mba'e ojehu vaekue chéverehe ha katuete oime vaerãhína mba'e ojehu vaekue chéve apytépe hechapyrãva, che resaraiha. Taupéicha jepe ra'e, amombe'u paite umi mba'e oje'o'ỹvaekue che apytu'ũgui ha syryrýpe che po ohai vaekue kuatia morotĩme ahávo. Oĩavei mba'e amombe'use mo'ãvaekue ha, che mbopy'ajere rupi amombe'uta jave, upemarõakirĩrĩeténte ha ko'agãhaimetéma che resarai chuguikuéra. Añepyrũkuévo ahai ko che rekove rembiasakue puku, ahechakuaa katuete oime vaerãha che rekovépe - Che mano, aipotáva Ñande Ruvusu ombopya'emi chéve - mba'e ikatu'ỹva che amombe'u mba'evéichaverõ; heta añamimdu'u ko mba'e kóvarehe, ha pe che rekove mbykymi opytáva cheverehe, ha'eta ndéve ko'ape ñándejára kurusúre, haimete hague heta jeyve apyta che kangypaite. Añandu kuri iporãvetaha añepyrũnterõha aheja pe ipahakuévo ojehútava, Ñandejára che rerahasehápeve che pógui hendive. Ha upeichaite ajapo. Ko'agãha'ete che mongueráimava kuatiaita aty amyenyhe vaekue opáichagua ñe'ẽrei ijapyra'ỹvagui. Che ko'apevéntéma ahaíta. Aipota reñamindú'u ha emohenda ne apytu'ũme mba'eichapa ohasáta ko arapy hembyvape che rekove. Ndahasy mo'ãiete ndéve remohenda sa'ima rupi ahavéta tenondé che rekovéreheve, ko koty apu'a ñembotypype, ndaiporivéima voigui mba'eguasuterei ojehu vaerãchéve.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Che mbopy'a pererékuri, añepyrurõahai ko aguerahaukáva ndéve, amoinge rupi che akãme uperõoĩmane hague, máva oñemoĩva oñeporandu amoguahẽnepa hu'ãme ko mombe'usyry ahaipa, terãmamópa amondoho vaerãmo'ãko che rembiapo, pe ára aiporu rire hendape'ỹ, ha katu oguerekopámagui chéve guarã, mba'eichapa ajapo vaerãpe ajaposéva hína mbaretépe, pe ha’ekuéra oipota hagueichaite ajapo, ha péva ha'e peteĩmba'e che mbotarovaite vaekue. Ko'agãaguĩve aimémaramo che rekove mboypyrigui, che py'a guapyvéma. Ñandejárape ame'ẽche aguije che ñyrõhaguére.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ñaimo'ãche py'aguapyvéva ahaipa rire hetaite mba'e ahasa vaekue, ha, oguahẽjepi yvytu piro'ỹsaicha, omopererĩvevúi asýva chéve che apytu'ũãngata.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ajerovia nderehe reikumby porãvene haguãnda'eirõndéve pe ha'eséva, nda'eporãkuaa mo'ãveigui voínte rupi ndéve. Oguapy cherehe ko'agãpe che rekove rape hendape'ỹaipykúi vaekue, ha katu ndajerure veíma che ñyrõmi haguãaikove haguere. Ma'erã? Oiméne iporãveta ojaporõhikuái cherehe pe ojapo vaerã, ikatuete rupi ajevy jey umi tape vai aikundaha vaekuére, ndojapoirõcherehe upéicha. Nda jepomoĩmo'ãi chupe kuéra ani haguãche juka. Hetaite mba'e vaima ahasa aikove aja, ndahapukúiete voi ajapo haguãche ruguy raku jave añandúva. Ojehúntema vaerãpe ojehai vaekue Arakuaáve kuatia arandúpe.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Toguahẽnde pópe, karai guasu Joaquín, ko'ãkuatia aty javeve, rehechakuaámi haguãchéve ahai haguére ride rérape. Ha hi'ãnte avei rehechakuaámi chéve, ajerure haguére ndéve che ñyrõmi haguã, ajerure ramo guáicha karai Jesús etépevoi. Che akoínte ha'e peteĩne rembiguaimi, opaite árape.</strong></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>PASCUAL DUARTE.</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Badajoz pegua ka'iraĩguive, 15 jasykoĩárape,1937 aryrõ</strong></span></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CLÁUSULA DEL TESTAMENTO OLÓGRAFO OTORGADO POR DON JOAQUÍN BARRERA LÓPEZ, QUIEN POR MORIR SIN DESCENDENCIA LEGÓ SUS BIENES A LAS MONJAS DEL SERVICIO DOMESTICO</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Cuarta: Ordeno que el paquete de papeles que hay en el cajón de mi mesa de escribir, atado con bramante, y rotulado en lápiz rojo diciendo: Pascual Duarte, sea dado a las llamas sin leerlo, y sin demora alguna, por disolvente y contrario a las buenas costumbres. No obstante, y si la Providencia dispone que, sin mediar malas artes de nadie, el citado paquete se libre durante dieciocho meses de la pena que le deseo, ordeno al que lo encontrare lo libre de la destrucción, lo tome para su propiedad y disponga de él según su voluntad, si no está en desacuerdo con la mía.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Dado en Mérida (Badajoz) y en trance de muerte, a 11 de mayo de 1937.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>MBA'EPA OJEJAPO VAERÃOHAI VAEKUE IPÓITERUPI OMANO MBOYVE KARAI </strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>JOAQUÍN BARRERA LÓPEZ, NDOGUEREKÓI RUPI IÑEMOÑARE, </strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>OHEJAPA VAEKUE MBA'E OGUEREKOMÍVA GUIVE MONJA KUÉRA SERVICIO DOMÉSTICO PEGUÁPE.</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Irundy: Aipota pe kuatia aty haipyre añongatu vaekue che mesa amba'apómi haguépe, añapytĩvaekue petei piolin ijyetemívape, ha ahai vaekue hese lápi pytãvape hera: "Pascual Duarte", pe mombo tatape pemoñe'ẽ'ỹre ojehai vaekue ha ára ohasa puku mboyve, mba'e ojejapo'ỹvaerãmemete omombe'u rupi ha ndoguerekóigui mba'evete asy ñanembo'e vaerãipype.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ha sapy'areínte, oime rire pe Yvategua oipota ra'e, avave ojerure'ỹre chupe péicha ojehu haguã, aipota pe kuatia aty ahaipyre ohasa rire 18 jasyho anivéma ojehapy, ha oimerõupéi máva ojuhúva ra'e, toguereko imba'erã, pe ijuhuhare tojapo chugui ojaposéva, jepe iñambue pe hembiapo che remiandúgui.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Mérida pe (Badajoz) oñemoañete vaekue ha omano mbotaite jave, mayo 11 árape ha 1937 aryrõ.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A la memoria del insigne patricio don Jesús González de la Riva, Conde de Torremejía, quien al irlo a rematar el autor de este escrito, le llamó Pascualillo y sonreía.</strong></div><br />
<div style="text-align: right;"><strong> P.D.</strong></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong>Karai Jesús González de la Riva, Conde de Torremejía amyrỹime. Ohokuévo ojukaite chupe ko mombe'usyry ohai vaekue, Pascualillo he'i ha upekuévo opukavy.</strong></div><br />
<div style="text-align: right;"><strong> P.D.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>(1)</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar ya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nací hace ya muchos años - lo menos cincuenta y cinco - en un pueblo perdido por la provincia de Badajoz; el pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo, agachado sobre una carretera lisa y larga como un día sin pan, lisa y larga como los días - de una lisura y una largura como usted para su bien, no puede ni figurarse- de un condenado a muerte.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Era un pueblo caliente y soleado, bastante rico en olivos y guarros (con perdón), con las casas pintadas tan blancas, que aún me duele la vista al recordarlas, con una plaza toda de losas, con una hermosa fuente de tres caños en medio de la plaza. Hacía ya varios años, cuando del pueblo salí, que no manaba el agua de las bocas y sin embargo, ¡qué airosa!, ¡qué elegante!, nos parecía a todos la fuente con su remate figurando un niño desnudo, con su bañera toda rizada al borde como las conchas de los romeros. En la plaza estaba el ayuntamiento, que era grande y cuadrado como un cajón de tabaco, con una torre en medio, y en la torre un reló, blanco como una hostia, parado siempre en las nueve como si el pueblo no necesitase de su servicio, sino sólo de su adorno. En el pueblo, como es natural, había casas buenas y casas malas, que son, como pasa con todo, las que más abundaban; había una de dos pisos, la de don Jesús, que daba gozo de verla con su recibidor todo lleno de azulejos y macetas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Don Jesús había sido siempre muy partidario de las plantas, y para mi que tenía ordenado al ama vigilase los geranios, y los heliotropos, y las palmas, y la yerbabuena, con el mismo cariño que si fuesen hijos, porque la vieja andaba siempre correteando con un cazo en la mano, regando los tiestos con un mimo que a no dudar agradecían los tallos, tales eran su lozanía y su verdor. La casa de don Jesús estaba también en la plaza y, cosa rara para el capital del dueño que no reparaba en gastar, se diferenciaba de las demás, además de en todo lo bueno que llevo dicho, en una cosa en la que todas le ganaban: en la fachada, que aparecía del color natural de la piedra, que tan ordinario hace, y no enjalbegada como hasta la del más pobre estaba; sus motivos tendría. Sobre el portal había unas piedras de escudo, de mucho valer, según dicen, terminadas en unas cabezas de guerreros de la antigüedad, con su cabezal y sus plumas, que miraban, una para el levante y otra para el poniente, como si quisieran representar que estaban vigilando lo que de un lado o de otro podríales venir.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Detrás de la plaza, y por la parte de la casa de don Jesús estaba la parroquial con su campanario de piedra y su esquilán que sonaba de una manera que no podría contar, pero que se me viene a la memoria como si estuviese sonando por estas esquinas. La torre del campanario era del mismo alto que la del reló y en verano, cuando venían las cigüeñas, ya sabían en qué torre habían estado el verano anterior; la cigüeña cojita, que aún aguantó dos inviernos, era del nido de la parroquial, de donde hubo de caerse, aún muy tierna, asustada por el gavilán.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Mi casa estaba fuera del pueblo, a unos doscientos pasos largos de las últimas de la piña. Era estrecha y de un solo piso, como correspondía a mi posición, pero como llegué a tomarle cariño, temporadas hubo en que hasta me sentía orgulloso de ella.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En realidad lo único de la casa que se podía ver era la cocina, lo primero que se encontraba al entrar, siempre limpia y blanqueada con primor; cierto es que el suelo era de tierra; pero tan bien pisada la tenía, con sus guijarrillos haciendo dibujos, que en nada desmerecía de otras muchas en las que el dueño había echado porlan por sentirse más moderno. El hogar era amplio y despejado y alrededor de la campana teníamos un vasar con losas de adorno, con jarras con recuerdos pintados en azul, con platos con dibujos azules o naranja; algunos platos tenían una cara pintada, otros una flor, otros un nombre, otros un pescado. En las paredes teniamos varias cosas: un calendario muy bonito que representaba una joven abanicándose sobre una barca y debajo de la cual se leía en letras que parecían de polvillo de plata, «Modesto Rodríguez. Ultramarinos finos. Mérida (Badajoz)», un retrato de Espartero con el traje de luces dado de color y tres o cuatro fotografías -unas pequeñas y otras regular- de no sé quién, porque siempre las vi en el mismo sitio y no se me ocurrió nunca preguntar. Teníamos también un reló despertador colgado de la pared, que no es por nada, pero siempre funcionó como Dios manda, y un acerico de peluche colorado, del que estaban clavados unos bonitos alfileres con sus cabecitas de vidrio de color. El mobiliario de la cocina era tan escaso como sencillo: tres sillas -una de ellas muy fina, con su respaldo y sus patas de madera curvada, y su culera de rejilla- y una mesa de pino, con su cajón correspondiente, que resultaba algo baja para las sillas, pero hacía su avío.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En la cocina se estaba bien: era cómoda y en el verano, como no la encendíamos, se estaba fresco sentado sobre la piedra del hogar cuando, a la caída de la tarde, abríamos las puertas de par en par; en el invierno se estaba caliente con las brasas que, a veces, cuidándolas un poco, guardaban el rescoldo toda la noche.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¡Era gracioso mirar las sombras de nosotros por la pared, cuando había unas llamitas! Iban y venían, unas veces lentamente, otras a saltitos como jugando. Me acuerdo que de pequeño, me daban miedo, y aún ahora de mayor, me corre un estremecimiento cuando traigo memoria de aquellos miedos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El resto de la casa no merece la pena ni describirlo, tal era su vulgaridad. Teníamos otras dos habitaciones, si habitaciones hemos de llamarlas por eso de que estaban habitadas, ya que no por otra cosa alguna, y la cuadra, que en muchas ocasiones pienso ahora que no sé por qué la llamábamos así, de vacía y desamparada como la teníamos. En una de las habitaciones dormíamos yo y mi mujer, y en la otra mis padres hasta que Dios, o quién sabe si el diablo, quiso llevárselos; después quedó vacía casi siempre, al principio porque no había quien la ocupase, y más tarde, cuando podía haber habido alguien, porque este alguien prefirió siempre la cocina, que además de ser más clara no tenía soplos. Mi hermana, cuando venía, dormía siempre en ella, y los chiquillos; cuando los tuve, también tiraban para allí en cuanto se despegaban de la madre. La verdad es que las habitaciones no estaban muy limpias ni muy construidas, pero en realidad tampoco había para quejarse; se podía vivir, que es lo principal, a resguardo de las nubes de la navidad, y a buen recaudo -para lo que uno se merecía- de las asfixias de la Virgen de agosto. La cuadra era lo peor; era lóbrega y oscura, y en sus paredes estaba empapado el mismo olor a bestia muerta que desprendía el despeñadero cuando allá por el mes de mayo comenzaban los anímales a criar la carroña que los cuervos habíanse de comer.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es extraño pero, de mozo, si me privaban de aquel olor me entraban unas angustias como de muerte; me acuerdo de aquel viaje que hice a la capital por mor de las quintas; anduve todo el día de Dios desazonado, venteando los aires como un perro de caza. Cuando me fui a acostar, en la posada, olí mi pantalón de pana. La sangre me calentaba todo el cuerpo. Quité a un lado la almohada y apoyé la cabeza para dormir sobre mi pantalón, doblado. Dormí como una piedra aquella noche.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En la cuadra teníamos un burrillo matalón y escurrido de carnes que nos ayudaba en la faena y, cuando las cosas venían bien dadas, que dicho sea pensando en la verdad no siempre ocurría, teníamos también un par de guarros (con perdón) o tres. En la parte de atrás de la casa teníamos un corral o saledizo, no muy grande, pero que nos hacía su servicio, y en él un pozo que andando el tiempo hube de cegar porque dejaba manar un agua muy enfermiza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por detrás del corral pasaba un regato, a veces medio seco y nunca demasiado lleno, cochino y maloliente como tropa de gitanos, y en el que podían cogerse unas anguilas hermosas, como yo algunas tardes y por matar el tiempo me entretenía en hacer. Mi mujer, que en medio de todo tenía gracia, decía que las anguilas estaban rollizas porque comían lo mismo que don Jesús, sólo que un día más tarde. Cuando me daba por pescar se me pasaban las horas tan sin sentirlas, que cuando tocaba a recoger los bártulos casi siempre era de noche; allá, a lo lejos, como una tortuga baja y gorda, como una culebra enroscada que temiese despegarse del suelo, Almendralejo comenzaba a encender sus luces eléctricas. Sus habitantes a buen seguro que ignoraban que yo había estado pescando, que estaba en aquel momento mismo mirando como se encendían las luces de sus casas, imaginando incluso cómo muchos de ellos decían cosas que a mí se me figuraban o hablaban de cosas que a mí me ocurrían. ¡Los habitantes de las ciudades viven vueltos de espaldas a la verdad y muchas veces ni se dan cuenta siquiera de que a dos leguas, en medio de la llanura, un hombre del campo se distrae pensando en ellos mientras dobla la caña de pescar, mientras recoge del suelo el cestillo de mimbre con seis o siete anguilas dentro!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sin embargo, la pesca siempre me pareció pasatiempo poco de hombres, y las más de las veces dedicaba mis ocios a la caza; en el pueblo me dieron fama de no hacerlo mal del todo y, modestia aparte, he de decir con sinceridad que no iba descaminado quien me la dio. Tenía una perrilla perdiguera -la Chispa-, medio ruin, medio bravía, pero que se entendía muy bien conmigo; con ella me iba muchas mañanas hasta la Charca, a legua y media del pueblo hacia la raya de Portugal, y nunca nos volvíamos de vacío para casa. Al volver, la perra se me adelantaba y me esperaba siempre junto al cruce; había allí una piedra redonda y achatada como una silla baja, de la que guardo tan grato recuerdo como de cualquier persona; mejor, seguramente, que el que guardo de muchas de ellas. Era ancha y algo hundida y cuando me sentaba se me escurría un poco el trasero (con perdón) y quedaba tan acomodado que sentía tener que dejarla; me pasaba largos ratos sentado sobre la piedra del cruce, silbando, con la escopeta entre las piernas, mirando lo que había de verse, fumando pitillos. La perrilla, se sentaba enfrente de mí, sobre sus dos patas de atrás, y me miraba, con la cabeza ladeada, con sus dos ojillos castaños muy despiertos; yo le hablaba y ella, como si quisiese entenderme mejor, levantaba un poco las orejas; cuando me callaba aprovechaba para dar unas carreras detrás de los saltamontes, o simplemente para cambiar de postura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuando me marchaba, siempre, sin saber por qué, había de volver la cabeza hacia la piedra, como para despedirme, y hubo un día que debió parecerme tan triste por mi marcha, que no tuve más suerte que volver sobre mis pasos a sentarme de nuevo. La perra volvió a echarse frente a mí y volvió a mirarme; ahora me doy cuenta de que tenía la mirada de los confesores, escrutadora y fría, como dicen que es la de los linces... Un temblor recorrió todo mi cuerpo; parecía como una corriente que forzaba por salirme por los brazos. El pitillo se me había apagado; la escopeta, de un solo caño, se dejaba acariciar, lentamente, entre mis piernas. La perra seguía mirándome fija, como si no me hubiera visto nunca, como si fuese a culparme de algo de un momento a otro, su mirada me calentaba la sangre de las venas de tal manera que se veía llegar el momento en que tuviese que entregarme; hacía calor, un calor espantoso, y mis ojos se entornaban dominados por el mirar, como un clavo, del animal.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cogí la escopeta y disparé; volví a cargar y volví a disparar. La perra tenía una sangre oscura y pegajosa que se extendía poco a poco por la tierra.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>(1)</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Che, karai, na che tie'ẽi, jepe hembypa mba'e ikatu vaerãmo'ãche mboheko ñaña. Maymáva yvypóra peteĩchapa ñande pire, ñane reñóiguive arapype, ha upéi, jakakuaa kuévo jahávo, ñande rekove mbyja ypy araityguirõguáicha ñande apo juavypá. Ha ñanemyaña umi tape sarambi ñande guerahapáva ñanemoguãhe meve ñande rekove omohu'ãmbahápe hi'ara peteĩchapaite. Oĩñande rapicha kuimba'epe oñemondóva oguata haguãyvotytýre ha oĩñande rapicha kuimba'epe oñemondóva oguata haguãamba'y ha karaguatatýre. Umi vvotytýre oguatáva ima'ẽpy'aguapy asy ha pe vy'apavẽryakuãoñandúva ohesape hovami pukavýpe; umi karaguatatýre oguatáva, oñandu okambúrõhetére kuarahy aku rendy ha ombohova pochy chupe umi mymba ñarõoĩhape hekovére orairõséva chupe. Tuicha iñambue, rembojeguarõnde rete araipytãmimbipe ha umi mba'e hyakuãasývape; terãrehaiparõnde pire teko asýgui, upéi mba'eveicharõndoje'ovéimava araka'eve.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Aremíma ojapo hina aju hague ko yvy apére - oiméne ojapo hína 55 ary mba'e - che reñoĩvaekue peteĩtáva kañyhapemi opytáva Badajoz jerére. Opyta ko táva dos leguas Almendralejo gui. Oñakaitymi peteĩjeguataha isyĩha ipukúva ha'ete umi ára neko'ẽjave ndererekói, re'u ha rey'umi vaerã. Isyĩha ipuku ha'ete umi ára ojoysýire ohecháva ohasa umi oikuaámáva katuete omanotaha. Ndéve, iporãvéta voi ndereikuaái ha iporãve vaerãvoi nereñeha'ãi remyesakã, mba'eichapa isyĩha ipuku ko mba'e.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ohesape vaekue ko táva kuarahy pytu aku ha iñasaĩpype olivo ty há ijaveve oñemuña kure (Aníke rejapyhy vai ko ha'eva), umi óga kuéra morotĩmba joa ha ko'agãche mandu'arõha'ete che resa ko'õva, oguereko peteĩokarusu távagua ijatyha, ita jeguaka memete ojeguataha. Ha mbytetépe oĩpeteĩyvúicha, oñehẽva mbohapy hendágui ypiro'ỹsãasy. Heta ary ojapo rirema asẽvaekue távagui aha, ikãvaekue pe y'okarusúpe. Ha katu jepéma hypa ra'e pe y'ro'ỹsãoñehẽmi vaekue upépe, ¡mba'eichapa jepiguáicha ha'ete ñanembovevúiva!, ¡mba'eichapa jepiguáicha ha'ete ñanembohekove roryva!, maymávape ha'ete pe y'no'õrendague opytáva, peteĩmitãra'ymi opivo, oĩva hina mba'eyrumi ijeguakáva ojahutahápe, oñemo'ãva roméroita potykuru kuarahy'ãme. Ayuntamiento opyta okararusu oĩhápe, tuicha ha ijyke jehe'a irundy hendápe, ha'ete umi petỹryru . Mbytépe opu'ãpeteĩóga yvate. Ha pe óga ru'ãmbytetépe oĩpeteĩára papaha (reló), morotĩsakãva mbujape karaícha. Opyta pe ára rechaukaha porundy aravópe, tavaygua noikoteveĩramo guáicha pe aravo kuaáre ha katu jeguakamirõnte oguerekóva upépe, jepe ra'e péichante vaerãvoi. Ko távape oĩ, óga iporãva ha óga ivaiva. Ha akointe ojehu tapia háicha, ko'ãva pe hetavéva; oĩpeteĩóga opu'ãva ojo'ári yvategotyo, karai Jesús mba'e. Hóga ñanembovy'a jahecharõpe ñaguãhẽhape henyhetéva yvotyeta ha ita ijeguakapáva memete.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Karai Jesús niko peteĩtapicha ohayhúva hekóitépe opáichagua yvoty ha pohãñana, ha chéverõguarãha'e he'i jo'a jo'a voi; kuñakarai hógare oñangarekóvape, hakate'ỹhaguãmayma geranio, heliotropo, ha umi karanda'y, ha avei hierbabuena rehe. Ohayhu vaerãko'ãpohãñana ha ko'ãyvoty, jahayhu háicha ñane ñemoñare. Che péicha añandu, ahecha rupi jepi pe kuñakarai hógare oñangarekóvape, ou ha ohorõmba'eyru ipópe, ñemokunu'ũme omyenyhe y'gui pohãñana ha yvoty ryru, ha ko'ãva upéi ñaimo'ãvoi ovy'aitereígui hoguepu'ãmbáva, upéi hovyũha potĩasy opyta. Karai Jesús róga opyta okarusúpe avei. Ha nameméi jahecha péicha iviru hetáva, nomomba'eiva pe ipira pire oiporúva, iñambue mayma itáva peguágui, umi mba'e porãamombe'uma vaekue hese ári, peteĩmba'epe ñoite ijyvytu hese umi ijerére oikóva: hóga renonde, opyta pe ita oñemohenda ypy haguéichante ha ha'etéva ku ñama'erõhese umi taperekue, ha opyta umi óga imboriahuvéva apytépe ndoguerekói mba'eve iporãmiva ombojeguáva chupe; karai Jesús oiméne oikuaa mba'erépa. Hóga rokẽguasu ãri, oĩpeteĩita ojuajupáva, oikuaaukáva hekove ypy rapekue, hepy añetemi rasáva, oje'e háicha opárupi. Pe ita ojuajupáva oñemopyrenda yvyra ári ha osaĩngo joa hese guyra rague jeguakarõojejapo vaekue, ha hi'ari oñemopu'ãheta ñorairõme ikatupyry vaekue ymave ra'ãnga, omaña joáva peteĩKuarahy Resẽvo ha ambue Kuarahy Reikévo. Hi'ãvaicha chupekuéra ohecha mombyry guive ha ohenonde'a pe ojehútava hína tenonderãve, peteĩterãambue ára mboypýri, heruguãme oñapymíva.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Okarusu kupépe, ha karai Jesús róga ykére, opyta tupão távapegua, oguerekóva itapu renda ha pe ita mbopuha, ombohyapurõitapu, ko'agãche mandu'arõndaikuaái mba'eichapa amombe'uta jepe ra'e hina, che akãngatúpe jepiguáicha ahendu hyapurõãguieténte umi tape juasa aguata haguérupi. Itapu renda yvate oĩpe ára papaha javeve ha oguahẽvove ára haku, ou joáma vaekuémi tujuju kuéra (cigueña), oikuaáma voi moõpa ojaitypo raka'e hikuái pe ary ohasa vaekuépe; pe tujuju hetyma mbyky juavýva, mokoĩro'yve ohasa vaekue gueteri, ojehupapómi vaekue tupão ahoja pepo guýpe, upéi peteĩárape ho'amí anga, hekove kyrýi porãite gueteri uperõ. Omondyi ra'e chupe peteĩtaguato.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Che róga opyta namombyryi távagui. Pyrũjepyso porãme, oiméne 200 guatahápe mba'e rehovaerãumi óga aty pahague oĩvagui. Che róga ndatuichái ha ikarapemi, cheichagua mboriahu peguarãijapopyre, ha aju vaekue ahayhu, oguahẽvoi ára ajeroviaitemi che chejehe, aguereko haguére peichagua che rógatee.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ja'etarõañetegua, pe mba'e tenondete jahecháva che rógape hina pe tembi'u oñembojyha, jaikévo ogapýpe opyta, hese raẽvete jajekutu. Jepiguáicha ipotĩha hesakã, ome'ẽpy'a rory; pe hyepýpe, yvyeténte iñasáĩrepyrũhaguã, ita ra'ỹimíme ijeguaka ha'etévami ta'ãnga, mba'evete asype noñemomirĩrĩumi óga ijára kuéra pórlan rykuépe omoapesyĩvaekue, ohupitységui umi óga pyahu tavaguasúpe oñemopu'ãjoávape. Ore rógapy roguerekohápe rojatapyha, tuícha ha ijyvate ha ijerére opu'ãtembiporu renda, itape ojeguapáva hi'ari oñemohenda y'ryru, hovy asýva ñande apytu'ũme mandu'a iñongatupy jaguerekovaicha; ña'ẽmbe opáichagua, ojegua joáva pira ra'anga, yvoty porãporãha mayma mymba ñanemoirũtapiávape. Ore róga parére heta mba'e avei romosaingo: peteĩára jasy papaha (calendario), pype oĩpeteĩmitãkuña ra'ãnga ojepejúva hina peteĩygápe. Ha pe mitãkuña poraĩte guýpe ojehai ñahesa'ỹijo haguã, péicha: "Modesto Rodríguez. Ultramarinos finos. Mérida (Badajoz)", Avei osaĩngo parére Espartero ra'ãnga, ijao mimbipa ha hendive oĩve mbohapy terãirundy ta'ãnga - Oĩmichĩha tuichamiéva - ndaikuaái mávanepa ha'ekúera. Aikóinte che ahecha tapia oĩpe oĩhápe ha araka'eve ndoikéi che apytu'ũme aporandumi haguãmávapa. Ore róga parére avei osaingo peteĩara papaha (reló), okéva mombayha; ndaipóri ñamomorãmi vaerãhese ha katu ha'e oikónte ore apytépe oipota háicha Ñande Ruvusu. Oĩavei peteĩmba'e havijupáva (peluche) ha pytãngy oñeñongatuha ju opáichagua. Ogapýpe, ore atyhápe rokaru, ndaipóri remombá'e guasúeterei vaerã: oĩmbohapy apyka, peteĩipo'i puku, rejekoha ha hetyma kuéra, ojejapo yvyra oñekytĩapu'avapágui, ha reguapyha ojejapo karanda'y rogue oñembojuaju kytã'í kurusupávagui. Ha oĩmesa, pinogui japopyre. Oguereko tembiporu reñongatu haguãpeteĩcajón. Ha jepe ikarapetemi umi apyka renondépe, ome'ẽporãjakaru haguã.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ko koty ojekaruhápe jahasa porãiterei, reime reimeseháicha ha ára haku jave, ndorojatapývei voi pype ha pe ita ho'ysãasýva ári roguapy joa ka'aru pytũjave, oĩva okẽroipe'apa, ipiro'yve haguã; ro'yjave, rojatapy ita jerére, ha pe tatápe rombyaku koty ojekaruha, ha py'ỹive, roñangarekorõpe tata'yre, iko'ẽoréve pe tanimbukuápe, tata pague rakuvy.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¡Orembovy'aitemíva niko rohecharõomyi pe ore ra’ãnga parére, pe tata pague rendýpe! Oho ha ou ore ra'ãnga parére sapy'ante mbeguekatu asy, sapy'ante katu ha'ete ñembosaraihápe opopóva ápe ha pépe oñondive. Yma che mitã'imíme che mandu'a, mba'eichapa ko'ãmba'e che mongyhyje, ko'agãche mandu'a jeývo che tuicha rire, che mopirĩpe kyhyje uperõañandu vaekue.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pe ógape upéi ndaipóri veíma ikatúva ñamombe'u etereíve, mba'evete voíko avei ndoguerekói ñamomorãmi vaerãhese. Roguerekómi vaekue mokoĩkotyve, koty ja'e hesekuéra oĩre pype oikóva, mba'evete asýpe upéi peicha nañahenoikuaái, ha roguereko avei koty, mymba rendãvante voi, ha hetave jey añeporandúva che mba'erépa rohenói chupe koty, ko nandi ha pore'ỹme roguerekóva jepi heta ára. Peteĩva umi kotýpe rokémi che ha che rembirekó; ha ambue kotýpe che ru ha che sy, oguerahápeve chupekuéra Nande Ruvusu, ha mamópiko jaikuaa ndaha'eipa aña voí ra'e ipopa'ãva hesekuéra. Upéi opyta nandi tapia, tenonderã, ndaipóri véigui pype oiko vaerãha ohasa rire heta ára, oĩmarõoikovaerãpype, ko máva opytánte oiko koty ojekaruhápe, pépente opytase pe tapicha, ojuhúgui hesakãporãve ha ndoipejúi yvytu po'i. Che reindy, oújave okémi avei upépe, ha umi che ra'ymimi, ou riremínte ko yvy ape ári, opo'orehe isýgui, koty ojekaruhapénte avei ohopa hikuái. Ja'etarõhendaitépe, ko'ãkoty kuéra ndaha'ei voi la ipotĩetereíva ha sarambípe ojeguereko, jepe upéicha, mba'ere avei ñamomba'e guasúta; tapia ikatu jaikove pype, péva la he'iséva, reimekuaa pype kañyhápe, ani nde retére oguapy ro'y, okukúíva áragui Navidad árape, ha avei nde rekove mbohasa porã-Ma'erãjaikove asyse- ára pytu hakuvójave agostorõ, la Virgen árape. Pe koty mymba renda, ivai jeguapa; iñypytũha ñane ãnga jopy, ha umi parére opyta he'õha otimbo umi mymba omano vaekue nẽngue opu'ãvo yvykuágui pe mayo oguahẽrúpi, oñepyrũjave oĩhaguéicha mymba kuéra ipyti'u, pe hetepynẽngue, upéi yryvueta oútava ho'u hikuái.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ndaikuaái mba'eicha rupípa, yma che mitãrusurõ, sapy'ante nahetũvei jave pe mymba re'õngue inẽvuva, añandu che retepýpe, iñasaĩche ruguýre py'aperere ha'etéva voi che jukáta katuetéva. Che mandu'a asérõguare aha tavaguasúpe, jahechápa namoĩporãi che kuatia, aseivi haguãche rétã: aju ha aha, agotyo pegotyo, Ñande Ruvusu ára rendy che rerahahápe, umi jagua ñarõicha añetĩrupi pe yvytúre, jahechápa nahetũi yvytu pepóre pyti'u nẽohechagá'uva che rete. Aha uperõupéi tupápe añeno, pe apytatahápe ake, añepyrũahetũche kasõpana ryakuã. Añandu haku pupúrõche retepýpe, che ruguy. Upemarõaipe'a che aramboha che akãguýgui ha añemoakãngyta che kasõme. Ambyapu'a porãasyete ha amoĩhi'ari che akã. Itáicha ake upe pyharépe che.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Koty mymba rendápe roguereko peteĩchávurro'i ikaráchapáva, ikãngue mante overáva hese, ore pytyvõtapiáva opaite mba'e rojapomivape ha, sapy'ante ho'a porãmí jave, jepe ra'e hina, ja'etarõañetegua, nameméi ojehu, roguereko avei mokoĩkure (Aníke rejapyhy vai che ñe'ẽ), hi'ãchéve mbohapy hína. Ore róga kupépe roguereko peteĩkora (saledizo) ndatuicháiete, ore pytyvõporãva avei ore rembiapópe, ha hy'epýpe peteĩyvu pypuku rojo'o vaekue, heta ára roiporu rire che amboty vaekue, ou marõpe yvu, ityaipa ha inẽ.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ore róga kora kupépe ohasa peteĩyno'õky'asyry, oĩára osyry sogue sogue ha oĩára isyry haĩme haĩme henyhẽ, hyakuãjeguarúva umi gitano rekoháicha, ha pe ysyry tujukuágui roguenohẽmi mbusu porãporã, che ajapómi vaekue ko'ãmba'e ka'arúkue, ambohasa haguãvy'a'ỹ. Che rembireko, opaite mba'e pa'ũme heko juky sapy'a py'ava, he'ivaerãchéve umi mbusu okakuaa porãjoa hague, ho'u rupi karai Jesús ho'uvaekue peteĩára, ohasa rire. Oguãhẽjave ára aha apira kutuse, nañandúi ára ohasarõ, upévare añemoĩnguévo ambyaty umi mba'e aiporúva ajevy haguãche rógape, pytũmbaitéma che ári, peteĩkarumbe karape kyráicha, terãmboi apakuapy okyhyjerõguáicha oñemomyĩhaguãhendágui, Almendralejo, oñepyrũohesapepa pyhare. Mayma pype oikovéva katuete oimévaerãndoikuaái apirakutu vaha che ko'arupi, ha amaña jepiha aimeha guive mba'eichapa hendypa joa hogapy kuéra, ovevévo che apytu'ũgui umi mba'e pe távape he'ijoáva hikuái, che akãme arémá ojaitypo vaekue, terãoñe'ẽjoáva umi mba'ere, chéve ymáma hesakãreipáva. ¡Mayma Távaguasúpe oikovéva guive, oñemboatukupe teko añetégui ha heta jeyve okañyete heságui kuéra dos leguas hápe, yvype ñu mbytére, peteĩokarayguami tapicha oñembohekove kyre'ỹva, imandu'a jave hesekuéra ombyaty aja ipira kutuha, ohupikuévo yvýguí ajaka'i poteĩterãpokoĩmbusu pype!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ko'á ha'é vaekue rovái, chéveroguarã, pe pirakutu ha'eha peteĩtembiapo kuimba'e ojapóva tekorei ombohasa haguãnte. Upévare, ndaguerekói jave che rembiaporã, ijami jave chéve, asẽma aha ajuka tymba ka'aguy, távaygua che moherakuãche katupyryha mymba jukápe, ha nañembo tuichaseirõjepe, ha'emitamante péicha he'iva cherehe; ndojavýiha. Aguereko peteĩjagua'i kuña tymba muñaha- Chispa héra- heko ensuguy ha iñarõnunga avei, ha katu rojogueraha porãmokoĩve. Che ahámi hendive pyharevekue Charca pe, opyta "una legua y media" ore rekohágui, Portugal yvy opaha ypyetépe, ha marõndorojevýiva ponandi ore rógape. Ha rojukuévo, tapére pe jagua'i kuña, mombyry oñemotenonde cherehe ha upéi katuete che ra'ãrõtape ojuasahápe; upépe oĩpeteĩita apu'a yvate ha ipéva hu'ãme umi apyka karapéicha, ñongatupy aguerekóva che mandu'ape máva agueromandu'ava apytépe, agueromandu'a porãitevéva voi heta yvypóra ñagueromandu'a porãvagui. Ko apyka ita, ipe ha ipyguami ha aguapy kuévo hi'ari osyryry huguápe che reviro'o (Anike rejapyhy vai) ha opyta hendaguetépe oirõguáicha, upéi ipahápe nopu'ãse véima voi upegui, arémi apyta aguapy ita ári pe tape juasápe, turuñe'ẽhápe, mboka che retyma kuápe, ahecha'mi vaerã, apita timbo aja. Pe jagua'i kuña oguapymi vaerãche renondépe, mokoĩve ipy hapykuepegua ári, ha oma'ẽcherehe, oñemoakãvami ijykévo, mokoĩhesa ma'ẽsaraki ohesape cherehe; che añe'ẽchupe ha ha'e ha'ete che rendu porãsevégui, omopu'ãkangymi umi inambi kuéra; akirirĩjave ha'e osẽoho oñani tuku rapykuéri, terãoheka mba'eichapa oñemoi porãveta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Aserõaha, akoínte, ndaikuaái mba'erepa, katuete ajere ama'ẽpe ita aguapimi haguérehe, ku ipaháma ahechaverõguáicha, ha oĩkuri peteĩára ha'etéva pe ita ajepokuaáitémi hague, rasaite oñembyasýva amopore'ỹvo chupe, ha upemarõajevy jeýmante che rapykuerére, aguapymi haguãhi'ari. Pe jagua'i kuña ou jey oguapy che renondépe ha omaña pyahuete che rehe; ko'agãahechakuaa hesa ruguápe oguerekoha umi máva omombe'ukáva ndéve remombe'use'ỹva avavéichaguápe, pe jagua'i kuña resa rendy ojekutu che rekovepýre ha oipyguara huguaitépeve oje'e háicha ojapoha hesa rendýpe umi jaguarete'i... Añandu oryrýirõche rete, che pýguive che akãmeve; ha'ete osyryva che retepýre peteĩtata rendy osẽséva che jyva kuéra apýrarehe. Cigarrillo apita vaekue hína oguéma ra'e; che mboka ijuru peteĩva, ojepichyuka mbeguekatu asy, che retyma pa'ũme. Pe jagua'i kuña oñemoĩomaña hesa pirĩ'ỹre, ku araka'eve che recha'ỹrõguáicha, ku ajapovaitarõguáicha hese mba'eve'ỹre, péicha háguinte mba'e jajápo'ỹvaerã, ha pe ima'ẽche mbohuguy raku ñepyrũ, añandúgui hese katuete che mombe'utaha umi che moka'iraĩsévape; mbyry'ai tarova, ára haku pupu, ha che ropepíre nda che pu'akái, omokangy chehegui pe jagua'i kuña ma'ẽ, mba'ẽhakuáicha, pe mymba oikutúva cherehe.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Aipyhy che mboka ha ambokapu; amboahy'o jey ha ambokapuve. Pe jagua'i kuña ruguy aisy pytãtyai vai osyry ohóvo mbeguekatu yvy ári.</strong></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-14766736934091217132011-12-27T16:12:00.000-08:002011-12-27T16:12:38.882-08:00CINTIA CAÑETE DE ESTAY - EL CATAFALCO (1er premio Concurso de cuentos Club Centenario 2011) / Fuente digital: http://neurita.blogspot.com<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioqPkYiwdtU7isws-J2gKxqShPTsoNe_iWX6eI99oMqWoumq9L4jGiUazf0JXuFgiVT9YK0W8xpUdVQybAlAG6kQykZoUJxYsF0PQxmKCSL8jKw3HmS1_ZBPbD8f-g5FvcBJ1frO2PgfgK/s1600/cintia+canete+el+catafalco+2011+cuento+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" rea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioqPkYiwdtU7isws-J2gKxqShPTsoNe_iWX6eI99oMqWoumq9L4jGiUazf0JXuFgiVT9YK0W8xpUdVQybAlAG6kQykZoUJxYsF0PQxmKCSL8jKw3HmS1_ZBPbD8f-g5FvcBJ1frO2PgfgK/s400/cintia+canete+el+catafalco+2011+cuento+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
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</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>EL CATAFALCO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>(1er premio Concurso de cuentos Club Centenario 2011)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Cuento de </strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=2265"><span style="color: red;">CINTIA CAÑETE DE ESTAY</span></a></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Abro los ojos y cuento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Seis listones de madera se insinúan bajo el colchón viejo del catre.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Otra vez el mismo sueño.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pensé que nunca vería algo peor y me equivoqué como suele ocurrir siempre con la vida, dispuesta en todo momento a demostrar que puede hacer con nosotros lo que quiera. ¿O esa era la muerte?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cada madrugada, viene el tiempo aristarco a sentarse en mi cama y le pregunto si es mi catre el incómodo o soy yo el chungo. Tengo frío. Me doy vueltas estirando la frazada aunque sé que hay fríos irrefragables. Como este metido en mis huesos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Me hubiera gustado morir aquel día para no vivir esto. Este errar marchito que no se decide, como si matarme le diera pereza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuento los tejuelones sobre mi cama. Dieciocho. Lo sé de memoria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Nos mintieron. La faramalla del patriotismo nos engañó- pienso mientras me arrastro por ese pajonal inmenso.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Hace dos días que camino solo en este calvero sin fin. Vengo escapando de un paredón de fusilamiento. Al principio me impulsaba el susto de haberme fugado, corría descontrolado como si las piernas no pesaran. No sentí las espinas, ni las piedras, ni las desigualdades del terreno. Tenía las retinas impregnadas de las balas trucidando los pechos de otros iguales a mí, el manchón carmesí que se extendía en sus casacas y los ojos vacíos que miraban sin ver.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Rebusco entre mis recuerdos un atisbo luminoso. Nada. Todo lo ocupa este sofoco de desierto.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La urgencia de mi vejiga me conmina a pararme. Ya es tarde. Mi cuerpo ya no me escucha. Ha cortado el cordón umbilical que lo unía a mi mente y tiene su propio parecer. Quedo envuelto en un charco vergonzante que me obligará a sufrir los malos modos de las enfermeras.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Con esfuerzo me siento y miro los bultos dibujados por la luz que se cuela en la ventana. Están soñando con un pasado que pueden atrapar por algunas horas. El presente no vale la pena.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Y a veces tampoco el pasado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Como otros, había llegado luego de correr escapando del silencio de mi pueblo. Un pueblo igual al de todos los demás. Donde el polvo del olvido se acostaba sobre los muebles y las almas. Donde la quietud no era calma sino opresión.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La aventura estaba allá. Donde estaban los valientes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Carajo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Carne de mula y anguilas de barro. Eso si teníamos suerte- digo en balbuceos mientras siento el escozor del sol en la cabeza- sino cuero de vaca hervido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Por lo menos me tocó un fusil de los buenos. Había visto las consecuencias de los fusiles españoles en mi mesnada. Brazos terminados en muñones y sendas de esquirlas surcando los rostros. Accidentes dijeron.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sigo caminando a no sé dónde. Esta exhalación de averno dibuja mentiras en mis ojos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Alguien se remueve en la oscuridad con un quejido. El espinazo viene de haber caminado por leguas y leguas de vida. Cada odio, cada amor, cada abandono se selló en calcio y duele.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Con dificultad me paro y siento todo el peso de los años en la espalda. Mis pantalones están mojados pero no sé dónde hay otros. Voy tanteando el pasillo oscuro hacia la galería luchando con las nubes que se fueron colando en mis ojos. Treinta y cuatro pasos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Aquí está la muerte. Huelo el miasma de su aliento escociéndome la nuca. Siento la lengua hinchada que no me deja respirar y mis pies son un pedazo de carne sanguinolenta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Me abandono al sueño de la asfixia y caigo. Bultos. Es lo último que vi en la aridez de ese purgatorio inmenso donde peleamos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ahí está mi silla y la de los demás. Me siento a esperar aquí la pitanza del día. Sé que tengo que contar hasta diez mil cada vez para que vaya cambiando sobre mi regazo; un mate amargo, un cocido aguado y un poco de arroz.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Empecé esto de contar cosas cuando al principio contaba los días que faltaban para que vengan a verme. Las visitas se espaciaron y conté semanas. Cuando llegué a los meses decidí contar más cosas para matar el tiempo pero ahora él me cuenta a mí para matarme.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Seis listones. Dieciocho tejuelones. Treinta y cuatro pasos. Diez mil segundos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Me despierta una cellisca fría que moja mi lengua reseca y respiro otra vez. A mi alrededor sigue el desierto. Estoy en una sentina junto a ellos. Arrumbados en todas partes como títeres olvidados de un circo vesánico.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nadie me preparó para esto. Para el desamparo y el miedo. Para el horror.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los labios partidos. La piel pegada a los huesos y los ojos hundidos. El rictus de la agonía inficionando aquellos rostros.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Dónde estaba la bendita patria? ¿Dónde la gloria y el heroísmo?¿Acaso valdrían las medallas entregadas a madres y viudas?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El rival fue superior. No necesitó de balas ni bayonetas. Fue consumiendo cada hálito en una batalla lenta y silenciosa de la que nadie podía escapar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sed. Muertos de sed.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>No había gloria. No habría banderas cubriendo ataúdes. Este inmenso catafalco se devoraría sus huesos y sólo serían olvido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pero yo los recuerdo. Porque cuando la vida se pasa y ya no fabricamos recuerdos recordamos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paso mis días contando. Yendo de la silla a la cama, con los huesos adoloridos por el tiempo y el frío del desamor. Nadie me visita. Nadie me habla. Nadie recuerda.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>No logré escaparme. Sólo fue una larga tregua. También me alcanzó el olvido en este panteón de la soledad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Vivo en un catafalco que llaman geriátrico; donde los cadáveres nos despertamos cada mañana para sabernos solos, que es lo mismo que decir muertos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Fuente digital:<span style="color: red;"> </span><a href="http://neurita.blogspot.com/" target="_blank"><span style="color: red;">http://neurita.blogspot.com</span></a></strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Registro de enlace: Diciembre 2011</strong></span></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-39369238771173016982011-12-16T11:48:00.000-08:002011-12-16T11:54:54.220-08:00LA SINFÓNICA NACIONAL CIERRA SUS ACTIVIDADES DEL AÑO 2012<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW88YlNiVp-rDTZ-CYUnp6raq7wOfcRRi6TjXf2r6zu72K5NaBN9I-H3OQ335t8r2yi_jij0hY1Zyhf2SaaI90Cv3N8Mr8CzP-P5cYZkxqOcKSyZJbS2kvzqkq7Q_DPm6qjbtCAyE_oQzE/s1600/orquesta+sinfonica+nacional+cierre+temporada+2011+t1+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" oda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW88YlNiVp-rDTZ-CYUnp6raq7wOfcRRi6TjXf2r6zu72K5NaBN9I-H3OQ335t8r2yi_jij0hY1Zyhf2SaaI90Cv3N8Mr8CzP-P5cYZkxqOcKSyZJbS2kvzqkq7Q_DPm6qjbtCAyE_oQzE/s400/orquesta+sinfonica+nacional+cierre+temporada+2011+t1+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
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<div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LA SINFÓNICA NACIONAL</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>CIERRA SUS ACTIVIDADES </strong></span><span style="color: lime;"><strong>DEL AÑO 2012</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Este fin de semana la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay (OSN), de la Secretaría Nacional de Cultura y cuyo director titular es el Maestro Juan Carlos Dos Santos, cerrará sus actividades del 2011 con importantes presentaciones.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">“MANECO SINFÓNICO”, en San Bernardino: </span>Este viernes, 16 de diciembre, a las 20:00 hs., la OSN Paraguay estará presente en la Inauguración de la Ciclovía y Apertura de la Temporada Veraniega, de la ciudad de San Bernandino. El evento cuenta con la organización de la Municipalidad de la mencionada ciudad y cuenta con el apoyo de la Comisión Nacional del Bicentenario.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>“Maneco Sinfónico” es un trabajo realizado con el Grupo Sembrador, en el cual la OSN le da el toque sinfónico a las famosas obras del popular compositor paraguayo Félix Roberto “Maneco” Galeano. Fue exitosamente estrenado el pasado 9 de diciembre de 2010, en el Gran Teatro “José Asunción Flores”, del Banco Central del Paraguay, en conmemoración a los 30 años del fallecimiento del recordado Maneco. Este gran espectáculo ahora podrá ser apreciado por el público en esta conocida ciudad veraniega.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/Cierre/orquesta%20sinfonica%20nacional%20cierre%20temporada%202011%2002%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>GRUPO SEMBRADOR</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">“GRAN CLAUSURA DE LA TEMPORADA 2011”: </span>Este sábado, 17 de diciembre del corriente, a las 20:30 hs., la a Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay (OSN) brindará su Décimo Tercer Concierto “Gran Clausura de la Temporada 2011. Será en el Gran Teatro “José Asunción Flores” del Banco Central del Paraguay (BCP). La entrada será libre y gratuita.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En la oportunidad la OSN, dirigida por el maestro Juan Carlos Dos Santos, homenajeará a dos renombrados compositores paraguayos interpretando sus creaciones más conocidas. Ellos son: Juan Carlos Moreno González, de quien se conmemora los 100 años de su nacimiento, y Maneco Galeano, a 31 años de su tempranera muerte.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Se contará con la prestigiosa presencia del GRUPO SEMBRADOR, fundado por Maneco Galeano, de la soprano CAROLINA LÓPEZ KENNEDY y del tenor MARCOS VILLALBA GIANGRECO; quienes con su aporte vocal darán realce al evento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En la primera parte se escucharán obras de Juan Carlos Moreno González como: Obertura de “María Pacurí”, Pequeña suite orquesta, Vals de la primavera, y Debe ser ella paraguaya. En la segunda parte los presentes podrán deleitarse con la Obertura Sinfónica, (arreglo y orquestación de Remigio Pereira sobre obras de Maneco Galeano); además el grupo Sembrador, siempre con la OSN, interpretará las más conocidas creaciones del recordado Maneco, entre las que se encuentran: Para un rostro labrador, La Chuchi, Ceferino Zarza compañero, Soy de la Chacarita, Dos trocitos de madera, y Despertar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Los conciertos de la OSN, de la Temporada 2011, se concretan en el marco de un convenio de cooperación mutua entre el Banco Central del Paraguay y esta Institución.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta y otras actividades similares pueden llevarse adelante con el respaldo de la Secretaría Nacional de Cultura, la Municipalidad de Asunción, y entidades amigas que apoyan la cultura. Son sus presentadores oficiales: El Hotel Guaraní Esplendor, Asunción Vanpack; Ateneo Paraguayo, Microsystems; Show Time, Unión Libanesa, y Villandry Flores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/Cierre/marcos%20villalba%20Giangreco%20osn%20cierre%20temporada%202011%2002%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>MARCOS VILLALBA (TENOR)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong> * ACERCA DE LOS HOMENAJEADOS Y SUS OBRAS: </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ (1911 – 1983)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Descendiente de una familia de intelectuales, desde niño sintió vocación por la música. Se formó en Buenos Aires (Argentina) y en San Paulo (Brasil) con destacados maestros. Fue director del Ateneo Paraguayo, del Conservatorio Municipal de música y Director de Cultura de la Municipalidad de Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Su “Pequeña suite para orquesta” comprende 4 partes de gran belleza melódica. La pieza “Junto al Piraretá” forma parte de esta suite; en la cual se describe una escena de amor a orillas de los Saltos del arroyo Piraretá.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En la década del 1950, junto al autor teatral Manuel Frutos Pane, creó la zarzuela paraguaya, género derivado de la zarzuela española con motivos típicos del ambiente campesino de nuestro país. Una de las zarzuelas paraguayas más célebres es “María Pacurí”, de la que se escucharán los fragmentos más destacados.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>De igual modo también compuso obras como: El poema sinfónico “kuarahy Mimby”, Movimiento de concierto para piano, Cuarteto de cuerdas y una amplia producción de piezas para piano.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Recordando los cien años del nacimiento de este eximio compositor compatriota está noche los presentes podrán apreciar algunas de sus obras.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>FUENTE: </strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Aires Nacionales- Volumen VII- </strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Ed. Sociedad Filarmónica de Asunción (SFA)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>MANECO GALEANO (1945 – 1980)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Su nombre real es Félix Roberto Galeano. Cantautor y periodista deportivo, formó parte de los primeros grupos de compositores compatriotas de música popular alineados en la corriente de la Nueva Canción Latinoamericana y cuya vertiente en Paraguay se conoce como “Nuevo Cancionero”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Su relación con la música comenzó en 1962, en Buenos Aires, Argentina, donde formó, junto a otros jóvenes músicos paraguayos, un conjunto orquestal. De regreso al país se dedico al periodismo deportivo y a componer canciones con temas sociales. Fue miembro de la “Joven Alianza”, cooperativa de creadores y artistas disuelta debido a persecuciones políticas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En 1973 integra el Quinteto Vocal de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional con el que obtuvo el Primer Premio en Festival Universitario de la Canción con el tema de su autoría: “San Si Juan No que Sí”. Así nace el Grupo Sembrador, del cual es fundador.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En 1980 su canción “Poncho de Sesenta Listas” obtuvo el Segundo Premio en el Primer Festival Ypacaraí. Es autor de difundidas composiciones del género, varias de ellas grabadas por solistas y grupos de Latinoamérica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Sus principales composiciones son: Yo soy de la Chacarita, Despertar (1973), San Si Juan No que Sí, Dos trocitos de madera, La Chuchi, El Ejecutivo, José Trombón, Pinasco, Poncho de 60 Listas, Ceferino Zarza Compañero (con Jorge Garbett), DOonde la Guarania Crece (con letra de Augusto Roa Bastos), Don José de todas partes, y otras.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El estilo musical de Maneco Galeano se caracteriza por la sencillez de sus melodías y sus originales giros armónicos. En algunas de sus creaciones se perciben influencias de la música llamada “del litoral” (lado argentino de las riberas del Río Paraná). La mayor concentración de elementos expresivos se encuentra en los textos de su autoría; de aguda visión, ironía y desenfado en el tratamiento de sus personajes, gran parte extraídos de sectores de la burguesía nacional y de los políticos, a quienes ridiculizó, y por otro, un extraordinario compromiso con las causas populares y el espíritu de hermandad latinoamericana.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>A 31 años de su fallecimiento la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), con el grupo Sembrador, le rinde su más sentido homenaje.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>FUENTE: Portal Guaraní.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/Cierre/Carolina%20Lopez%20Kennedy%20osn%20cierre%20temporada%202011%2002%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>CAROLINA LÓPEZ (SOPRANO)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">CIERRE DEL CICLO CULTURAL “VAMOS AL CONCIERTO”: </span>En la parroquia “San Francisco de Asís” (Asunción): La orquesta brindará un concierto en la parroquia “San Francisco de Asís y estará dirigida por los Maestros Juan Carlos Dos Santos y Gabriel Graziani. El evento se realizará el próximo domingo 18 de diciembre, a las 19: 00 hs., en el local de la antes mencionada parroquia, ubicada en Herrera casi Caballero. Así esta agrupación cierra su ciclo cultural, del presente año, denominado “Vamos Al Concierto”; el cual incluye conciertos didácticos y de extensión cultural con obras clásicas, populares y folklóricas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Se contará con la participación especial de la soprano Carolina López y del tenor Marcos Villalba Giangreco.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Así esta agrupación despide un año fructífero y altamente positivo, con lo mejor de su arte. Todas las actividades del presente año se concretaron gracias al respaldo de la Secretaría Nacional de Cultura, el Banco Central del Paraguay, la Municipalidad de Asunción, y entidades amigas que apoyan la cultura. Son los presentadores oficiales: El Hotel Guaraní Esplendor, Asunción Vanpack; Ateneo Paraguayo, Microsystems; Show Time, Unión Libanesa, y Villandry Flores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: lime;">ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL - O.S.N.</span></strong></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="color: red; text-align: justify;"><span style="color: red;"><strong><a href="http://www.osn.gov.py/" target="_blank">http://www.osn.gov.py/</a></strong></span></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Oficina:</strong></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El Paraguayo Independiente Nº 515 c/ 14 de Mayo </strong></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Edificio Don Carlos Piso 7.</strong></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Teléfono: (595 21) 441 333</strong></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Asunción - Paraguay</strong></span></strong></div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Email: <a href="mailto:info@osn.gov.py" target="_blank"><span style="color: red;">info@osn.gov.py</span></a></strong></span></strong></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/Cierre/orquesta%20sinfonica%20nacional%20cierre%20temporada%202011%2003%20portalguarani.jpg" /></strong></span></strong></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-23334344279178808872011-12-12T11:39:00.000-08:002011-12-12T11:39:54.562-08:00CARLOS MIGUEL FERNÁNDEZ ORTIZ (Pero… paraguayo) - PERO…. POEMAS SATÍRICOS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz-GwXi0LGNuuoTtkLsWimpHndzDsuOA-ncjOCmgEp-XzaUhGkfbStMRszNqeEtSFEBDeKJAs1yT7Tk6aampwnv-_tl-vW9SEHYyCIuwWCHRSbzlg7YumGQJanmmEJ20VX-G3UI167LwyF/s1600/carlos+miguel+fernandez+pero+poemas+satiricos+2007+t+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" oda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz-GwXi0LGNuuoTtkLsWimpHndzDsuOA-ncjOCmgEp-XzaUhGkfbStMRszNqeEtSFEBDeKJAs1yT7Tk6aampwnv-_tl-vW9SEHYyCIuwWCHRSbzlg7YumGQJanmmEJ20VX-G3UI167LwyF/s400/carlos+miguel+fernandez+pero+poemas+satiricos+2007+t+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>POEMAS SATÍRICOS</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PERO….</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=2245"><span style="color: red;">CARLOS MIGUEL FERNÁNDEZ ORTIZ</span></a></strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>(Pero… paraguayo)</strong></span></div><div align="center"><strong>Asunción – Paraguay</strong></div><div align="center"><strong>2007 (504 páginas)</strong></div><div align="center"><br />
</div><br />
<br />
<span style="color: lime;"><strong>CARLOS MIGUE FERNÁNDEZ ORTÍZ</strong></span><br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><strong>Es abogado y escribano público, poeta y escritor, de Asunción, Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Además de Pero, la presente obra, es autor de mis versos perdurarán.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Más de 14.000 versos satíricos que relatan la historia de la humanidad con humor e ironía. Un libro que merece entrar en el récord Guinness porque cada uno de los versos incluye la palabra pero. Este es un poema muy original, único y singularísimo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pero relata en poemas la historia desde el principio de los tiempos: la creación del mundo, las versiones bíblicas, la mitología griega, la historia de Roma, el cristianismo, el Medioevo, la Inquisición, el descubrimiento de América, la Revolución Francesa, la Guerra de Secesión Americana, la caída de los Zares, la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Retrata, además, los grandes personajes de la historia. (Editorial libros en red.com)</strong></div><div align="center"><br />
</div><br />
<br />
<br />
<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>A MI HIJO, ÉL PERO...</strong></span></div><br />
<strong>¡Ay!, te dejo ir, hijo mío. Sí, te dejo ir, Pero mío. Yo te dejo ir,</strong><br />
<strong>libro mío.</strong><br />
<strong>¿Por qué esta congoja, porqué este llanto? ¿Porqué este dolor,</strong><br />
<strong>cuando te libero? Pues, que te conozcan, pero, es lo que quiero.</strong><br />
<strong>Es que me doy cuenta, pero, ¡ay! Dios mío, que ya no serás,</strong><br />
<strong>desde ahora, mío. Te tuve hasta hoy, yo en mí solamente.</strong><br />
<strong>Ocupaste mi cuerpo, mi tiempo y mi mente. De simple afición,</strong><br />
<strong>ya fuiste adicción. Y hasta, creo, una divina obsesión.</strong><br />
<strong>El amor paterno, a veces, se excede. Por ti, mi cariño,</strong><br />
<strong>ha crecido tanto, que ahora, separarnos, pero, da quebranto.</strong><br />
<strong>Hoy, te dejo ir... ¡Espera un momento! No te irás así,</strong><br />
<strong>indocumentado. Si en tantas noches, yo te fui engendrando;</strong><br />
<strong>otras tantas, pero, has ido insistiendo. Tener mi apellido,</strong><br />
<strong>me fuiste pidiendo; y portarte bien, también prometiendo.</strong><br />
<strong>Aquí tienes, toma, estos documentos. Bien claro, tú puedes,</strong><br />
<strong>en ellos leer: el Pero Fernández, nombre y apellido. Y que aquí,</strong><br />
<strong>en mi alma, pues que tú has nacido. Te doy pasaporte</strong><br />
<strong>internacional, por si al extranjero tú quieres viajar. Nunca será</strong><br />
<strong>el Pero, un poema sin padre. Ni anónimo, digo, ni jamás bastardo.</strong><br />
<strong>Te doy mi apellido, honrado y humilde; aunque no famoso,</strong><br />
<strong>limpio y bondadoso.</strong><br />
<strong>Sé que te irás lejos de hoy en adelante. Yo te pido, hijo: mucho</strong><br />
<strong>has de cuidarte. Habrá gentes, pero, que querrán comprarte.</strong><br />
<strong>Algunos de ellos, quizás, hasta leerte.</strong><br />
<strong>Yo sé que tú eres muy contradictorio. La antítesis es, casi tu presea.</strong><br />
<strong>Polémico eres, muy beligerante. Los problemas,</strong><br />
<strong>siempre, tu tema serán.</strong><br />
<strong>Cuídate del plagio y de los copiones. El mundo es así: no te decepciones.</strong><br />
<strong>No le hagas caso a los criticoides. Los encontrarás así, de a montones.</strong><br />
<strong>Te analizarán, pero, frase a frase, esos literatos y gramaticones.</strong><br />
<strong>Querrán liquidarte, también condenarte, o, en último caso, pues menoscabarte.</strong><br />
<strong>Un beso en mi frente, me daba mi madre, así en cada corta,</strong><br />
<strong>casual despedida. Madre no has tenido y diablo no has sido.</strong><br />
<strong>Mi paterno beso, en tu frente, dejo. ¡Ay!, vete ya, Pero, yo tanto te quiero.</strong><br />
<strong>Vete ya, hijo mío. El mundo te espera. Cada hombre tiene marcado un destino.</strong><br />
<strong>Tal vez será un duro, difícil camino. Hallarás tú muchos francotiradores.</strong><br />
<strong>Llévate mi auto, yo usaré mis piernas. También debes irte,</strong><br />
<strong>pues muy bien armado. Por si acaso, toma, llévate el revólver.</strong><br />
<strong>Era el de mi padre. No sé si algún día, tú vas a volver.</strong><br />
<strong>O te vas ahora, o no te vas nunca. Mucha gente quiere, a ti conocerte.</strong><br />
<strong>Y por mi egoísmo, aquí retenerte, sería tan injusto,</strong><br />
<strong>Pero, yo te cuento.</strong><br />
<strong>Habla tú, ahora, o calla para siempre, Mi cariño tienes, pero,</strong><br />
<strong>eternamente. Dame un beso, ahora. ¡Y adelante, chico!</strong><br />
<strong>¡Fuerza, no es de hombres esto de llorar! De tanto quererte,</strong><br />
<strong>fuiste carne y hueso ¡Vete ya, hijo mío! ¡Adiós, Pero mío!</strong><br />
<br />
<div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Tu padre, CARLITOS MIGUEL.</strong></span></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Asunción, Paraguay, otoño del año 2005</strong></span></div><br />
<br />
<br />
<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PRÓLOGO</strong></span></div><br />
<strong>Yo quiero contarte, pero, una infidencia:</strong><br />
<strong>¡Este libro es, pero, pura coincidencia!</strong><br />
<strong>Como un embarazo, pero, indeseado,</strong><br />
<strong>o un hijo que vino, pero, inesperado.</strong><br />
<br />
<strong>Fue un accidente, pero, de trabajo.</strong><br />
<strong>Mi delirio, pero, al mundo lo trajo.</strong><br />
<strong>Nunca un parto, pero, ¡fue tan doloroso!,</strong><br />
<strong>te lo digo, pero, aún sudoroso.</strong><br />
<br />
<strong>Hombres necios, pero, que las acusáis</strong><br />
<strong>y a mujeres, pero, ¡no las valoráis!</strong><br />
<strong>Dijo así Sor, pero, Inés de la Cruz:</strong><br />
<strong>¡ningún hombre puede, pero, dar a luz!</strong><br />
<br />
<strong>Y yo, siendo hombre, pero, he engendrado</strong><br />
<strong>¡y así, este libro, pero, he parido!</strong><br />
<strong>Otro alumbramiento, pero, yo no aguanto...</strong><br />
<strong>¡me muero ahí mismo, pero, te lo cuento!</strong><br />
<br />
<strong>Y a veces ebrio, pero, a veces sobrio,</strong><br />
<strong>lo fui escribiendo, pero, a mi criterio.</strong><br />
<strong>¡Frase a frase, pero, así, cincelando!</strong><br />
<strong>Con paternas manos, pero, fui puliendo.</strong><br />
<br />
<strong>Quise hacer yo, pero, solo unas estrofas,</strong><br />
<strong>te lo digo en serio, pero, ¡tú te mofas!</strong><br />
<strong>Y jamás ya pude, pero, terminarlo...</strong><br />
<strong>¡hasta ahora, pero, lo estoy escribiendo!</strong><br />
<br />
<strong>Quédate un momento, pero, esperando.</strong><br />
<strong>¡Ahora mismo, pero, me estoy inspirando!</strong><br />
<strong>Dame unos minutos, pero, yo lo escribo,</strong><br />
<strong>¡y el último pero, te lo digo en vivo!</strong><br />
<br />
<strong>No quiero pecar, pero, de pesado.</strong><br />
<strong>Es cierto, soy, pero, pues, muy inspirado.</strong><br />
<strong>El Pero me pide, pero que yo escriba,</strong><br />
<strong>su biografía, ¡pero, mientras viva!</strong><br />
<br />
<strong>No tengo afán, pero, de hacer magisterio.</strong><br />
<strong>Esto es muy en broma, pero, tan en serio.</strong><br />
<strong>¡Tómala del mango, pero, a la sartén!</strong><br />
<strong>y no pidas fiado, pero, al almacén.</strong><br />
<br />
<strong>Prefiero ser, pero, un loco famoso,</strong><br />
<strong>a ser genio, pero, anónimo y soso.</strong><br />
<strong>¡Yo estuve de paso, pero, por la vida!,</strong><br />
<strong>que a veces es, pero, pues, triste y jodida.</strong><br />
<br />
<strong>Me dijeron, pero, que el escritor</strong><br />
<strong>que alardea, pero, es gran pecador.</strong><br />
<strong>Y vende sus libros, ¡pero, como agua!,</strong><br />
<strong>aquí, allá, pero, o en el Aconcagua.</strong><br />
<br />
<strong>Y que el escritor, pero, inteligente...</strong><br />
<strong>¡vende libros, pero, como pan caliente!</strong><br />
<strong>Escándalos dice, pero, muy campante</strong><br />
<strong>y se beneficia, pero, urgentemente.</strong><br />
<br />
<strong>Es un arte, pero, saber atar cabos...</strong><br />
<strong>¡no es la vida, pero, sólo sembrar nabos!</strong><br />
<strong>Hay quienes escriben, pero, solamente,</strong><br />
<strong>sobre un tema, pero, que gusta a la gente.</strong><br />
<br />
<strong>Este no es un libro, pero, mojigato,</strong><br />
<strong>¡por no mentir, pero, ya firmé contrato!</strong><br />
<strong>No usaré palabras, pero, inapropiadas,</strong><br />
<strong>ni daré manija, pero, a las pavadas.</strong><br />
<br />
<strong>Un libro se escribe, pero, en borrador,</strong><br />
<strong>para corregirlo, ¡pero, si hay error!</strong><br />
<strong>De a poco, pero, con amor haciendo</strong><br />
<strong>y casi perfecto, pero, corrigiendo.</strong><br />
<br />
<strong>Nadie hizo, pero, el libro perfecto.</strong><br />
<strong>¡Cada texto tiene, pero, algún defecto!</strong><br />
<strong>Ya por parco, pero, o reiterativo,</strong><br />
<strong>muy moderno, pero, o retroactivo.</strong><br />
<br />
<strong>Aquí o en Madrid, pero, o en Ruanda,</strong><br />
<strong>¡siempre es el lápiz, pero, el que manda!</strong><br />
<strong>Si usas tu lápiz, pero, con esmero...</strong><br />
<strong>tú oirás, pero, más de un "¡te quiero!"</strong><br />
<br />
<strong>Te pido indulgencia, pero, con mis versos</strong><br />
<strong>y pases por alto, pero, mis errores;</strong><br />
<strong>¡pues han de ser tantos, pero, no perversos!</strong><br />
<strong>Yo escribí en momentos, pero, muy diversos.</strong><br />
<br />
<strong>Son frutos de, pero, mis noches sin sueño...</strong><br />
<strong>¡y también de día, pero, puse empeño!</strong><br />
<strong>Yo no vine, pero, a quemar mis naves,</strong><br />
<strong>por causa perdida; pero, ya lo sabes.</strong><br />
<br />
<strong>Que siempre la suerte, pero, te acompañe</strong><br />
<strong>¡y tus ojos, pero, el llanto no empañe!</strong><br />
<strong>Si miras más lejos, pero, a tus narices,</strong><br />
<strong>te evitarás muchas, pero, cicatrices.</strong><br />
<br />
<strong>¡Ay!, mis ojos, pero, se han humedecido.</strong><br />
<strong>¡Tú y yo, no nos hemos, pero, conocido!</strong><br />
<strong>Nuestras almas, pero, sólo se han cruzado,</strong><br />
<strong>desde lejos, pero, se han abrazado.</strong><br />
<br />
<strong>Cuando este libro, pero, esté en tus manos,</strong><br />
<strong>tal vez yo esté muerto, pero, ya enterrado.</strong><br />
<strong>Si una sonrisa, pero, has esbozado,</strong><br />
<strong>yo estaré, mi amigo, ¡pero, bien pagado!</strong><br />
<br />
<strong>Adiós. Tu amigo. Pero... Carlitos Miguel.</strong><br />
<strong>Perooo... bueno, listo. Chau</strong><br />
<br />
<br />
<br />
<strong> <span style="color: lime;">PERO...</span></strong><br />
<br />
<span style="color: lime;"><strong> CARLOS MIGUEL FERNÁNDEZ ORTIZ</strong></span><br />
<span style="color: lime;"><strong> (Pero... paraguayo)</strong></span><br />
<br />
<strong>No sé por qué cuernos, hay, pero en la vida,</strong><br />
<strong>¡en todas las cosas, el maldito Pero!</strong><br />
<strong>Creando problemas, pero, haciendo trabas.</strong><br />
<strong>Sólo algunos casos, pero, aquí enumero.</strong><br />
<br />
<strong>El Pero es abstracto, pero, es intangible.</strong><br />
<strong>Contando verdades, pero, es infalible.</strong><br />
<strong>¡Es un conjuntivo, pero, adversativo!</strong><br />
<strong>Un concepto, pero, que es conflictivo.</strong><br />
<br />
<strong>Tiene cuatro letras, pero, solamente.</strong><br />
<strong>Del latín proviene: ¡El Pero, es el per-hoc!</strong><br />
<strong>El Pero es profundo, pero, ilustrativo.</strong><br />
<strong>Por ser tan complejo, pero, es disuasivo.</strong><br />
<br />
<strong>El Pero es la alarma, pero, que te alerta,</strong><br />
<strong>si el engaño toca, pero, a tu puerta.</strong><br />
<strong>¡Que no aceptes, pero, la dudosa oferta!,</strong><br />
<strong>si es muy jugosa, pero, la propuesta.</strong><br />
<br />
<strong>Con tanta frecuencia, pero, es pronunciado.</strong><br />
<strong>¡Cuéntalo tú, cuántas, pero, en un minuto!</strong><br />
<strong>En cualquier propuesta, pero, está presente</strong><br />
<strong>y está expectante, pero, es muy paciente.</strong><br />
<br />
<strong>Dicen que es maldito, pero, a veces, dudo.</strong><br />
<strong>En tu oído grita, pero, aunque es mudo.</strong><br />
<strong>Te aconseja, pero, que uses prudencia</strong><br />
<strong>¡y errores no tengas, pero, en tu conciencia!</strong><br />
<br />
<strong>Como campanilla, pero, tintinea</strong><br />
<strong>ahí en tu cerebro, pero, porque veas,</strong><br />
<strong>¡de que estás metiendo, pero, tú la pata!</strong><br />
<strong>y otros, las manos, pero, en tu lata.</strong><br />
<br />
<strong>El Pero es la excusa, pero, que bien usa</strong><br />
<strong>el que no hace nada, pero, o el que abusa.</strong><br />
<strong>¡Y el Pero siempre, pero, es culpable!,</strong><br />
<strong>ya por ser malvado, pero, o por amable.</strong><br />
<br />
<strong>El Pero es pretexto, pero, sí, también</strong><br />
<strong>ya por cosa mala, pero, o por el bien.</strong><br />
<strong>Es el argumento, pero, utilizado...</strong><br />
<strong>¡siempre a todo, el Pero, ha justificado!</strong><br />
<br />
<strong>Si llegas temprano, el Pero, es disculpa </strong><br />
<strong>y si llegas tarde, el Pero, te exculpa.</strong><br />
<strong>¡El encuentra siempre, pero, un acomodo!</strong><br />
<strong>Lo que escribe, el Pero, borra con el codo.</strong><br />
<br />
<strong>Míralo, al Pero, con alma dé artista</strong><br />
<strong>y verás que él, pero, te conquista.</strong><br />
<strong>Es un caballero, pero, muy galante,</strong><br />
<strong>¡y por eso, siempre, pero, está triunfante!</strong><br />
<br />
<strong>Aunque es un ente, pero, invisible...</strong><br />
<strong>¡el vivir sin él, pero, es imposible!</strong><br />
<strong>Como aliado, pero, es formidable.</strong><br />
<strong>Como adversario, pero, es implacable.</strong><br />
<br />
<strong>Ya en causa propia, pero, o ajena,</strong><br />
<strong>siempre al pobre, pero, pues, se lo condena.</strong><br />
<strong>¡Por todos, el Pero, lleva la cadena!,</strong><br />
<strong>causándome, pero, tan profunda pena.</strong><br />
<br />
<strong>Te digo que nadie del Pero se escapa:</strong><br />
<strong>desde el canillita, pero, hasta el Papa.</strong><br />
<strong>¡Ni el que se muda, pero, del planeta!</strong><br />
<strong>así sea un sabio, pero, o un buey corneta.</strong><br />
<br />
<strong>Él te sigue siempre, pero, a toda parte</strong><br />
<strong>y así, algún día, pero, va a alcanzarte.</strong><br />
<strong>Por veloz que seas, pero, él te atrapa;</strong><br />
<strong>¡y al final, el Pero, te pone la tapa!</strong><br />
<br />
<strong>Aunque sea, pero, la Miss Universo,</strong><br />
<strong>ella tiene un Pero, lo dice mi verso.</strong><br />
<strong>Que si no se peina, pero, es despeinada</strong><br />
<strong>y si no se baña, pero... ¡está sudada!</strong><br />
<br />
<strong>Te cuento que a todos el Pero salpica.</strong><br />
<strong>Es como una sarna, pero, que le pica</strong><br />
<strong>al más pobretón, pero, a gente rica...</strong><br />
<strong>¡y así, democracia, pero, él practica!</strong><br />
<br />
<strong>El Pero es protesta, pero, es un clamor.</strong><br />
<strong>Es una denuncia, pero, con fervor,</strong><br />
<strong>es impulso y valla, pero, que no falla,</strong><br />
<strong>¡y del mundo todo, pero, es el motor.</strong><br />
<br />
<strong>Lo usaré yo ahora, pero, como amigo.</strong><br />
<strong>No quiero que el Pero sea mi enemigo,</strong><br />
<strong>¡porque mejor frase, pero, no he hallado!,</strong><br />
<strong>ni en el presente, pero, ni el pasado.</strong><br />
<br />
<strong>Esto que te digo, pero, es tan en serio,</strong><br />
<strong>que parece tanto, pero, una broma.</strong><br />
<strong>Depende de cómo, pero, se lo toma...</strong><br />
<strong>¡el que no lo capta, pero, se embroma!</strong><br />
<br />
<strong>El Pero permite, pero, la anarquía;</strong><br />
<strong>por ser persuasivo, pero, es permisivo.</strong><br />
<strong>A todo da escape, pero, o distorsiona,</strong><br />
<strong>¡pues a toda regla, el Pero, excepciona!</strong><br />
<br />
<strong>La peroración, pero, es la pasión</strong><br />
<strong>¡del que mucho habla, pero, sin acción!</strong><br />
<strong>Y lo usan todos, pero, los estultos,</strong><br />
<strong>que venden discursos, pero, tan insulsos.</strong><br />
<br />
<strong>Yo bien sé que este, pero mi relato</strong><br />
<strong>va a causarte risa, ¡pero, también llanto!</strong><br />
<strong>Te hago yo, pero, esta salvedad:</strong><br />
<strong>¡que no usaré nunca, pero, vaguedad!</strong><br />
<br />
<strong>En sátiras digo, pero, porque duele,</strong><br />
<strong>contar muy en serio, pero, la verdad.</strong><br />
<strong>¡oo diré cual chiste, pero, sin reírme!,</strong><br />
<strong>ya sé que me entiendes, pero, sin decirme.</strong><br />
<br />
<strong>¡La vida es muy bella; pero, está la muerte!</strong><br />
<strong>El amor es lindo, pero, sin traiciones.</strong><br />
<strong>Es muy claro el día, pero, hay negra noche.</strong><br />
<strong>El cielo es azul, pero, sin las nubes.</strong><br />
<br />
<strong>¡Claro!, existe el cielo, pero, está el infierno;</strong><br />
<strong>vida transitoria, pero, hay tiempo eterno.</strong><br />
<strong>Cálidos veranos, pero, fríos inviernos,</strong><br />
<strong>hay amantes fieles, ¡pero, también cuernos!</strong><br />
<br />
<strong>La vida está hecha, pero, de pasiones.</strong><br />
<strong>Es linda, y a veces, pero, hay traiciones.</strong><br />
<strong>¡Cuida que tu espalda, pero, no apuñalen!,</strong><br />
<strong>y que, de tus besos, pero, no se olviden.</strong><br />
<br />
<strong>No todas las nubes, pero, son tormentas,</strong><br />
<strong>ni todas las lluvias, pero, inundaciones.</strong><br />
<strong>¡No todos los besos, pero, son sinceros,</strong><br />
<strong>ni son todos ciertos, pero, los "te quieros"!</strong><br />
<br />
<strong>El beso es idioma, pero, universal,</strong><br />
<strong>¡que hasta cura, pero, el más grave mal!</strong><br />
<strong>Al que no se puede, pero, definirlo;</strong><br />
<strong>simplemente, pero, tienes que sentirlo.</strong><br />
<br />
<strong>Es rico en exceso, pero, el primer beso;</strong><br />
<strong>de un nuevo amor, pero, es el comienzo.</strong><br />
<strong>Puede ir creciendo, pero, dependiendo...</strong><br />
<strong>¡si entre dos lo cuidan, pero, a ser inmenso!</strong><br />
<br />
<strong>Tan difícil, pero, el último beso,</strong><br />
<strong>¡ya estás perdiendo, pero, el pan y el queso!</strong><br />
<strong>Después queda, pero, llorar lo perdido,</strong><br />
<strong>de un tiempo mejor, pero, que se ha ido.</strong><br />
<br />
<strong>¡A las armas, pero, las carga el diablo!</strong><br />
<strong>Lo dijeron antes, pero, de San Pablo.</strong><br />
<strong>¡Con armas y amor, pero, nunca juegues!,</strong><br />
<strong>y así, a la desgracia, pero, nunca llegues.</strong><br />
<br />
<strong>Nunca mezcles, pero, negocio y placer.</strong><br />
<strong>¡Si haces eso, pero, tú vas a perder!</strong><br />
<strong>Si es muy triste, pero, dormir sin cenar,</strong><br />
<strong>más triste es, pero, vivir sin amar.</strong><br />
<br />
<strong>Muy cerca del odio, pero, está el amor,</strong><br />
<strong>que es un fuego santo, ¡pero, sí, señor!</strong><br />
<strong>La mujer que, pero, hoy te desagrada,</strong><br />
<strong>¡puede ser mañana, pero, tan amada!</strong><br />
<br />
<strong>Un principio, pero, requieren las cosas.</strong><br />
<strong>¡Una chispa, pero, genera un incendio!</strong><br />
<strong>De gotitas, pero, se llega al torrente</strong><br />
<strong>y de un beso, pero, al amor ardiente.</strong><br />
<br />
<strong>Porque una cosa, pero, lleva a otra.</strong><br />
<strong>El amor empieza, pero, si se besa,</strong><br />
<strong>¡y aún crece más, pero, si se abraza!</strong><br />
<strong>Si lo tienes, pero, vete pronto y goza.</strong><br />
<br />
<strong>El amores fuego, pero, que no quema.</strong><br />
<strong>¡Te cuento: el amor, pero, es un poema!</strong><br />
<strong>Es la suma, pero, de las buenas cosas,</strong><br />
<strong>que al juntarse, pero, son maravillosas.</strong><br />
<br />
<strong>El amor es fuego, pero, hay que soplarlo;</strong><br />
<strong>es como una planta, pero, hay que regarlo</strong><br />
<strong>y por mucho tiempo, pero, no dejarlo.</strong><br />
<strong>¡Con tu propia vida, pero, has de cuidarlo!</strong><br />
<br />
<strong>Las alas de seda, pero, el amor tiene.</strong><br />
<strong>Murmullo y suspiro, pero, es perfume</strong><br />
<strong>El amor es, pero, la luz, la poesía...</strong><br />
<strong>¡es risa, es sollozo, pero, de alegría!</strong><br />
<br />
<strong>En el amor, pero, se entra con cantos</strong><br />
<strong>y a veces, pero, se sale con llantos.</strong><br />
<strong>¡El amor es, pero, una ratonera!</strong><br />
<strong>No saldrá el ratón, pero, cuando quiera.</strong><br />
<br />
<strong>En el amor, pero, es fácil entrar...</strong><br />
<strong>¡lo difícil, pero, es de él salir!</strong><br />
<strong>Al principio, pero, te hace disfrutar;</strong><br />
<strong>si termina, pero, te vas a amargar.</strong><br />
<br />
<strong>Es la mejor luna, pero, la de enero,</strong><br />
<strong>¡y el mejor amor, pero, es el primero!</strong><br />
<strong>Quien te dijo, pero, el primer te quiero,</strong><br />
<strong>para ti habrá sido, pero, el más sincero.</strong><br />
<br />
<strong>El primer amor, pero, no se olvida;</strong><br />
<strong>deja honda huella, pero, en nuestra vida.</strong><br />
<strong>Aunque pasen años, pero, vengan otros...</strong><br />
<strong>¡el primero es uno, pero, en nosotros!</strong><br />
<br />
<strong>Y es que el amor, pero, hace iguales,</strong><br />
<strong>a gentes que son, pero, desiguales.</strong><br />
<strong>¡El amor es, pero, así como el vino!,</strong><br />
<strong>que le deja, pero, al hombre sin tino.</strong><br />
<br />
<strong>Une el amor, pero, cetros con cayados</strong><br />
<strong>y a hermosas, pero, con feos y malvados.</strong><br />
<strong>¡Hasta a la bajeza, pero, con grandeza!</strong><br />
<strong>y hace posible, pero, lo imposible.</strong><br />
<br />
<strong>El amor es siempre, pero, dulce astilla,</strong><br />
<strong>que nos clava hondo, pero, entre costillas.</strong><br />
<strong>¡Si es correspondido, pero, es maravilla!</strong><br />
<strong>Crees que es un trono, pero, aun mala silla.</strong><br />
<br />
<strong>Doloroso, pero, si te enamoras,</strong><br />
<strong>sin amarte, pero, esa que tú adoras,</strong><br />
<strong>por quien tú suspiras, pero, a todas horas...</strong><br />
<strong>¡y no niegues, pero, hasta a veces lloras!</strong><br />
<br />
<strong>Pues el amor, pero, si es correspondido,</strong><br />
<strong>¡el Cielo, ya en vida, pero, has conocido!</strong><br />
<strong>Todo lo demás, pero, es lo de menos,</strong><br />
<strong>si al ser amado, pero, lo tenemos.</strong><br />
<br />
<strong>Esa araña, pero, la viuda negra,</strong><br />
<strong>devora en el lecho, pero, a su pareja.</strong><br />
<strong>¡Ay!, eso es amor, ¡pero, no macana!</strong><br />
<strong>¡Quiero tener una, pero, en forma humana!</strong><br />
<br />
<strong>Al amante, pero, que no es osado...</strong><br />
<strong>¡las mujeres, pero, lo dejan de lado!</strong><br />
<strong>A ese amor, pero; mal correspondido,</strong><br />
<strong>debes darle, pero, ausencia y olvido.</strong><br />
<br />
<strong>Por estar unidos, pero, no atados</strong><br />
<strong>y por estar juntos, pero, no revueltos,</strong><br />
<strong>¡el amor es bello, pero, es sublime!</strong><br />
<strong>Todo es alegría, pero, nadie gime.</strong><br />
<br />
<strong>No conozco, pero, otra sensación,</strong><br />
<strong>de tan placentera, pero, ya es canción</strong><br />
<strong>¡y me mueve el alma, pero, de emoción!</strong><br />
<strong>Me palpita fuerte, pero, el corazón.</strong><br />
<br />
<strong>El mejor amor, pero, está en camino.</strong><br />
<strong>¡Un cariño nuevo, pero, es divino!</strong><br />
<strong>Dulce, apasionado, pero, no ha llegado.</strong><br />
<strong>Sus sabrosas mieles, pero, no has probado.</strong><br />
<br />
<strong>Aun clavo quita, pero, otro clavo,</strong><br />
<strong>al amor perdido, pero: amar de nuevo.</strong><br />
<strong>¡A ese rey muerto, pero, ya rey puesto!</strong><br />
<strong>Para un mal cariño, pero, hay repuesto.</strong><br />
<br />
<strong>¡Oh!, el rey ha muerto. ¡Pero, viva el rey!</strong><br />
<strong>El príncipe, ahora, pero, es nueva ley,</strong><br />
<strong>porque lo pasado, ¡pero, ya es pisado!</strong><br />
<strong>y el que pierde, pero, siempre está pichado.</strong><br />
<br />
<strong>Y no hay mocita, pero, sin amor...</strong><br />
<strong>¡y tampoco, pero, viejo sin dolor!</strong><br />
<strong>Dicen que, pero, no hay mujer sin Pero,</strong><br />
<strong>tampoco, sin tacha, pero, caballero.</strong><br />
<br />
<strong>El amor te salva, pero, o te funde...</strong><br />
<strong>¡y de ti depende, pero, que fecunde!</strong><br />
<strong>Busca tú ese sol, pero, que te alumbre;</strong><br />
<strong>sabrás de la dicha, pero, allá en la cumbre.</strong><br />
<br />
<strong>Y los locos aman, pero, locamente</strong><br />
<strong>¡y los cuerdos, pero, aman cuerdamente!</strong><br />
<strong>Pregúntale tú, pero, a tu pareja,</strong><br />
<strong>cual de ellos, pero, mejor sabor deja.</strong><br />
<br />
<strong>El amor que a todo, pero, no se atreve...</strong><br />
<strong>¡no es amor ni fuego, pero, es sólo nieve!</strong><br />
<strong>¡Ay!, dicen a veces, pero, que una flor,</strong><br />
<strong>pues dura más tiempo, pero, que un amor.</strong><br />
<br />
<strong>Si llegó el amor, pero, a tu morada,</strong><br />
<strong>¡defiéndelo, pero, a capa y espada!</strong><br />
<strong>Que esa tan bella, pero, llamarada,</strong><br />
<strong>necesita siempre, pero, ser soplada.</strong><br />
<br />
<strong>Que si el amor llama, pero, a tu puerta,</strong><br />
<strong>la encuentre, pero, siempre bien abierta,</strong><br />
<strong>pues con el amor, pero, no se juega.</strong><br />
<strong>¡Serás tan feliz, pero, si a ti llega!</strong><br />
<br />
<strong>Porque siempre hay una, pero, vez primera</strong><br />
<strong>y por eso mismo, pero, hay la segunda.</strong><br />
<strong>La vida te brinda, pero, a veces, chances</strong><br />
<strong>¡y con suerte, pero, dos o tres romances!</strong><br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Carlos%20Miguel%20Fernandez/carlos%20miguel%20fernandez%20pero%20poemas%20satiricos%202007%20portalguarani.jpg" /></strong></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-14453570617955727282011-12-10T11:43:00.000-08:002011-12-11T05:44:51.774-08:00EL PARAGUAYO (UN HOMBRE FUERA DE SU MUNDO). AUTOR: SARO VERA / Prólogo: MIGUELINA CADOGAN<div align="center"><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpsFXuRjYy51fO_CuD0A-qwL9fQxEuNQk2YeIPtBYSvNRmxb9Of0FvSo6TgsNbGCtJuCRLRdBqZkivHcHEOQCRX3pIuyeANLJih6VLZUQZt8IPYua7klVuh4L_tw1f1nygw8h3krBO95k/s1600-h/vera+saro+pyol.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364697170369080962" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpsFXuRjYy51fO_CuD0A-qwL9fQxEuNQk2YeIPtBYSvNRmxb9Of0FvSo6TgsNbGCtJuCRLRdBqZkivHcHEOQCRX3pIuyeANLJih6VLZUQZt8IPYua7klVuh4L_tw1f1nygw8h3krBO95k/s320/vera+saro+pyol.jpg" style="display: block; height: 320px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 320px;" /></a></div><br />
<br />
<br />
<span style="text-align: justify;"><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>EL PARAGUAYO - </strong><strong>UN HOMBRE FUERA DE SU MUNDO</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=691"><span style="color: red;">SARO VERA</span></a></strong></span></div><div align="center"><strong>Prólogo de MIGUELINA CADOGAN</strong></div><div align="center"><strong>Editorial EL LECTOR</strong></div><div align="center"><strong>Tel.: 595 21 498384</strong></div><div align="center"><strong><a href="http://www.ellector.com.py/"><span style="color: red;">www.ellector.com.py</span></a></strong></div><div align="center"><strong>Tapa: <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=50"><span style="color: red;">LUIS ALBERTO BOH</span></a></strong></div><div align="center"><strong>Asunción – Paraguay</strong></div><div align="center"><strong>(212 páginas)</strong></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PRÓLOGO</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> A los 14 años de edad partía de su comunidad rural, Saro Vera, rumbo al Seminario Metropolitano de Buenos Aires.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sometido a la ardua disciplina de los estudios clásicos, de la filosofía aristotélica y escolástica, estuvo 12 años bajo la firme y consistente dirección de los Padres Jesuitas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Internalizó con ellos:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - la mística del estudio,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - la piedad,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - la mística de la misión, del servicio, de la pastoral.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al término de sus estudios, se convertía en uno de los miembros mejor preparados de la Diócesis del Guairá.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pasó 10 meses fugaces en Villarrica, otro poco en Caazapá, y de ahí se lo destinó como Cura Párroco de Buena Vista, Parroquia que fue creada expresamente entonces para el ejercicio de su ministerio presbiteral.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ahí permaneció 18 años.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El brillante párroco luchó denodadamente en su nueva parroquia con todas las flamantes armas de sus 13 años de formación en el Seminario.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Transculturado él mismo, intenta trasplantar sus actualizadas formas valóricas en su trabajo pastoral.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sin embargo, inútil todo... Los campesinos seguían en las mismas...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Con ello vino la profunda sensación de la derrota, del "fracaso". Surgió entonces su necesidad de conocimiento y comprensión estructural del sistema de comportamiento del paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y es en ese aparente fracaso que cambia de estrategia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se convierte en observador. En observador profundo, sagaz, fecundo de una CULTURA.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Fruto de esas observaciones, estudio, reflexión, es este libro "El paraguayo, un hombre fuera de su mundo", que hoy sale a luz.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La preocupación dominante del escrito será la de dar explicación y sentido a tantos comportamientos del paraguayo, hasta aparentemente ridículos algunas veces, pero que existen, se dan.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y entonces Saro Vera incursiona en el mundo de la CULTURA, HACE CULTURA y todo lo que pudiese ayudarle a comprender a su pueblo para poder SERVIRLO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No lo hace como "hobby" o "teco-reí", como algunos piensan. Lo hace por una profunda VOCACIÓN DE SERVICIO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El problema cultural no es sencillo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Si se quiere conocer al paraguayo, dirá, se debe considerar los factores o elementos que están en el trasfondo de su comportamiento. El paraguayo puede estar en New York, afirma, pero las pautas operativas culturales no se borran de repente. Porque lo difícil es cambiar la mente de los hombres, es decir, al hombre "por dentro".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los núcleos o ejes temáticos para entender al paraguayo, los condensa de la siguiente manera:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - Su cultura Comunitaria o Tribal.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - La lengua guaraní que marca todo el modo de pensar del paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - Su cultura oral.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - La naturaleza o medio ambiente ecológico.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - El cristianismo, como nuevo factor en su esquema de valoración y formación de juicios.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No pretende ser una obra científica, sino como él mismo afirma, es un "cúmulo de observaciones fenomenológicas", generado en la realidad experiencial, individual, cotidiana, base de la ciencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es una obra ante la cual no se puede permanecer indiferente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Interpeladora, cuestionadora... y como somos paraguayos, se nos mete el bisturí por dentro...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Obra para suscitar el diálogo, la discusión, el debate, incluso la DISENSIÓN.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Muchas veces es de carácter AUTOINTUITIVO, por el propio trasfondo cultural que él mismo lleva dentro. Entonces es cuando estalla lo subjetivo, lo personal...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es un observador formidable.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Logra captar la vida, el alma, el espíritu del pueblo paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Que no se exija una SECUENCIA o rigor formal en su trabajo. Su organización y ordenamiento sigue libremente el curso de sus propias observaciones fenomenológicas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Su lenguaje y forma de comunicación, son muy particulares. Reinculturado él mismo en su sociedad de origen, "piensa en guaraní y lo traduce literalmente al castellano, siendo ambos sistemas de pensamiento y comunicación, estructuralmente diferentes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A 500 años de la evangelización de América en el campo religioso y con aires de renovación y cambio en todos los sectores: educativo, político, social, etc., surge necesariamente la pregunta:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Es posible seguir evangelizando, educando, gobernando, elaborando planes de acción, programando a espaldas de nuestra cultura..</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> De Grecia a Roma, de Roma a Europa, de Europa a América, se ha estado operando sobre supuestos ajenos a nuestra cultura de pertenencia, a nuestra cultura histórica, a nuestra cultura de origen.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Trascendiendo ya los condicionamientos históricos del pasado, es hora de mirarnos por dentro como única forma de afirmar nuestro ser, nuestra esencia, la propia identidad, la autoestima, la autovaloración y evitar diluirnos como nación.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Tantos años de aprendizaje nos hicieron creer que lo normal de nuestra cultura era lo "patológico de nuestro comportamiento y que el hombre paraguayo se siga mirando con desprecio, con profundo complejo de inferioridad. El "mestizo" que no es nadie, nada, como expresa el autor, de "tavy", de "koyguá" considerado...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No se puede avasallar a un pueblo a contrapelo, dirá, por vías, métodos, procedimientos inadecuados, sin considerar los elementos variables y permanentes de su cultura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> "Es en la cultura donde nos movemos, vivimos y somos", sintetizaremos, parafraseando a Paulo de Tarso.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Paraguay ha sido muchas veces como un país enigmático y exótico. Europeos, misioneros, catequistas, evangelizadores, extranjeros, educadores, políticos, etc., han sentido, al aproximarse, el "misterio" de esta cultura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Gracias a un "Cura Rural" como suele autodenominarse Saro Vera, a su trasplante a una rigurosa formación clásica, aristotélica, escolástica, como opuesto a todo lo "bárbaro", a su reinculturación posterior a un pueblecito campesino, a su "fracaso", así entre comillas, como Pastor, al profundo sentido de su misión, a su espíritu de servicio, hoy se pone a luz este trabajo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se necesita urgentemente de investigaciones en este campo. Y pensamos que el presente trabajo puede servir de motivación para nuevos avances.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En tanto pienso que no pueden seguir indemnes:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - La Iglesia y su marco conceptual y práctico de evangelización,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - La educación y su marco de referencia,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - La sociedad y sus procesos de socialización. Algo tiene que cambiar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y ese algo que tiene que cambiares que procuremos los paraguayos SER NOSOTROS MISMOS.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong> <span style="color: cyan;">MIGUELINA CADOGAN</span></strong></div><br />
<br />
<br />
<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PRESENTACIÓN DE LA 3ª. EDICIÓN</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Ha sido una alegría y un honor para mí ser invitado a redactar esta presentación de la tercera edición del texto de Mons. Saro Vera.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La lectura que hice el año pasado al salir en su primera edición me sorprendió enormemente. Yo soy italiano, pero vivo en Paraguay desde casi 17 años. La lectura del libro fue para mí como si se corriera una cortina que me impedía ver con claridad lo que estaba viviendo cotidianamente. Fue como si un velo se hubiera rasgado y pudiera ver con nitidez lo que antes sabía sin saber, es decir, sabía inconscientemente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A medida que corría las páginas me hacían claras tantas cosas que había experimentado y también sufrido sin conocer.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No es fácil para un extranjero que llega al Paraguay con una cierta edad y empapado de otra cultura; no es fácil comprender y adaptarse a la forma de ser, de pensar y actuar del paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Las famosas tres leyes: mbareté, ñembotavy y vai vai, con otras más que se podrían añadir (como una cierta indolencia y desinterés por el trabajo bien terminado), no son cuentos sino forma de ser y actuar de casi todos. Pretender, por ejemplo, la puntualidad en las reuniones o esperar que se despierte un constante interés para superarse, para aprovechar el tiempo y trabajar "no para vivir" sino para progresar, todo esto es una utopía en la mayoría de los casos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Lo que más me impacto es la poca importancia que aquí se les da a las leyes o normas sociales en cuanto impuestas por la autoridad gubernamental. La primera cosa que surge en la mente cuando se oye hablar de una imposición o una prohibición es... cómo evitar someterse a esta carga que "será destinada para los que no tienen amigo, protectores o no tienen plata para pagar coima", etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No quiero subrayar lo negativo de esta cultura (el texto de Saro Vera no usa eufemismos y es muy realista y casi pesimista a veces). Quiero en cambio subrayarlo positivo del paraguayo. Viniendo y todavía viviendo según un tipo de relaciones que en antropología y sociología llamamos primarias (relaciones de parentesco y de amistad, de pequeños grupos, de cara a cara) el paraguayo es el tipo que privilegia las relaciones personales, afectivas, amigables. No les afecta para nada "la ley" con su carácter impersonal y frío.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Si se pudiera corregir esta radicalización sin perder este tipo de relaciones sociales, podría considerarse esta cultura la forma ideal de vivir para no caer en el anonimato.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Un extranjero que haya apreciado este clima amistoso extrañará siempre esta forma de vivir; que en antropología llamamos "relaciones interpersonales" que solamente pueden permitir a la persona crecer en la línea del reconocimiento del otro y del amor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Auspicio que los extranjeros que vienen aquí de otra cultura y quieren comprender y aceptar al paraguayo y amarlo como es; reediten cuidadosamente este libro. Les evitará tantos errores y tantas falsas expectativas y dolores de cabeza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sobre todo los misioneros (sacerdotes y religiosos/as) que vienen con el propósito de evangelizar, encontrarán en este libro una cantera de observaciones y reflexiones que no habrían podido descubrir a lo largo de toda la vida. Mons. Saro Vera, observador formidable, nos guía como con la mano a inculturarnos en este país.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Espero que el idioma guaraní tan utilizado en este libro encuentre una suficiente traducción (posiblemente literal) para la perfecta comprensión del contenido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y termino recordando que si evangelizar significa inculturar el Evangelio, este libro no es sólo útil sino indispensable para este fin.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No puedo dejar de recordar también otro libro, el de Helio Vera.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sin hacer odiosas comparaciones, creo que los dos se complementan perfectamente; aunque para la pastoral el libro de Saro Vera es indudablemente único e insustituible.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Augurando a los extranjeros esta lectura, me despido del autor, Mons. Saro Vera, a quien no conozco personalmente, pero que aprecio enormemente desde sus páginas admirables.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong> <span style="color: cyan;">Prof. PEDRO CHINAGLIA</span></strong></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong> Sacerdote Salesiano</strong></span></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>INTRODUCCIÓN</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Este trabajo pretende establecer la clave para la interpretación del paraguayo en un porcentaje muy alto de sus comportamientos y de su modo de pensar. Cabe señalar que no existen dos paraguayos, el citadino y el campesino. Ambos llevan el trasfondo de una misma cultura fundamental. Quizás, a veces, con ligereza hablamos del paraguayo de ciudad como si fuera un hombre más cercano al neoyorkino que a los hermanos en el mismo origen y cultura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es verdad que el paraguayo ha sido considerado un enigma. Todo esfuerzo por conocerlo reflexiva y coherentemente siempre termina chocando contra las antinomias, aparentes ambivalencias e indefiniciones, que imposibilitan toda explicación racional. Sin embargo, para los pragmáticos nunca el paraguayo fue un enigma. Han sabido utilizar los resortes para moverlos a su antojo. Es que el paraguayo conoce al paraguayo dado que la participación de un mismo sentimiento, de los mismos valores e intereses produce simpatía y mutua comprensión.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se puede llenar un voluminoso cuaderno de observaciones ocasionales sobre el comportamiento del paraguayo. Lo que nos falta es una explicación racional del por qué obra de ésta u otra manera.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El cúmulo de observaciones fenomenológicas constituye el material que nos permitirá abordar el estudio de la personalidad del paraguayo. Estudio significa dar razones. Hay que descubrir las razones encubiertas o las motivaciones profundas, inmersas en la lejanía del tiempo, en la subconsciencia y en la inconsciencia. Todo comportamiento responde a determinado motivo. Comprenderlo será sinónimo de sacar a luz ese motivo que se encuentra soterrado, a veces, no a demasiada profundidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La incomprensión de la personalidad cultural del paraguayo, por prejuicio o por lo que sea, no nos ha permitido encarar adecuadamente su enriquecimiento. En su educación hemos arado en el agua. Quizá peor. Con un denodado esfuerzo, digno de mejor causa, hemos procurado alienarlo sometiéndolo a una doble personalidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los de mentalidad española han procurado convertirlo en español; los de mentalidad francesa, en francés; los de mentalidad italiana, en italiano...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuando aún nos encontrábamos más cerca de nuestro origen, nos resultaba fácil contrarrestar la alienación gracias a la fuerza de una cultura incontaminada, casi pura. Pero, a medida que nos alejamos de nuestro origen, la alienación, cada día que pasa, será más incontrastable.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hay varios factores que intervienen notoriamente en la génesis de los comportamientos del paraguayo y su modo de pensar. Saltan a la vista cinco factores: a saber: 1) los dos tipos de cultura dentro de las cuales el paraguayo nace, crece y muere; 2) el idioma guaraní; 3) el entorno ecológico y sociológico; 4) su carácter predominante y 5) el cristianismo católico. Estos generan en gran manera la conducta global del paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sin duda alguna, estos cinco factores no operan independientemente el uno del otro. Sin embargo, al observar los comportamientos del paraguayo, algunos aparecen generados más preponderantemente por uno que por otro.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> De ahí que la estructura de este trabajo consista en agrupar las actitudes y acciones alrededor del factor que, a nuestro juicio, las ha generado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Intencionalmente dejamos de lado el factor de los acontecimientos históricos porque exigiría mucha investigación. Habría que enfrascarse en las crónicas de la época colonial. Aún más. Se necesitarán datos pre coloniales. Alguien que no sea yo tendrá que dedicarse a dilucidar las incidencias de este factor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Evitamos también investigar la causa por la cual el paraguayo guaraní parlante piensa al revés del europeo. Para ilustrar esta afirmación recurriremos a ejemplos. Para el europeo equivocarse será "meter la pata"; pero el paraguayo es meter la mano o "apo'e". "Dar coces contra el aguijón" para el guaraní parlante será golpear la mano contra la piedra "oinupá ipó itáre". "Che po pe'a", dice el paraguayo cuando algo no le permite atender otros menesteres. Anotemos que todo dicho en que se utilice pie siempre será de dudosa procedencia guaraní.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Por qué el predominio de las manos sobre los pies? ¿Será que para los hombres de bosque los pies sirven sólo para caminar y correr?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Estas son preguntas simples, sin mayores intenciones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se nos han ocurrido y las consignamos. Quizás alguien con una vista más penetrante y mejor equipado científicamente saque a luz las causas de este modo de pensar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Mientras tanto, nosotros ofreceremos o procuraremos ofrecer una cierta gama de comportamientos del paraguayo, basada en los cinco factores propuestos. Estoy convencido de que dicha gama no será completa. Cada paraguayo está en condiciones de completarla. Si el lector lo hace, tendrá la visión más acabada del paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Así que lejos de nosotros la idea de que estas líneas contienen la última palabra sobre el paraguayo. Quizás sea apenas la segunda o la tercera.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Quisiera anotar además que la pretensión del trabajo es muy ambiciosa, más aún considerando que el escritor es apenas un Cura rural, de cuna ultra campesina y cuya actividad pastoral ha sido desenvuelta en medios rurales durante cuarenta años de los cuarenta y tres de Sacerdocio.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Para terminar desearía advertir que algunas ideas se repiten porque originariamente los capítulos del libro fueron concebidos para publicaciones independientes, y, de hecho, dos fueron ya publicados en el Diario Noticias en 1988. (El paraguayo y el otro y las antinomias del paraguayo).</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CAPITULO I</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>EL PARAGUAYO ES PARAGUAYO</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo pocas veces invoca su condición de tal. Todo lo contrario del argentino, quien cansa con su: nosotros los argentinos; el pecho argentino, etc. Parece que quisieran convencerse de que son lo que son. Nosotros, sin embargo, ni nos acordamos siquiera de que somos paraguayos. Es que no hay necesidad. Lo somos y basta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ha de ser muy difícil consubstanciarse con un territorio inmenso con varias naciones dentro. El argentino necesitará reafirmarse permanentemente. Los provincianos están arraigados en sus respectivas provincias, pero su provincia no se identifica con la Argentina.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No es tan descabellado aquello que se endilga al correntino: "si la Argentina entra en guerra, nosotros podríamos ayudarle". Mientras tanto, las gentes sin arraigo aún, como los porteños, se identifican con la Argentina.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo, sin embargo, se ha consubstanciado con su tierra; ha mantenido una costumbre específica aún dentro de la alimentación y ha mantenido una lengua específica, propia de la Nación Guaraní. En el Paraguay nada cambió por siglos enteros. En el orden internacional no se lo llevó en cuenta ni como centro de inmigración; lo que, para nuestro cometido, poco importaría. Lo que importa es que el paraguayo permaneció en su tierra con un mínimo de mezcla. Los mestizos se cruzaron entre sí, por lo menos, por tres siglos hasta conformar un tipo especial de hombre aun en lo somático; ante todo, una etnia cultural.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El momento fuerte de una inyección de sangre extraña habrá sido la época de la postguerra del setenta, durante la ocupación del Brasil y la Argentina.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No quedaron muchos brasileños; tampoco argentinos. Estos ocuparon las tierras de pastoreo del sur del país. Constituían una pequeña cantidad de familias. Los hijos de los brasileños y de los argentinos fueron absorbidos por la cultura paraguaya con mucha facilidad, debido a que las madres llevaban en sí mismas una fuerte cultura nacional. Los soldados se marcharon y sus hijos quedaron como hijos del país. Mamaron una lengua y unos comportamientos sociales y personales. Estos mestizos biológicos eran paraguayos culturalmente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Una etnia cultural difícilmente se identifica con una etnia biológica o raza porque no existe pueblo sin mezcla en mayor o menor escala. Zorrilla de San Martín dijo que el Paraguay no desaparecerá mientras una mujer paraguaya engendre un hijo de un varón paraguayo. Lo dijo cuando entregó los Trofeos de la guerra del 70. Nosotros afirmaríamos más aún: que el Paraguay no desaparecerá mientras las mujeres paraguayas engendren hijos en su propia tierra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo siente la necesidad de manifestarse paraguayo en tierras extrañas o lejos de su tierra. El más encumbrado copetudo en el Paraguay, en el extranjero habla y desea hablar el guaraní; no se avergüenza por ello; come con fruición alimentos típicos nuestros; escucha y aun canta la música paraguaya; se muestra amigable y familiar con cualquier paraguayo que encuentra en el camino. Los que considerarían rebajarse hablar el guaraní dentro del país, lo hacen con gusto y felicidad fuera. Muchos aprendieron a expresarse en guaraní en el extranjero y en el extranjero descubrieron que no era desdoro integrarse a un grupo de paraguayos con su optimismo y buen humor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> También al paraguayo se le escapa el paraguayo en los momentos cruciales de la nación. En las grandes encrucijadas de la historia no utiliza otra lengua, no cambia sus signos y da expansión a sus sentimientos en su propia música. Aún más, acordará de Dios dentro del marco de sus expresiones religiosas populares como encender velas, hacer rogativas y promesas. Por ejemplo. Una revolución o una guerra el paraguayo la lleva a cabo al compás de la polka y no al compás de las marchas militares a la usanza de otras naciones. Los éxitos, aunque sea en las justas deportivas, terminarán en una peregrinación de acción de gracias a Caacupé.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo se formó en unos trescientos años y algo más, lapso de tiempo en que se encontró aislado de todo contacto suficientemente fuerte con otra cultura. El mestizaje original se produjo únicamente del varón español con la mujer guaraní. Lo que explicaría la predominancia de la cultura guaraní en el paraguayo o cultura del paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La mujer siempre es el elemento conservador de la comunidad y el elemento inoculador más poderoso de los valores y antivalores de una cultura a causa del mayor contacto afectivo con el niño en su edad plástica, en especial, en una sociedad tribal y agro ganadera. La incidencia de la madre y de las abuelas sobre los niños en la misma sociedad moderna necesariamente deberá ser muy considerable. Los niños son muy sensibles al afecto al igual que los animales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es equivocado decir que el paraguayo es mestizo. Lo correcto sería decir que el paraguayo fue mestizo con la característica ya anotada. A esta altura de los tiempos ya constituye una etnia con una identidad cultural y una cierta conformación somática. Por muchas generaciones se cruzaron y se fusionaron los mismos genes con sus mismas bondades y defectos. Antes que nada, se formó y se conservó un mismo modo de pensar y de procedimiento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se produjo lo que llamaríamos una etnia cultural. Que tengamos algo de español y algo de guaraní no significa hibridez sino la conformación de una tercera etnia cultural con los valores y antivalores de ambas etnias originales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El modo de ser paraguayo es fuerte y posesivo, de tal suerte que los hijos de extranjeros, en contacto con el paraguayo, inmediatamente lo asumen. Sus gestos, sus movimientos y modo de hablar se vuelven típicos de la tierra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ciertamente los inmigrantes en grupo cerrado requieren, por lo menos, dos generaciones para integrarse a los habitantes autóctonos. Por lo general los europeos llevan en si la conciencia de superioridad racial, y esa conciencia se mantiene con fuerza dentro de un grupo. Para disculpar a los europeos, diríamos que todos los pueblos están enfermos de racismo. Cuando más antiguas son las raíces de los pueblos, su racismo es más profundo, como sucede a los japoneses y chinos. El paraguayo también es racista. Desprecia a los negros y a los indígenas. "Kamba", y el "Te'yi" son palabras despectivas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nos hace mucho mal hablar de que somos mestizos. A más de ser falso, nos resulta pernicioso. Al ser mestizos, somos semi-europeos con la consecuencia grave de crear en nosotros la conciencia de inferioridad frente al europeo y de ser una presa fácil para el imperialismo cultural aun en lo religioso.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A partir de esta equivocación en el concepto del paraguayo, resultaría explicable la poca confianza en nosotros mismos, la preferencia por lo extranjero y la tendencia a copiar cualquier modelo que no condice ni lejanamente con la idiosincrasia de nuestro pueblo. Lo mismo sucede cuando pensamos en política como en educación. Nunca se nos ocurrirá pensar en un modelo nacional.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El mestizo debe importar todo porque sus raíces consideradas valederas se encuentran fuera de él. Sus padres paradigmáticos viven en tierras lejanas. Las raíces autóctonas son oscuras, inferiores y consecuentemente despreciables.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Una vez que colocamos al paraguayo dentro de una etnia cultural, el paraguayo será un hombre comprensible. No será un híbrido. Consecuentemente tendría un carácter predominante, y su cultura posibilitaría la comprensión de sus manifestaciones y comportamientos sociales y personales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El marco fundamental caracterológico del paraguayo estaría formado por tres elementos: 1) la actividad, 2) el sentimiento profundo y 3) la fuerte resonancia anímica. De cien paraguayos cincuenta son apasionadas, fusión de sentimientos profundos y fuerte resonancia anímica. El segundo grupo formado por los flemáticos, alcanza el treinta y cinco por ciento de la población total, cuyo sentimiento se encuentra por debajo del cincuenta por ciento en la escala de cien; pero subsiste en él la resonancia anímica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Demos por descontado que un buen número de los flemáticos difícilmente se diferenciará de los apasionados. ¿Quién puede marcar la diferencia en la vida real entre el apasionado del cincuenta por ciento de sentimiento y el flemático del cuarenta y ocho por ciento de fuerza sentimental? La diferencia es posible registrarla solamente en los papeles.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El primario ocupa un lugar ínfimo; su porcentaje es mínimo. El resto del paraguayo lo desprecia por razón de que habla de su interioridad. La prudencia es una de las virtudes muy apreciadas por el paraguayo. La persona respetable necesariamente "iñe'e rakate'y" (de pocas palabras).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Resulta que el paraguayo no perdonará a nadie que propale su secreto. Su interioridad es sagrada. Nadie la debe manosear. Solamente cuando su peso anímico ya lo anonada, comunica su problema. Aunque su necesidad de comunicarlo sea agobiante, no lo hace sin dolor y a cualquiera que se le presente. El interlocutor debe ofrecerle garantía casi absoluta de no revelar su confidencia a otro. Por eso recurre al sacerdote, quien, además de ofrecerle seguridad y comprensión, le demuestra normalmente afecto de padre.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La secundariedad convierte al paraguayo en un contemplativo. Ve y admira las cosas, los hechos y las personas. No razona sobre ellos. Simplemente los mira, los ve o escucha y exclama: "ayépa iporá" (qué hermoso) o "ayépa ivai" (qué feo); "ayépa ñande rayhú" (cómo nos ama), "ayépa itríste" (qué triste)... Pronuncia estas frases en ritmo lento y tono meditativo. En realidad el ritmo psicológico del contemplativo es lento. "Oyapurava'ekué omanombáma Boquerónpe" (los apurados murieron todos en Boquerón).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Para aumentar esta lentitud, el paraguayo es un hombre integrado a la naturaleza, al medio ambiente ecológico que tiene sus ciclos determinados. Los pasos de la naturaleza no pueden ser apurados o detenidos. Son inexorables. ¿Qué actitud cabe frente a ellos? La paciencia; esperar. No existe otra alternativa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo es amigo del silencio. Vive perfectamente bien acompañado de su imaginación sumida en los hechos, cosas y personas que lo rodean. No se siente nunca en la soledad. No, requiere bullicios para sentir la vida. Le basta su interioridad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El carácter contemplativo se observa con nitidez en la música paraguaya de ritmo lento y de melodía nostálgica. También lo denota la lentitud de sus reacciones. Veremos luego las condiciones bajo las cuales la reacción del paraguayo es rápida y fulminante.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El mal que acarrea la integración al medio ambiente ecológico y sociológico es la excesiva identificación del paraguayo con el grupo, donde pierde su conciencia personal. Se diluye dentro de lo comunitario a pesar de su personalismo, interioridad sagrada y su orgullo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Actúa mucho en razón del todo encabezado. Decimos "encabezado" porque para el paraguayo el todo comunitario sin cabeza o "tendotá" nunca será una comunidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Esta integración, sin embargo, le otorga la ventaja de una gran capacidad de adaptación a cualquier medio ambiente sociológico y ecológico.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Uno de los defectos del carácter del paraguayo es la timidez. El paraguayo es tímido; lo que hará que rehúse siempre ocupar el primer asiento en una reunión, o haga la pregunta "chéiko", cuándo se le pregunte algo. Por otras razones culturales, el ungido autoridad no sólo irá a ocupar el primer lugar sino que lo exigirá aunque sea un alcalde de allá de los rincones. Esta actitud es propia de toda autoridad en el Paraguay, sea civil, militar o eclesiástica. Un Obispo que asiste a una reunión y no se le dé un lugar eminente, no volverá a poner los pies en otra reunión similar. Justificará su actitud por la desconsideración no a su persona, sino a lo que representa. Se olvidará aquello de Jesucristo de que el primero sea el último.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La timidez, por su parte, produce el miedo al ridículo. No hay nada en la vida al que el paraguayo teme tanto. Se cuidará, en todas las ocasiones, de hablar primero. Por más que sabe lo que debe responder, cerrará la boca; podría equivocarse o pronunciar mal, y ocasionar de esta manera la risa de los demás.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El temor al ridículo es excesivo y siempre hace que lo predisponga en contra del que hace papelón y es objeto de ridiculización. Es insensible ante él; más aún, le causa hilaridad. La inmisericordia con el que yerra se observa palmariamente entre los niños, los sujetos incontaminados de una cultura. Los mayores quizás disimulen sus ganas de reírse en honor a un comportamiento social adquirido. Tampoco se esforzará mucho por disimularlo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A los ojos del paraguayo el fracaso es el peor estigma. Nunca se borrará de su memoria la amargura del momento del fracaso, del ridículo sufrido, y las causas y las personas que lo provocaron.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El fracasado ha perdido hasta la credibilidad. Lleva siempre la de perder. Por el contrario, la mejor recomendación para una persona será el éxito. El paraguayo estará dispuesto a acompañarla.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Junto a la timidez, lleva en sí un gran orgullo. Dicen que el caparazón del orgullo es la timidez. El paraguayo es orgulloso y personalista. Se lo tiene que considerar importante a él, a su pensamiento y sentimiento... Exige para sí una máxima atención y, por momentos, exclusiva. Si, en un momento dado, percibe en alguien un cierto miníprecio, inmediatamente se apartará de él aunque sea su mejor amigo. Volverá a acercársele, pero con la aviesa intención de jugarle una mala pasada. "Deskíte ha yu'ái ndopáiva". Habrá siempre un momento para resarcirse de la humillación. Por lo general, el desquite constituye uno de los placeres más apetecibles del paraguayo. Lo puede llevar a cabo por medio de la mentira, cosa que le cuesta muy poco porque para él mentir no es nada malo. Miente para guardar su interioridad como mecanismo de defensa; miente por deporte; miente para fastidiar y miente para causar hilaridad. Le ayuda el eufemismo: "he'i reí" (decir por decir) para evitar cargo de conciencia. También "ambotavy" (lo confundo).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Increíblemente, a pesar de que el paraguayo es orgulloso y personalista, es un hombre inseguro. Su secundariedad, su orgullo y su timidez lo hacen indeciso. No decide; deja pasar el tiempo bajo cualquier pretexto. Es seguro solamente cuando opera bajo la influencia o imperio de su inteligencia intuitiva.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En este caso decide en una décima de segundo, pero sin tener la conciencia por lo cual hace lo que hace, a pesar de que lo hace con una precisión admirable como si lo hubiera pensado hasta los últimos detalles. Nunca podrá explicarlo. No le pida explicación. El paraguayo es superlativamente inteligente con su inteligencia intuitiva; con lo cual no afirmamos que sea torpe para el razonamiento basado en premisas y consecuencias. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Difícilmente se le quita "lo que ha metido en el corazón" al decir del guaraní parlante. No es su orgullo lo que le domina en este caso sino su secundariedad. Lo que se graba en el alma forma parte de su alma. Frente al letrado, él lo resguarda con el "ñembotavy", intentará convencerlo de que no lo entiende, pero, si no llega a conseguirlo, inmediatamente demostrará que lo comprende y que además lo aprueba. Para colmo, le cantará una apología. Sin embargo, en su interior seguirá con su idea y su convencimiento. Por último, cuando ha representado su comedia, dirá del interlocutor que es un estúpido y tarado "ivyro ha hovatavy", a pesar de que él no ha dejado un resquicio para entrever su interioridad. Otro paraguayo lo entrevería porque él también experimenta la misma reacción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El secreto de su interioridad lo conduce a respetar la interioridad del otro. Le merece un desprecio muy grande el que haya perdido su propia personalidad, apeándose de su convencimiento, en especial, del grupo. El "kué" es despreciable. "Karaikué"... "gauchokué"... "Pá'ikué"... "ermanakué"... "liberalkué"... "coloradokué". El "Kué" es un fracasado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo difícilmente abordará al otro al respecto de sus ideas, incitándole a que las abandone o que las cambie. A veces hará todo lo contrario. Más bien le ayudará a que se afirme en ellas. Puede suceder que no le agraden las ideas y emprendimientos del otro; aún más, los juzgue equivocados. Sin embargo, los aplaudirá. ¿Por qué? "Marãpíko rembovaita chuguí, ko chupé ogustaitereíva" (¿Para qué decepcionarlo ya que se encuentra tan feliz con ellas?) Esto no es cinismo. Simplemente no desea contrariar al otro y quitarle su felicidad. Viene el fracaso y dirá: "ha'évaekue voi che": su juicio era contrario. Bien hubiera pronosticado el fracaso, pero se abstuvo (ya lo había dicho yo).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo normalmente ejerce un incomparable autodominio. Es parco en la manifestación de los sentimientos, aunque la procesión vaya por dentro, como suele decirse. Llega un momento en que no puede contener la fuerza interior, entonces, pierde el control sobre sí mismo y se transforma en un verdadero loco. Matará de veinte puñaladas, y, una vez calmado, se admirará de lo que hizo. No podrá explicarlo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es probable que, para defenderse de este fenómeno, haya adquirido un gran sentido del humor, humor que, a veces, parece hasta macabro, al ridiculizar los momentos trágicos de la vida. Sabe reírse de todo el mundo y de todas las cosas. No existe tragedia que no convierta en risa. Un grupo de paraguayos se distingue por la risa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Estará relacionado con esto su optimismo? El paraguayo es optimista, no porque piensa que el hombre es bueno. Es optimista porque acepta la vida con sus dos caras: la del bien y la del mal. No hay razón para pasar la vida lamentándose, porque predominan siempre los tiempos buenos sobre los malos, y el mañana puede ser mejor que hoy y, ante todo, con la vida en la mano vale la pena estar contento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Le enferman los plagueos y el llorón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Su carácter activo le proporciona la capacidad de no ver lo imposible. Todo es posible para el paraguayo. Nunca le dirá: no puedo hacerlo. Cuando se pregunta si sería capaz de hacer tal o cual cosa, "yahecháta aga", responderá; y ciertamente intentará llevarlo a cabo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al paraguayo lanzado a un determinado trabajo o labor nunca hay que decirle que es algo imposible o que sobrepasa sus fuerzas. ¿Para qué trabajar en ese caso? No vale la pena intentar lo imposible. Por otra parte, si se le facilita todo, se pondrá mano sobre mano. ¿Para qué trabajar si todo está hecho? Toda labor se le tiene que presentar con cariz de un desafío a su capacidad de creación.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hemos presentado al paraguayo con unas cuantas pinceladas afín de interiorizarnos de que nos encontramos frente a un hombre bien concreto, con características especiales, digno de que se lo mire con mayor detenimiento, a la luz de los cinco factores a que nos referirnos en la introducción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CAPITULO II</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>LA CULTURA ORAL DEL PARAGUAYO</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Los dos grandes tipos de cultura en que se ha desarrollado la personalidad del paraguayo son la cultura oral y la tribal.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La cultura escrita es relativamente reciente y no ha llegado ni a la etnia ni a todos los rincones. La escritura ni siquiera ha sido de uso popular sino de una élite así como sucediera en los grandes imperios de la antigüedad, sin excluir el romano y ni siquiera Grecia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ahora mismo, en muchas naciones, no sólo en el Paraguay, la escritura no pertenece al medio común de la comunicación popular. La cultura oral se caracteriza por su comunicación interpersonal y social por medio de la palabra viva o palabra hablada. Los hombres se comunican directamente. Transmiten sus ideas, sentimientos y noticias de persona a persona, y de persona a la comunidad reunida en determinados acontecimientos. El jefe no lee para imponer reglas para determinados procedimientos. Directamente les dicta a las personas, y éstas toman la precaución de retenerlas en la memoria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El desarrollo de la memoria es de capital valor en una cultura oral. Es el único receptáculo de las palabras y noticias, por una parte, y por otra parte, es necesario transmitir con la mayor fidelidad posible los hechos y los acontecimientos, especialmente referentes a la vida de la etnia cultural, con los que ésta irá conformando su depósito de sabiduría.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La fidelidad absoluta en la transmisión verbal será siempre imposible porque los hechos son impactantes. Una peste, una guerra, un año de bonanza y de estrecheces son hechos que horadan el alma del grupo y de los individuos, cuyo relato formará la historia de un pueblo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Más tarde quizá se vierta en un relato épico, donde cada uno y las generaciones venideras se sentirán protagonistas en mayor o menor grado. Los vates, que son miembros de la etnia cultural; rebozan de los sentimientos que embargan a la comunidad. Los trovadores son poetas de profundo sentimiento comunitario, capaces de aglutinar toda una etnia cultural mediante la formación de su conciencia histórica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los acontecimientos y hechos que forman parte del alma de un pueblo difícilmente son objeto de objetividad. Se los siente. Cada uno los recibe conforme a sus sentimientos -más o menos exaltados, conforme a los prejuicios, preconceptos y predisposiciones. Conforme a éstos, los procesan interiormente. Así que los acontecimientos sufrirán pequeños grandes cambios, reflejados en los detalles significativos. Lo fundamental no cambiará aunque se ornamente con nuevos pormenores que responden a la apreciación de los individuos y de la misma comunidad que, a veces, se halla frente a situaciones analógicas. Los detalles añadidos no responden a una intencionalidad premeditada, pero denotan una intencionalidad de adaptación espontánea.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Solamente dentro de la cultura oral serán comprensibles muchos de los comportamientos del paraguayo; en especial, su modo de comunicación. Este tipo de cultura impone el sistema de comunicación compuesto de variadas formas. ¿Por qué los periodistas que, se supone, pertenecen fanáticamente a la cultura escrita insertan en los periódicos columnas denominadas "radio so'o", "ñe'e mbegué'? Por lo general, estas columnas son las primeras en ser leídas y merecen además una incondicional credibilidad. Responden a la mentalidad de cultura oral.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Allí se recurre al rumoreo, modo específico de comunicación de los acontecimientos en un pueblo de cultura oral. Si un periódico se mantuviera dentro del estilo del "ñe'eguyguy", constituiría una fuerza comunicativa muy notable. Los paraguayos somos propensos al rumoreo, no importa que adquiera el tinte de un chismorreo. Con mayor facilidad creemos a lo que se nos transmite por medio informal de información. Asunción misma hierve en rumoreos. No es aún un mundo aparte en el Paraguay, aunque circulen los periódicos de diferentes gustos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo se resiste a creer en las informaciones formales. Porque «ha'ekuéra he'i vaerä vointe péicha", dado sus intereses, amores y odios, simpatías y animadversiones, ideas y prejuicios. Todos informan según su conveniencia. (Están obligados a decir lo que dicen).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nosotros espontáneamente relacionamos la cultura escrita con las sociedades más complejas. Todos los grandes estados han utilizado la escritura para su manejo y desenvolvimiento. Sin ella nos resulta imposible comprender como un estado con sus decretos, resoluciones y leyes podría desenvolverse. Sin embargo es posible. Un gran imperio, como el incaico, se manejaba sin escritura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por lo visto la sociedad política organizada en estado es compatible con la cultura oral, por más que resulte difícil de concebir dicha compatibilidad. El estado supone una relación secundaria mientras la cultura oral presupone relaciones primarias.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Para el paraguayo la palabra hablada se reviste de una fuerza tal que produce lo que significa. La palabra es eficaz. Hace recordar aquello de la Biblia "mi palabra no vuelve a mi vacía".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La cultura oral potencia la palabra. De ahí resulta comprensible que el paraguayo tema a la maldición. La llamaban originariamente "ñe'engá’i", (palabra quemante). En la misma medida del miedo a la maldición, cree en la eficacia y la bendición. La pide al sacerdote... a los padres... tíos. Junta las manos, "otupanoi" o "Tupä renoi". También la oración es eficaz no tanto por la fe ni la buena disposición del orante, cuanto por la eficacia de la palabra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La oración es la palabra o conjunto de palabras que ha sido puesta en forma escrita. Aunque no se la pronuncie tiene eficacia. Basta con que se la tenga en el bolsillo, para que uno se resguarde con su poder. Si uno la pronuncia, no es necesario entender su significado. La palabra habla por sí. La palabra escrita sigue gozando de eficacia de la palabra hablada. Consecuentemente, el paraguayo creerá a ojos cerrados la curación con palabra. El "médico con palabra" seguirá con su éxito mientras la cultura oral sienta sus reales en estas tierras. Para la "curación con palabra" no se necesita indefectiblemente que se recite una oración, bastan unas cuantas palabras que expresan la intención de curar. Esto quizá a algunos les parezca estrafalario y sin sentido, pero es así.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo es un gran conversador. La cultura oral promueve la capacidad de conversación. La mujer es más conversadora aún. Las mujeres conversan por horas enteras, a veces sobre un solo tema y, a veces, sobre un conjunto de temas, que abarcará infaliblemente la vida y milagro de medio mundo. Muchas veces son procaces. No paran mientes en relucir a la luz del sol sus propias intimidades, al contrario del varón que es más recatado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Este difícilmente hablará de sus intimidades. Si lo hace, lo hará casi con delicadeza. No hablamos de jovenzuelos, especialmente citadinos. La conversación del varón gira alrededor de los acontecimientos y trabajo. A veces, versa sobre el tiempo cuando éste sale de sus cauces normales y constituye causa de preocupación. Por ej. la excesiva lluvia... la sequía... Pero si se mantiene normal, no tiene por qué recordarlo. El tema que apasiona al paraguayo hasta lo indecible es la política partidaria. Para él es el tema de los temas. También la mujer es el gran tema.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El complejo sistema de comunicación, originado en la cultura oral en Paraguay se compone de varias especificaciones a saber: el "ñe'eguyguy", el "ñe'eeguatá" en cuyo contexto se lleva a cabo el "ñembohekovekué" o calumnia, basada en presunciones o señales reveladoras. Si es una comunicación a distancia, se llamará el "radio so'o". El medio de persuasión será el "ñe'embegué" y, por último el "ñe'enga", ánfora de la sabiduría popular.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sin necesidad de recurrir a ideologías anti dictatoriales, que nos obligan a ver toda la vida social y los comportamientos individuales en relación permanente al dictador, diremos que el "ñe'eguyguy" es una manifestación natural y espontánea de la cultura oral, y existe no porque el dictador no nos permite hablar en voz alta. El "ñe'eguyguy", no consiste en una comunicación subrepticia sino en una abierta comunicación de persona a persona, basada en presunciones y con una fe ciega a las personas -fuente de la información.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nunca el "he'eguyguy" ofrecerá una seguridad objetiva al observador desinteresado. Lo que le ofrece credibilidad son la honestidad y autoridad de una persona. Lo notable es que el paraguayo, gracias al "ñe'eguyguy" se interioriza aun de la vida más herméticamente resguardada,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Él conversará y tendrá por indiscutido lo que el Presidente de la República, por ej. dijo a su señora sobre tal o cual tema. Ni la más lejana duda sobre la veracidad del hecho. Nace de la boca de una persona presuntamente allegada al Presidente como sería el chofer o la muchacha. Esta persona lo escuchó y basta. Con mucha más razón, lo que se rumorea de la persona más accesible tendrá que ser absolutamente cierto.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Lo que otorga la fuerza de persuasión al "ñe'eguyguy" es que se lo transmite en forma de narración de hechos concretos. Los hechos son irrefutables. La narración, que enmarca las ideas dentro de un acontecimiento en que las personas son reales y concretas, con expresiones usuales y con actitudes consideradas normales, las convierte en reales y consecuentemente verosímiles. El "ñe'eguyguy", pues, adquiere la fuerza de convencimiento gracias a la narración. El alma del "ñe'eguyguy" es el arte narrativo del paraguayo, capaz de utilizar los pormenores de tal suerte que el acontecimiento adquiera tal o cual sentido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por más inverosímil que podría ser el hecho, resulta creíble, gracias a su presentación. Tan contagioso es el "ñe'eguyguy" que el más pintado objetivista se ve atrapado por él.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ahora, el "radio'soó" es el mismo "ñe'eguyguy", con que se transmiten las buenas y malas noticias a distancia de una manera casi inexplicable. Normalmente el "radio so’ó" transmite noticias de hechos que no llegan a concitar la atención de los medios masivos de comunicación social, pero interesan a la pequeña comunidad, constituyéndose en el gran medio de mantener en comunión con la comunidad de origen al lejano miembro.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hay que ver la rapidez con que llega a Buenos Aires la noticia de un nacimiento, muerte, incidente o de cualquier acontecimiento, trascendente solamente para las pequeñas comunidades. Ese paraguayo del gran Buenos Aires sigue unido a su familia y vecindario, a su pueblo, gracias a esas noticias. Al recibirlas se siente inconscientemente ubicado en su lejano medioambiente social. El "radio so'ó" presta un servicio humano invalorable.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El "ñe'embegué" o hablar al oído, constituye un método de persuasión. "Eheyánte chéve", "aga aikéta chupe ñe'embeguépe" dice la señora refiriéndose a su esposo testarudo. "Déjame por mi cuenta; conversaré yo con él". El "ñe'embegué" supone la virtud de la perseverancia. El agente del "ñe'embegué" no descansará de repetir ahora y a deshora la misma cantinela hasta conseguir su objetivo. No quepa la menor duda de que, tarde o temprano, el del "ñe'embegué" se alzará con la victoria de haber convencido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por último; habría que recordar al "ñe'engá" o al dicho sentencioso en que se ha acuñado la sabiduría de la vida y se la transmite. Para comprenderlo en su presentación hay que llevar en cuenta al idioma guaraní, lenguaje concreto, carente de la abstracción y de ideas. Así que no se debe esperar del guaraní una sentencia propiamente dicha que se expresa en ideas como las que se encuentran en los libros sapienciales del oriente o de occidente. Las ideas de un valor o de unas pautas de comportamiento se las presentará en forma de anécdotas, de hechos y de comparaciones. Por ej. "Una vénte mbarakaya opo'evatatápe". "Yvy pléito ha kuré cosé, manóme opavaerá" (Sólo una vez el gato mete la pata en el fuego) (Pleito de tierra y de cerdos dañinos siempre termina en muerte).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La experiencia ha constatado este comportamiento determinado y lo acuña a fin de que sirva para dirigir la conducta de los individuos dentro de la comunidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hay otro tipo de "ñe'enga" que se usa en forma de muletilla y exclamación. Los antiguos padres de familia no permitían que sus hijos usaran cualquier "ñe'enga" dado que las palabras poseen la fuerza interna de producir lo que expresa. Cuentan que el Pai Pérez Acosta, de legendaria memoria, casi en los últimos tiempos de la guerra del Chaco, recomendó a los soldados que en vez de cualquier "ñe'engá" usaran "opáta la guerra". A raíz de esa recomendación Emiliano R. Fernández escribió aquella hermosa poesía que comienza "Pa'íma he'i opáta la guerra". Los "ñe'engá" actuales del tipo muletilla serían por ej. "nákore"... "nde rasóre"... etc... etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hay un tercer tipo de "ñe'enga", que se caracteriza por el "he'i" (dice).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pone ficticiamente en boca de alguien o de animal un determinado dicho que respondería a un valor o una circunstancia especial de la vida, a veces, de una manera ridícula, por ej. "Imba'énte ñame'e chupé, he'i ho'ukavaekue kesú vakápe". La expresión "imba'énte ñame'e chupé", se suele usar para reconocer el valor de una persona. "Imba'ente ñame'e chupe, imba'eporá ko karai". En vez de "mba'epora" cualquier otro atributo tiene cabida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> "Ibaí la kuádro, he'i kururú omañarõespéjope", La expresión "ibai la kuádro" se usa para decir que la vida económica o de salud se vuelve pesada.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Este tipo de "ñe'enga" se puede multiplicar al infinito.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Mientras persista el ingenio ridículizador seguirá brotando con el transcurso del tiempo. De hecho, a diario se escucha uno nuevo.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CAPITULO III</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>SU CULTURA TRIBAL.</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Si no miramos al paraguayo dentro del marco de la cultura tribal, nos quedaríamos sin comprender muchos de sus comportamientos y actitudes, aunque él se consideraría disminuido al ser considerado un hombre tribal, porque él relaciona tribu con "te'yi"y "mbyá", tenidos ante sus ojos en muy baja estima. Los que despreciamos al "te'yi" asociamos la palabra tribu con hordas salvajes. Tribu, sin embargo, no es sinónimo de salvajismo, sino de una sociedad sencilla que respondería más bien, al concepto de comunidad, en nuestra actual nomenclatura social, que al de la sociedad propiamente dicha. Tampoco es un grupo humano desordenado, sin estructura, sin territorio y sin autoridad. Quizá nos resulte difícil comprenderla en razón de que la causa de su ordenamiento es diferente a la que estamos acostumbrados.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El Estado debe indefectiblemente contar con un cúmulo considerable de leyes que establezcan los deberes y derechos de los individuos a fin de regular su mutua relación. No sólo regulara la relación de los individuos entre sí, sino también de las entidades y los individuos, y de las entidades entre sí. Las tribus se rigen por la costumbre más respetada por ellas que las leyes en el estado. La diferencia no radica en la vigencia o no del derecho sino en las diferentes unidades básicas de la sociedad. En el Estado es el individuo y en la tribu es el parentesco.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La sociedad, organizada en Estado, ejerce un cierto poder absoluto sobre el individuo y se erige en la interpósita persona para el relacionamiento entre los individuos. La relación de persona a persona se vuelve infuncional. Aún los servicios se llevarán, en una sociedad estadual, a través de diferentes canales y mecanismos institucionales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El individuo se ve avasallado por las estructuras. Se tuvo que recurrir a nuevas leyes para defender cierta autonomía del individuo ante el Estado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La unidad básica diferente crea una concepción social diferente. La jerarquía de valores también diferente. En la tribu el valor supremo la persona, mientras en el Estado, por lo menos, en la práctica, lo son las leyes y las estructuras sociales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La unidad básica conforma modo de pensar, actitudes y comportamientos específicos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La diferencia entre el Estado y la tribu es tan grande que un anti valor fatal para la sociedad tribal puede resultar un simple incidente en la sociedad civilizada. Por ej. un crimen para el Estado es un acontecimiento sin mayor importancia. En la sociedad tribal, sin embargo, todo crimen es fatal porque lesiona el parentesco y socaba la base misma de la comunidad. Al destruir las relaciones entre persona y persona, y de familia y familia, se destruye el cimiento social. La tribu justificaría plenamente la pena capital. El Estada nunca.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La cultura tribal se caracteriza por el gran sentido de pertenencia a la comunidad de parte de los miembros y la libertad personal, por un lado, y, por el otro lado, la lealtad y devoción al jefe.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El hombre de tribu goza de gran libertad. La costumbre no le constriñe por los cuatro costados como lo hacen las leyes. Marca solamente líneas maestras de comportamiento y el cacique cuida de la vigencia de esas íneas maestras, reconocidas válidas para la supervivencia de la tribu a través del tiempo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Desde que la unidad básica de la tribu sea el parentesco, la característica fundamental de su cultura tendrá que ser la comunidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Todo se hace y se resuelve a nivel de personas y de comunidad. Hasta su economía será comunitaria. Se produce en común y se consume también en común. Quizás el gran sueño de Carlos Marx haya sido la economía comunitaria, pero obsesionado por la concepción del Estado de corte capitalista, no atinó a concebir sino la economía colectivizada, una economía tan inhumana como la capitalista. Su sueño, no sé si hubiera sido más realizable; eso sí, con seguridad, hubiera sido más humano en el caso de que lo hubiera planteado en calidad de economía comunitaria. Su hipótesis era la economía primigenia y, sin duda alguna, la economía primigenia es la comunitaria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En la sociedad tribal la educación es de la comunidad para la comunidad. Los netos beben los valores de la etnia cultural en una comunidad impregnada de una fuerte y vital tradición. Se les transmiten a través de la familia y de los actos conmemorativos de la tribu. No son extraños, aún en cuanto a la responsabilidad. Serán objeto de esmerada atención, pero no se les permitirá ser zánganos. Se les educa en la corresponsabilidad, Apenas pueden, deben prestar algún servicio acorde a sus posibilidades físicas y mentales. Desde muy pequeños aprenden de sus mayores su futuro rol; el niño de su padre, y la niña, de su madre. Los niños crecen identificados con sus padres. De ahí que en la tribu se desconoce la lucha generacional. El joven ha aprendido que la vida no es ningún juego de niño, y soportarla en su complejidad requiere fortaleza y tesón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Gracias a su humanidad la cultura tribal es una cultura simpática y atrayente. Si no crea la fraternidad con toda la profundidad que hoy ha adquirido esa palabra, por lo menos establece un ambiente de familiaridad, en que los hombres se conocen; se tratan como personas, se consideran alguien y tienen por alguien a los demás.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cualquiera, en la tribu, no así en una sociedad civilizada en la que se requiere mucho más que el simple vivir para ser considerado alguien.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No es raro que los turistas de los países altamente desarrollados coincidan en declarar que la mayor riqueza del Paraguay son los paraguayos. No se cansan de alabar nuestra hospitalidad. Lo que en realidad les impacto y les tonifica es el ambiente familiar nuestro. Vienen del inhumano mundo del anonimato y, de repente, entre nosotros se encuentran en familia. Por lo visto el hombre se siente a sus anchas y feliz en un medio ambiente de relaciones primarias.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo ha mantenido una cultura homogénea, sencilla y fuerte en toda la nación gracias a tres males: el territorio de dimensión reducida, la mediterraneidad y la pobreza del subsuelo. Los países territorialmente grandes, por la común, albergan varias etnias culturales; los ricos sufren frecuentes invasiones de depredación, y los de la costa marítima reciben permanentemente a diferentes tipos de gentes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El Paraguay ha sufrido más que una invasión, un exterminio. Los exterminadores lo dejaron sumido en una pobreza extrema que le eximía del interés de los depredadores y neo colonizadores. Recién, a mediados de este siglo, comenzamos a enfrentarnos con la despersonalización cultural.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hemos echado un vistazo a la cultura tribal y la encontramos atrayente por su valor humano. Pero no nos tiene que enceguecer de tal manera que olvidemos que hoy vivimos en otro contexto social en nada parecido al de la tribu, y en el que con facilidad nos vamos a desubicar. Podemos observar varias desventajas del hombre tribal para insertarse en la sociedad estadual.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La primera desventaja de la cultura tribal para el tiempo presente que imposibilita comprensión del ente moral. El Estado para el hombre de tribu será siempre una superestructura totalmente innecesaria. Será fuente de muchos males, su sometimiento a un modo de pensar diferente y sin sentido de la vida. Será el medio de su explotación, de su limitación y de los sinsabores de la injusticia. Para él el estado de derecho no es lugar de sus derechos. Nunca comprenderá que el hombre no sea nadie. En un Estado civilizado el hombre teóricamente es alguien pero no se lo considera alguien, a no ser que tenga en sus manos las riendas del poder. Para el Estado el hombre nunca pasará a ser un número, especialmente el hombre común.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La segunda desventaja para el hombre tribal es que él no puede vivir sin jefe que le indique las pautas de procedimientos, hasta cómo debe hacer. La autoridad en la tribu reside en la personalidad, no en la estructura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La estructura se impone aunque no se ve ni se escucha. Para el hombre tribal siempre, se exigirá la autoridad-persona y cuando alguien sea constituido en autoridad, se erigirá en ley.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La tercera desventaja proviene de que la vida tribal es sumamente sencilla, frugal y sin otras pretensiones fuera de la de vivir en paz y con cierta holgura. Todo lo que rompe este esquema de identidad vida produce necesariamente el desquiciamiento y la pérdida de identidad en las personas. Cierta holgura como la del "mboriahu ryvatä" no rompe aún ese esquema porque el hombre se considera dueño de las cosas; no se ha sometido aún a las exigencias del tener más.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La cuarta desventaja es la casi imposibilidad del diálogo y del trabajo en equipo. Es que todos son iguales. El único con cierto tinte de desigualdad, dentro del marco de la igualdad, es el "mburuvichá". Nadie tiene derecho a imponerse a nadie. Todos son dueños de sus propios actos. Cuando alguien pretende inmiscuirse en el procedimiento del otro, éste le dirá: "péa ningo che probléma. Eyehecha ndé ne probléma revé ha ché, che probléma revé". (Este es mi problema. Yo con el mío y tú con el tuyo). Seremos muy amigos, pero sin derecho a la intromisión en la intimidad del otro. Libres e independientes. Ni siquiera el cacique se inmiscuirá en la intimidad de nadie; sólo dictará e impondrá pautas de procedimiento en relación de la vida comunitaria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El rol del "mburuvichá" es muy semejante al de un padre. Desde ya, la expresión "mburuvichá" incluye en si el concepto de "ru" o padre. La etimología más o menos sería "oñembo-ru-vaicha" o "ñembo-ru-tuvichá", hacerse como el padre o ser padre grande. La diferencia se observa en que el dirigente es más dirigente que padre aunque sus atribuciones sean muy análogas. El padre trabaja, pero el "mburuvicha" no trabaja con los demás. Él dirige.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se cuenta una anécdota del finado Dr. Virgilio Ramón Legal, al que, siendo Delegado de Gobierno del Guairá y Caazapá, se presentó en su despacho un grupo de indígenas de la parcialidad "mbyá» con problema de no sé qué. Lo cierto es que necesitaban realizar un trabajo en conjunto para resolverlo. Entonces, él, para motivarlos, los constituyó a todos en autoridad con graduación militar. Esta parcialidad es afecta a la vestímenta y graduación militar. El de menor rango salió con la graduación de sargento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Después de un tiempo, el Delegado los convoca para cerciorarse de la marcha del proyecto trazado con ellos. Y cuál fue su sorpresa al enterarse de que no se había hecho absolutamente nada.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - ¿Cómo es que no se hizo nada?- recriminó al "mburuvicha".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> - "Ndaipori chostáro" (soldado) -respondió éste.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El trabajo, pues, no fue posible. No había soldado o gente para trabajar. El jefe no trabaja.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El lector debe saber que la parcialidad "mbyá" hasta el presente no ha incluido en su fonética la de la L como la de la J. La S la pronuncia Ch porque seguramente el fonema de la S española es casi igual al de la Ch guaraní. Es una herencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La desventaja más grave de la tribu con relación al Estado civilizado estriba en que en aquella las posibilidades para un desarrollo más avanzado del potencial humano son muy limitadas. Ciertamente en la tribu se acepta la persona sin limitaciones, pero carece de los medios y ambiente para que sus miembros alcancen un desarrollo pleno de todas sus facultades y una respuesta cabal a sus profundas aspiraciones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuando un número alto de personas se pone de acuerdo a vivir en una cooperación estructural, es mucho más eficaz en cubrir las necesidades primarias del hombre y a las exigencias del ser más. En este contexto social necesariamente se multiplican los servicios, y se perfeccionan más cada día los oficios, y se produce el permanente avance de los conocimientos y en otros campos de la vida. Consecuentemente el hombre tiene posibilidades reales de promoción, y de una continuada promoción, a condición de que el Estado cumpla con su cometido de que el bien común revierta a todos sus componentes con una equitativa repartición de la riqueza y de los servicios.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La tribu responde mal que mal a las necesidades primarias y de una manera casi rudimentaria. Así el ideal de cualquier grupo humano, aunque metido en las espesuras del bosque amazónico o diseminado sobre alguna inconmensurable duna, será siempre el estado civilizado aunque lo empobrezca humanamente. En el estado lo que importa es vivir en una determinada estructura social y promoverse.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En el régimen de estado se impone, por su propio peso, el pluralismo de pensamiento, de religión, de lengua y cultura; lo que es absolutamente imposible de concebirse en la tribu. Con el pluralismo se destruiría el parentesco. El Estado exige solamente un tipo de individuos que se someta a la estructura social, se mueva en ella normalmente y se sienta contento. En él no tienen cabida ni los menos ni los más. Por ej. los minusválidos no pueden integrar la sociedad política; tampoco los genios o superdotados. Los minusválidos no alcanzan la medida de cierta medianía requerida para animar la estructura mientras los genios rompen los esquemas normales de la personalidad. Entonces no existe otra alternativa para el Estado, ya suficientemente poderoso, que crearles a ambos grupos su propio mundo. Al minusválido su grupo, sus deportes, sus distracciones... para los genios los gabinetes de investigación donde encerrarlos para que investiguen a fin de utilizar sus ideas y sus descubrimientos según la oportunidad, la buena voluntad y capacidad de los gobernantes para el bien de la sociedad política.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sin embargo, en la tribu, ambos tipos de personas ocupan su propio lugar. El minusválido es objeto de cariño familiar; es un miembro efectivo de la comunidad que no debe arrinconarse a su propio mundo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CAPITULO IV</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>EL CAUDILLO Y EL PARAGUAYO</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo es uno de los personajes folklóricos más denigrados, sin el cual el paraguayo no vive. Forma parte de su vida comunitaria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La animadversión de algunos, por lo general, nace de un deseo inconfesado de erigirse en caudillo. Lo detectamos en los más encumbrados predicadores del diálogo o enemigos de la autocracia. El paraguayo quiere ser caudillo. El que no lo es, es porque no se lo permiten. El que puede lo será apenas se presente una mínima ocasión.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al paraguayo le agrada ser el "tendotá", ser Presidente. No en balde el pueblo paraguayo se ha puesto a llamar "Presidente" aunque sea al de un Club, por supuesto, con mucha complacencia de los afectados por tal trato. En algunos lugares se ha puesto a llamar "profesor" o "licenciado" a cualquiera sin que nadie se ofenda por la aparente burla. Es que el paraguayo lleva adentro el deseo de ser presidente. En la constitución de una comisión cualquiera, será inevitable la disputa abierta o solapada por tal cargo. Una vez constituida, la renuncia a la colaboración de parte de algunos se deberá a que la presidencia no ha recaído sobre él o sobre el candidato con quien congenia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por desgraciase ha estudiado poco o nada al caudillo, este personaje de aristas sumamente interesantes, y que, ante todo, es una figura especial en una sociedad de mentalidad tribal. En la tribu no existe caudillo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No es fácil ser caudillo. Se requieren cualidades especiales, entre las cuales sobresale la de pertenecer en cuerpo y alma al pueblo. Pensar como él, hablar en su lenguaje y convivir sintiéndose afectado en alguna medida por sus problemas. El caudillo se encuentra dentro del pueblo y es el reflejo en escala superior del paraguayo común. El pueblo tiene que sentirlo miembro legítimo suyo al mismo tiempo que superior entre sus pares. Lo que no significa que asuma una actitud que ni lejanamente se debe interpretar como un miniprecio a los demás. Por asumir una actitud despectiva perderá su ascendencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por ser superior demostrará en un mayor grado las virtudes consideradas relevantes por el paraguayo. "Ikuimba'é va'erã"; "ikaria'y ha ypy'aguasu" (generoso, magnífico y de gran coraje). Estas virtudes son necesarias para cumplir a cabalidad el rol del padre. Nunca debe renunciar a la superioridad en su comportamiento y en su modo de hablar. En las circunstancias adversas mantenerse tranquilo y en ningún momento echará mano de fanfarronería. El caudillo nunca se rebaja a fin de congraciarse con el pueblo. Él sabe que al paraguayo no se le engaña con una demagogia barata porque es un gran conocedor del hombre, de sus roles y figuras. Para él, cada uno debe demostrar lo que es y no fingir con intenciones de engañar. El ficticio es molesto. En la primera oportunidad lo desenmascararán, el caudillo tiene que ser auténtico. No avergonzarse de lo que es; mucho menos, avergonzarse de su condición de hijo del pueblo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo nace; no se lo hace. También se hereda en tanto cuanto el hijo detenta en cierta medida, por lo menos, las cualidades de su padre, mediante las cuales ondea sobre él la sombra del padre, que consiste en una ascendencia sobre los demás.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo es un hombre de fuerza psíquica poco común, de dominio sobre el ánimo ajeno. Si no recurrimos a esta cualidad innata de la ascendencia psíquica, nos resultará imposible explicar la figura del caudillo, el respeto y acatamiento que genera. No existe otro camino. Los títulos académicos, por ej. nunca fueron causas para ungir a un caudillo. Servirán para muchas otras cosas, ciertamente, pero nunca para erigir un conductor popular porque la sabiduría de los yuyales es diferente de la sabiduría de las universidades.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hablamos del caudillo verdadero. Resulta que, a veces no falta quien pretenda coronarse de caudillo con prebendas y dádivas; caudillo de papel. Cuando se le terminan sus dádivas, se desplomará de su pedestal de barro. Su ascendencia no es psíquica; se debe al interés económico. El día que cierre las manos, habrá perdido su aura de caudillo. Tras su muerte no quedará un nostálgico recuerdo como lo deja el caudillo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo ayuda siempre y todo cuanto pueda, pero su ascendencia no se debe a la ayuda. Todo lo contrario, debe ayudar porque es un caudillo, un paraguayo paradigmático. Se le sigue al caudillo por ser caudillo; no esperanzado en las ventajas. Pero, si aparece por ahí alguien repartiendo dádivas, sería tonto desaprovecharlo. No todos los días cae maná del cielo. Este tipo de caudillo corrompe al paraguayo convirtiéndolo en servil y mendicante, más aún pensando que detrás de manos munificentes hay otras destinadas a manipularlo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ciertamente la fuerza de caudillo estriba en el alma. No radica en nada exterior. Posee un conocimiento instintivo de su pueblo y gracias a este conocimiento, una capacidad extraordinaria de comunicación. Se identifica con su pueblo. Se trata de una compenetración mutua. Dice la palabra exacta y en el tono exacto en base a los gustos y disgustos; preferencias y aversiones; aspiraciones y repulsiones de su pueblo. Su palabra resuena en el alma del paraguayo siempre familiar y comprensible. Sabe de antemano la medida aceptable para su compueblano. Así que es explicable que le resulte fácil llevarlo a donde quiera.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se puede detectar tres tipos de caudillo. El primero es el que hace todo y no permite que otro haga nada. Lo común a todos los caudillos es que debe figurar siempre a la cabeza de todos los emprendimientos aunque permita participar a otros.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo "hácelo todo" normalmente hace muy poco porque le abruma la multiplicidad de los quehaceres. No hace y no deja hacer. Sin embargo, hay un tipo de paraguayo con una capacidad increíble de realizaciones múltiples pero en número muy reducido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El segundo tipo es aquel de las órdenes tajantes, con gran propensión a ser un mandón; y el tercero es el que mueve calladamente a todo el mundo. Casi no se le escucha hablar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El primero corre el riesgo de dos errores frente al paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El primer error es anular toda participación, que para el paraguayo significa falta de confianza. Aquí pedir un servicio es signo de confianza. El paraguayo se cuida mucho de ofrecer su servicio porque "ñekuãha yati'i noseporaiva". Se pide servicio al que se tiene confianza porque no humillará con su negativa. Por otra parte, el que niega su servicio solicitado es hombre despreciable, motejado con el nombre de "kura'yi", un bichito casi microscópico que produce una de las sarnas más molestas y contagiosas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El segundo error es asemejarse demasiado al paraguayo común quien no acepta que el conductor se iguale a él. El dirigente se abaja pero no se rebaja. Requiere mantener su dignidad y la figura del paraguayo paradigmático. Nunca debe renunciar a su ascendencia anímica sin que ésta lo separe del pueblo. Un equilibrio difícil.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El segundo tipo, el de las órdenes tajantes, llena una condición muy apreciada por el paraguayo, que es la seguridad. El paraguayo cambia cualquier cosa por la seguridad. El hombre seguro constituye una garantía en la vida. Este tipo de caudillo puede llegar a sentirse dueño del pueblo en vez de considerarse expresión de él. Pierde su identificación con él; se considera superior y el pueblo comienza a considerarlo extraño.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El tercer tipo es el típico caudillo de poco hablar, sencillo; lleva la conducción "ñe'embeguépe". Es el que más claramente demuestra la ascendencia psíquica mientras se mantiene unido al pueblo en cuanto es uno de sus miembros. Rara vez se advertirá que imparte órdenes, Comprende y disimula los errores. Las correcciones las lleva a cabo sin ostentación y aspavientos. No requiere de demostraciones porque él se siente seguro con su autoridad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ha sido notable en épocas anteriores que el Cura haya sido un caudillo o un conductor de tipo caudillesco. Lo más notable es que el mismo pueblo se lo exigía. El "Pa'íma he'i" es su exigencia. Al sacerdote se le exige que sea taxativo. Él es el dueño de la seguridad desde el momento que tiene en sus manos el instrumento de la máxima seguridad. Por medio de la Religión maneja pautas eternas, inconmovibles, emanadas de valores divinos. ¿Quién será seguro si el sacerdote no lo es? ¿A quién otro se le puede exigir taxatividad? Además es el Presbítero, el más anciano.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Esta cuestión la trae consigo el paraguayo desde su origen guaraní y también el europeo de la Edad Media. Para el pueblo guaraní, el "avaré" gozaba de una autoridad superior a la del cacique. Aquel era el hombre de oración y consecuentemente el sabio dado que Dios infunde la sabiduría mediante la oración. En la Edad Media los Obispos y con ellos, los Curas, eran las máximas autoridades en lo espiritual y en lo temporal. Así que, por ambas líneas culturales, el paraguayo ha recibido el concepto de que el Cura era la mayor autoridad dentro de la comunidad, y exige el ejercicio de esa autoridad conforme a su idiosincrasia y conforme a la nueva fisonomía de las autoridades máximas impuestas por el nuevo entorno sociológico donde debe actuar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La primacía de la autoridad del "avaré" había sido sustituida por la del político en una sociedad organizada en Estado. Si el Cura, pues, no demuestra su autoridad de alguna manera, perderá terreno infaliblemente frente al caudillo, por supuesto, poco a poco, en la práctica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Más aún lo perderá con la estrategia pastoral de rebajarse hasta el pueblo perdiendo su condición de persona-meta, la persona ideal que el paraguayo considera la concreción de sus aspiraciones inconscientes. No hay la menor duda de que para él, por su mentalidad concreta e integracionista, le resulta imprescindible el paradigmático en quien no solamente ve un ejemplo práctico sino con el que se identifica en calidad de una persona corporativa. Todos los de pronunciada autoridad constituyen personas corporativas para el paraguayo. Con ellas y en ellas se siente participante de la superioridad a la que aspira. Así que desprenderse del caudillo es como desprenderse de sí mismo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Normalmente el caudillo es de poco hablar y de mucha efectividad, de mucha sencillez y de pronunciada preeminencia. Es un hombre compuesto de dos aspectos casi antagónicos: hombre de pueblo y con fuerte sensación de superioridad espontánea. Es el típico paraguayo, poco amigo de la charlatanería y de la petulancia. Pero se impone por su propio peso.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Este líder paraguayo es inseguro en la vida ordinaria como todo buen paraguayo y carece de un criterio que lo obligue a un comportamiento coherente ante las problemáticas a las cuales deberá afrontar. Es un hombre de un tipo de cultura ubicado en otro contexto social. Deberá dirigirse por la costumbre, pero la costumbre ha dejado de ser elemento válido frente a la ley. Por otra parte, desconoce la ley. Por lo menos, no es para él algo constitutivo de su psiquis y con fuerza impositiva de pautas operativas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Resuelve los problemas caprichosamente. El caudillo aparece, a primera vista un dirigente caprichoso y antojadizo. El mismo problema lo resuelve de diferentes maneras para diferentes personas. Carece de un criterio único y firme para una conducción social racional. Desgraciadamente el paraguayo lo acepta. Su ascendencia lo convierte en ley. Dispondrá libremente de los demás sin ningún escrúpulo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo tiene la cualidad de ofrecer seguridad a pesar de que él interiormente no sea una persona segura. No piensa dos veces para resolver problemas o para decidir. Para el paraguayo esta cualidad es vital porque es inseguro. La inseguridad y la indecisión lo tiene en vilo; le desespera cuando le resulta imposible evadirse de ellas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La cualidad de infundir confianza, orlada por el aura de preeminencia espontánea, hechiza al paraguayo. El más acerbo enemigo reconoce en él la superioridad. Después de muerto lo recuerda diciendo: fulano sí que era un hombre en serio. Siente una especie de nostalgia de él. Es que falta una pieza capital en la vida social del paraguayo, con la que él se siente seguro y, aún más, a la que se integra. Hasta el enemigo participa de la seguridad del caudillo, hombre de decisiones dogmáticas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo nunca razona porque el paraguayo, a medida que calcula, pierde seguridad. No le resulta razonable que una persona pueda vivir en búsqueda. El que anda en búsqueda no vale. No sabe lo que quiere. Para él búsqueda es sinónimo de inseguridad, la gran enfermedad de la que procura huir a cualquier precio.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A veces, con mucha ligereza, decimos de un caudillo que es un cacique. Si los hubiéramos analizado antes, descubriríamos más diferencias que coincidencias entre estos dos tipos de personajes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A ambos los consagra la ascendencia sobre la comunidad, pero la razón de la ascendencia es diferente. Aún la ascendencia misma difiere la una de otra en su modalidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El cacique adquiere ascendencia en razón de un prestigio personal debido a las hazañas relevantes que lo hacen digno de asumir la autoridad máxima de la tribu. El caudillo, sin embargo, no requiere ninguna hazaña para imponerse. Se impone por sí mismo. Su ascendencia es psíquica. En primer término su ascendencia se hace sentir sobre los individuos mientras que la ascendencia del cacique recae sobre la comunidad. Ciertamente el caudillo, a través de los individuos, se impone sobre la comunidad de una manera indiscutible y absoluta. El cacique al revés. Por su autoridad comunitaria domina a los individuos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La razón de la diferencia consiste en que el caudillo y el cacique viven en diferentes contextos sociales. El primero, en un mundo de anónimos legales mientras el cacique vive en un mundo de parentesco dentro del cual cada uno es absolutamente libre en relación al otro, a pesar de que se halla fuertemente unido por la sangre, la proximidad, por la costumbre y la necesidad de supervivencia. El caudillo generalmente vive dentro de una comunidad de relaciones primarias cuya razón de relacionamiento no son esas relaciones sino las leyes e instituciones y consecuentemente la comunidad no es comunidad sino un conglomerado de individuos que circunstancialmente se conocen.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo entonces se convierte en el punto de convergencia de individuos sin que a estos individuos los mueva un sentido de comunidad. El caudillo no forma comunidad, ni le interesa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No rara vez la ascendencia del caudillo trasciende las fronteras o limites del pequeño grupo y extiende su dominio sobre una gran cantidad de personas. La autoridad del caudillo no es territorial sino personal, y se constituye en el centro de un grupo humano. A veces concita la voluntad de todos, pero a veces algunos o varios, a pesar del respeto, retacean su adhesión o entrega a él. El caudillo no dudará un segundo para aplastarlos socialmente, haciéndoles sentir todo el peso de su autoridad. Contemporizará sólo donde no se juega su autoridad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo, conforme a nuestro parámetro de respetabilidad, no es una persona respetable. Por lo general, digamos, no se mueve con códigos morales y, como ya lo dijimos, no es hombre de comunidad. No es un hombre probo ni tiene conciencia de la probidad. Es un hombre totalmente pragmático y siempre incoherente. Su actitud y procedimiento responderán a la circunstancia del momento conforme a su juicio formado por lo que a él le parece lo mejor. ¿Y la razón de lo mejor? Sus gustos y disgustos; su amor y su odio; y en última instancia, sus caprichos. Así nosotros lo vemos desde afuera. El cacique es una persona regida por un código de procedimientos contenido en la costumbre de la etnia cultural.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Allá por la década del 60 en "tapykué", jurisdicción de San Juan Nepomuceno, se produjo una rebelión contra el gran cacique de la parcialidad mbyá que residía en las cercanías o en la propiedad de Naville, cerca de Mbocayaty. Los revoltosos acudieron al Párroco, el P. Carlos W. Heine, para que apoyara la sedición. La causa de la revuelta era que uno de los allegados al gran cacique había violado a una muchacha de la tribu de Tapykué y no permitía que se lo sancionara. Los de Tapykué aducían que un cacique, al dejar de lado las costumbres ancestrales, perdía su condición de cacique porque demostraba infidelidad a la tribu socavando la garantía de su supervivencia, "Oré ndaha'ei karaícha" (Nosotros no somos como los señores), decían permanentemente. Una sociedad política sobrevive a pesar de la corrupción de sus autoridades. La tribu, no.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El servicio del cacique es, ante todo, a la comunidad, a la etnia. De ahí que los individuos lo distinguen y lo consideran un gran servidor aunque no le haya pasado nunca la mano a nadie. Cumple un rol eminente. El servido debe ser él. Nadie reclamará las atenciones prestadas al cacique. Se reconoce el relevante servicio que presta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En el caso del caudillo es diferente. Él está obligado a servir a los individuos. De hecho es gran servidor, pero carece del servicio a la comunidad. Él es un personaje creado dentro del individualismo de la sociedad política. Es la ley y la institución de servicio en una sociedad política de mentalidad tribal de sus miembros.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El caudillo es un cacique desubicado y corrompido por un estado de derecho, en el que se carece de un sentido comunitario, y donde nadie apreciará el servicio sino en cuanto ayuda personal. Entonces el caudillo derrama servicio a diestra y siniestra a los individuos sin que le inquiete en lo más mínimo el bien general de la comunidad. Si existe algo del bien común, el caudillo lo entregará a cualquiera, por supuesto, con la mayor tranquilidad de conciencia. Él desconoce la comunidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿El servicio del caudillo se debe a un interés de ganar la voluntad? No, en absoluto. Él ya la tiene en la mano. La tiene ganada antes del servicio. Lo que nos confunde hoy con respecto al caudillo es que muchos en el mundo político criollo se han granjeado la simpatía a base de dádivas y prebendas, y a éstos se los llama equivocadamente caudillos. No sé qué nombre se les puede dar, lo que sé perfectamente es que no se los puede denominar caudillos. Su ascendencia no es anímica sino de interés. Al caudillo no se lo sigue por interés sino por ser caudillo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La tendencia de hoy es exterminar al caudillo, pero no el manipuleo de las gentes. En cierta manera el caudillo manipula a las gentes aunque la palabra no es exacta. El caudillo no tiene, no lleva la idea preconcebida de utilizar a nadie para un fin determinado como sería el caso de los políticos. No lleva en cuenta sino su propia ascendencia. Él se considera o se siente realizado con palpar ese fenómeno personal. Con todo, el caudillo se ha insertado en la política, espacio en el que puede manifestar su ascendencia. La política es un campo suficientemente amplio para la manifestación de su personalidad, y también, a veces, de ser manipulado. Solamente encontramos caudillos en el mundo de la política partidaria. En otras actividades colectivas hallamos líderes. Líderes en el deporte... en la educación... en el campo laboral...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Y qué es el líder con relación al caudillo? Coinciden en la ascendencia sobre los demás y en cuanto a la conducción de un grupo humano determinado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los separa apenas un hilo muy tenue. Quizá el líder sea un caudillo disfrazado. Sólo sus métodos de afirmar su ascendencia son diferentes. En efecto, el líder nunca se despoja de sus convencimientos y sus objetivos. El líder trabaja en vista de un objetivo, del que el caudillo carecerá. El líder es un caudillo de guantes blancos y mucho más perspicaz. Se presenta como el hombre del diálogo, pero dialoga solamente a partir de sus premisas y supuestos; por lo cual siempre saldrá con la suya. Tampoco discutirá lo substancial de su objetivo; permitirá cuestionamientos sobre asuntos periféricos. Se arma de mucha paciencia, y aparentemente decide con los cuestionadores. Si alguna vez cede es para dar dos pasos adelante en otra oportunidad. El caudillo, sin embargo, no pierde tiempo en semejantes lindezas. Decide por sí y ante sí con la mayor presteza posible, sin ningún miramiento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Este personaje siempre gustará a los inseguros, los indecisos y apurados. Creo que pasarán años o décadas antes de que desaparezca.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CAPITULO X</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>EL PARAGUAYO Y EL TRABAJO</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> ¿Cuándo terminará la discusión de que el paraguayo es haragán o no? En este asunto hay detractores irracionales que no se han puesto a pensar, ni quieren saber nada de razones que defienden al paraguayo. Para ellos las pruebas están a la vista y punto. A veces son gentes de la mejor buena voluntad, pero también se encuentran gentes que desearían ver defectos a toda costa en el paraguayo. Lleva en sí cierto dejo amargo de complejo de inferioridad, inconfesable ó complejo de sangre azul.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Las razones que esgrimen son las siguientes; no trabajan como deben hacerlo. Pierden horas tomando tereré. Nunca se esfuerza a lo máximo. Cuando se le otorga crédito para que rinda más su trabajo liberándolo de preocupación adicional de la alimentación o por la necesidad de ayuda especial en los casos de urgencia, el paraguayo inmediatamente se convierte en patrón. Trabaja menos aún. El dinero lo invierte en montón de cosas superfluas y no lo invierte en mejorar o ampliar su área de cultivo, por ejemplo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A los detractores se les enfrentan unos defensores a veces románticos o apologistas, que llevan puestos sobre los ojos unos cristales optimizantes. Nada malo ven en el paraguayo. No trabaja más porque está subalimentado, porque sufre de parasitosis y mil otras causas justificativas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ambos contendientes no se percatan de que el paraguayo es un obrero sumamente apreciado en cualquier campo de trabajo fuera del Paraguay y no sólo se lo aprecia sino que, muchos, en los lugares muy competitivos como Buenos Aires, siendo a veces semi analfabetos se convierten en obreros muy calificados. En el ramo de la construcción pronto son técnicos cementistas; otros son capaces de leer los planos. Y, ante todo, trabajan de sol a sol y son capaces aún de hacer horas nocturnas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los románticos replican que allá en Buenos Aires, por ejemplo, se alimentan bien y reciben remuneración. No quieren reconocer que el paraguayo en nuestro ambiente a medida que come bien consume más tereré, y con el tereré desperdicia mucho tiempo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Lo notable es que al paraguayo en el extranjero se le da por invertir su dinero comprando terreno, y se pertrechan de todos los elementos de la comodidad para vivir como gente. Sin embargo, aquí, la mayor parte nunca va a pagar por el terreno que se le otorga; lo traspasará a otro con la mayor facilidad para rebuscarse una nueva ocupación precaria de terreno, en otra parte.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El dinero lo usa en compra, aquí, casi de chucherías. Antes que nada, en cosas de realce exterior.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ciertamente el paraguayo en el extranjero sigue con sus exigencias siempre moderadas. Se contenta con poco. Le basta pasar holgadamente la vida. Sigue con la costumbre del "a buen tiempo» y la munificencia. Tiene dinero pero no se enceguece con el dinero; al contrario de los que al adquirir un poco de capital aquí, se vuelven avaros y desconsiderados. En realidad el obrero no se considera un capitalista sino un hombre que vive casi al día. Esta situación se conforma a la mentalidad del paraguayo. No lo desubica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Lo que uno observa es que existe una ambivalencia en el paraguayo. Es llamativo que en su hábitat, se comporta de una manera y en otro hábitat, al que se adapta, se comporta de otra manera.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ambos comportamientos son notoriamente diferentes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Este fenómeno debe tener alguna explicación. No es posible que debamos contentarnos con aceptar al paraguayo con una conducta aquí y otra conducta allá. Sería un enigma con el que poco o nada se podría hacer. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El mundo de la fábrica o el mundo industrial es un mundo extraño al paraguayo. Automáticamente le obliga a cambio de conducta en cuanto a la utilización del tiempo y al deseo de un bienestar mejor. La experiencia con que hoy contamos es que, el paraguayo sigue con la pretensión de adueñarse, en el Paraguay, del tiempo aun en el mundo de la industria y del servicio. Uno se percata de que su medio ambiente propio incide muchísimo sobre su conducta. También le sería posible vivir del "a buen tiempo» por tiempo indeterminado en Buenos Aires cuando Buenos Aires era Buenos Aires, tierra que manaba leche y miel. Sin embargo, nadie se ha echado a vivir allí de esa manera. Lo hubiera considerado mendicidad. El paraguayo rechaza ser mendigo. El Paraguay es un país de pocos mendigos. Nos morimos de hambre y nos avergonzamos de pedir limosna. Hasta nos avergonzamos de hacer trabajos que consideramos poco dignos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Así que la explicación de la conducta del paraguayo no camina ni por la vía de la detracción ni por la vía de la apología romántica. Es fácilmente perceptible la incidencia del hábitat sobre su comportamiento. ¿En qué consiste? Si reconocemos esta realidad habremos dado un gran paso hacia la explicación del enigma paraguayo con relación al trabajo y otros fenómenos como la falta de interés de contar con un pedazo propio de tierra, adquirido con el sudor de su frente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sabido es que el paraguayo ocupa precariamente la tierra. Siempre está dispuesto a emigrar, a afincarse en un nuevo pedazo de tierra y dedicarse a un rubro de cultivo preferentemente de venta, en los últimos tiempos. Le aliena la codicia del dinero, promocionada tanto por el gobierno como por las empresas y medios de comunicación social.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La tierra para el paraguayo, antes que nada, sigue siendo un lugar de recolección complementable con un poco de esfuerzo agrícola. La tierra debe ofrecer el sustento, y el trabajo agrícola ofrecerá lo suntuoso. El dinero no está relacionado con el sustento sino con lo accesorio, por lo cual nos parece a nosotros que el paraguayo lo utiliza mal o no lo sabe utilizar; lo gasta en superfluidades.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuando el paraguayo tiene dinero a mano y lo quiere invertir, no encuentra otra cosa mejor que el boliche. El boliche es la actividad más parecida a la recolección: cosechar sin cultivar. Eso sí, el boliche cambia al paraguayo, lo desnaturaliza. El bolichero ya no conoce prójimo, "ndoikuaavéima aicheyáranga». Aduce en su defensa que las mercaderías son compradas. Con razón los antiguos instructores de los terciarios franciscanos prohibían que ningún franciscano se dedicara al comercio pequeño o grande. El boliche desata en él la "angurria", esa angurria que observamos en comerciantes, hasta en industriales, quienes en la primera oportunidad desollarán vivos a los consumidores. Aficionado al boliche; ganar sin trabajar.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El ideal para el paraguayo es ganar sin trabajar con el menor esfuerzo. Así que todas las veces que pueda, llevará a cabo el trabajo remunerado "vai vai suerte rãicha". Parece que escapa a su comprensión la remuneración. Y su experiencia con relación a ella es la injusticia. Sin embargo, el trabajo para el amigo, sin remuneración, siempre lo hace a conciencia; no "vai vaí».</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Debemos recordar que el paraguayo pertenece a una cultura tribal y psicológicamente está ubicado en la tribu o la familia. La vida en la tribu es sencilla, sin mayores pretensiones. Además, uno se siente protegido dentro de ella. El trabajo es de corto alcance; nunca responde a un deseo de enriquecimiento. La riqueza no es un punto de vista de nadie en particular, ni siquiera de la comunidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La tribu cuenta con una estructura social que le permitiría acumular bienes en nombre de la tribu. En ella los hombres se encuentran muy cercanos los unos a los otros. Los individuos, por más que se encuentran unidos por relaciones de parentesco y las mismas familias componentes de la tribu, mantendrán su individualidad con respecto a la tribu aunque se considerarán dependientes del cacique.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El asentamiento de la tribu es normalmente precario y momentáneo. Depende de la prodigalidad de la madre tierra o el lugar que ofrece ventajas, y mientras ofrezca esa ventaja. Esto sucede tanto en las culturas de recolección como en las de una agricultura complementaria. Una agricultura precaria nunca pasa de ser el complemento de la recolección. Suple las necesidades cuando la naturaleza ofrece poco medio de sustento. Pero el hombre se comporta con las cosechas y durante las cosechas como si se tratara de una recolección. Consumirán en colectividad la producción de cada uno y no descansarán de comer mientras no acabe con una cosecha. No almacenará nada porque la naturaleza mañana se encargará de proporcionarles el sustento diario. Quizá tarde unos días más pero infaliblemente lo proporcionará. No es mayormente nada esperar hasta que se recolecte algo y en abundancia, ya sea se trate de la caza o de frutos del bosque.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El hombre no tiene por qué esforzarse mucho. Además con alcanzar lo suficiente ya es suficiente. Lo que se requiere es lo absolutamente indispensable. Entonces ¿para qué tanta preocupación por lo sobreañadido ni para qué tanto esfuerzo innecesario?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Esta realidad tribal condiciona a sus miembros psicológicamente. No sólo la tribu condiciona sino cualquier otra sociedad. En realidad que la tribu condiciona mucho más por su característica de relaciones primarias y por su patrimonio cultural guardado en familia. La tribu o la familia crea una unidad espiritual muy fuerte y las pautas operativas entroncadas a la inconsciencia poseen una fuerza coercitiva poderosa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El hombre difícilmente explica ciertos comportamientos, y le resulta difícil explicar y descubrir la raíz de esos comportamientos. Es mejor no pensar en ella. Pero es muy provechoso conocer los condicionamientos para trazar una línea realista en la educación de un pueblo y precisar las metas que tendrán que ser alcanzadas en un proceso de educación y adaptación a otro tipo de sociedad. Los cambios sociales son irreversibles y la adaptación a ellos es ineludible.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al final volvemos a nuestra pregunta primera, causa de la discusión: ¿El paraguayo es haragán o no? Hemos visto que el paraguayo es trabajador en otro medio ambiente. Es capaz de deslomarse en el trabajo. No lleva en cuenta ni la hora ni el sacrificio cuando hay necesidad. Pero la necesidad no la tomamos aquí como algo inevitable sino algo que surge del compromiso.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El paraguayo trabaja en las peores condiciones sin protestar. Nunca ha llevado una vida fácil y cómoda. No es por miedo ni rehuyendo sacrificio que no trabaja en su medio ambiente sino porque la vida aquí le resulta fácil en el sentido de que no está obligado a hacerlo. El hombre de tribu no tiene la obligación de trabajar hasta reventarse; ni siquiera más allá de un esfuerzo relativamente mediano. El sustento lo tiene a mano en la comunidad; aunque ya no exista tal sustento como en la tribu, se cuenta con él. Ha cambiado el medio ambiente pero psicológicamente él no ha cambiado aún. Seguimos viviendo de la tribu y en la tribu.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Así que el problema del paraguayo no es su negativa a trabajar sino una rémora cultural. Mientras no se lo ubique o él no se ubique psicológicamente en otro medio ambiente tendremos que aguantar esta aparente ambivalencia del paraguayo o una actitud doble frente al trabajo, como frente a muchos otros desafíos de la vida.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>INDICE</strong></span></div><br />
<strong>Prólogo</strong><br />
<strong>Presentación de la 3º Edición</strong><br />
<strong>Introducción</strong><br />
<strong>Capítulo I</strong><br />
<strong>El paraguayo es paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo II</strong><br />
<strong>La cultura oral del paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo III</strong><br />
<strong>Su cultura tribal</strong><br />
<strong>Capítulo IV</strong><br />
<strong>El caudillo y el paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo V</strong><br />
<strong>Kuimba'e nahaseiva (El varón no llora)</strong><br />
<strong>Capítulo VI</strong><br />
<strong>El paraguayo y el bien común</strong><br />
<strong>Capítulo VII</strong><br />
<strong>El paraguayo y la libertad</strong><br />
<strong>Capítulo VIII</strong><br />
<strong>El paraguayo y el poder</strong><br />
<strong>Capítulo IX</strong><br />
<strong>El paraguayo y la riqueza</strong><br />
<strong>Capítulo X</strong><br />
<strong>El paraguayo y el trabajo</strong><br />
<strong>Capítulo XI</strong><br />
<strong>El paraguayo y el amor</strong><br />
<strong>Capítulo XII</strong><br />
<strong>El paraguayo y el cambio</strong><br />
<strong>Capitulo XIII</strong><br />
<strong>El paraguayo y el coraje</strong><br />
<strong>Capítulo XIV</strong><br />
<strong>El idioma guaraní es una lengua descriptiva</strong><br />
<strong>Capítulo XV</strong><br />
<strong>El guaraní y el concepto del tiempo</strong><br />
<strong>Capítulo XVI</strong><br />
<strong>El guaraní y la distancia</strong><br />
<strong>Capítulo XVII</strong><br />
<strong>El guaraní y el estilo paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo XVIII</strong><br />
<strong>El guaraní y el humor paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo XIX</strong><br />
<strong>El guaraní y la grosería</strong><br />
<strong>Capítulo XX</strong><br />
<strong>El guaraní y su concepción de hombre</strong><br />
<strong>Capítulo XXI</strong><br />
<strong>La cosmovisión del paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo XXII</strong><br />
<strong>La venganza y el paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo XXIII</strong><br />
<strong>El paraguayo y el fanatismo</strong><br />
<strong>Capítulo XXIV</strong><br />
<strong>Lu música del paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo XXV</strong><br />
<strong>La poesía</strong><br />
<strong>Capítulo XXVI</strong><br />
<strong>El paraguayo y las artes plásticas</strong><br />
<strong>Capítulo XXVII</strong><br />
<strong>La escultura </strong><br />
<strong>Capítulo XXVIII</strong><br />
<strong>El criterio de salud del paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo XXIX</strong><br />
<strong>El problema de la cultura religiosa del paraguayo</strong><br />
<strong>Capítulo XXX</strong><br />
<strong>La fenomenología del "católico paraguayo"</strong><br />
<strong>Capítulo XXXI</strong><br />
<strong>El paraguayo y el otro</strong><br />
<strong>Capítulo XXXII</strong><br />
<strong>Algunas antinomias del paraguayo.</strong><br />
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<div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Saro%20Vera/saro%20vera%20el%20paraguayo%20un%20hombre%20fuera%20de%20su%20mundo%20ct%20portalguarani.jpg" /></strong></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-56458038667272611582011-12-09T14:01:00.000-08:002011-12-09T14:01:58.097-08:00TERESA MÉNDEZ-FAITH - LITERATURA INFANTO-JUVENIL PARAGUAYA DE AYER Y HOY TOMO II (K – Z) / INTERCONTINENTAL EDITORA S.A., 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI1D4F-ZJZR6u2jVVoz5PWKB3DhoLAXP60r-WKchbW42zJtwe7W8CJy5er8kWckXVHaPQ5nRT-FftC_vBqNRGroniQ3hGekRt8ZSTg4wohwEz2KyINl5NMFcLtO5eQ5VSk2MwOu01aWnLu/s1600/teresa+mendez+faith+literatura+infanto+juvenil+II+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" mda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI1D4F-ZJZR6u2jVVoz5PWKB3DhoLAXP60r-WKchbW42zJtwe7W8CJy5er8kWckXVHaPQ5nRT-FftC_vBqNRGroniQ3hGekRt8ZSTg4wohwEz2KyINl5NMFcLtO5eQ5VSk2MwOu01aWnLu/s400/teresa+mendez+faith+literatura+infanto+juvenil+II+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LITERATURA INFANTO-JUVENIL PARAGUAYA </strong><strong>DE AYER Y HOY</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>TOMO II (K – Z)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=683"><span style="color: red;">TERESA MÉNDEZ-FAITH</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>INTERCONTINENTAL EDITORA S.A.</strong></span></div><div style="text-align: center;"><strong>Teléfs.: 496 991 - 449 738;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Fax: (595-21) 448 721</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Pág. web: <a _cke_saved_href="http://www.libreriaintercontinental.com.py" href="http://www.libreriaintercontinental.com.py/"><span style="color: red;">www.libreriaintercontinental.com.py</span></a></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>E-mail: <a _cke_saved_href="mailto:agatti@libreriaintercontinental.com.py" href="mailto:agatti@libreriaintercontinental.com.py"><span style="color: red;">agatti@libreriaintercontinental.com.py</span></a></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Asunción - Paraguay</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>2011 (431 a 786, Tomo II)</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong>Composición, diagramación y armado: GILBERTO RIVEROS ARCE</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Corrección: A cargo de la autora</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Ilustración de tapa: "Leyendo con mi Mami", Arte digital. 2011.</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Obra de Edward P. Faith.</strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Todas las pinturas reproducidas en este volumen fueron cedidas para esta edición por gentileza de sus respectivos autores -Catita (Amalia) Zelaya El-Masri, Enrique Collar, Edward P. Faith, Graciela Nery Huerta, Andrea Piccardo, Chester Swann, Nico Espinosa, Carmen Mendoza, Miriam Cabrera, Lourdes Espínola-, de Editorial Lina y/o de Editorial Servilibro.</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>Hecho el depósito que marca la Ley N° 1328/1998</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>ISBN: 978-99967-25-05-0 (Obra general)</strong></div><div style="text-align: right;"><strong>ISBN: 978-99967-25-07-4 (Tomo II)</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>ÍNDICE GENERAL</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>TOMO II</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><strong><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>OBSERVACIÓN : LOS ENLACES EN EL NOMBRE DE LOS AUTORES</strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LO LLEVARÁN A LA GALERÍA DE LETRAS DEL PORTALGUARANI.COM</strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EN EL ESPACIO DE CADA </strong></span><span style="color: cyan;"><strong>AUTOR </strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DONDE ENCONTRARÁN DATOS BIOGRÁFICOS, </strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>OBRAS EDITADAS y OBRAS INCLUIDAS EN TRABAJOS ANTOLÓGICOS</strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=455" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=455"><strong><span style="color: red;">SARA KARLIK</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>La muñeca de Malo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El hipopótamo estudioso</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La princesa india</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=464" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=464"><strong><span style="color: red;">NILA LÓPEZ</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Encuentro con la brisa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La energía cinética</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Las pesadillas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El fútbol mueve el mundo y los bolsillos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El bosque sagrado</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=469" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=469"><strong><span style="color: red;">GLADYS GLORIA LUNA</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>El loro Loreto</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El pavo real Narciso</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Floriana y las tejedoras </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La tortuga Perpetua</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El Cardenal</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La vaca del Chaco</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La hormiguita entretenida </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Doña lagartija</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sol de enero</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El pingüino Tolentino</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=485" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=485"><strong><span style="color: red;">ELLY MERCADO DE VERA</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Las joyas de doña Natí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tempestad en el barrio Bella Vista</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tiempos de paz</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Corazón de niño</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=492" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=492"><strong><span style="color: red;">LUISA MORENO SARTORIO</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pincho y Canela</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Miedo en la noche</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Huellas de botas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La imagen</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>De cacería</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pincho adolescente</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=777" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=777"><strong><span style="color: red;">LENI PANE DE PÉREZ-MARIVEVICH</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Juncu'clai y Jiveclá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mischa'achei</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El tigre que quiso volar</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=507" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=507"><strong><span style="color: red;">DIRMA PARDO CARUGATI</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sueños concéntricos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Etapas de la vida de la mujer perfecta</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuentos de hadas y princesas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuentos, mitos y leyendas : </strong><strong>Rupave y Sypave, </strong><strong>Jasy Jatere, </strong><strong>Arasy, </strong><strong>Tupá, </strong><strong>Mboi tu'i y </strong><strong>Keraná y Taú</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=513" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=513"><strong><span style="color: red;">LITA PÉREZ CÁCERES</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Historia de la lombriz</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Rebelión en el jardín</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El viaje del gato Canuto</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El viento norte y la llovizna</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Lincoln Salvador</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=519" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=519"><strong><span style="color: red;">JOSEFINA PLÁ</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Las gorduras de Villaflacos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Las pesadillas de Ciudadsueños</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los olvidos de Villaolvidos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los perros de Castelcanes</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=521" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=521"><strong><span style="color: red;">MARGARITA MARÍA PRIETO YEGROS</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ñakurutú y Apere'á</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Don Aguará y Alonsito</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Invitación para una fiesta en el BAAPA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El mapa del BAAPA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Incendio en el BAAPA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Encuentro en el bosque</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=735" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=735"><strong><span style="color: red;">IRINA RÁFOLS</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>La criatura</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Astolfo, el romántico</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El venerable, lento, eterno y largo Consejo de Ancianos</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=524" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=524"><strong><span style="color: red;">GILBERTO RAMÍREZ SANTACRUZ</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>El día que los niños dejaron de jugar</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La batalla semántica</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Para cuando preguntes todo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Bienvenido a la esperanza</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los niños héroes</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Espantajo del negro</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Kamba ra'ãnga</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El niño y su lectura</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=537" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=537"><strong><span style="color: red;">AUGUSTO ROA BASTOS</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><strong>Carolina y Gaspar</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El país donde los niños no querían nacer</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=2243" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=2243"><strong><span style="color: red;">PILAR RUIZ NESTOSA</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tacalaguana, el Príncipe del Pilcomayo</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=550" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=550"><strong><span style="color: red;">NIDIA SANABRIA DE ROMERO</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Una rabona televisada</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Un tren especial</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La golondrina subió al cielo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Esa muñeca</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El primer ramillete (Cuadro escénico patrio)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi libro</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Abuelita</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Año nuevo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Indio</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Amigo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mayo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Libertad</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1104" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1104"><strong><span style="color: red;">RAÚL SILVA ALONSO</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El puente</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Alejandro</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Desprecio</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Navidades blancas</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=561" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=561"><strong><span style="color: red;">LILIAN STRATTA</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi primer día de escuela</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El niño y el fuego</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los niños en la Nochebuena</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El duende</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Me pides versos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>De cuentos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Horarios</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=900" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=900"><strong><span style="color: red;">CHESTER SWANN</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los espectros de la floresta</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los pioneros de Cygnus X-1</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=837" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=837"><strong><span style="color: red;">LOURDES TALAVERA</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Espejo y máscaras</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La lámpara verde</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1594" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1594"><strong><span style="color: red;">JAVIER VIVEROS</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Selección de haikus de En una baldosa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mester de telefonía (a guisa de prólogo)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Selección poética de Mensajeámena</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cinturón cohete</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=580" href="javascript:void(0)/*278*/"><strong><span style="color: red;">ELSA WIEZELL</span></strong></a><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El perro Tom</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El juego</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Don Grillo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La paz</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Patria</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sombrero pirí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>14 de Mayo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Un libro tuyo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El trabajo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>América</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Este es mi pueblo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Andrecito visita la ciudad</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En casa de Jacinto</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Andrecito se despide de la ciudad</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El poncho, la guitarra y el mate</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cómo es mi pueblo en primavera</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Un paseo a Caacupé</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>CUENTOS INFANTO - JUVENILES</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EL HIPOPÓTAMO ESTUDIOSO</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=455" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=455">SARA KARLIK</a></strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Eso de estar tirado todo el día entre tantos en el mismo pantano, chocando unos contra otros con esos cuerpos tan pesados, sin poder pelear siquiera por no tener suficiente espacio y porque con tanto peso no dan muchas ganas, tenía un poco cansado a Kolín.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La verdad es que estaba cansado todo el día, tanto que fácilmente caía en un sueño tan pesado como él mismo. Según decía su mamá, sus ronquidos se escuchaban como truenos de los grandes, de esos que suenan a muchos kilómetros de distancia y vienen montados en vientos que escapan, perseguidos por luces que se prenden y se apagan con gran ruido.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mamá Cándida todavía se asusta cuando esas luces se quiebran y aparece el relámpago. Dice que el corazón ya no lo tiene tan fuerte para tanta bulla.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El pantano suele estar fresco y nunca habían tenido problemas por falta de agua. Pero en los últimos días el sol se fue quedando más de lo acostumbrado, hasta que Kolín y los otros hipopótamos se sintieron afiebrados, sobre todo los menores.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En su desesperación, chapotearon y chapotearon en la laguna hasta que casi llego a secarse, así como también la piel, tan gruesa que parecía impermeable. Y el agua les resbalaba, rodando como en un trampolín y caía antes de que llegaran a refrescarse.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cuando salían del pantano, en su deseo por absorber la humedad del pasto y de las plantas bajas, acabaron por comer toda la vegetación que encontraron a su alrededor, quedándose sin alimento para después. Esto causó un problema tan inmenso como los cuerpos de los mismos hipopótamos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Las enormes bocas empezaron a colgar y las ganas de comer fueron acumulándose, haciéndoles gotear la lengua... Al parecer, como ya la situación se había hecho insoportable, mamá Cándida decidió llamar a una reunión general.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Con voz gruesa que nadie se animaba a discutir, dijo que era preciso comenzar la marcha para buscar algún pantano más profundo y pastos que pudieran llenar sus estómagos acostumbrados a muchos, muchos kilos diarios de comida.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Kolín estaba a punto de caer dormido nuevamente por culpa de su exceso de peso. En la última consulta médica, el Dr. Pánfilo le había dicho que era muy peligroso para su salud comer todo el día enormes paladas de pasto. Pero él era muy joven aún, y con todos los años que todavía lo esperaban por delante, privarse de alimento era para él un gran sacrificio.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mamá Cándida restregó el hocico contra el cuerpo de Kolín para removerlo y hacerle levantar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Con la luna adelante como indicando el camino del cansado grupo, encabezados por mamá Cándida, abandonaron el lugar que les había pertenecido durante mucho tiempo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Eso de caminar no les hacía mucha gracia y menos a Kolín que iba lanzando refunfuño tras refunfuño hasta que mamá Cándida le dijo que dejase de protestar y el silencio se llenó solo de pisadas fuertes y pesadas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El camino iba a ser largo, porque no así no más era posible encontrar un pantano del tamaño que necesitaban para toda la manada de hipopótamos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Kolín se iba retrasando del grupo, removiendo los brotes nuevos del pasto que iba encontrando a su paso, pero sin comerlos. Solamente los miraba como si quisiera desarmarlos para ver qué tenían adentro. Se le ocurrió también, revisar los troncos de los árboles e intentó levantar una pata para sentir la forma de los nudos salientes, que se parecían a los granos que a veces les salían justo sobre las patas de adelante.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El Dr. Pánfilo, acercándose a él hasta casi tocarlo, porque sus ojos ya estaban tau arrugados como la misma piel y no veía muy bien, le recordó que los granos eran causados por la alergia que sufrían los comilones. Kolín, bajando la cabeza, prometió, como siempre lo hacía, que iba a controlarse con la comida.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La manada ya estaba bastante lejos, casi tocando el borde de la tierra con el cielo donde se forma el horizonte y, a mamá Cándida se le podía notar fácilmente el enojo por el retraso de Kolín, porque cuando se ponía así, una baba espesa le caía de la boca.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero Kolín no podía saberlo por la distancia que había entre él y la manada, porque se había quedado muy atrás. Siguió mirando el campo, parte por parte, cuando encontró un pedazo de vidrio.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Estaba encantado, porque al mirar a través del vidrio, todo parecía más grande. Lanzó una carcajada tan fuerte que llegó a sacudir las ramas de los árboles y el suelo a llenarse de hojas que Kolín las fue observando cuidadosamente a Través del pedazo de vidrio.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Dejó de pensar en el calor o en la falta de agua o de barro donde revolcarse. Ahora estaba demasiado ocupado con su nuevo juguete. Una planta en forma de paraguas le llamó la atención. Estuvo a punto de comérsela, pero se acordó del Dr. Pánfilo al sentir una fuerte picazón un poco más arriba de lo acostumbrado. Se acercó a un árbol y se restregó hasta sacarse la picazón.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>De repente se dio cuenta de que la manada de su familia de hipopótamos se había alejado tanto, que ya parecía una mancha oscura en el horizonte. Quiso apurarse para alcanzarla, pero recordó que el apuro era extraño a los hipopótamos porque su enorme peso y sus cortas piernas no se los permitían.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así que siguió haciendo lo que hacía sin detenerse tanto como lo había hecho hasta ese momento, aunque lo necesario para continuar mirando a través del vidrio, todo lo que parecía saltar de la tierra, y crecer a su paso.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Kolín dejó de ver la manada que se había alejado de él, pero no se sintió solo. Los árboles parecían hablar con tantos pájaros adentro, haciendo un ruido que, sin embargo, no le era molesto.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La tierra misma parecía correr, pero eran otros pobladores del bosque, animales como él y aves que se espantaban ante su figura demasiado grande. Quedó mirando una cigüeña que estaba en posición de descanso corno suelen hacer levantando una pata y guardando la otra debajo de su cuerpo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Le hubiera gustado tener alas para volar y ver desde arriba las cosas que le estaban interesando y, a lo mejor, poder ajustar el pedazo de vidrio a uno de sus ojos, lo que no era nada cómodo hacerlo con sus patas, aunque fuesen las de adelante por ser un poco más fáciles de manejar que las de atrás.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero cada uno está hecho como es, pensó. Y siguió quedándose en el lugar para ver a la cigüeña que no tardó en mover las alas y levantó vuelo, porque ellas sí que tienen mucho trabajo llevando y trayendo bebés para que las mamás estén contentas con sus críos, y las cigüeñas, de tanto llevar esos encargos necesitan recobrar sus fuerzas porque recorren todo el mundo haciendo su trabajo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Kolín conocía el oficio de las cigüeñas y el empezó con que ellas contestaban los llamados que recibían de cualquier lugar, algunos muy alejados, como había escuchado contar a mamá Cándida.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Estuvo a punto de soltar de nuevo una carcajada porque mamá Cándida pensaba que Kolín no sabía cuál era en verdad el trabajo de las cigüeñas. No lo hizo por temor de que volvieran a caer las hojas de los árboles y en una de esas también los pájaros que estaban parados en las ramas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lo que más le impresionaba eran las hojas de colores con rayas en el medio y, saliendo del centro, otras más pequeñas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No podía agacharse para tocar las flores que iba encontrando a su paso, porque era preciso hacerlo con suavidad. Y sus patas no eran nada suaves. Pero las observaba con el trozo de vidrio hasta el mismo fondo de donde hacía un tallo para abrirse arriba en pequeños pétalos de colores. Una tarde el cielo se puso oscuro, como si estuviese enojado. Cayeron gotas inmensas de lluvia que reventaban sobre cl lomo de Kolín, que se sintió en el colmo de la felicidad al sentir el agua sobre su cuerpo, enfriándolo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Al día siguiente se le quitó la modorra que en un momento casi le había hecho perder el equilibro porque se le había recalentado mucho la piel por el calor y tanto ejercicio que estaba haciendo. Habría sido muy peligroso para él y podía hacerle caer muy fácilmente sin tener a nadie que lo ayudara a levantarse del suelo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Kolín aprovechó para lavar su trozo de vidrio ya que, con tanto resoplido, había perdido su transparencia.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Durante su lento y pesado caminar se dedicó al aprendizaje, pasado muchas veces mucho susto, sobre todo cuando probaba cosas extrañas que veía por primera vez y que le provocaban las tan terribles picazones, sin Tener al Dr. Pánfilo a su alcance para que lo atienda.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así fue conociendo las diferentes plantas y calidades de pasto, el néctar que brota de las flores y que las abejas usan para fabricar la miel. Además, es agradable como postre para mariposas y colibríes.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Con el tiempo, la piel de Kolin fue poniéndose dura porque en el largo camino que le había tomado mucho tiempo, había también cumplido más años. Cuando empezó a extrañar los roces de cuerpos que antes le habían molestado, decidió que ya era tiempo de juntarse con la manada. Pasó por muchos pantanos donde chapotear, pero ahora lo único que deseaba era estar en compañía de los suyos.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Kolín ya no era tan joven y el peso de los años le hizo demorar muchos días y muchas noches hasta, después de intentarlo varias veces, logró enganchar al fin el pedazo de vidrio en su ojo derecho y, con aire de hipopótamo importante, hizo su entrada en el lugar donde se había instalado la manada.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Todos se sorprendieron de todo lo que había aprendido en su recorrido por el bosque y le pidieron que ocupara el lugar del Dr. Pánfilo, quien, tenía ya tantos años que ni siquiera podría ver las cosas aunque Kolín le prestara el pedazo de vidrio.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Kolín abrió una escuela para enseñar lo que había aprendido en tanto tiempo .Ya no volvió a sentirse inútil o cansado como cuando, en su edad joven, solamente comía y dormía por no saber hacer otra cosa. Hasta le cambió la cara, y se lo veía contento, pero sus risotadas continuaban haciendo caer las hojas de los árboles. Aunque decía que no era siempre por su culpa, ya que los árboles a veces también se resfrían y sus estornudos hacen caer las hojas. Kolín sabía tanto, que nadie podía ser capaz de contradecirlo.</strong></span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong>**/**</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LAS PESADILLAS</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Cuentos de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=464" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=464">NILA LÓPEZ</a></strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esa noche todos se hallan indispuestos, sin lograr conciliar el sueño. En uno de ellos, Alberto ve cómo un volcán en erupción se desparrama sobre él. Pide socorro al quedar enterrado bajo rocas ígneas de antiguas montañas y una inmensa formación de cristales que si los vieran en el cine les parecerían magníficos, pero en esta situación son horripilantes.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>También lo aprietan contra el mundo minerales de aguas termales, y aparecen más y más cráteres. Él se envuelve en azufre y magma y cristales con extrañísimas gemas. ¡Como para hacerse millonario si alguien fuera joyero!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lo más irracional es que Alberto no puede distinguir entre la ficción y la realidad, y como él habla ruidosamente describiendo su tragedia, todos los demás lo escuchan y se quedan en un estado tembloroso, acompañando al durmiente soñador de la manera más simple, que siempre es la imitación: convierten lo que ocurre en un delirio colectivo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Por otro lado, Berta, que nunca descansa ni se desprende de su computadora portátil, cae de súbito en un sitio del ciberespacio desde donde le dicen: <em>"Lo </em>que importa no son los años de la vida sino la vida de los años". Este concepto tan común, por lo menos en apariencia, la deja completamente turulata y ya no quiere conectarse ni revisar nada. ¡Pobre! A veces lo más sencillo nos complica en vano, como le ocurre a ella ahora mismo, que está dándole vueltas reiterativas a la oración: <em>"Lo </em>que importa no son las vidas de los años sino los años de las vidas o viceversa". Y sigue, conflictiva y pensadora, borroneando y volviendo a empezar.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Nadie puede entender por qué ella permanece tranquila mientras la lava de los volcanes está a punto de invadir su habitación. Pero se pone bien horrorizada y patética cuando los sucesos dejan de manifestarse como mentiras de un soñador, pues la quema el intenso calor y ya siente magma deslizándose por sus piernas. Su hija Alison se despierta repentinamente sudando y abrazando su peluche predilecto.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Raquel, por su parte, sale al gran corredor yeré (corredor que rodea la casa) y dice fervorosa:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Las pesadillas se pueden anular! Me han contado que la verdad es transferible y tiene ideas núcleo. El éxito está basado en las relaciones de uno con uno y de uno con otro o con otros. Hay que saber apoyar el valor que está en los demás. Tenéis que inventaros regularmente.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Y prosigue:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Por ejemplo, Churchill dijo: "Hay un momento especial en la vida de todo el <em>mundo, </em>un momento en que el ser humano <em>encuentra su propó</em>sito. Y allí nace".</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Cállate ya Raquel y déjanos dormir luego del terrible sueño de Alberto, que por fin se ha calmado!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Es justamente en ese estado en que estáis, que es de meditación natural y cósmica, de encuentro con el Ser Superior, que hablo para vosotros. Hay cincuenta y dos tipos de personas que nunca llegan a ser gran cosa en su vida.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Cuáles son las razones? -inquiere Sandra y otros la acompañan con ojos bien abiertos en la interrogación.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Por varias razones. La primera envuelve a la persona que no hace lo que se le dice. Y la segunda es la que no hace más que lo que se le dice. ¡Que tengan buenos sueños!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Alguien tiene chocolates?-pregunta Mía Sol.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Como respuesta sólo recibe un larguísimo ¡chiiissssssss!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No tienen ganas de hacer nada al amanecer, pues están rendidos después de una noche tan asombrosa que enriqueció la vida de todos. Y Raquel en Internet ya inicia su exploración de todos los temas sobre volcanes, en todos los buscadores. Después todos la atienden, pues su relato sobre los tres volcanes de Antigua Guatemala, es impresionante.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>EL CARDENAL y LA VACA DEL CHACO</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Poesías de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=469" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=469">GLADYS GLORIA LUNA</a></strong></span></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EL CARDENAL</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En el naranjo de mi patio</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>se posó un cardenal.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los chicos extasiados</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>no dejaban de admirar,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>su cabecita roja</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>y su plumaje especial.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sin embargo, confesaron,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>les tenía preocupados</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>su airecito extraviado.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-No te asustes -le dijo,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>el de San Francisco.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Bienvenido a Asunción,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>le pió cierto gorrión.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Estoy sólo de paso,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>no traje mi equipaje,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>expresó a todas las aves</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>que agitaban el follaje.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Bebió un sorbo de agua,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>picoteó un mamón,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>se despidió de todos</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>y partió de Asunción.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cuentan que ayer lo vieron,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>allá por Concepción</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA VACA DEL CHACO</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Buenaza, se llama la</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>vaca</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>de este breve relato,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>vive en una estancia</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>del lejano Chaco.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En un tacho enorme</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>la ordeña Tomasa.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La leche se mece</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>se mece y se cuaja</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>y sale un quesote,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>redondo, grandote:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>parece una luna,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>una luna de plata.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sonríe la vaca</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>mientras bebe Tomasa</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>riquísima leche</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>en su jarro de lata.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La mira su gato;</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>le da cuatro gotas,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Miauu... pide más,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>le da siete tragos,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>la leche se agota.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Qué azul se ve el cielo</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>y que verde el pasto.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El sol está rojo,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>la luna se asoma,</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>termina este cuento</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡adiós bello Chaco!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;">***</span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>TEMPESTAD EN EL BARRIO BELLA VISTA</strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=485" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=485">ELLY MERCADO DE VERA</a></strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La noche, bochornosa por el calor y la humedad, pesaba en el ánimo de la gente, que buscaba vanamente la forma de refrescarse y aliviar así la tensión, que los volvía irascibles, peleadores.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>En el patio de don Nenito, los añosos y dadivosos árboles de mango oscurecían aún más, con la sombra de sus anchas copas, el patio, donde los niños jugaban insensibles al calor y la pesadez atmosférica.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Tras terminar de atender a los clientes, a eso de las nueve de la noche, el hombre dijo a su mujer</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Hoy voy adormir afuera. Es imposible soportar el calor de la habitación.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Pero si llueve?-la mujer estaba segura de que así sería. Desde. el día anterior le picaba mucho la cicatriz de su operación del apendicitis ,síntoma seguro, para ella, de que habría una precipitación.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Una buena mojadura, con el calor que hace, será un alivio-repuso el hombre.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Las cigarras, como desveladas, continuaban con su agudo canto. De vez en cuando, un golpe corto y seco ponía de manifiesto la caída de una madura fruta de mango, cuya pulpa fibrosa, bañada de jugo espeso, amarillo, dulce, es la delicia de los niños y tentación de los mayores.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Voy a recoger esas frutas que van cayendo, porque mañana será un suplicio limpiar el patio, si llueve y, además, estas frutas quedan aquí.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Si tienes ganas-respondió, indiferente, el hombre-. De aquí, hasta la mañana, yo no me muevo si no es para bañarme y dormir.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Acompañando la obra a la palabra, don Nenito fue a bañarse: tras secarse y ponerse un pantalón corto, sin camisa, sacó un catre de loneta y lo extendió lejos, al fondo, donde no habían plantas de mango.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Por que no pones tu cama bajo el árbol, papá?</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Ni loco! Por allí una fruta cae sobre mí, y además del susto, ¡me llevo un golpe!</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>A las diez, los relámpagos encendían el firmamento con luminosos y zigzagueantes líneas, mientras un retumbar fragoroso venía desde arriba, cual la voz de un gigante encerrado en una caverna que bramaba enfurecido. Las gotas de lluvia, escasas al principio, empezaron a caer con más intensidad, haciendo huir al hombre, catre en hombros, hacia el amplio corredor de la casa.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Gracias a Dios, llueve! dijo su esposa, Lili, asomando desde el dormitorio--. Esta agua estaba haciendo falta, de veras.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Don Nenito volvió a tender el catre, y se desplomó prácticamente sobre el improvisado lecho.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Con esta refrescante lluvia, voy a dormir como un mita-í -dijo. Llovió toda la noche, en forma continua, sin parar.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Era como si el cielo hubiese abierto las compuertas de la represa y ésta cayera desde arriba, rompiendo ramas, arrastrando basuras, ramas, pequeños objetos como hojas, flores. En el patio, en los caminos vecinales, en la calle, el raudal formado por la lluvia era como una gran corriente fangosa, erosionando la tierra que parecía castigada ya por la torrencial lluvia.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Con las primeras luces del día, la lluvia pasó.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>El tímido y humedecido canto de las aves empezó a alzarse, y poco a poco la vida se enseñoreó en las casas, en los patios, cuando los vecinos salían presurosos a mirar los efectos de la torrencial lluvia. Don Nenito seguía profundamente dormido. Lo despertó la voz de una vecina que decía a su esposa.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-El raudal llevó su cántaro, doña Lili. Está en el frente, tumbado.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>En ese momento llegaba una cliente tempranera, que venía en busca de las "churras" (menudencias) que llevaba a revender al pueblo.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Buen día, patrón -dijo la mujer-. Cómo amanecieron. Cómo les trató la lluvia -seguía expresando-. Pronto, antes que alguien lo rompa sin darse cuenta, rescaten el cántaro que el raudal arrastró de su casa.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Sorprendido, el hombre inquirió a su mujer qué era el cuento ese del cántaro, que ellos nunca habían tenido uno. Pero su esposa ya entraba en la habitación con un cántaro bajo el brazo.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Con un gesto de complicidad, dijo Lili a su compañero:</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-No te preocupes, ya rescaté "nuestro cántaro".</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Comprendiendo, casi al momento, don Nenito cerró la habitación, mientras decía a uno de sus hijos:</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Abre la carnicería y dile a la mujer que está allí que enseguida voy. Tengo algo urgente que hacer.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Tras cerciorarse de que estaban solos, la pareja se abocó a investigar el hallazgo.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>El "cambuchi" (cántaro) se hallaba herméticamente sellado, al parecer por una preparación de argamasa. Expectantes, solo atinaron a romper la vasija.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Su contenido les abrió las puertas a una nueva vida, llena de bonanza económica.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>El dato histórico</strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Pirayú, hasta no hace mucho tiempo, famoso por su chipa (pan hecho de almidón, queso, grasa, huevo y anís) es una hermosa villa rodeada de vertientes y lagos. En la localidad se alzaba, antiguamente, una capilla denominada <sup><span style="font-size: x-small;">“</span></sup>Capilla Gayoso" en memoria del franciscano que la había levantado y de sus familiares que posteriormente se hicieron cargo de ella .Esta capillaagrupaba en su entorno, según don Félix de Azara, unos quince a veinte ranchos, con un total de 300 casas. Posteriormente se levantó en el lugar una hermosa iglesia, dedicada a la Virgen del Rosario, patona de la localidad. La iglesia, una verdadera joya histórica, posee aún hoy el maderamen, puertas, altares, púlpito para los sermones, y coro, primorosamente tallados y pintados en oro. Las imágenes de la época, más o menos segunda mitad del siglo XVIII. Erigida como parroquia en el año 1767, fue, sin embargo, oficialmente fundada por el entonces gobernador Carlos Morphui, en 1769.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>En Ceno Verá, compañía distante a pocos kilómetros de Pirayú, nació el general José Díaz, héroe de la batalla de Curupaity, gloriosa gesta de la Guerra Grande. Por el 22 de setiembre, aniversario de dicha batalla, los jóvenes desfilan con orgullo y pompa, en homenaje de aquel glorioso hijo de la zona.</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong><em>DE: PLATA YVYGUI </em>,</strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>RELATOS DE TESOROS ENCONTRADOS EN EL PARAGUAY</strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Mediterráneo, 1991)</strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>***</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;"><strong>PINCHO ADOLESCENTE</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=492" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=492">LUISA MORENO SARTORIO</a></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><strong>¡Qué grande está Pincho! Hoy vino a saludarme, le toqué la pancita rosada y supuse que estaría rellena de lilas y verdolagas. En sus ojos hay un brillo extraño. Por primera vez percibo que huele a bicho silvestre. Fue un rato al galpón para ver a los peones, tal vez, a buscar la caricia avara el, anciano. Después lo vi consultar largamente con su amigo el perdiguero. Volvió preocupado. Se acostó sobre mis pies, pero no quiso jugar conmigo. Me miraba como contándome algo importante; sin embargo, yo no logre captar su inquietud, y al parecer quedó resentido conmigo. Entonces insistí en jugarle una broma, y, con gran sorpresa de mi parte, él reaccionó, malhumorado, agresivo, y se mandó a mudar a su casa. Pensé: 'tal vez esté enfermo", aunque deseché la idea porque nunca lo vi más vigoroso saludable. Intrigado y triste por su actitud, tan inesperada e injusta no sabía qué hacer. Podría averiguar el motivo de su enojo o simplemente esperar. Decidí lo último porque la noche ya se me había metido en los ojos. En la cocina encontré al anciano. Las llamas del fogón nos separaban: "¿Qué le pasa a Pincho. Matías?". Desde su orilla me miró sonriendo:</strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><strong>-Le llegó la primavera.</strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong><span style="color: cyan;"><strong>DE: ECOS DE MONTE Y DE ARENA</strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Editora Litocolor, 1992)</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>EL TIGRE QUE QUISO VOLAR</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=777" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=777">LENI PANE</a></strong></span></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Un tigre habitaba en lo más espeso del monte.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Hermoso y fiero, temido y admirado era el señor. Se sentía feliz dentro de su piel lustrosa, con sus ojos rasgados y sus afiladas uñas. El Creador le había dotado, además, de sagacidad, fino instinto y Ferocidad implacable. ¿Qué más podría desear?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Paseaba una mañana por sus vastos dominios cuando vio a lo lejos moverse la copa de un árbol. Era el único árbol que se movía, y ni siquiera soplaba la más leve brisa. Extrañado pensó para sí: ¿Quién será el individuo que mueve el árbol? E impelido por la curiosidad, se dirigió hacia él. Se sorprendió en extremo al encontrare con el Jump'uvaay, un pequeño pajarito que se divertía jugando. Este volaba hasta la copa del árbol, y desde allí descendía en veloz vuelo. Lo hacía una y otra vez, con alegría contagiante.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Qué haces?-le preguntó el tigre, Yiyööj.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿No ves?.Juego con el árbol -replicó el Jump'uvaay batiendo las alas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Intrigado volvió a preguntar el tigre. Y el pajarito, halagado por la atención que le dispensaba el amo, ensayó su mejor vuelo y su más peligrosa caída. Ya posado en una de las ramas del árbol, le dijo:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Viste?</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Yiyööj, que nuncajugaba, deseó ensayar el juego, y ya se disponía a subirse al árbol cuando. Jump'uvaay le advirtió:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cuidado, Yiyööj, tú no tienes alas para sostenerte en el aire.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El tigre quedó desconcertado, él, que se tenía por el más perfecto de los animales, se veía impedido de ensayar el juego del humilde pajarito. Tendióse, pensativo y desalentado, al pie del árbol. Poco después, se irguió y dijo al pajarito:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Jump'uvaay, préstame tus alas.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Y el pajarito, temeroso de desobedecer al tigre, sacóse las alitas y se las pegó al pecho del amo con cera de abeja.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Ten cuidado-le advirtió-. Esta cera no sostendrá las alas por mucho tiempo.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Alborozado, el tigre subió al árbol y desde la copa ensayó la caída al vacío, y luego el movimiento de las alas. ¡Qué sensación de plenitud! ¡Qué distinto se veía el mundo desde ahí arriba! ¡Ahora sí era el amo absoluto! Subió y bajó una y otra vez. Dos, tres, cinco, quince y, tal vez, cien veces.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El pajarito, desde la rama de un árbol cercano, reclamaba con aflicción:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Tigre! ¡Tigre! ¡Devuélveme mis alas, por favor! Pero el felino no le escuchaba, absorto en su felicidad.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-No te servirán por mucho tiempo-insistió Jump'uvaay-. El creador nos hizo diferentes. A cada uno nos asignó un oficio y un lugar en la tierra. Corres peligro si lo desobedeces.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero el tigre, que no deseaba devolver las alas al pájaro, seguía con mayor entusiasmo con el juego. Cuando, de pronto, en uno de los más arriesgados vuelos, se desprendieron las alas y el tigre se precipitó a tierra, golpeándose la cabeza.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Jump'uvaay, al verlo, acudió con presteza, y le llamó:</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> -¡Yiyööj! ¡Yiyööj!</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero el tigre que quiso ser pájaro dormía para siempre, soñando que volaba por encima de los ríos y montañas, sin poder detenerse, alejándose más y más.</strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH,</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>MITOS INDÍGENAS DEL PARAGUAY</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Editorial El Lector, 1996)</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>SUEÑOS CONCÉNTRICOS y ETAPAS DE LA VIDA DE LA MUJER PERFECTA</strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cuentos de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=507" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=507">DIRMA PARDO CARUGATI</a></strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>SUEÑOS CONCÉNTRICOS</strong></span></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Había una vez una mujer que estaba soñando. En sueños ella creyó estar soñando con una mujer que soñaba el sueño de otra mujer que estaba soñado soñar con una mujer que soñaba estar soñando.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cuando la mujer despertó, todas las mujeres despertaron y se dieron cuenta de que sólo eran el sueño de una mujer soñada que soñaba que estaba soñando que soñaba.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>ETAPAS DE LA VIDA DE LA MUJER PERFECTA</strong></span></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No llores tanto. No te mojes otra vez. No te chupes el dedo. Duérmele mi sol.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><em>No </em>seas una bebé malcriada.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No me desobedezcas. No contestes de ese modo. Eso no se dice, eso no se hace.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No seas una niña problema.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>No escribas con la mano izquierda No salgas del renglón de doble raya. No pintes de azul cl caballito. No dejes de usar el uniforme.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><em>No </em>seas una alumna diferente.</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE : SIMPLEMENTE MUJERES</strong></span></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Editorial Servilibro, 2008)</strong></span></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>LINCOLN SALVADOR</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=513" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=513">LITA PÉREZ CÁCERES</a></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lincoln se había escapado de la casa porque Gabriela y sus papis habían viajado a Asunción para visitar a la abuela Dalinda, entonces el perrito travieso decidió salir a vagar. Flor se quedó sola y tenía miedo, lloraba y lloraba.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lincoln había conocido a una linda caniche blanca en el Hotel Florida y ella lo esperaba con un huesito de caracú que había sobrado del almuerzo. Lincoln entró por el costado, muy cerca del jardín que rodea la pileta de natación para los huéspedes. Allí se escondió para que no lo viera el portero, hasta que Lulú, la caniche, corrió a su encuentro.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Hola Lincoln, que bueno que viniste-le dijo en idioma perruno.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> -Hola Lulú, estás muy linda-respondió Lincoln y se acercó para darle un besito en la nariz.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En ese momento olió un aroma muy extraño, parecido al olor que tienen las serpientes.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Que perfume te pusiste? -preguntó a Lulú.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> -Ninguno, los perros no usamos perfumes.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Pero hay un olor muy raro, voy a ver de dónde viene -dijo Lincoln</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> y olfateando el pasto, llegó hasta el corredor de las habitaciones donde se quedó oliendo como una aspiradora, frente a una puerta.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Pronto Lulú tenemos que entrar en este cuarto, hay un animal pidiendo auxilio y huelo a víboras y a otro animales.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-No puede ser, este es un hotel para personas, no para animales.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Pero yo te juro que aquí adentro hay animales silvestres, por lo menos una serpiente, estoy seguro. Tenés que avisar al portero o al guardia.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lulú fue corriendo hasta donde estaba el portero y comenzó a ladrar.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El hombre no entendía lo que pasaba pero le llamó la atención que la perrita estuviera tan alterada y fue tras ella hasta la puerta de la habitación. Ahí estaba Lincoln, ladrando también y olfateando bajo la puerta, como si quisiera avisar que adentro había un enemigo. El portero llamó al gerente para abrir la puerta del cuarto. Cuando entraron vieron a un tatú mulita que parecía muerto, un tambor cerrado que se movía y unas cuantas bolsas. Lincoln ladraba al tambor y daba vueltas alrededor de él, los dos hombres tenían miedo de encontrar algo feo y no se animaban a sacarle la tapa. De las bolsas salieron un montón de sapos grandes arañas peludas de todos los tamaños y tres cotorritas que parecían mareadas. En el barril de plástico había una enorme serpiente, una boa que no era venenosa pero que podía comer hasta un ternero. El gerente y el portero salieron de la habitación, cerraron la puerta con llave y llamaron a la policía ambiental, la que cuida la vida de los animales del Chaco.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lincoln se asomó a la ventana y llamó a las dos cotorritas. Lulú estaba a su lado.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Cómo llegaron hasta aquí?-les preguntó.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Un cazador puso una trampa y nosotras caímos en ella. Después nos metió en la bolsa y nos trajo hasta acá.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Y los otros animales?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-No sabemos, seguro que nos iba a vender, dicen que valemos mucha plata-respondió la cotorrita más sabia.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Vos nos salvaste, gracias a vos nos descubrieron, pero el tatú mulita no aguantó el calor.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En ese momento asomó la cabeza la boa y abriendo la boca grandota,</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>dijo:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Muchas gracias, perito. Nos salvaste avisando con tus ladridos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los animales silvestres necesitamos que nos cuiden, no somos malos y formamos parte del ecosistema. Ahora que cortan todos los árboles ya no tenemos lugares donde vivir.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Yo siempre voy a defenderlos -dijo Lincoln inflando su pecho como un Súperperro.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Y yo voy a ser siempre tu amiga-le dijo Lulú, la caniche valiente.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ese mismo día los traficantes de animales quedaron presos en la comisaría de Filadelfia, sufriendo más calor que los animales que habían cazado.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: CUENTOS INÉDITOS.</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>LOS PERROS DE CASTELCANES</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=519" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=519">JOSEFINA PLÁ</a></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Castelcanes no se había llamado así siempre. Al comienzo de su historia había tenido otro nombre que nadie recordaba ya. Lo único que se recordaba bien era que desde aquellos tiempos antiquísimos su Santo Patrono había sido San Roque. San Roque, como sabéis, es el santo que llevaba consigo un perro que le acompañó toda la vida y le curaba las llagas lamiéndoselas; era un procedimiento que se utilizaba antiguamente, cuando no había antibióticos. Por consiguiente, los perros eran muy queridos y respetados en ese pueblo. Todo el mundo se cuidaba mucho por maltratar a un perro, menos todavía matarlo.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Todos los años, el día de San Roque, los vecinos se reunían, hacían colectas y juntaban fondos para ofrecer a todos los perros del pueblo, lo mismo a los perros con dueños que a los callejeros, un gran banquete público, en el cual se les servía un buen puchero; luego unas grandes lonchas de hígado asado; y de postre, morcillitas y salchichitas; o un buen trozo de salame. Si la colecta había sido buena, el postre era un tazón de crema. Y todo esto, en mesa con mantel y con platos para cada can; algunos de estos, ya veteranos y bien educados, hasta se ponían servilleta al cuello y manejaban el cuchillo y el tenedor; pero eran muy pocos. Al terminar, se hacían brindis, unas veces con leche y otras veces con caldo de gallina.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El aprecio y cariño hacia los perros creció en este pueblo después de cierta época desastrosa. Fue una época en la cual bandas de ladrones se descolgaron sobre los pueblos; entraban y robaban todo lo que encontraban, muebles, dinero, alhajas, vajilla, sábanas, colchas, colchones, hasta la ropa puesta, dejando a la gente desnuda, lo mismo en verano que en mitad del invierno.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Todos los pueblos de los alrededores fueron asaltados; pero cuando una de esas bandas quiso entrar en Castelcanes, 20.000 perros de todos los tamaños se les echaron encima; y aunque los bandoleros llevaban armas,</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>no podían naturalmente defenderse de tantos perros. Tuvieron que salir huyendo, y fueron ellos ahora los que dejaron pedazos de ropa y hasta de piel entre los dientes de algún perro.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Después de este suceso, los castelcaninos, felices y agradecidos festejaron</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>más todavía a los perros. Les dedicaron un homenaje fenomenal; les repartieron medallas y collares con dedicatorias al valor, y les obsequiaron chalecos tejidos a los perros más viejos o pelados. Los perros podían ir a los cafés y hacerse servir Toddy con medialuna, y hasta una hamburguesa o un bifecito a caballo; sin pagar por supuesto, con tal de que se presentasen bien lavados y peinados y no se mordiesen entre sí mientras comían. Y se decretó que en vez de un banquete anual se les dedicasen dos. Uno el tradicional del día de San Roque, y otro el día aniversario de aquella batalla grandiosa que se llamó la Batalla de la Gran Mordida.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero con tan buen trato, tanto regalo y tan buena comida, los perros del pueblo se multiplicaron mucho; y alimentarlos costaba más cada día.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> Comenzaron a surgir problemas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La gente iba al mercado y encontraban de pronto los puestos sin carne, porque los perros en un descuido se habían comido los bifes, los lomitos, las rabadillas o los pollos. Iban a tomar leche y un cachorrito se la había bebido. Algunos perros aprendieron a armar de las vacas, y otros se hicieron peritos en destapar las latas de leche en polvo. Todos eran maestros en abrir las heladeras y subiéndose unos encima de otros, alcanzaban los salames, los jamones y los chorizos colgados del techo.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Una vez pasó un circo por Castelcanes; el dueño, que vio las habilidades de los perros del pueblo, quiso llevarse diez para su circo. Se los llevó y muchos perros de Castelcanes se quedaron tristes, pensando en la suerte de sus compañeros que se iban a correr mundo; pero a la semana estaban de vuelta todos, flacos. Un castelcanino muy inteligente que conocía bastante el idioma de los perros, contó que a su vuelta esos perros dijeron a los otros que el circo era menos divertido que Castelcanes porque les hacían trabajar mucho y comían poco.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Y cuando al año siguiente vino otro circo todos los perros se escondieron, porque no tenían ganas de que se los llevasen por ahí para vivir mal.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los perros siguieron viviendo bien, pero las molestias aumentaron. Los castelcaninos iban a acostarse y se encontraban en su cama una docena de perros surtidos muy bien enroscados, y tenían que echarse a dormir en el suelo sobre la estera. Iban al cine y se encontraban su platea ocupada por un bull-dog. Daban un concierto y un coro de perros pastores se ponían a ladrar en el momento culminante. Querían subir a un ómnibus y el ómnibus estaba ya lleno de perras que llevaban a pasear sus crías, muy bien sentadas en los sillones pullman. Y así sucesivamente.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Llegó el momento en que en Castelcanes los que no eran perros vivían tan mal que todo el mundo estaba enojado. Y como estaba prohibido pegarles a los canes, se pegaban entre ellos. Al cabo, de acuerdo todos, tomaron una resolución.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Hicieron sus valijas; prepararon para los perros una comida tan abundante, que éstos, después de comer se fueron todos a dormir. Entonces los castelcaninos agarraron cada uno su valija y en puntas de pie, para no despertar a los canes, salieron del pueblo, tomaron el tren y se fueron a fundar otro pueblo a cien millas de Castelcanes. Los perros se quedaron solos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Nadie ha podido decirme cómo se arreglaron para seguir comiendo y viviendo.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero un viajero que pasó por casualidad a diez millas de Castelcanes unos años más tarde me contó que a esa distancia se escuchaba un inmenso ladrido que subía hasta el cielo.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Preguntó qué era eso y le contestaron que eran los rumores de la existencia diaria de un pueblo donde la vida era muy perra.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: MARAVILLAS DE UNAS VILLAS</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Casa de la cultura, 1988)</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>ENCUENTRO EN EL BOSQUE</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=521" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=521">MARGARITA PRIETO YEGROS</a></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Din! ¡Don!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Din! ¡Doon! -retumbó en el bosque el vibrante y sonoro canto del GUYRA CAMPANA.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Din! ¡Din! ¡Doon! ¡Doon!; como si realmente fuera un repique de campanas y, volando hacia el TAJY de copa más alta fue repitiendo su silvestre concierto.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Qué pasa? preguntó al unísono una elegante pareja de TEROS. -¡Reunión urgente!- respondió el PÁJARO CAMPANA, sacudiendo sus alas de blancas plumas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Un minúsculo KOROCHIRE, semejante a una flauta alada repitió el aviso, con voz potente, a lo largo del bosque.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Para qué? -inquiró un nómada CHOCHÍ, alisando sus plumas oscuras.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Para saber cómo sobrevivir en este bosque atacado por los hombres -le roncó un enorme JAGUARETÉ.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Uno a uno fueron llegando los animales del BAAPA y, sentados en círculo, comentaban con furia y miedo la presencia de los cazadores, la deforestación y el incendio.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Silencio! ¡Cállense que voy a hablar! -roncó de nuevo el JAGUARETÉ, acomodándose sobre un gran tronco de URUNDE'Y.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En ese momento se acercó al grupo un YAGUANÉ y, con su olor apestoso casi espantó a todos los participantes de la reunión.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡No te acerques tanto! -le rugió el Jaguareté.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Surgiendo de la oscuridad, un YRYVÚ de negras plumas dijo:<br />
-Acabo de regresar de la ciudad y traigo malas noticias. Leí en un periódico que se han contado diez especies de mamíferos y 32 especies de aves, en peligro de extinción.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Mba'e piko he'ise extinción-averiguó un pato GUARIMBÉ, saliendo del estero cercano.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Extinción significa acabarse, desaparecer, morir -informó roma anteojuda LECHUZA, demostrando su sabiduría.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡MBA'E! -exclamaron muy afligidos todos los presentes. El CUERVO agregó:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Entre los mamíferos ya está por extinguirse la especie del JAGUARETÉ.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Irguióndose altivo, el felino aludido caminó en silencio hacia su guarida, triste y pensativo se preguntó a sí mismo:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Soy acaso yo el último de mi especie?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-También mi especie se está por acabar-dijo un colorido GUA'Á. Ante tan trágica noticia, el silencio invadió el bosque, ni la caída de una hoja se oía.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>De pronto, el JAKARÉ dijo:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Pido la palabra, se me ocurre una idea.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Cuál? ¿Cuál? -preguntaron en coro todos los animales del BAAPA.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Avisémosle a los hombres que si la fauna y la flora se extinguen también ellos van a sufrir y desaparecer.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Aprobado! -exclamaron, con aplausos, todos los presentes.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Me ofrezco a llevar el mensaje -dijo una PALOMA MENSAJERA.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Minutos después, sobrevolando el bosque descendió en el pueblo de los hombres y cumplió su misión depositando la carta en el correo. Cuando los seres humanos recibieron esta advertencia entendieron que sus vidas dependen de los seres bióticos y de los seres abióticos, y que no deben usarlos irracionalmente; por eso han creado Áreas silvestres protegidas y Corredores Biológicos dentro del BAAPA.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Y con este plan de acción de las autoridades y de toda la comunidad, ha vuelto la alegría al bosque.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: MANUAL INTEGRADO PARA EL USO <em>SOSTENIBLE </em></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DEL <em>BOSQUE </em>ATLÁNTICO DEL ALTO PARANÁ (BAAPA),</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Asunción, Paraguay, 2005.</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Cada uno de los cuentos incluidos en el manual</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>fueron después publicados independientemente como libritos</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>por FAUSTO CULTURAL EDICIONES.</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>EL VENERABLE, LENTO, ETERNO Y LARGO CONSEJO DE ANCIANOS</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=735" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=735">IRINA RÁFOLS</a></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los ancianos ya eran eternos. La Muerte se sentía tan segura que no se tomaba apuros y vagaba asida al cordón de plata del alma de aquellos, con paso tan quedo y florido, como el de una madrina que lleva el tul de una novia en el cortejo nupcial.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ermitaños, ocultos del sol, desde las frías torres de la catedral gótica erguidas como finos dedos en su místico intento de tocar a Dios-, pasaban las horas procurando a toda costa revivir el pasado, pues no podían existir sino tras la sombra difusa de los recuerdos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Recordaban su juventud, los lugares conocidos, los estados mentales experimentados. Las horas vertidas escrutando a sus espíritus bajo la contención de alguna sala oscura, solo iluminada de a ratos por ocasionales pensamientos fugaces y elevados, y por sobretodo; intentaban recordar quienes habían sido, porque una prominente ceguera interior ya les empezaba a impedir ver quiénes eran ahora. Así que en lugar de ir a tientas con un bastón, se manejaban por sus instintos al confrontarse con la casualidad de algún espejo. Nunca se apuraban en tomar decisiones ya que si algo los abrumaba con vergonzosa culpa, era el temor del desacierto, de la equivocación.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><em>El </em>más viejo de todos, el que más socavaba la cercanía de lo eterno, los había convocado aquella mañana. Pero no se había apresurado en hacerlo ya que la reunión había sido impuesta en el orden del día desde hace... diez años atrás. Sus largos cabellos blanquecinos lo cubrían como telarañas, y bajo las pobladas cejas blancas, velaban unos ojos oscuros como el carbón, como el carbón chispeante que todavía alberga alguna llama viva y procura retenerla todo lo que puede, porque sabe lo que le sobreviene después.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Hermanos de las Santas y Sagradas Leyes!, ¡no se apresuren! El día ha llegado. <em>Es </em>hora de escuchar la respuesta, la que hace tan solo, tres décadas atrás, venimos rondando- y los contempló por un momento... largo, extenso.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Eran más de treinta ancianos de blancos cabellos y todos de rostros surcados por honorables arrugas. Sus larguísimas túnicas de un pálido marfil, quietas, silenciosas y delgadas, daba la impresión de hacerles ver en su conjunto, como un montón de velas viejas encendidas para dar luz a un entierro.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Tanto duró ese momento de contemplación, que el diácono más cercano, un poco titubeando por la irreverencia, se acercó a tocarle el brazo, pensando que se había dormido, pero instantáneamente reaccionó y con voz ceremoniosa y noble, se volvió a dirigir a aquellos:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-La gran respuesta es... es.„ ¿Cuál... cuál es... la gran respuesta?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Hubo un leve murmullo. Nadie la sabía. Algunos encogieron los hombros y se rascaron la cabeza. Otros movieron los dedos de los pies, porque el esfuerzo de la mente por encontrar el azaroso esplín de algún pensamiento había comenzado a mover su circulación sanguínea y ya les daba hormigueos. Pero hubo un aventurado que sí la sabía, y pidiendo permiso se acercó al altar y dando un salto frente a las mismísimas barbas del Superior, profirió:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Yo sé, yo sé, yo sé, yo sé! ...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡¿Qué'?!... ¡¿Qué?! -exclamó sobresaltado el Superior, debido a la voraginosa rapidez del acólito.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡La gran respuesta! ¡Yo la sé, Gran Maestre!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Ajá!, ¡Pero ven, ven, pasa, hijo mío!, ¡acércate!, ponte enfrente de iodos para que te vean... ¡Dinos a todos!... pero... ¡pero tú pareces ser muy joven todavía!, ¿qué edad tienes? No pareces tener más de setenta años, aún la lozanía baña tu rostro, ¡será bueno para todos escuchar otra vez una voz de frescura! ... Pero ante todo, preséntate al venerable consejo.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Mi nombre es Pedro.<br />
-¿Pedro? ¿Pedro... qué más'?, esa no es una respuesta adecuada.<br />
-Solo Pedro. No hay más.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡No puede ser!... ¡no puede ser!... ¡debe haber algo más! Pedro, es una palabra demasiado, demasiado corta, breve, rápida, que no dice nada ¡Qué podremos saber de ti con semejante nombre? Todos los grandes sabios saben que el nombre revela al espíritu del ser, ¿o te escondes, de alguien, acaso?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡No Gran Maestre!, simplemente, mi nombre es Pedro.<br />
Pero el gran Maestre replicó:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Sin embargo, insisto que no puede ser... fíjate en mi nombre, por ejemplo:, Edmundo Rigoberto de las Hojas Sueltas del Fresco Otoño armonioso del Espíritu Santo de la Perplejidad González... ¡Ese es un nombre! Y tú... ¿Cómo has dicho que te llamas'?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Pedro!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Ajá! Es extraño. Es rápido y muy corto. ¿Ves? Tu nombre no me dice nada de ti. ¿Desde cuándo te llamas así, hijo mío'?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Solo desde mi nacimiento, venerable hermano.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Ves lo que te digo? ¡Eres muy joven todavía! Parece que naciste ayer y todavía no ocurrió nada con tu santa vida... Me preocupa. ¿Qué has estado haciendo durante todo ese corto tiempo, hijo mío? ¡Pero ven!, ¡ven!, ¡acércate! ¡Ponte enfrente de todos! ¡Que todos los venerables ancianos te puedan contemplar a su antojo, con calma y con paciencia! Eres muy curioso, mi querido... mi querido... Mm... ¿Cómo has dicho que te llamas?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Pedro.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Ah!... ¡sí! -exclamó, haciendo una mueca de dolorosa compasión.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los venerables lo observaron desde una distancia de pensamientos en que la brújula del espacio recorrido se había olvidado de los puntos cardinales, y no encontraba como enfocar la estimación de aquella distancia, trazada desde su interior hasta el altar. Al final, los ojos de todos se apoyaron en una única mirada que hizo el esfuerzo voluntarioso de tocar la figura del hermano Pedro, y exclamaron al unísono un profundo y lento "¡Oooooh!"...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Ves, querido hermano?, los ancianos están impresionados contigo. ¡Lúcete con la graciosa verbalidad de tus palabras y dinos lo que has venido a decir!...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Pero cuando el hermano Pedro abrió la boca para hablar, éste le interrumpió:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Sabemos, venerables, que el día de hoy, no es un día cualquiera, y no lo será, ya que lo que hoy escuchemos dejará una marca en nuestro pensamiento, como la huella que deja el viento en los médanos de arena...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Muchos hicieron gestos de aprobación, algunos con la cabeza, otros con las orejas. Algunos bostezaban porque al escuchar aquel: "¡Oooooh!", se habían despertado</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-La respuesta es... -exclamó el hermano Pedro, insistiendo. -¡Y... tenemos... hermanos míos... -interrumpió otra vez, el Gran Maestre--, la responsabilidad de prestar atención al sonido de unas palabras tan movedizas como el agua!, ¡pero cuidado!, ¡que no quite la movilidad, la quietud del espíritu que medita!, nada de nerviosismos, nada de alteraciones, nada de ansiedades...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡La respuesta es... -volvió a exclamar el hermano Pedro.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Un momento! ¡Un momento!-volvió a interrumpir el Gran Maestre-. ¿Estás muy seguro de lo que vas a decir, hijo mío?, ¿lo has pensado ya lo suficiente?, ¿seguro que no necesitas quince o veinte años más? Eres muy joven todavía y temo que tu respuesta sea algo impetuosa y apresurada...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-La respuesta es... ¡Sí!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ante tamaña respuesta todos exclamaron asombrados: "¡Oooooooooooh!", y el aire se tensó de murmullos... <em>¡La </em>respuesta es <em>sí!, ¡La </em>respuesta es sí!, exclamaron de unos a otros, los aterrados hermanos, y se sacudieron ante el susto y se bambolearon de tal manera que tuvieron que asirse al brazo del que estaba más cerca. La palabra lanzada al aire, fuerte, rápida y segura, les cayó como cae un hacha filosa sobre un tronco caído que aun moribundo tiene una inesperada sensación y exhala un débil quejido, más que de dolor, de asombro, pues le hace notar que aún está vivo y para lo único que le sirve es para perturbarle con la idea de que se acerca su fin.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Mi Dios! ¡Sálvenos, Santos Profetas de la Ley!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Se oían clamores de piedad, se buscaba el auxilio de todos los santos. La exasperación colmó el espacio, los sagrados ancianos transpiraron. Muchas más arrugas nacieron en aquel momento. A algunos les faltó el al aire y se volvieron de pronto hipertensos. Otros estuvieron al borde de un paro cardíaco y entonces: reinó el caos...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Dícese, que la Muerte, que desde antaño esperaba para llevárselos a todos, abrió un ojo (porque ya estaba casi dormida), sentada en una silla al costado del recinto, y sonrió... ¡Hasta comenzó a levantarse del asiento! ¡A un paso estuvo de parase y tocarlas vidas de los que ya le parecían eternos!, pero se contuvo todavía, tal vez porque el Gran Maestre, en ese preciso momento alzara la mano para hablar, o tal vez, porque estar esperando sentada tanto tiempo, le había producido un calambre inesperado en una pierna...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Hermanos míos, cálmense!, ¡No derrochen tan vanos murmullos y clamores de espanto!, ¡les ruego a todos!, pues, pesca la ligereza con que el hermano ¡Pedro!, abusa de la economía de las palabras, falta el respeto al espacio, exprime la hondura del tiempo como si la quisiera beber toda en un segundo: ¡no existe... tal... motivo... de alarma!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Por qué no?-interrogaron los ancianos incrédulos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Porqué no?-preguntaron los ecos de las altas torres de la catedral.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Por qué no?-se escuchó decir desde su boca de ultratumba a la misma Muerte, visiblemente asombrada, todavía acalambrada en una silla.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Porque... porque-empezó a explicar el Gran Maestre, y con una vetusta y alegre sonrisa de alivio, respondió--: ¡Porque aún... no he hecho la pregunta!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: ESPERANDO EN UN CAFÉ</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Editorial Servilibro, 2004)</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>LA BATALLA SEMÁNTICA</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=524" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=524">GILBERTO RAMÍREZ SANTACRUZ</a></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Elcacique en todo momento rechazaba las supuestas ventajas que olí ofrecía la vida integrada a la sociedad paraguaya, pero el ministro insistía con la posibilidad de desarrollo que brinda la luz eléctrica, la atención médica gratuita del hospital nacional, la escuela pública para todos los niños de la comunidad y muchas otras ofertas de la civilización.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El mburuvicha o jefe de la tribu un tanto ofuscado, se acomodó su vincha de plumas, clavó en el suelo tres veces su vara de mando y agitó su maraca solicitando atención. Sin pretender convencer al alto dignatario, dejó fluir una vez más su defensa teogónica a favor de la conservación del estilo de vida y la cultura propia:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Por algo ustedes se llaman ciudadanos, porque viven en la ciudad. También por algo a nosotros nos llaman erróneamente salvajes, aunque debería ser selvajes, porque vivimos en la selva.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Volvió a golpear su bastón tres veces en el piso, dio un paso adelante hacia el ministro de educación, enviado por el gobierno para disuadir a los aborígenes de Tatakua, como queriendo hacerse escuchar mejor:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Ustedes a los niños mandan a su escuela para educar en todo, nosotros les mandamos a los nuestros a la selva para aprender de todo, la naturaleza es la única materia que el hombre debe estudiar para vivir armónicamente y sobrevivir en el tiempo sin fin.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El ministro se retiró al instante, después de escuchar al cacique repetir las mismas palabras de siempre, apenado por no poder doblegar tanta tozudez.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sin posibilidad de que le escuche más la máxima autoridad educativa del Paraguay, el cacique siguió su alegato para rematar en una arenga, en tono jubiloso y con énfasis de haber vencido:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Ustedes viven de la naturaleza, nosotros vivimos con la naturaleza. Somos el puente entre la tierra que siembra cuerpos y el cielo que cosecha almas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: EL <em>MALEFICIO Y OTRAS MALDADES DEL MUNDO </em></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">(Asunción: Editorial Arandurã, 2008)</span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>CAROLINA Y GASPAR</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=537" href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=537">AUGUSTO ROA BASTOS</a></strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esa mañana Carolina y Gaspar se aburrían soberanamente con la institutriz, una señora antigua y algo maniática, que venía a darles clases particulares para "sacarlos" de su atraso en la escuela. Esa mañana, además, estaban disgustados con la institutriz, la señorita Petra.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ella les iba mostrando sus colecciones de insectos clavados con alfileres en cajas de celofán. Moscas enormes, abejorros, libélulas, cigarras, luciérnagas, mariposas de todas las especies: un cielo entero de insectos voladores ahora inmóviles y sin vida. Los chicos decían que la historia natural que enseñaba la señorita Petra era una historia antinatural, porque lo natural era que esos bichitos volaran alegremente su vida. Eso es lo que murmuró Carolina por lo bajo, esa mañana:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Esos bichitos deberían estar volando por el aire como los pájaros, como nosotros...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Silencio, niña! ¡No refunfuñe-la retó la señorita Petra con sus anteojuelos de marcos de oro montados en la punta de su nariz-. ¡Hay que tomar en serio las cosas, caramba!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Le tocó el turno a Gaspar. La señorita Petra le señaló con el puntero una mariposa de las llamadas Coronas Boreales. Debió de ser muy hermosa en vida. Antes de estar clavada allí habría sido un verdadero pedacito de arco iris. Ahora parecía apagada. Sólo brillaba entre sus alas la cabeza de bronce del alfiler que la sujetaba en la caja.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Qué es esto, alumno? -preguntó la señorita Petra.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Eso es un crimen! -contestó Gaspar, lleno de repugnancia y tristeza .</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La institutriz amaba mucho sus colecciones de insectos y detestaba a los niños atrasados y respondones.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Vaya al rincón hasta el final de la clase!-le ordenó con la larguísima uña de su dedo índice.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Carolina lo alentó al pasar con uno de esos gestos incomprensibles que sólo ellos entendían.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Por qué esos insectos no están libres? -preguntó Carolina algo maliciosamente a la señorita Petra.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Porque están muertos -dijo ella, ajustándose los anteojuelos-. Ahora nos sirven para que estudiemos sobre ellos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Pero los bichitos muertos no pueden enseñarnos nada -protestó Carolina.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>La señorita Petra cerró sus cajas, se encajó en la cabeza su gorro puntiagudo y se marchó también disgustada esa mañana.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esto sucedió antes de que Carolina y Gaspar hicieran el gran descubrimiento de los muñequitos, hijos del sol y de la luna. Pero esa es otra historia. Y en ésta sólo hablaremos de Carolina y Gaspar, los primos que se querían como hermanos y que eran los mejores amigos del mundo.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Lo cierto es que, en la escuela, los demás alumnos los miraban como a dos bichos raros. Eran los peores del grado, pero eran los mejores en los juegos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Ya desde el jardín de infantes sobresalían entre todos por su habilidad para correr y saltar, hacer morisquetas y contorsiones imitando a los animales, por su imaginación para dibujar con lápices de colores, pegar</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>figuritas en los cuadernos o modelarlos en plastilina. Nadie como Gaspar y Carolina para jugar a las escondidas, el martín-pescador, a la farolera, el arroz con leche, a la mancha. Pero no solamente se destacaban en los juegos comunes. También sabían inventar otros nuevos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Fabricaban telefonitos con hilo de carretel y cajas de fósforos. Hacían musiquita con botellas vacías de Coca-cola cantando a compás el cantito de la Coca-cola.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Imitaron la voz del mar y de los lobos marinos con un organito de caracolas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Con trozos de espejos formaron espejismos y danzas de figuras que parecían llegadas desde lejanos países y hasta desde otros mundos planetarios.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Con trozos de cristales fabricaron telescopios y anteojos de mirar al revés para contemplar el país de Nunca-Jamás...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Carolina cantaba:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Jugamos en la lluvia</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>sin mojarnos...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Y Gaspar cantaba:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Sobre los charcos navegamos</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> con el paraguas al revés</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>y cruzando el mar el mar</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>en una cáscara de nuez...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Así como fue también inventaron un lenguaje. Su propio lenguaje. Empezaron hablando al revés; cada vez más ligero al revés.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>al vés-re... al vés-re... al vés-re</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>dieron vuelta al lenguaje como una alfombra y llegaron muy atrás; seguramente a los primeros balbuceos, al idioma primitivo de los primeros hombres, a la edad en que también los animales hablaban como los hombres:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El tiempo en que la luna y el sol</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> .jugaban juntos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>El tiempo en que el cielo de la noche</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> .y el cielo del día eran un solo cielo.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> El tiempo en que el fuego</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>y el agua jugaban juntos...</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Carolina y Gaspar llegaban por el camino del primer lenguaje a la primavera del mundo y conversaban con los grandes y pequeños animales de la era prehistórica. No les temían, y hasta se llevaban muy bien con ellos. Se hicieron amigos de un gliptodontetatarabuelo que les contaba historias de cuando las aguas del mar se retiraron de la tierra después del diluvio. Se hicieron amigos de los pájaros y especialmente de las golondrinas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>. Ellos volvían a contar estas historias a los demás chicos. Pero, claro, nadie les creía.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Acabaron llamándolos "los loquitos", "los faroleros", les pusieron otros muchos nombres y motes que es mejor no repetir.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Todo esto sucedió antes de que Carolina y Gaspar descubrieran a los muñequitos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Carolina y Gaspar no leen los diarios, ni siquiera las historietas de los diarios, ni revistas de historietas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Por qué ustedes no leen por lo menos las aventuras de Superman?</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> --les preguntó Casimiro, el sabelotodo de gruesos anteojos de miope.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Porque son muy idiotas y aburridas. Siempre cuentan lo mismo. Y el Supermás ese no es más que un supermenos. Y nosotros volamos como él. No, mejor, mucho mejor que él, porque los pájaros nos enseñaron a volar.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Los demás alumnos se rieron a carcajadas y les hicieron toda clase de burlas y de bromas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Cantaban y gritaban en coro dando vueltas alrededor de ellos como endemoniados pieles-rojas:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Gaspar y Carolina</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>son unos charlatones </strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Vuelan como ratones</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> y no van ni a la esquina!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Quieren ver si volamos o no-los desafió Gaspar, cuando ya estahan por arrancarles las cabelleras como hacen los pieles rojas con los enemigos vencidos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esa mañana, en el recreo, Carolina y Gaspar inventaron el rachachá-tum-tum-volarum-volarum, que es un juego muy bonito, pero extraño y difícil: cada uno de los que juegan debe sostenerse todo el tiempo en el</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>aire mientras los demás cuentan abajo cuentos de nunca acabar. Todos, unos tras otro, caían como piedras al saltar de una silla, una pared, o desde la ramade un árbol.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Solo Carolina y Gaspar quedaban suspendidos en lo alto, quietos</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>como picaflores. Luego, cuando los llamaban para descubrir la adivinanza final, descendían suavemente como por un tobogán invisible.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Después de ver esto, los demás les creyeron un poco. Hasta escucharon en silencio la historia que les contó Carolina de que todos los veranos, cuando volvían las golondrinas, se iban a aprender a volar con ellas en un parque que nadie conocía porque estaba a la vuelta del país de Nunca-Jamás.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Un invierno nos iremos con ellas hacia el sol del norte y no volveremos hasta el verano siguiente.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>De nuevo retumbó el coro de las burlas:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> ¡Carolina y Gaspar</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>son unos mentirones:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>golondrinas-ratones </strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>que no saben volar...!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Carolina y Gaspar seguían siendo los peores alumnos del grado.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> Papá Máximo y mamá Mirta, padres de Carolina, tanto como papá</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> Augusto y mamá Carmela, padres de Gaspar, empezaron a preocuparse seriamente por la "rareza" de sus chicos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Mamá Mirta, hermana de papá augusto, la más preocupada de todos, dijo dándose ánimos:</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡No les hagan caso! Ya se les va a pasar. Los juegos son la manera que ellos tienen de descubrir el mundo, de hacer su mundo. ¡Son cosas de chicos!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Que cosas de chicos ni ocho cuartos! dijo papá Máximo, experto en malacología, que es la ciencia de los moluscos y las conchillas-. han desaparecido ya casi todas mis herramientas, mis caracolas, mis piedras preciosas. Y yo sé adónde han ido aparar. ¡A mano de esos dos malandrines!</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Papá Augusto y mamá Carmela, artistas plásticos, más que un poco asustados, estaban maravillados y orgullosos a reventar de su Gaspar.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> -¡Genios! ¡Van a ser unos genios! -exclamó mamá Carmela.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>¡Que genios ni que genios! farfulló afónicamente papá Máxi</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>mo-. ¡si han vuelto a aplazarse este mes en todas las materias! A este paso, acabarán echándolos de la escuela.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Discutieron largamente el caso. Al final decidieron tener en observación a los dos inventores de juegos, a costa de un riguroso encierro y resolvieron contratar a la institutriz para que les diera clases particulares.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Carolina y Gaspar tenían que recuperar lo perdido a juicio de los papás. A juicio de los chicos, la penitencia era como perder lo ganado; era casi tanto como perder el juicio.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>--¡Y esa señorita Petra tan repelente con sus insectos muertos! -se quejó Carolina.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡Tenemos que conservar el juicio si no queremos perder la partida! -aconsejó Gaspar con una mueca de mono que hizo reír a Carolina.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong> Llegó el invierno y sucedió lo que Carolina había anunciado: con las últimas golondrinas se fueron ellos volando. Y no regresaron sino hasta el verano siguiente con las primeras golondrinas que volvían desde las lejanías del cálido norte.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Esto es lo que contaron ambos. Pero nadie puede decir que fuese o no fuese verdad. Lo cierto es que durante ese invierno enferrnaron los dos de escarlatina. Durante la cuarentena de la enfermedad y del aislamiento</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>a que fueron sometidos, los otros niños no los vieron más hasta un poco antes de las vacaciones del verano.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>En medio de la altísima fiebre, que era como el calor de mil soles en su interior, Carolina y Gaspar se alejaban volando con las golondrinas. En la frescura del aire y con los cabellos revoloteando entre los vientos y las nubes, sentían una felicidad que nunca habían conocido tan plenamente.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Y cuando regresaron sanos al mundo de todos los días, sabían muchas más cosas que antes: las cosas que les enseñaron las aves.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-¡No sabes, mamá, lo hermoso que se ve el mundo desde arriba! - decía Gaspar con un extraño brillo en los ojos.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-Papá-dijo Carolina, sacando de debajo de su almohada un objeto brillante como una lunita de nácar o de mármol-. Desde los mares del</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>norte te traje esta caracola que encontré en la isla de Tamoraé, donde está el país de Ojalá-pudiera-ser.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Papá Máximo, desconfiado, tomó la caracola. La observó por todas partes, la olisqueó de punta a punta, pasó la uña por la superficie irisada de todos los matices del cielo y del mar.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>-No -dijo-, esta caracola no figura en mis catálogos ni esa isla Tamoraé figura en mis mapas.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Carolina sonreía, entrecerrando <em>los ojos, </em>como si todavía estuviera volando de cara al sol por los cielos del norte.</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: CAROLINA Y GASPAR</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Editorial Servilibro, 2007)</strong></span></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: right;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>LA SERPIENTE DE CASCABEL</strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=2243" href="javascript:void(0)/*266*/">PILAR RUIZ NESTOSA</a></strong></span></span><span style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong></strong></span></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuando se alejó la camioneta y el monte quedó silencioso, una hechicera indígena que se adornaba el brazo con una serpiente salió del hueco de un viejo algarrobo llevando de la mano al niño blanco. Mientras caminaban por los senderos de la selva que ella conocía le hablaba dulcemente en guaraní. El niño no la temía y entendía su idioma.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Ella le iba diciendo:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Aún no habías nacido, cuando Tacalaguana, el príncipe indio que vive en el fondo del río Pilcomayo, bajo la forma de un sapo, recobró su verdadera apariencia. Él es un joven muy apuesto, hijo del cacique Tacalaguana y de Catalina, una española. Le preguntó a tu hermana Eireté si podía amarlo a é1 y a estas tierras que le pertenecen desde el tiempo en que un gran mar las cubría.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Ella le contestó que no había amor en su corazón. Entonces el príncipe desapareció en el tajamar porque sabe que sólo el amor romperá el hechizo que lo convirtió en sapo. En el fondo del río vive esperando a una niña blanca que ame la naturaleza de la cual él forma parte.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>No temas a la serpiente que llevo enrollada al brazo. Ella es una diosa de nuestra raza que puede adivinar el porvenir. Me habla haciendo sonar sus cascabeles. Cuando te encontramos en Filadelfia, agitó con alegría los cascabeles, porque adivinó que de tí nacerá la niña que salvará a Tacalaguana. Luego me ordenó lo siguiente:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Devuelve ahora al niño. Más adelante, cuando estén en medio de la espesura, será el momento de apoderarte de él. Lo llevarás a la Gran Laguna que sólo los indios conocen; allí vivirá contigo y le enseñarás que:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>“Estas tiernas <em>son </em>sagradas para <em>nosotros. </em>Sabemos que el hombre blanco no <em>comprende </em>nuestra manera de ser. Trata a su madre, la tierra, y a su <em>hermano, </em>el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y <em>vender, </em>como si fuesen corderos y cuentas de vidrios. Su apetito insaciable devorará la tierra y dejará tras de sí solo el desierto.<br />
Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando el yaguareté, el puma y el yaguareté, el puma y el yacaré sean exterminados, cuando los recónditos rincones de los bosques no exhalen sus perfumes. Diremos:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>¿Dónde está el espeso bosque?</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>¿Dónde está el yaguareté?".</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Una bandada de cotorras parlanchinas interrumpió a la hechicera y Bruno le preguntó qué decían.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Ellas son las encargadas de informar a todos los animales de la selva las noticias del día. Hablan sobre nuestro viaje a la Gran Laguna y les piden que nos ayuden. Pronto aprenderás el lenguaje de los pájaros y podrás hablar con ellos. Pero ahora se está haciendo de noche y necesitamos ramitas de labón para encender el fuego.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La hechicera encendió el fuego, preparó la cena y luego acomodó al niño en el hueco de un árbol, éste, cansado pronto se durmió. Entonces la serpiente volvió a agitar sus cascabeles diciendo así:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-No puedo decir cuántas generaciones pasarán, pero algún día la hija del niño blanco se unirá por amor a Tacalaguana y juntos descubrirán que nuestro Dios es su mismo Dios y que su compasión es igual para el hombre de piel roja que para el hombre blanco. También sé que ese día será el día de mi muerte.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Al terminar de musitar la palabra que pone fin a la vida, los cascabeles entrechocaron entre sí imitando el lúgubre sonido de las matracas.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La anciana hechicera se dispuso a velar al niño dormido. Para ahuyentar el sueño alimentaba la hoguera, cuyo calor le era grato a la serpiente y cuya luz atenuaba tímidamente las sombras de la noche que cobijaban al urutaú de grito lastimero y al ñacurutú de grandes <em>ojos </em>y silbido penetrante.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La hechicera rogó a la serpiente que le descubriera el porvenir.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Deseo saber si algún día se encontrarán Tacalaguana y la niña blanca-le preguntó.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La serpiente le contestó:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Mira las llamas fijamente y te haré ver la gloria de ese día.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La anciana le obedeció y el sortilegio de la serpiente le hizo ver cl siguiente cuadro:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-La aurora se levantaba tiñendo de rosa el horizonte mientras las garzas levantaban vuelo confundiéndose con el color del cielo. Una niña blanca dirigía sus pasos hacia la laguna cubierta de camalotes. En la orilla se detuvo y arrojó un anillo de oro al agua diciendo:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>*"¡Oh, cristalina fuente,</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Si en esos tus semblantes plateados</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Formases de repente</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong><em>Los ojos </em>deseados</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Que tengo en mis entrañas dibujados!"</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Al conjuro de estas palabras, un sapo saltó del agua llevando un anillo en la boca.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La niña le sonrió diciendo:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-Ven, Tacalaguana, tu espera ha terminado. Yo te amo.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Así se rompió el hechizo y el príncipe de largos cabellos negros y azules <em>ojos </em>deslizó el anillo en su blanca mano. Entonces todas las aves levantaron vuelo y formaron una nube de plumas multicolores que envolvió a la pareja.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: TACALAGUANA, EL PRÍNCIPE DEL PILCOMAYO </strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Intercontinental Editora, 2009)</strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>ESA MUÑECA</strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=550" href="javascript:void(0)/*267*/">NIDIA SANABRIA DE ROMERO</a></strong></span></span><span style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=550" href="javascript:void(0)/*267*/"></a></strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Esa muñeca no la puedo olvidar, me la trajo la tía Mabel, de vuelta del paseo como una recordación.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>¡Qué bella, era de cartón prensado, pintado los labios en rojo y los ojos en marrón!</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Por la noche dormimos en el mismo lugar; yo aquí ella allá juntas las dos y dispuestas a soñar.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Al amanecerme levanto a mirar si la picarona ya se puso a despertar. ¡Claro!, es cumplidora y dispuesta a ayudar. Cara limpia porque con un plumerito me pongo a limpiarla, sacando los polvillos y luego a jugar.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>¡Cómo extraño a esa muñeca que supo jugar sin molestar!</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La llevo conmigo en mi corazón. Por eso amo a mi muñeca nueva, que me regaló mi madrina Isabel. ¡Más bella la otra, claro! Pero esta me divierte también.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La tengo conmigo en la cuna del patio y cuando vienen las niñas del barrio trayendo sus muñecas, me parece que la mía es la mejor, porque la amo, porque es mi compañera.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Pensando un poco también, me gusta la muñeca negra de María y la rubia de Raquel. . . La pelirroja que canta regalo de mi prima María Nidia con quien juego también. Y... sigo pensando... buena falta me hará un carro para pasearlas... ¡Eso!... Le pediré a mis abuelos y todos juntos saldremos a disfrutar.</strong></span></div></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><div style="text-align: center;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>NAVIDADES BLANCAS</strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1104" href="javascript:void(0)/*270*/">RAÚL SILVA ALONSO</a></strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>La primera reacción de Don Pedro al correr las cortinas y ver las plantas, los árboles y hasta la superficie de la piscina, cubiertas por todo ese polvillo como de nieve, fue maldecir.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Maldecir al jardinero, que de nuevo había desparramado sobre las hojas y no en la raíz de las plantas como le tenía dicho, las cenizas de las brasas que quedaron en la parrilla después del asado del domingo.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Pero luego, mirando con más detenimiento todo el césped del parque, de más de tres hectáreas, y hasta la copa de los árboles, cubierta por esa microscópica curubica blanca, llegó a la conclusión de que el Zenón no podía ser responsable de aquel desparramo en todo el jardín sólo con las cenizas de la parrilla y una pala.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Entonces salió fuera de la lujosa casa a indagar.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Y decidió volver a acostarse porque todavía debería estar dormido, soñando.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Lo que parecía nieve, era nieve. En plena isla del Caribe.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>A pocas calles de la mansión ubicada en un suburbio ahora cubierto de nieve, agonizaba un niño.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Agonizaba sonriente en la única habitación que hacía de dormitorio, cocina y comedor del ranchito.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Rodeado de su madre y sus cinco hermanos, quienes siempre lo</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>habían considerado un poco raro, les decía exánime, cómo, si uno desea algo, cualquier cosa, con la suficiente fuerza, lo obtiene.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>-¿Acaso no queríamos unas Navidades blancas, con nieve, como en los cuentos...? fue lo último que dijo.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Abandonó su cuerpo aferrado con las manos a la manta que lo cubría, y el débil cuerpecito quedó como esas cáscaras de las cigarras, prendidas a la corteza de los árboles.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Ascendiendo cada vez más alto, pudo ver como una pelota de golf en el green, las casitas de tablas de su barrio y la gran mansión cubiertas por la nieve, en medio de la vegetación tropical.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Allá abajo, gritaban desconcertados los loros y las cotorras desde sus nidos y en los cocoteros.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Indiferentes papagayos de colorido plumaje volaban majestuosamente desde las palmeras a los árboles de palta ahora blancos de nieve, como si no les sorprendiera la extraña decoloración del paisaje.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Sólo una familia de monos permanecía silenciosa y casi inmóvil en el suelo, sentados en círculo como en sesión de emergencia, comiendo con gran concentración las congeladas bananas de un cacho.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: ALGUNOS CUENTOS ASOMBROSOS Y MICROCUENTOS</strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Editorial Servilibro,2006)</strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>DE CUENTOS y HORARIOS</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>Poesías de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=561" href="javascript:void(0)/*271*/">LILIAN STRATTA</a></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">DE CUENTOS</span> </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Atento escucha mi niño</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>y sus ojos se van lejos</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>con este libro de cuentos.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Siguiendo las narraciones</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>por extensas tierras viaja:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>como un pintor con pinceles,</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>pone nieve en las montañas</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>y en las arenas ¡camellos!</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">HORARIOS</span> </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Por las mañanas,</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>cuando uno desayuna</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>a las siete,</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>a las diez.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>tiene hambre.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Comería cualquier cosa</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>menos alambre.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Por las noches,</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>satisfecho de panes</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>y mermeladas</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>con mi libro de cuentos</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>voy a la cama.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Y por si me despierto,</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>tengo mis galletitas</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>bajo la almohada.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: <em>FRA-FA Y OTROS POEMAS</em></strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong> (Asunción: Editorial Servilibro, 2004)</strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>LA LÁMPARA VERDE</strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=837" href="javascript:void(0)/*275*/">LOURDES TALAVERA</a></strong></span></span><span style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong></strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Las luciérnagas ejercen una extraña atracción sobre Andrés. Un grillo canta y arrulla las sombras del hombre y la niña, sobre el muro del jardín, en la noche poblada de sonidos. Las luciérnagas danzan y son como diminutos puntos que titilan en el firmamento del corredor que rodea la casa.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Andrés desde su escondrijo, se esfuerza en atraparlas con sus manos y guardarlas en un frasco vacío que él había preparado para colectarlas. Tomó la precaución de agujerear la tapa y reemplazarla por un lienzo de trama porosa para impedir la huida de los insectos y permitirles sobrevivir. La mamá de Andrés permanecía en cama debido a una afección que la dejó inmovilizada e incapaz de expresarse por medio de las palabras. Cada mañana el niño la saludaba con un beso cariñoso.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>En las noches, ella se agitaba en el lecho, en medio de la oscuridad. Andrés intuía que su mamá tenía miedo. El doctor les explicó que la luz la irritaba mucho y por esa razón la mantenían en penumbras para que no se alterara. También, Andrés experimentaba un fino temblor cuando el sol se perdía en el horizonte; y la noche con su manto negro iba cubriendo la granja y el monte. Los viejos en la cocina dejaban pasar el tiempo, desgranando relatos sobre aparecidos y tesoros escondidos, como granos de maíz de una mazorca. Cada tanto, lanzaban algún escupitajo, a través de la puerta abierta, hacía el piso de tierra del patio.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Pedro, el papá de Andrés participaba poco de la vida familiar, porque sus frecuentes viajes lo mantenían alejado del hogar. Prudencia, una mujer cuya edad resultaba indescifrable, era la encargada de la casa. Cuidaba de Ángela, la madre de Andrés, bajo la supervisión del médico del pueblo; vigilaba que el niño fuera diariamente a la escuela y que todo estuviera bajo control hasta la próxima llegada del patrón.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Ángela amaba el jardín, en los <em>atardeceres </em>de verano, al finalizar sus tareas domésticas, solía instalarse bajo una casuarina a leer un libro hasta que el cansancio la sumía en un ligero sueño. En las noches estrelladas se sentaba con el niño en el jardín y miraban juntos la danza de las luciérnagas; ella <em>le </em>comentaba en <em>esos </em>momentos anécdotas vividas con su madre en la infancia. La había perdido siendo muy niña y, cuando la tristeza intentaba desteñir aquellos <em>recuerdos, </em>Ángela revolvía el baúl donde los tenía atesorados y de allí emergía el destello verde de la mirada materna.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Como la mamá de Andrés desmejoraba cada día más, Prudencia se sintió obligada a pedir al patrón que adelantara su regreso. Andrés se empeñó afanosamente en colectar el mayor número de luciérnagas. Una noche cuando, en el cuarto a oscuras, él colocó sobre un mueble, a la vista de su madre, aquella lámpara. Ella entreabrió levemente sus párpados y se sorprendió ante la improvisada fuente de luz. La mujer sonrió dulcemente a su hijo y se durmió tranquilamente, envuelta en la tenue luminosidad que emanaba del frasco de vidrio lleno de luciérnagas.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Pasaron los años y Andrés aún experimenta una gozosa exaltación al mirar la danza de las luciérnagas que le remonta al infinito de sus afectos más entrañables. De repente, una vocecita lo sobresalta:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Papá, las luciérnagas traen a la abuela a pasear por el jardín.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: JUNTO A LA <em>VENTANA </em>(Asunción: Editorial Servilibro, 2003).</strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Publicado también en <em>Lengua </em>y Literatura Castellana 9, página 30.</strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Tercer Ciclo de Enseñanza Básica. EEB.</strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Atlas Representaciones, 2010)</strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><div style="text-align: center;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>SELECCIÓN POÉTICA DE <em>MENSAJEÁMENA</em></strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Obra de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1594" href="javascript:void(0)/*276*/">JAVIER VIVEROS</a></strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>1 msj d txt - Un mensaje de texto</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>a la ciudd d Atnas - a la ciudad de Atenas </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>y no moria Filipids tan jovn - y no moría Filípides tan joven.<br />
</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Como 1 profeta - Como un profeta</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>nviaste tu msj - enviaste tu mensaje</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>y dsd ntoncs t sigo. - y desde entonces te sigo.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Iba pasando n vos - Iba pensando en vos</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>y pac x 6 qadras - y pasé por seis cuadras</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>l sitio dnd tnia q bajarm - el sitio donde tenía que bajarme.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong> </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>C q al sin saldo - Se que aun sin saldo</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>si 1 poema s pa vos1 compania - si el poema es para vos la compañía</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>lo va a nviar = - lo va a enviar igual.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>L tngo f - Le tengo fe</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong> </strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: <em>MENSAJEÁMENA: </em>POEMAS A RAS DEL SALDO</strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Arandurá Editorial, 2009)</strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong>***</strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>UN PASEO A CAACUPÉ</strong></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><span style="text-align: justify;"><strong>Cuento de <a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=580" href="javascript:void(0)/*279*/">ELSA WIEZELL</a></strong></span></span><span style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong><a _cke_saved_href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=580" href="javascript:void(0)/*279*/"></a></strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Mi tío Manuel tiene un ómnibus y nos invita con frecuencia a salir de paseo.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Resolvimos aceptar la invitación este fin de semana en un paseo hasta Caacupé.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>El domingo nos levantamos muy temprano.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Fuimos mis dos tíos, mis primitos y mi hermano Juan...</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Después de algunos kilómetros llegamos a Itaguá. Allí teníamos al amigo de mi tío, el padre Pedrozo, que es el párroco de la iglesia. Mi tío lo quiere mucho y hace tiempo son amigos.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Mi tío explicó que su amigo era también poeta y que él había asistido a su primera misa folklórica en su iglesia.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Al salir de Itaguá fuimos a ver los trabajos de ñandutí que se exponen a la vera del camino; a mi tía le gustó mucho un mantel celeste y lo compró.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>En Itaguá comimos algunas chipas y seguimos viaje a Ypacaraí. Cruzamos hermosos paisajes con colinas. A lo lejos se veían las plantas de coco.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Un lago azul estaba en el paisaje lejano.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Mi tío nos dio naranjas y algunos los comimos porque teníamos mucha sed. Mi hermanito comió mandarinas.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Después de pasar los cincuenta kilómetros desde Asunción, llegamos a Caacupé.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Vimos a la entrada una linda plaza donde bajarnos y jugamos un poco.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Mi tía me dijo que quería visitar a la Virgen de los Milagros. Nos fuimos al templo todos y rezamos un rato.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Al salir del templo, todos estábamos muy contentos. Recorrimos las calles para ver los recuerdos típicos de Caacupé.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Después de mirar, mi primo decidió comprar un hermoso sombrero pirí con flores lilas, verde y azul. A mí el tío me regaló una alcancía hermosa.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Después de comprar estos recuerdos, fuimos a almorzar bajo unos árboles, cerca del arroyo.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Habíamos llevado la comida y algún refresco.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Los niños jugábamos mientras los tíos se sentaban tranquilamente a conversar; cuando llegó las cuatro de la tarde, mi tía dijo que podíamos regresar.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>¡Qué lindo era el paisaje!</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Antes de llegar a Asunción, nos pusimos a cantar "Qué linda es nuestra tierra".</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>DE: <em>ESTE </em>ES MI PUEBLO </strong></span></span></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>(Asunción: Edición de autor, 2006)</strong></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></span></strong></strong>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-32673529965708505392011-12-01T14:49:00.000-08:002011-12-01T14:49:22.662-08:00MÚSICA SINFÓNICA PARAGUAYA EN EL DÉCIMO SEGUNDO CONCIERTO DE TEMPORADA DE LA OSN / TEATRO JOSÉ ASUNCIÓN FLORES DEL BANCO CENTRAL DEL PARAGUAY, VIERNES 2 DE DICIEMBRE 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrwNL_i51k2kJ6GHnkRbdNjhrFuRS0LYThy2WQLvsig5YIiLJEeeDQDrlZeEjQfeyq3mv-cMccZe71J792AkFyLmdCllVNxxcFosv6NlUi6_OlLUlWAdwyS1tSSgGBIgKfJTa28kiINkO3/s1600/orquesta+sinfonica+nacional+12to+concierto+2011+t.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" dda="true" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrwNL_i51k2kJ6GHnkRbdNjhrFuRS0LYThy2WQLvsig5YIiLJEeeDQDrlZeEjQfeyq3mv-cMccZe71J792AkFyLmdCllVNxxcFosv6NlUi6_OlLUlWAdwyS1tSSgGBIgKfJTa28kiINkO3/s400/orquesta+sinfonica+nacional+12to+concierto+2011+t.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: lime;">MÚSICA SINFÓNICA PARAGUAYA EN EL</span></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>DÉCIMO SEGUNDO CONCIERTO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>DE TEMPORADA DE LA OSN</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>En la ocasión se realizará la primera audición de una obra del destacado compositor argentino Germán Lema y también se pondrá a consideración un trabajo orquestal del músico compatriota Remigio Pereira.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El viernes 2 de diciembre del corriente, a las 20:30, la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay (OSN), dependiente de la Secretaría Nacional de Cultura, dará su Décimo Segundo Concierto de la Temporada 2011. Dicho evento tendrá lugar en el Gran Teatro “José Asunción Flores” del Banco Central del Paraguay, en la fecha y hora antes mencionadas, con entrada libre y gratuita.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La música sinfónica paraguaya, con obras de nuestros grandes compositores, será la gran protagonista de la noche.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Es importante mencionar que se realizará la primera audición de “EL SILENCIO DEL TURÚ”, poema Sinfónico de Germán Lema, destacado compositor argentino, con una solida y completa formación musical, quien actualmente reside en nuestro país. Además los presentes tendrán la oportunidad de escuchar por primera vez “ESCENAS SINFÓNICAS DE LA HISTORIA PARAGUAYA”, trabajo de composición y arreglo orquestal de Remigio Pereira, profesional paraguayo con una gran trayectoria nacional e internacional. Ambas obras fueron creadas, exclusivamente para la ocasión, a petición de la dirección de la Sinfónica Nacional del Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Cabe resaltar que “ESCENAS SINFÓNICAS DE LA HISTORIA PARAGUAYA” está complementada con glosas de José Antonio Galeano y contará con participación especial de los bailarines del Ballet Nacional del Paraguay, Gloria Morel y José María Villanueva.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/orquesta%20sinfonica%20nacional%2012to%20concierto%202011.jpg" /></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Bajo la dirección del M°. Juan Carlos Dos Santos, la OSN Paraguay desarrollará el siguiente programa:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- "ESCENAS SINFÓNICAS DE LA HISTORIA PARAGUAYA" - ORQUESTACIÓN: REMIGIO PEREIRA, </strong><strong>POEMA SINFÓNICO</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- PAS DE DEUX PARAGUAYO - DANIEL LUZKO Y NANCY LUZCO</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- EL SILENCIO DEL TURÚ- POEMA SINFÓNICO - GERMÁN LEMA </strong><strong>(ESTRENO MUNDIAL) </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> <br />
- PIZZICATO EN CASCADA - HERMINIO GIMÉNEZ</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
- ARASY - SUITE PARA BALLET - FLORENTÍN GIMÉNEZ</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>- LA EPOPEYA (OBERTURA SINFÓNICA) - HERMINIO GIMÉNEZ</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El Maestro Juan Carlos Dos Santos, Director titular de la OSN Paraguay, es un profesional de reconocida trayectoria artística a nivel nacional e internacional y ha dirigido importantes orquestas en el país y en el extranjero; el pasado 21 de octubre dirigió la Orquesta de Cámara de Vitória, capital del estado de Espíritu Santo (Brasil). Es también Arquitecto y Master en Educación Universitaria, ejerciendo funciones docentes en la Universidad Nacional de Asunción, la Universidad Católica y la Universidad Americana. Además ha dictado conferencias en la Pittsburg State University (Universidad del Estado de Pittsburg- EE.UU.).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Los conciertos de la OSN, de la Temporada 2011, se concretan en el marco de un convenio de cooperación mutua entre el Banco Central del Paraguay y esta Institución.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta y otras actividades similares pueden llevarse adelante con el respaldo de la Secretaría Nacional de Cultura, la Municipalidad de Asunción, y entidades amigas que apoyan la cultura. Son sus presentadores oficiales: El Hotel Guaraní Esplendor, Asunción Vanpack; Ateneo Paraguayo, Microsystems; Show Time, Unión Libanesa, y Villandry Flores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>SOBRE LAS OBRAS:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><u>ESCENAS SINFÓNICAS DE LA HISTORIA PARAGUAYA </u></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><u>(PRIMERA AUDICIÓN)</u></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>REMIGIO PEREIRA (PARAGUAY)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Este poema sinfónico hace un recorrido musical por las diferentes etapas de nuestra historia; desde antes de la llegada de los españoles a estas tierras hasta nuestro periodo independiente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tiene las siguientes partes: 1-La tierra sin mal; 2-Colonizacion Española; 3-Epoca de la Colonia; 4-Independencia-"Un nuevo Amanecer"; 5- Triple alianza; 6-Muerte de Solano López; 7-Capricho Paraguayo; 8-Jose Asunción Flores; 9-La Guerra del Chaco.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Así el músico Remigio Pereira, en el marco del bicentenario patrio, con creaciones propias y un compendio de las obras de nuestros compositores más representativos; como Emiliano R. Fernández, José Asunción Flores y Herminio Giménez, realizó una gran labor de orquestación para recordar con melodías y ritmos más de 200 años de historia paraguaya que esta noche pone a la consideración del público. La obra está complementada con glosas y danzas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>PAS DE DEUX PARAGUAYO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>DANIEL LUZKO- NANCY LUZKO (PARAGUAY)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><strong>Es una obra para ballet creada especialmente por los hermanos Daniel y Nancy Luzco, reconocidos músicos compatriotas que residen en EE.UU., como parte de las celebraciones por el Bicentenario de nuestra Independencia. El pasado 15 de mayo fue exitosamente estrenada por el Ballet Municipal de Asunción, acompañados de la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay, bajo la dirección del maestro Juan Carlos Dos Santos. En la oportunidad participaron como invitados especiales el bailarín del Teatro Colon de Buenos Aires, Juan Pablo Ledo, y la bailarina paraguaya Sofía Schittner. </strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La coreografía fue idea original de Miguel Bonnin, Director de del Ballet Clásico y Moderno Municipal, quien pidió a Nancy Luzco crear una música que tenga melodías paraguayas y estructura de un Pas de Deux Clásico.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Con este trabajo se demuestra que la música, la danza y el espíritu paraguayo pueden unirse para ser interpretados en un lenguaje Universal.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>EL SILENCIO DEL TURÚ- POEMA SINFÓNICO (PRIMERA AUDICIÓN)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>GERMÁN LEMA (ARGENTINA)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Germán Lema, destacado compositor, pianista, docente y organista de jazz, de nacionalidad argentina, describe su obra “El Silencio del Turú” como un poema sinfónico que transita por diferentes climas y paisajes sonoros, con conceptos de música cíclica y modal basados en la música indígena. La obra no tiene una estructura definida, sino que los pequeños fragmentos melódicos que la componen la van construyendo de acuerdo a cómo se superponen unos con otros.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El Silencio del Turú contrasta secciones minimalistas de armonía estática con pasajes politonales en los que se suceden fragmentos melódicos en distintas tonalidades simultáneamente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta es la segunda pieza orquestal del autor y fue compuesta especialmente para la Orquesta Sinfónica Nacional, con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>PIZZICATO EN CASCADA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LA EPOPEYA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>HERMINIO GIMÉNEZ (1905 - 1991)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Herminio Giménez uno de los autores más representativos del Paraguay, con más de un centenar de composiciones musicales, entre las que se destacan inspiradas guaranias, polcas y canciones; a las que se suman piezas orquestales de carácter sinfónico-popular y música netamente sinfónica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Gran parte de sus obras se basan en historias, leyendas, argumentos o temas específicos, sobre los cuales crea la música; un digno ejemplo es “PIZZICATO EN CASCADA”, donde las cuerdas destacan con lirismo y belleza melódica la majestuosidad de la naturaleza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Con el objetivo de rendir un homenaje al heroísmo del hombre paraguayo en la contienda del Chaco, como ya lo hiciera en su canción épica Cerro Corá, Herminio Giménez compone la Obertura Sinfónica “LA EPOPEYA”. En la misma acude a citas del Himno Nacional Paraguayo, de la canción Cerro Corá y otros motivos, obteniendo resultados de gran emotividad. Sonoridades de gran modernidad, en el manejo de los metales, la incorporación de sirenas y efectos variados en la percusión otorgan a esta pieza momentos culminantes, transmitiendo con profundidad y fuerza exterior los más altos valores de la dignidad humana y el heroísmo patrio.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>FUENTE: “El mundo sonoro de Herminio Giménez”, publicado por Luis Szarán el 4 de setiembre de 2007.: CANCIO GIMENEZ, Ediciones Intento, 1987 (212 páginas).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ARASY (SUITE PARA BALLET)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>FLORENTÍN GIMÉNEZ (PARAGUAY)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Con argumento y música de Florentín Giménez, “Arasy” es una suite para ballet basada en una beldad de la mitología guaraní, cuyo nombre lleva la obra; sin embargo en su estreno tuvo la forma de concierto.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Consta de ocho movimientos o partes:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Preludio Orquestal</u>: Se oye los últimos truenos de una noche tormentosa que va callando para anunciar el amanecer.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Nuevo Día</u>: Los árboles empiezan a mover sus follajes, los pájaros inician sus cantos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Metamorfosis</u>: De entre las malezas surgen elementos que lentamente van tomando forma humana; entre ellos está Arasy que vuelve a la tierra, reencarna a la vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Fantasía</u>: Un enjambre de hombres yu mujeres, ya en sus formas reales, representan a seres de su tiempo. Arasy danza y con ágiles piruetas despierta la atención, logrando que todos la acompañen en una fantasía triunfal.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Danza del Espanto</u>: Una aterradora música describe la lucha entre hermanos. Arasdydanza desesperadamente entre ellos hasta el cese de la lucha y el retorno a la paz.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Tristeza e Invocación</u>: Entre los despojados humanos Arasy danza invocando a los cielos perdón por los pecados humanos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Danza de los muertos</u>: Tétrico misterio; dantesco espectáculo en la danza de los muertos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- <u>Rito de fe</u>: Arasy vuelve en sí y clama por la absolución de los hombres. Todos festejan el ansiado laudo que se avecina con danzas que rinden culto a Arasy para festejar el triunfo final.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/orquesta%20sinfonica%20nacional%2012to%20concierto%202011%20invitacion.jpg" /></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Para mayores datos:</strong></span></span></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>María Aidée Recalde Alcaráz</strong></span></span></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>[ <a href="mailto:aidee_prensa-osn@hotmail.com" target="_blank"><span style="color: red;">aidee_prensa-osn@hotmail.com</span></a>]</strong></span></span></span></strong></span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong></strong></div><div style="text-align: right;"><strong>FUENTE: Archivo OSN Paraguay</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-80229248722390010082011-11-29T14:36:00.000-08:002011-11-29T14:36:24.673-08:00JORGE CANESE - XUPANDO, XILOKONA - XÔ®XÊ Ka / Registro: Noviembre 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6fIfG71A4EQtxJxHHgU2nOrRXVNV7immMt8epmkkzfVbpLCwUHcfskOuXuqOXTsUs1AB8XpUdv0OnVKFgjdWFbvSoWBK2zWznpW09n0zlF7VmkZxEzvF-pt5l2uYh_sp9kz12dJwWaL0w/s1600/jorge+canese+xupando+xilokona+2011+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" dda="true" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6fIfG71A4EQtxJxHHgU2nOrRXVNV7immMt8epmkkzfVbpLCwUHcfskOuXuqOXTsUs1AB8XpUdv0OnVKFgjdWFbvSoWBK2zWznpW09n0zlF7VmkZxEzvF-pt5l2uYh_sp9kz12dJwWaL0w/s400/jorge+canese+xupando+xilokona+2011+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>XUPANDO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>XILOKONA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>XÔ®XÊ Ka</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=357"><span style="color: red;">JORGE CANESE</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>miniantolojìa</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>autoerôtika</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>provisoria</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong><em>si el tiempo no existe</em></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><em>¿qué es lo que tanto se repite?</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>1. IGNOPATRIO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Epa! Dedóndekaraxoxalióéxto?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paredâo Tamkrexu paredâo!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Pa-parakuaxos temvolos hunidos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nu-nuetro vrío nos-jué reprimido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ni-ni kurepas ni xankis ni nada.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ni-ni brazokas ke xurtam kagadas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Parakuaxos repúvlika o muerte,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nuestra muerte nos dio-ó livertâ.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ni opreso-sor(et)es ni xierbos kalientan</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>do-onde reinan:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>u’rror i korruk-xiôm (bis).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>kaos en el vana-nal?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>xonxadeyaguaretê!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>2. ÑANE AUTHENTICAL WAY-LO-LIFE.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Ha mba´e he´ita anga ha´ekuera? ¿Ha mbaupei ñandé ñapenata ijehegui? Upeva katu iproblemaité. Que escuche el que tiene dientes. Y escupa el que perdió la voz: enhorabuena. Ñande javivita tranquilopá. Taguató-pytanguyportetujape. Ymatiempopeguareicha. ¿Napemandu´ai-pikó lo-mitä, kuñá, mita´i? ¿Ajepa peneakävaí, peneakäkurú? ¿Ajepa pene indio, pene kaigué, pene dejado-atyra? Estoy diciendo que los muertos tenemos un idioma. Mínimo-minimorum: michimi. Ñamba´apokena lo-mitä. Japensá, jakalkulá, jafilosofá ha jameditákena. Jaleé ha jañe´e, jakonsientisákena ñaneprójimo proletario, ñaneirü kaigué, ñanerapichá imembyvéa, imboriahuvéa, iñinutilvéa. Melodías poco convencionales. Aflicción. Nada de oficio. Y poco condimento: lo que nadie pensó. Oid mortales: suena simpático. Sin sentido y sin fondo terminan las desgracias y el circo sacrificial. Ñamba´apota katu lo-mitä. Ha upeicharö oré roganata, oré rotriunfata, oré roimponeta ore pensamiento, ore sistema, ore autentical-way-of-life</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>3. TEODOLINA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Hacía (como) mucho tiempo que había pasado la época del Xamán Xapucero. Apenas un vago muy vago recuerdo quedaba del héroe y sus descabelladas travesuras. Kaxike miró a Konxita que volaba con sus mejores (p)artes. La muerte florecía y las coincidencias (köinsidensias como románticamente les gustaba pensar) fluían como callos rascados por el po´ëta. El po´ëta tambien era un vago-viejo muy viejo rekuerdo. Hasta los mundos habían cambiado. Tanto que se hacía dificil creer en las leyendas de los ginecólogos. Como si la vida se hubiera desmaterializado, pareciéndose más a los sueños que a la muerte. La ansiedad y el deseo animal habrían o hubieran debido mermar. Todo el mundo en bolas (y a los gritos). Sin educación. Sin tanta pantomima. Época de la Conspiración de los Ginecólogos. KXK estiró la mano y agarró una teta. Los calores subieron. Kon-X-ta entreabrió las piernas y se empezó a ir. Qué fácil, pensó: lo mejor de la vida es(tá en) Saber Morir. Metáforas eran las de antes. Así como decir como-quien-no-quiere-la-kosa que el sexo salvará a la especie.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>4. VIEMBENIDOS A K’AXUMXOLAMBDIA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Kamaleôm kamaleona ¿xerá exa kulona?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nde-tembolâü ¿xerá exa tetom-na?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>dale xeamâ</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Eme’ena xeve alkabomí la-aipotamìtava.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>L’aïkotevëva. Vrí-vrí lo-ke-tené. Xegutá koroxo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Pene? Hatejoder putona keparakonxadekamaleona</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>me arreglo xoloxolito & xô.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Exa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>tomawa tereré</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>kom lûos-volûos horniturrinkos holigophrénikos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>k’kultiwawan la xakra del manikomio.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Xô</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(k’era el woludo k’le xewawa el vem-dikto tereré</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-tratando d’ligar alguiktu-)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>xalpikawa piximanixesh werdex</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>a-l-ber xi algûm día xerminarían wiyetes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>(Máis k’wolûo: golûo kulupeludu).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Morxi: pexamus mau.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>5. KULITO BLANCO-BLANDO: TE QUIERO MÁS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La poesía nunca conectó con el mundo anímico-genital. Mundo aparte que no necesita de comentarios ni explicaciones. En el principio era el verbo ndajé. A no ser que traduzcamos verbo x pija: será un error. Bengalas para los auténticos iniciados. Kururú azulejo. Mera manera de pasar. Y como si todo fuera un sueño volverá Morpheo con su (s)onda tántrica-nasogátrica y sus pesadillas visionarias. Compartiremos un sueño justo: el sueño de los justos. El mundo no nos entenderá KX. Corre creyendo que escapa. Pero la boca del lobo está ahí, de la sartén al fuego: la esquizofrenia. Sinfonía kakofónika de gritos, antropofagia y espectros por todas partes. Un camello kogido por un elefante. Pijachos sin ningún temperamento. Concha seca, kaxuxa gris: ¿a eso le llaman amor? Dirían los po´ëtas que siempre mienten demasiado: que no es verdad. Que no puede ser. Que cada cuál con su locura y su chiquero a cuestas. Peor que peor. Apokalipsis: mezcla de poko, moco y slip en proporciones desiguales. Después del sexo nos quedará la gula.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>6. U XIXU XIKU & O XANXU AMARIYO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Xô me marx-turbo. Numka lo-oh xuphixente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tu-ti menox-turbias. Widê-praké? Pupitre? Tranki.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ha’e xe meas-turba menos q’exa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>xe-mexa / kum xorro kaxarro</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>en uma proxaika palanganaemloçada-nangana-ymá.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>mineta morxeta</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Noxotrox nox max-turva(rë)mus bumdanchis</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>kiêm xalpika más longhi,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>kiêm xumta máiz flekus.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Noxenchis nozenchis kandenchis bubu.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Bohotras fleflekam kaxuxas al-mangu</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(flo-flo-frotanchis).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Eyas xe limpan. Echos xe kagan... derrisa</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>lopito-púx!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>neber nákewer</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Xonidos de-mi-tierra. L’k’olmo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Loko’lmuuuuu.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>7. XIRBIENTA XIRAKUXA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Tuda la pixa é pouka. Toda konxa kanxa?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tudu klíktoris é hoda moda xikuti xumxi</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>muroxita ku-kulona teto-kuerona.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>dixo y kexo</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Kulo al-phrenchi kapitôm.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Debruxe lápido lápidu xofi</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>k’xe-mphría el puxo pexoxo pendorchu.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> ro’o ruvy?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ro’y</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> rory</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Truku: karûvaí atú-exê</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>8. BOMBACHITA KUNU´Ü.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Agachate nena linda, agachate che mamá, a ver si poro-al-descuido ta-ma´ëmi nde tatú. Takoari ñamanone, tamanomi che-kambá. Bombachita-a-motare amanoseté, ahechane hakure nde cuarto-ipyguiolado. Por siempre-ngo a consentí (vyroreí de las vyrezas), ahëtusé de las cortezas, ykere nde tatu´i. Maiteí cheve: peteí, la cabecita amoïro, el resto tembo-reí. Bombachita kunu´u, koanga añepyrü el baile con insistencia: anichene la pendencia... che intrumento neraihú. Las chifladuras tienen sus cosas, su mate amargo, su tereré lavado. ¿Erótica häu? Juro que me alzaré en enero. La concha del jabalí rompió el condón rutilante. Pobre tipo che-ra´a comentó Engelberta, la que siempre anduvo (obviamente) con la concha abierta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>9. HOMO-XINËTIKA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>kulo al frenchi</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>pixa toluka (loka)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que tus ardientes nalgas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ningueim me xaka</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> (levioka kanexo!)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>no me la toka</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>tilo kurepa</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>10. EL PRECIO DE LA LIBERTAD</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Delirios (o destinos) ke nacen ya finados kadukos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>SSP supuro suprema pustulencia. Más podredumbre que tristeza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Xau yndios del pantanal. Em-vuena-ora: me perdí.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Karcomido el semento acabamos tragando asfalto u plástiku.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Guiso de vola sowerbia y nulidad. Puta insuficiencia imprudenchi.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>No quiso admitir lo que todos siempre su-supieron.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Un diosito tranki un-ko-poko aburguesado y ka-kalentón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Se asustó del xoxo y se atragantó con virginia woolf.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pero no importa todo es perdonable.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Hasta kasi-é-melhor pekar para ser perdonados.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Métale philosophía no kulo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>kom xukurxal de-la-gran-puta en marte.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>11. REENCARNACIÓN DEL QUIXOTE DE LA MANCHA.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Debo ser breve. No es cuestión de ir a la guerra sin bastimentos y sin armas. Suficiente con que uno haga el papel del boludo al que nadie entiende. La santidad y el heroísmo son histerismos suicidas. 1er. Mandamiento: No hagas ni desees el mal a nadie. 2º Mandamiento: no hagas ni desees el bien a nadie. Colocarse exactamente a 30 grados con respecto a la persona o ser a ser influenciado. Las exageraciones no producen efecto. Abstenerse de criar discipulitos-yryvú que nos limpien el culo o nos laven los piés. Naupepe hina la karakú, la tevikuá-asunto jasolucionatava. Las almas son chupadas o perdidas por imperfecciones del sistema. Tembiguai pokoví pokarë ha po-pindápartida. Los zombies son algo digno de ver. Los tavyrón-kolíes y kulíes también. Igual que una troupe de petisas culonas en un barco sin rumbo. ¿Repareitor? Producido el fenómeno es imposible volver atrás. Lamentarse sólo aumenta el divertimento de los voyeures que en el mundo espiritual son legión. Las energías positivas son fáciles de utilizar, pero agradables y alegres como son, son difíciles de distribuir. Problemas se presentan con las negativas, que son las más fuertes. Retener este tipo de ondas no es recomendable pero resultan un desperdicio descargadas a tierra. Ñembokapú arrugueitor. Hay que reescribir casi toda la magia. Las cucarachas amarillas. Los enanos rabiosos. Añambaraká. Las furias. El infinito. Y la auténtica nada: nandí verá. Hidalgo caballero de habla hispana busca urgente lugar kármico para una reencarnación apresurada. De verdad me siento extraño y hasta extranjero cumpliendo con semejante papel. Amó kysépe. El chamán chapucero soy yo. Vaya joda.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>13. ¿HA XE-PIÓ TKK?</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Tijeras estiletes kompresas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pegamento y pinzas en kantidades industriales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ni pimienta. Ni axonxolí. Tampoco pachienzia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Suprimir educaxión ovligatoria. Esperma y óbulos de plástiko.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Reconstruir a-dios con baratijas xinas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En estado de infatigable hiperkinesia doblar(emos) la eskina de la nada.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Acelerar(emos) el bértigo hasta la libiandad más láit más agsoluta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nos meteremos oveliscos en el kulo. Porque xíxíxíxí.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Los hermanos extratrerrestres nos admiran extasiados: ¡qué bestias!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Arkángeles ociosos y un vuda panzón</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>aklaman el estronismo de nuestras santas voludeces. </strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Ké más kompañeros. ¿Pohäro’ysä? ¿Kortinas? ¿Kulofrío?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Para mí: be-benenos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>14. ÚLTIMA CENA.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>¡Corten carajo! Ketchup. Moral. Hipocondría. Chau amigos, amigotes, cantantes, merodeadores. Nosotros somos lo(s) que somos. Somos la trampa y el vaivén. El trampolín después de todo. El cadáver putrefacto que se murió cogiendo. Chau morochos mocosos. Mulatas del porvenir. Angelitos traviesos. Y más allá de los cuerpos: un saludito a los curas y a los santos, a las putas y los pretendidos poetas. Que os coma el cuco. Que os arrulle el huracán. La última etiqueta. Este es mi cuerpo. Y es tu vino. Otro saludito último-pahagué a los monos, a las feas y a los maricas de toda laya, porque ellos (con toda seguridad) no entrarán jamás en el reino de los muertos. Idiotas solemnes: son inmortales. A todos vosotros pues: chau-ché, hasta jamás de los jamases, porque aunque procuréis como tarados no llegaréis a entender ni así de nuestro (maldito) idioma. Peikatunte anga chetelefoneáke, terapa emo´i ne-mensaje kontestador automátikope, ikatu uperö (anga che tiempope) porodevolveta la llamada katueteí. Cherenoike. Ani peneresarai. Terata-pa eiké-katu nderevikuaitépe peë añaraköpeguaré-partida. Poro´u-laya. ¡Vairos! Que ni pintados para prometer amores y revueltas que nunca cumpliréis. Epytá upepe. ¡Atrás!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>15. KRIBIR MÄU.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>No xe trata de escribir mal. Isso kuaskier pode. No xe trata de exkriwir feio. Tanveim isso poëde kasi kuasi-kier. Nu se trotta de krivir lindu. Esso xí-ki pode quasquier goludo-pelurdu. Xi trutta de no-kriwi-wir (luogo non echisto). De kribir para non dechir ke (no) kribimos por ekriwir::: xôlo para romper as voylas: xôlo para meterlas, para xakarlas, para non meter-Kê?; para non xakar numka. Orror a las entelekias. Clarísimo como agua-è-yubia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>16. KOLO-PHÔM: APÏA-RODETE FOREVER (XAKE LA GURRO-LOMO)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>XEKA-NDEAÑARAKÔ</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ÑENGO XURRO NDAYEKÔ</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>RARO ATYRA PEMANOMBATA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>YNJIERNO YAGUARETÊ LEKAYÀPARTIDA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ELZILENZIO-JUÉ XIEMPRE XU.OPORTUNIDÂ</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>NO KIXO KUXAR L’KOMXEXO DE LUS AMIGOS</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>XINXÀRA’ANGA LEPIYÛ AGURRIDO</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>KENDEJITA’S KALEMTUMNAS</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>KI-NU XAWEM K’ACHÊ COM XU VANDEXA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>HOREXA KAXUXÔM XUGOSO COLORADO</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>MIERDA DEL XALTO DE KOTADITO NAMWRÉ</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>TEMWÓ WÖRE ÑAMONDORÖ</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ASTA EL XUPETE XIKLEIXA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>GASTA DE KUXI-KLANDEIXA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>XEÑOR KULO-KULEIXA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>HASTA K’EL ÚRTIMO TEMWOLÔM SEKA SEKOLÄI</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>PILLADO IMFLAGRANXI</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>XE APIADE APÏA-PÏA-PÏA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>NUS BARE NA KUNETA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>K’NI DOTORFRANÇA NI LINO’O</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>PUDRÀM RESIKLARMUS</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>KANEXE DIGLÓXIKO DIGLEIXO</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>IJODELASAMPU-TA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>KUMPLÎ</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>17. DE-EN</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>sarcasmo en el esplendor de la tristeza</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>hastío en el klímax del kilombo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>un pedo (al pedo) en la agonía</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>holgorio y borrachera ante la pija dura del muerto</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>¿blasfemias eufemia?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¿maldices ulises?</strong></div><br />
<div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong> Documento facilitado por el JORGE CANESE</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Registro: Noviembre 2011</strong></span></div></span>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-72174732034704441802011-11-26T10:20:00.000-08:002011-11-26T10:20:08.517-08:00REVISTA DEL PEN CLUB DEL PARAGUAY - LOS POETAS, AÑO 1 – Nº 1 - ASUNCIÓN, 1977 / POESÍAS DE CESAR ALONSO DE LAS HERAS, JOSE-LUIS APPLEYARD, MANUEL E. B. ARGUELLO, WILLIAM BAECKER, NILSA LIVIA CASARIEGO, JOSÉ ANTONIO BILBAO, VICTOR R. CASARTELLI, AUGUSTO CASOLA, OSCAR FERREIRO, JUAN MANUEL MARCOS, LUIS MARIA MARTINEZ, RICARDO MAZO, NOEMI FERRARI DE NAGY, EMILIO PEREZ CHAVES, FRANCISCO PEREZ-MARICEVICH, JOSEFINA PLA y HUGO RODRIGUEZ ALCALÁ<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3kHbLmQyx_ebUzObv4QrZQJYv-LeSyGZRzG7by33clZ88CKfxM6l1DccmGjDI_8GeREb0N3aaGT25o5hpYXIEuiU2EoW9snpbahAo03ieKW8bXjoQwAWOa7KcyhJdFNEdW48LergSXThg/s1600/revista+del+pen+club+del+paraguay+los+poetas+1977+t+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" hda="true" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3kHbLmQyx_ebUzObv4QrZQJYv-LeSyGZRzG7by33clZ88CKfxM6l1DccmGjDI_8GeREb0N3aaGT25o5hpYXIEuiU2EoW9snpbahAo03ieKW8bXjoQwAWOa7KcyhJdFNEdW48LergSXThg/s400/revista+del+pen+club+del+paraguay+los+poetas+1977+t+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>REVISTA DEL PEN CLUB DEL PARAGUAY</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LOS POETAS</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>AÑO 1 – Nº 1</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ASUNCIÓN, 1977</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>P.E.N. CLUB DEL PARAGUAY</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>JUNTA DIRECTIVA (MARZO 1975/77)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Presidente: ALEJANDRO MARÍN IGLESIAS</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Vice-Pte 1° JOSÉ ANTONIO BILBAO</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Vice-Pte 2° BACÓN DUARTE PRADO</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Srio. Gral. JOSÉ.-LUÍS APPLEYARD</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Srio. de Actas. WILLIAM BAECKER</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Srio. de Finanzas. AUGUSTO CASOLA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sria. Rel. Públicas. NILSA C. DE BEDOYA</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Vocales:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>HUGO A, DÁVALOS</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>NOEMI FERRARI DE NAGY</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>JOSEFINA PLÁ</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>JUAN BOGGINO</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>CÉSAR ALONSO DE LAS HERAS</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=308"><strong><span style="color: red;">CESAR ALONSO DE LAS HERAS</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>QUE CERCANO TU RECUERDO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>¡Que cercano tu recuerdo, Paraguay!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>No han podido los años esfumarlo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Si fue tan sólo ayer cuando salía,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sin despedir a nadie!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Sólo en la portezuela alcé la mano un rato.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Yo no me fui, salía de paseo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y no creía que durara tanto.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Todo quedaba allí. No llevé nada.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Todo: los libros, los momentos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que trenzaron veinte años,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los amigos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los mangos de los íntimos coloquios,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la luna que mordía tantas noches,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los afanes,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la Academia, los disgustos, los aplausos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>El niño detenido,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mi protesta.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Una ametralladora bajo un árbol</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en la entrada del Palacio,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y la ruta trazada en la selva,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y los doscientos lapachos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Hasta la cotorrita</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que enterré en la plantera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuando me la mataron.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Se quedó todo allí.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Allí.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Más que mi corazón, mi vida.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Por eso tu recuerdo, es mi vivir cercano.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Te tengo junto a mí cuando viejo por Castilla.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Se desvanece el trigo, el páramo, la nieve,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y surgen, como chorro de luz, los cocoteros.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Hay orquídeas en los pinos de la Sierra</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y por el Duero ya no navegan los barbos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Vives en mi, maduras,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>trenzo la urdimbre</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de un ñanduti que reza, llora y canta y habla.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>¡Habla! </strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Convivo con vosotros, juventudes,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>las del afán brioso</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y el empuje que le muerde a la Aurora</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para que no se tarde.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>¡Ah, juventud, mi vida,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mi ensueño y mi descanso!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Estáis ahí, aquí, conmigo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>vosotros, a quienes he gestado.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Llenáis la madurez</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de mi sentir</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>o me faltáis</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como le falta el agua al páramo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Siempre.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y llegará el momento de encontrarnos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=313"><strong><span style="color: red;">JOSE-LUIS APPLEYARD</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>RELENTE DE MI VOZ</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>El fuego tiene olor y no a quemado,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un tibio aroma dulce de suplicio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y la llama me envuelve en un silicio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que es masoquista forma de lo amado.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>El fuego es un perfume alquitarado</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y es la primera sombra del indicio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de amar a la virtud, vuelta ya vicio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y en ella ser latiente enamorado.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Amo la llama que incitante grita</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en su lengua de amor todo el anhelo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que desde aquella infancia en mi tirita,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>relente de mi voz y de mi cielo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como un orgasmo eterno que me invita</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>a fundirme de amor con el hielo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>VENCISTE, MANIQUEO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Y tirios y troyanos -blanco y negro-</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>alfa nívea en omegas engastada.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Güelfos y gibelinos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La distancia de un punto hacia la nada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La derecha y la izquierda</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y las palabras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de Felipe Igualdad matando primos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Menches y bolches</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y el círculo es el mismo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>hecho de puntos vivos que se encuentran</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y no esperan que Cristo los redima</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>siempre el viernes de todas las Cuaresmas.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Dogma y maldad.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La realidad se ausenta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y pare sus gusanos en bandadas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Yo soy el dios,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>pero mañana puedo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ser sacrificio envuelto en llamaradas.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Ni Saulo derribado,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ni Sebastián herido,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ni Torquemada hiriente,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ni Hitler, el judío,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ni Marx vuelto cristiano</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>me dice quién es Él,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el que no ha sido.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Y en su busca rodamos inconscientes,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>buenos y malos, eternos Maniqueos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>creyendo que es verdad sólo el recuerdo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de algún orgasmo, antiguo, adolescente.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=315"><strong><span style="color: red;">MANUEL E. B. ARGUELLO</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>PLEGARIA AL NIÑO NAVIDEÑO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Navidad, antigua Navidad,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mira hacia nosotros.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Pesebre, cuenco de la Esperanza,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mira hacia nosotros.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Villancico, canto germinal de Nochebuena,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mira hacia nosotros.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Y Tú, también, Niño navideño,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mira hacia nosotros</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y desclava los cuchillos del odio.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Aquí están en dura, acusada greda,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>quienes clavan las cruces,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>quienes pechos acuchillan,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>quienes rompen tu palabra.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Aquí están aún, por un milagro tuyo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los pobres hombres,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los tristes hombres,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los simples hombres.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Y aquí está, también, la crujiente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>geografía de mi Patria.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Por eso Niño navideño,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>acurrucado trigo de anticipada mies,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mira hacia nosotros.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Levanta tu pesebre en el pecho</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>forestal de esta tierra,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y mira hacia nosotros.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Arrima tu palabra a la quemante sal</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de nuestro llanto,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y mira hacia nosotros.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Bendice el Agua y el Pan nuestro</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de cada hermano,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y mira hacia nosotros.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Niño navideño, manso Niño amigo:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuando te veo de Luz y Amor en el pesebre,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>yo también Quiero ser bueno,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para decir tu nombre</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para alzar la frente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para llegar a Ti</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuando me llames</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=323"><strong><span style="color: red;">WILLIAM BAECKER</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LA LUNA Y TÚ</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La luna y tú, y en esta geografía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de grillos y silencios,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de leopardos huyendo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de ardientes quemazones,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mi soledad se incendia: de nostalgias</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre antiguas ovenias,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en amplios corredores,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en aljibes</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>donde miro mi imagen para verte</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>creciendo como un sol,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para decirte todo lo que quiero</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y entonces no me atrevo porque es tarde</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y esa luna -oh sol de medianoche!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>me obliga a confesarte una mentira.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>SI PUDIERA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Si pudiera decirte</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>esas cosas que guardo desde antaño</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como un sello postal entre las hojas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de un libro cuyo título olvido!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Tú sabes de esas cosas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que a veces no quisiera recordarlas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y que te dije acaso sin quererlas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque era el tiempo justo de decirlas.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Pero te dije entonces las palabras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de las banalidades mercantiles</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para olvidar que somos dos caminos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en una encrucijada sin sentido.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Si pudiera decirte!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=367"><strong><span style="color: red;">NILSA LIVIA CASARIEGO DE BEDOYA</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>POEMA PARA MI PADRE</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Como un cielo postergado</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>estás sobre los cielos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y trayendo contigo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>todas las estrellas posaste</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre mis manos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>llenándote de luces la alborada.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Me recuerdas ese canto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que se dice por lo bajo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en la estación primera,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>después de los geranios,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre el camino de sauces,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>detrás del candor</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de una llovizna.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sin adiós</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la flor se volvió roja</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y tu voz se vuelve viento.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Sin olvido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tu tibio follaje</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se esparce entre mis rezos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>nacidas desde ahora.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>POEMA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cuando te hayas ido,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>no pienses en volver</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>deseando de nuevo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de nuevo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>hacerte niño!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mañana tendrán, quizás</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tus pasos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sonidos muy adultos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y será ancha la avenida embaldosada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que tendrás el tiempo justo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de cruzar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y no tocar un muerto,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de los tantos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que viajen a tu lado.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cuando te hayas ido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>serás la gran orquídea roja</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>o blanca</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que introdujeron dentro de un cristal,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y faltará el aire</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque estarás muerto,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque estarás solo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mientras aquí</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>seguirán cayendo flores</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de todos los lapachos!.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cuando ya estés lejos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>qué sabor tendrán</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>las uvas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de Diciembre?</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Tu presencia no querrán borrar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los años</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ni la niebla</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque tu ausencia</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>nacerá entre el rocío</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de cada madrugada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y porque nosotros nos quedamos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>a soñar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que estamos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>otro mayo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=343"><strong><span style="color: red;">JOSÉ ANTONIO BILBAO</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> LA MUERTE DEL CABALLO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Los años le quedaron dibujados</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en cordilleras de agresivos huesos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y en el pelaje oscuro los excesos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de un ambular sin pausa están marcados.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mira con ojos viejos, tan cansados,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un horizonte de verdosos yesos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y un matorral donde espinosos brezos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>velan un agua azul, como soldados.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Siente un extraño palpitar violento,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un correr sin correr despavorido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y sed tan honda sin estar sediento.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Allá, lejano, motea el rancherío.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Relincha y se despide. Se ha dormido.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La luna, ya desnuda, baja al río.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> </strong><strong>VIVIR</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Si vivir es andar por senda dura</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y atravesar terrales con abrojos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los pies llagados, sin estar de hinojos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>vale vivir y amar toda hermosura.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Vivir poniendo gozo en la ternura,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>hacerla flor en los pacientes ojos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y si escala la sangre, sin sonrojos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>abrirle el claustro porque ya está pura.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Si vivir es correr, pandorga en mano,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cercando cielos sin perder altura,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>vale vivir cuidando lo cercano,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque al final si todo se apresura</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ya no es vivir, es irse con desgano</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>rompiendo fácilmente la atadura.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=369"><strong><span style="color: red;">VÍCTOR R. CASARTELLI</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LA OTRA VIDA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>1.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Elaine se interna en el bosque.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Ante su figura de paloma</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>toda la vegetación palidece</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y el tiempo súbitamente se detiene.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Detrás de la diosa,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>leve, silencioso,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como un felino que exhibe su arte,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el fauno estudia la perfecta anatomía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y busca el rincón</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y aguarda el momento.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>En el alto cielo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>más allá del canto de las aves</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que prontamente enmudecieron,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la Vía Láctea sonríe complaciente.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>2.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El presagioso silencio se rompe</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con los gemidos de la hembra acorralada.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La gramilla recoge los bramidos del fauno</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y nuevamente oficia de tálamo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como en todos los tiempos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La Cruz del Sur calca el derrotero</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de los brazos femeninos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y de la inútil presión de sus piernas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La fuerza primigenia grita su triunfo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y todo no es más que los cuerpos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>atenazados por la jauría del Deseo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>3.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Reviven los murmullos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los jadeos desfallecen.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El ciclo vital sacrificó una virgen de nuevo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=370"><strong><span style="color: red;">AUGUSTO CASOLA</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>SOLA SOLEDAD</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sola soledad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que dicen que es triste</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y es alegre cuando hay tristeza.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sola soledad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>primera luz, primera lágrima</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>premonición primera en la sonrisa</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sola soledad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>añejo vino</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Sola soledad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>añejo vino</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sorbido como gota a gota del</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cáliz de ésta vida</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sola soledad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>última amiga:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porqué dicen que eres triste,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sola soledad,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>si estás conmigo?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> </strong><strong>PRISMA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Aunque fuese sombra de otras sombras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>aunque hubiese nacido varias veces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y otras tantas, muerto,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Aunque fuese prolongación, imagen,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>irrealidad de carne en dolor redimida</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y no fuese sino yo repetido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Vuelto espacio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y materia vuelta esencia.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Aun no existiendo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>soy yo repetido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>aunque no estoy ni estuve siempre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=414"><strong><span style="color: red;">OSCAR FERREIRO</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>TRES LAMENTOS</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>SELVA MUERTA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Es la tarde sin tachas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con rumores lejanos y luz viva del tiempo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>olvidada de muertes</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con su voz redorada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>convidando a olvidar.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Pero el simio nefasto está ultimando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los conspicuos cimientos de la selva</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>astillando cortezas y resinas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en el tenso calvero del desquicio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en el vano sonoro de este aire</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que para siempre y nunca ya se irá.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Oh corona final de Selva muerta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la rosada alegría del ocaso</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>altanero refugio de los pájaros:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>solitario el lapacho ya dite en tierra</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con los brazos abiertos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y el corazón rajado</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el último coloso de la sierra</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>calcinándose al fuego de la muerte.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Y tú mi sol</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>oh viejo sol de todos los escándalos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>reiniciarás muy fresco tu trabajo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>empedernido seductor del mundo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>corrompiendo a la arena con caricias</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y húmedas sustancias</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>larga rayo triunfante</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en este caldo fértil del estío!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> </strong><strong>MATTO GROSSO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Agoniza la selva</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de nudosas maderas aristadas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Mil cantos moribundos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>al acérrimo estruendo de los vientos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>aventando despojos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>a lívidos hachazos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>resuenan con desgarres de malvas y amarillos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Consumado el orgasmo de los siglos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>goteante y espesa te destripan los bulldozers del crimen</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>maraña de cabellos y lianas enredadas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>atronando la fiebre de un estruendo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Aun resuenan en tu vientre el trueno largo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y entreabres las piernas al progreso</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>volteada y vencida</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por las húmedas salas melancólicas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>amazónicamente funerarias.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Lloviendo a nubes rotas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>destrozada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con un dejo traposo en tus barrancos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>¡Oh duro corazón de crestas rojas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se te viene la muerte soterrada'.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Ya se viene la muerte</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>yacente y desvelada bajo el humus</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con labios destrozados y podridos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de ronca niebla y amarillo fuego.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Ya se viene la muerte con su orquesta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>atacando la marcha del milenio.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Esta noche tu muerte y mi folia</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>invadida de pámpanos y arundos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con venenos calientes se retuercen</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre ramas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>bejucos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y espiras de estireno</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en el seno confuso del espanto.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LLUVIA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>A cántaros la lluvia</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con su cóncavo eco</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>encarnizada presurosa y sonora</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sepultaba a la infamia en sus cavernas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>celebrando la muerte de los hombres.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Presurosa extinguía el error de los dioses</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y sádica enmendaba</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>desgarrando los suelos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con fúnebres licores y álcalis mordientes</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con su agua incesante y destructora.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Bravos ríos de fiebre americana</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>coléricas resacas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>flotaciones</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tajando las montañas se disparan</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en un cruel transporte de aluviones.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Tremebundos y sordos refulando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>todo el limo y el odio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con detritus y cáscaras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y cortezas y hojas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y pitillos y peces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que a la luz del diluvio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se retuercen salvajes.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Con un párpado roto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>supurante</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>desde una nube de tucuras rojas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuelga el sol moribundo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>suerte de pus chorreante</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sobre la tumba abierta de la especie.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=472"><strong><span style="color: red;">JUAN MANUEL MARCOS</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ELEGÍA A RAFAEL BARRET</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Lo conoció el invierno en una calle oscura</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de capote y ojos tristes clavado en una esquina.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Dialogaba sin voz con una voz nocturna.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Escrutaba los signos tempranos de la cárcel.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Examinaba la queja oscura de la brisa.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Derrotaba el oprobio cansado de sus úlceras.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Vulneraba las leyes del dolor y la magia.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Conversaba el lenguaje violento de la muerte,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y su pálido alfabeto preñándole los ojos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y viajaba en la noche como un caballo errante,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sin dios y sin jinete, anclado a la deriva,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>intacto en la energía valiente de sus letras,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>invicto en la eternidad sangrante de sus actos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Distribuyó relámpagos de ira.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Se puso la camisa del obrero</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y el zapatón de bruma de sus sueños.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Cabalgó las atmósferas del humo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>soportó las afrentas del tirano,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mitigó la garganta del destino,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>apresuró el silencio y lo detuvo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>acampó en las espaldas de los cerros,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>descendió a los infiernos del destierro,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>caminó entre vacíos y veranos, </strong></div><div style="text-align: center;"><strong>inauguró la vida en la palabra,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>amaneció encendido una mañana</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de pólvora, rocío y polvareda.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Convocó inevitables cataclismos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>asaltó los escándalos del día</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y repartió sus panes de luz dura.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Adivinó la marcha de la historia,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la esencial combustión infatigable,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se casó con la patria paraguaya</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>-encinta soledad ardiente, solidaria-</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>alquiló tres hectáreas de papeles,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>arrendó el patrimonio de la cólera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y repudió la esclavitud de los yerbales.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Le quebrantó los huesos de la muerte,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>dominó la traición de sus pedazos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y la sublevación de sus pulmones,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>acuchilló relojes taciturnos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>iluminó satélites adúlteros,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>enamoró de esdrújulas la noche</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>olvidó siete sílabas celestes</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en una sien anónima y morena,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>supo ternura y esperanza</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y le enseñó a cantar al arco iris</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>enlutadas palomas en el viento,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>¡y se expandió en la cruz de sus noticias,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se hizo espacio a si mismo de inocencia,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de viento, viento, viento, viento, viento.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=476"><strong><span style="color: red;">LUIS MARIA MARTINEZ</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>SER</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Ser</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como la imagen de la fuerza</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que no amanece y se demora;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el destello de su herida;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el comienzo de su vuelo;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el timón de su navío;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el reloj de su reencuentro;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el recuerdo de sus luces.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Ser</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el lenguaje de su vida,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mensaje humilde y verdadero;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el principio de algo nuevo;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como expresión de sus deseos;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como habitante de su aurora;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el metal de su heroísmo;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el color de sus batallas.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Ser</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el latido del futuro,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que es el presente demorado;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el clamor de su lenguaje;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como el mirar desesperado;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como constancia de su espera.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Ser</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como es ella, digo, la patria:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>fuerza y destello, todo el futuro!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> </strong><strong>EL FUEGO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Por la patria, en su entraña,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>alguien canta y no cesa.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Cesará de cantarle</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y decir de sus cosas:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>historias que se callan</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque así es el silencio,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>herradura en reposo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que se hermana al bostezo?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cuántas cosas se dicen</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y se advierte ese algo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>parecido a un folclore:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>historia y pobre gente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que consume en los labios</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>una canción muy vieja</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de imprecisos dolores,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y unos pies perseguidos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por espinas y llagas?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Qué nombre tendrá esa</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>canción desesperada:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>elegía o buen llanto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sin término y principio,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>memoria articulada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con polvos de una exequia?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Casi, es cierto, en el aire</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se huele el sacrificio;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>casi estalla en los ojos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un río de tristezas...</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El nombre, cuántos nombres,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>podemos aplicarle</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>al caso y a la casa</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuya sombra habitamos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>seguros de estar siempre</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>no muy lejos de aquello</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que por verdad conocen?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Alguien canta y no cesa</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de cantarle a la patria,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>quemado por el fuego</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que reposa en su entraña,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>aeda de su casa y estrella de sus pasos...</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>ALGUIEN.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong> </strong><strong> </strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=478"><strong> </strong><strong><span style="color: red;">RICARDO MAZO</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> UN TUAREG PEREGRINO...</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Hoy llegó hasta mi puerta, la casa en su camino</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un tuareg peregrino del Adrar de los Iforas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Una barba incipiente encrespándose apenas,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>unos ojos de bronce patinados de pena</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y unos labios carnosos como moras de selva.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Era alto, espigado. Era fuerte, era austero.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>En su rostro bruñido por el sol del desierto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se palpaban las huellas de la arena y del viento.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Era un niño crecido sin amparo en el tiempo:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un tuareg peregrino del Adrar de los Iforas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y mi puerta al cerrarse lamentó su partida.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: lime;">NO HA SIDO SOLO...</span></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>No ha sido solo tu color melado</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ni tu entrega sin pactos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Tampoco ha sido tu inocencia abierta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ni tu cuerpo descalzo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Pensándolo otra vez quizás ha sido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>-ahora con la sal seca en los labios</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el vivo beso de tus ojos niños</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y la lágrima mansa de tu llanto.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Pero es cierto y ha sido.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La infancia no se da solo dos veces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y solamente cuando somos niños.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>También se da al amarnos de repente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y se da cuando muere al separarnos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Y esto, dime hermano,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>no es acaso morir antes de tiempo?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=412"><strong><span style="color: red;">NOEMI FERRARI DE NAGY</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>OGIGIA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>¡Deslízate, lanzadera dorada,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como pez, resuena telar,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>vuela dulcísimo canto!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Vuelve el antiguo cuento</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>todo luz y armonía, de Calipso;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>arde la llama inquieta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de la leña de aroma exquisito</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en la gruta: otra vez</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>fuego secreto y canto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y trabajo, y belleza solar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y sueño de eternidad.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> </strong><strong>LA JUVENTUD</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La juventud: un gato siempre alerta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>hasta en la sombra del atardecer</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que lo vuelve invisible y en la negrura</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de la noche en desiertos pasadizos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y quizás también tenga siete vidas,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sufra siete agonías y siete veces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>deba morir.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> </strong><strong>LAPACHOS DE AGOSTO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Nubes rosadas, cabezas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de primaverales gigantes</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con pensamientos de amor,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la misteriosa alquimia</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que os forma de humores terrestres</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>querría el corazón conocerla,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>poseerla, y de turbios zumos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>destilar colores de aurora</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y dulce néctar de aromas,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>interminablemente.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> </strong><strong>CARACOLES MARINOS</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Caracoles vacíos, limpios,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que uno recoge</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por su barroca hermosura:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>quizá un día se parezca a ellos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la tierra, purificada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por un baño de muerte.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=514"><strong><span style="color: red;">EMILIO PEREZ CHAVES</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>PACTO DE CRISTAL Y SILENCIO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Te he buscado entre la vida y el recuerdo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>desde la agonía del ser en la madrugada última</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuando era gris el jardín de la pena.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Ya estoy en ti</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuerpo de agua y de suspiros</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>paraíso que ayer desconocía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>misterio descubierto a cada instante.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Nunca pude saber si lo has sabido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>(vísperas del amor y del abismo)</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>pero sutil asombro al encontrarte</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>así como el deseo imaginaba</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y con todas las letras de tu nombre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Paloma de incienso y mármol</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>temblor, mirada, confidencia</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>huya bajo la niebla de tu memoria.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sin rimbo ni noticias</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>frente al eco del hastío</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>quién me devuelve tu voz tímida y breve</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>poema que pude haber escrito en el rocío</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>trébol casual en un cuaderno frágil?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Distraídos en el umbral del olvido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>somos cántico y distancia</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>juegos, éxtasis, magia.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>El tiempo indescifrable</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ronda los signos del desvelo:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>perdidas en aquél rostro de paisaje lento y triste</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuántas palabras te esperan.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong> </strong><span style="color: lime;"><strong>VIAJE HACIA LA NOSTALGIA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Llega tu sonrisa</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>murmurando serena las frases de ayer</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y entonces amanece.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mientras la soledad hería con sus dudas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mis ciudades desiertas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>bajo los signos de la espera y la promesa</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>descubrimos que amor y libertad son la misma estrella.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Cuando duermo en tus ojos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>viajas en mis palabras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y casi último beso</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>vuelo hacia ti</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>primera melodía</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Navegando desde el corazón al territorio del eco</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>dónde el encuentro sino la ausencia</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>amor que fluye y permanece dónde</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>si eres la luz, el aire, el tiempo?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cómo despertar si ya te has ido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>si tu recuerdo es aún el infinito?</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Cómo me olvidarás</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>si estoy en todo tus secretos?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Despojado de fechas y brújulas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>frente al espejo del vacío</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>dibujo en la lejanía este mensaje:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Qué instante nos alejará de la vida</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y desde dónde</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>iremos regresando hacia nosotros?</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=515"><strong><span style="color: red;">FRANCISCO PEREZ-MARICEVICH</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ACTA CAPITULAR</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Introducción</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Mi corazón apenas ya sabe decir palabras antiguamente dichas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>llenas de trajinada y dolida memoria de ceniza;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>palabras como en eco de olas, como en olas de ecos, como en sombras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>halando hacia la luz desde un sueño profundo de palomas;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>palabras como viejos caminos desandados,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>transidos de presencias remotas, de rostros sucesivos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>En medio de sus voces mi corazón camina envuelto en noche</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y recuerda el olvido que transvive - monedita de cobre</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>caída, sabe Dios, en los polvos trashumantes del alma –</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y hay como un abrirse de párpados de niño en la alborada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y un murmurar de agua.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Mi corazón, entonces, se invade de preguntas,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de esas semejantes a súbitos miedos de centinela,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>o a corceles que en sueños se desbocan y saltan</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>oscuras salamancas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sin que sepamos nunca si han llegado al otro lado del precipicio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque en verdad no había ni caballos ni abismo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Las preguntas levantan su antigua polvareda contra el cielo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y el viento del silencio contraazota al tubo insomne del hueso</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y el largo silbo serpentea su estricto relámpago enemigo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para que a su luz mi corazón pregunte a las preguntas por sí mismo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y las preguntas mi corazón bien las conoce,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>qué podrán decir las pobres? -Nombres, sólo nombres.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Mas algo de las cosas guarda en nombre secreto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>escondido en lo oscuro como en la yesca el fuego</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que espera el pedernal que de la nada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>le encienda -al fin, oh Dios!- la llamarada.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Mi corazón lo busca, mirada que se mira mirar en el espejo?</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por entre sus caminos, pero todos parecen volver al mismo sitio.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Sus caminos, apenas huellas de pasos idos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que una mano del tiempo confunde y transfigura</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para que nos lo vuelva, intactos, la otra de la fuga,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los pasos, los caminos,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>- costumbre de los hombres: hallarse en lo perdido.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=519"><strong><span style="color: red;">JOSEFINA PLA</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>TRÍPTICO DEL RENACER EN LA SOMBRA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>I</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>No digas: Es ceniza.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>De la ceniza misma,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para probar que mientes</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>verdecerá el rozado.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>No digas: Fue la espuma</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de la rompiente breve.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La espuma es también agua,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y volverá a ser ola.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>II</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Por un mortal paisaje</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de sueños sin mañana</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ha de orientar tu brújula</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la gran ternura inútil.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Amor... Sin una herida,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sin venas ni cuchillo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>va corriendo la sangre. </strong></div><div style="text-align: center;"><strong>(Empayenado arroyo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>donde mueren los pájaros</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y se apaga la luna)...</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Amor, Amor. Los cuatro</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>clavos de una cruz nueva</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que cargar a la espalda.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>...Amor. Quién te ha nombrado?...</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Quién el beso despierta?...</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El corazón, caballo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>desbocándose, loco.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El tiempo, detenido.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>III</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Por mis ojos tardíos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>derivan largamente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>las velas en naufragio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de tanto sueño herido.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Marchan, irrevocables,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>hacia la playa sorda</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en donde encallan todos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los anhelos brotados</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>bajo trocado signo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Playa de aguas dormidas,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de gritos silenciarios.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Está prohibido el llanto,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque el agua es de lágrimas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Está vedado el grito</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>porque la piedra sufre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>En lo alto de la costa,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como un pájaro oscuro,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tremola una bandera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que dice:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>...Para siempre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=540"><strong><span style="color: red;">HUGO RODRIGUEZ ALCALÁ</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>VILLARRICA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Temprano me levanto. Villarrica.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Temprano en la ciudad circunvalada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por el campo, invadida por el campo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La invaden las carretas con sus frutos:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sus sandías lustrosas, sus melones</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>fragantes, su mandioca</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que es tierra o casi tierra</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por fuera, aunque por dentro es casi leche.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La invaden. Son el campo. Son el barro</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de los rojos caminos. Son olor de capuera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en sus bueyes impávidos. ¡Son patria!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Los carreteros traen detenido en el poncho</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y en la humedad insomne del rocío,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el cansado mirar de las estrellas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que ya van ocultándose.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Yo me he escapado de mi cuarto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y he salido de puntillas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Húmedo el patio todavía.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Dormidos todavía los criados.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y en la penumbra</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la bicicleta, en el zaguán, dormida.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Ya por las calles no pavimentadas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>las llantas van dejando blandas huellas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entrelazadas, como serpientes.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mi bicicleta va al encuentro</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>del campo, de la aurora.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y sobre un par de ruedas rumorosas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>descubro que en la madrugada fresca</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el reloj de las horas más felices</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tiene doble cuadrante.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Los pedales son alas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y yo soy libre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>¡Vuelo!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong> </strong></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>PRIMAVERA, OTRA VEZ</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>¡Qué cosa extraña es esta de los versos!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Uno se olvida de que los escribe.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Se olvida de poetas y poemas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y, de pronto, reincide.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>A mí me pasa así. Yo soy un hombre</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ocupado y sin éxito</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en cosas de poetas,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>he renunciado, ha mucho tiempo a serlo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Sin embargo, me ocurre que, un buen día,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>luchando, por ejemplo, con los números</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la pluma, sola, empieza a escribir versos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y me lleno de júbilo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Entonces noto que la primavera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>está otra vez viniendo:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que el aire, afuera, está lleno de píos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y que también yo estoy lleno de versos.</strong></div><br />
<br />
<br />
<span style="color: lime;"><strong>P.E.N. CLUB DEL PARAGUAY - MIEMBROS</strong></span><br />
<strong>Alonso de las eras, César</strong><br />
<strong>Alsina, Arturo M</strong><br />
<strong>Amaral, Raúl.</strong><br />
<strong>Appleyard, José-Luis</strong><br />
<strong>Avalos, César (h.)</strong><br />
<strong>Arguello, Manuel E.B.</strong><br />
<strong>Baecker, William</strong><br />
<strong>Báez, Jorge</strong><br />
<strong>Bedoya, Nilsa Casariego de</strong><br />
<strong>Bilbao, José Antonio</strong><br />
<strong>Boggino, Juan</strong><br />
<strong>Casaccia, Gabriel</strong><br />
<strong>Casartelli, Victor</strong><br />
<strong>Casola, Augusto</strong><br />
<strong>Chaves, Julio César</strong><br />
<strong>Dávalos, Hugo A.</strong><br />
<strong>Domínguez, Ramiro</strong><br />
<strong>Ferreiro, Ana Iris Chaves de</strong><br />
<strong>Ferreiro, Oscar</strong><br />
<strong>Frutos Pane, Juan Manuel</strong><br />
<strong>Gaona, Roque</strong><br />
<strong>Garay, César</strong><br />
<strong>García, Laureano Pelayo</strong><br />
<strong>Gómez Sanjurjo, José María</strong><br />
<strong>González Alsina, Ezequiel</strong><br />
<strong>Halley Mora, Mario</strong><br />
<strong>Lamas, Vicente</strong><br />
<strong>Lezcano, Luis</strong><br />
<strong>Livieres, Lorenzo</strong><br />
<strong>Marín Iglesias, Alejandro</strong><br />
<strong>Marcos Alvarez, Juan Manuel</strong><br />
<strong>Martinez, Luis María</strong><br />
<strong>Mateo Pignataro, Tomás</strong><br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/PEN%20CLUB/revista%20del%20pen%20club%20del%20paraguay%20los%20poetas%201977%20ct%20portalguarani.jpg" /></strong></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-80598853445441149582011-11-14T11:06:00.000-08:002011-11-14T11:06:04.691-08:00BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO - MEDIOS, DEMOCRACIA Y ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA / Revista dominical ABC COLOR, 13 de Noviembre de 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCPA_-IRPNcrwjtxVPsFk0bBbrfQVz1Xx4z8J-g6ZdF1kpKRBUXrsxHFpyx1Yp60IBp9T9z-JGEBJuOwj8eMmx2_TmCAnk2xIhMAsTnlFU2FWoRdpJmYWoACWvsY532id6yQDvJOGIiBDk/s1600/benjamin+fernandez+bogado+acceso+a+la+informacion+2011+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" nda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCPA_-IRPNcrwjtxVPsFk0bBbrfQVz1Xx4z8J-g6ZdF1kpKRBUXrsxHFpyx1Yp60IBp9T9z-JGEBJuOwj8eMmx2_TmCAnk2xIhMAsTnlFU2FWoRdpJmYWoACWvsY532id6yQDvJOGIiBDk/s400/benjamin+fernandez+bogado+acceso+a+la+informacion+2011+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>MEDIOS, DEMOCRACIA Y ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA.</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Artículo de </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=733"><span style="color: red;">BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Recuperar el sentido de la plaza pública, escenario en el que se discutía, se presentaban opciones, se conversaba y se ponía en tela de juicio las afirmaciones de quien hacía uso de la palabra, es la gran tarea que nos corresponde a los comunicadores. La plaza pública debe ser la página de un diario o revista, un programa radial presentado con altura y con dignidad, y una televisión responsable que no tema mostrar la realidad del país al que sirve y no servir a los intereses políticos que tratan de esconder ese país real. Una televisión que estimule la cultura y no la subcultura, que no tema ampliar su horizonte de compromiso con las necesidades de sociedades desmovilizadas por el miedo y la apatía.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/benjamin%20fernandez%20bogado%20medios%20nov%202011%20abc%20portalguarani.jpg" style="height: 417px; width: 500px;" /></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Esa misma plaza pública tiene hoy en Internet a un nuevo referente, es como un espacio que se suma a los ya existentes y que reclama periodistas que lo usen de forma ordenada, crítica e inteligente al servicio de una ciudadanía que pueda escoger de forma informada las mejores opciones para el país. Con Internet, todos somos un poco periodistas, pero si no sabemos procesar la información, la terminaremos de convertir en una Torre de Babel muy distante de las ventajas potenciales que ofrece su uso. <br />
<br />
Reconstruir el espacio de la plaza pública no es una tarea fácil. Dividir y fraccionar a los colectivos supone ventajas a los grupos de intereses encaminados hacia ese fin, pero a la larga acaba con los ciudadanos, que se convierten en sujetos de campañas proselitistas cuyas propagandas son encomendadas a los mismos agentes que venden un detergente como un congresista o una gaseosa como un presidente. Los consumidores pasivos de las ofertas publicitarias deberían ser despertados por los comunicadores, aquellos que exploren más allá de los eslóganes, y que tengan la audacia y el coraje de exponer a los políticos tal como son y no como ellos quisieran que se les conociera. <br />
<br />
Ante tanta oferta de información, hoy, el ciudadano vive lo que algunos estudiosos llaman muy bien “la ansiedad informativa”, y se preguntan: ¿qué hacer cuando demasiada información no le sirve al ciudadano para tomar mejores decisiones? La cantidad debe ir acompañada de la calidad. Y en eso, los periodistas tenemos la obligación de ayudar a digerir esa oferta publicitaria con que es bombardeado todos los días el ciudadano medio. Prepararnos para enfrentar el reto de un tiempo de descreimientos y dudas es consolidar la necesidad de reformular el concepto de la plaza pública abandonado por los políticos y, muchas veces, por la misma prensa. Es curioso, en ese sentido, cómo la tendencia es que haya más medios pequeños y ninguno con capacidad de aglutinar a la gente en torno a él. Ya pasaron los años en que las familias se reunían frente a una radio o delante del televisor; ahora vamos a los ordenadores personales, en que cada cual elige lo que quiere y a su medida. Esta es una realidad latente en sociedades desarrolladas y, por qué no, también en las nuestras, con la diferencia de que en nuestros países los que pueden acceder a eso constituyen una minoría frente a una multitud que vive muy lejos aún de las ventajas que supone ese medio de comunicación. <br />
<br />
El problema de la democracia es un problema de calidad, de gestión. Hay un notable rechazo hacia los gobiernos que no hacen; a los líderes que mienten y a los partidos que no administran los cargos de forma diligente. La ciudadanía lo reconoce, por eso cada día cuesta más ganarse su voto. Es curioso cómo el descreimiento hacia los políticos y hacia la política es directamente proporcional a los gastos de campaña. Cada vez es más costoso ser electo en elecciones democráticas, lo que desalienta a ingresar a la política a quienes carecen de recursos. Y la explicación es simple: cuando la gente no cree, se debe gastar más en publicidad para convencerla. Si tuviera buena información y un grado de participación mayor, menor sería lo que los políticos gastarían para convencer a electorados renuentes a participar si no tienen de por medio algún incentivo económico el día de los comicios, como es el caso en algunos países de nuestro continente. <br />
<br />
Hay también un rechazo a la prensa partidista o sectaria que nutre sus espacios con la versión de un sector de poder en detrimento de la información para el ciudadano. No es raro ver sus resultados en la poca circulación de algunos periódicos muchas veces subvencionados por los partidos en el poder, que sirven solo a quien le paga y a no sus electores, como debiera ser. <br />
<br />
La palabra responsabilidad viene de la expresión latina: res (cosa) pondere (valorar); solo es responsable aquel que valora, que pondera, que le da un sitio importante a su tarea o al concepto que la representa. Ser responsable con la libertad y con la democracia implica para los comunicadores trabajar para exponer los temas ciudadanos en la agenda de la discusión y recuperar a través de ellos el concepto de la plaza pública hoy abandonada, fragmentada y desconocida para muchos. Ser periodista en un tiempo de cambios, en el que lo conocido no sirve como servía y en el que al tiempo que se destruyen instituciones o conceptos nacen otros que son también sujetos de cambios y destrucciones, no es una tarea fácil. Y lo es aún peor en sitios en los que la ausencia de libertad es asumida con fatalismo cultural. <br />
<br />
Ante esto, cabría refundar el concepto de la plaza pública; volver a aglutinar en el debate a las voces que tengan algo que decirnos y no a las que solo repiten los eslóganes políticos que les han dado como tarea proclamar; huir de esa polémica estéril que todos los días intenta ahogar la discusión de los temas importantes; hacer que el escándalo de hoy no sea sepultado por el escándalo de mañana, sin que medie la acción de la justicia o de otras instituciones para sancionar a los protagonistas de los mismos. <br />
<br />
El periodista no debe convertirse en mero difusor de la agenda que los políticos oportunistas quieren colocar en el imaginario popular, sino desmenuzar la idea y el concepto, y cotejarlos con la realidad para que el ciudadano tome la decisión de manera informada y pueda crear, a través de ello, una comunidad sólida que respalde la democracia y dé sentido a la libertad. <br />
<br />
Enfrentar el descreimiento ciudadano con un periodismo más responsable es también una forma de supervivencia de un oficio que requiere, hoy que más nunca, los rigores de cualquier profesional. Vivimos en un tiempo en cambio, de dudas, tribulaciones y angustias. Y en medio de eso, descreemos muchas veces de nuestras propias fuerzas, buscamos evasivas y, en el camino, queremos justificar la inacción. <br />
<br />
Hoy, el periodista debe ser un activo agente de cambio, de interpretación, de lucidez ante una realidad cambiante, y, sobre todo, debe asumir con responsabilidad la tarea de salvar a la política de un mercantilismo que la agota, y rescatar a la prensa de su función rectora que estimule al ciudadano a volverse partícipe activo de la construcción de su comunidad. Si es posible hacerlo en medio de las perturbaciones y obscuridad, aún mayor será el beneficio para el país y más fuerte y entregada al servicio estará la prensa; ya no jugando a ser un poder, sino a controlar, auscultar y denunciar al poder político que está, al igual que la prensa, para el servicio de todos. <br />
<br />
Si logramos rescatar para la prensa ese espacio de vitalidad y de participación con el ciudadano informado, también tendremos mejores políticos y la política no será nunca conjugable con lo turbio, lo obsceno ni lo degradante. Tendremos más interesados en ingresar a ella y dejará de ser el lado fácil de la coerción y el chantaje de grupos de intereses que siempre buscan volverla un rehén para sus ambiciones crematísticas. <br />
<br />
También habremos recuperado la plaza pública para el ciudadano y cada uno de los medios jugará un rol de catalizador de intereses particulares en provecho de objetivos comunes. El periodista interpretará los hechos libre de extorsiones, pero no exento de conflictos que definen muchas veces este oficio fascinante; y el ciudadano verá, por fin, que la comunicación no es otra cosa que la prolongación de su comunidad que vive en democracia. Hacerlo pronto y rápido es también una cuestión de supervivencia del propio sistema democrático que ambicionamos, y una muestra de capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos que deben enriquecernos en participación y no deprimirnos en ansiedades y miedos individuales. <br />
<br />
Superar las dudas y preconceptos o la necesidad de madurar cívicamente en democracia.<br />
<br />
Nuestros esquemas mentales, estructurados sobre la base de que las leyes por sí solas cambien el pensamiento de la gente, no alcanzan para explicar por qué América Latina, con tantas normas, no haya podido crecer ni desarrollarse en un mundo competitivo que está mirando nuevas formas de organización, en el que la tecnología y la información todavía resultan hoy más fáciles de acceder y de crear comunidades de ciudadanos que entiendan su rol dentro de la construcción democrática. Debemos hacer normas que pongan a los ciudadanos en primer lugar. Es preciso, tras una discusión amplia, que desde lo jurídico se logre entender que nadie más que el individuo informado es el que logra comprender el significado de la democracia y está dispuesto, con su participación, a darle sentido y valor. Es importante considerar que escribir normas de acceso a la información pública que se alejen de los ciudadanos, aunque hayan sido escritas en su nombre, llevan consigo posibilidades más cercanas del fracaso. <br />
<br />
El retorno a los ciudadanos debe marcar la línea de discusión en los países que han aprobado normas en esa dirección; y en las que se encuentran en proceso de redactarlas, debe servir para una reflexión más madura y seria que evite que los periodistas, la prensa o el poder del Estado se apropien de normativas que en realidad solo les brindan a ellos una mayor dosis de insumos. Esto evitaría que los rumores maledicentes, y muchas veces sin fundamentos, sean justificados porque no tienen la información oficial en torno a los hechos que comentan. <br />
<br />
Nuestras democracias necesitan tanto medios serios y creíbles como gobiernos transparentes que proyecten en la ciudadanía niveles de confianza que permitan construir escenarios posibles en un mundo que mira con perplejidad los cambios y anhela, en especial, que la prensa oriente con una crítica sana y una información responsable el rumbo a seguir. <br />
<br />
No es un momento fácil ni para los periodistas ni para la norma. Por lo general, vivimos un tiempo de descreimiento y de dudas. En ese marco, escribir normas sobre ámbitos de la información debe significar un nuevo pacto entre los grandes actores sociales para rescatar el rol de ciudadanía, tan vital a las democracias como la información a los medios de prensa. Es imperioso ver las normas desde esa concepción, encontrando los mecanismos que hagan que se vuelva a establecer el vínculo de confianza roto entre gobiernos y ciudadanos o entre leyes y ciudadanía. Las leyes deben constituir la antesala de un pacto serio que construya puentes entre los ciudadanos y sus instituciones. Debe llevar a los gobiernos a mirar su compromiso desde una perspectiva distinta, que encuentre en la transparencia un mecanismo que ahuyente a los corruptos y sus miles de estrategias de desacreditar a las democracias y, consiguientemente, pueda rescatar a la prensa de un rol anodino y secundario, donde lo “light” y banal ha sobrepasado, en muchos casos, a la información analizada y presentada de manera clara que permita entender lo que pasa y saber las razones correctivas que aplicar. <br />
<br />
Los periodistas, juristas y actores democráticos, en general, deben rescatar al ciudadano de esta perpleja manera de observar hechos que no comprende, de modo que los niveles de participación tan bajos en nuestra democracia puedan revertirse, produciendo a su paso un abaratamiento de los mismos costos de campaña y promoviendo liderazgos alternativos a la corporación de los partidos que en muchos países ha dejado al pueblo sin opciones. <br />
<br />
Una información, entendida como patrimonio público, es una apuesta al desarrollo, que espera que tanto juristas como periodistas le den densidad para que el ciudadano vuelva a creer; primero, en su capacidad de actor democrático y, por consiguiente, en el sistema democrático, al rescatarlo de esa reducción simplista y distante de que él solo sirve para unos cuantos avivados y pícaros que lucraran en su nombre a partir de elecciones o de medias verdades. <br />
<br />
En una sociedad democrática, es necesario y es una obligación tener asegurado jurídicamente el derecho a la información. Pero esto no es suficiente. Se requiere, además, que el ejercicio del derecho a saber suponga una coincidencia razonable entre los hechos efectivamente acaecidos y lo que se publica o se difunde. El asunto, a simple vista, puede parecer sencillo. No lo es. Antes bien, resulta sinuoso y complicado. En principio, conviene puntualizar que la información se ha convertido en una herramienta indispensable para el ejercicio de gobierno y para la toma pública de decisiones colectivas por sus propias características inmanentes. No hay nada tan valioso como trascendente para el ciudadano como aquella información que le permita expresar su compromiso cívico y su participación en la democracia. Contrariamente, nada perjudica tanto como el hecho distorsionado, adulterado u ocultado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>13 de Noviembre de 2011</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Fuente: Revista dominical ABC COLOR</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Fuente digital : <a href="http://www.abc.com.py/" target="_blank"><span style="color: red;">www.abc.com.py</span></a> </strong></span></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-91130710710310332482011-11-08T04:20:00.000-08:002011-11-08T04:21:39.334-08:00TADEO ZARRATEA - EL CASTELLANO PARAGUAYO / EL CASTELLANO PARAGUAYO Y EL GUARANÍ PARAGUAYO (CONFERENCIA, 2007)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXUejull9TWRq78RclZ0tmR3NnUolNCftYLaYdqIJLwkN8KqqZeWYe0ZcV08xd_PRylFZH55fggrVBCiIXtsxoKiXqVbFHCnl0ighSZk7-G0sy5WK83nIlo5hijsAibr8tiqYZc50BoK9f/s1600/tadeo+zarratea+el+castellano+paraguayo+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" ida="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXUejull9TWRq78RclZ0tmR3NnUolNCftYLaYdqIJLwkN8KqqZeWYe0ZcV08xd_PRylFZH55fggrVBCiIXtsxoKiXqVbFHCnl0ighSZk7-G0sy5WK83nIlo5hijsAibr8tiqYZc50BoK9f/s400/tadeo+zarratea+el+castellano+paraguayo+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"></span><br />
<div align="center"></div><br />
<div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>EL CASTELLANO PARAGUAYO </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Por <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=582"><span style="color: red;">TADEO ZARRATEA</span></a></strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>El día 25 de abril próximo se iniciará un ciclo de conferencias y debates sobre el tema: <em>EL CASTELLANO PARAGUAYO</em>, con motivo de la semana del periodista. La iniciativa corresponde al comunicador RAFAEL GÓMEZ RODRÍGUEZ, del Diario Última Hora, y el primer conferenciante será el escritor TADEO ZARRARTEA. Se llevará a cabo en la Universidad Americana bajo la coordinación de GRACIELA PARINI. El disertante abordará el tema: <em>CARACTERIZACIONES DEL CASTELLANO PARAGUAYO Y DEL GUARANÍ PARAGUAYO. </em></strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong>El grupo que promueve esta iniciativa entiende que el pueblo paraguayo no asume las formas dialectales de ninguna de sus dos lenguas, y es posible que sea la causa por la cual los paraguayos tenemos inseguridad de lenguaje, impropiedad, complejos de ser malos hablantes tanto del castellano como del guaraní, parquedad, timidez y escasa predisposición para el diálogo. Por ello un grupo de intelectuales, educadores y comunicadores pretende instalar un diálogo nacional en los más altos niveles culturales a fin de promover la asunción del castellano paraguayo y del guaraní paraguayo por los referentes principales de la comunidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El grupo entiende que cuando el pueblo paraguayo asuma las formas dialectales de sus dos lenguas oficiales, consolidará una fuerte identidad de lenguaje, condición fundamental para llegar a tener identidad cultural, tanto individual como colectiva. Sostiene que las personas y los pueblos tienen entidad propia en la medida de su identidad cultural, y que ésta es la base fundamental del desarrollo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El pueblo paraguayo tiene condiciones para tener una forma propia y distinta de castellano y también de guaraní; de hecho existen los dos fenómenos, pero necesitan que los profesionales del lenguaje los caracterice, los defina, establezcan sus reglas y modalidades; en suma, que dibujen los contornos del castellano paraguayo y del guaraní paraguayo, que los identifiquen, usen, divulguen e informen al pueblo que su modo de hablar no es malo sino diferente y que esa diferencia constituye precisamente su esencia, porque es el signo de que tiene algo propio: un lenguaje que lo identifica en cualquier lugar del mundo y en cualquier circunstancia.</strong></div><br />
<div align="right"><span style="color: cyan;"><strong>Asunción, abril de 2007</strong>.</span></div><br />
<br />
<br />
<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CONFERENCIA:</strong><br />
<br />
<strong>"EL CASTELLANO PARAGUAYO Y EL GUARANÍ PARAGUAYO"</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong><br />
(Universidad Americana de Asunción, miércoles 25 de abril de 2007)</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><em>(*) Por TADEO ZARRATEA.</em></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><br />
<br />
<strong>Señoras y señores:</strong></span></div><div style="text-align: justify;">Con esta conferencia queremos dejar habilitada una gran campaña que, <strong>por la identidad del lenguaje del ciudadano y del pueblo paraguayo</strong>, acabamos de lanzar un pequeño grupo de ciudadanos preocupados por la necesidad de asumir nuestro lenguaje en ambas lenguas nacionales y oficiales: el guaraní y el castellano. Aclaramos de entrada que lo hacemos sin ser especialista en la materia y que emprendemos la campaña precisamente para convocar a los especialistas.<br />
<br />
Los temas que vamos a <strong>abordar</strong> son temas <strong>tabú </strong>en nuestro país. Aquí nadie quiere hablar del castellano paraguayo ni del guaraní paraguayo. ¿Y por qué son temas tabú? ¿Por qué la gente no quiere hablar de estos temas? Para mí, porque l<strong>a existencia de ambos fenómenos no se hallan admitidos por el sistema educativo</strong>, y la gente no quiere ingresar al campo de lo nuevo cuando ese “algo nuevo” no se halla oficialmente aprobado. Nuestra gente sólo acepta la innovación cuando viene por vía del sistema. ¿Qué hace la gente cuando se le plantea un tema tabú? Asume actitudes diversas. ¿Y por qué estos temas no nos vienen por vía del sistema educativo? Tal vez porque el sistema no está en la vanguardia de los conocimientos; no incorpora, no asimila lo nuevo y por tanto no tiene la capacidad para divulgar conocimientos de última generación; pareciera que se limita a repetir conocimientos largamente consagrados, algunos ya desfasados, otros ya esclerosados. Entonces para tratar de interesarlo en algún tema nuevo, no queda otro camino que campañas como ésta que hoy lanzamos. Esta campaña es una irreverencia; una transgresión; casi un alzamiento contra el stablishmen educativo. De allí que deben comprometerse con ella solamente aquellos ciudadanos que tienen alma de insurgente.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>EL CASTELLANO PARAGUAYO (C.P.).</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Para entrar en tema debemos partir de la premisa que, para nosotros, el castellano paraguayo existe; por eso nos ocupamos del mismo. Creemos que tiene una entidad y una identidad propias, pero lo conocemos muy poco. Por eso queremos convocar a los estudiosos del lenguaje e instalar con ellos el diálogo científico; queremos que nos ayuden a caracterizarlo, a definirlo; queremos conocerlo acabadamente, asumirlo, amarlo y defenderlo; queremos hacer del C.P. una marca de nuestra identidad cultural.<br />
<br />
Y ya en el marco de la campaña queremos darles la noticia de que existen importantes estudios realizados y publicados, pero que no se divulgan. ¿Por qué no se hace? Esa es una cuestión profunda, larga y polémica. Prefiero dejar a cargo de ustedes esa investigación. Me limitaré a exponer ante ustedes lo poco que yo sé del castellano paraguayo, aclarando una vez más que no soy especialista en el tema. Yo soy estudioso de la lengua guaraní y promotor del guaraní paraguayo. Me inscribo en esta lucha para lidiar en ese campo. Para el castellano tendrán que venir otras personas; los especialistas. No obstante ello, les daré mi opinión de lo que entiendo por castellano paraguayo y de cómo debe abordarse, a mi juicio, su estudio.<br />
<br />
Para mí el C.P. es un castellano diferente de todos los castellanos de América y del mundo. Es propio del pueblo paraguayo; es exclusivo, único, inconfundible e intransferible. Pero tiene varios problemas, que son:</div><div style="text-align: justify;"><br />
1) El paraguayo <strong>no sabe</strong> que tiene un castellano propio y en consecuencia no puede asumirlo de modo consciente.<br />
2) El sistema educativo <strong>se niega</strong> a reconocer la existencia del castellano paraguayo, a cultivar y divulgarlo.<br />
3) No se tiene caracterizado, no se sabe cuáles son sus aspectos, su marca, su sello, su identidad.<br />
<br />
En cuanto a cómo debe acometerse el estudio de este fenómeno, entiendo que debemos partir de su ubicación geográfica; de un estudio diatópico, para proseguir con un estudio diacrónico, es decir, recorrer la historia de este dialecto; luego emprender el estudio de su permanencia en situación de contacto con otra lengua durante cinco siglos, para finalmente salir a escuchar cómo habla nuestro pueblo el castellano, observar los niveles de uso del lenguaje y allí establecer las notas diferenciadoras.<br />
<br />
Por su ubicación geográfica, es axiomático afirmar que el castellano paraguayo es un castellano de América, un castellano del Río de la Plata y un castellano del Paraguay, pero para completar el cuadro debemos señalar que su territorio y población se encuentran adyacentes al Brasil, motivo por el cual la lengua portuguesa interviene también en la formación del castellano paraguayo. En el estudio diacrónico debemos considerar el sempiterno aislamiento del Paraguay y por lo mismo el desarrollo de una cultura de características isleñas.<br />
<br />
Como castellano americano, el castellano paraguayo se caracteriza por suprimir el “ceceo”, es decir, por eliminar los sonidos de la /Z/ y de la /C/, sustituyéndolos por la /S/. Ej. Calzón/calson; canción/cansión. Sustituye el pronombre de segunda persona del plural <strong><em>“vosotros”</em></strong> por el pronombre de la tercera persona ficticia<strong><em>“ustedes”</em></strong>, y en concordancia con dicha sustitución suprime la forma de los verbos correspondientes al pronombre vosotros, tales como: <strong><em>veréis, sabréis, si vosotros cumplís; si vosotros pedís, etc.</em></strong> Estas formas no utilizan ninguno de los castellanos de los países de América. Por tanto, la marca más visible del castellano americano es la supresión del ceceo y del pronombre vosotros; aquí decimos: <strong><em>si ustedes cumplen - si ustedes piden.</em></strong><br />
<br />
En segundo lugar, como castellano rioplatense que es, el castellano paraguayo es un dialecto <strong><em>voseante</em></strong>, característica que comparte con Argentina y Uruguay. Elimina el pronombre personal de segunda persona del singular “Tú” y lo sustituye por el acrónimo “VOS”, vocablo derivado de la abreviatura de Vuestra Señoría (V.S.) tratamiento de respeto en el castellano antiguo e incluso hasta ahora en el castellano de España.<br />
<br />
Pero lo que más distingue y caracteriza al C.P. es su rasgo de <strong>lengua sincopada</strong>, sin sinalefas ni elisiones, presumiblemente como consecuencia de su permanencia en contacto con el guaraní en un mismo territorio y hablando ambas lenguas la misma población. La síncopa es un fenómeno del habla que consiste en cortar la cadena hablada entre palabra y palabra; en separar claramente una palabra pronunciada de la anterior y de la siguiente. El guaraní tiene esta inconfundible característica, pero es debido a que todas sus palabras terminan en vocal como el italiano, ninguna en consonante; y todas sus sílabas son directas como en japonés. Entonces se produce un <strong>corte glotal</strong> entre palabra y palabra. Evidentemente el paraguayo transfirió esta característica del guaraní a su castellano y la convirtió en lengua también sincopada. Dice por ej. el’ombre, el’ángel en vez de decir "elombre", "elangel". El stop glotal virtual que el guaraní usa entre palabra y palabra, aquí aplicamos también al castellano.<br />
<br />
También es característica del C.P. la <strong><em>entonación cadenciosa</em></strong>. Los <strong><em>arrastres y alargues onomatopéyicos</em></strong>, la permanencia del <strong><em>fonema /LL/</em></strong>, la riqueza de vocabulario, la sobriedad del discurso, su carga de <strong><em>palabras arcaicas</em></strong>, pero sobre todo su construcción sintáctica peculiar, alterada y en muchos casos calcada sobre la sintaxis guaraní.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
<span style="color: cyan;"><strong>IDENTIFICACIÓN Y CARACTERIZACIÓN</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un paraguayo puede identificar el castellano de su país al escuchar hablar a alguien. Lo identificaría por algún aspecto, pero no podrá explicar por qué es castellano paraguayo. No lo podrá hacer porque el sistema educativo no le ha brindado las herramientas para reconocerlo; no le ha inculcado las características de este dialecto que es el suyo y de su pueblo. Una cosa es identificar un dialecto empíricamente, de oídas, y otra bien diferente es poder caracterizarlo; señalar sus notas diferenciales. En nuestro caso los lingüistas y dialectólogos establecieron hasta ahora la caracterización del C.P. atendiendo a tres aspectos: <strong>LA FONÉTICA, EL LÉXICO y LA SINTAXIS.</strong><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
<span style="color: cyan;"><strong>CARACTERÍSTICAS FONÉTICAS.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Según el dialectólogo español don Germán de Granda, el mejor estudio que se tiene realizado sobre la fonética del castellano paraguayo es el del lingüista sueco Bertil Malmberg, titulado: “Notas sobre la fonética del español en el Paraguay”. Este estudioso ha observado los siguientes fenómenos en el C.P. 1) La preservación del fonema /Ll/. (Cabe aclarar hoy, que pertenezco a la última generación de paraguayos que sostiene la /Ll/; mis hijos ya la perdieron.). 2) La articulación africada de la /Y/. Ej. Ya, ye, yo en vez de la diptongación ia, ie, io. 3) La eliminación de la /S/ intermedia y su sustitución por una fuerte espiración gutural. Ej. poste/pohte; puesto/puehto; pasto/pahto. A estos tres aspectos agrega De Granda otros tres: 1) La fuerte oclusión glotal entre palabra y palaba; es decir la síncopa. 2) La unificación de los alófonos: /Y/, /C/, /L/ (sho, yo, cho) y 3) La prolongación de la /V/.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>CARACTERÍSTICAS LEXICALES.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Siguiendo a don Germán de Granda señalaremos que el castellano paraguayo se caracteriza también por su léxico muy especial. En este castellano abundan los arcaísmos hispanos, palabras caídas en desuso en otras regiones; especialmente un conjunto de palabras de origen náutico. Luego se observa una inusitada abundancia de palabras de origen militar. Sigue con otra serie de lusismos; con otro importante grupo de italianismos y finalmente con su carga de guaranismos. Veamos por parte.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>PALABRAS DE ORIGEN NÁUTICO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Abajo,</strong>de aguas abajo, sur; <strong>arriba,</strong> aguas arriba, norte; <strong>adentro</strong>, tierra adentro, interior; <strong>alambrar</strong>, originariamente era “realizar alambra en el mar”; <strong>arribar</strong>, subir una cuesta o llegar a destino; <strong>arribeño</strong>, forastero; <strong>averiado</strong>, persona con malos antecedentes; <strong>abarrotar,</strong> llenar; <strong>abombado</strong>, confuso; <strong>abra</strong>, lugar abierto; aguada, amarrar, amenazo, anclar, anclado; arrumarse, juntarse mucho; astillero, estalero y estadero, lugar donde se trabaja la madera; avío, aviarse, llevar alimentos para consumo en viaje; bajo, depresión leve de terreno; bajear, ir hacia el bajo; balde, baldear; banco de arena; bandear, cruzar, traspasar; bolear, girar; empatar, originariamente era “unir dos cabos de cuerda”; embicar, dirigir una nave hacia la costa; virar, dar la vuelta; zuncho, abrazadera, etc.<br />
<br />
El hablante de castellano que usa estas palabras, es muy posible que sea paraguayo. Pero hay más. Están los arcaísmos hispanos o palabras viejas, como: bastimento, baqueano, bodega, bonanza, bolicho, bordear, boyar, calafatear, candelero, costa, costanera, costear, derrotero, despachar, embarcadero, embarcadizo, encomienda, embromado, ensenada, entablar, estadía, estero, espinel, fija, flete, fletar, flote (salir a flote), galleta, garúa, grampa, isla, isleta, islería, mariscar, maroma, maleta, mazamorra, monte, paloapique, petaca, picada, piloteada, playada, provista, popa (viento en popa), punta, rebenque, roldana, toperol, trincar, torniquete.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>PALABRAS DE ORIGEN MILITAR</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Tenemos en nuestro léxico otro importante grupo de palabras que son de origen militar. ¿Y esto por qué? Porque la historia política del Paraguay es la de cinco siglos de gobiernos militares o de tipo militar. El paraguayo antes que ciudadano fue soldado y muchos lo son todavía. De allí que su lenguaje tiene una importante carga de términos militares, tales como: <em>birrete, campaña, compañía, cucheta, diana, hilera, oficial de compañía, sargento de compañía, intendente, rancho, ranchear, ranchero, desertor, trinchera, trincheta, disparar, baqueta, parada, machete, reyuno, fogueo, retreta, paisano, bala, balita, caja, partida, macana, tienda, yatagán, vaqueta. </em></div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>LUSISMOS</strong> <strong>O LUSITANISMOS Y BRASILEÑISMOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La contigüidad del Paraguay con el Brasil y la interacción intensa a través de los siglos con este país, ha dejado vestigios en el castellano paraguayo. Este dialecto registra lusismos y brasileñismos tales como: Banza, del portugués Banzo, travesaño. Bosta, del port. Bosta. Cachaza, del p. cachaça. Cacho, del p. cacho. Carimbo, del p. carimbo. Carozo, del p. caroço. Casal, del p. casal. Cerrazón, del p. cerrazao. Changa, changador, del p. jangada. Jangada, jangadero, ídem. Despachante, del p. despachante. Fariña, del p. farinha. Lobisón, luisón, del p. brasileño lobis-homen.<br />
<br />
El hablante del castellano que usa estas palabras es muy posible que sea paraguayo, pero también los que usan: firulete, friolento, garúa, liña, mucama, naco, pandorga, pedregullo, pichincha, plagueo, plaguear, piola, pombero, puchar, quilombo, rabincho, recova, rengo, repartición, reviro, revirarse, zafado, soco, tacho, temar, temático, tranquera, verija, farra, cachada.<br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><br />
<strong>ITALIANISMOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
La proximidad del Paraguay a la Argentina y la intensa interacción humana y social a través de cinco siglos con este país, ha ingresado a nuestro castellano muchos italianismos, tales como: <em>atenti, antipasto, ambiente, altoparlante, bocho, capo, corso, coso, crepar, crocante, crosta, cucha, chau, eco, ecolecuá, escrachar, espiedo, facha, fato, festichola, feta, fiaca, fregar, foguista, lungo, mafia, negocio, óleo, pastafrola, risoto, salame, salute, siete velo, sonar, tano, tratativa, tuti, berretin, biyuya, cana, chanta, chantapufi, chapar, linyera, malandra, mersa, mufa, peseto, polenta, toco, tuco, chimentar, falluto, laburar, pálpite, pizza, yeta, apolillar, bulín, caficho, campana, morfar y muchas más. </em></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><br />
<br />
<strong>GUARANISMOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
Huelga señalar que aquel hablante de castellano que usa alguna palabra guaraní en su discurso es indudablemente paraguayo. Sin embargo, el castellano paraguayo puede ser tal, y lo es de veras, sin usar ninguna palabra del guaraní. Es lo que don Rafael Rodríguez Marín califica como "el castellano paraguayo culto o estándar”, por oposición al “castellano paraguayo popular o coloquial”. El nombrado, entonces Secretario de Lexicografía de la Real Academia de la Lengua, nos dijo en ocasión de nuestra última visita, en su casa de Madrid:</div><div style="text-align: justify;"><strong><em>“Para mí no existe castellano más bello que el castellano paraguayo culto”</em></strong>y a continuación aclaró: “<strong><em>Los portadores del C.P. culto son los profesionales paraguayos de distintas ramas de las ciencias. Estos, cuando vienen a España a dictar conferencias científicas sobre sus respectivas especialidades, traen el C.P. de más alto nivel. Ellos no usan palabras del guaraní, pero el guaraní está presente en su discurso. ¿Y cómo?: en la síncopa, en el tono, en la abertura de las vocales, en los alargues onomatopéyicos, en el léxico, pero especialmente en la construcción sintáctica”.</em></strong><br />
<br />
Por su parte el C.P. popular o coloquial delata a cada paso su origen y entidad por la cantidad de palabras, lexemas y morfemas del guaraní que incrusta a su castellano. Veremos este fenómeno pero antes les quiero advertir que existe un importante grupo de palabras de origen guaraní que ha sido admitido y asimilado al castellano por el diccionario de la R.A.E. En 1970 la R.A.E. publicó la edición decimonona de su diccionario general, y en ella ya se encontraban estas palabras, algunas como de origen guaraní, pero la mayoría todavía como argentinismos o voces del Rio de la Plata. Veamos:</div><div style="text-align: justify;"><em>abatí, aguaí, apepú, arasá, caaminí, caburé, caca, caiguá, camambú, cambará, camuatí, caracará, caracú, caraguatá, caranday, caraú, carayá, cario, caroba, carurú, catinga, catingudo, catingoso, catiguá, curuvica, chiripá, guabiyú, guabirá, guaicurú, guará, guaraná, guaraní, guazubirá, manguruyú, maraca, maracaná, maracayá, ñandú, ñacaniná, ñacurutú, ñandutí, paraguay, paraguayo/a, piraña, pireca, pororó, sarandí, saría, surubí, tacuara, tacurú, taita, tapera, tapir, tataré, tatú, tereré, teruteru, tipoí, tucán, tupí, ura, urundey, urú, urubú, urucú, uruta, yacaré, yagua, yaguar, yaguané, yaguareté, yataí, yapú, yarará, yaré, yatay y yuquerí. </em><br />
<br />
Luego de 37 años de esta publicación debemos suponer que fueron introducidas muchas palabras más, sobre todo ahora que la Federación de Academias se abre hacia el reconocimiento de los regionalismos o dialectos regionales. Es posible que los paraguayos estemos usando más que otros estas palabras, pero desde que son admitidas por las Academias significa que ya pertenecen a toda la comunidad hispanohablante. Es el aporte del guaraní a la lengua castellana. Pero ¿acaso nosotros hacemos lo mismo para acrecentar el guaraní paraguayo? No. Nosotros resistimos a los hispanismos. Pero esto no viene al caso. Prosigamos y concluyamos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>LAS LOCUCIONES.</strong></span> Existen otras marcas del castellano paraguayo consideradas locutivas o propias de la locución, del discurso. Es un modo de hablar.<br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>LOS PLEONASMOS.</strong> </span>Una característica bien marcada del castellano paraguayo es la profusión de <strong>pleonasmos.</strong> No podemos precisar la causa, pero todos hemos observado expresiones tales como: <em>me subí arriba; me bajé abajo; caminé a pie, etc.</em><br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>LOS ALARGUES DE LAS VOCALES.</strong> </span>Luego tenemos los <strong>alargues de las vocales</strong> en ciertos puntos de las palabras, que constituyen onomatopeyas de movimiento, tales como: me iiiiba despacito; veníiia caminando. Agarró y se fueee; leeejos se fue. Este fenómeno es posible que tenga origen en el guaraní, idioma en que abunda la onomatopeya tanto de sonido como de movimiento. Estos rasgos son más propios del castellano paraguayo popular.<br />
<br />
<span style="color: cyan;"><strong>LAS MARCAS MORFOSINTÁCTICAS.</strong> </span>Finalmente ingresamos a lo principal; la construcción de las frases y oraciones en el castellano paraguayo. Esto sí es definitorio. Reitero que el C.P. también tiene sus niveles, en especial los dos citados y que en el nivel culto no se usa palabras del guaraní pero igual tiene una identidad absolutamente paraguaya. Se distingue por sus características fonética, discursiva, lexical y locutiva. Pero especialmente por su construcción sintáctica. Aparentemente nada de guaraní hay en expresiones como: vino de balde; se fue no más; le dije luego; etc. Sin embargo constituyen calcos sintácticos perfectos del guaraní: Son copias de: ou rei; ohónte; ha’e voi chupe kuri. Esto sube de punto cuando se trata del C.P. popular. Allí se registra una marca no sólo sintáctica sino morfosintáctica. Allí es donde se usan los morfemas del guaraní tales como: <strong><em>hína</em></strong> un morfema que indica accidente de tiempo presente continuativo en guaraní. Se usa en expresiones como: estaba hína. Otra partícula sufija de tiempo es: <strong><em>kuri,</em></strong> que indica tiempo pretérito reciente. Una partícula que indica modo simulativo de uso frecuente es: <strong><em>gua’u</em></strong>, se usa en expresiones como: hacemos las cosas de gua’u. Entre las palabras del guaraní admitidas por la Academia encontramos <strong>abatí</strong> y <strong>tupí</strong>, las cuales pueden usarse en contextos castellanos, pero en ese contexto no se puede construir una frase como: <strong><em>“avati tupi”</em></strong>, como decimos en guaraní; se tendrá que decir <strong><em>“el abatí de la variedad tupí”</em></strong>. La expresión <strong><em>“avati tupi”</em></strong> responde a la construcción sintáctica guaraní, donde el género precede a la especie y procede por mera yuxtaposición. Del mismo modo se construye la posesión de las cosas, donde el poseedor precede a la cosa poseída. <strong><em>Ej. Kili kamisa jyva votö</em></strong>. El castellano construye a la inversa. Ej. (El ) botón (de la) manga (de la) camisa (de) Aquilino. Muchas de estas construcciones sintácticas del guaraní se realizan en el castellano paraguayo, el cual se halla profundamente influido por la sintaxis guaraní, y es tanto más cuando más bajo es el nivel.<br />
<br />
Bien hasta aquí las noticias que tengo del castellano paraguayo. Es justo que deje en este punto para que prosigan los especialistas en lengua castellana. Por mi parte esto constituye casi una irreverencia desde que soy guaraniólogo y del castellano apenas soy un hablante.</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
<em>(*) Guaraniologo.</em></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><em><span style="text-align: justify;"><strong><em><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Fuente digital: <a href="http://mbatovi.blogspot.com/" target="_blank"><span style="color: red;">http://mbatovi.blogspot.com/</span></a> </strong></span></span></strong></span></em></strong></span></em></div><div style="text-align: right;"><em><span style="text-align: justify;"><strong><em><span style="text-align: justify;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Registro de enlace: Noviembre 2011</strong></span></span></strong></span></em></strong></span></em></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-3271997411017284182011-11-07T03:35:00.000-08:002011-11-07T03:35:42.112-08:00LOURDES TALAVERA - AJEDREZ PERPETUO (NOVELA) - Lanzamiento: Miércoles 16 de Noviembre 2011, Manzana de la Rivera. Asunción<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhogrufmhPthBKiq5WhSNCzdpCITnFDwEBS1QPa_etiEXn3DQdeuKSklUO7gA4-z-KN2NN_FC_5vpl91NvBtHZOnLwFZ0eOOQyHB0xi6yh8hoiiLzY0LmXljdXCksVRSsBxEjZ2qeC64Iwn/s1600/lourdes+talavera+ajedrez+perpetuo+servilibro+2011+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" ida="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhogrufmhPthBKiq5WhSNCzdpCITnFDwEBS1QPa_etiEXn3DQdeuKSklUO7gA4-z-KN2NN_FC_5vpl91NvBtHZOnLwFZ0eOOQyHB0xi6yh8hoiiLzY0LmXljdXCksVRSsBxEjZ2qeC64Iwn/s400/lourdes+talavera+ajedrez+perpetuo+servilibro+2011+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>AJEDREZ PERPETUO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Novela de <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=837"><span style="color: red;">LOURDES TALAVERA</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/detalles_museos.php?id=49"><span style="color: red;">EDITORIAL SERVILIBRO</span></a></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Tel.: 595 21 444770</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><a href="http://www.servilibro.com.py/" target="_blank"><span style="color: red;">www.servilibro.com.py</span></a></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Asunción – Paraguay, 2011</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Lanzamiento de La Novela “AJEDREZ PERPETUO”</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
Editorial Servilibro invita al lanzamiento de la Novela </strong></div><div style="text-align: center;"><strong>AJEDREZ PERPETUO de la escritora paraguaya LOURDES TALAVERA.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El miércoles 16 de Noviembre, 2011 a las 19:30 Hs.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Auditorio Ruy Díaz de Guzmán (Manzana de la Rivera))</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Ayolas 129.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>La presentación de “AJEDREZ PERPETUO”,</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong> estará a cargo de LOURDES ESPÍNOLA y NELSON AGUILERA.</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>“AJEDREZ SECRETO”</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Lourdes Talavera, escribe una novela donde la frase del poeta persa medieval, Omar Khayam, citado por Borges, se convierte en el núcleo de una historia que transcurre como un juego de ajedrez, secreto. Si movemos, en esta vida, los peones humanos, manipulándolos para nuestros fines en la lucha por la sobrevivencia, descubrimos que alguien en algún momento y en algún lugar tumba el tablero y devuelve las piezas al cajón de los trastos, es decir, a la nada.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El personaje de esta historia que es, entre otras cosas, la crónica de una familia, ha aprendido, de niña, a mover los trebejos y cree que por medio de ciertas estrategias, que tienen que ver con el arte de la guerra, se puede triunfar sobre el destino. Es como aquel caballero, de una película de Bergman, que desafía a la muerte a jugar la partida definitiva que podría librarlo de la Parca.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La paradoja es que no somos libres, pues hay hilos invisibles que nos mueven, desde arriba, como si fuéramos marionetas en el teatro del mundo. Un mundo lleno de ruido y de furia que nos arrastra por un tobogán invisible hacia la nada. Conspiraciones políticas, secuestradores, amores imposibles, familias desquiciadas, desfilan ante nuestros ojos en esta odisea humana signada por una dictadura tenebrosa donde la protagonista, Sofía, sufre innumerables peripecias que incluyen: violaciones y sufrimientos sin nombre en el sótano sombrío donde ha sido encerrada por sus captores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Este drama político-social transcurre en un país olvidado de la mano de Dios, casado con el infortunio donde reinan la injusticia, la pobreza y la impunidad. Donde un puñado de seres excepcionales tratan de redimir a los desvalidos por medio de un proyecto, casi utópico, que salve a los desheredados de la abyección en que viven. En esta obra también se cuestiona sobre el nihilismo en que se debate la sociedad actual, es decir, la nuestra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Es, además, un análisis magistral sobre la sicología de la víctima de un plagio, es decir, una situación límite (síndrome de Estocolmo), donde las angustias, miedos y pánicos de los que han sido humillados por el maltrato inhumano de los carceleros se ponen en evidencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Quizá el hecho de que la autora sea médica la haya capacitado para auscultar los oscuros recovecos del alma humana y pueda realizar un diagnóstico sobre la sociedad enferma en que vivimos. En algún momento se recuerda la horrible historia de Soledad Barret, nieta del famoso escritor Rafael Barret, muerta a raíz de las torturas sufridas en las prisiones de la tiranía brasileña.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Como en su obra narrativa anterior (de denuncia), Lourdes, desarrolla –como en un caleidoscopio infernal– las penurias de las familias de desaparecidos y agrega una reflexión existencial sobre la vida y la muerte en los países, que como en el nuestro, el destino de los desheredados es incierto, ya que en cualquier momento se puede dar un jaque mate inesperado a la vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>LA AUTORA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>LOURDES TALAVERA es narradora y ensayista. Integra la Sociedad de Escritores del Paraguay – SEP y Escritoras Paraguayas - EPA. Forma parte de la comisión editorial de la Revista del PENCLUB PARAGUAY como asimismo de su comisión directiva.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sus obras son: “JUNTO A LA VENTANA”; “ZOOLÓGICO URBANO; “AFINIDADES FURTIVAS”; SABOR A ALGARROBO (libro en edición cartonera de cuentos y relatos). “SOMBRAS SIN SOSIEGO” (novela); “APORTES DE LAS MUJERES AL CUENTO EN PARAGUAY DESDE LOS AÑOS OCHENTA A LA ACTUALIDAD” está publicado en: “Crónicas y ensayos paraguayos de ayer y de hoy” de Teresa Méndez Faith; otros ensayos y cuentos están publicados en números de la Revista del PENCLUB del Paraguay como asimismo en textos de literatura de la Enseñanza Básica como también en antologías nacionales e internacionales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LOS CUENTOS:</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>“EL DESALOJO” fue seleccionado y publicado en: “REVUE LITTERAIRE BILINGÜE FRANCAISE – ESPAGNOL” N° 27 “ARCOIRIS” y “LA REVANCHA” recibió una mención de Honor en el 7mo concurso de cuento corto “JORGE RITTER”. COOMECIPAR.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>CAPÍTULO : HOTEL CALIFORNIA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En aquel tiempo ella estaba viviendo ya en Montevideo, cuando un atardecer recibió la llamada de él y convinieron en encontrarse en el hotel California donde estaba hospedado. Sabía de ella al dedillo, qué hacía en sus horas libres, los lugares qué frecuentaba, las personas con quienes se reunía. Se sobresaltó. Cuando sonó el teléfono no se imaginó que sería él. Le preguntó cosas sobre ella:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-¿Te gusta vivir en Montevideo?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- Me siento más tranquila</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ella vivía en una casa solariega en un barrio residencial que había sido el lugar de veraneo de la familias acomodadas del siglo pasado. Siguieron hablando de cosas banales que no se referían al pasado sino más al presente que los confrontaba. Hubo cierto momento en que ella se sintió incómoda y fue cuando mencionó a Ariel. Le comentó a grandes rasgos que es cruel y desapegado de los sentimientos, que ahora estaba en el Brasil, con la excusa de terminar sus estudios aunque pretendía recomponer desde el exterior el movimiento. Le pareció que él no hablaba con nadie con tanta sinceridad desde hacía años. Luego cayó el silencio sobre ellos. Era un hondo silencio que de tener los ojos cerrados, permitiría desfilar las imágenes del pasado como una película de Godart. Entonces, él la invitó a su hotel:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Estoy en Montevideo, de paso, mañana tomaré un vuelo rumbo a Suiza. Me gustaría que pudieras venir al Hotel California. ¿Lo conocés?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Si, lo conozco</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Estaba turbada, él estaba allí a pocos minutos de su casa y quería verla. Su corazón latió de prisa como si quisiera huir de su tórax. Por un instante no supo qué hacer. Era evidente que deseaba verlo, pero era consciente del riesgo que eso equivalía. En numerosas ocasiones, en su mente había fantaseado con la idea de verlo una vez más. Lo que más recordaba de él, era la textura de la tela del pasamontañas que cubría su rostro. Por otro lado, tampoco quería sacudir el tizne que cubría los hechos tenebrosos del pasado. El ni siquiera se sacaba la ropa ni el pasamontañas. El instinto le advertía que no debería verlo, sin embargo la propuesta le estremecía y la rodeaba de una irrealidad incompatible con ella. Se había quedado sin palabras: </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-¿Estás allí?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Estoy aquí y pasaré por tu hotel en una hora.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Te espero.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ella anotó en una hoja, el número de la habitación y del teléfono del hotel. Y fue hasta allí para verlo, a la vuelta del centro de detención de cientos de desaparecidos y víctimas de la dictadura uruguaya. Llegó al lobby, nadie estaba en la recepción, se dirigió al ascensor y pulso el número dos. Caminó con pasos lentos el pasillo y encontró la puerta de su habitación, golpeó, cuando se abrió él sonreía en el umbral. La abrazó largo rato, aspirando su perfume, <em>Eternity de Calvin Klein</em>, la acarició sin prisa como si fuera el dueño de las horas. Se acariciaron largo rato sin decir nada. Con toda naturalidad, la llevó al lecho, la desnudó e hizo lo mismo. En habitación, <em>Central Park Blues</em> cantada por Nina Simone le daba un ambiente sobrenatural. De haber sido lo mismo en el pasado, quizás, ella hubiera sido feliz. Pero, esa oportunidad, se había perdido y nadie la recuperaría y menos ellos. Ella intuyó que su tacto sentía nostalgias de la trama de la tela que le cubría el rostro. Él la contempló desnuda con la avidez de quién tenía sed o apetito de una bebida o manjar exquisito. Muy despacio, lentamente, había pasado tanto tiempo desde que se separaron, entró en su interior. Sofía, recordó el hondo silencio, entre ambos, que se tragaba todos los ecos sin permitir que llegaran a la superficie. En cada ocasión, juntos ella se enfrentaba a la imagen de la muerte, que se desplegaba a pocos segundos, cara a cara con ella. Ese silencio con tinieblas como un fantasma se interponía de nuevo entre ellos. Solo ese silencio y nada más. Ante esa sensación experimentó pánico y sintió miedo. Entre las sábanas, ella se abrazó a su cuerpo desnudo y se acurrucó entre sus brazos, él dijo en un susurro que la amaba. Ella pensó que su sentimiento no tenía futuro, que la oportunidad había pasado de largo. Nadie podía, ahora, recuperarla. Sentía que su cuerpo era atraído hacia la oscuridad, de esas tinieblas. Cerró los ojos y espantó esos pensamientos. Sonaba <em>The Star- Crossed Lovers</em>, esa pieza de blues de la que Harika Murakami habla en una de sus novelas, mientras la dureza y un frío de hielo se instalaban en su corazón; el sonido del saxo sonaba doliente por el amor de una pareja de enamorados desdichados, en un intento afanoso de conjurar la fatalidad, inundaba el cuarto del hotel.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Había permanecido a su lado, algo así, como tres horas, eso creía porque no miró su reloj. No hablaron de nada, solamente estuvieron juntos y acurrucados como eso hubiera sido lo más importante en el mundo. Cuando abandonó el lecho, intentó retenerla y ella se puso de pie, le sonrió y se vistió presurosa. Temblaba, precisaba salir afuera y respirar aire puro. Sentía que si no se marchaba pronto, se quedaría absurdamente a su lado. Le tomó de la mano:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Me tengo que ir.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- Está bien, pero me gustaría volverte a ver.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- Necesito estar sola y cuando ponga en orden el caos que me habita, veré si eso es posible. En mi vida no hay lugar para las obligaciones ¿Me comprendés? Siento que no debí dejar que pasara estas cosas entre nosotros. Fue un error.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El la estrechó entre sus brazos y la besó, cerró los ojos y se quedó inmóvil; ella pudo sentir los latidos de su corazón dentro de su pecho. Era un latido acompasado, suave, breve. Cerró los ojos e imaginó su sangre roja que fluía en sus arterias. Le acarició su pelo suave, aspiró su fragancia, mientras sus manos vagabundeaban en su espalda como si intentara retenerla. El abrió los ojos y dijo:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-No comprendo nada, pero respeto tu decisión</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La abrazó y ella le estampó un beso en la mejilla, después tomó su bolsa y salió al pasillo. Mientras esperaba el ascensor, lo vio de pie en el umbral de la puerta con los brazos cruzados. No era alto y parecía muy vulnerable. Sacudió la cabeza y su pelo le tapó el rostro. Agitó su mano para decir adiós y se fue. Él también, le dijo adiós. Ambos sabían que era un adiós para siempre. Ella se sentía vacía, tenía un espacio en blanco inmenso en su interior. Salió a la calle, dobló en la esquina y fue al sitio donde dejó estacionado su auto. Se sentía sin fuerzas, deseaba caminar por la arena de la playa y no pensar en nada. Fluir. Salió a la 18 de Julio y llegó hasta rambla de Pocitos. Caminó descalza en la arena mientras resonaban a su alrededor el ruido de las olas. Deseaba regresar al hotel, pero no se había movido ni un milímetro, sabía que sería en vano. Una profunda tristeza la invadió, las luces de la noche titilaban y una brisa fresca le recordó que debía regresar a su casa. </strong></div></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-38393349753560224462011-11-01T15:54:00.000-07:002011-11-01T15:54:34.899-07:00MAURICIO CARDOZO OCAMPO - MIS BODAS DE ORO CON EL FOLCLORE PARAGUAYO (MEMORIAS DE UN PYCHÃI) / Editado con los auspicios del FONDEC, Tercera Edición 2001<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLNf1DlQOTwZRPTnQ6Q5mk8APLZ8BF1gfzD8CTf3GPugeI9FbHVhK_5JUAcBYWbPq4ua5Oi5vQ8DkotdOy-_nffMQTfwi6PKtvASicKvEh2DvOOozbozCu2b9SnREl7DNiXX23ochquAnv/s1600/mauricio+cardozo+ocampo+bodas+de+oro+fondec+2001+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" ida="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLNf1DlQOTwZRPTnQ6Q5mk8APLZ8BF1gfzD8CTf3GPugeI9FbHVhK_5JUAcBYWbPq4ua5Oi5vQ8DkotdOy-_nffMQTfwi6PKtvASicKvEh2DvOOozbozCu2b9SnREl7DNiXX23ochquAnv/s400/mauricio+cardozo+ocampo+bodas+de+oro+fondec+2001+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>MIS BODAS DE ORO CON EL FOLCLORE PARAGUAYO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>(MEMORIAS DE UN PYCHÃI)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=693"><span style="color: red;">MAURICIO CARDOZO OCAMPO</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><strong>Editado con los auspicios del<span style="color: red;"> </span><a href="http://www.portalguarani.com/detalles_museos.php?id=5" target="_blank"><span style="color: red;">FONDEC</span></a></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>QR PRODUCCIONES GRÁFICAS</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Tel.: 595 21 214295</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Asunción – Paraguay</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Tercera Edición 2001 (420 páginas)</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>PEEME GUÃRÃ CHE RUGÜY ÑEMOÑARÉ</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pe nde pópe amoĩ che anguecoi, che angatá, jha che angapyjhy ratarendy, che ñe’ãme mosusú pyré, co’ã che syva ry’ai poty nda jha’eiramo yepé mba’e guasú, pe yujhúne ipypé opoñy che purajhei re, tetã rayjhú anguecoi, aipórõ icatú jha’e: ñande rugüy... ñande ñe’ẽ jha ñande purajhei... rayjhú pápe mosusú pyré.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Para vosotros, los de mi misma sangre En vuestras manos pongo mi inquietud, mi lucha y luz de la dicha amasadas en el fondo de mi corazón; estas flores, sudor de mi frente y aunque no sean grandes cosas, encontrarán vibrando en mis canciones, el amor permanente hacia nuestro pueblo y entonces puedo decir: por nuestra sangre... por nuestro idioma... por nuestros cantares... elaborado todo en lo profundo de mis sentimientos.</strong></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>MAURICIO CARDOZO OCAMPO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>PRÓLOGO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Con su "GALOPERA", auténtica expresión Folclórica del Paraguay a través de su ritmo musical, su danza, su vestimenta típica y su estampa popular impregnada en la gracia y las alegrías del pueblo, don MAURICIO CARDOZO OCAMPO logra, ciertamente, su inmortalidad en el ámbito de las tradiciones de nuestro pueblo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Hijo de la tierra, sensible al sentir del pueblo, conoció la geografía y la sicología de una Patria y los representantes genuinos de su dimensión espiritual logrando con ello identificarse, por medio de sus éxitos musicales, con el patriotismo y el nacionalismo de un pueblo que, como el Paraguay, tiene pasaporte de música y poesía en el mundo entero.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El Río de la Plata pulió sus virtudes espirituales y artísticas, volcándolo hacia la literatura del folclore, para integrarse de este modo a estudiosos, conferencistas y escritores de la materia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Producto de largos años al servicio de nuestro folclore, dentro y fuera de nuestras fronteras, lo constituye su libro "PARAGUAY FOLCLÓRICO", parte de cuya reproducción pone su contribución valiosa a esta edición bajo el título de "MIS BODAS DE ORO CON EL FOLCLORE PARAGUAYO".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Don MAURICIO CARDOZO OCAMPO, artista al fin, palpa el futuro turístico de nuestro país y se hace responsable de la literatura que mañana ofrecemos a nuestros visitantes. Música, danzas y leyendas. Materias afinadas en el amplio conocimiento de sus estudios y que serán valiosos presentes ilustrativos sobre el espíritu de nuestro pueblo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paraguay despierta al auge del turismo nacional e internacional. Y para proseguir en la ruta del éxito necesita de todos sus valores, de sus intelectuales, de sus economistas, de sus artistas, de su pueblo. Todo por ofrecer al turista lo mejor que tiene el Paraguay en materia audiovisual, maravillosamente encuadrado en el encanto de sus paisajes, y contando, como contamos hoy, con la paz política todopoderosa fuerza-Dios mediante- que está impulsando el progreso ascendente de la Nación.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Apreciamos de verdad esta ponderable contribución de don MAURICIO CARDOZO, Jefe del Departamento Folclórico de la Dirección General de Turismo, y lo felicitamos por su trabajo, por sus BODAS DE ORO con el folclore y por el ejemplo dignificante que ello involucra.</strong></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Dr. ALEJANDRO BRUGADA GUANES</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Director General de Turismo</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>"Cuando muera quiero descansar bajo la tierra,</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>y ojalá que de mí surja un lapacho... "</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>(Mauricio Cardozo Ocampo)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>MAURICIO CARDOZO OCAMPO, mi padre, murió en Buenos Aires el 5 de mayo de 1982. Sus restos mortales yacen enterrados bajo la sombra de un tayy amarillo, en el cementerio de Ybycuí.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>"Sapy’ante che co’e</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>opá che pytú, pueblo Ybycuí</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mba’eicha tamo upé nde pohei</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>apytu’umí". ("Che pueblo porá”)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Han transcurrido veinte años desde su fallecimiento. Mi madre, FIDELINA FLEYTAS, inspiradora de "PARAGUAYA LINDA", "REGALO DE AMOR", "MORENA", "AÑORANZAS" y "CHE MORENA MÍ", partió el 5 de marzo de 2002 hacia su encuentro y también para unirse a sus hijos AMAMBAY y OSCAR, quienes prematuramente emprendieron el camino sin regreso. A veinte años de distancia, el eco de las palabras de mi padre aún resuena en el silencio de los recuerdos:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>"No tenés derecho a quejarte, si sos la mujer más cantada del Paraguay... " (Mauricio Cardozo Ocampo).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ante algunos reclamos de mi madre, aquellos que son comunes en la matrimonial convivencia, estas palabras surgían espontáneas, y el inapelable poder de aquella frase transformaba el pasajero enojo en una dulce y cómplice sonrisa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>"En esta casa, el que no canta, no baila o no ejecuta algún instrumento, no come... " (Mauricio Cardozo Ocampo).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En nuestro hogar de infancia, estas palabras constituían la ley fundamental de supervivencia, y emanaban desde la religión de nuestra familia: la música. La devoción hacia el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, fue creciendo como sentimiento primordial y con espíritu misional debía ser volcado al mundo. Nacidos en Buenos Aires, mis hermanos y yo, crecimos, sin embargo, en medio de la añoranza de un país soñado, en la tristeza de sus vicisitudes y en la esperanza del reencuentro. Estas vivencias hogareñas, sazonadas con las alegrías del chipá y del mbeyú con que nos deleitaba nuestra abuela Silveria, instalaron en lo más profundo del sentimiento familiar un amor infinito hacia la cultura paraguaya y a cada una de sus manifestaciones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El libro "MIS BODAS DE ORO CON EL FOLCLORE PARAGUAYO (MEMORIAS DE UN PYCHAI)", estructurado sobre las experiencias de una vida plenamente dedicada al cultivo del arte y de la música paraguaya, trascendió la vivencia personal y familiar y se instauró en la mera subjetividad del pueblo paraguayo. El afán del libro, destinado a nutrir el sentimiento colectivo con la afirmación de sus valores patrimoniales, aún tiene plena vigencia. Esto se hace manifiesto en el constante reclamo de lectores interesados en el mismo, y ello nos propulsó hacia una nueva publicación.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta es la tercera edición del libro que comúnmente se lo conoce como "MEMORIAS DE UN PYCHAI", y que hoy sale a la luz gracias a la ayuda financiera ofrecida por el FONDEC. Del mismo modo es noble reconocer el apoyo brindado por la Fundación TIERRANUESTRA, por el Centro Paraguayo Japonés y por Arandurã Ediciones. En nombre de la familia Cardozo Ocampo, sea pues para todos ellos nuestro sincero reconocimiento.</strong></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>ANÍBAL CARDOZO OCAMPO</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Asunción, mes de mayo de 2002</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Mauricio%20Cardozo%20Ocampo/mauricio%20cardozo%20ocampo%20foto%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>BAJO EL SIGNO DE LA CIGARRA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>De acuerdo a la creencia popular, el destino es el que marca el derrotero humano y a la vez ese destino se desenvuelve bajo determinado signo, debo confesar que a mí me correspondió el signo de la cigarra, pues desde muy niño empecé a cantar y ya en mis bodas de oro con el Arte, sigo cantando todavía.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sin embargo, no todo son flores, quiero decir música, en la vida de un músico. En nuestro medio, no era bien mirado el hombre que andaba con la guitarra o con algún otro instrumento musical en las manos, pues se consideraba sinónimo de haraganería, una persona desafecta al trabajo y no era valorado el papel tan importante que desempeña dentro de la sociedad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La estrechez económica casi siempre marcha pareja con el Arte, pero con mi signo de Tauro, tozudo y empecinado, nunca aflojé y menos mencionar la palabra "claudicar". Hubo épocas en que fui poseedor de importantes sumas de dinero, pero como el músico no es economista, ese dinero voló y, a la música volví con más empeño, con más ahínco, hasta hoy.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ELOY MARTÍN PÉREZ, un bohemio flautista, fue mi inspirador. Llegó a Ybycuí, mi pueblo natal, allá por el año 1918 y es uno de mis personajes inolvidables, por la profunda huella artística que dejó en mi ser. También perenne, es el recuerdo de mi maestro JUAN J. ROJAS, quien me enseñó las primeras letras musicales y la flauta. Don SANTIAGO BARRIOCANAL, oriundo de mi pueblo, gran amante del arte, fue el gestor del traslado de estos maestros a Ybycuí.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ya de conscripto en la Banda de Policía, fueron mis impagables maestros: NICOLINO PELLEGRINI y SALVADOR DÉNTICE y mis compañeros consejeros: SIXTO BENÍTEZ ROJAS, el poeta FÉLIX FERNÁNDEZ y el flautista ROGELIO CUBILLA, quienes con sus enseñanzas y ejemplos modelaron mi espíritu musical y ocupan un lugar íntimo en mi alma.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">NACE UN DUO.</span> Cuando la movilización del año 1928, conocí a ELADIO MARTÍNEZ en Tacumbú, asiento de la Artillería N° 1, en donde matizábamos las horas de franco y descanso, con guitarra y canciones, y allí nació el DÚO MARTÍNEZ-CARDOZO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ya en la desmovilización, gracias a la intervención del canciller chileno CONRADO RÍOS GALLARDO, que lanzó aquella proclama que decía: "Cualquier agresión contra el Paraguay será considerada como una agresión a Chile", recuperamos la paz y el DÚO MARTÍNEZ-CARDOZO salió a tomar rumbos artísticos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">ADIOS A LA PATRIA.</span> En el año 1931 actuaba en Asunción una Compañía Uruguaya de Comedias, encabezada por HÉCTOR CUORE y el dúo fue contratado para realizar los fines de fiesta y salimos con ellos de Asunción el 31 de mayo de 1931. Recorrimos varias provincias argentinas, para luego internarnos en el estado de Rio Grande Do Sul (Brasil), finalizando nuestro contrato y gira en la capital uruguaya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">EN MONTEVIDEO. </span>Por primera vez llegaba al Uruguay una expresión folclórica paraguaya y fuimos recibidos con mucha simpatía, a raíz de la luminosa huella dejada por nuestro AGUSTÍN BARRIOS. Aquellas personas que compartieron con él horas de arte, se interesaron por nosotros, nos rodearon y entre ellos apareció el gran compositor uruguayo EDUARDO FABINI, quien nos llevó contratados para actuar en el S.O.D.R.E. de Montevideo, cuya sede era el Teatro Oficial "Urquiza" y actuamos por largo tiempo en teatros, clubes y emisoras privadas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">EN BUENOS AIRES.</span> Esta ciudad resultó para nosotros un gran campo de acción artístico. Nos hicimos de muchísimos amigos, admiradores y colegas artistas, entre ellos una figura señera del teatro argentino, Dr. ENRIQUE T. SUSINI (aún vive) y él nos incorporó a su Compañía de Comedias Líricas y actuamos más de seis meses en el Teatro Odeón, con la obra "MADAMA LYNCH" y luego salimos por el interior y exterior del país, contando en aquella oportunidad con la colaboración de nuestro gran arpista desaparecido FÉLIX PÉREZ CARDOZO. Fueron también colaboradores del dúo, GUMERSINDO AYALA AQUINO y PRUDENCIO GIMÉNEZ.</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EL PRESIDENTE ELECTO DEL PARAGUAY, DR. EUSEBIO AYALA, EN EL "ODEÓN"</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Una agradable sorpresa nos causó saber que en uno de los palcos del Teatro "Odeón", presenciando la Comedia "Madama Lynch", se hallaba el entonces Presidente electo de la República, Dr. EUSEBIO AYALA, y al terminar nuestra actuación el Dr. Susini, nos llevó a saludar al ilustre compatriota, quien nos manifestó que con nuestra labor de difusores del arte paraguayo, estábamos honrando al Paraguay y que continuásemos en esa tarea. Nuestra actuación con el Dr. Susini fue la llave que nos abrió las puertas de los centros culturales, artísticos y sociales constituyéndonos entonces en artistas muy solicitados y trabajamos en varias emisoras como Radio Cultura, Argentina, Prieto, Splendid y Belgrano (entonces L.R.3 Radio Nacional), con mucho éxito y comenzamos a grabar un centenar de discos en el sello Odeón, al cual pertenecí posteriormente durante veinte años.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">CRUZ ROJA PARAGUAYA.</span> Corría el año 1932, desatada ya la guerra chaqueña, oportunidad en que nos presentamos ante nuestra representación diplomática, a la sazón Ministro Plenipotenciario el Dr. VICENTE RIVAROLA, para acudir a la Patria como tantos otros compatriotas y fue él quien nos indicó que nos quedásemos en Buenos Aires a trabajar con la Cruz Roja Paraguaya para recolectar fondos, medicamentos, instrumentales de cirugía, lo cual se logró con mucho éxito por la gran actividad desplegada por esa institución y por otra parte, por la gran simpatía del pueblo argentino hacia la causa paraguaya, y así fue como los artistas paraguayos trabajamos intensamente en festivales en los teatros y cines porteños, bajo la benemérita organización paraguaya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Deseo destacar el gesto de un médico argentino de apellido JORGE, entonces Director del Hospital Durand de ésa y de una dama argentina, directora de escuela, la Sra. LÍA GENSER DE TÍVOLI, que tomaron con fuerza un pedido hecho desde el Chaco por el Dr. JOSÉ ARCE, argentino, incorporado a la Sanidad paraguaya, del envío urgente de un aparato esterilizador de instrumentos de cirugía muy costoso. Estas dos personas, con la colaboración del DÚO MARTÍNEZ-CARDOZO realizaban festivales, al margen de la Cruz Roja Paraguaya y cumplimos con éxito el pedido, enviando dicho aparato. Este episodio, sin duda, ha de figurar en las memorias del famoso Dr. JOSÉ ARCE, gran amigo del Paraguay, recientemente desaparecido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mientras seguía la titánica lucha en el Chaco, y en uno de los combates de Nanawa, perdió la vida mi hermano BONIFACIO. Este doloroso impacto, dio oportunidad a que naciera la guarania “PUEBLO YBYCUÍ”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En el transcurso de la guerra, muchos fueron los heridos que llegaban a Buenos Aires para su recuperación, internándose en distintos hospitales, entre ellos el mayor KEIN, teniente LUIS A. VELILLA, capitán ROS, el hoy general RAMOS GIMÉNEZ, el Dr. BOJANOVICH, capitán ORUÉ, sargento LÓPEZ, otros y otros, quienes en las horas de visita, recibían el aliento musical de la Patria, llevado por los artistas paraguayos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">NACEN LAS PEÑAS FOLCLORICAS EN BUENOS AIRES. </span>La primera fue la "PEÑA GAUCHA" que funcionaba en el subsuelo de Tacuarí y Victoria (hoy Hipólito Irigoyen), que fue el origen de la actualmente importante peña folclórica "EL CEIBO", donde MARTÍNEZ-CARDOZO fue colaborador desde sus inicios, juntamente con FÉLIX PÉREZ CARDOZO y el poeta correntino OSVALDO SOSA CORDERO. Ya en el núcleo de "EL CEIBO" se incorporaron el hoy tan famoso ATAHUALPA YUPANQUI, el dúo OCAMPO-FLORES, RUIZ-ACUÑA, etc. Estas dos peñas fueron mojones para el nacimiento de varias otras. A la fecha, han proliferado tanto estos centros artísticos culturales en todos los barrios, que pasan ya el millar y allí, con unción y cariño bailan y cantan su folclore, además de otras expresiones telúricas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">VUELVE LA PAZ. </span>Al terminar la contienda, la Cruz Roja Paraguaya (Comité Paraguayo), se disuelve y con ese núcleo importante de paraguayos y argentinos, se resuelve fundar el Círculo Paraguayo. Aquí termina la colaboración efectiva en favor de la Patria triunfante y el dúo Martínez-Cardozo, siente la satisfacción de la misión cumplida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">CONJUNTO "ÑANDE KOGA".</span> Mientras tanto iban en auge, cobrando carta de ciudadanía, las dulces guaranias y las alegres polcas paraguayas y era necesario entonces presentar conjuntos de otra naturaleza, para matizar los clásicos de arpa, guitarra y canto y así fue como formé el conjunto "ÑANDE KOGA", compuesto ya por violines, violoncelo, contrabajo, flauta, clarinete, arpa, guitarra y canto. Muchos de nuestros cantores más populares grabaron con este conjunto: AGUSTÍN BARBOZA, AGUSTÍN LARRAMENDIA (RUBITO), CARLOS REYNAL, DELFÍN FLEYTAS, CHINITA DE NICOLA, TEÓFILO ESCOBAR, LUCIO RUBÍN, ANGEL BENÍTEZ. El dúo de los HERMANOS CÁCERES, RIVERO-ECHAGÜE, NÚÑEZ-BEDOYA, EDMUNDO PIZARRO, LUIS ALBERTO DEL PARANÁ, el dúo BARRIOS ESPÍNOLA y otros. El CONJUNTO "ÑANDE KOGA" perteneció por muchos años al sello Odeón y grabó apreciable cantidad de discos que fueron impactos en nuestro país como "AMAMBAY, "LAS 7 CABRILLAS", "PUEBLO YBYCUÍ”, "PARAGUAYA LINDA", "MI DESTINO", "REGALO DE AMOR", "ESTRELLITA", "CAÑONERO", "VOLVERÁS A SOÑAR", "QUÉ LINDA ES MI BANDERA!", "RINCÓN GUARANÍ, "TAPYI JHA’EÑÓ", "MARIZA DE PUNTA PORÃ", "ANGÉLICA", "CHE CORAZÓ YARA", "CO’ẼTÍ YAVÉ", "BRISA SUAVE", etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">NACE UNA ENTIDAD ARTISTICA QUE MARCO UNA ETAPA IMPORTANTE PARA EL ARTE PARAGUAYO, EN EL RIO DE LA PLATA. </span>A esta altura de su carrera, este dúo continúa con sus trabajos artísticos y ya aumentaba en Buenos Aires el número: de artistas paraguayos, lo que hizo nacer una necesidad de unidad para la mejor difusión de la música nuestra y con un grupo selecto de artistas, fundamos la "AGRUPACIÓN FOLCLÓRICA GUARANÍ”, en un banco de la Plaza del Congreso: luego nos facilitó su local la Peña "EL CEIBO".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Un listado de guerra, organizador, culto, sereno, sin ser artista, fue la persona que llevó adelante esta nucleación filarmónica y, si se quiere, a la cúspide el arte paraguayo, fuera de la Patria. Nos referimos al entonces Tte. LUIS A. VELILLA, hoy teniente coronel. Esta Agrupación llegó luego a aglutinar todos los valores paraguayos que llegaban a la capital porteña y, seguro de omitir nombres de esta campaña en pro de nuestro arte, recordamos a JOSÉ ASUNCIÓN FLORES, FÉLIX PÉREZ CARDOZO, SAMUEL AGUAYO, HERMINIO GIMÉNEZ, GUMERSINDO AYALA AQUINO, DIOSNEL CHASE, JULIÁN ALARCÓN, FRANCISCO ALVARENGA, JULIO ESCOBEIRO, ROSITA MEDINA, FAUSTINO ZÁRATE, AGUSTÍN BARBOZA, EMILIO VAESKEN, EMILIO BOBADILLA CÁCERES, CRISTÓBAL CÁCERES, DELFÍN FLEYTAS, CARLOS MIGUEL GIMÉNEZ, AGUSTÍN (RUBITO), LUCIANO y GENEROSO LARRAMENDIA, FIDELINO CASTRO, TEÓFILO NOGUERA, PABLO MALDONADO y sus hijas BLANCA, POCHA y CELIA, JUAN y VALENTÍN ESCOBAR, ROSA MARÍA MONTERO (ARAZÁ OCARA), SANTIAGO CORTESI, ROMILDO ECHEVERRI, CLOTILDE y MARGARITA PINHO INSFRÁN, MATÍAS GÓMEZ, FÉLIX MORENO, PRUDENCIO GIMÉNEZ, YOLANDA FORESTIERI, DORITA NORBY, ESTHER ACUÑA FALCÓN, SARA BENÍTEZ, SARITA ANTÚNEZ, MIGUEL MÉNDEZ CHAMORRO, CASTORINA DE CHAMORRO, JUAN FRANCISCO PÉREZ, ANTONIO ORTIZ MAYANS, JUAN SORAZÁBAL y ANDRÉS GUEVARA, MANUEL GONZÁLEZ GODOY, JACINTO HERRERA, SEVERO RODAS, QUINTÍN IRALA, FELIPE MENUTTI, DAMACIO ESQUIVEL, EULOGIO CARDOZO, los hermanos OSIDES y RAMÓN RODAS, el cantor argentino EDUARDO RAYO, SANTIAGO TALÍA, NELLY PRONO, LILIAN RIERA, HÉRIB CAMPOS CERVERA, AUGUSTO ROA BASTOS, CONCEPCIÓN LEYES DE CHAVES, OSVALDO y MANUEL W. CHAVES, CRISTÓBAL PÉREZ ORTIZ, RAMÓN SEGOVIA, BLAS ORTIZ y los Dres. GUIDO POLLITZER, CARLOS F. ABENTE y Prof. MIGUEL FERNANDO SORIA, que prestaban a los artistas sus servicios profesionales, gratuitamente. Eran socios protectores: Dr. HORACIO MONTES DE OCA, PEDRO ARANDA, JAIME SICONIC, HORACIO MÉNDEZ AYALA, BENJAMÍN BLOTO, RAMÓN ALTIMIRA, CAYETANO MONTIEL, RAQUEL MARTÍNEZ, RÓMULO MARTÍNEZ y JOSÉ BRAGATO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta agrupación musical llegó a convertirse en una importante sociedad artística. Muchos fueron los conciertos ofrecidos en teatros como el "MUNICIPAL", "NACIONAL DE COMEDIAS", "POLITEAMA", "JOSÉ VERDI", llegando a presentar importantes orquestas sinfónicas con la colaboración de la Asociación del Profesorado Orquestal (APO) y otras veces con músicos del Teatro Colón. También organizaba ciclos culturales con distinguidas personalidades como los profesores JOSÉ IMBELLONI, JUAN FRANCISCO JACOBE, ENRIQUE DE GANDÍA, KURT PAHLEN, PAULOTI, IBARRA GRASSO y GERMÁN ARCINIEGAS. También editó una revista, órgano de la entidad y vocero de sus inquietudes, con el título de "PARAGUAY".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuando la filmación de la película argentina "PRISIONEROS DE LA TIERRA" fueron requeridos elementos de la Agrupación, entre varios AGUSTÍN BARBOZA, GUMERSINDO AYALA AQUINO Y el dúo MARTÍNEZ-CARDOZO, oportunidad para que naciera la guarania "MENSU RESAY" y la polca "ANIKE PEICO VAÍ".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">DISTINTOS RUMBOS. </span>En el año 1939, el dúo toma distintos caminos y luego de un tiempo, ELADIO MARTÍNEZ vuelve a Asunción; yo continúo dedicándome siempre al arte y a mi mejoramiento cultural e inicio mis estudios de armonía y otros conocimientos técnicos, con los maestros ISIDRO MAIZTEGUI, GILARDO GILARDI y JACOBO FISCHER y entre música y cantos, formé mi hogar con la colaboración de una extraordinaria mujer paraguaya, en donde la religión es el Arte y la armonía familiar perfecta y así nacieron "PARAGUAYA LINDA"... "CHE MORENAMÍ"... "REGALO DE AMOR"...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">NACE GALOPERA.</span> La nucleación benéfica "DAMAS PARAGUAYAS" de Buenos Aires, que presidía la señora KILÍ ACEVAL DE GARAY, solicitó mi colaboración para realizar un festival en el Salón "Unione e Benevolenza", presentando estampas paraguayas y recordando escenas vividas en la tierra lejana, presenté la "DANZA DE LA GALOPA" y allí estrené mi canción, hoy tan conocida "GALOPERA", que es la que más satisfacciones me ha proporcionado. Ya en el calor del hogar y con la presencia de los niños OSCAR, ANÍBAL y AMAMBAY, surgen los valseados "AMAMBAY" y "ESTRELLITA" y para recordar mejor a la Patria inolvidable, salen a luz "AMÉRICA INDIA", "CENTAURO DE YBYCUÍ''... "QUÉ LINDA ES MI BANDERA!"... esta última para mi familia constituye un himno que siempre entonamos en conjunto.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">MUNDO GUARANI. </span>Años atrás, los editores en Buenos Aires decían que la música paraguaya no era comercial. Ante ese desinterés y siendo nuestro deseo y una necesidad difundir nuestras composiciones, surgió la idea de una editorial paraguaya y así creamos la EDITORIAL “MUNDO GUARANÍ”, que llegó a editar un centenar de obras paraguayas. Este hecho despertó el interés público y ni qué decir de los editorialistas, surgiendo entre ellos la puja por editar nuestra música, como EDITORIAL FERMATA, JULIO KORN, LAGOS, PERROTTI, etc., quienes al final, asediaban a los compositores compatriotas. Luego, teniendo resuelto mi regreso a la Patria, encontrando una buena oferta, la vendí.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">CLUB FOLCLORICO "RINCÓN GUARANI". </span>Llegando a una etapa profesional y siendo socio activo de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), en la cual formé parte como socio fundador y ya teniendo mi orquesta folclórica organizada, con la colonia paraguaya aumentada en su afluencia y cesada su actividad la AGRUPACIÓN FOLCLÓRICA GUARANÍ, fundé el CLUB FOLCLÓRICO "RINCÓN GUARANÍ". Tuve la satisfacción de ser el gestor de un centro social, artístico-cultural, donde desfiló lo más granado del arte paraguayo: FÉLIX PÉREZ CARDOZO, SAMUEL AGUAYO, JOSÉ ASUNCIÓN FLORES, HERMINIO GIMÉNEZ, al frente de importantes orquestas sinfónicas, CAYO SILA GODOY y entre los argentinos ARIEL RAMÍREZ, ALBERTO CASTELAR, MIGUEL PADULA, EDUARDO RAYO y muchos más.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Este club funcionó por muchos años en el distinguido SALÓN "PRÍNCIPE" y fue refugio y lugar de encuentro de los compatriotas que llegaban al Río de la Plata por diversos motivos. Nuestro club necesitaba un himno y con la colaboración del profesor VIRGILIO CENTURIÓN, integrante de mi orquesta, compusimos la canción que fue popularizada con el nombre de "RINCÓN GUARANÍ”. A la sazón se hallaban en Buenos Aires, para su reparación, los cañoneros "Paraguay" y "Humaitá" y su dotación era asidua concurrente al Club Leonardo Martínez, de su tripulación, me llevó un tema que dio origen a la canción patriótica "CAÑONERO", que fue estrenada con la asistencia de todo el personal y coreada por ellos y el público asistente, lo que hizo vivir un momento de emoción patriótica, ante la presencia de los marineros paraguayos en el escenario, cantando con voz vibrante.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">"CHE SYMI PORA". </span>La añoranza de mi hogar de niño... de la madre lejana en las horas de nostalgia; el recuerdo de la mujer paraguaya, heroica, sufriente, estoica, en la persona de mi madre, hija de una Residenta, dio motivo para que formulase una sencilla canción: "CHE SYMI PORA", mi homenaje a ese "Dios sin ateos" que lastimosamente se nos va de este mundo y cuya presencia no puede ser suplantada. También otra muy sentida canción, que emociona cuando se escucha fuera de la Patria: "MOMBYRY GÜIVE", con la feliz colaboración de doña INA ROLÓN DE RAMOS GIMÉNEZ, esposa de nuestro escritor y poeta, don LEOPOLDO RAMOS GIMÉNEZ, con quienes compartíamos las nostalgias del terruño.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">DECRETO LEY N° 94 "FEDERICO CHAVES". </span>En una de mis tantas visitas a Asunción, entre tertulias y serenatas, se hablaba entre colegas y amigos, sobre la sentida necesidad de la protección autoral, que en materia de leyes en nuestro país, era una laguna. Llevamos nuestra inquietud hasta el entonces Presidente de la República, Dr. FEDERICO CHAVES, quien nos escuchó con interés y nos pidió le llevásemos el proyecto de ley.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Al día siguiente, en la siesta de un verano de 1951, en la calle Gral. Santos, en el domicilio de los MORENO GONZÁLEZ, bajo los árboles, en una máquina portátil se tecleaba la fórmula del proyecto de ley. Éramos tres personas: el Dr. EZEQUIEL GONZÁLEZ ALSINA, el profesor JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ y MAURICIO CARDOZO OCAMPO. Así fue una realidad la protección autoral para los músicos e intelectuales del Paraguay, el Decreto Ley N° 94 “Federico Chaves".</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>FUNDACIÓN DE "AUTORES PARAGUAYOS ASOCIADOS" (APA)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ya con el amparo de la Ley 94 de Propiedad Intelectual, los autores y compositores, tanto tiempo desheredados, se movilizaron, con la necesidad de agruparse para ejercer este derecho largamente soñado. Había que formar una sociedad de autores como las similares del mundo y se realizó la primera reunión en el Ateneo Paraguayo, Independencia Nacional y Pte. Franco, el 1° de julio de 1951. Se formó la primera Comisión Directiva, o sea el primer Directorio, creándose una Carta de Principios, para su gobierno, siendo el primer Presidente, el historiador y hombre de letras don JUAN E. O'LEARY; Vicepresidente, Prof. JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ; Secretario, MAURICIO CARDOZO OCAMPO; Vicesecretario, ANICETO VERA IBARROLA; Tesorero, GUILLERMO T. BERTONI; Vocales, ELADIO MARTÍNEZ, ARTURO ALSINA, etc., etc. Se propusieron varias siglas para el nombre de la sociedad y fue aceptada la propuesta hecha por el Dr. EZEQUIEL GONZÁLEZ ALSINA: "A.P.A." (AUTORES PARAGUAYOS ASOCIADOS).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">VUELTA A LA PATRIA. </span>Pero la añoranza de la Patria estaba latente y volví, ya con mi familia, obedeciendo a ese llamado misterioso de la tierra colorada, en donde mi raíz está hondamente prendida y con el propósito de traer mi contribución artística, sumando así mis conocimientos adquiridos en mi larga carrera en el extranjero y de integrarme a mi país nunca olvidado. Abrimos "Una Mansión del Arte en un lugar de ensueño". Se llamó "SOLAR GUARANÍ" y formé la agrupación de carácter folclórico que bauticé "BANDA OCARA", la que me brindó muchas satisfacciones por la acogida que tuvo de parte del público asistente y también por los propios músicos que la integraban, pues ejecutábamos antiguas páginas olvidadas, pero auténticamente paraguayas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">DOS ACUARELAS ASUNCENAS.</span> Un espíritu inquieto y culto, historiador, costumbrista, diplomático y poeta, me leyó unos versos sobre una acuarela con el título de "CAMBÁ LA MERCÉ” y me dejó una copia. Al día siguiente, con un llamado telefónico le anunciaba que ya tenía la música. Entusiasmado con esta primera colaboración, el Dr. HIPÓLITO SÁNCHEZ QUELL, a quien me estoy refiriendo, me invitó para visitar una comunidad de morenos en Loma Campamento, aledaña a San Lorenzo, famosa por sus expresiones costumbristas, devotos acérrimos del Santo Rey. Después de apreciar sus ritos y danzas, nació "SAN BALTAZAR" y ambas fueron estrenadas en el Teatro Municipal "Ignacio A. Pane", en homenaje al Primer Magistrado de la Nación, general Alfredo Stroessner.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">REGRESO A BUENOS AIRES. </span>Como dije más adelante, el músico no es economista y cuando revisé el "Debe" y "Haber" de mis libros, no había nada y entonces, aprovechando una solicitud del Instituto de Bellas Artes "Romano", vuelvo a Buenos Aires para enseñar folclore a sus alumnos y me dedico de lleno a la docencia, al estudio y a la investigación del folclore. Asisto a clases, participo de simposios, festivales y mientras tanto actúo en dos temporadas, al frente de la Orquesta Estable de L.R.4 Radio Splendid (años 59-60) y otras dos (60-61) dirigiendo la Orquesta Estable de L.R. 1 Radio "El Mundo", haciendo música paraguaya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">LITORALEÑA.</span> En ese ínterin de mis actividades, surge en Buenos Aires el zarandeado asunto de la voz espuria de "LITORALEÑA", que no era otra cosa que un mote puesto a la música paraguaya, o mejor dicho, al ancestral ritmo paraguayo. Aquí empezó mi ardorosa lucha a través de los periódicos, radios, disertaciones, etc. Esto me deparó muchas amarguras y también muchas satisfacciones, pues, por otra parte, entendidos folclorólogos argentinos aceptaban mi tesis, me apoyaban y estimulaban en esta campaña. Hoy tengo la satisfacción de que el asunto "litoraleña" haya amainado y muchos son ya los folcloristas en la Argentina, que lo han rechazado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">REGRESO DEFINITIVO A LA PATRIA. </span>Como siempre hacía mis visitas esporádicas al terruño y en una de esas oportunidades recibí la invitación de Autores Paraguayos Asociados (APA), para acompañar a la agrupación artística que asistía al 1er. Festival Latinoamericano de Folclore, en la ciudad de Salta. También fui de la partida con la misma delegación y en el mismo carácter, en los dos festivales siguientes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>A mi regreso fui invitado por el general Marcial Samaniego, patriota y espíritu selecto, para incorporarme a la Dirección General de Turismo, como titular del Departamento Folclórico, donde actualmente me encuentro y desde entonces he tenido la oportunidad de organizar disertaciones, conferencias y espectáculos de carácter folclórico y a la vez escribo en los principales diarios de Asunción, sobre el mismo tema. Hoy, al frente del CONJUNTO FOLCLÓRICO "PERÚ RIMÁ", estoy empeñado, en primer lugar, a exhumar, recopilar, documentar y difundir las páginas de antaño, para salvar este patrimonio nacional. Nuestro primer L.P. ha resultado todo un éxito y estamos en la tarea de preparar la selección para un segundo L.P.</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>RECORDANDO NUESTRAS ANDANZAS CON ELADIO MARTÍNEZ</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Eladio Martínez y yo vivíamos en Buenos Aires, en una pensión de la calle Bulnes 1926, donde nos llevó aquel compatriota y amigo, Pedrito Casco y cuya dueña era doña CLARA DE FERNÁNDEZ.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuando FÉLIX PÉREZ CARDOZO formó parte artística con nosotros, a raíz de nuestro contrato con la Compañía del Dr. ENRIQUE SUSINI, en el Teatro "Odeón" con la comedia "MADAMA LYNCH", vino a vivir en nuestra pensión donde también vivía GUMERSINDO AYALÁ AQUINO (AYALITA). Se integró después al grupo paraguayo de la calle Bulnes aquel joven guaireño de espíritu selecto y culto, que era artista de alma, ENRIQUE GARCÍA CASARTELLI.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Corría el año 32 y la guerra del Chaco estaba en plena efervescencia y llegaban a la pensión los amigos compatriotas, ávidos de conocer y comentar las noticias de la Patria. Recordando con Eladio tantas horas vividas, vino a nuestra mente una tarde en que llegó hasta nuestro refugio, como otros tantos, un bohemio del Guairá, FEDERICO RIERA.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Traía a leernos su obrita teatral "TIERRA GUARANÍ" y además, el tema incipiente de la canción "ASUNCIÓN", que deseaba incluir en la citada obra. Había que terminar la canción, solicitándonos Riera nuestra colaboración al efecto. Mientras GARCÍA CASARTELLI tejía y destejía los versos con Riera, Eladio y yo nos empeñábamos en completar los pasajes de la primera parte, para hacer entre los dos, la segunda parte y terminamos la canción. Así nació ASUNCIÓN, siendo testigo de esta anécdota GUMERSINDO AYALA AQUINO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ensayamos "TIERRA GUARANÍ” y la estrenamos en el Salón Teatro "José Verdi" de la Boca, Alte Brown 736, donde se cantó por- primera vez "ASUNCIÓN". La interpretó ELADIO MARTÍNEZ, que hacía el papel de CAPITÁN CANCIO; GARCÍA CASARTELLI, el de SARGENTO POLVORÍN y yo, de soldado PERÚ'Í. Con el beneplácito de los compatriotas que abundaban en el citado barrio, reprisamos este espectáculo en el cine-teatro "Olavarría".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Llevamos entonces la canción "ASUNCIÓN" a las peñas folclóricas, que recién empezaban en Buenos Aires, con un éxito extraordinario, hasta que una cantante, asidua colaboradora de las peñas, OLGUITA MONTES, se enamoró de ella, la aprendió y la cantó en ritmo de rumba. De ahí nació nuestra inquietud por declararla en el Registro de la Propiedad Intelectual y unos pocos días después, llegó Riera a nuestro reducto de Bulnes, anunciándonos que ya la había registrado, pero solamente a su nombre, quedando en esta forma, excluidos sus coautores: ELADIO MARTÍNEZ, ENRIQUE CASARTELLI y MAURICIO CARDOZO OCAMPO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta anécdota la recordábamos con el poeta GUMERSINDO AYALA AQUINO, hace unos días, que fue también colaborador del DÚO MARTÍNEZ-CARDOZO de aquella época, a raíz de las declaraciones de FEDERICO RIERA, en un reportaje del diario "La Tribuna" del domingo 20 de setiembre de 1970, olvidando este hecho.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Mauricio%20Cardozo%20Ocampo/fidelina%20fleytas%20de%20cardozo%20ocampo%20portalguarani.jpg" /></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>LA MÚSICA, PAN ESPIRITUAL</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div><div style="text-align: justify;"><strong>En el Paraguay, la música es el pan espiritual insustituible de todas las horas. Los paraguayos viven realizando sus actividades con música; ella señala su alegría, su esperanza, su optimismo; su quebranto, tristeza o dolor; en una palabra, marca paso a paso, etapa por etapa, todas las inquietudes de su vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>A esta tierra saturada de música y canciones, pareciera que la Providencia o el destino dotara de sonidos para aplacar tanto dolor y tanta desventura sufrida, que su raleada población encuentra aliciente en sus desgracias y trueca así su llanto en música, su tristeza y dolor, en risas y cantos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En esta tierra todos cantan: el labrador, el tropero, el patrón y el peón cantan o silban mientras realizan sus tareas; la mujer canturrea mientras pedalea su máquina, lía su cigarro, o pisa el maíz en el mortero; cuando teje su ñandutí, al traer el agua de la fuente o al realizar cualquier labor hogareña, siempre canturrea y ni qué decir cuando arrulla al fruto de sus entrañas, sus labios murmuran la más dulce canción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El que se ausenta, se convertirá en poeta o músico para cantar a la amada lejana, a la madre o a su valle querido, tocado íntimamente en lo más profundo de su ser, por la sentida añoranza, y esto producirá el milagro de un toque mágico, que hará florecer en sentidos versos o en dulces melodías, e irá enriqueciendo, fabulosamente, el parnaso popular del Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Podemos afirmar que la presencia de la música siempre está latente en todas las actividades del pueblo paraguayo y hay tanta verdad en lo que decimos, que no existe actividad pública o privada en que no esté presente el toque musical.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La vida cívica de los partidos políticos del Paraguay tiene sus respectivas polcas, que es como decir su himno cívico, que constituye una divisa sonora y es también un medio para conquistar nuevos adeptos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La mentalidad campesina no concibe la existencia de un partido político que no posea su polca, y a este respecto recordamos una anécdota ocurrida en rueda de compatriotas en Buenos Aires, donde hablábamos de música y de política. Allí oímos contar a uno de los contertulios: "Al surgir a la vida cívica un nuevo partido, fue invitado a formar parte de esa agrupación un personaje apodado "Sargento Luqueño", que era muy estimado. A esa invitación contestó que "iba a pensar primero" y que después daría la respuesta. Después de unos días, al preguntársele su resolución, el Sargento Luqueño contestó: "Mire, mi amigo, resolví no afiliarme al partido de ustedes, peẽ nico ne’ira voí ni polca pe recó" (ustedes ni polca tienen todavía).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El héroe máximo de nuestra nacionalidad, nuestro Mariscal de Acero, Francisco Solano López, a quien músico y poeta le rindieron una página que le acompañará en su ruta hacia la inmortalidad y cuyos sones ya retumban hacia lo eterno; es "CERRO CORÁ" de FÉLIX FERNÁNDEZ y HERMINIO GIMÉNEZ, que, acertadamente fue declarada por nuestro Gobierno, canción nacional.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El Partido tradicional Colorado tiene su polca que lleva su nombre y es de autor anónimo, pero en el Álbum de Aristóbulo Domínguez "AIRES NACIONALES PARAGUAYOS", se menciona: "Es de pertenencia de A. Guerresi, maestro de banda cuando la presidencia del General PATRICIO A. ESCOBAR - 1887. Lo comprueban personas que viven de aquella época, como así mismo, pruebas que tiene el autor de esta obra".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La polca "COLORADO" es alegre y de por sí incita al enfervorizamiento; es de inmensa popularidad y hasta llegó a conquistar un apodo: "N° 1" y en las reuniones públicas o privadas, cuando un participante desea escuchar su ejecución, basta que levante un solo dedo, para que los músicos la interpreten.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El Partido Liberal tiene la polca "18 DE OCTUBRE", que señala una fecha de la lucha cívica y quedó como un segundo himno de dicha agrupación, desplazando prácticamente a la anterior "POLCA LIBERAL". Estas páginas que se han folclorizado quedaron grabadas profundamente en el alma paraguaya, de tal modo que en la actualidad, ni siquiera se recuerda quiénes fueron sus autores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¡Cuántas lágrimas derramadas y cuántos hogares enlutados causaron las interpretaciones de las polcas "COLORADO" y "18 DE OCTUBRE"!... por causa del fanatismo de los rivales partidarios y que tuvieron por escenario reuniones públicas y privadas, aunque con más frecuencia y los hechos ocurrieron en las fiestas campesinas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La conocida página musical "SAJONIA", la ejecutaban ya las orquestas asuncenas, antes de 1904, mas, cuando ese año atracaron los revolucionarios a bordo del barco rebelde, ese puerto se bautizó con el nombre de 48</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>"PUERTO SAJONIA" y la galopa, ya entonces popular, se rebautizó con el mismo nombre. Actualmente la polca "SAJONIA" se canta con una letra que pertenece al poeta correntino OSVALDO SOSA CORDERO y con el título de "CHE PARAGUAĨ POTI".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La memoria del General BERNARDINO CABALLERO, figura legendaria de la Patria, héroe de la Guerra Grande, creador del gran Partido Colorado y reconstructor de la nación guaraní, tuvo el homenaje sonoro de los músicos populares en la hermosa galopa "GENERAL CABALLERO" y la canción "CENTAURO DE YBYCUÍ".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En el transcurso de la década del 20, cuando el Partido Liberal fue dividido en dos grupos, se compusieron inmediatamente dos nuevas páginas musicales: “SACO MBĨKĨ” y "SACO PUKÚ", cuyas denominaciones correspondían a cada uno de los grupos disidentes. La primera pertenecía a la fracción acaudillada por EDUARDO SCHAERER (a quien también le fue dedicada una polca que lleva su nombre) y la otra por JOSÉ P. GUGGIARI, ELIGIO y EUSEBIO AYALA. Además este último grupo tenía otra polca dedicada especialmente a exaltar el nombre de Guggiari y es la conocida con el título sonoro de "JOSÉ P.", que fue muy difundida, explicándose esta popularidad, por ser el triunfador en aquella querella partidaria. Este dirigente tuvo además otra pieza musical, cuando surgió su candidatura a la Presidencia de la República: “NDETA MANTE VOÍ”. Con anterioridad a todo lo que hemos nombrado, debemos recordar la polca "ALÓN", que era el seudónimo del dirigente político JOSÉ DE LA CRUZ AYALA.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En la década del 20, el Partido Colorado también se dividió en dos fracciones, lo que dio motivo al nacimiento de dos polcas paraguayas, una con el título de "COLORADOS ELECCIONISTAS" y la otra "COLORADOS ABSTENCIONISTAS".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En la revolución de 1922, la antigua polca "PIRIRÍ PORORÓ" se rebautizó con el título de "PONCHO JHOVĨ”; este título fue aplicado porque a la sazón estaba muy en boga como prenda de campaña, una tela "bayeta" de vivo color azul y como este color simboliza al Partido Liberal, las tropas revolucionarias optaron por este poncho, de allí proviene su popularidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La emotiva página titulada "NDE RESÁ PORÃ" conocida con el nombre de "CA'AZAPÁ" y cuya autoría se atribuye a otro autor, fue dedicada a una bella joven de esa ciudad, llamada ROSITA ALDERETE, por ELOY MARTÍN PÉREZ, su verdadero autor, quien se sintió herido por la flecha de Cupido. A esta dulce melodía le fue adaptada la poesía "MAERAVÉ NDOICOI" de CARLOS A. JARA, constituyéndose también en resonante éxito en la década del 20. Posteriormente, ya en 1922, en el fragor del combate de Paraguarí, entre las fuerzas gubernistas, cuyo jefe comandante era el teniente Estigarribia, más tarde nuestro héroe máximo de la guerra chaqueña (1932-1935) y el bando rebelde encabezado por el coronel Chirife (el “Tigre"), nació "LA CANCIÓN DEL SOLDADO", letra de RAFAEL RÍOS, cantada también con la melodía de "NDE RESÁ PORÃ" y es vigente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ante el peligro de esta guerra amenazante que oscurecía el límpido ciclo patrio, un poeta popular, EMILIANO R. FERNÁNDEZ, dando su voz de alerta como una clarinada, formuló hermosas canciones patrióticas como "1º DE MARZO", "ROJAS SILVA RECÁVO" y "CHE LA REINA". Estas canciones integran el repertorio permanente de los intérpretes populares.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuando la guerra chaqueña, nombres de lugares, fechas y hechos gloriosos de las armas paraguayas fueron inmortalizados en músicas y canciones patrióticas, nacidas en el fragor de la lucha y así surgieron páginas como "BOQUERÓN", "FORTÍN TOLEDO", "FORTÍN NANAWA", "PARAPITÍ PORA' (FANTASMA DEL PARAPITÍ) y otras. Y fueron compuestas para exaltar el sacrificio de la lucha habida en los inhóspitos lugares chaqueños, y la última composición nombrada fue dedicada por sus autores: JULIO ESCOBEIRO y GUMERSINDO AYALA AQUINO, al coronel Rafael Franco, por ser el héroe que cruzó el Parapití, que era la frontera natural de los guaraníes, como lo indica su nombre autóctono que data de épocas remotísimas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Las huestes comandadas por el citado militar y que realizaron la hazaña de cruzar dicho río, venciendo la resistencia del enemigo, fueron como fantasmas para el ejército boliviano, de ahí su nombre. Posteriormente, la polca "PARAPITÍ PORA" fue adaptada como himno cívico del nuevo partido llamado "Febrerista", que surgió a la vida política del Paraguay, después de la guerra chaqueña.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La adopción de esa polca como himno partidario se debe a que ella fue dedicada, como decimos, por sus autores al coronel Franco, jefe máximo de la novel agrupación política.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El conductor victorioso de la contienda chaqueña, el mariscal JOSÉ FÉLIX ESTIGARRIBIA, tiene dos polcas que trasuntan el homenaje popular: "MARISCAL ESTIGARRIBIA" y "PUMA GUARANÍ".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En esta era se produce una sonora eclosión entre los filarmónicos guaraníes y es el PRESIDENTE STROESSNER el gestador, inspirador y numen de este desborde lírico, pues encontramos ya más de quince composiciones que le fueron dedicadas. Son ellas: "AL TERCER MARISCAL", "SE VISLUMBRA", "MI GENERAL STROESSNER", "STROESSNER ĨKETÉRE", "PARAGUAY, TIERRA FELIZ"; "PLEGARIA DE AMOR", "PRESIDENTE STROESSNER", "AL GRAN LÍDER AMERICANO DE LA PAZ", "TA'IPOTĨ ÑANDE RETÃ", "AL PRESIDENTE STROESSNER", "AL GRAN RECONSTRUCTOR", "PRESIDENTE ENCARNACENO", "MI GENERAL", "DON ALFREDO", etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>También los clubes deportivos tienen su polca. Citamos las más populares: "GUARANÍ FOOTBALL CLUB", "CERRO PORTEÑO", "OLIMPIA", "LIBERTAD", "NACIONAL QUERIDO", "RUBIO ÑU", "ADELANTE CURÉ LUQUE", "SOL DE AMÉRICA", etc., etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Astros extraordinarios del deporte paraguayo no podían pasar indiferentes en la historia de la música de la Patria. El más admirado es ARSENIO ERICO que con sus hazañas de goleador conquistó motes como: "EL JUGADOR N° I DE TODOS LOS TIEMPOS", "EL SALTARÍN ROJO", "EL AVIADOR", "EL HOMBRE DE GOMA", etc. Una canción lleva el título de "ERICO", simplemente; otra, "AL GRAN ARSENIO ERICO". Otro gran astro del balompié paraguayo fue DELFÍN BENÍTEZ CÁCERES. A igual que Erico incursionó en el fútbol porteño; conquistó a la gran hinchada de Boca Juniors con sus estupendos goles, recibiendo el mote de "machetero" y así se llama la polca paraguaya que le fue dedicada. Este jugador, por sus arremetidas incontenibles fue comparado con las huestes de PLÁCIDO JARA, apodada "MACHETEROS DE LA MUERTE", fue terror del invasor en la guerra chaqueña. De allí proviene o mejor dicho conquistó ese mote nada tranquilizante para el adversario, nuestro futbolista BENÍTEZ CÁCERES. También a los guerrilleros de Plácido Jara les fue dedicada una polca con el título de "MACHETEROS DE LA MUERTE".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>A casi todos los pueblos y lugares del Paraguay se los recuerda con una canción y varias de estas páginas han cobrado tal popularidad que pertenecen al repertorio permanente de los intérpretes de música paraguaya. Citamos algunas de ellas: "ARROYOS Y ESTEROS", "PARAGUAY”, "CA'Í PUENTE", "RECUERDOS DE CA'ACUPÉ" (hoy "VIRGENCITA DE CA'ACUPÉ), "CHE VALLE MÍ YAGUARÓN" (antes "MELENITA"), "ASUNCIÓN", "ALFONSO LOMA", "PARAGUAIPE") (a Asunción), "CHE VALLE PIRAYUMÍ'', "PUEBLO YBYCUÍ", "CHE PARAJE CUÉ" (dedicado a PUERTO PINASCO), "QUĨQUĨHÓ", “SANTANÍ POTĨ”, "ÑEEMBUCÚ", "FLOR DE PILAR", "RECUERDO DE YPACARAÍ", "A MI PUEBLITO ESCOBAR"... y últimamente "CANTO A ITACURUBÍ".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La fauna paraguaya también ha brindado motivos de inspiración a los filarmónicos guaraníes. Los ejemplos son múltiples, algunos de ellos muy conocidos como "CHIRICOÉ", "CHE BURROMÍ”, "CABUREÍ”, " GÜĨRA CAMPANA", etc., etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Lo trágico, el paraguayo lo dice cantando, de allí los "compuestos" con los cuales se relatan actos delictuosos, un romance triste, una guerra civil o un hecho que llegara a conmover a los habitantes. Así recordamos el "COMPUESTO DE PANCHA GARMENDIA", "MARCELINA ROSA RIVERO", "CASAMIENTO DEL TARAVÉ" (fantasía trágico-jocosa), "COMBATE DE PARAGUARÍ”, "FUSILAMIENTO DE ROGELIO GODOY", "ROMUALDO RÍOS", "EMILIO SERVÍN", "MATEO GAMARRA" y muchísimos más dentro de este género. El HIMNO NACIONAL PARAGUAYO, que entonamos con unción y respeto y que fue compuesto por y con espíritu foráneo, no trasunta, tanto en su letra como en su música el alma de nuestro pueblo; más, como nació en los albores de la independencia, ha marcado una etapa en la vida paraguaya. Pero este pueblo, cantor por excelencia, adoptó además otro himno, más en consonancia con su espíritu, a cuyos compases vibra y se enardece; es la polca heroica que surgió en el fragor de la Guerra Grande, "CAMPAMENTO CERRO LEÓN". Al son de esta polca desaparece toda división política y se unen los corazones paraguayos, en un haz para la glorificación de la patria guaraní.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La enseña tricolor, también es cantada por los niños en las escuelas con la canción "QUÉ LINDA ES MI BANDERA!".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Y dejamos para lo último, al más popular y al máximo motivo que tiene el paraguayo para pulsar su lira: la mujer.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Si citáramos la nómina completa de las canciones donde la mujer es motivo de los más puros elogios, llenaríamos páginas y páginas, por lo que solamente mencionaremos algunas, que llamaríamos clásicas, que se han adentrado profundamente en el alma popular y que ningún trovador deja de entonarlas. Empecemos por nombrar a la que es raíz misma de la raza, la mujer guaraní: "INDIA", la popular guarania de JOSÉ ASUNCIÓN FLORES y MANUEL ORTIZ GUERRERO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Otras de las piezas populares dedicadas a la mujer son: "LA TEJEDORA DE ÑANDUTÍ”, "MARÍA PACURÍ”, "POLCA MARÍA", "MAGDALENA" (esta canción mereció una página imperecedera de RAFAEL BARRETT), "FLORIPAMÍ", "BURRERITA", "CHOLÍ", "FLOR DE PILAR", "CARAPEGÜEÑA", "PARAGUAYA LINDA", "DESPIERTA MI ANGELINA", "VIRGINIA", "AMAMBAY", "ANAHÍ", "JOSEFINA", etc., etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>A grandes trazos dejamos expresado lo que encierra un importante capítulo de historia musical, cuyo espíritu trasciende los lares de todos los continentes, como un mensaje de armonía, que vuela desde el pentagrama de sus guaranias, polcas, valseados, rasguidos dobles, galopas, purajhei... y que rotulamos: "La música en el alma paraguaya".</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>EL MÚSICO Y SU MISIÓN DENTRO DE LA SOCIEDAD</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>1) LA MÚSICA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Las distintas definiciones de la música, desde que el mundo es mundo, o más propiamente expresado, desde que se ha empeñado la mente del hombre en explicar la música, todas absolutamente todas las definiciones de la música, nos la presentan en todas las edades y en todas las latitudes como el más bello emprendimiento del hombre en lo sublime. La música de por sí y por su esencia, origen y misión o función en el alma humana, es una conquista inigualada, un don supremo, un legado invalorable que viene dentro del alma, que acompaña al ser humano en todas sus manifestaciones y que supervive pura y maravillosamente, como un nexo místico, como un bastión cultural, como un hito civilizatorio. Donde hay música hay alegría; donde hay música hay armonía y melodía, hay ritmo, hay belleza, hay la sucesión inefable de cuentas prístinas que caen como gemas en el cuenco del alma. No se puede amar la música y ser mala persona, como no se puede amar lo insondable y bello y servir a intereses egoístas, subalternos y totalmente materiales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La música interpreta un estado del alma o del sentimiento; la música enaltece y une; la música vibra armoniosa y deleitosamente juntando en un haz los corazones y las almas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Por todo ello nos parece que la música significa en el devenir humano, el más preciado regalo de Dios después de la propia existencia. Y en nuestro país, en nuestro medio, la música es más aún, especialmente la música folclórica, arrancada de los surcos telúricos y de las fontanas silvestres; de los episodios guerreros, de los capítulos históricos, del idioma de las aves y de la belleza de las vírgenes flores de nuestra campiña.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La música en el Paraguay es parte integrante de la raza y de la marcha de la Nación. Ha venido de lejos, de la noche de la historia, para preservar primero el idioma y la melodía después, para ser siempre la cuidadora del carácter de la raza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>No será nuestra música la mejor de la tierra, porque siempre es odioso hacer comparaciones y establecer supremacías o hegemonías, pero la música paraguaya, nuestra música, es definidora de nuestro ambiente y de nuestras costumbres, y con sus compases y su dulzura silvestre ha entrado al gran mundo artístico de la tierra y ha ganado admiradores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ha triunfado porque es sincera y dulce; ha ganado admiración porque es bella, simple y melodiosa; está conceptuada entre las más gustadas porque los músicos de esta tierra de belleza y leyenda, la han cuidado, la han hermoseado, la han esculpido con el cincel de sus instrumentos, la han amado y se han consustanciado con ella. Y por eso escuchamos que nuestro país, el Paraguay, es país de músicos innatos y ellos son el reflejo fiel de la vibración de su material humano.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>II) EL MÚSICO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>a) EL COMPOSITOR</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La música en estado de efervescencia, en estado latente encerrada en su mina metafísica, necesita del artífice que la perciba, la desgaje de su estado natural y la pula con su genio o inspiración para que ella, despertando de su estatismo de milenios, vibre y viva, al conjuro de esa varita mágica y sea gustada y admirada por quienes la escuchen.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ese es el papel, la misión del compositor: la de buscar, bucear en la vastedad espiritual para recoger los ecos de las divinidades o para armonizar en el pentagrama los cantos de las aves, el caer de la lluvia y la belleza de una puesta de sol; y si a todo eso agregamos una dulce sonrisa y la presencia de unos labios de clavel encendido, la música se enciende en los corazones y late en las ventanas de las mozas, y por otra parte su misión es recoger las vibraciones populares, para reflejar a través de sus inspiraciones la inquietud total, es decir la alegría, el dolor, los sueños y esperanzas de la Patria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Y el músico, el compositor que la ha descubierto y le ha dado vida luego de su peregrinaje muchas veces doloroso, le da alas, la observa un instante y va con su brújula zahorí en busca de otros temas, mientras la música entra a formar parte del bagaje cultural y el nombre de su padre y descubridor se pierde en la ingratitud, en la dinámica del tiempo. Y el folclore se enriquece en tanto que, paradojalmente, el autor de este aporte se empobrece, vegeta o vive bajo el abrigo de una pálida esperanza, muchas veces entrevista y prometida y nunca conseguida o plasmada en realidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>b) EL MÚSICO PROFESIONAL</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Y para que la música descubierta por el compositor y descrita en el lenguaje técnico del pentagrama sea escuchada, falta hace el artífice que la interprete y provisto de su instrumento específico, le dé alas materiales a la música.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Y entonces el oyente se maravilla ante la creación artística del compositor y ante la capacidad interpretativa del músico y embellece su mundo, y levanta la frente, y agradece mudamente a Dios la esplendidez, del presente de la música.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Es flor del aire; es suspiro que abandona el pecho y se diluye en los océanos de aire del espacio; es nada más que una intención, un esbozo, un ademán, el que golpea la conciencia de quienes escuchan la música y se preguntan de qué vive ese músico y qué se puede hacer por él (por el compositor o por el intérprete) para efectivizar ese agradecimiento, para premiar ese instante de belleza y perfección que conmueve y acaricia el alma.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>*/*</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Porque el músico en nuestro medio es un cero sin gravitancia en la sociedad. Ni siquiera es una profesión, ya que la sociedad no reconoce como profesión la de ser músico. No sirve para robustecer una solicitud bancaria; no alcanza para servir de aval de un préstamo y sobre todo no beneficia a quien se autodenomina músico.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Es una tarea mental que viene vaya a saber de qué remoto pasado de oscuridad y abandono, cuando las cuerdas de arpas y guitarras dormían silenciadas. Época pretérita en que decirle a una persona que era músico era como ofenderlo, marginarlo de la sociedad, desprestigiarlo y envilecerlo; era como llamarlo a uno vagabundo o haragán.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Y la rémora continúa, persiste. Aun sabedores como somos de la gravitación y de la necesidad del alma y del cuerpo, la sociedad no ubica ni retribuye el aporte de los músicos. Se premia, se atiende y se estimula a los soldados que defienden a la Patria y por qué entonces no se premia, no se atiende y no se cuida a los soldados del arte, que embellecen la Patria; que magnifican la historia y que atesoran el folclore y que son defensores de la soberanía de su cultura, paralelamente a los defensores de la soberanía física.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El paraguayo se ha dicho que nace guerrero y músico; los guerreros tienen escuelas y los músicos carecen de ella. En los estrados judiciales no se reconoce como profesión la de músico y artista de variedades, por lo que llegado el caso, no hay ninguna ley que les ofrezca amparo y sin embargo el progreso material de un pueblo debe ir paralelo con el progreso cultural.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>**/**</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Paradojalmente, de la música es de lo que más necesita el ser humano, porque así como el pan alimenta el cuerpo, la música es el pan del espíritu. Y sin embargo (allí está la paradoja), el músico sólo es aceptado en ocasional papel de animador de reuniones, bailes, fiestas, y luego vuelta al anonimato, vuelta a la oscuridad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Muchas veces hemos oído decir que el mejor embajador de nuestro país es la música y los mejores representantes del Paraguay, los músicos, que en número indeterminado y en conjunto superiores al centenar cantan e interpretan música paraguaya bajo todos los cielos del planeta, sin otro aliciente que su fervorosa vocación, sin más premio que la retribución -a su trabajo; y ante esta realidad y siendo como son, quienes nos hacen conocer al mundo, no es justo acaso que sean ayudados, que sean atendidos, para que nuestra representación mejore y para que el concepto que de nosotros se tenga, sea mejor de día en día en nuestra propia Patria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>MORALEJA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La breve y tal vez desordenada exposición que hemos hecho de una realidad que nos toca muy de cerca y que en ningún caso constituye una plañidera queja, sino una simple exposición de la realidad del músico en nuestro país, tiene una moraleja.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los músicos suelen constituirse en factores principales; en atracción de las reuniones de beneficencia y su colaboración es gratuita; ¿pero se colabora con ellos cuando a su vez lo necesitan?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Es hora de revisionismo. Es hora de reestructuración. Es hora de dar al César lo que es del César, y por lo tanto es hora y tiempo de contemplar y solucionar la ubicación del músico dentro de la sociedad. O sigue siendo un simple artículo de lujo exhibido al antojo de quienes solicitan sus servicios, o es, como lo creemos nosotros, un ciudadano íntegro y capacitado, tan digno como el que más para ser defendido y estimulado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El tiempo nos dará la razón y alguna vez en este bello país de la música, los músicos, sus sacerdotes, tendrían el papel protagónico que han asumido por instinto y mandato de su vocación, desde hace mucho tiempo, cultivando el folclore, embelleciendo el ambiente, describiendo las hazañas de la raza y haciendo perdurables los instantes de plenitud de las almas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El músico, como ente humano y paraguayo, debe tener su estatuto, su defensa constitucional, sus derechos garantizados y su bienestar físico y material, como justa retribución a sus esenciales servicios.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Estas observaciones basadas en un deseo de mejoramiento para el estado actual en que se encuentran mis colegas nacionales, parte de una situación personal, pues en mi condición de socio de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) y como uno de sus fundadores, gozo de muchos privilegios como jubilación, socorros mutuos, asistencia social (sanatorios, médicos, medicamentos, cte.) y cuando tenga que emprender el viaje final tenemos un panteón donde reposar, además de importante ayuda monetaria para mis herederos, quienes seguirán, hasta por cincuenta años más de mi desaparición, percibiendo mis derechos autorales y manteniendo la jubilación a mi viuda o hijos menores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Quiero además aclarar que soy uno de los fundadores de AUTORES PARAGUAYOS ASOCIADOS (APA) y junto con mis compañeros de entonces el Dr. EZEQUIEL GONZÁLEZ ALSINA y el maestro JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ, tuvimos la tarea de elaborar el Anteproyecto de la Ley N° 94 "Federico Chaves" en el año 1951, y hasta hoy no veo realizados mis sueños de que mis colegas paraguayos gocen los mismos privilegios que yo en SADAIC, y sería loable que APA llegue alguna vez a brindar esos justos beneficios a los músicos nacionales, y termino apelando a la muy corriente expresión que dice: "No es mal para nadie, sino bien para todos..."</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ENLACE INTERNO A OBRAS DE</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>MAURICIO CARDOZO OCAMPO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles_obras.php?&pp=0&id=693&ini=0&fin=6.50" target="_blank"><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Mauricio%20Cardozo%20Ocampo/mauricio%20cardozo%20ocampo%20galeria%20de%20obras%20en%20portalguarani.jpg" /></a></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>ÍNDICE</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Peeme guarã che rugüy ñemoñare</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Prólogo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Prólogo a la tercera edición</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>I</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>BALANCE DE LOS 50 AÑOS DE MI QUEHACER ARTÍSTICO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Bajo el signo de la cigarra</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Martínez-Cardozo actúa en el SODRE</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Fundación de Autores Paraguayos Asociados</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Recordando nuestras andanzas con Eladio Martínez</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Carta abierta a Ernesto Báez</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>II</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>VOY A ALABARA MI TIERRA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tierra de raro embrujo</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>III</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA MÚSICA EN EL ALMA PARAGUAYA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>La música, pan espiritual</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El músico y su misión dentro de la sociedad</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>IV</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>GUARANIAS Y CANCIONES QUE FUERON IMPACTO EN EL GUSTO POPULAR</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paraguay querido</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paraguaya linda</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pueblo Ybycuí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Con paciencia se llega al cielo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi destino</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Arroyito del sendero</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Morena</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La carreta campesina</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Regalo de</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Lucero de mi esperanza</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nelly</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sé que te perdí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Madrecita</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Rincón guaraní</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Irene</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Corazón</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Qué importa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Olimpia</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ondina del Plata</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El cantar del vigilante</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mombyry guive</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Solita estoy</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Isla Sacá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En una noche azul</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Canto a Itacurubí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Yasy Yateré</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Guyratí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Santa Rosa de Lima Añoranza</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Volverás a soñar</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Correntina linda</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pyjharé pyté</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Yaguarón Poty</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>V</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CANCIONES PARA EL ARRULLO HOGAREÑO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Bella esperanza</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Amambay</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mariza de Punta Porá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Margarita</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi pequeñito ser</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Canto a María Cristina</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Arrorró Viveca</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Estrellita</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Capullito de amor</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En tu día mamá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Madre lejana</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En tu recuerdo, papá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tokente che mitamí</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>VI</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>FOLCLORE, ESPEJO DEL ALMA DE LOS PUEBLOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sobre el origen del vocablo "folclore"</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Sobre folclore paraguayo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tavarandú (folclore)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El nacimiento de Cristo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nochebuena paraguaya</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Meditación</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pájaro Campana</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>VII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CANCIONES PATRIÓTICAS Y CÁNTICOS ESCOLARES</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Qué linda es mi Bandera</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Campamento Cerro León</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Coronel Félix Bogado</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>América India</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Carta al Excmo. Presidente de la República</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ta ipoty ñande retó</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Flota Paraguaya</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cañonero</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Centauro de Ybycuí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Chaco paraguayo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Soldado del Chaco</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>VIII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CANCIONES DE CARÁCTER SOCIAL</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Un hombre canta</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cho cocué purajhei</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cho cocué kera yvoty</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Yo soy purajhei</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mensú resay</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Anike peicovai</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Bienvenido Galo Plaza</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>IX</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>HONOR AL MÉRITO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Obra de toda una vida</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Relevantes servicios prestados</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Homenaje de admiración</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ley de propiedad intelectual</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>"Fecunda vida artística</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>X</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CANCIONES DE LA COMEDIA MUSICAL "ELISA LYNCH"</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Oh, dulce Paris Canción del adiós</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi amor guaraní</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Elisa Lynch</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Noches blancas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Todo lo perdí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi retorno</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XI</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CANCIONES EN NUESTRO IDIOMA VERNÁCULO Y BILINGÜES</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Las siete cabrillas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Golondrinamí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Surucu’á</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Che morenamí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ndaipocuai co ne pore y</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Morena pente ajhayjhuva</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Che symi porá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Che pueblo porá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mborayjhú pavé</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Jhecoviá techaga’u</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Rojhechaga’u</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Canillita</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>ACUARELAS PARAGUAYAS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>La fiesta de la galopa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cambá la Mercé</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Galopera</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>San Baltazar</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>La serenata paraguaya</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XIII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>TRADUCCIONES LIBRES GUARANÍ-ESPAÑOL Y ESPAÑOL-GUARANÍ </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Morenitamí (guaraní) / Morenitamí (castellano)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Josefina (guaraní) / Josefina (castellano)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tapemí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Vengo junto a ti</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>A la luz de la luna</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Che corazó yara</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mariposa brillante</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Si</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Icaturo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Estrellita</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XIV</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>POEMAS RECITABLES </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Maiteipa che retá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ñande ru guazú</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Guaripola</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuñatai jha mbaracá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuñá paraguay</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ñembisó yovai</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XV</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>OPA MBAE MIMÍ (DE TODO UN POCO)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Feliz connubio americano</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Escudo folclórico paraguayo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El santo laico</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Oración</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Angel Domínguez</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ciudad carioca bendita</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Folclore festivo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Las aventuras de Pychái </strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XVI</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CANCIONES JOCOSAS E INTENCIONADAS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>La mujer</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Guaimí pysapé</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ne mandu'a pa che vida</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Che mitaramo guaré</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XVII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>RECOPILACIÓN Y ARREGLOS DE CANCIONES POPULARES Y DE AUTORES ANÓNIMOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>La tejedora de ñandutí</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nda recoi la culpa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La leyenda del caráu</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Colorado retá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Che Paraguay poty</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paloma pará</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paloma pará</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Alfonso Loma</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La palomita</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Serenata</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Jajhá chendivé</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XVIII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA MÚSICA PARAGUAYA Y SUS RAMIFICACIONES</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Corazón melodioso de América del Sur</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Defender lo nuestro no es ofender a nadie</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Paralelo y al margen del II Festival Latinoamericano de Salta</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi lucha por defender la música paraguaya</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Conceptos sobre el ritmo paraguayo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Diploma de honor</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XIX</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>ZAMBA Y CHAMAMÉ</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>La 1859</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Angélica</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Siete higueras</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nido sagrado</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Celina</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XX</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EL ARPA PARAGUAYA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Fusión de dos civilizaciones</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XXI</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>BANDA OCARA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Conjunto Perú Rimá</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XXII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>MIS PERSONAJES INOLVIDABLES</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Eloy Martín Pérez</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Co’embotá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Al pie de tu reja</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Maravé ndoicoi</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La canción del soldado</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Juan J. Rojas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Don Bernardo Mosqueira</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Vicente Bordón</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ciudad imantada</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Germán Acosta</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El jharagán</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Transitando en esta vida</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mariscal Rosales</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Curuzú Ara</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Taní Bordón</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XXIII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA GUARANIA EN EL CIELO FOLCLÓRICO PARAGUAYO </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nacimiento y triunfo de la guarania A la opinión pública.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>A la opinión pública</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>"Flores del yuyal"</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La guarania de Flores</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nota al ministro de Educación y Culto</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>"Escarmenar el oro de la ganga"</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>India / India</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Maerapa reicuaasé</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XXIV</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN LA GUERRA DEL CHACO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Emiliano R. Fernández, el "Tirteo Verde Olivo"</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XXV</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EMILIANORE Y CARDOZO OCAMPO </strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>1 ° de Marzo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Rojas Silva recavo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Guavirá poty / Flor de guavirá</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Por qué</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La última letra</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nde yurú mbyté / Nde yurú mbyté (versión castellana)</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XXVI</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EL MÚSICO NATIVO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Idioma sonoro y florido</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>XXVII</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CURRÍCULUM VITAE</strong></span></div><br />
<br />
<div style="text-align: center;"><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Mauricio%20Cardozo%20Ocampo/mauricio%20cardozo%20ocampo%20bodas%20de%20oro%20fondec%20ct%20portalguarani.jpg" style="height: 600px; width: 400px;" /></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-36520061214744244892011-10-27T17:33:00.000-07:002011-10-27T17:33:54.361-07:00JULIO CORREA. POESÍAS Y CUENTOS COMPLETOS - Edición, introducción, compilación, bibliografía y notas de MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ / Editorial EL LECTOR, 1996<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHOxVTDaQ8hCKXUjp12Uvw1f-OOqpvGdRie3pi_bufdIFUL0qC1GDGDanfrj3P0Ct99ZrfyL50lPBA2wOuXZQoBvSW96Y4i-_LVXc4Y-NI64Cp6Vbj8G8huyXawGd1pBlNzwNvC4LrP_UK/s1600/julio+correa+poesias+y+cuentos+el+lector+1996+t+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" ida="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHOxVTDaQ8hCKXUjp12Uvw1f-OOqpvGdRie3pi_bufdIFUL0qC1GDGDanfrj3P0Ct99ZrfyL50lPBA2wOuXZQoBvSW96Y4i-_LVXc4Y-NI64Cp6Vbj8G8huyXawGd1pBlNzwNvC4LrP_UK/s400/julio+correa+poesias+y+cuentos+el+lector+1996+t+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=378"><span style="color: red;">JULIO CORREA</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>POESÍAS Y CUENTOS COMPLETOS</strong></span></div><div style="text-align: center;"><strong>Edición, introducción, compilación,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>bibliografía y notas de</strong></div><div style="text-align: center;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=411"><strong><span style="color: red;">MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ</span></strong></a></div><div style="text-align: center;"><strong>Editorial EL LECTOR</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Colección POESÍA, Nº 3</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: red; text-align: justify;"><strong><a href="http://www.ellector.com.py/" target="_blank">http://www.ellector.com.py/</a></strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Tel.: 595 21 491966 // 610639</strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><strong>Tapa: <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=50"><span style="color: red;">LUIS ALBERTO BOH</span></a></strong></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Asunción - Paraguay </strong></div><div style="text-align: center;"><strong>1996 (149 páginas)</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>VIDA</strong></span><strong></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>JULIO CORREA MYZKOWSKY nació en Asunción el 30 de agosto de 1890 y murió en Luque, a los sesenta y tres años, en la madrugada del 14 de julio de 1953.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Era hijo de ELEUTERIO CORREA, comerciante portugués que fue funcionario civil adjunto en el ejército brasileño durante la guerra del 64-70, a cuyo término se radicó en el Paraguay. Su madre fue AMALIA MYZKOWSKY, hija de un coronel polaco que luchó en las filas paraguayas y cayó en la campaña de Humaitá.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>JULIO CORREA creció y se educó en un ambiente acomodado, y en su adolescencia pasó unos meses en el Colegio de Concepción del Uruguay. No se avino a la disciplina de esta casa de estudios y regresó a la capital paraguaya, donde parece que tampoco llegó a completar el ciclo secundario. Sin embargo, frecuentó el medio literario y asistió a las tertulias de los colaboradores de la revista modernista CRÓNICA (1913-1914) y más tarde a las reuniones de ALAS y JUVENTUD, portavoces ya de la generación post-modernista.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En 1920 se casó con GEORGINA MARTÍNEZ, su compañera de toda la vida, quien hasta el final de sus días mantuvo vivo el recuerdo del poeta en su quinta-museo de Luque.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Correa no fue, según parece, un versificador precoz. Sus primeros poemas aparecieron en la década del 20, en ALAS y JUVENTUD, y luego en la revista GUARANIA, en los años 30. Tiempo después recogió su producción poética en un volumen titulado CUERPO Y ALMA (1).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La guerra del Chaco, con su secuela de graves problemas sociales, reveló en él al dramaturgo verista y comprometido con las causas populares. Escribió sus obras teatrales frecuentemente en guaraní, calando hondamente en el sentimiento del pueblo y dejando una impronta indeleble en la historia de la literatura dramática del Paraguay. Este es el aspecto más conocido de la obra de Correa, que sin embargo fue también poeta de mérito y autor de algunos relatos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>POESÍA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>La poesía del autor de CUERPO Y ALMA ha sido apreciada de manera dispar por la crítica. Se suele mencionar por ejemplo, su falta de refinamiento poético, en una época en quela herencia del Modernismo imponía aún los lujos verbales de dicha escuela como elemento preponderante en la elaboración poética. Por otro lado, algunos lo consideran el primer poeta social de la poesía paraguaya moderna o contemporánea y con ello se lo asimila a la estética de la modernidad poética.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En lo que respecta al primer punto, cabe observar que escapaban ya, de diversa manera, a esta tendencia ornamental del Modernismo los jóvenes poetas que en la década del 20 captaban los nuevos rumbos señalados por las grandes figuras americanas que sin renunciar completamente a los valores estilísticos de esa escuela, intentaban recorrer nuevos caminos, tales como Gabriela Mistral, López Velarde, Baldomero Fernández Moreno, Juana de Ibarbourou, etc. En el Paraguay, por la misma época, se enmarca dentro del Postmodernismo la obra de HERIBERTO FERNÁNDEZ, JOSÉ CONCEPCIÓN ORTIZ, HÉRIB CAMPOS CERVERA y JOSEFINA PLÁ, entre otros. Su Poética no era uniforme, pero los animaba una común voluntad de superar las formas más trilladas del Modernismo rubendariano que, sin embargo, ejercía todavía sobre ellos, en alguna medida, su influencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Aunque JULIO CORREA estuvo vinculado a los modernistas de CRÓNICA, su producción poética es posterior y se relaciona más bien con la de los postmodernistas de ALAS y JUVENTUD. Su poesía, en efecto, se caracteriza por rasgos que lo apartan de los del Modernismo. En primer lugar, no hay suntuosidad en su expresión poética y rara vez aparecen en sus composiciones los temas constantes de esta tendencia. En segundo término, su atención se vuelca hacia las cosas sencillas del mundo, los sentimientos íntimos, el drama de la vida cotidiana, el paisaje realista, la protesta social e incluso política.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Como ya hemos indicado, se ha querido ver, a veces, en estos últimos rasgos de la poesía de Correa, un anticipo de modernidad. Sin embargo, si bien algunos de los hechos capitales de la poesía de este siglo están fuertemente marcados por la temática social, ello no es privativo de la estética moderna y se la encuentra en manifestaciones anteriores de otros poetas. Es el caso, en el Paraguay, de LEOPOLDO RAMOS GIMÉNEZ. El rasgo temático, en sí, no define su pertenencia a la modernidad. La poesía contemporánea lo acoge en una de sus direcciones, con toda legitimidad, por cierto, en un mundo en que ningún creador auténtico puede desentenderse de su entorno problemático, pero en formas diferentes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El marco estético de la poesía de Correa es, pues, más bien el del Postmodernismo, con su amplitud formal y temática. Dentro de este ámbito, el poeta atiende más a la expresividad que a las fórmulas esteticistas. El resultado es una poesía llena de fuerza aunque a veces un tanto descuidada en sus estructuras formales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>OBRA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>El único libro editado en vida del autor, CUERPO Y ALMA, contiene los poemas que fue publicando a lo largo de los años en diarios y revistas. No es una obra unitaria ni en su temática ni en su factura, pero un espíritu común aúna sus composiciones, en las que se encuentran con frecuencia la expresión de una sensibilidad delicada y una rebeldía viril frente a las injusticias de la sociedad y de la vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La cruenta "revolución" de 1947 exasperó su rebeldía y llegó a escribir versos de franco contenido político. Parte de esos textos la agregó el autor a la edición original de CUERPO Y ALMA en un cuadernillo adherido al final del volumen. Otras poesías de esta índole quedaron inéditas y fueron publicadas por primera vez en la edición de su OBRA POÉTICA, de 1983, 2. Los poemas inéditos, probablemente posteriores a los de CUERPO Y ALMA, no se apartan de las características, ya señaladas, de su poesía. Correa sigue siendo el poeta atento a los sentimientos populares y su versificación es sencilla y directa. En los poemas de contenido político alza el tono de su voz hasta el insulto cuando cree hallarse ante actos de injusticia o de barbarie. Este es un hecho casi aislado dentro de la poesía paraguaya, más inclinada hacia la exaltación que al denuesto. En unas circunstancias históricas cruciales, Correa supo darle voz al pueblo a cuyo servicio había puesto su pluma (lo cual llegó a costarle la cárcel), y esto basta para darle un lugar prominente en el panorama literario del Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>"UMI ÑANDE VERSO"</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Correa era plenamente consciente del valor de la poesía y en las últimas horas de su vida lo expresó así: "Ñande verso, umí ñande verso cuera mante opytá" (“Nuestros versos, sólo nuestros versos permanecen”) 3.</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>NUESTRA EDICIÓN</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta edición de las POESÍAS Y CUENTOS COMPLETOS de JULIO CORREA sigue el texto establecido en la edición de la OBRA POÉTICA, de 1983, en la que se reunieron por primera vez sus poemas éditos e inéditos. En ella utilizamos la edición de CUERPO Y ALMA ya mencionada-aumentada por el autor hacia 1948-, reproduciendo todos los poemas y prescindiendo del prólogo de EUDORO ACOSTA FLORES. Para los poemas inéditos, corno en aquella ocasión, recurrimos a una copia que nos proporcionó Doña GEORGINA MARTÍNEZ DE CORREA hace años y que según ella reunía todos los poemas no editados en volumen. Algunos de esos textos aparecieron en la revista ALCOR, con una nota preliminar de JOSÉ CONCEPCIÓN ORTIZ, 4 . Los cuentos han sido tomados del volumen SOMBRERO KA'Á Y CUENTOS.</strong></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Universidad Nacional de Asunción</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>1.- Buenos Aires, Editorial Difusam, 1943.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>2.- Edición de Miguel Ángel Fernández, Asunción, Alcándara Editora, 1983. 3.- Franco Vera, Optaciano: "Las horas últimas de Julio Correa", AMANECER, N° 19, Luque, julio de 1966.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>4.- ALCOR, N° 31, Asunción, julio-agosto de 1964. Asunción, Editorial del Centenario, 1969.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Julio%20Correa/julio%20correa%20cuerpo%20y%20alma%20el%20lector%201996%20%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>CUERPO Y ALMA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>PRIMERA PARTE</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>CUERPO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>ORTIZ GUERRERO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Caballero un rey mago en las nubes del Este,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>llegó desde su patria vecina a la del sol,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y nos trajo los versos de su alma celeste,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>pura como el más puro oro que ardió en crisol.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Este gran rey guerrero pasó la vida en lides</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>faz a faz, pecho a pecho, con toda adversidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Dime: ¿cuándo, Guerrero, cultivaste tus vides</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>para darnos el fresco vino de tu bondad?</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Mi boca sitibunda a la copa aproximo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y bebo tu poesía, jugo del buen racimo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que exprimieron las hadas con sus manos de luz</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>en los privilegiados lagares de tu estro.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tu vino simboliza la sangre del maestro</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>por todos los pecados derramada en la cruz.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>ROMANCE DE LA MOZA EMBRUJADA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La hija del sepulturero</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>cuando por el pueblo pasa,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>las ancianas se persignan,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>las mozas la vista bajan.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Con unos ojos muy negros</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>alumbra toda su cara,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>pero de amor no le dicen</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>los hombres ni una palabra,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y su boca es golosina</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que nadie quiere gustarla.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En el baile popular</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>nadie le pide una danza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Dicen que bailar con ella</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>trae a los mozos desgracia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Yo no sé si será cierto,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>mas dicen que está embrujada;</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con torvos sepultureros</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>todas las tumbas profana,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>jugando un juego de amores</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que traerá una fea alimaña</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con las alas de vampiro</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y un ojo solo en la cara.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>La hija del sepulturero</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>piensa en silencio, cuitada,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>si el enterrar a los muertos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>será una cosa tan mala.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Y ya loca de vergüenza,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>la cabellera desata</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y echa a correr por el campo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>lanzando unas carcajadas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que machacan el paisaje</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y exprimen jugo de lágrimas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><strong></strong></div><strong> </strong> <br />
<div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA AMENAZA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Eran en mi vida como dos estrellas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>tus ojos de manso mirar hechicero,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y ahora me miran lanzando centellas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con puntas de acero,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>clavando mi alma como en una cruz...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Acaso para eso</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Dios te dio esos ojos tan llenos de luz?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¿No me ves opreso</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>en esta gran pena que no tiene nombre</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de lo amarga que es?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¿Quieres por ventura que un hombre tan hombre</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>se eche de rodillas llorando a tus pies?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>... Bueno, mas si vuelves a hacer lo que has hecho,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>al amor que cuido</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>aquí dentro el nido</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que le hice en mi pecho,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>lo mato enseguida</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>¡para que lo llores por toda la vida!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><strong></strong></div><strong> </strong> <br />
<div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>SEGUNDA PARTE</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ALMA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>LA PREGUNTA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Viejecitos descalzos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que vagan por las calles</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>alegres de la urbe</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>como un pregón del hambre,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con las manos tendidas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>en un gesto implorante:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>nadie piensa al mirarlos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>en que fueron titanes</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que asombraron al mundo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>cuando la guerra grande.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Yo pregunto a la Patria</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>si los héroes de ahora,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de aquí a cincuenta años</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>serán unos misérrimos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>viejecitos descalzos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>SÉ QUE TRAS LAS PUPILAS...</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Sé que tras las pupilas de miradas de luz,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>la calavera irónica, con su risa que aterra</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>dice de los gusanos y el arroyo de pus</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que será nuestra carne cuando vuelva a la tierra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Y quiero arrepentirme, Señor, del mal que he hecho,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y rezar el mea culpa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>hasta caer rendido golpeándome el pecho;</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>mas la fruta prohibida con su rosada pulpa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>me tienta y cuando quiero arrojarme a tus pies,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>me acomete el deseo de morderla otra vez.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>... Mundo, Demonio y Carne, la trinidad temida...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>se hizo dueño del mundo un demonio galante</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y la carne maldita, flor que dura un instante,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>es fuente de placeres que eterniza la vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><strong></strong></div><strong> </strong> <br />
<div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>MADRE</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong>a Juan Silvano Díaz Pérez</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Tu destino es un caos,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>abierto como un foso</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y hacen falta más muertos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que lo colmen de gloria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Como una prostituta,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de mano en mano pasas</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>sin encontrarte nunca con el macho</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que te haga parir la libertad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Sensuales y sucios y egoístas,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>te asaltan en la noche,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y maculan tu cuerpo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de madre en un ludibrio</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>baboso de una angurria</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de lombriz solitaria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>No desesperes, madre,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>aún tienes miles de hijos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>cuyos rostros se tiñen de vergüenza</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y están vibrando en cóleras terribles</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que algún día han de hacerse puñaladas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>NO CANTÉIS MÁS POETAS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>No cantéis más poetas vuestra vieja canción</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de los dulces amores y de la vieja pena,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con las puerilidades de la dura cadena</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que un Cupido de palo os ató al corazón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Dejad a un lado los jardines,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>a los viejos poetas del Trianón y Versalles</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con las cursilerías de Pierrot, arlequines,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>princesas y pastores de los floridos valles.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Y volad a las calles</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y con los adoquines</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>formad las barricadas heroicas del derecho.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Es ahora la hora</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de presentar los pechos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>a la ametralladora,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y de morir deshechos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>vengando los agravios;</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>el himno de los libres en los labios;</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>crispadas o cerradas en puños vuestras manos,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>golpeando la frente sucia de los tiranos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><strong></strong></div><strong> </strong> <br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>POEMAS INÉDITOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>SONETO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Resonará mi carcajada loca</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>cual una clarinada de victoria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Jamás un ay proferirá mi boca</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ni nunca haré de mi sufrir memoria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuando me clave la punzante saeta</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que el infortunio en mi camino lanza,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>reiré con toda mi alma de poeta</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>levantando más alta mi esperanza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Y enarbolando mi pendón de iluso,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>donde la pena su amargura puso,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>volcaré mis ensueños de optimismo</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>como una bendición, como un milagro,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>aunque el dolor me dé su fruto magro</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y abra a mis pies su pavoroso abismo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>SE FUE EL TIEMPO DEL CANTAR</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Se fue el tiempo del cantar</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con el tiempo del amor,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>no llores, vida, por eso;</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>si hoy nos dejaron los dos</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>quizá mañana retornen</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>por los caminos de Dios.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Esperemos todavía,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>aún tenemos corazón</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y ayer vi una pobre charca</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>brillar alegre de sol.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Si la fuente del cantar</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>para siempre se secó,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>cantemos el canto viejo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que dentro el alma quedó.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Diz que el vino y el cantar</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> cuanto más viejos, mejor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><strong></strong></div><strong> </strong> <br />
<div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>CUENTO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EL PADRE CANTALICIO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El padre Cantalicio se escandalizó de sus nuevos feligreses. Ya le habían dicho que la parroquia que le daban estaba infestada de pecados, pero nunca supuso que llegara a tanto el número de las ovejas descarriadas. Encontró niños ya en edad de hacer la primera comunión que no sabían ni santiguarse y mucha gente incrédula o descuidada de sus obligaciones para con Dios y su santa Iglesia. Pero esto no era lo peor. Don Encarnación, el marido de doña Pabla, la presidenta de la Sociedad del Perpetuo Amor al Santísimo, así a la ligera y sin hacer memoria de los más, le señaló como cincuenta y tantas personas que vivían maritalmente sin haberse casado por la Iglesia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-¡Esto es el colmo!- vociferó el padre Cantalicio. Luego pensó en lo bello que sería a los ojos de Dios el ver conducir por el buen camino a los descaminados y sonrió satisfecho proponiéndose esa tarea. "Es mi obligación", se dijo, y chisporroteaban sus ojos empañados de lágrimas de ternura. Y amaba a los pecadores y se felicitaba congratulándose de que lo fueran, pues, gracias a ese mal, él podía hacer un bien y ofrecerlo a Dios como un homenaje. "Un bien, un gran bien", repitió transportado de alegría y se sentó y escribió una invitación a los hombres de su feligresía para que acudiesen a su casa particular a escuchar cosas de importantísimo interés. Al pie de la invitación puso una nota que decía: Conste que la presente se dirige a los hombres solamente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Lo de solamente despertó interés y además daba a la invitación un carácter de importancia reservada, y nadie faltó a la cita.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Todos se salieron de la casa del señor cura convencidos de que éste era un bendito, y con ánimo de casarse en cuanto antes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Y muchos se casaron y formaron un círculo de honestidad inexorablemente hostil a los que, apartándose de la santa Ley del Matrimonio, vivían en la iniquidad del amancebamiento, olvidando cándidamente que también ellos tuvieron encima ese pecado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ya nada pasaba en el pueblo sin que el señor cura interviniera con sus sabios consejos tan salutíferos para el alma como provechosos para la santa Iglesia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Más aún quedaban algunos reacios al bien. No se confesaban ni comulgaban ni asistían a los oficios religiosos y seguían viviendo en el escándalo del amancebamiento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>"Hay que reducir a estos endemoniegos (sic) que avergüenzan mi feligresía", se dijo el padre Cantalicio, y no se detuvo en poner en práctica su deseo. Desde el púlpito, al remate de un sermón moralísimo que condenaba severamente la abominación del fornicar, lanzó una rotunda proclama:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-En adelante y para siempre jamás, la santa Iglesia rechaza de sí totalmente a los amancebados. Las campanas no doblarán pidiendo una oración por ellos, no podrán cargar con las santas imágenes en las procesiones, también les está prohibido terminantemente ser padrinos de casamientos o de bautizos-. Y fijó los días sábados para los bautizos agregando que nadie debía elegir para compadre ni padrino a persona que no estuviera en condiciones de serlo sin afrentar a la moral religiosa y social.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El sábado siguiente, en los corredores de la vieja iglesia, infinidad de madres con sus hijos en brazos esperaban al señor cura que los tenía que acristianar. Los hombres, apartados a un lado, hablaban de la carrera de caballo del juez con el del médico próxima a efectuarse.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Cuando vieron venir al señor párroco, cada una se apresuró a salirle al encuentro a fin de ganar el primer turno; pero el cura apartó a todas y llamó a una de ellas que, apartada del grupo, conversaba con dos hombres.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Dígame -preguntó a la mujer-, ¿aquel que está con su esposo es el que eligió, hijita, por compadre?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Sí, padre- respondió la interpelada-. Es antiguo amigo de Fermín... Le debemos mucho, gracias a él...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-¡Basta, basta! Así será, hijita, pero ningún amancebado podrá ser padrino- y con el rostro arrebolado de ira, agregó: -Y esto ya lo saben todas las que asistieron a la misa del pasado domingo. Y diga a su marido que solo se permite ser padrinos a los hombres decentes... Ya mucho más de lo que debiera he dicho, y no estoy aquí para perder el tiempo ni hacer que lo pierdan esas buenas mujeres que me están esperando para que yo les haga gente a sus hijos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El marido y el compadre frustrado se presentaron en esto. El primero preguntó a su mujer al verla toda atribulada:</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>-¿Cata, dich el cur, cata, puest tan mals, José?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Toda ruborosa respondió ella:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Es que el padre... el padre cura me dijo..., me dijo que no podía bautizar al nene porque don Pedro no puede ser padrino, porque, en fin, el cura lo dijo...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Cata dicte redeus!- vociferó Fermín fuera de sí.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-... que no es persona decente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-¡Ca no es parson dacent a dicte!- gritó indignado el esposo, y a grandes pasos se dirigió al cura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Tenga Ud. mucho cuidado de faltarme al respeto que, aunque indigno, soy un humilde servidor de Dios- dijo dulcemente el padre Cantalicio mirando al cielo en actitud de dolorosa súplica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Al respet no le afalt, sañor cure-respondió Fermín-, pero la fiest dal botisme ya está praparat e los amigues ca ha convidat sa biens san falt por el tren da las sons... Ei gastat plat, sañor cure... Pongue la mane sobre su cunciensie, sañor cure.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Ya dije que no- replicó el sacerdote con voz estentórea. El catalán contestó levantando los puños:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-¡Sa no lo quier batisar, lo botiso io misme e sant sequebó!-. Y señalando a su hijo, imperativamente le dijo: -Yo te botís, te llames Juan, Don Pedre as me compádere y el cure, el cure... ¡ a fair aspárregos, con pardón de Deus!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>LA POESÍA REVOLUCIONARIA DE JULIO CORREA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Se ha dicho ya demasiadas veces que en conjunto nuestro siglo representa, dentro del movimiento dialéctico de la historia, la antítesis desgarradora donde las más optimistas esperanzas del siglo XIX -al mismo tiempo positivista y frívolo-alcanzan su más rotundo fracaso. Que nuestra época, patetizada por dos guerras devastadoras, ha sufrido sobre sí la impronta dolorosa de una de las más espectaculares crisis en la trayectoria del hombre.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Tal vez uno de los caracteres más importantes del comportamiento cultural de la sociedad contemporánea consista en la intención de aplicar sistemáticamente al estudio de una problemática en verdad muy vasta un criterio crecientemente científico, esclarecedor, algunas veces catártico (y por lo tanto doloroso) y en tal carácter casi siempre resistido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El conjunto de los problemas que se pone a nuestra consideración como ciudadanos de un país, de un continente, del mundo, de acuerdo con el concepto progresivamente extensivo, tan en boga en la actualidad, probablemente no es nuevo. Muchos de ellos se venían arrastrando desde el fondo del tiempo, pero hacía falta la conciencia necesaria para enfrentarlos, hacía falta un abismo desesperante entre el hombre y su destino para que él se decidiese a vivirlos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El arte, y específicamente la literatura, como creaciones humanas, no solamente no podían escapar de esta necesidad, sino que se debían situar en la vanguardia de cualquier intento en ese sentido encaminado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pero no fue fácil hacer aterrizar al arte después de tanto tiempo de viaje por todos los caminos celestes. Contratos teóricos marxistas y existencialistas del compromiso en la creación literaria se enfrentaron en todas partes las objeciones, magníficamente deshumanizadas de los artistas desarraigados, artífices del arte por el arte, del arte deshumanizado que denunció Ortega.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>De todas maneras el momento histórico de ese conflicto ha pasado ya. Queda una conciencia creacional más o menos lúcida, de responsabilidad frente a la creación y una posibilidad crítica de juzgar en la obra literaria, además del mero valor estructural formal, incluso fonético, el contenido de mensaje humano particularísimo, como condición impostergable para la validez de lo creado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Ese es el sentido de la afirmación del crítico uruguayo Angel Rama cuando dice, hablando de Juan Carlos Onetti, novelista compatriota suyo que: " la sinceridad se le aparece como el elemento "comprobatorio" del arte". Ese sentido tiene también la obra de poetas españoles actuales, como José Agustín Goytisolo, acaso el más claro exponente de una posición creacional que no concibe escribir si no se tiene algo importante que decir, si no se tiene una verdad en la cual se comprometa todo un pueblo, con sus miserias, las injusticias de que es objeto, el peregrinaje en el que agoniza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Siguiendo una desdichada tradición que recién ahora se empieza a quebrar, nuestro país defines del siglo pasado y comienzos del actual, vivía recién con medio siglo de atraso, el furor del romanticismo. Después vinieron el postromanticismo y el modernismo, toda esa literatura con posibilidades estrictamente formales por sus limitaciones temáticas, mientras que la realidad del país estaba pidiendo a gritos una labor esclarecedora desmitificante, que encarase la realidad, tan infinitamente importante, tan extraordinariamente compleja.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>En su magnífico estudio sobre la poesía, dice el profundo crítico heiddeggeriano Johannes Pfeiffer que en el poema "el objeto sólo se nos da con el lenguaje, en el lenguaje y por medio de él: buscar algo tras la expresión verbal es buscar en el verso". Esto rige ecuménicamente, aún para una poesía revolucionaria como la que hizo Julio Correa, y en cuanto instrumento crítico nos abre la posibilidad de entender cómo todo cambio que se produzca en la sensibilidad de los artistas, es decir, toda transformación de esa permeabilidad selectiva a los problemas que desde el medio ambiente los acucian, debe estar sostenida, acompañada, justificada por la correspondiente alteración del lenguaje que permita la expresión justa, que es siempre única, irremplazable, según ha demostrado Carlos Bousoño con su característico rigor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>O sea que el artista revolucionario de verdad es aquel que consigue una nueva visión de las cosas y que para expresarla encuentra un lenguaje estético adecuado. André Malraux lo corrobora diciéndonos que no basta fotografiar una gran época para que nazca una gran literatura y que el arte debe comprenderse como conquista de los sentimientos y de los medios para expresarlos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Julio Correa, como tantos otros poetas, probablemente no se haya problematizado sobre su creación en los términos que permite hacerlo la creciente acumulación de datos en la actualidad, además de la perspectiva temporal que nos otorgan los 23 años casi que han transcurrido desde que se publicó "CUERPO Y ALMA".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El sentía la dolorosa realidad de su pueblo, la hazaña constante de su supervivencia, su postergación permanente frente a sus vastas potencialidades, su fracaso. Y paralelamente veía a los elegantes sostenedores de nuestra cultura, de nuestra literatura, demasiado ocupados en el arte para poder pensar, aunque más no fuese un poco, en la vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Escribe entonces los famosos versos citados:</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>No cantéis más poetas vuestra vieja canción;</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> de los dulces amores y de la vieja pena,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>con las puerilidades de la dura cadena</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>que un Cupido de palo os ató al corazón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Está lanzada con esto la postura revolucionaria de Correa. Su poesía es la expresión de una realidad objetiva.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Como hacen ahora las más recientes promociones de poetas en diversos países, en la llamada poesía presentativa, Correa efectúa un intento de ofrecer en el poema un trozo de la realidad, casi sin aderezos y ciertamente sin ningún abalorio idiomático para obligar al lector a enfrentarse con esa realidad y obtener de ese choque el goce estético, que, como anotan Dámaso Alonso y Carlos Bousoño, nace siempre de la comunicación humana lograda a través del vehículo del poema.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El revolucionario al decidirse a ser consecuente, por otro lado, sabe que va a quedarse solo. Correa nos dice:</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Este mi traje viejo es el que me defiende</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>de la envidia insultante del vacío burgués.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Me creen condenado y ya nadie pretende ni aún el</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>hombre más malo, condenarme otra vez.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pero y sé quién soy</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y sé hacia dónde voy</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>y sin jactarme de mi rango,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>al ver pasar la vida, negro río del fango</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>propicio a la piara gruñidora y feroz,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>yo le brindo mi verso en el nombre de Dios.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Es bien evidenteentonces que se cumpla la primera de las exigencias para que podamos ver en Julio Correa al poeta revolucionario, innovador. No es tan evidente en cambio el que haya logrado ese intralenguaje de que nos habla Paul Valery, para expresar su visión realmente nueva en nuestro país.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Pero para eso existe, como ha dicho Roque Vallejos, lapostageneracional que permite la perduración de los aciertos estéticos, y posibilita, mediante el hecho innegable de la precursión literaria, que la semilla sembrada por un creador surja recién como vigorosa planta muchos años después, en la obra de tantos más nuevos escritores cuanto más profunda haya sido la enseñanza precursora y más paradigmática haya sido la postura humana del poeta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Mediante JULIO CORREA fue más fácil que haya existido un CAMPOS CERVERA para quien no debe existir arte inútil o que existan ELVIO ROMERO y aún muchos otros. A partir de Correa se hacen posibles los temas poéticos directamente obtenidos de la realidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Por todo ello, parece que siempre que se tenga que hablar en el Paraguay de poesía firmemente asentada sobre la tierra, poesía que no se resigne a ser un lujo social oligárquico, sino una expresión verídica de la realidad profunda de un pueblo, se tendrá que hablar de Correa. Y acaso lo más breve que se pueda decir de él como poeta, es que con toda honradez pudiera haber escrito los versos de Antonio Machado que dice:</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>...Dejar quisiera</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>mi verso como deja el capitán la espada:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>famosa por la mano viril que la blandiera,</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>no por el docto oficio del forjador preciada.</strong></div><div style="text-align: right;"><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=387"><strong><span style="color: red;">RENÉ DÁVALOS</span></strong></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Julio%20Correa/julio%20correa%20georgina%20de%20correa%20el%20lector%201996%20retrato%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>BIBLIOGRAFÍA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>OBRAS DE JULIO CORREA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>CUERPO Y ALMA, Buenos Aires, Editorial Difusam, 1943</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>IMAGEN DE NUESTRA TIERRA (texto completo de KARU POKÃ, SOMBRERO KA'A y ÑANE MBA’ERA’Ỹ en castellano), Presentación de Félix de Guarania, Asunción, Centro Editorial Paraguayo, 1991.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>KARU POKÃ, Asunción, Teatro Estudio Libre, 1980-81.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ÑANE MBA’ERA’Ỹ. Sainete en tres actos, Asunción, Editorial Ortiz Guerrero, 1965.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>OBRA POÉTICA, Edición de Miguel Ángel Fernández, Asunción, Alcándara Editora, 1983.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>SOMBRERO KA’A Y CUENTOS, Asunción, Editorial del Centenario, 1969.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>OBRAS Y ARTÍCULOS SOBRE JULIO CORREA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>ALSINA, JOSÉ ARTURO: Paraguayos de otros tiempos, Asunción, Ediciones NAPA, 1983.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>AMARAL, RAÚL: "Penumbra de Correa", EL DIARIO, Asunción, 17 de julio de 1965.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>BAZÁN, FRANCISCO: "Julio Correa", en Martínez, Luís María, El trino soterrado, t. II, Asunción, Ediciones Intento, 1986.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>BUZÓ GÓMEZ, SINFORIANO: Índice de la poesía paraguaya, Asunción, Ediciones Nizza, 1959.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>CAMPOS CERVERA, HÉRIB: "Homenaje a Julio Correa", Asunción, LA TRIBUNA, 29 de julio de 1953.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>CENTURIÓN, CARLOS R.: Historia de la cultura paraguaya, 2 vols., Asunción, Biblioteca Ortiz Guerrero, 1961.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>DÁVALOS, RENÉ: "La poesía revolucionaria de Julio Correa", ALCOR, N° 41, 1966.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>FERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL: "Introducción", en CORREA, Julio, Obra poética, Asunción, Alcándara, 1983.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>FRANCO VERA, OPTACIANO: "Las horas últimas de Julio Correa", AMANECER, N° 19, Luque, Julio de 1966.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>MARTÍNEZ, LUÍS MARÍA: El trino soterrado, Asunción, Ediciones Intento, 1986.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>PÉREZ, DOMINGO REGALADO: "Julio Correa y el proceso civil", AMANECER, N° 59, Luque, Agosto de 1959.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>PEREIRA, ARTURO: " 14 de Julio y Julio Correa", Suplemento Cultural de AB C, Asunción, 9 de agosto de 1992.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>PÉREZ MARICEVICH, FRANCISCO: "Julio Correa", Separata de CUADERNOS REPUBLICANOS, N° 10, 1975.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>PLÁ, JOSEFINA "El teatro de Julio Correa", Municipalidad de Asunción, 1970.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>RODRÍGUEZ ALCALÁ, HUGO: Historia de la literatura paraguaya, Asunción, FVD, 1972.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ROMERO, J. ANÍBAL: "Un creador auténtico y recio defensor de la causa de su gente", EL DIARIO NOTICIAS, Asunción, 3 de julio de 1984.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>TORGA, RUDI: "El camino a transitar", en CORREA, Julio, Karu poká, Teatro Estudio Libre, 1980-81.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>WEY, WALTER: La poesía paraguaya /Historia de una incógnita, Montevideo, 1959.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>ZUBIZARRETA, CARLOS: Cien vidas paraguayas, Buenos Aires, Nizza, 1961.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>INDICE</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>INTRODUCCIÓN</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>I.- POESÍAS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>CUERPO Y ALMA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>PRIMERA PARTE</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">CUERPO :</span> Ortiz Guerrero / Romance de la moza embrujada /</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Este mi traje viejo / Chiquilla loca / En la playa Casola / La pródiga / Adelante / Aguafuerte / Arroyo Jaen / Pobre diablo / Amanecer / Cosas de títeres / Romance del niño asesinado / La amenaza / Tristeza / Polichinela / Gemelos muertos / Cuando llegue tu hijo</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>SEGUNDA PARTE</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong><span style="color: cyan;">ALMA :</span> La pregunta / Como la mujer de Lot / Nochebuena / Sé que tras las pupilas / Serenidad / La melancolía / Romance del viejo amor / Visión de hospital / Mangrullo muerto / Amor humilde / Otoñal / Novia de mis veinte años / Parpadeo rojo / La sonrisa triste / El fantasma / A lo largo del camino / La cara pálida / El río es un gran poeta / Madre / No canteis mas poetas / Romance de sangre y lágrimas / Parto / El caballo de Troya / Versos al traidor máximo / Versos de la cárcel / Bandera del 23 de Octubre</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>POEMAS INÉDITOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Los lobos/ Semana Santa / Soneto / Se fue el tiempo del cantar / </strong><strong>Esperanza / Cantares / A Georgina / Para ti, Georgina / La hija de Don Viriato / Romance de la esperanza / Visión de los pynandi / Romance del mes de agosto / Romance de la Virgencita robada / Tus manos, madre / Motivos del antro / Dolor / A Augusto Roa Bastos / Mutilados / El viento de la añoranza / Soneto / A Eva / La reliquia / Soneto / Peicha guãrante</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>II. CUENTOS</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Nicolasita del Espíritu Santo</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El borracho de la casa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El padre Cantalicio</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El hombre que robó una pava</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>III. APÉNDICE</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>Homenaje a Julio Correa</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>La poesía revolucionaria de Julio Correa</strong></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>IV. ICONOGRAFÍA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: lime;"><strong>V. BIBLIOGRAFÍA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Julio%20Correa/julio%20correa%20poesias%20y%20cuentos%20el%20lector%201996%20ct%20portalguarani.jpg" /></strong></span></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-66179447422209785342011-10-26T14:10:00.000-07:002011-10-26T14:10:14.401-07:00NILSA CASARIEGO - POEMA / Colección “LA GARZA”, ASEDIO. Asunción 1972<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiICT5-HG2FGknpb3zvxPGrCeqT2RXCtNTYZHyha6FKjFCFl8ilL3nvueSBso7OG_5NskWto2Ru2hMuIKkuxutpEMJbyzCdfJcxeYTvBTJMcKVpXHzMxZkqTCy6Nucr0VwbJbw7oDqSaV3U/s1600/nilsa+casariego+poema+asedio+1972+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" ida="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiICT5-HG2FGknpb3zvxPGrCeqT2RXCtNTYZHyha6FKjFCFl8ilL3nvueSBso7OG_5NskWto2Ru2hMuIKkuxutpEMJbyzCdfJcxeYTvBTJMcKVpXHzMxZkqTCy6Nucr0VwbJbw7oDqSaV3U/s400/nilsa+casariego+poema+asedio+1972+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>NILSA CASARIEGO</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>POEMA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Poesías de <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=367"><span style="color: red;">NILSA CASARIEGO</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><strong>Colección “LA GARZA”</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>ASEDIO</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Asunción – Paraguay</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>1972</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>POEMA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-1-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La noche</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se adentraba</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre tú y yo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La vida me envolvía.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El auto corría</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>su carrera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuajada de destino y yo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>me acurrucaba</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre tus brazos.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Las sombras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>eran brasas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que me ahogaban</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>llamándome.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Era tu aliento</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y tu fuerza viril.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Era la noche</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que resbalaba</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en mi cuerpo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>-2-</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>¿Quién me puede demostrar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que aquí</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la vida existe?</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Somos muertos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>vagando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por las calles en penumbras.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El pensamiento oscuro</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Las manos apretadas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El corazón ahogando un grito</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>No existe nada vivo aquí!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Todo es mentira.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Jugosas mentiras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que te escupen</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en la cara</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y luego</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>te contemplan</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se recrean en ti,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>te sonríen</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y se van</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>a edificar más muertos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para el mundo.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-3-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>A veces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>te siento distante,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y esta verdad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que me circunda</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>desearía borrar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>e irme lejos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>donde termine la vida.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>A veces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>te siento distante,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y no soporto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la idea</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que me revele</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tu verdad hiriente,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y deseo repetirme</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>aunque me mienta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que me quieres</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como antes.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>A veces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>te siento distante</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y la mirada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se me vuelve</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un llanto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y te recuerdo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y te nombro</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y pido que este cielo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en que vivimos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>me cobije</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mientras estás conmigo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>hasta que tú te quedes</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y yo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>me vaya</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para siempre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-4-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>El cielo tristemente abierto.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La garganta seca</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>del verano ardiendo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Los canales de la vida</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>abriéndose</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>jugando estúpidamente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre sus mordientes fauces</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el brillo fugaz,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la escarcha dura,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la blanca madurez</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de un diamante amanecido</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y sin embargo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>no se siente nada!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Mañana</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>llorarán sus ritos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y caerán sin dominio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sus fronteras</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y de las tumbas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de su ardiente mediodía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>volverá a reír</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>este cielo de hoy</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tan tristemente abierto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en el verano.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-5-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La cruda verdad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>iluminó mi mente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y aprendí de golpe</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que mí palabra es dura,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que el ayer no importa,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que la mentira</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>luce prendida</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>del pecho de la gente.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La realidad sincera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de las cosas bellas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>es mera ilusión agonizante</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y mi alma</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>llorando su agonía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se arrodilló de pronto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y agradeció a la vida</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>conocer</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tu nombre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-6-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Quiero abrir</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>un ser humano</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y contemplar,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>una vez</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tan solamente</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>esa verdad floreciente,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>esa palabra viva</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que se mantenga sola</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>a través del tiempo,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>a través de cada niño</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que sufría</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en la mañana</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Quiero cosechar,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tan sólo un día</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>las espigas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de este sol que nos alumbra</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de esta lluvia,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de esta verdad</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que nos circunda</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y nadie siente correr</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por las entrañas.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Quiero ofrecer</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mis manos extendidas,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mis ojos riendo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por un hondo despertar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>del alma mía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y sentir venir,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de pronto,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>los pasos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que esta vida guardara</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tanto tiempo en su regazo!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-7-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Tenías el olor</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>del campo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El viento frío</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con la plaza en sombras.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Llevando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>entre mis manos un soplo de amor</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que te envolvía.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Quería entrar en tí</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y quedarme quieta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para olvidar por siempre</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el adiós</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que una esquina cualquiera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>nos pedía.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-8-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La calle</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>rodando en el declive</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La voz</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se ausenta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en la mañana obscura</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>La belleza</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se aleja de mis manos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y siento en la piel</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el latente silencio</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de este animal</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>agonizante y duro.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Este día blanco</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>debería ser mío</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>como la sed</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que haga mi estructura</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y sin embargo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>te pregunto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>¡Qué niño borracho de tristeza</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>hizo del mundo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>su juguete</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>para dejar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la calle rodar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>por el declive!</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-9-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Oh Dios, Dios!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Quisiera preguntarte</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>si imaginas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tan solo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el oscuro rincón</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en que me hallo.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Triste,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>absorta,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>miedosa de la vida.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Contemplando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>caída a mis pies</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>esta palabra muerta.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Oh Dios, Dios!</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Quisiera preguntarte</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>si la ilusión primera</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que la vida me obsequiara,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>la que subió</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>sin querer</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>a mi mirada</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>transformándose</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>en rocío,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>eso que dicen que no existe;</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>eso que sentía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>al caminar,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>al pensar,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y al dar a reír</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>todos los días</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>esa mentira.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Y también</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>quisiera preguntarte</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>si las rosas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>que se abren a destiempo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>no merecen vivir</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y deben ser muertas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong> a pedazos.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>-10-</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mi alma</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>te esperaba desde antes.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mi vereda se hizo</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>con tu nombre</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>iluminando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>el mísero lugar</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de aquella estampa.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>La bella flor</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>abierta</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>y desbordante</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>contemplando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tu ir,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tu venir,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>tu sombra alta.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Mi alma te esperaba</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>desde siempre.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>El sol</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>se hizo añicos</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>celando</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de tu amor</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>dormido en su pradera.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mi alma, amor,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mi alma te sentía</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>cuando en este puerto</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>frágiles y débiles</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>las velas</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>de mi barco</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>naufragaban.</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Mi alma, amor,</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>mi alma te lloraba.</strong></div></span><div align="center"><br />
</div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-77333144828622161802011-10-12T08:52:00.000-07:002011-10-12T08:52:30.486-07:00NELSON AGUILERA - ¿EN MANOS DE QUIENES ESTAMOS LOS ESCRITORES CUANDO SE NOS ACUSA DE PLAGIO? / Documento facilitado el 12 de Octubre de 2011.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWKe68PKNgnoKE1tVewUkIXP1QxfelfzUaRn_yPGE00sijtoveHNo1jvb7euRuvFylnm85wkmz8LW6B-x0VDszTuPJt7w8adolfHMEdhUwJ_olGk7jrLx2jxacn27HP0ekHWXcwdB9MLmv/s1600/nelson+aguilera+en+manos+de+quienes+estamos+2011+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" oda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWKe68PKNgnoKE1tVewUkIXP1QxfelfzUaRn_yPGE00sijtoveHNo1jvb7euRuvFylnm85wkmz8LW6B-x0VDszTuPJt7w8adolfHMEdhUwJ_olGk7jrLx2jxacn27HP0ekHWXcwdB9MLmv/s400/nelson+aguilera+en+manos+de+quienes+estamos+2011+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>¿EN MANOS DE QUIENES ESTAMOS </strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>LOS ESCRITORES CUANDO SE NOS ACUSA DE PLAGIO?</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>Profesor <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=767"><span style="color: red;">NELSON AGUILERA</span></a></strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>Documento facilitado el 12 de Octubre de 2011</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Apreciados amigos y amigas : </strong>En este pequeño documento pretendo mostrarles el “trabajo” de la fiscala Carmen Gubetich de Cattoni, quien tomó el caso del supuesto plagio de la obra “El túnel del tiempo” de la colega María Eugenia Garay en mi obra “Karumbita la patriota”. Daré muestras de cada documento elaborado obedeciendo al dicho <em>como muestra basta un botón</em>.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>1-</strong> <strong>Documento emitido por el departamento de derechos del autor del Ministerio de Industria y Comercio, firmado por la abogada Marissa Giménez Kropf.</strong></div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;">a) En ambos se menciona la salva de cañones, inventada por la escritora.</div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;">b) En ambos los niños se remontan al pasado, desde el tiempo actual, cosa inventada por la escritora en el 2005.</div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;">c) En ambos tiemblan de frío.</div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;">d) En ambos textos doña Juana María de Lara, prepara el ramo de flores con los tres colores de la bandera patria: rojo, blanco y azul.</div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;">e) En ambos las campanas de la Catedral anuncian el triunfo, festejo inventado por la escritora.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Observación: En base a este tipo de análisis, la fiscala allanó la Editorial Santillana y las imprentas para requisar 1147 libros y las respectivas chapas de impresión</strong>. ¡Increíble! ¿No? ¡Yo pido un poco de seriedad y profesionalismo!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">2- <strong>El siguiente documento fue elaborado por María del Carmen Pompa</strong>, quien realizó un cuadro comparativo sin conclusión alguna. Extrañamente apareció la conclusión días después. ¿Acaso no se debería haber entregado la conclusión con el supuesto análisis?</div><div style="text-align: justify;">El siguiente cuadro pretende mostrar igualdades entre una y otra obra. Veamos Y JUZGUEMOS SI ESTO ES PLAGIO O NO. SEGÚN LA REAL ACADEMIA Y LAS LEYES VIGENTES PLAGIO ES LA COPIA LITERAL Y TEXTUAL DE UN MATERIAL.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" style="height: 471px; width: 631px;"><tbody>
<tr><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><em>El túnel del tiempo</em></strong></span></div></td><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><em>Karumbita la patriota</em></strong></span></div></td></tr>
<tr><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">a) Finalmente recalan en un emotivo momento del pasado donde los chicos pueden por fin conocer a su querido abuelito César, con quien se habían cruzado en el tiempo.</span></div></td><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">1) - ¿Doña Juana María de Lara? ¿Qué modales son esos, Karumbita? Soy tu abuela y debes llamarme como tal.</span></div></td></tr>
<tr><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">b) Las campanas de la Catedral dieron los 12 repiques para marcar la llegada de un nuevo día, y para el Paraguay, el alba de una nueva era: el 15 de mayo acababa de iniciarse.</span></div></td><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">2) Las campanas de la Catedral sonaron repetidamente y las salvas de veintiún cañonazos anunciaron el nacimiento de una patria nueva, libre y soberana aquel domingo 15 de mayo de 1811.</span></div></td></tr>
<tr><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">c) Una improvisada banda de músicos comenzó a esparcir sus alegres melodías en medio de la algarabía general.</span></div></td><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">3) El pueblo salió a festejar en las calles.</span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div></td></tr>
<tr><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">d) En esa casa de los Martínez Sáenz se reunía en secreto, desde hacía meses, los patriotas de la conspiración.</span></div></td><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">4) Doña Juana golpeó las manos frente al portón de los Martínez – Sáenz. Un esclavo salió a recibirlos y los hizo pasar a la sala.</span></div></td></tr>
<tr><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">e) - ¡Brrr! Hace mucho frío – exclamó Jerónimo al asomar la nariz a la puerta del vehículo recientemente detenido. Una ráfaga de viento Sur, gélida, confirmó sus palabras.</span></div></td><td style="width: 299px;"><div style="text-align: center;"><span style="color: aliceblue;">5) – Sí, es verdad. Este mayo hace mucho frío. El viento helado se mete por todas las rendijas.</span></div></td></tr>
</tbody></table><br />
<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Conclusión firmada por la Doctora María del Carmen Pompa el 4/10/10</strong>: “Siguiendo lo estipulado en la Ley y luego de un detallado análisis comparativo de las dos obras citadas, se ha tenido en cuenta las<strong>semejanzas</strong> que se presentan en <em>Karumbita la patriota</em> de Nelson Aguilera, con relación a <em>El túnel del tiempo</em>, de María Eugenia Garay y se concluye en que existe <strong>plagio de contenido</strong> en la obra Karumbita la patriota, en cuanto a situaciones, personajes – ficticios o con correlato histórico-, actitudes de los mismos y sus parlamentos”.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Observación</strong>: Se puede notar en la conclusión una gran contradicción literaria y jurídica. <strong><u>La semejanza no es plagio</u></strong>, si lo fuera todos los literatos del mundo que han escrito sobre temas, personajes y situaciones semejantes serian plagiarios, incluyendo a la escritora María Eugenia Garay.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Y en base a este “análisis” fui imputado por la fiscalía con medidas alternativas que son:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>a)</strong> <strong>Prohibición para salir del país sin permiso del juez.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>b)</strong> <strong>No cambiar de domicilio.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>c)</strong> <strong>Caución simbólica de 30 millones de guaraníes. Actualmente ya es de 100 millones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>d)</strong> <strong>Pasar a firmar mensualmente en el juzgado. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em>¿Qué clase de fiscala es la que lleva la causa de violación de derechos autorales en el Paraguay? ¿Cómo una persona así puede seguir en dicho cargo? Cuando su pidió su recusación, la misma fue rechazada por el fiscal general adjunto y continuó hasta que la Corte la sacó. ¿Por qué?</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>3-</strong> <strong>Dictamen pericial de propiedad intelectual: Perito Lic. Miguel Ángel Lemir E. Matrícula de la CSJ No. 416</strong></div><div style="text-align: justify;">El juez penal de garantía No. 5 Humberto René Otazú F. aceptó las 33 preguntas de la pericia que el Lic. Lemir tenía que responder. El perito no pudo responder a las preguntas literarias y utilizó constantemente circunloquios diciendo que ya lo había contestado en la pregunta anterior o que no podía contestar esa pregunta porque era imposible. ¿Es un perito o no?</div><div style="text-align: justify;">Ejemplos:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em>a)</em> <strong>Pregunta</strong>: <em>Determinar cómo se refleja la intertextualidad de datos históricos en ambas obras</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: El concepto de intertextualidad ya fue abordado al responder el único punto de pericia planteado por la representante del Ministerio Público; sin embargo conviene aclarar que la supuesta intertextualidad no se da solamente en los datos históricos, que como ya se dijo es patrimonio de todos y no de una persona en particular; lo que en este caso ocurre es que se repite toda la trama, como ser el viaje fantástico, mediante el túnel del tiempo, de dos niños, a una fecha específicamente predeterminada(…).</div><div style="text-align: justify;">b) <strong>Pregunta</strong>: <em>Determinar cuál es la trama de ambas obras.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: Esta pregunta ya la respondí al abordar el punto planteado por el Ministerio Público, por ello me remito, en un todo, a la misma.</div><div style="text-align: justify;">c) <strong>Pregunta: </strong><em>Determinar si son iguales las técnicas narrativas de ambas obras.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: Ya en el punto precedente se respondió sobre la técnica narrativa utilizada en ambas obras; por tanto me remito a dicha respuesta.</div><div style="text-align: justify;">d) <strong>Pregunta</strong>: <em>Determinar cuál es la intencionalidad del autor de “El túnel del tiempo” y de “Karumbita la patriota”</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: Aventurar sobre la posible “intencionalidad del autor”, comporta introducirme en el fuero íntimo y psíquico de la persona; ámbitos en los cuales los peritos judiciales no tenemos la formación académica habilitante, por lo que no considero prudente responder a una cuestión, sin el respaldo científico y técnico adecuado.</div><div style="text-align: justify;"><em>e)</em> <strong>Pregunta</strong>: <em>Determinar cuál es el estilo utilizado por ambos autores.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: El túnel del tiempo: la narrativa directa de los acontecimientos y el accionar de los personajes involucrados.</div><div style="text-align: justify;">Karumbita la patriota: es el mismo utilizado por la Sra. María Eugenia Garay.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Observación</strong>: Más del 50 % de las preguntas fueron contestadas con evasivas e imprecisiones. Y en base a este tipo de análisis la fiscala me acusó de plagio para ser llevado hacia un eventual juicio oral. Cualquier persona versada en Literatura no puede admitir estas respuestas como evidencias de plagio, lo cual asevera el Lic. Lemir en su conclusión. ¿Cómo pudo llegar a semejante conclusión cuando no realizó el análisis? ¡Todo esto es muy extraño! ¿<strong>Y A ESTO SE LE LLAMA “EXHAUSTIVO E INTENSO ANÁLISIS</strong>? Me pregunto cómo se sentiría un escritor si su obra es analizada de esta manera y por personas incompetentes.</div><div style="text-align: justify;">Pero esto no es todo, la segunda declaración de la <strong>Doctora María del Carmen Pompa</strong>, la cual debe ser impugnada por haber declarado ya en otra instancia, es aún mucho más interesante que su cuadro comparativo. Aquí van algunas muestras:</div><div style="text-align: justify;">a) <strong>Pregunta: </strong><em>Diga la compareciente qué fuentes consultó para hacer su análisis.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: Se han utilizado fuentes literarias, por ejemplo, la crítica literaria, el análisis de contenido y se tuvieron en cuenta las teorías de Julia Kristeva, de Mijail Bajtin, Iuri Lotman y Gerard Genette.</div><div style="text-align: justify;"><em>b)</em> <strong>Pregunta<em>: </em></strong><em>Diga la compareciente qué diferencia encuentra usted entre las palabras semejanza e igualdad.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta: </strong><u>Ambos términos indican prácticamente lo mismo</u>, ya que semejante también significa, según el diccionario, similar, imitado, homólogo, y el término igualdad también según el diccionario, significa idéntico, lo mismo, exacto.</div><div style="text-align: justify;">c) <strong>Pregunta: </strong><em>Diga la compareciente, es el plagio semejanza o igualdad.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: Ya que los términos significan prácticamente lo mismo, se puede decir que el plagio guarda una relación de semejanza e igualdad con la obra que le sirve de base.</div><div style="text-align: justify;">d) <strong>Pregunta</strong>: <em>Diga la compareciente si son considerados los arquetipos y la intertextualidad plagio en literatura.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta:</strong>El arquetipo es una representación mental y el intertexto es un procedimiento literario. Si un texto incluye tanto una idea universal desarrollada por un autor, además del procedimiento intertextual también pueden ser considerados plagio.</div><div style="text-align: justify;">e) <strong>Pregunta</strong>: <em>Diga la compareciente si desea agregar algo más a su declaración.</em></div><div style="text-align: justify;"><strong>Respuesta</strong>: (…) el procedimiento intertextual sí puede llegar a constituir plagio (…) En cambio, en mi calidad de perito de la Fiscalía, luego de examinar página por página los episodios correspondientes de cada obra, extractando la numerosa cantidad de <strong>párrafos semejantes</strong>, concluyo en que sí hubo plagio, en cuanto a temática, argumento, estructura narrativa, recursos literarios, personajes y actividades de los mismos.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Observación</strong>: Lo interesante es que no dio ejemplos ni del argumento, ni de la temática, ni de la estructura narrativa, ni de los recursos literarios, ni de los personajes, ni de las actividades de los mismos. También echó por tierra toda la cultura occidental al decir que la intertextualidad y los arquetipos pueden ser considerados plagio. Si fuera así TODOS LOS ESCRITORES DEL PLANETA SOMOS PLAGIARIOS, INCLUYENDO A SU DEFENDIDA. Entonces, ¿por qué se me acusa y se me quiere llevar a juicio oral? Además, la doctora Pompa parece no diferenciar muy bien la semántica entre igualdad y semejanza. Sus contradicciones e imprecisiones lingüísticas hablan de <strong><u>similitudes y semejanzas, y ambos conceptos jurídica y literariamente no son considerados plagio. Muchas gracias, doctora Pompa.</u></strong></div><div style="text-align: justify;">En base a todo lo mencionado, la fiscala interina Soledad Quiñónez, en menos de 24 horas de reemplazar a Carmen Gubetich de Cattoni, presentó la acusación. De aquí surgen varias preguntas: ¿Tuvo tiempo la Quiñónez de leer todo el expediente para llegar a acusar? ¿Cuánto supo la Quiñónez de todo el historial del caso para llegar a acusar? ¿Obró la fiscala interina por voluntad propia o fue presionada por alguien? ¿Está capacitada la fiscala Quiñónez para mantener todo esto en juicio oral o será que la Cattoni volverá? ¿Qué medios utilizaría la Cattoni para regresar al caso si fue recusada por la misma Corte? Todos estos puntos dan para pensar sobre la macabra manipulación de este caso.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>********************************************************************</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Por la otra parte, es decir por Nelson Aguilera y su obra “Karumbita la patriota”, tenemos a los expertos en Literatura que dijeron totalmente lo opuesto<strong><u>. Estos dictámenes no fueron considerados por la fiscalía y no sabemos aún por qué.</u></strong> Estas personas son investigadoras en el campo de la Literatura, sin embargo, sus voces fueron ignoradas por la fiscala Carmen Gubetich de Cattoni. ¿Por qué habrá sido? ¿Quizás la fiscala tenga mayor conocimiento que estas personas que llevan años investigando y enseñando en universidades? Tenemos varias incógnitas. Seguidamente les presentaré las conclusiones a qué llegaron para hacer corta la historia. Si desean todos los documentos con gusto les haré llegar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>a)</strong> <strong>Los doctores en Literatura José Vicente Peiró (España) y Teresa Méndez Faith (EE.UU): </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Conclusión</strong>: “ <em>En virtud de todo lo expuesto en esta evaluación técnica literaria, no hemos hallado ningún fragmento copiado ni levemente alterado de la obra de María Eugenia Garay, en la posterior de Nelson Aguilera. No puede existir plagio al no haber ninguna similitud estilística, estructural y argumental entre ambas obras.</em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em>Sí existe un tema común: el viaje en el tiempo hacia el pasado. Pero tampoco es un tema novedoso en la obra de María Eugenia Garay, ya que pertenece a la tradición literaria universal. (….)</em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em>La coincidencia de datos históricos es algo habitual y necesaria cuando una obra literaria se sitúa en el pasado. Además, son datos que no pertenecen al imaginario de un autor, sino del pasado histórico nacional y humano. No son objeto de plagio aquellos que no están expuestos por primera vez en una obra, lo cual no son el caso de las dos que aquí hemos tratado. </em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><em>Certificando la veracidad de este informe, para uso donde corresponda, en Valencia (España) a 22 de enero de 2011”. </em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">b) <strong>El doctor en Literatura y periodista Guido Rodríguez Alcalá</strong>publicó tres artículos relevantes en el diario Última Hora. Algunos de los puntos más resaltantes son:</div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;">1- 20/12/10 - <strong>Las coincidencias del MIC</strong> “…Los viajes en el tiempo son un tema frecuente en la literatura de ficción, a partir de la aparición de la máquina del tiempo del novelista inglés H.G. Wells en 1895; en este sentido <strong><u>no puede hablarse de plagio</u></strong>.[…] El túnel del tiempo tiene tantas entradas en Google, que tampoco puede haber plagio aquí.</div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;"><strong>2-</strong> 27/12/10 – <strong>Originalidad y plagio</strong>. “Por si no he sido suficientemente claro, lo recalco: 1) <strong><u>la intertextualidad no es plagio</u></strong>; 2) <strong><u>no hay plagio de El túnel del tiempo de María Eugenia Garay en Karumbita la patriota de Nelson Aguilera;</u></strong> 3)en rigor, tampoco hay intertextualidad en las dos obras, sino referencias inevitables a los hechos históricos, tal cual consignados por los protagonistas e historiadores; es imposible escribir sobre la revolución de mayo sin hablar del público que colmaba la plaza, el emplazamiento de cañones, el repique de campanas – <strong><u>hechos que pertenecen a la escritura de la literatura y de la historia y que han sido incorporados a la tradición, después de haber sido incorporados a los mismos textos escolares”.</u></strong></div><div style="margin-left: 54pt; text-align: justify;">3- 18/09/11 – <strong>Helio Vera y yo</strong>. “…. La originalidad no está en el texto, sino en la manera cómo se lo trata. […] ¿<strong><u>Se pueden reclamar derechos de autor sobre la independencia del Paraguay</u></strong>? Citaré sólo algunos (hechos de la independencia): la rebelión fue el 14 de mayo, se emplazaron cañones frente a la residencia de Velasco, Velasco quería entregar el Paraguay al extranjero; hubo salvas de artillería, el pueblo salió a las calles. <strong><u>Aquí no hay cosa “inventada por la autora”</u></strong>, ya lo dijeron los próceres de nuestra independencia. “</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>c)</strong> <strong>Las magísteres en Ciencias del Lenguaje y Análisis del Discurso, Mirta Piris Da Motta y Celeste Fleitas Guirland dijeron: </strong></div><div style="text-align: justify;">“Señalemos algunas coincidencias y similitudes; la noche del 14 de mayo de 1811; la idea libertaria de los próceres acuñada en la expresión “Independencia o muerte”; nombres reales de personajes históricos como Manuel Belgrano, Pedro Juan Caballero, Dr. Francia, el Gobernador Velazco, Fernando de la Mora, la familia Martínez Sáenz y otros que tuvieron protagonismo en la gesta de la independencia nacional; los lugares históricos tales como la Casa de la Independencia, la plaza, la Catedral, el trazado particular de las angostas calles asuncenas, etc.; el contexto físico-social-cultural propio de la época: el viento frío del sur, las vestimentas de los parroquianos y de los próceres, las campanadas de la catedral anunciando la independencia, las costumbres alimenticias de la época, etc. Todos estos elementos se convierten en tropos literarios en las dos obras analizadas porque <strong><u>son datos históricos narrados por los historiadores paraguayos y por la tradición oral que pertenecen al acervo cultural paraguayo, y no a un escritor en particular.</u></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Podemos corroborar aquí la originalidad y la creatividad en cada obra literaria. La misma intertextualidad interior de cada una de las obras analizadas, no actúa en desmedro de la validez en la plasmación de una obra literaria novelesca-poética original, sino por el contrario, hace ver al lector que la palabra, como palabra dialógica que es, puede llevar al escritor a recorrer intrincados mundos de pensamiento y creación. La relevancia de la palabra dialógica logra mostrar las posibilidades de creación de que dispone el escritor pueden hasta ser infinitas. Así lo vemos, en la mayoría de las obras literarias universales.</div><div style="text-align: justify;">En definitiva, <strong><u>ambos escritores han acudido al mismo intertexto como recurso de creación literaria pero desde diferentes perspectivas creativas y diferentes recursos</u></strong>: María Eugenia Garay ha optado por el mecanismo de la citación, es decir, la inserción en el texto propio de citas históricas, fragmentos breves, anécdotas, versos y hasta fotografías pertenecientes a otros textos que cumplen diversas funciones; homenajes a autores citados, reconocimiento, y tal vez “guiños” hechos al lector para orientar la interpretación del texto. Nelson Aguilera, hace lo propio; la utilización del recurso de la alusión, trabajado desde la incorporación de los datos históricos en diálogos ingenuos e inocentes, puestos como parlamento de una tortuga y su “abuela”, en una relación familiar, cariñosa y de curiosidad propia de los niños.</div><div style="text-align: justify;">Con este análisis queremos demostrar que la intertextualidad, una vez más, cumple con los axiomas: “La literatura se nutre esencialmente de literatura”. “Todo discurso se nutre de textos anteriores de variada procedencia”. <strong><u>La intertextualidad no es plagio.</u></strong> “ </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">d) <strong>El abogado experto en derechos autorales de Alfaguara Argentina, Dr. Patricio Carballés</strong>, elaboró el siguiente documento que tampoco fue considerado por la fiscala, a pesar de tener todos los sellos legales que corresponden:</div><div style="text-align: justify;"><strong>“</strong>Del presente informe técnico legal y literario realizado entre las obras “<strong>EL TUNEL DEL TIEMPO” </strong>de <strong>María Eugenia Garay y “KARUMBITA LA PATRIOTA” </strong>de <strong>Nelson Aguilera, </strong>se arribó a las siguientes conclusiones:</div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü Las obras poseen una temática similar, ya que refieren hechos, protagonistas y situaciones que hacen a la historia del Paraguay.</div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü Ambas obras utilizan el recurso del “viaje en el tiempo” (puntualmente a través de un “túnel del tiempo”), siendo este un recurso genérico y muy utilizado en la literatura universal.</div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü La obra de la <strong>Sra. Garay </strong>describe más ampliamente la historia del Paraguay, ya que relata más cantidad de hechos históricos, mientras que la de autoría del <strong>Sr. Aguilera, </strong>se circunscribe a un hecho solamente, que en la Revolución de 1811.</div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü Los personajes ficcionados y la participación de ellos en los hechos son absolutamente diferentes, ya que mientras en la obra de <strong>Aguilera </strong>participan activamente en los hechos históricos, en la obra de <strong>Garay </strong>podríamos decir que son meros espectadores o con escasa y puntual participación en los acontecimientos.</div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü La obra de <strong>Garay </strong>posee mayor información y detalle en los hechos históricos que relata. No existen en ninguna de las obras, hechos históricos novedosos que no surjan de libros o manuales de historia del Paraguay.</div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü <u>La estructura y secuencia narrativa en las obras, se vinculan a los hechos históricos y no al relato literario, que es disímil. </u></div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü <u>No se advierte la existencia de</u><u>párrafos siquiera similares,</u>y mucho menos copiados o adulterados o disimulados que originalmente fueran de la obra <strong>“El Túnel del Tiempo” </strong>el libro “<strong>Karumbita la Patriota”.</strong></div><div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">ü Se advierte grandes diferencias en el estilo literario de las obras, lo que demuestra a las claras <strong><u>que las obras han sido escritas por diferentes autores.</u></strong></div><div style="text-align: justify;"> Por lo expuesto en el presente informe, consideramos los firmantes del presente que no existe elemento alguno que permita inferir que para la realización de la obra <strong>“Karumbita La Patriota” </strong>su autor <strong>Nelson Aguilera</strong>, haya plagiado o copiado el libro <strong>“El Túnel del Tiempo” </strong>de <strong>María Eugenia Garay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><em>En la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina a los 07 días del mes de marzo de 2011, se suscribe el presente, para ser presentado por ante quien corresponda”</em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">e) <strong>El Lic. Lino Trinidad Sanabria, perito de la Corte Suprema de Justicia, con matrícula No.39</strong>concluye en su informe, en el que contestó las 33 preguntas del juez, y no como su par Lic. Lemir que no contestó más del 50 % de los puntos de pericia.</div><div style="text-align: justify;"><strong><u>“Que no hay plagio ni argumental, ni estilístico de ningún tipo entre las obras citadas precedentemente</u></strong>. Tampoco hubo en esta causa ninguna otra violación del Derecho de Autor”, La psicología de los personajes, la forma de presentar los hechos, situaciones, lugares, tiempo, narradores, las técnicas narrativas, la representación de la mujer y los estilos difieren totalmente entre ambas obras. Y que debido a los arquetipos propios de la literatura y a la intertextualidad de los hechos históricos por ambos autores, <strong><u>se reflejan coincidencias, mas no igualdades</u></strong>, en el tratamiento del tema de la independencia del Paraguay y de los viajes en el tiempo, que no son propiedad – repito – de ninguno de los autores involucrados en este análisis, sino que son patrimonio universal de la humanidad”.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Observación:</strong><strong>Y todos estos estudios de personas versadas en el tema fueron rechazados por la fiscala Carmen Gubetich de Cattoni, quien consideró solamente, para acusar, los “estudios” de la otra parte que ya vieron, queridos amigos. </strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Como si todo fuera poco el <strong>PEN International,</strong> con sede en Londres y cuya filial se encuentra en Paraguay presidida por Emi Kasamatsu, también se manifestó el día 10 de octubre de 2011, estableciendo una postura clara respecto al caso. Es importante mencionar que el PEN International es la única asociación mundial de escritores y cuenta con 144 centros en 102 países, y un estado consultivo en la UNESCO y en las Naciones Unidas. Soy miembro de esta prestigiosa institución. El PEN es la voz de la literatura internacional. Su manifiesto reza de la siguiente manera:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-left: 35.4pt; text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA</strong></span></div><div style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><strong>La comisión directiva del PEN Club del Paraguay manifiesta lo siguiente con relación a la demanda contra el escritor Nelson Aguilera por el supuesto delito de plagio:</strong></div><div style="margin-left: 71.4pt; text-align: justify;"><strong>1.</strong> <strong><u>El PEN Club no ve indicios de plagio en el libro de Nelson Aguilera titulado “Karumbita la patriota”, cuestionado en un juicio penal.</u></strong></div><div style="margin-left: 71.4pt; text-align: justify;"><strong>2.</strong> <strong>El PEN Club no pretende interferir en cuestiones de carácter legal o administrativo.</strong></div><div style="margin-left: 71.4pt; text-align: justify;"><strong>3.</strong> <strong>Sin embargo, el PEN Club sostiene el principio de la libertad de expresión, y por esto hace la siguiente manifestación pública. Al hacerla, recuerda la vieja máxima latina: <em>Caesar non est supra grammaticos</em> (el emperador no está por encima de los gramáticos). Esto significa que, en cuestiones que requieren conocimientos especializados, las autoridades no deben ignorar el criterio de las personas entendidas en la materia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong>Comisión directiva del PEN Club del Paraguay</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Finalmente, quiero puntualizar que si yo hubiera sido un plagiario la Editorial Alfaguara no me hubiera dado más trabajo, sin embargo, sigo trabajando con la misma y en el 2012, los pequeños lectores del Paraguay y de todo el mundo hispanoparlante tendrán la posibilidad de gozar de las nuevas aventuras de Karumbita en un sensacional libro, que tampoco es ni será plagio.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Agradezco a las miles de personas que han firmado las hojas de apoyo y a los colegas que han aceptado mi pedido de ser testigos para un eventual juicio oral, que no merezco porque no he plagiado la obra de nadie. Y esto lo digo y lo diré ante cualquier juez porque Dios y toda la gente versada en Literatura son mis testigos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Todas estas informaciones debieran haber sido analizadas por las fiscalas, quienes merecen no sólo el enjuiciamiento sino la suspensión definitiva de sus cargos, porque si los paraguayos pagamos nuestros impuestos para que gente incompetente y parcialista nos juzguen de esta manera, creo que estamos errando el camino. Necesitamos magistrados ecuánimes, imparciales que busquen la justicia y que no se amedrenten ante las presiones de los poderosos. Todos los documentos en toda su extensión serán remitidos a la OMPI y a todos los organismos internacionales que luchan por los derechos de los autores.</div><br />
<div align="right"><span style="color: cyan;"><strong>Nelson Aguilera</strong></span></div><div align="right"><span style="color: cyan;"><strong>Maestro, escritor y actor paraguayo. </strong></span></div><div align="right"><span style="color: cyan;"><strong><a href="mailto:nelsonaguileraactor@gmail.com" target="_blank"><span style="color: red;">nelsonaguileraactor@gmail.com</span></a></strong></span></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-71347270607172494762011-10-06T11:47:00.000-07:002011-10-06T11:47:44.144-07:00LA SINFÓNICA NACIONAL OFRECERÁ SU DÉCIMO CONCIERTO DE TEMPORADA - VIERNES, 7 DE OCTUBRE DEL 2011 - SALA DE CONVENCIONES DEL BANCO CENTRAL DEL PARAGUAY<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSsZaAhy4OkP6YxwkaV2n7e-A7hixPm5AF5POz_-NH7iwXEeUiDmUO7JuB2E2Zyo2Zml72I0NRBijRyCvRSk-zhYXrKTTZPfSYUqtGY8N9dszrSsM5f6u632mc7yUWAZVfe5_oK3aZO0VJ/s1600/orquesta+sinfonica+nacional+10+concierto+2011+t+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSsZaAhy4OkP6YxwkaV2n7e-A7hixPm5AF5POz_-NH7iwXEeUiDmUO7JuB2E2Zyo2Zml72I0NRBijRyCvRSk-zhYXrKTTZPfSYUqtGY8N9dszrSsM5f6u632mc7yUWAZVfe5_oK3aZO0VJ/s400/orquesta+sinfonica+nacional+10+concierto+2011+t+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>LA SINFÓNICA NACIONAL OFRECERÁ SU</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>DÉCIMO CONCIERTO DE TEMPORADA </strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>EN LA OCASIÓN SE CONTARÁ CON LA PRESENCIA DE LA DESTACADA VIOLONCELLISTA MYRIAM SANTUCCI, COMO SOLISTA INVITADA.</strong></span></div><br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><strong>El viernes 7 de octubre del corriente, a las 20:30, la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay (OSN), dependiente de la Secretaría Nacional de Cultura, brindará su 10mo. Concierto de la Temporada 2011. Dicho evento tendrá lugar en la Sala de Convenciones del Banco Central del Paraguay, en la fecha y hora antes mencionadas, con entrada libre y gratuita.Estará como invitada especial la violoncellista argentina Myriam Santucci, profesional de larga y reconocida trayectoria internacional.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En esta oportunidad, bajo la batuta del M°. Juan Carlos Dos Santos, la OSN Paraguay desarrollará un repertorio con las siguientes obras: : La obertura de “Nabucodonosor", de Giuseppe Verdi; El Concierto en RE Mayor, para violoncello y orquesta, de Joseph Haydn; Capricho Español, Op. 34 de Nicolai Rimsky- Korsakov, y Capricho Italiano,Op. 45, de P. I. Tchaikovsky. La destacada artista argentina Myriam Santucci tendrá a su cargo la parte solista del “Concierto En RE Mayor, para Violoncello y orquesta”, de Haydn.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>El Maestro Juan Carlos Dos Santos, Director titular de la OSN Paraguay, es un profesional de reconocida trayectoria artística a nivel nacional e internacional; y ha dirigido importantes orquestas en el país y en el extranjero. De sólida formación académica, es también Arquitecto y Master en Educación Universitaria, ejerciendo funciones docentes en la Universidad Nacional de Asunción, la Universidad Católica y la Universidad Americana. Además ha dictado conferencias en la Pittsburg State University (Universidad del Estado de Pittsburg- EE.UU.).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Los conciertos de la OSN, de la Temporada 2011, se concretan en el marco de un convenio de cooperación mutua entre el Banco Central del Paraguay y esta Institución.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta y otras actividades similares pueden llevarse adelante con el respaldo de la Secretaría Nacional de Cultura, el Viceministerio de Culto, la Municipalidad de Asunción, y entidades amigas que apoyan la cultura. Son sus presentadores oficiales: El Hotel Guaraní Esplendor, Asunción Vanpack; Ateneo Paraguayo, Microsystems; Show Time, Unión Libanesa, y Villandry Flores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><u>Mº JUAN CARLOS DOS SANTOS</u></strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><u>DIRECTOR TITULAR- OSN</u></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Director Titular de la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay, nació en Asunción en el seno de una familia de músicos. Sus primeros estudios musicales los realizó con su padre, Carlos Dos Santos, destacado director de orquesta, y los culminó en el Conservatorio Municipal de Música de Asunción. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Estudió Composición con los maestros José Luis Miranda y Luis Szarán, usufructuando una beca de dos años otorgada por el Centro Cultural Paraguayo Americano del Paraguay. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Posteriormente entre 1994 y 1997 estudió Dirección Orquestal con el Maestro Luís Szarán en el Conservatorio Municipal de Asunción. Entre 1996 y 1997 estudió en Buenos Aires dirección con el Maestro Argentino Miguel Angel Gilardi y entre 1997 y 1999 con la Directora rusa Madinat Iandeva. Asistió a varios cursos internacionales en el Brasil, la Argentina, los EEUU y España. Algunos de sus maestros fueron Luís Szarán (Paraguay) Miguel Angel Gilardi (Argentina) Dominique Fanal (Francia) Roberto Farias (Brasil) León Burke (EEUU), Madinat Iandeva (Rusia); todos destacados profesionales de gran trayectoria internacional.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Su carrera profesional la inició en la Argentina, incorporándose luego a la actividad musical del Paraguay como cellista solista de sus orquestas más importantes, con las que realizó giras por el Brasil, Argentina, Uruguay y España. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Fue Director del Conservatorio Municipal “Agustín Barrios” de la capital del Paraguay por espacio de 20 años, desde donde promovió intensamente la actividad musical entre los jóvenes, organizando las primeras orquestas juveniles del Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Se desempeñó como Presidente de “Jeneusses Musicals” en su sección Paraguay, representando al país en Alemania, fue Presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Educación Artística, creador del Conservatorio de Música y Danza del Centro Paraguayo Japonés de Asunción y Secretario de Cultura de la Asociación de Músicos del Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Es representante del Paraguay ante la Asociación Internacional de Compositores, Arregladores y Directores de Banda Sinfónica, </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Una de las facetas más interesantes de su labor ha sido la promoción de la actividad musical entre los jóvenes, introduciendo el concepto de la práctica de conjunto como eje central de la educación musical, logrando despertar el interés de los jóvenes por la música erudita, y dar inicio a un movimiento musical juvenil que en los últimos años adquirió enorme vigor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Esta actividad le permitió crear numerosas agrupaciones infantiles, juveniles y profesionales, especialmente en el ámbito de las universidades. En éste campo es de señalar particularmente el hecho de haber dado creación a todas las orquestas universitarias existentes en el Paraguay </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>El Maestro Dos Santos ha dado creación a las siguientes orquestas:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- La Orquesta Juvenil del Paraguay, creada con el apoyo de la UNESCO.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- La Orquesta del American School of Asunción. (ASA)</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- La Orquesta Juvenil de Cámara del Conservatorio Municipal de Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- La Orquesta Juvenil de Asunción. (OJA) de la Municipalidad de Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- La Orquesta Infantil del Centro Paraguayo Japonés, creada con el apoyo del BID. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- La Orquesta Sinfónica Juvenil de la Itaipú Binacional de Ciudad del Este.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>- Todas las orquestas universitarias existentes en el país que incluye a:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La Orquesta de la Universidad del Norte.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La Orquesta de la Universidad Americana.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La Orquesta de la Universidad Católica de Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La Orquesta de la Universidad Nacional de Asunción dependiente de la Facultad de Arquitectura Diseño y Arte.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Como director de Orquesta desarrolla una intensa actividad con numerosas presentaciones anuales. Ha brindado conciertos en todo el Paraguay, así como en Italia, Brasil, EEUU, España, Islas Canarias y la Argentina, incluyendo el célebre Teatro Colón de Buenos Aires en el que ha dirigido en cinco ocasiones. En visita oficial y en representación del estado paraguayo ha estado en Moscú y San Petersburgo donde fue invitado a dirigir la Orquesta Klassica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Fue Director del Conservatorio Nacional de Música (CONAMU), de Asunción- Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Actualmente también se desempeña como Director de la Licenciatura en Música de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>De sólida formación académica, es también Arquitecto y Master en Educación, ejerciendo funciones docentes en la Universidad Nacional de Asunción, Universidad Católica y Universidad Americana, habiendo dictado conferencias en la Universidad de Pittsburg State University de los EEUU en tres ocasiones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por sus méritos ha recibido innumerables reconocimientos entre los cuales destacan: </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Medalla de Ciudadano ilustre de la Municipalidad de Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Medalla y placa de “Cónsul” de la Municipalidad de Mariano Roque Alonso</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Medalla de oro del Conservatorio de Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Placa de Reconocimiento del plantel de profesores del Conservatorio Municipal de Asunción. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>-Placa de reconocimiento del despacho de la Primera Dama de la República.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/Decino%20concierto/orquesta%20sinfonica%20nacional%20MYRIAM%20SANTUCCI%202011%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>MYRIAM SANTUCCI</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>(SOLISTA DE VIOLONCELLO)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Nació en Buenos Aires, Argentina y creció en la ciudad de Las Vegas, EE.UU.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Comenzó a estudiar violoncello a la edad de 8 años con el maestro Itchiro Mitsumoto y más tarde con el maestro Tibor Kertesz. Estudió música de cámara y perfeccionamiento con los maestros: Gabor Rejto, Lilian Fuchs, Gary Graffman, Laslo Varga, Felix Galimar, William Llincer, integrantes del Julliard String Quartet y Rubén González.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Después de debutar en un recital a los 11 años, actuó como solista con “Las Vegas Civic Symphony”, y a los 15 años tuvo un resonante éxito de público y prensa ejecutando el concierto de Dvorak Op.104 con “Las Vegas Chamber Symphony”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En 1982 ganó el primer premio de cuerdas de la ”Competición Nacional de la Asociación de Profesores de Música de Estados Unidos” en la ciudad de Houston, Texas, actuando como solista con la “Houston University Symphony”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En Coronado (California- EE.UU.), recibió el premio Golden Eagle, acordado por la “American Academy of Achievement” y en el Estado de Nevada, por cuatro años consecutivos, fue ganadora del “All-State Command Performance”, otorgado anualmente a la mejor actuación como solista en la categoría de cuerdas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En 1983 fue admitida en la “Juilliard School of Music” (Nueva York), donde ganó una beca que le permitió estudiar con el maestro Harvey Shapiro en cello y con los miembros del “Cuarteto Juilliard” en música de cámara, obteniendo el “Bachelor y Master en Música en Cello Performance”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Con la “Juilliard Orchestra” actuó como solista en conciertos de cámara y con la “Juilliard Philarmonic” en conciertos sinfónicos. Integró como solista prestigiosas orquestas de Estados Unidos, Canadá y Japón, entre las que podemos mencionar la “Sunset Symphony”, “Las Vegas Symphony Orchestra”, “New York Film Orchestra”, “American Symphony Orchestra”, la “Nevada Symphony Orchestra” y la “Nevada Opera Orchestra”. También integró la fila de cellos de “St. Bartholomew Chamber Orchestra”, “Nevada Chamber Symphony”, “Symphony in the Glen”, “Fresno Philharmonic” y “Boise Philharmonic”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>En Estados Unidos se desempeñó como asistente de Harvey Shapiro en “Johannessen International School of the Arts” y en la “Juilliard School”, luego en “Carrescia´s Music House”, “Las Vegas Youth Camerata” como String Coach y “Las Vegas Academy” como Studio Teacher – Chamber Music Coach.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Entre sus premios más importantes se encuentran el “Alpha Delta Kappa Fine Arts Grant Competition”, “Won Reno Chamber Orchestra String Competition”, “Music Teacher´s National Association – High School Competition National String Winner” y el “Recipient of Rena Robbin´s Schapiro Memorial Scholarship”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Radicada en Buenos Aires desde el año 2004, integra, en un cargo de solista, las siguientes orquestas: “Orquesta Sinfónica Nacional”, “Orquesta de Cámara Mayo” y “Orquesta Armonías”. Participa en conciertos con la “Orquesta Estable del Teatro Colón”, “Camerata Bariloche” y en el "Ciclo de Música en Plural " (organizado por Bárbara Civita y Haydeé Francia), y en las temporadas 2005, 2006 y 2009 de la “Semana Musical Llao Llao”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Ha sido invitada a tocar como solista con la Orquesta Sinfonica de Salta, la Orquesta Sinfonica de Entre Rios, Orquesta Sinfonica de Rosario (Santa Fe), la Orquesta Sinfonica de Cordoba, la Orquesta Sinfonica Nacional y la Filarmonica de Buenos Aires.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
Paralelamente a su carrera como solista, integra diversas agrupaciones de música de cámara, como el Cuarteto de Cuerdas Austral, Ensemble Instrumental de Buenos Aires y el Nuevo Trío Argentino (que realiza ciclos en el Teatro Colón desde hace 9 años) y ganadores del Premio Konex, entre otros. Con igual esmero, se desempeña como docente tanto en la formación individual de instrumentistas, como en la enseñanza especializada de música de cámara.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Orquesta%20Sinfonica%20Nacional/Temporada%202011/Decino%20concierto/orquesta%20sinfonica%20nacional%2010%20concierto%202011%201%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>Para mayores datos:</strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>María Aidée Recalde Alcaráz</strong></span></span></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>[ <a href="mailto:aidee_prensa-osn@hotmail.com" target="_blank"><span style="color: red;">aidee_prensa-osn@hotmail.com</span></a>]</strong></span></span></span></strong></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-13553926276591947442011-10-06T07:55:00.000-07:002011-10-06T07:59:16.083-07:00CENTRO CULTURAL CITIBANK CONVOCA A PRESENTAR PROYECTOS PARA EL 2012<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1s1C0yP4ltZ4tQ2ShX0oAZqqQ9wz5YbsAGQ05nYT3RRioJ7pCsdqasWtAWKpijXpFOSZ7EYJIWVdfIG_IzbXsKl_Brva6r9DsRAXIabftNvjOe92-4izVBLV-Gqi98Sy-KFLzmhtNeHGd/s1600/CC+CITIBANK+CONVOCA+A+PRESENTAR+PROYECTOS+PARA+EL+2012.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1s1C0yP4ltZ4tQ2ShX0oAZqqQ9wz5YbsAGQ05nYT3RRioJ7pCsdqasWtAWKpijXpFOSZ7EYJIWVdfIG_IzbXsKl_Brva6r9DsRAXIabftNvjOe92-4izVBLV-Gqi98Sy-KFLzmhtNeHGd/s400/CC+CITIBANK+CONVOCA+A+PRESENTAR+PROYECTOS+PARA+EL+2012.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGhz5BhFexRmbkahgRMms9BA9gsFyamVMa39dppUZakHzPmhwUYmfqN-16d6egrpbVH7O7yZlG8Koj8g-r-hI3LKhWgivS36nHUYvUExQxdBXlUWPnq5LG81COv5XyuoLK5ZCWfwlWmEFU/s1600/centro+cultural+citibank+direccion+telefono+correo+2011.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="286" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGhz5BhFexRmbkahgRMms9BA9gsFyamVMa39dppUZakHzPmhwUYmfqN-16d6egrpbVH7O7yZlG8Koj8g-r-hI3LKhWgivS36nHUYvUExQxdBXlUWPnq5LG81COv5XyuoLK5ZCWfwlWmEFU/s400/centro+cultural+citibank+direccion+telefono+correo+2011.jpg" width="400" /></a></div><div align="center"></div><br />
<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>CENTRO CULTURAL CITIBANK CONVOCA</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong> A PRESENTAR PROYECTOS PARA EL 2012.</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>LA CONVOCATORIA VENCE EL 30 DE NOVIEMBRE DE ESTE AÑO.</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Asunción, Paraguay, Octubre 3, 2011. El Centro Cultual Citibank (CCC) abre su Convocatoria de proyectos culturales para la Temporada Cultural 2012, e invita a todos los interesados a presentar sus propuestas hasta el próximo 30 de Noviembre del cte. año. Así también, aquellas organizaciones, asociaciones y fundaciones sin fines de lucro pueden solicitar sus reservas en el Calendario Anual para el acceso al espacio cultural del CCC.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Las propuestas deben presentarse en Av. Mcal. López y Cruz del Chaco de 8.30 a 18:00hs. de lunes a viernes, ó vía correo electrónico a <a href="mailto:centrocultural@citi.com" target="_blank"><span style="color: red;">centrocultural@citi.com</span></a><span style="color: red;"> </span></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>Para más información comunicarse al 620 2410.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Los interesados deben presentar una descripción de su proyecto, breve curriculum del artista si corresponde o de la organización, adjuntar un registro fotográfico de sus obras más recientes o de los trabajos a exponer y especificar la fecha aproximada de interés para la exposición. El CCC se reserva el derecho de la elección de los proyectos conforme a la agenda prevista. Todas las personas que presenten sus proyectos serán comunicadas oportunamente de la elección o no del trabajo. </strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>Se podrán presentar proyectos tanto colectivos como individuales en las diferentes disciplinas artísticas: plástica, pintura, escultura, cerámica, grabados, dibujos, fotografía, instalaciones, música, teatro, audiovisuales, literarios, seminarios y otras manifestaciones artísticas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>UN ESPACIO DONDE EL ARTE CONVIVE CON LA CIUDAD</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>El CCC cumple este año su 12º Aniversario y funciona en una antigua casona de Villa Morra del siglo pasado que el Citi la preservó en su apoyo a la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad de Asunción creando en ella un centro cultural donde se realizan más de 70 actividades culturales por año y recibe a aproximadamente 4.000 visitantes cada temporada. El Citi es el único banco de plaza que cuenta con un su propio centro cultural y con un proyecto cultural consolidado.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>CENTRO CULTURAL CITIBANK</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>Av. Mcal. López 3794 y Cruz del Chaco – Villa Morra </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><a href="mailto:centrocultural@citi.com" target="_blank"><span style="color: red;">centrocultural@citi.com</span></a> - Tel. 620 2410</strong></span></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-44495864427144705102011-10-05T06:03:00.000-07:002011-10-05T06:06:34.835-07:00MÓNICA LANERI - UNA ESTATUA DE SAL / como un graffiti mas en la pared..., ABC COLOR, 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLatK3cax0JSAVWHU8EizgKYz5Qvy7sA_32rV71V7rBMSteKHP_kEP432fxk2nf56-MK9S-x7Mpwk4Nye7_GlICTe5Cr_2W5O86SfnO3_xw9Nrwd3E0QJewz85sOBMyAv4hvwUH16zaCfc/s1600/monica+laneri+una+estatua+de+sal+abc+color+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLatK3cax0JSAVWHU8EizgKYz5Qvy7sA_32rV71V7rBMSteKHP_kEP432fxk2nf56-MK9S-x7Mpwk4Nye7_GlICTe5Cr_2W5O86SfnO3_xw9Nrwd3E0QJewz85sOBMyAv4hvwUH16zaCfc/s400/monica+laneri+una+estatua+de+sal+abc+color+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"></span><br />
<div align="center"></div><br />
<div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>UNA ESTATUA DE SAL</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Por </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=929"><span style="color: red;">MÓNICA LANERI</span></a></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>“Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.” </strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>(Génesis 19:24-27)</strong></span></div><br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><strong>A veces parecería que ya tanto dimos que nada nos queda, que ya tanto destruimos, que nada nos queda... que ya tanto amamos y dimos y destruimos, que no existe amor en el mundo que pudiera salvarnos o destruirnos, o asimilarnos; que ya nada nos queda. Y queremos darlo todo, pero no encontramos; las valijas están vacías. Queremos aferrarnos y que nos aferren, pero sentimos que simplemente no podemos evitar mirar atrás, y mirar atrás es, como bien se sabe, convertirse en una estatua de sal.<br />
<br />
¿Qué más doloroso que decirle, al ser amado, que ya miramos atrás?, ¿que somos una estatua de sal?... una estatua viva, tal vez, pero una estatua de sal... ¿Qué más doloroso que pedirle al ser amado que preserve sus dudas, sus miedos, todos sus malos presagios y se aleje... porque la estatua de sal (ésta estatua de sal) se derrite en su propio infierno?<br />
<br />
Reflexiones de aquellos días, en que alguna vez, me sentí una estatua de sal, incapaz de retener el amor... incapaz de negar qué complejo es este mi humano y femenino mundo, a veces (o muchas veces)... Días en que de verdad desearía haberme convertido en una estatua de sal...<br />
<br />
Desde el infierno<br />
<br />
No antepongas:<br />
<br />
la fe al miedo,<br />
<br />
la esperanza<br />
<br />
al riesgo.<br />
<br />
<br />
<br />
¿Quién soy yo<br />
<br />
para hablarte<br />
<br />
de amor<br />
<br />
desde el<br />
<br />
infierno?<br />
<br />
<br />
<br />
Ni en<br />
<br />
un abismo<br />
<br />
podría ya<br />
<br />
caer mas bajo.<br />
<br />
<br />
No puedo<br />
<br />
pretender<br />
<br />
que me tomes<br />
<br />
de la mano.<br />
<br />
<br />
<br />
Desde aquí<br />
<br />
<br />
(el fondo<br />
<br />
de mi tormento)<br />
<br />
<br />
ninguno<br />
<br />
ha regresado<br />
<br />
entero.<br />
<br />
<br />
Vos traías<br />
<br />
el alma<br />
<br />
desgarrada.<br />
<br />
<br />
<br />
No puedo dejar<br />
<br />
que lo pienses,<br />
<br />
no puedo<br />
<br />
sentarme<br />
<br />
a esperar;<br />
<br />
<br />
el final.<br />
<br />
<br />
<br />
No mires atrás;<br />
<br />
<br />
me convertí<br />
<br />
en una estatua<br />
<br />
de sal.</strong></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong><cite>Posteado por </cite><cite><a href="http://archivo.abc.com.py/blogs/autor/117/monica-laneri" target="_blank"><span style="color: red;">MÓNICA LANERI</span></a> </cite><cite>el 13/09/2011</cite></strong></span></span></strong></div><div style="text-align: right;"><strong><span style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong><cite>Fuente digital: <a href="http://www.abc.com.py/" target="_blank"><span style="color: red;">www.abc.com.py</span></a></cite></strong></span></span></strong></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-11559814683888395232011-09-28T14:36:00.000-07:002011-09-28T14:36:12.014-07:00EFRAIN ENRÍQUEZ GAMÓN - BLANCO Y NEGRO o EL PAÍS DE LOS INOCENTES (HISTORIA FABULADA DE LA CORRUPCIÓN EN EL PARAGUAY) / Arandurã Editorial, 2008<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYLd-EjXGopuMfyslKd0VCYke0Ky-6TZ6e5lo-WUnc78Fg3zdLxipZGZBgakO0hNMu98-OSbK7faeDXU3swSnVuttvfwhH9Z1XXjt1QbxpojWyKVP1E5FZOs9GLbJqClyZwAJiCEOtkMi5/s1600/efrain+enriquez+gamon+el+pais+de+los+inocentes+arandura+t+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" kca="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYLd-EjXGopuMfyslKd0VCYke0Ky-6TZ6e5lo-WUnc78Fg3zdLxipZGZBgakO0hNMu98-OSbK7faeDXU3swSnVuttvfwhH9Z1XXjt1QbxpojWyKVP1E5FZOs9GLbJqClyZwAJiCEOtkMi5/s400/efrain+enriquez+gamon+el+pais+de+los+inocentes+arandura+t+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>BLANCO Y NEGRO</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>O</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>EL PAÍS DE LOS INOCENTES</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>(HISTORIA FABULADA DE LA </strong><strong>CORRUPCIÓN EN EL PARAGUAY)</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>POR</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=784"><span style="color: red;">EFRAIN ENRÍQUEZ GAMÓN</span></a></strong></span></div><div align="center"><strong>Arandurã Editorial,</strong></div><div align="center"><strong>Telefax 595 21 214295</strong></div><div align="center"><strong><a href="http://www.arandura.pyglobal.com/"><span style="color: red;">www.arandura.pyglobal.com</span></a></strong></div><div align="center"><strong>Asunción – Paraguay</strong></div><div align="center"><strong>2008 (244 páginas)</strong></div><br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>- ¡Nda chei nicó, mi comisario...!</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>(No soy yo, mi comisario! La defensa oral del ratero, aun cuando junto a él, en su casa, se hallaron los objetos robados).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>- ¡Manifiesto y juro ante el pueblo, que jamás levanté un solo dedo para pedir por mi reelección! ¡Y jamás intervengo ni actúo como cómplice para que siga el contrabando y la apropiación de la cosa ajena, valiéndome del Gobierno...!</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>(Expresiones de Alfredo Stroessner cada dos años antes de su reelección indefinida).</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong>- ¡En este país no existen culpables!; ¡todos son inocentes!</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>(Palabras sentenciosas del Prof. Dr. Carlos Zayas Vallejo, en alusión a la inmunidad e impunidad de los ladrones públicos).</strong></div><br />
<br />
<br />
<br />
<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>PRIMERA PARTE</strong></span></div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>EL RATERO</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>I</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> VISITAR el barrio "Dos Bocas", de Asunción, es encontrar y ver allí el espejo singular de un mundo aparte. Es conocido desde añares como Mercado Cuatro. El número de identificación le correspondió por la desmembración del Mercado Guazú, que otrora funcionara como mercado principal de la ciudad, y hasta principios de la década que se inicia en el año de 1940, sito en la plaza pública que después se habilitó frente al edificio del actual Banco Nacional de Fomento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Este mundo aparte, o Añá Retá-í (pequeño país del diablo), como también se lo denomina en la jerga popular, es al mismo tiempo que núcleo de viviendas familiares proletarias, refugio de vagabundos e igualmente bazar mercantil atiborrado de casillas y puestos o kioskos que expenden alimentos, enseres diversos, ropas y baratijas. En las entrañas de Su latente universo se desarrolla el drama cotidiano y sin término de la lucha por la vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Allí convergen y se cruzan intrincadas y sinuosas callejuelas, cuyas encrucijadas y recovecos forman una complicada trama de telaraña del desprolijo urbanismo rústico. Y en estas paradójicas, pequeñas y oscuras vías terrenales, saturadas de lodo y de basura, o de polvo y de mugre, transitan y discurren por igual amas de casa, usureros y vendedores de baratijas, tahúres y rateros; gavillas de niños pandilleros, desocupados impacientes y haraganes congénitos; inspectores municipales y policías.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En este extraño y patético hábitat se tejen múltiples y desconcertantes urdimbres del quehacer rutinario o insólito de la gente del pueblo. Como en un escenario intransigente, deja librado el espectáculo cotidiano de inverosímiles dramas; y cada actor es, a su turno, y en el papel que las circunstancias le obligan a desempeñar y representar, una unidad autónoma que debe defenderse por sí misma en la batalla sin tregua por la supervivencia. Las veces en que he puesto mis plantas en él, he experimentado una sacudida en el interior de mi propia conciencia, y las motivaciones sociológicas que me indujeron a esos desplazamientos quedaron ateridas como los ruborosos geranios que se cimbrean y palidecen en una noche de truenos y relámpagos, o presas de una granizada impía. Los economistas obtenían una respuesta de síntesis: es el subdesarrollo, decían. Para el hombre común, empero, observando el universo y la brillantez de las estrellas, algunas de ellas albas, centelleando mansamente en la vastedad del cielo, ese era el mundo impuesto o heredado, aun cuando sea una muestra de la vergüenza y de la miseria humana.</strong></div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>II</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Sin embargo, más que la faz exterior y la telaraña interior de estos "pequeños países", importa quizá penetrar en el ámbito mental de los seres humanos víctimas expiatorias, atrapados en las redes de su complicada y artificiosa trama. Si bien es cierto que en cualquier latitud terrenal, el hombre, para poder supervivir en su medio, acude a su ingenio y apela muchas veces a la suerte, la verdad también es que, las más de las veces, se ve obligado a subvertir las normas del orden jurídico o de la ética social para escapar de las tenazas estrangulantes que configuran sus implacables necesidades biológicas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Esto es, más o menos, lo que en composición de tiempo y circunstancias equivaldría a la tesis darwiniana de la selección natural; es decir, los que son débiles o inadaptados muerden el polvo de la derrota y sucumben, y superviven los que logran imponerse en el medio arbitrario y hostil.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> De todas maneras, un medio semejante es siempre comparable al terreno pantanoso en donde se incuban, tal como las epidemias y las plagas, la superstición y la ignorancia. Y con todas estas lacras a cuestas, como cimiento primario y funcional, los habitantes de este mundo se lanzan a la gran aventura de vivir.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Así, al azar, el autor de esta novela se ha topado con un singular personaje de este pequeño país. El personaje soy yo. Me llamo Filemón, y soy un ratero.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al fin y al cabo -y de ese accidente sigo pensando hasta ahora-, los que se ganan su pan con el sudor de su frente -aun cuando las condiciones de trabajo sean injustas, como generalmente acontece en nuestras imperfectas sociedades-, deben por fuerza someterse a las reglas emergentes del medio, y con más razón cuando el "medio" está constituido por estos artificiales e insalubres centros de promiscuidad humana y de injusticia social arraigada en el tiempo. Ellos no acreditan culpa alguna, y no les queda otra alternativa que explotar con argucias diversas la oportunidad que se les presenta. Y, al carecer del poder de decisión, devienen a ser el resultado y no la causa del drama social.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Estos pensamientos y descripciones iba amalgamando yo en mi mente cuando transitaba por los primeros tramos de las callejuelas, más de treinta años después, y ya con otro nombre. Las callejuelas estaban todavía allí y se internaban como reptiles traviesos en ese artificioso y desgraciado mundo. Seguía siendo un singular y pintoresco ambiente, con todos los trazos de la desorganización y de la miseria. Aquí y allá proliferaba el amontonamiento de casetas y kioskos de venta al tiempo que los vendedores se daban a vociferar la oferta de sus mercancías. La discusión para fijar los precios de las transacciones, los regateos y los juegos y las componentes reglas obligadas de la competencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los estanquillos y puestos de venta son, en la mayoría de los casos, una prolongación de la propia vivienda; o viceversa. El caserío diseminado en este socorrido espacio, sirve a la vez de vivienda y de depósito, o de "silo" improvisado para personas, animales y productos. Del hacinamiento, la promiscuidad y otras causas, surgen las raíces que alimentan la escala de valores sociales y culturales de este castigado grupo de individuos que desarrollan en ese universo la estructura y el horizonte de sus vidas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -Aquí vivía yo -me dije-. Era la misma casucha empotrada al borde de un barranco.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Frente a la "casa", en un espacio arenoso y sucio, jugaba un puñado de niños. Descalzos y greñudos, mezclados entre los animales domésticos, parecían desgarbadas marionetas, ignaros de las fuerzas artificiosas que los movían. A pesar de todo, tienen la oportunidad de jugar, y hasta de reír y gritar, desconociendo todavía la savia originaria y el fruto de sus propias sirvientes.</strong></div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>III</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> -Hasta aquí hablo yo. Y dejo que el escritor que narra la historia, cuente de mí, cómo y cuándo me conoció. Esto es, y todo lo que sigue, la verdad de lo que estaba escrito y que publicó, años después, en un libro al que tituló La Rebelión de los Escarabajos. He aquí su cuento-lato:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> "...Cuando ascendimos hacia la barranca, penetramos al interior de la casa. Poseía ésta una sola estancia, que fungía de comedor y dormitorio. Y en el trasfondo, en compartimentos diferentes, estaban instalados la improvisada cocina y el destartalado servicio sanitario.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡En este lugar vivimos desde hace 21 años! -explicó Filemón-. Sin embargo -añadió-, debe usted descontar los días que pasé en las comisarías... -y rió picarescamente, pero sin maldad. Pude apreciar en esta confesión una emocionada declaración de buena fe, tal vez la única sincera hecha en mucho tiempo. Las demás declaraciones lo obligaban a hacerlas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¿Y los años pasados en el servicio militar? -inquirí.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡No! -me contestó-. No hice el servicio militar. No sé por qué me declararon inapto. ¡Nunca me dieron la razón...! ¡Qué lástima que no estén mi madre y mis otros hermanos! -prosiguió-. Me hubiera gustado que los conociera. ¡Sobre todo a mi madre!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y clavó sus ojos melancólicos, hasta el confín de la callejuela que nacía allí, a nuestros pies, en las primeras estribaciones del barranco. Este extraño y paradójico personaje poseía un nombre de origen griego pero un alma saturada de angustia nativa. Apenas lo había tratado, y ya me relataba la historia de su vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -No sé por qué le tengo a usted confianza -me dijo-. Necesito hablar con alguien, ¡que me escuche y me comprenda!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y yo le escuché como un confesor paciente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Filemón jamás conoció a su padre. Era hijo natural, como entonces se decía, y producto quizás de un desliz provocado, de una pasión o de una necesidad. Nunca se sabe. El marco de la debilidad humana se ensancha como una horma elástica, y se complica como los símbolos de un teorema matemático. Pero, en nuestro medio, al menos desde los tiempos del ínclito e intrépido conquistador español Domingo Martínez de Irala, tener hijos naturales es costumbre corriente y generalizada. Hay, en casos como éste, ejemplos que se expanden como una epidemia. Es el lauro que conquistan y ostentan complacientes y ufanados los varones, es el precio que pagan, sumisas, por obligación consentida o debilidad, las mujeres. Al final, los únicos sacrificados verdaderos son los niños, los hijos que nacen de ese maridaje...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Me explicaba Filemón que en las oportunidades que tenía que viajar en los colectivos y se le presentaba la ocasión de contemplar la semblanza de algún pasajero, le roían el corazón tanto la curiosidad como la desesperanza. Y cual en la expresión de Renán, sentía entonces que su corazón estaba aprisionado por un torno. "¡¿No será éste mi padre?! ...", se preguntaba silenciosamente. Y la respuesta siempre era la misma. ¡La única vencedora era la duda y él la única víctima!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En un día 25 de diciembre, fecha de la Navidad, un amigo suyo, que a dos metros de su casa vendía helados a los niños del barrio y que se creía poeta porque hilvanaba algunos versos, le entregó el siguiente poema:</strong></div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>Poema del Huérfano</strong></span></div><br />
<div style="text-align: right;"><strong> A Filemón, mi amigo y vecino.</strong></div><br />
<strong>¡Ay! ¡Filemón! ¡Filemón!</strong><br />
<strong>¿Pero qué preguntas haces?</strong><br />
<strong>¡Tú eres el hijo del sol</strong><br />
<strong>en connubio con el aire!</strong><br />
<br />
<strong>¡Ay! Filemón, Filemón:</strong><br />
<strong>¡Huérfano, hijo del aire!</strong><br />
<br />
<strong>Argonauta de mar seco,</strong><br />
<strong>viajero en la vía láctea:</strong><br />
<strong>¿Sabes tú lo que es de Sísifo,</strong><br />
<strong>con su piedra en la montaña?</strong><br />
<br />
<strong>¡Oh, buscador de tesoros,</strong><br />
<strong>Filemón, hijo de nadie,</strong><br />
<strong>que busca en la cadena viva</strong><br />
<strong>al eslabón de su carne...!</strong><br />
<br />
<strong>Ahí va Filemón, su traza</strong><br />
<strong>se dibuja por las calles</strong><br />
<strong>y en cada rostro que mira</strong><br />
<strong>ve la imagen de su padre...</strong><br />
<br />
<strong>"¡Padre: He aquí a tu hijo!"</strong><br />
<strong>¡Late con gritos su sangre!</strong><br />
<strong>¡Y las ventanas se cierran</strong><br />
<strong>mientras el asfalto arde!</strong><br />
<br />
<strong>¡Luego siente que mil ojos,</strong><br />
<strong>negros como el azabache,</strong><br />
<strong>le agujerean el cuerpo</strong><br />
<strong>con la punta de sus sables!</strong><br />
<br />
<strong>Siente que las lanzas rompen</strong><br />
<strong>sin tregua sus costillares,</strong><br />
<strong>y en su boca se resbala</strong><br />
<strong>el líquido del vinagre...</strong><br />
<br />
<strong>En las noches de diciembre</strong><br />
<strong>ante las luces brillantes</strong><br />
<strong>en coro los niños rondan</strong><br />
<strong>al Dios-niño que renace.</strong><br />
<br />
<strong>La noche se vuelve quieta,</strong><br />
<strong>el silencio se hace grave.</strong><br />
<strong>¡Y los labios de la luna</strong><br />
<strong>se posan sobre los árboles!</strong><br />
<br />
<strong>¡Ay! ¡Filemón! ¡Filemón!</strong><br />
<strong>¡Huérfano, hijo del aire!</strong><br />
<br />
<strong>Pasada la media noche, duerme...</strong><br />
<strong>Copa el silencio las calles.</strong><br />
<strong>¡Y sueña que él es el niño</strong><br />
<strong>el que en el pesebre yace!</strong><br />
<br />
<strong>Y sueña que San José,</strong><br />
<strong>que en ternuras se deshace:</strong><br />
<strong>Con sus manos le acaricia</strong><br />
<strong>y él sonríe, y dice: "¡Padre!".</strong><br />
<br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Así, el día en que se atrevió a preguntarle a su madre, llevado de la impotencia y corroído por el sufrimiento, ella le contestó, esquivando la pregunta esencial, con estas palabras: "¡Yo soy tu padre y tu madre!". Y desde entonces no se habló más del asunto. Y así, Filemón, en el ambiente del añá retá-í, en ese mundo estrecho, anárquico y demoníaco, creció como pudo, ayudado por la naturaleza y por Dios, o tal vez por la congénita aptitud que poseemos todos los seres del reino animal.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nunca pudo ir regularmente a la escuela. Una vez, cuando se propuso ir, no le aceptaron en la institución más próxima porque ya el cupo estaba rebasado. La madre, obligada a trabajar todo el día, marginaba o eliminaba la educación de sus afanes y pensamientos. Si es que los tenía. Porque gente así generalmente no piensa, sólo obra y se defiende viviendo. Cierto día que fuera abordada por una asistente social, uno de los temas discutidos fue la educación de los hijos; pero ella siguió intransigente y explicó su posición con una curiosa teoría arraigada en la ignorancia, reflejo de un trauma adquirido en su adolescencia. Según la madre de Filemón, la educación no cambia al hombre, ni lo hace más bueno, ni más honrado; y a guisa de palabras y razonamientos, el ejemplo. A la edad de catorce años, cuando los padres de ella la entregaron en condiciones de servidumbre a una familia de alto coturno de la Capital, con engaños y prepotencias sufrió la indignación del estupro en manos del hijo mayor de sus amos ocasionales de entonces, y de ahí nacía la valoración acerca del hombre "educado", que sabía "leer y escribir", según sus propias expresiones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡Cuanto más sabe, el hombre es más salvaje!- decía, al tiempo que agitaba los puños como un desafío.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Cómo explicarle que "educación" e "instrucción" no son valores equivalentes, si la cuestión salía de la esfera de su interpretación y de su lógica? ¿Cómo explicarle que los valores morales se sedimentan principalmente en el hogar, en la familia, los que a su vez asumen las características de la organización social prevaleciente? Además, y aparentemente, somos presa de una sociedad condicionada con su propio código de ética. Y para ciertos individuos es nocivo aprender la verdad porque esta posición presupone empezar de nuevo, para cuya alternativa ya no sobra tiempo y las oportunidades se presentan esquivas e indiferentes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por eso, aún sin quererlo, completamente inocentes de estar en una posición falsa, viven de la simulación, por cuyos inflexibles tentáculos están aprisionados y dominados a su influjo, como en una prisión perpetua y sin condiciones de liberación.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Así, a los trece años, cuando su madre fue atacada por el mal de la neumonía, empezó Filemón su carrera de ratero. ¡Tuvo que robar obligadamente una gallina del vecindario!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> "¡Para la convalecencia, caldo de gallina!" -había mandado el visitador médico, y Filemón cumplió a su manera. No tenía otra posibilidad. Y en esta circunstancia, si bien se hizo ratero, ¡salvó a su madre! Al fin y al cabo, todo tiene su precio. Sólo el aire es gratis. ¡Pero el aire no puede salvar las exigencias del estómago del hombre!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ese robo fue algo como un "bautismo profesional", la prueba inicial para aprender a hacer algo frente a las necesidades emergentes y vencer a la adversidad. Pero sólo era el comienzo de una larga cadena, prohijado fuertemente por una necesidad de emergencia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Con el tiempo, la necesidad y el hábito se mezclaron y se confundieron; y después era ya difícil notar los límites exactos de la diferencia. ¡Cuándo robaba por hábito y cuándo por necesidad!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuantas veces fue preso, por lo menos la mitad de sus apresamientos tenían el motivo de sospecha. Pues ésta es la maldición que pesa sobre los rateros y aun sobre el ciudadano que, a conciencia o sin ella, tiene la desgracia de delinquir alguna vez. Es como una ley de hierro. Generalmente, si se comete un robo y el ratero anda suelto, la policía desconfía de él y lo lleva nuevamente preso. Y se cumple el ciclo sin alternativa: si confiesa que él fue el autor del robo, lo azotan; y si dice que no, lo azotan lo mismo porque creen que miente. El ratero es un delincuente, y por tanto no tiene derecho a decir la verdad. O, por lo menos, su verdad es siempre dudosa. Como en el refrán español, el castigo se cumple porque boga o porque no boga. Y cuando es llevado a la cárcel a cumplir la condena impuesta por la ley, el ratero no dura mucho tiempo en ella. O cumple su condena generalmente muy suave y benigna según la ley penal, o el hábil abogado obtiene su libertad mediante las consabidas argucias leguleyas. O simplemente lo largan porque ya su presencia estorba en la cárcel, hacinada por cientos de presos. O porque, inclusive, la autoridad corrupta lo convierte en su cómplice, en su socio "comercial" de responsabilidad compartida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Y qué pasa después? El ratero es de hecho un "desubicado social", según los cánones de convivencia y del estamento sociológico. Como ser de carne y hueso, es una víctima de las necesidades económicas inaplazables, y un marginado de las instituciones jurídicas de recuperación y de readaptación del individuo. Y entonces se llega a la conclusión de que en éstos como en otros casos de delincuencia, es la misma sociedad la que lo sacrifica y lo somete a ser una víctima expiatoria de sus propias imperfecciones. Lo mismo podría especularse acerca de la rebeldía sin causas aparentes de significación profunda, o de la prostitución. Mucha gente es empujada a caer en el lodo, pero nadie o muy pocos extienden la mano para ayudar a salir con dignidad de ese mundo asfixiante.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuando el ratero obtiene su libertad, se enfrenta nuevamente a un medio hostil y arbitrario en lo que a él concierne. Porque él es un ratero, es decir, un ser anormal y diferenciado para la moral y para las normas sociales. Y aunque trate honestamente de enmendarse, nadie cree con propiedad en la honestidad de sus principios, y de sus propósitos. Si es pobre, lo primero que debe hacer es trabajar para vivir. Porque, como afirmaba don Manuel Domínguez, se puede vivir sin instrucción, pero no se puede vivir sin trabajar, a menos que sea a costa ajena. La primera necesidad biológica a satisfacer, es nutrirse. Sin embargo, cuando el ex ratero busca trabajo, se le exigen referencias, documentos de identidad y constancias policiales que prueben su condición de ciudadano honesto. Entonces, como carece de todos esos requisitos, lo rechazan y se le cierran todas las puertas. Se vuelve un proscripto y naufraga nuevamente. Es el ciclo fatídico: ¡queda atrapado entre las tenazas de una ley de hierro!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Modernamente, podemos decir que este fenómeno es una de las formas como se manifiesta el "círculo vicioso" de los problemas sociales. Y desde cualquier punto de este círculo, el diámetro es el mismo. Tiene la misma longitud y profundidad. Y aunque cambien las magnitudes de cada distancia, la diferencia es de grado pero no de naturaleza. En otras palabras, hay una causa primaria con propensión circular que se vuelve acumulativa a medida que el problema adquiere densidad y consistencia.</strong></div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>IV</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Cierto día, un amigo personal accedió, por fin, dar a Filemón la oportunidad de contratarlo para desarrollar un trabajo honorable. O por lo menos honrado. Fui a comunicárselo y recibió la noticia con tanta alegría que apenas pudo articular palabra. Su semblante se tornó pálido como una hostia, y alrededor de sus ojos se dibujó una sombra cárdena en donde palpitaba estremecida la emoción de las lágrimas. Pero si este hallazgo representaba un bien que acaso solamente el profeta Job hubiera logrado con su infinita paciencia, parece que el hombre real no puede desligar enteramente su destino de los presagios que encierran y sentencian los apotegmas pesimistas. A quien le cae un mal, todos los males le caen, expresa un dicho popular. Y esto es lo que en cierto modo aconteció con Filemón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Una mañana, su patrón le comunica que estará ausente de la casa por unos días. A la sazón era viernes; volvería entonces el lunes de la semana entrante. Y así fue. Filemón quedó solo en la residencia. Con este patrón, su trabajo era múltiple pero llevadero: hacía lo mismo de jardinero, de mozo, de sereno y de secretario. Además, en una escuela especializada estaba practicando el manejo de automóviles para hacer eventualmente de chofer, cuando la ocasión lo requiriera. Todo estuvo normal hasta que llegó el día domingo, y a Filemón le entró el deseo de ir a observar un partido de fútbol. Esa tarde, en efecto, competían los equipos de dos populares clubes, y él quiso aprovechar la oportunidad para asistir al encuentro. Así, a las dos de la tarde, como un ágil colegial, trepó a las estriberas de un microbús y se fue al estadio a presenciar la competencia deportiva.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En los días domingo, la alternativa para elegir el lugar de diversión es casi nula o muy estrecha, especialmente para la gente que vive en la ciudad y no cuenta con los recursos suficientes. Generalmente los escapes se reducen al cine y al fútbol. Es cierto que a veces la afición por el fútbol raya en el fanatismo. Pero los sociólogos y especialmente los siquiatras explican que el espectáculo del fútbol disminuye el porcentaje de gente neurótica. Y así, cada domingo, un sector considerable y bien diferenciado de la población -fuera del núcleo de los deportistas auténticos-, da escape a sus ansias y deseos reprimidos en los estadios deportivos. En este sentido, el fútbol se convierte en una aspiradora de las emociones humanas. Pero la "pasión" por el fútbol no es solamente momentánea o circunstancial. Un gran sector de la población vive embebido de ese deporte. El tema obligado de conversación, por ejemplo, de los grupos sociales es el fútbol, en sus dos dimensiones. Desde el lunes hasta el miércoles se habla y se explaya sobre las características, complejidades, las notas inesperadas o picantes del cotejo llevado a cabo el domingo pasado. Y de jueves a sábado, de los pronósticos, evaluaciones y otras particularidades del cotejo a realizarse el fin de semana y el domingo. Esos días son de expectación y hasta de nerviosismo, mas no de opiniones. Sí, tal vez de pronósticos...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Si se hiciera una estadística de las personas y de los sectores que demandan los periódicos del día, se encontrará en ella a un elevado porcentaje de lectores que, aun cuando hayan asistido al partido disputado en la víspera, sólo escudriñan las páginas con noticias deportivas. Cómo anda el país o el mundo les tiene sin cuidado. Es decir, su escala de valores no tiene un cimiento cultural, está enraizada apenas en una perspectiva de índole emotiva y pasajera. Empero, acertadas o no estas apreciaciones, el fútbol es un entretenimiento colectivo, un motivo emocional condicionante que de hecho se constituye en el poder monopólico, juntamente con la televisión, en la diversión necesaria y obligada para grandes grupos sociales. Y haciendo abstracción de estas aristas del fenómeno, es menester reconocer que el fútbol deviene a ser una expresión sana del espíritu deportivo, aun cuando en su esencia haya caído, en nuestros días, como una manifestación mercantilista más de los negocios privados.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En los tiempos de juventud de Filemón, el otro espectáculo obligado era el cine. Pero he aquí que también las excelencias del séptimo arte quedaban sometidas a figuras y cuadros móviles que se representan en la pantalla para explotar o vivenciar el estado anímico latente del espectador. Como el ser humano es una máquina de infinitas y variadas tentaciones y sensaciones, el cine pulsa sus fibras y acapara sus poderes potenciales. Sin embargo, en buena dosis, la proporción del arte implícito en las películas se ha manipulado hasta desaparecer en muchas de ellas. La mojigatería de una censura simuladora, las más de las veces, so pretexto de practicar principios de ética para defender la salud moral del público cinéfilo, margina, mutila o prohíbe directamente la exhibición de las grandes películas, las bellas y auténticas obras de arte. Y paradójicamente, dan vía libre a las expresiones más bajas de la inmoralidad a que puede rebajarse la naturaleza de la persona humana. Así vemos que, a despecho de la ceguera o acaso merced al carácter mercenario de la censura, sendas salas de cine, semana tras semana, exhiben películas del más crudo y morboso erotismo -sexo, violencia, especulación y masoquismo-, que enturbian y emboban con método audiovisual directo la mente de los espectadores ocasionales y asiduos. Y ni qué decir de lo que se ve en la televisión moderna. Para estos últimos, el hecho se torna en hábito pernicioso y perverso que les sirve de patrón de vida. Por estas vías, pues, tanto el cine y sobre todo la televisión, en vez de servir de vehículo de cultura, se convierten en armas poderosas para el envenenamiento colectivo.</strong></div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>V</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Volvamos al personaje de nuestro escenario. Filemón regresó del estadio deportivo al filo de las veinte horas. Venía contento, festejando; como tantos otros, la victoria de su equipo preferido.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Más, al llegar a la casa de sus patrones, se encontró con una novedad ingrata. Quedó perplejo. Y no era para menos: la puerta que daba al fondo del patio estaba violentada. Los ladrones, aprovechando la ausencia del patrón y del empleado ocasional, se habían introducido a la casa para perpetrar el robo y el pillaje.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Qué hacer? ¿Qué actitud tomar? Luego de cavilar un buen rato, entristecido por el acontecimiento inesperado y por su ingrata suerte, decidió no hacer nada hasta el regreso de su patrón. ¡Y como un búho solitario y contrariado, ensimismado y nervioso, se pasó la noche en vela, observando la profundidad de las sombras nocturnas cuyo reino era indiferente a la desgracia de su alma atormentada!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Apenas rayaba el alba, el patrón regresó. Filemón le puso al tanto del grave suceso. Y la trampa se tejió irreversible. Avisada la policía, la primera medida que ésta determinó fue apresar a Filemón. Ex ratero, al fin, se constituyó, ipso facto, en el primer sospechoso. Y al no hallarse pista alguna de los verdaderos culpables, una vez más la acusación recayó sobre él, e inmediatamente fue llevado a guardar reclusión con los consiguientes castigos implacables.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ante este nuevo e injusto trance, se apoderó rápidamente de Filemón un proceso de cambio en su personalidad. Se tornó taciturno, como si de repente hubiera envejecido muchos años. Se ataron todos sus ánimos juveniles, en un haz de desesperanza y desconcierto. Se sintió perdido como individuo y nulificado como persona. Varias veces hizo el intento para llorar y no pudo. Su sangre se enfrió y se consideró a sí mismo como la viva encarnación de la higuera maldita.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Un buen día, como instigado de pronto por la subconsciencia rebelada, por su poder instintivo y premonitorio, ideó escapar de la prisión en donde se hallaba confinado. Y urdió su plan, temerario y audaz: la única salida consistía en escalar una muralla de unos tres metros o más de altura, defendida por una profusión de intrincados pedazos de vidrio empotrados en su parte superior. Esto era su principal obstáculo material, sin olvidar el ojo avizor del centinela y la potencia letal de su fusil.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pero, al fin y al cabo, pensó, la muerte civil es más desesperante que la muerte física. Y se dedicó a ejecutar su plan. Y para ello, por lo menos en ese trance, se le presentó la ocasión exacta y oportuna, como el anillo al dedo. Cuando el centinela se hallaba distraído por la presencia ocasional de otros camaradas que se daban a contar chistes diversos, fingió dirigirse al baño. Y entonces todo sucedió como en un relámpago. En efecto, en sus antiguas correrías adquirió destreza para escalar muros y salvar diversos tipos de obstáculos; y así, en un zig zag, apoyándose en la parte saliente del alero del servicio sanitario, trepó la muralla con una agilidad de felino y de un brinco impulsó todo el continente de su cuerpo al patio colindante, adonde cayó como el proyectil de una ballesta. De ahí todo era uno: corrió, corrió, corrió, como una exhalación, semejante a un potro desbocado y sin bridas en una pradera sin vallas infranqueables.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La naturaleza, como movida por las manos de Dios, ayudó a culminar la empresa. A los pocos minutos de haber escapado, se desató una tromba de arremolinados vientos y tras de ella la lluvia empezó a arreciar descontrolada e intermitente. Y, cuando llegó a la avenida principal, comprobó que decididamente la naturaleza, mediante la providencia de alguna fuerza misteriosa, estaba a su lado y era por tanto su mejor aliada. Apenas alcanzó los bordes del camino, divisó a un camión de carga en movimiento silencioso sobre el mojado asfalto. Iba vacío, rumbo hacia la ruta sudeste, y al pasar frente a él, la decisión estaba hecha. Lo abordó y furtivamente se subió a la parte posterior del vehículo, en donde, para mayor sorpresa suya, se encontró con que era el único y obligado pasajero viajando en el perímetro de la amplia carrocería. Se acostó sigiloso y triunfante en el piso, mientras el chofer del armatoste, como si fuera un cómplice enseñado, pero en realidad ignaro del dramático abordamiento, apretaba el acelerador, en un intento por escapar del terco asedio de los elementos naturales desatados que, en esa noche, como en una jauría de lobos hambrientos, asolaban con la espada de los vientos y la guadaña de los relámpagos las zonas suburbanas y los lindes del agreste universo campesino.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Arrebujado entre unas enormes cubiertas de caucho y una carpa que halló extendida en el piso de la carrocería, entrecruzó sus brazos bajo la nuca y así, acostado de espaldas en su improvisada cama, observó decididamente el mundo oscurecido en cuyo borroso espacio se desataban impetuosos los elementos naturales. Por fin la lluvia cesó, amagando con unas pausadas lloviznas, y luego de viajar un largo trecho, sin noción exacta del tiempo transcurrido, apareció de repente un cielo despejado, tachonado de temblorosas estrellas. Sus párpados, entonces, se llenaron de sueño; mientras, en el lejano firmamento, paralelo a la fuga terrena del hombre, una que otra estrella arisca y furtiva se desprendía de su galaxia, como en un acto de rebeldía, ¡y ensayaban una fugaz e irreversible carrera en el vacío del cosmos infinito!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>VI</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Cuando Filemón despertó, ya había amanecido. Y grande fue la sorpresa suya al encontrarse todavía en el camión, ahora estacionado en el desvío de una pequeña avenida cubierta de árboles frondosos. Se irguió con sigilo y divisó, como a la distancia de unos veinte metros, una casa pintada de blanco pero toda empolvada con tierra colorada. Colgado de su alero central se leía un letrero con la siguiente inscripción: "El Refugio". "Hotel". "¿Dónde estoy?" -se preguntó a sí mismo, mentalmente-. Con rasgos de temor y curiosidad escudriñó el panorama hasta donde penetraba su mirada. Decidió descender del camión, y se desplazó por el abierto camino de tierra roja. Llevaba las manos en los bolsillos. Al cruzar la senda arbolada, el sol le dio de lleno en el rostro, asomando fulgurante sobre las crenchas verdosas de la selva. Empero, apenas dio unos pasos más, se encontró, no muy lejos de donde estaba, con la imagen real de un inmenso río de agitadas y turbias aguas, al tiempo que, por contraste, cristalinas gotas de rocío, rezagadas por la noche reciente, se deslizaban temblorosas entre las cuencas de las hojas de los árboles, cual pequeñas lágrimas de su follaje lujuriante.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Filemón contempló atónito el gran río. Y de improviso, una voz seca y despiadada, quebró la ilusión de la libertad perseguida. Un "¡Alto!", sonó a sus oídos como un golpe doloroso. Era la voz del centinela militar que por rutina inspeccionaba a esas horas la zona fronteriza. Pero Filemón en esos momentos no estaba preparado para razonamientos lógicos. Sin más, como una fiera acosada, giró sobre sus talones y, furtivo, se internó en la espesura del bosque. Era el recurso que ideó, y la única alternativa que le quedaba. En su precipitada huida, alevosas espinas deshilacharon sucesivamente su ropa y desgarraron implacables la epidermis de sus carnes. Las distancias se acortaban o alargaban -porque no hay hitos de dimensión ni cronologías en las latitudes sin rumbos fijos ni direcciones previstas-, y así halló sin querer los bordes de un profundo barranco, en el extremo de un ángulo formado por dos ríos encontrados. Se sintió débil y cansado. Detrás de él se extendía la selva, abrazadora e insondable, y a su frente, esas dos corrientes de agua que convergían profundas y turbulentas. Apoyado en una pequeña vara rústica, a la que utilizó como cayado para sostener su ya endeble humanidad, agotada físicamente, permaneció por un momento observando sosegadamente la ribera del otro lado del río, y no vio sino árboles y lo que parecía ser la garganta de una ruidosa catarata que precipitaba sus aguas caprichosas en un gigantesco lecho de piedras.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Entonces, Filemón, como poseído de una tremenda ira, en los lindes de la locura, profirió lastimeros y rebeldes gritos, como esos animales que presienten el ataque de un enemigo destructivo. Minutos después se escuchó la detonación de un arma de fuego producida en las profundidades de la selva, seguido de un intermitente ladrido de perros.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -"¡Estoy acorralado otra vez!" - reaccionó Filemón, pálido y jadeante. Y al darse vuelta para observar en dirección a la selva, quedó como petrificado. Y es que, como a dos pasos de distancia, una enorme serpiente, semienroscada pero en actitud desafiante, tenía sus diminutos ojillos aparentemente fijos en él, al tiempo que, en una sucesión rítmica, hacía bailotear su larguísima y aterrorizante lengua, como dando un aviso maligno de su ofensiva rastrera! Y acto seguido, todo sucedió como en una ráfaga: ¡Con furia inaudita, Filemón descargó su vara sobre el repelente ofidio y, por efecto de esa pujanza, perdió el equilibrio y cayó sobre las aguas de las cataratas al profundo y sinuoso lecho del río!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuando llegaron al lugar los guardias fronterizos con la jauría de sus perros rastreadores, solamente hallaron al reptil muerto y ninguna huella visible del hombre perseguido...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡Esa víbora tiene la misma cara del diablo! -comentó uno de los guardias. Podría ser. ¡Sería tal vez el alma del demonio, al que Filemón tuvo que sacrificar para salvar la suya y obtener así la libertad definitiva!</strong></div><br />
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<div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong> SEGUNDA PARTE</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>EL LADRÓN</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>(....................................................)</strong></span></div><div align="center"><br />
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</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>FINAL</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Los hombres comunes y corrientes se mimetizan con sus congéneres, que son muchos, pero está vedado a hombres públicos hacer una reconversión oportuna y aceptable de su propia conducta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¡La historia de un Francisco de Asís o de un Pablo de Tarso no se da todos los días ni se inscribe en las posibilidades humanas en un mundo consumista, hipócrita, que no procrea fácilmente seres con vocación de santo o especies selectas con pasión de artista y ponderación de patriotas!...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Muy raro es ver en las notas necrológicas de todos los días que fulano de tal, otrora poderoso y con una gran fortuna, murió pobre y honrado. Esta clase de parábola todavía no está escrita en ninguna Biblia del mundo, al menos que yo sepa. No puedo ahora acudir a emulaciones transformistas; y si acudo por esa alternativa posible, ¡nadie me va a creer!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> De improviso, al escribir estas notas, me vienen a la memoria los sermones del padre Francisco Cedichz, el primer obispo del Alto Paraná, cuando todavía predicaba en la pequeña iglesia en donde yo iba siendo niño. Dos de los temas de sus alocuciones súbitamente me tintinean en el recuerdo. Uno de ellos, mencionado en los versículos de San Lucas (18:18-30) -La parábola del joven rico-. Y se relata allí una historia en la que un hombre principal del lugar le preguntara a Jesús: "¿Qué haré para heredar la vida eterna?". Y el Maestro le contesta que si bien por sus palabras era cierto que el hombre cumplió a carta cabal con todos los mandamientos, sin embargo le faltaba aún una decisión que cumplir. Le dijo: "Vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven, y sígueme!". El hombre quedó sumamente entristecido por la respuesta del Maestro. Jesús le dijo entonces, lo difícil que es para el hombre amante de las cosas materiales "entrar al reino de los cielos". Es decir, también al reino del espíritu, y despojarse previamente de los bienes materiales como divisa y razón de vida.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y el otro tema: la parábola del Hijo Pródigo. Yo, es cierto, nunca fui un dilapidador de riquezas; tal vez por no tenerlas en otro tiempo. Después, más bien me esforcé; me preparé para amasarlas. Y hoy que las tengo harto, me pregunto: ¿Qué hago de ellas? ¿Qué hago con ellas? Y con más razón sabiendo que no son frutos del trabajo humano, tesonero y honrado, o por haber sido beneficiado mediante una herencia. La verdad, lo confieso: la riqueza que hoy poseo no es el fruto del trabajo honrado. Tenía que ser rico, porque siempre recordaba lo que ya dijera proféticamente Víctor Hugo: los pobres son los eternos desterrados del reino de la alegría. Y esto me aterraba. Y ni aún si las convirtiera en dinero contante y sonante y convoque en la plaza pública a los habitantes carenciados de la Chacarita, para repartir mis bienes entre el pobrerío, o una de dos me pasará: o me creerán loco de remate; o la prensa oral y escrita azuzará ante la Contraloría General de la República, o ante los fiscales que persiguen el enriquecimiento ilícito, para que se investigue el origen de mi fortuna. Y con más razón, me vendrá encima la fiscalización del Impuesto a la Renta Personal, a cuya vigencia me opuse por mucho tiempo y que consiste, como se da en todos los países civilizados del planeta, un medio eficaz para garantizar los ingresos honestos y denunciar el origen de los bienes malhabidos. Por tanto, tendré que proceder con prudencia y tal vez hasta el extremo de hacer las cosas ¡de modo que ni siquiera mi mano izquierda sepa lo que hace mi mano derecha!...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pero también pienso y medito: si se le perdonó a Barrabás siendo "ladrón" confeso, y además se le liberó, para disfrazar a la justicia, tanto de la muerte física y el tormento de la cruz y de la prisión, me pregunto: ¿Por qué no a mí? Comprobé, compruebo, que es más fácil convertirse de bueno en malo que de malo en bueno. ¡Qué contradicción! ¿No debería acaso ser al revés?...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por lo demás, recapitulando lo que se dijo ya en páginas anteriores, mi "fama" comenzó como ratero, vocablo que caracteriza a un ladronzuelo que hurta con maña y cautela, por lo general cosas u objetos de poco valor monetario, y que en la expresión popular es un adjetivo calificativo despectivo. Yo más bien aspiro, si de algo se ha de imputarme en todo caso que en mi historia aparezca como ladrón, que es más eufónico y sonoro porque quien así es sindicado, hurta y roba en grande, y no sólo objetos materiales sino también bienes ajenos múltiples que se expresan en activos fijos tangibles e intangibles de una comunidad y de un país entero, más allá de sus fronteras físicas visibles. ¡Ladrón público, ladrón de la res-pública!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hacía también referencia al buen ladrón y al mal ladrón, muy comentados en las páginas bíblicas. Y recordaba siempre a Dimas (el buen ladrón), identificado como uno de los dos malhechores crucificados junto a Jesús y que, habiéndose arrepentido, alcanzó la gracia de la gloria como santo. El mal ladrón, en cambio, que expiró sin arrepentirse, quedó sin antecedente alguno en los anales bíblicos. Y nadie nunca se ocupó de él. En todo caso, sin historia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En el caso de Barrabás fue lo contrario. Este personaje, judío, fue indultado y permutado a cambio de Jesús. Y sobre él sí se escribieron historias, novelas y dramas teatrales y a pesar de que, por su connotación posterior, por analogía, su fama se atribuía a toda persona malévola, traviesa y díscola. De ahí viene la expresión barrabasada, para significar todo comportamiento humano que se califica como travesura grave y acción atropellada y sin mesura.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y aquí surge la paradoja: entre los tres ladrones y el Justo, el uno fue indultado (Barrabás); el otro perdonado como pecador y pasó a la historia con el apelativo de buen ladrón (Dimas); y el último, el mal ladrón, jamás fue tenido en cuenta. Es decir, el menos culpable entre todos ellos, Jesús, ni fue indultado ni fue perdonado, ¡pero sí injuriado! El menos culpable de nada, digo, porque Jesús ni robó, ni engañó, ni prevaricó; no fue ratero ni ladrón público, ni sicofante. Y, sin embargo, fue el que mayor martirio sufrió, indiciado como reo de disolución social, y perjuro. Y el único refugio que tuvo, finalmente, fue el castillo de su propio espíritu. Tal vez este drama contradictorio inspiró decir al poeta que la ballena que se tragó a Jonás es semejante al infierno que se tragó a Jesús, y que cada hombre lleva dentro de sí la urna de sus lágrimas y el castillo de su espíritu.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Se me dirá, y tal vez con razón, por qué traigo a colación relatos y hechos históricos tan antiguos, algunos de ellos más que milenarios, y otros que rayan en el misterio de las cosas metafísicas y hasta productos de simples verdades fabuladas. La contestación a este presupuesto no puede sustraerse del gran dilema que siempre acorraló a la vida del hombre. A quién dar primacía: ¿al espíritu o a la carne? ¿Qué es más importante: la vida o la muerte? Y sin poder desmadejar la incógnita que se esconde detrás del misterio, pienso que el hombre es un ser eternamente atormentado, el habitante fugaz de este valle de lágrimas. Es a la vez sombra e historia viva. ¡Enigma nuclear del universo, a partir de Dios mismo!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y con lo que se dirá más adelante, termino con las lucubraciones; mas, no puedo dejar de insistir sobre la figura del buen ladrón y del mal ladrón. Sobre este remanido tema, del "buen ladrón" y del "mal ladrón", mucho se ha escrito ya. Y en donde menos pensaba encontrar una respuesta acerca de los verdaderos nombres de los mismos y las razones por las que fueron acusados y sentenciados como tales, la suerte me abrió la puerta una mañana de domingo en que, por curiosidad, un amigo me invitó ir a escuchar la oratoria del párroco de la iglesia de San Roque, de nombre Isidro Salgado, un sacerdote jesuita culto y dueño del buen decir de la palabra... Al término de la misa, a cuyo rito acudí después de años de no hacerlo, apenas cruzando la calle nos introdujimos los tres -el cura Salgado, mi amigo y yo-, al restaurante del mismo nombre que tenía la casa de Dios, y entre palique y palique pregunté al sacerdote:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -Padre Salgado, con sinceridad, me gustó el tema del sermón y sobre todo la manera de explicar el Evangelio, no siempre fácil para un auditorio heterogéneo...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El padre Salgado habló en esta oportunidad de la reconversión de Pablo, el más grande de los divulgadores del Evangelio cristiano.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -Ahora bien -proseguí-: ¿Podría usted darme noticias sobre aquellos dos personajes hartamente mencionados en las homilías, como son los ladrones que estuvieron cerca de Jesús en el día de su crucifixión...?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y él, accediendo a mi pedido, después de sorber un buen trago de vino, respondió de esta manera:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡Cómo no! Mira: para la Iglesia, estas figuras, aparentemente opacas, tienen sin embargo un valor simbólico relevante. En primer lugar, y al nudo de tu pregunta, veamos quiénes fueron; porque es imprudente hablar de personas de las cuales ignoramos sus nombres y las circunstancias que produjeron asomarse del anonimato a la expectación pública. Uno de ellos, el "mal ladrón", se llamaba Gestas. Según los testimonios de José de Arimatea, el que demandó ocuparse del cuerpo de Jesus, este Gestas solía dar muerte de espada a algunos viandantes, mientras que a otros les dejaba desnudos y colgaba a las mujeres de los tobillos, cabeza abajo, para cortarles después los pechos. Y eso no es todo: tenía predilección por beber la sangre de los miembros de los infantes. Nunca conoció a Dios; no obedecía las leyes, y venía ejecutando todas estas acciones, violento como era, desde el mismo principio de su vida...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El otro, el "buen ladrón" -continuó el padre-, se llamaba Dimas; era de origen galileo y dueño de una posada. Atacaba a los ricos, pero favorecía a los pobres. Aun siendo ladrón, solía dar sepultura a los muertos. Había en él un hálito espiritual de piedad. Dimas se dedicaba a saquear a la turba de los judíos. Pero no sólo eso: robó los libros de la Ley en Jerusalén, dejó desnuda a la hija de Caifás, a la sazón sacerdote del santuario, y sustrajo, incluso, el depósito secreto colocado por el rey Salomón. Todo esto era el cuadro de sus fechorías... ¡Ah!, pero ahí no termina el cuento. Una vez sentenciado Jesús por el gobernador Pilatos, mandó que, como era práctica en la época, fuera crucificado el Mesías en compañía de dos ladrones. Y fue así como, junto a Jesús, aparecieron esos dos personajes: Gestas a su izquierda y Dimas a su derecha. Apenas estuvieron ahí los tres, clavados en la cruz, Gestas, el de la izquierda, el ladrón preso en el lazo del diablo, empezó a gritar, y dirigiéndose a Jesús dijo: "Mira cuántas cosas malas he hecho sobre la tierra, hasta el punto incluso de que, si yo hubiera sabido que tú eras Rey, aun contigo hubiera acabado. Me pregunto: ¿Porqué te llamas a ti mismo Hijo de Dios, si no puedes socorrerte en caso de necesidad? ¿Cómo, pues, vas a prestar auxilio a otro que te lo pida? Si tú eres el Cristo, baja de la cruz para que pueda creer en ti. Pero, por de pronto, no te considero como hombre sino como bestia salvaje que está pereciendo juntamente conmigo... ". Y siguió blasfemando con su lengua y rechinando sus dientes contra Jesús.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En la otra cara del espacio -continuó- el de la derecha, cuyo nombre respondía a Dimas; viendo la gracia divina de Jesús, gritaba de este modo: "Te conozco, ¡oh Jesucristo!, y sé que eres Hijo de Dios. Te estoy viendo como Cristo adorado por miríada de ángeles. Perdóname los pecados que he cometido; no hagas venir contra mí los astros en el momento de mi juicio, o la luna cuando vayas a juzgar toda la tierra, puesto que de noche realicé mis malos propósitos; no muevas el sol, que ahora se está oscureciendo por ti, para que pueda manifestar las maldades de mi corazón; ya sabes que no puedo ofrecerte presente alguno por la remisión de mis pecados. Ya se echa encima la muerte por causa de mis maldades, pero tú tienes poder para expiarlas; líbrame, Señor universal, de tu terrible juicio; no concedas al enemigo poder para engullirme y hacerse heredero de mi alma; como lo es de la de ese que está colgado a la izquierda; pues estoy viendo cómo el diablo recoge su alma, mientras sus carnes desaparecen. No me ordenes tampoco pasar a la porción de los judíos, pues estoy viendo sumidos en un gran llanto a Moisés y a los profetas, mientras el diablo se ríe a costa suya. Antes, pues, ¡oh Señor!, de que mi alma salga, manda que sean borrados mis pecados, y acuérdate de mí, pecador, en tu reino, cuando vayas a juzgar a las doce tribus sobre el trono grande y alto, pues gran tormento has preparado a tu mundo por tu propia causa "...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> ¿Y qué pasó? Cuando el ladrón terminó de decir esto, Jesús le respondió: "¡En verdad, en verdad te digo, Dimas, que hoy mismo vas a estar conmigo en el Paraíso!".</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Esta es la leyenda bíblica del mal ladrón y del buen ladrón -acotó el padre Salgado-. Sin embargo, intuyo el nudo de la cuestión que al tema se relaciona. La lección que podemos extraer de este relato bíblico, en la concepción del espíritu cristiano, es que difícilmente o nunca son perdonados aquellos que no se arrepienten de sus malas obras; y sí son perdonados, quienes se arrepienten de los pecados y de los males cometidos en el marco de su libre albedrío; cuando se tiene la potestad de obrar por reflexión y elección, acudiendo a la capacidad de razonar, y no se deja arrastrar por el apetito, el antojo o el capricho hedonista que dominan la voluntad humana...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Fue una hermosa velada. Con la mente algo enturbiada, apuramos el resto del vino tinto que ayudó a despejar el anonadamiento momentáneo, y a seguir hirviendo la sangre para continuar disfrutando de la vida cotidiana.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pero la historia no terminó allí. Poco tiempo después, escudriñando en la biblioteca algunos libros que los tenía reservados para ocasiones de abulia mental, me topo con que esto mismo que nos refiriera con tanta elocuencia el padre Salgado, estaba documentado en una Declaración de José Arimatea, como parte de Los Evangelios Apócrifos, un libro escrito por un autor de nombre Aurelio de Santos Otero. Luego, pensé, si son apócrifos, significa que la leyenda es sólo una fábula, un relato supuesto o fingido que no está incluido en el canon de las aseveraciones bíblicas, como fuente verdadera del Evangelio. ¿A quién creer, entonces; o qué creer?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pasa lo mismo con el concepto verdadero del repetido tema que trata del pecado original. Para el vulgo, el "pecado original" cometido por Adán y Eva, los padres primigenios de la especie humana, según la Biblia, debe más bien interpretarse como un acto sexual. Los dientes de Eva que trituraron la manzana -la fruta prohibida-, no eran otra cosa que el deseo "pecaminoso" del acto sexual. Por lo menos, esta es la concepción que los niños interpretan a través de las explicaciones rudimentarias que del asunto hacen los beatos, los párrocos con preparación intelectual mediocre, y aun por todos aquellos que interesadamente se esfuerzan por torcer la rectitud de la palabra bíblica. Así yo mismo lo creí hasta que pude acceder a la lectura directa de las Sagradas Escrituras y asistido a conferencias de gente docta en la materia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Si ésta concepción ramplona fuese cierta, se desvirtuaría el principio cardinal de la reproducción humana, aquello de "creced y multiplicaos", dictado por el Creador del inundo como un mandato imperativo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El sentido del pecado original es otro. Y tiene que ver más bien con la desobediencia a las reglas establecidas, a la Ley, como se diría en términos jurídicos. Esta desobediencia, de no acatar la prohibición de comer del fruto del árbol de la vida</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>(la manzana), no es otra cosa que la determinación del hombre -a pesar de ser criatura de Dios-, a disponer de su libre albedrío para perseguir, por sí mismo, el uso del conocimiento. No obstante, también aquí hay un contrasentido, si es que se sostiene que por querer conocer y por conocer aquello que estaba "prohibido", el ser humano fue sometido o castigado, en forma cruel, desde la primera hasta la postrera generación. Y se contradice, asimismo, al considerar que el hombre fuese creado a "imagen y semejanza de Dios". Lo que el hombre reclamaba, medito, es no llegar a ser precisamente igual a Dios, sino a determinar, a través del conocimiento y del entendimiento el significado verdadero de la palabra -primero El Verbo-, y penetrar hasta donde sea posible para descubrir por lo menos parte de los secretos inmanentes del propio universo en donde desarrolla su vida. ¿Qué significa, entonces, aquello de que sólo la verdad os hará libres?</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Como colofón a estas digresiones, me propongo llegar a la consideración final en un punto: por paradoja, y como en la lucha de los contrarios en que se basamenta el criterio del pensar filosófico, en la sociedad que los seres humanos llegamos a conformar, con sus defectos y sus virtudes, la realidad nos demuestra, por lo contrario, basado en tantos ejemplos, más fuerte es la penalidad que recae sobre aquellos que hacen el bien, y débil o nula sobre aquellos que hacen el mal. Por lo menos, aquí en la tierra. En la otra vida, o en el cielo, nos conformamos con la fe o nos aferramos a cubrir la duda con el manto de la incredulidad. Es decir, caemos, somos prisioneros del misterio. Y hablar e indagar sobre este presupuesto es obra de filósofos o quirománticos, y no de simples divagadores de verdades y mentiras metafísicas. Que es el estadio hasta donde yo llego, con todas mis dudas y limitaciones a cuestas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y para cerrar este capítulo, digo. Y en mi defensa y descargo: ¿Acaso no está escrito que la regla es de que los justos paguen por los pecadores? Desde que nacemos esta regla se cumple. Lo marginado o contrario sería la excepción. ¡Por lo tanto, yo pecador, estoy exonerado de la obligación de pagar por mis pecados, así sean estos delitos de lesa patria!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A veces trato de orar, buscando paz espiritual y un camino o una senda que me guíe para salir del laberinto, pensando en el mágico hilo que usara la Ariadna mítica. Pero todo es inútil. Vuelvo a fojas cero, como dicen los notarios, ¡y un muro gris y espinoso cierra la posibilidad de descubrir un nuevo horizonte!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No quiero, y detesto la idea de morir dibujado en mi rostro, y sobre todo en mi boca, el sello de un rictus triste y contradictorio que denuncie un ánimo atormentado, ¡como si fuese la escoria de una miasma que aflora en las playas poluidas y pútridas!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por otra parte, no quiero quedar en el recuerdo como un ratero y tahúr vulgar. Como un delincuente común. Creo que merezco algo más que eso. Quiero ser un caraí-Guazú (¡un gran Señor!), como aquel tío que derretía sus sentencias capciosas con palabras sabias. ¡O como esos doctos personajes antiguos que, ante la duda, preferían meditar hondamente para ensayar una verdad definitiva!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y ruego que este país, tan dramáticamente vapuleado por guerras impías y malos gobiernos, no siga siendo el refugio y el amparo de los infieles, sino el asiento geográfico y natural de hombres-ciudadanos probos, asociados a una pasión y una fe de mejor futuro; leales y buenos, mansos, comprensivos y solidarios con el prójimo. ¡Que vuelva a ser el país de los artistas, de los héroes, de los patriotas! No ya el añá-reta-í de los minusválidos culturales, de la rapiña, la distorsión de la verdad y de la ratería. ¡Quiero que sea el Tetá Guazú (la Patria Grande) que edificaron y ostentaron nuestros mayores: el Mba'é Verá Guazú de esperanza de nuestros ancestros, los indígenas no contaminados todavía por una civilización postiza y alienante!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Llego al final. Debo descansar. Cierro los ojos. Y a lo lejos, arropado por serranías y valles verdeantes, veo dibujado al pueblo en donde nací; la "patria de mi dolor y mi alegría", como dijo el poeta; y frente a mí, erigida una casa humilde -con la forma de una "culata yobai" campesina (la casa pajiza de dos ambientes con un espacio abierto en el entremedio)-, y divisar a mi madre apenas despuntara la aurora, con la vocación del recuerdo empecinado en su memoria. Así, al conjuro de su sonrisa abierta y cálida, como un pequeño templo bañado de sol, me quedo dormido, con la ilusión de saber que todo lo dicho hasta aquí, y sobre todo lo verdaderamente sucedido, no fue sino una pesadilla, que nada fue real. Y que la vida ofrece otra perspectiva. ¿Y por qué no? ¿Acaso los paraguayos no vivimos en el país de los inocentes? ¡No somos culpables! ¡Nunca lo fuimos! Y si lo somos, o llegáramos a ser, en voz baja invoco a don Cecilio Báez para que me confirme si por qué algunos historiadores le atribuyen aquella frase irónica que dicen que dijo: - "Al final, en este país nadie gana ni pierde reputación!"...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y como ya me dormí, poco importa lo que suceda después, al margen de mi realidad evadida. ¡Aunque este sea el último, el definitivo sueño! ¡El que no acaba nunca!... Y si dormir es morir, me duermo. Me duermo, pero sin desistir de ponderar si qué tiene más valor: ¡O los sueños de la vida, que son múltiples pero efímeros; o el sueño de la muerte, esa impía y terca cancerbera de la puerta invisible que nos conduce al reino de la eternidad!</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: lime;"><strong>EPÍLOGO</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>VIII</strong></span></div><br />
<div style="text-align: justify;"><strong> Y nuestro personaje, el ratero-ladrón, es cierto, finalmente se durmió. Pero el suyo fue un sueño diferente, en una dimensión difusa, insondable. Durmiendo soñó que en sueño soñaba. Empero, lo que no pudo llegar a develar nunca jamás fue, si en ese sueño, lo que soñaba era realmente sólo eso: sueño. Y nada más...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Apenas trasladado al mundo del reino de Morfeo, creyó estar como espectador, el único, ante la representación de un drama mitad expresión del siglo de oro del teatro español, por sus enredos; o mitad shakespeariana, por su honda vivencia; o mitad esquiliana, por lo trágico... La escena se desarrollaba, en apariencia, teniendo como telón de fondo al cerro de Lambaré y los personajes actuantes constituían una combinación de indígenas que portaban arcos y flechas, y con sus penachos; conquistadores coloniales con arcabuces a pólvora y espadas toledanas, y policías modernos armados con pistolas de percusión automática y cachiporras de goma.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El epílogo se dio de una manera surrealista, pero patética: acostado todavía en la hamaca, tendida ella en el corredor de su casa de campo, al sur se recortaba el paisaje de un cerro, igual que al norte. Y al este y al oeste dos planicies, mitad campo abierto y mitad cubierto por pajonales y bejucos propios del esteral circundante. Esto sucedía en el mes de abril, a treinta días de entrado el otoño en el cuadrante estacional, camino ya a la fría posta del invierno, en el hemisferio sur.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al despegar los ojos, cerrados por la presión del sueño; o tal vez centelleantes y con los párpados abiertos, sintió frente a él, a cinco metros de distancia, cómo se detuvieron dos camionetas policiales con patrullas del 911, cuyos ocupantes, que no pasaban de una docena, rodearon la vivienda, lo redujeron, y sin más lo esposaron. Nunca esperó una situación semejante. Era indudablemente un sueño...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡Queda usted detenido! -le advirtió con voz serena el fiscal del crimen-. Esto es un allanamiento y queda privado de su libertad ambulatoria por orden de juez competente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¿Y, de qué se me acusa? -preguntó contrariado-. ¡No pueden hacer eso! ¡Acá hay una confusión, indudablemente!... ¡Yo soy una autoridad pública!</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -Eso lo dirá el juez -replicó el fiscal-. Nosotros sólo escuchamos decir que usted está prisionero por haber cometido el delito inveterado de cleptomanía, contra el erario público, y crimen de lesa patria. -Y añadió seguidamente:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -Además, le informo que, desde este mes, las únicas razones de donde emana toda autoridad verdadera son la Constitución Nacional y las leyes de la República. Y todos aquellos que las contravengan, tendrán que pagar por sus delitos...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¿Resucitó otra vez el doctor Francia? -preguntó, estupefacto. Pero sólo el silencio respondió a esa pregunta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nuestro personaje agachó la cabeza. Pidió que le prendieran fuego al único cigarrillo que encontró en el atado, ya semi vaciado horas antes. Al aspirarlo, una y otra vez, el humo se deslizó en espiral por la comarca; y cosa curiosa: en vez de esfumarse y desaparecer en el dilatado pabellón del cielo, en forma concéntrica fue formándose un haz de arcoíris luminoso, con ojos fosforescentes de luciérnagas, y en pleno día.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡Sabía que una de mis últimas bocanadas sería de fantasía! -se dijo a sí mismo, y mirando de reojo al pucho, único testigo de su tragedia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pero estas palabras no pasaron de ser apenas un murmullo; un intento de diálogo sin respuestas, porque sencillamente la exhalación de sus palabras no pudo ya tener la fortaleza y la reciprocidad del eco que se desata y responde a las vibraciones de los sonidos que chocan contra la estructura y la energía del universo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Miró; oteó en silencio el área geográfica de ese valle en donde nació y construyó los cimientos de su imperio, otrora llena de música, orquestada por los pájaros y por las banditas ejecutadas sonoramente por los promeseros del pueblo, los que, año con año, llenaban las dos aceras del camino, convertido en una ruta que se volvió una larga e interminable calle, cual si fuera una brújula natural de los transeúntes penitentes, crédulos consuetudinarios del milagro divino que nunca se producía...</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y en el trasluz, divisó nítidamente la forma y los contornos del cerro Lambaré. ¡Sí! Era ese mismo cerro en cuya ladera, en el peldaño de sus estribaciones, un oportunista con alma de fenicio hiciera construir un día, para aceitar la vanidad del autócrata, la efigie de tres héroes nacionales auténticos y uno falso; sin dar lugar ni sitio para el conductor de la victoria en la pasada guerra del Chaco, que muy bien se lo merecía; a pesar de la doblez y el objetivo político interesado de la obra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y como si alguien, tal vez un duende oculto, hubiese frotado la lámpara de Aladino, sobre una nube blanca apareció en ese momento la figura de un personaje, parecido un tanto al relieve del Jesús bíblico y simbólico que se muestra en las películas proyectadas en cada Semana Santa. Sonreía. Y en sus manos sostenía un tablero con esta leyenda conminatoria:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> -¡No se crea: en este país todos, o por lo menos muchos, somos culpables! ¡En este país, únicamente los niños son inocentes!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>FIN</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Efrain%20Enriquez%20Gamon/efrain%20enriquez%20gamon%20el%20pais%20de%20los%20inocentes%20arandura%20ct%20portalguarani.jpg" style="height: 577px; width: 400px;" /></strong></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-1335308140167797382011-09-15T15:22:00.000-07:002011-09-15T15:22:17.078-07:00JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ - DATOS PARA LA HISTORIA DE LA MÚSICA EN EL PARAGUAY / Dirección del Departamento de Enseñanza Secundaria y Profesional. Asunción - Paraguay, 1953<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisQR9WM4E2GUbvLLvA2aNUqwmiCVi2uI5vgSy1pFzDX4xYHLNleBFz8ylmEqgRUOGfkVdmT_UliDv54kUyGP77PAOyU5fMGy9TDXLybG7Nq0cTRnNSFFiCb7EBP7OLdPTIuBMJv1lTwB45/s1600/juan+carlos+moreno+gonzalez+historia+musica+paraguaya+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisQR9WM4E2GUbvLLvA2aNUqwmiCVi2uI5vgSy1pFzDX4xYHLNleBFz8ylmEqgRUOGfkVdmT_UliDv54kUyGP77PAOyU5fMGy9TDXLybG7Nq0cTRnNSFFiCb7EBP7OLdPTIuBMJv1lTwB45/s400/juan+carlos+moreno+gonzalez+historia+musica+paraguaya+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>DATOS PARA LA</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>HISTORIA DE LA MÚSICA EN EL PARAGUAY</strong></span></div><div align="center"><span style="color: lime;"><strong>Por <a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=1330"><span style="color: red;">JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ</span></a></strong></span></div><div align="center"><strong>Asunción – Paraguay</strong></div><div align="center"><strong>1953</strong></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><br />
</div><br />
<div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>1. PALABRA PRELIMINARES</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Para establecer la claridad del método en el estudio de la música nacional es necesario, a nuestro entender, dividir este estudio entre etapas bien definidas y que puedan abarcar, cada una de ellas, un periodo completo de evolución.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Estas tres etapas, que ofrecen un punto de apoyo a la investigación histórica y que poseen, por separado, su fuente de información especial, son las siguientes:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> 1º Etapa de la conquista, con miras a retrospectivas investigaciones de la época pre-colombina.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> 2º Etapa de la colonia y de la independencia hasta la guerra del 64, y</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> 3º Etapa de la post-guerra del 64-70 hasta nuestros días.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nos hemos propuesto en esta ocasión ocuparnos exclusivamente de las dos primeras etapas, dejando para más adelante la última, la que se refiere a nuestra vida musical contemporánea, de la cual nosotros, desde modesto sitial, participamos también con entusiasmo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Indudablemente, para el estudio de la primera etapa, la fuente de información no abunda. Factores de toda índole, entre los principales, la ausencia de una escritura que hubiera permitido perpetuar las melodías indígenas, y la falta de compositores o idóneos musicales entre los conquistadores, dificultan en grado sumo la tarea.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por ahora renunciaremos al estudio de la época pre-colombina e iniciaremos nuestro trabajo tomando como punto de partida la conquista, con su importante bagaje de documentación eclesiástica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Como se sabe, han sido los sacerdotes de las misiones jesuíticas quienes conocieron en forma más efectiva el espíritu de los indios.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En medio de sus tareas administrativas y religiosas, en no pocas ocasiones debieron escuchar de los propios labios de los aborígenes sus mirtos y leyendas, conservadas por la tradición, asistiendo a sus ritos y danzas, con sus correspondientes acompañamientos musicales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hoy, lamentablemente, las pocas parcialidades que se salvaron de la vorágine civilizadora, han perdido, su pureza racial, debiendo experimentar en sus primitivas manifestaciones artísticas, la inevitable infiltración del espíritu europeo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Tal cosa, desde luego, hemos sospechado al analizar una breve y bellísima melodía de una parcialidad tupí-guaraní perdida en las selvas brasileñas. Esta melodía, que tuvimos el honor de poner al alcance del público en una conferencia dada en el Ateneo Paraguayo, contiene un intervalo de semitono, cosa que sorprende en un continente donde razas de mayor acervo cultural no pasaron del pentatonismo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La segunda etapa de nuestro estudio nos lleva a un escenario muy diferente. Periodo de intensa y constante revolución en que el primitivo predominio ibérico va cediendo paso paulatinamente a la incontenible corriente del mestizaje mas desenfrenado y en donde la antigua metrópoli no es otra cosa que un inmenso caldero viviente, en donde se funden dos razas vigorosas, la guaraní y la española, para formar, en pujante amalgama, la naciente nacionalidad paraguaya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Diríase que este periodo de la historia es el que más perspectivas nos ofrece para el estudio del arte; y sin embargo, no es así. Casi todos los datos de esta época se refilen, principalmente a las rencillas personales de los conquistadores alucinados por la fiebre del poder y del oro, cuando no a las penosas expediciones destinadas a abrir derroteros a la conquista.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Solo había tiempo para el pico y la espada y si de cuando en cuando, un rayo de luna o una brisa del rio llevaban un halito de poesía al alma de esos rudos conquistadores, provocando ligeras expansiones con la guitarra o el verso, pronto esos destellos fugaces de espiritualidad debían desvanecerse ante la amenaza constante de las selvas cercanas, de las privaciones y los sufrimientos físicos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Así se explica que en los antiguos escritos de la conquista se hable casi exclusivamente de rencillas, odios, pleitos, duelos y matanzas, y casi nada de las manifestaciones del espíritu.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los datos que pueden recogerse del periodo que media entre la independencia hasta la gran guerra, no brillan tampoco por su abundancia. Y cabe señalar aquí, de paso, que la mayoría de nuestros historiadores, empeñados en dilucidar los más variados y complejos problemas del pasado, no se han detenido con bastante tiempo a estudiar la historia en su aspecto artístico.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Como una excepción es menester señalar a Juan Natalicio González, uno de los más ilustrados escritores de nuestra época, que ha escrito una obra valiosísima en la que estudia, con el apoyo de su vasta erudición y galano estilo, la evolución de la cultura nacional. Creemos que la lectura de esta importante obra es indispensable para todos aquellos que deseen profundizar sus conocimientos de la génesis y desarrollo del pensamiento paraguayo en todas sus manifestaciones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> A partir de la terminación de la guerra, -y aquí entramos en la tercera etapa de nuestra división,- las sombras se desvanecen y una luz nueva parece alumbrar la historia del arte paraguayo. Es que ahora contamos con el apoyo efectivo de los sobrevivientes de la hecatombe o de aquellos que los conocieron. De las ruinas se levanta una generación esplendida que ha de marcar con el tiempo nuevos surcos de cultura, sembrando en el ambiente impregnado de tragedia, las semillas de la reconstrucción nacional.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Casi un siglo de la gran epopeya, la patria se encuentra en pleno reverdecer cultural. El panorama artístico, en el que alternan escritores pintores, escultores, poetas y músicos, parece anunciarnos un cercano porvenir de venturas. Es que se han tendido ya las alas y una vez remontado el vuelo, quien sabe hasta dónde ha de llevarnos el ideal de superación que nos alienta.</strong></div><strong> </strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;">II- LA MUSICA EN LA MISIONES</span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> La primera parte de este estudio, que se refiere a la música de nuestros antepasados autóctonos, ya ha sido hecha por nosotros. Creemos haber demostrado en el trabajo mencionado más arriba que entre los guaraníes, -coparticipes en la formación racial paraguaya,- hubo un considerable incremento musical.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En ligero esbozo, sirviéndonos de autorizados testimonios de la época y siguiendo así mismo la opinión de reputados historiadores, hemos enumerado en otro trabajo los instrumentos musicales de la raza guaraní, refiriéndonos, incidentalmente, a sus danzas y melodías.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Permítasenos, sin embargo, en homenaje a la claridad hacer una breve recapitulación de aquel trabajo, y re observar el cuadro de la música en la conquista.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Conocida es la influencia que tuvieron los jesuitas sobre los indios al establecer sus reducciones. El poder espiritual estaba por completo en sus manos y del mismo se valieron para reducir a un estado de mansa obediencia a los naturales que catequizaban. Las ventajas que esta situación reportaba a los indios son a nuestro entender incuestionables desde el punto de vista cultural.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El gobierno establecido por los jesuitas organizo la vida civil de los guaraníes sin descuidos de ninguna clase, atendiéndose a los más estrictos postulados de la moral cristiana. El catecismo inculcaba en sus almas las primeras creencias de la doctrina y, como medida inicial, se “humanizaba” al indio bautizándolo con un nombre cristiano.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Las ceremonias que trae consigo el culto del catolicismo, exigieron desde un principio que se diera a los naturales cierta instrucción artística, sobre todo musical. No faltaron para esto buenos maestros, y entre ellos cabe citar al primer profesor de música, el hermano Coadjutor Luis Berger, que se había distinguido principalmente por su habilidad en tocar la citara.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El sacerdote flamenco Juan Vasco, músico de notoriedad en Europa, que se die había pertenecido a la capilla del Emperador, fue otro maestro de quien los guaraníes aprendieron no pocos conocimientos musicales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No eran estos, sin embargo, los únicos instrumentos de música en las Misiones. Sabido es que entre los jesuitas el arte musical ha tenido siempre preponderancia, lo que en ocasiones les ha ayudado bastante, al emplear a música como señuelo para atraer a los naturales a la doctrina del Evangelio. Por otra parte, se descuenta que en las iglesias no pertenecieron a las Misiones, el empleo de la música con la participación indígena, era de rigor.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cuando se fundó la Santa Iglesia Catedral de las Asunción mediante bula papal, en 1547, Fray Juan Barrios, primer Obispo del Paraguay, publico una pastoral en la que creaba, entre otra dignidades, la de “chantre, que debe ser docto o perito en el canto, para enseñar a los sirvientes de la iglesia, ordenar, corregir y enmendar en el coro o en cualquier otra parte”. Por la misma pastoral proveíase el oficio de organista al que se asigno un sueldo inicial de dieciséis pesos o libras.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los guaraníes de las doctrinas no solo recibían una acabada instrucción de diferentes oficios como albañilería, platería, tornería, herrería, etc., sino que también fabricaban en las arperías, de propias manos, los instrumentos musicales con que más tarde ejecutaban sus conciertos. Y, según se deprende de los testimonios eclesiásticos, no se limitaban al exclusivo culto de las cuerdas, sino que había también entre ellos excelentes ejecutantes de trompas, fagotes, cornetas, clarines y flautas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Para las ceremonias del culto religioso, cada pueblo tenía su orquesta y coro perfectamente organizados, siendo sus integrantes, en su totalidad, guaraníes. Cada una de estas orquestas, -testifica el P. Cardiel,- estaba formada, más o menos, por unos cuarenta músicos distribuidos así: cuatro o seis violines, uno o dos violones, seis u ocho trompas, tres o cuatro citaras o rabelones, dos o tres clarines y un órgano de iglesia, completándose el grupo con las voces cultivadas de los indios.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y no se crea que estas orquestas estaban organizadas a la ligera. Por el contrario, primaba en la enseñanza y practica de la música un sentido artístico considerable, como lo demuestra el testimonio del mismo padre Cardiel, quien afirma con énfasis que en pocas catedrales españolas había escuchado mejores conjuntos orquestales que los de las Misiones.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Aunque tal vez, estas palabras no estén del todo desprovistas de alguna exageración, cosa natural en aquellos sacerdotes que deseaban magnificar su obra, no puede dudarse de la gran disposición de los guaraníes para la música.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Bastaría recordar los dos casos citados en nuestro trabajo anterior que confirman lo que antecede: el de un aniño no mayor de doce años que interpretaba en el violín, con gran seguridad, las más difíciles obras de concierto, ante la asombrada presencia del P. Cateyano Cattáneo; y el no menos elocuente cas de Julián Atirahú, guaraní convertido, que llego a componer una pobra de verdadero genero clásico, esto es, un tondo y minueto, para dúo, en estilo contrapuntístico.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los músicos del pueblo de Yaguarón tenían fama de ser los mejores del país, solicitándose a menudo su concurso para oficiar en la Catedral, en la celebración de las grandes festividades. Azara, que visito este y otros pueblos de indios, ha dejado interesantes datos sobre el particular.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Fuera de las misiones jesuíticas, y aun mucho antes de que estas se establecieran en el país, ya la música se cultivaba en Asunción. “En 1545 –dice Natalicio González- se constituye para los fines del culto, un coro de cinco músicos integrado por los españoles Antonio Tomas, Juan de Jara, Antonio Coto, Antonio Romero y Gregorio de Acosta. Fue la primera orquesta asuncena de que haya memoria”.</strong></div><strong> </strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;">III- DANZAS DE LOS GUARANIES</span></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Las danzas practicadas por los indios tenían un carácter ritualistico, esto es, servían para honrar los grandes acontecimientos religiosos, políticos y domésticos de las tribus. Así, por ejemplo, celebraran una declaración de guerra o una victoria con solemnes ceremonias, danzando y cantando. El nacimiento del primogénito, su entrada en la pubertad, la alianza matrimonial entre los jóvenes y otros sucesos familiares, tenían sus correspondientes ceremonias y danzas. El P. Guevara, en su “Historia de la conquista”, hace una descripción interesantísima de una de estas ceremonias, entre los Bororos, que puede darnos una idea general de las fiestas indígenas, tales como también la realizaban los guaraníes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> “Coronados de ellas (de plumas) y desnudos, -dice- arman sus bailes y danzas haciendo ruedas y círculos unos de otros. El que lleva el compas entona una letrilla bárbara y sin arte, al sonido de roncos calabazos y sonajas de porongos con pedrezuelas dentro (1), que tocan los demás repitiendo el son y letrilla que empezó el presidente del coro, entre tanto dan una vuelta a la redonda sin descomponer el circulo, pisando fuertemente la tierra y acompañando los golpes de los pies con el de los calabazos y sonajas, y uno y otro con los puntos de primero”…</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y, más adelante, refiriéndose a otras solemnidades, añade: “El día que precede a la borrachera… se juntan los convidados, indios e indias, en el lugar del festejo que es una plazuela cuyo centro elevado, y al pie de él está la hija o mujer del que celebra el convite, con un báculo o caña en la mano, de cuya superior extremidad penden multitudes de uñas de jabalíes y venados. Como la indezuela interesa aplausos en llevar el coro (sic) empieza luego a dar el son a los cantores y danzantes, sacudiendo con brío la caña o báculo contra el suelo y haciendo que resuenen las castañuelas, azotadas las unas contra las otras. Este son verdaderamente poco apacible, siguen con el canto las músicos y con mudanzas las danzantes saltando y bailando alrededor del palo, hombres y mujeres, desde prima noche, hasta que raya el día con los primeros arreboles de la mañana”. Semejantes, como ya hemos dicho, eran las danzas de los guaraníes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En otra parte de la misma obra pondera el P. Guevara el esmero que ponen los guaraníes en la crianza de los primogénitos, “el día que los destetan, celebran solemnemente, bebiendo con largueza y danzando con alegría al son de barbaros instrumentos. Función que repiten con igual solemnidad el día que el caciquito empieza a ejercitarse en la carrera”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Lery y D’Abeville han descrito de una manera parecida estas ceremonias entre los tupíes del Brasil. Algunos ejemplos de baile aborigen han quedado entre los chiriguanos de las misiones franciscanas, quienes practican danzas como la “Mbapapauré” y la “Ayarisé”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Sin embargo, estas y otras danzas que sin duda ejecutaban todavía los catecúmenos en los tiempos iniciales de las misiones, fueron en su mayoría poco a poco sustituidas por las europeas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Los administradores modernos –dice Azara en su “Descripción del Paraguay,- han enseñado a los indios algunas contradanzas y aires venecianos que ejecutan bien”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Indudablemente, los guaraníes convertidos bailaban también otras danzas, probablemente creadas por ellos mismos, en su nuevo estado de existencia. Azara cita entre las que observó en los pueblos de las misiones a la zamarrita, el tonto y el chico. Y aquí nos encontramos ante una cosa sorprendente: la zamarrita, no es otra cosa que la zamacueca, llamada también en otras partes cueca, zambacueca, o simplemente zamba. Tenemos pues, que la zamba o cueca, tan en boga en la Argentina y en los países del Pacifico, la danzaban ya los guaraníes de las reducciones y, al decir de Azara, eran ellos sus creadores.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La palabra zamba, parece derivarse del árabe zamir, en plural zamara, de donde viene zambra, antigua danza y solemnidad de los moriscos que echó raíces en España. Zamora, zamara y el disminutivo español zamarita (o zamarrita, como lo llama Azara), no serian pues sino diferentes formas de la misma palabra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En América la palabra zambo –zamba servía para nombrar al descendiente de negro e india, o viceversa. Puede, pues muy bien, haberse aplicado por analogía la palabra zamba a esta típica danza americana, para significar la participación indígena y exótica en su creación. “Música Zamba” sería algo así como “música mezclada mestiza”. Es de notar, por otra parte, que cierta danza americana de origen oscuro, se denominaba zambapalo. De cualquier manera queda en pie, hasta que se demuestre lo contrario, la afirmación de Azara sobre el origen nacional de la zamarrita y zamacueca.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Incidentalmente habría que referirse a la llamada danza de la cuenta, verdaderos espectáculos coreográficos sobre temas religiosos que durante el siglo XVII hacían hallar los jesuitas a los indios en las grandes fiestas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Tal es, en síntesis, el cuadro de la vida musical de los guaraníes en la época de las misiones. Se observa por un lado el culto de la música sacra y laica, junto a las danzas y melodías europeas introducidas por los misioneros, y por el otro, los propios cantos y bailes de los indios. Con el correr de los tiempos, la infiltración de la música europea, con sus características tonales y armónicas, habrá ido sin duda, corroyendo desde sus cimientos, el estilo autóctono hasta desnaturalizarlo bastante.</strong></div><br />
<br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>IV- LA MÚSICA DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Decretada la expulsión de los Jesuitas por Carlos III en la segunda mitad del siglo XVIII, los indios de las reducciones fueron retornando paulatinamente a sus primitivas costumbres. Este acontecimiento por un lado significo la extinción de uno de los experimentos políticos más singulares que se han hecho en la humanidad, produjo, según Manuel Domínguez, un manifiesto beneficio a la instrucción pública, ya que los bienes de la Misiones se aplicaron a la creación de establecimientos educacionales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Al llegar a este punto, se abre un nuevo camino en nuestro estudio. El arte, sobre todo el rudimentario arte musical, se centraliza en los primeros colegios de la Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Durante los Gobiernos de Lázaro de Rivera y Velazco, la educación popular, casi nula anteriormente, comenzó a experimentar un lento y gradual progreso. Y cabe recordar aquí que el último de los nombrados dispuso que cada parroquia se encargara de la manutención de veintiséis jóvenes naturales, los que debían recibir entre otras disciplinas, lecciones de música. Esta disposición del gobierno debió significar, sin duda, un aliciente no despreciable para la difusión de la música en la capital.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por otra parte, la música laica de los conquistadores, entre la que se contaban las nostálgicas baladas y los alegres aires de danzas españoles, al mimetizarse con la naciente concepción de la nueva raza, abrió camino bajo el amparo directriz de la guitarra andaluza, a las picantes coplas hispano-guaranaes y a los primeros nacionales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El incremento que tomó la educación a poco de declararse la independencia, debió contribuir bastante al mejoramiento de la concepción creadora del pueblo. En este punto se hace necesario aclarar que, no obstante las grandes iniciativas de la Junta de Gobierno, como la obligatoriedad de la instrucción pública, la reapertura del Colegio de San Carlos y otros establecimientos educacionales, la fundación de la Sociedad Literaria, la Biblioteca Pública y la Academia Militar, el arte de la música seguía librada, sin la ayuda oficial, a los medios naturales del pueblo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El Gobierno de Yegros y Caballero pudo haber logrado, de durar más tiempo, llenar o, por lo menos, atenuar el gran vacío existente en la instrucción artística. Este pensamiento nos sugiere la lectura de las notas y circulares pasadas al Cabildo, referentes a la apertura de Cátedras, y las admirables instrucciones para los maestros de escuela.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En nuestro poder obra un documento que certifica el relativo interés del gobierno por la música. Es este una cuenta pasada a la Junta de Gobierno sobre la suma invertida en el vestuario de los músicos del Batallón de la Patria, con la correspondiente autorización de pago, asignada por Yegros, Francia y Caballero.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Asunción, por aquella época era, como nos la describen algunos historiadores, un pequeño y pintoresco injerto de la madre patria en América. Las antiguas costumbres españolas, al igual que en otras partes, fueron trasplantadas a la romántica capital de la conquista, que desenvolvía su existencia, placida y poéticamente, al amparo arrullador del rio secular, bajo el influjo de sus atardeceres perezosos y de sus estrelladas noches.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En los suburbios de la ciudad, saturados de aromas silvestres, solía acudir la juventud en las templadas noches de verano a desflecar sus quimeras de amores al pie de las rejas coloniales, cantando sus endechas a las beldades nativas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y en las residencias de la vieja estirpe, bajo las tupidas arboledas de los patios circundados de jazmines y naranjos en flor, se congregaban al caer la tarde los miembros de las familias para asistir, entre sorbos de mate y chupeteos de cigarros, a las juveniles escaramuzas galantes que se iniciaban bajo la dulce complicidad de la guitarra y el canto.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En estas primitivas reuniones sociales que muchas veces, según los imperativos de la hora, se rociaban con unos tragos de buena caña, la guitarra se constituía en el principal personaje que agrupaba a su alrededor a los contertulios, dirigía a los bailarines y provocaba coplas y relaciones de salada ironía, frutos sazonados del buen decir popular.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Algunas veces las fiestas eran de mayor jerarquía, como aquella que en honor de Robertson organizo Doña Juana de Esquivel, romántica Dulcinea de ochenta y cuatro primaveras, que había puesto los ojos amorosamente sobre la apuesta figura del joven escocés. En medio del regocijo general, -cuenta el mismo Robertson- “de repente se levanto Doña Juana y bailo un ‘sarambí’”</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En estas ocasiones el rumor de los regocijos denunciaba de lejos la realización de la fiesta atrayendo a los entusiastas paisanos de los alrededores que, en grupos pequeños e intermitentes, iban acudiendo con su correspondiente séquito de guitarreros acoplados que entonaban, al caminar, algún triste o canto nacional. “Parecían –dice Robertson- a la distancia, habitantes de otro mundo, y a medida que su sencilla y armónica música llegaba de diferentes partes, sobre el ala de la brisa, uno se figuraba que era una contribución coral de los pastores de la Arcadia”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Durante los primeros tiempos de su gobierno pareció que Francia, en algún sentido, iba a interesarse por la música. Cuando encomendó a Robertson una misión ante la Cámara de los Comunes, le encargo, al mismo tiempo, que a su vuelta trajera de Inglaterra cierta cantidad de instrumentos musicales. Es obvio que Robertson ni cumplió su misión ni rajo los referidos instrumentos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Si hubo, aparte de lo mencionado, otras muestras de interés por la música durante el prolongado gobierno de Francia, es cosa que los documentos y crónicas de la época que nosotros conocemos, no consignan.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por el contrario, muy pronto las serenatas, el desahogo más delicado y bello de la juventud enamorada, ofrenda de la madre patria que ponía una nota encantadora a la placida vida social metropolitana, fueron prohibidas, habiendo sido la última que hubo en Asunción, la que en 1816 se organizo para vitorear al general Artigas y termino con la prisión de sus integrantes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nuevamente se presenta para nuestro estudio un paso difícil, casi impracticable. Los datos que poseemos sobre música durante el tiempo de Francia son, como hemos dicho, casi nulos. Apenas si existen algunas que otras referencias vagas de Robertson y Rengger, referencias por otra parte, no desprovistas de alguna pasión; “fue en esta época, -afirma el último de los nombrados- que la guitarra, compañero inseparable del paraguayo, enmudeció para siempre”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Alguien se ha referido a la Gasparina, danza que se bailaba en homenaje al Supremo. Nosotros, debemos confesarlo, no hemos encontrado noticias de ella en las crónicas de la época. Tenemos, si, conocimiento de que en alguna ocasión, no hace mucho tiempo, se hizo una reconstrucción de esta danza en un escenario de la capital.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Muchos son los historiadores que se han detenido, con profusión, a destacar los tiempos de Francia como periodo de verdadero estancamiento cultural en que estaban silenciadas todas las manifestaciones del pensamiento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En la actualidad existe en el país una nueva corriente que tiende a explicar el Gobierno de Francia, justificando todos sus actos. Pero esto no disipa de ninguna manera las brumas que rodean la historia en su faz musical.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Nuestra opinión es que el pueblo, no obstante la afirmación de Rengger, habrá seguido de propio impulso, cultivando su vena creadora; de otra manera no se explica que al advenimientos de Carlos Antonio López ya existiera en el Paraguay un cancionero popular perfectamente definido y que no tenía nada que ver con la polka bohemia, aun desconocida en el occidente de Europa y en América.</strong></div><strong> </strong><br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>V- ÉPOCA DE LÓPEZ Y LA GRAN GUERRA</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> En 1840 se produjo el fallecimiento del doctor Francia. Este acontecimiento señala una nueva era en los destinos del Paraguay, al hacer su aparición en el escenario político Carlos Antonio López, Cónsul primero y luego Presidente de la República.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El problema de la educación volvió a enfocarse desde un ángulo eminentemente práctico. La instrucción pública se hizo obligatoria y gratuita, adelantándose en esto al mismo pensamiento de Carnot que por entonces, en la segunda República francesa, no pasaba de proyecto.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Entre los hechos más importantes que caracterizan esta época, pueden mencionarse los siguientes: la erección de numerosas escuelas de instrucción primaria; la fundación de la Academia Literaria; la aparición del Aula de Filosofía; la apertura del Colegio de María; la reapertura del Seminario; el establecimiento de la Imprenta Nacional; el nacimiento del periodismo; la mejora de los edificios públicos y la erección de los dos monumentos de arte arquitectónicos más importantes de la capital: el Teatro de López y el Panteón de los Héroes y Oratorio de la Virgen.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La canción popular seguía por entonces la lenta evolución trazada por el pueblo. Los salones de la sociedad, reabiertos con el relativo esplendor que permitía la pobreza del ambiente, fueron sin duda el foco donde convergían en definitiva la música y los germinados en la campiñas y los arrabales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Comenzaban a tocarse y bailarse en esos mismos salones las danzas de moda en Buenos Aires y Europa, siendo de notar que las Polka aun no había sobrepasado los límites de Bohemia, su patria. Los bailes más en boga, sin contar los motivos como el chopí, Sarambí y otros, serian, seguramente, como en otras partes de América, los valses, mazurcas, contradanzas, el lancero y la cuadrilla, A la difusión de las danzas modernas contribuía, sin duda, la salida al extranjero de jóvenes becados que conocieron el esplendor de salones mas suntuosos que los nuestros, y la llegada al país de agentes diplomáticos y familias extranjeras, con su bagaje de novedades en música y danza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En 1853 arribó a la Asunción el maestro francés Francisco Sauvageot de Dupuis, siendo contratado por el gobierno para organizar, dirigir e instruir a las bandas militares, con una importante retribución mensual. Hasta ese entonces, las bandas militares habían estado a cargo de los músicos Benjamín y Felipe González (Juan Francisco Pérez: “Las viejas bandas militares”, “El Orden”, enero 14 de 1924).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La influencia del nuevo maestro en el incipiente mundillo musical del Paraguay fue, a no dudarlo, muy grande. La natural distinción que lleva en sí todo artista formado en los ingentes centros europeos, hizo que pronto Dupuis se convirtiera en la figura más prominente del movimiento musical de la ciudad. Sin ser un compositor en el sentido de la palabra, no obstante atribuírsele la paternidad de nuestro Himno Nacional, eran sus conocimientos de composición e instrumentación, al parecer, lo suficientes para permitirle instruir y orientar a los noveles músicos de la capital.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Las bandas militares fueron organizadas por el maestro francés bajo severa disciplina. Una de ellas llego a contar, según crónicas de la época, con cerca de ochenta ejecutantes bien adiestrados y disciplinados. Más adelante se formaron otras bandas, bajo la dirección de Dupuis y de sus discípulos más aventajados.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Juan Francisco Pérez, que llego reunir interesantes datos sobre el particular, supone con fundamento, en nuestra opinión, que Dupuis organizo durante un periodo bastante prolongado, una especie de academia musical con el objeto de preparar buenos directores de banda y orquesta.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Entre los alumnos de Dupuis que sobresalieron hay que citar a los siguientes: Indalecio Odriozzola, director de banda y orquesta; Cantalicio Guerrero, Ayudante del maestro que, según parece, malogró una beca de estudios para Europa por perder el vapor intencionalmente (este joven músico, habiendo caído prisionero de los argentinos en los comienzos de la guerra, se destaco como virtuoso del clarinete en Buenos Aires, donde actuó integrando orquestas de opera); el capitán Juan Cabrera, José de J. Alvarenga y varios otros músicos fueron también discípulos de Dupuis. Entre los compositores –no de escuela, naturalmente habría que recordar a N. Legal y Juan B. Arepocó, los cuales, durante la guerra, compusieron varios cantos populares que alanzaron gran difusión.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El maestro Quintana se destacaba, a la sazón como poeta, relojero y músico. “Tenía su escuela frente a su taller –dice un historiador (1)- bajo el patrocinio de una enorme cruz e madera erigida en el fondo de un vasto salón, donde los alumnos deletreaban la cartilla o estudiaban el catecismo, el cuidado de los fiscales que distribuían semanalmente las azotainas de reglamento, mientras el viejo domine, encerrado en su aposento, componía relojes, hacia coplas o rasgueaba su guitarra”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Tal era, en efecto, este singular maestro de escuela cuya afición por la música seria tanta que, en el ocaso ya de su existencia, se hizo poeta y compositor, llegando a componer –según nos refiere el Coronel Centurión en sus “Memorias”- coplas, canciones patrióticas y otras piezas sencillas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El estado de la música popular en el Paraguay, por esos tiempos, podría compararse con el de aquel importante periodo de florecimiento de la canción en Europa, durante la Edad Media, elaborado por los juglares, troveros y menestrales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En nuestro país, con las consiguientes diferencias de época y ambiente, existía también una especie de menestralía ejercida por los músicos ambulantes que, de pueblo en pueblo y de casa en casa, depositaban al son de sus arpas, violines y guitarras, las últimas ofrendas del cancionero popular. Estos músicos ambulantes eran, naturalmente, siempre bien recibidos porque, a diferencia de sus similares del Medioevo, no pedían dinero en retribución de sus conciertos, sino un poco de alimento para reponer las fuerzas perdidas en sus largas caminatas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Washburn, que ha dejado interesantes noticias sobre nuestra música popular, nos narra con acopio de detalles una jornada en casa de don Mauricio Casal, estanciero establecido con su familia en las cercanías de Asunción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> “Frecuentemente, -dice, refiriéndose a los músicos ambulantes,- llegaban a casa de don Mauricio cuando yo me encontraba allí, y cuando esto sucedía se armaba un baile”. Y añade a continuación un comentario sobre la gracia y la soltura de los paraguayos en el baile, “a que están acostumbrados desde la infancia, afirmando que tales dotes han sorprendido a los extranjeros que han tenido ocasión de admirarlos”. Sigamos al norteamericano en la descripción de una de las veladas que disfruto e la finca de la familia Casal.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> “Los cantores amenizaban la fiesta con sus cantares y baladas españolas en las que tomaban parte, de cuando en cuando, las muchachas. Las hijas más jóvenes de don Mauricio tenían voces sumamente agradables y la tonada, aunque bonita, era siempre triste y melancólica. Esto parece general en la baladas españolas; pero en el Paraguay las canciones parecen ajustarse a la melancolía y en sus tristes cadencias, ser los suspiros de una alma abatida que lleva en si la historia del esclavizamiento nacional”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Estas últimas palabras de Washburn son sorprendentes; conocemos, puesto que aun hoy están en boga, algunas muestras de las músicas populares de la época, como:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>“Mamá cumandá”, “London carapé” y “Palomita” . En ellas, si bien existe una nota de nostalgia y de suave melancolía, predomina siempre un acento de cándido optimismo y de ingenuo romanticismo. Tal es la música que florece en los campos, lejos de las pasiones mundanas, música que habla de amores sonrientes, de esperanzas y de ensueños alegres, porque sus creadores pocos conocen de las acechanzas, bajezas y traiciones que comentan los cantos de otras latitudes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La vida de la ciudad seguía, en tanto, desenvolviéndose, bajo mejores auspicios, amparada por la férrea voluntad de un grande hombre que soñaba con llevar a la patria a las más altas cimas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No obstante la gran pobreza del ambiente, ya se iban notando en el aspecto artístico, algunas muestras de adelanto. El primer elenco escénico nacional, fundado por Ildefonso Bermejo, y que funcionada en el antiguo Teatro Nacional, con la participación de niñas y jóvenes de la sociedad, es un ejemplo en este sentido. Bermejo mismo fue autor, figurando sus piezas entre las primeras que se representaron en el novel Teatro, ante la augusta presencia de Don Carlos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por aquel entonces, el parnaso paraguayo daba también su primer fruto sazonado; Natalicio Talavera, el más aprovechado discípulo de Bermejo, cuya vida se troncho tempranamente en los comienzos de la guerra.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El advenimiento de Francisco Solano López, a la muerte de su ilustre padre, encontró a la capital en pleno florecimiento.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Por esa época existían en Asunción diez bandas militares correctamente organizadas, siendo una de las principales la de la Policía, por el número de sus componentes, por la calidad de la ejecución y por la disciplina que reinaba en ella.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Todas las mañanas, a la primera luz del alba, daban comienzo los ensayos que duraban por lo general, cuatro o cinco horas sin interrupción. “La música era excelente, -dice Washburn- pero las obligaciones de los que tocaban los instrumentos de cobre eran tan rigurosas que gran parte de ellas acababan por arruinar su salud”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El joven Presidente de la República, que conocía los refinamientos de los más avanzados centros europeos, prestó desde un principio, atención a la música, sobre todo a la militar. En 1863, con el objeto de reforzar el repertorio de las bandas y orquestas del país, hizo traer de Francia “algunas músicas para banda de infantería, caballería y artillería, algunas operas, valses, cuadrillas y otras piezas modernas, como también para orquesta”. (Juan Francisco Pérez, art. cit.).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Cantalicio Guerrero, de quien ya nos hemos referido como uno de los mejores discípulos de Dupuis, dirigía por entonces la llamada “nueva orquesta”. De las aptitudes de este joven artista nos da interesantes noticias Juan Francisco Pérez, quien nos habla de sus triunfos en Buenos Aires como clarinetista de una compañía de operas. En cierta ocasión, la famosa cantante Adelina Patti le regalo un clarinete de plata, como reconocimiento de la habilidad con que guerrero acompaño a la diva en un obligado de difícil ejecución.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Indalecio Odriozzola, otro discípulo de Dupuis, que dirigía la orquesta del teatro, era un músico a quien se reconocía también grandes aptitudes.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Como se ha visto, el Paraguay, en los tiempos de Solano López, contaba ya con un buen número de bandas militares, algunas orquestas clásicas y una cantidad respetable de ejecutantes, directores y compositores populares. A esto habría que agregar, para completar el cuadro, que el movimiento artístico de la capital, se veía realzado en mucho con la presencia de las compañías teatrales que llegaron sucesivamente al país, con su correspondientes directores de orquestas y concertadores. En los programas se incluían números de concierto bien reparados.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Entre estos concertadores y directores de orquesta, habría que citar a los maestros Santiago Ramos, Capelli, Dionessi y Boccalari.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>VI- BAILES POPULARES Y SOCIALES DE LA ÉPOCA</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> Las bandas militares durante la presidencia de Francisco Solano López, estaban a disposición de cualquier jubileo. Con la de policía, una de las completas, se organizaban las serenatas populares al Presidente y Madame Lynch. Memorable fue aquella que, en el natalicio de Solano López, se realizo con el concurso de dieciséis carruajes precediendo a la numerosa comitiva, con la banda de música por delante.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El futuro héroe –dicen los cronistas-, era muy dado a los placeres de la danza. En los primeros tiempos de su gobierno Solano López ofrecía casi diariamente grandes bailes populares en amplios salones improvisados en las plazas. Estos salones –así los llama Thompson en su pintoresca descripción-, eran espacios anchos perfectamente delineados y divididos en tres compartimientos; uno de ellos estaba reservado exclusivamente a la alta sociedad; un segundo compartimiento se destinaba a la kyguá-verá (2), y en el tercero, por último se congregaban la masa del pueblo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Poco antes de estallar la guerra de la Triple Alianza, la policía tomo a su cargo la organización de grandes manifestaciones populares que se efectuaban todas la noches y recorrían las calles de la ciudad, con la banda de música al frente. El pueblo, por otra parte, en las ocasiones solemnes de la vida nacional, solía realizar por su cuenta parecidas demostraciones de regocijo y fervor patriótico, recorriendo las calles, dando serenatas y bailando en la plaza principal. Tal cosa ocurría, -cuenta Thompson- con motivo de la protesta paraguaya contra el Brasil.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En el curso de la guerra estas manifestaciones, lejos de cesar, se hicieron más frecuentes. Casi diariamente se realizaban bailes en las plazas. Cuando el entusiasmo general llegaba a su apogeo, la concurrencia acompañada siempre por la banda de música, se dirigía a las moradas del Presidente, de Madama Lynch, de los ministros y del Obispo, haciendo grandes demostraciones de patriotismo, terminada las cuales tornaban a su punto de partida, donde continuaban danzando hasta el amanecer. Estos bailes populares que, según la opinión de Thompson, eran costeados y organizado por la Policía, solían ser comentados irónicamente en el campo enemigo. La prensa de Buenos Aires los denominada “bailes de San Vito”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Después de la evacuación de Corrientes por las tropas nacionales, en el campamento se realizaban los días de fiestas, grandes bailes para los jefes y oficiales del ejército. Servía de singular escenario a estas reuniones una especie de “kiosko” improvisado, cuya columna central era la verga mayor de la nave brasileña “Jequitinhonha”. Las danzas preferidas por los bailarines eran la “Palomita”, London carapé”, “Cuadrilla boliviana”, llamada también “Miriquiñao”, la “Caledonia”, y como final “Mamá cumandá”. Suponemos que a este repertorio típico, debió incorporarse pronto el “Campamento Cerro León”, clarinada guerrera, surgida en la jornada de Uruguayana según algunos historiadores-. Es posible que la “Golondrina” antigua y cadenciosa danza de la que lamentablemente, no hemos encontrado mención hasta el presente, se danzara también en aquellos salones improvisados e los campamentos, como verdaderos oasis de alegría, en medio de tanta tragedia. Las mujeres –ya se sabe que las mujeres nunca abandonaron al paraguayo en su ascensión al dolor, adornaban con su presencia impregnada de consuelo esa postreras veladas de heroísmo. Consta que Madama Lynch, al promediar las fiestas, hacia su aparición, e medio de los bailarines, a los cuales se incorporaba, alegre y entusiasta, marcando el apogeo de aquellas bulliciosas reuniones donde, según las crónicas, se destacaba siempre con perfiles propios la apuesta figura del practicante Juan Bautista Gill, “el bailarín preferido por las mujeres”.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Hasta aquí hemos llegado en nuestra modesta recopilación de datos para la historia de la música en el Paraguay.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El monstruo de la guerra que devasto la patria, destruyendo hogares, quemando corazones, inmolando todo vestigio de vida, devoro también con su lengua de fuego insaciable, toda una cultura que estaba naciendo bajo el influjo de los más nobles ideales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Así el Paraguay, que poco antes de la gran tragedia era en la convulsionada América como una aurora sonriente, al apagarse la vida del mariscal heroico, en la sublime apoteosis del Aquidaban, parecía agonizar envuelto en la oscura mortaja de un ocaso inexorable.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pero el continente ha visto operarse el milagro de una resurrección.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> De las ruinas, se ha levantado de nuevo la Patria y hoy sus hijos, con la frente alta, como corresponde a quienes tienen la inapreciable honra de un pasado glorioso, marchan sonrientes hacia ese horizonte promisor que se llama el porvenir, seguros de que la sangre generosa derramada en aras de la Libertad, ha fecundado la tierra sacrosanta y ha nacido un árbol muy frondoso para dar nobles frutos de belleza; ese árbol se llama la “cultura nacional paraguaya”.</strong></div><br />
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<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>VII- LA MÚSICA NATIVA PARAGUAYA. LA “POLKA”</strong></span></div><div align="center"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> En nuestro país, probablemente desde los tiempos iniciales de las misiones jesuíticas, iba elaborándose lentamente un cancionero típico de seis or ocho. Según hemos visto, los indios convertidos por los misioneros bailaban, como testifica Azara, algunas danzas de su creación, entre ellas la zamarrita o zamacueca.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Tal vez esta danza, con su característico ritmo de seis por ocho, nos ofrezca un punto de partida interesante para el estudio de los orígenes de nuestro aire nacional. Dado el carácter fácil y popular de la zamacueca, tanto en la capital como en la campaña debió extenderse la práctica de esta bonita música, tan propicia para el canto como para el baile. Al mismo tiempo los cantos regionales españoles, punteados en la guitarra –instrumento que toda la América adopto como suyo propio-, contribuyeron sin duda en gran escala a la formación de un aire genuinamente nacional que expresaba con fidelidad el espíritu de la nueva raza.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Más adelante nos proponemos hacer un estudio de los pies rítmicos que contiene nuestra canción derivados de los arcaicos modos griegos que se trasplantaron en la Edad Media, y persistieron en la Europa meridional. Es evidente que en nuestra música predominan ritmos que florecieron en la era medioeval, como el yambo (breve y larga), el troqueo (breve y larga) o yambo invertido, que amalgamados dieron origen al ritmo coriambo (larga-breve-breve-larga-). Estos ritmos innegablemente exóticos, están contenidos en casi todas las canciones latinoamericanas en seis por ocho, y especialmente en nuestra música. Extendernos sobre esta cuestión, de pos si árida, daría lugar a un agotador trabajo de ritmologia comparada, labor que por otra parte, trataremos en otra ocasión. Nos bastara, por ahora, considerar una de las características rítmicas de nuestro aire nativo que más resaltante se presenta al oído. Nos referimos a la yuxtaposición de ritmo simple y compuesto que capea en la música nacional, tan grata al sentir paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Si examinamos algunas danzas españolas – la jota, por ejemplo-, observamos de inmediato un evidente punto de contacto con nuestro aire nativo: en el acompañamiento de la jota suele ser típico el empleo de las llamadas vulgarmente bordonas (descomposición de los acordes en arpegios ejecutados en octavas en tiempo de tres por cuatro).</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Esta clase de acompañamiento es también característica de la canción paraguaya. Y aun más el simple ritmo de tres por cuatro (representado en la jota, valse o mazurca) por tres negras, suele ser con ligeras modificaciones no esenciales, el ritmo que acompaña al aire nacional, sobre todo en el piano. Puede hacerse, por vía de comprobación, la experiencia de acoplar el acompañamiento en tres tiempos (parecido al de la jota), a cualquier canto en seis por ocho, que tenga naturalmente algo del espíritu americano, y se verá cómo surge de inmediato una música muy parecida a la canción paraguaya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En algún momento, pues, de nuestra vida paraguaya, perdido en cualquier rincón de los campos o pueblos, debió producirse el extraño consorcio de estos dos ritmos verdaderamente antagónicos, para formar la música nativa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El seis por ocho y el tres por cuatro, la canción nostálgica y el ritmo cadencioso y alegre, correrían en los albores de la vida nacional como dos almas musicales que tienden a encontrarse y fundirse en una, a pesar de sus caracteres esencialmente opuestos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El tres por cuatro, enérgico y preciso, parece representar el elemento varonil personificado por el español que seduce y conquista. El seis por ocho, por el contrario lleno de sugestiones escondidas en la flor de su modestia, es como el alma femenina de la india que sueña y se deja seducir en aras de un connubio estético.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El español, austero y estoico, era el señor del tres por cuatro que vibraba en las cuerdas de la guitarra, cortando suavemente sus canciones, baladas y aires de danzas regionales. Sabido es que en el reino de León y Castilla, alternando con las canciones importadas por los visigodos, habían quedado los cantos moros. Estos cantos, que se mezclaron paulatinamente con la música provenzal e italiana formando un núcleo peculiar que dio carácter y fuerza al folklore español, prestaban una manifiesta preponderancia al ritmo ternario.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El americano, por el contrario, pareció sentirse más seguro, más en consonancia con su propio espíritu, cantando en seis por ocho. En casi toda la América, como ya hemos dicho, este ritmo suave, pleno de silvanas reminiscencias, propicio a los giros alegres y sentimentales, ha quedado como una muestra del sentir criollo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Pero, nos preguntamos, ¿quién fue el primero que pensó en asociar los dos ritmos? ¿Fue un conquistador enamorado de una beldad criolla que quiso cantar sus endechas en el lenguaje musical nativo? ¿O fue, acaso, un indio altivo y soñador que pulsando la exótica vihuela, deseo acoplar sus acentos musicales al rasgueo aprendido de algún español? ¿O fue, tal vez un criollo, producto de la noble cruza, que sintiendo correr en sus venas la mezcla nueva y vigorosa juntó instintivamente los dos ritmos al influjo de su inspiración mestiza? Tal vez nunca lo sepamos, pero lo cierto es que hoy el alma paraguaya canta en esa forma, haciendo esa formidable sincopa que pude contener, al mismo tiempo, la más intensa de las energías y las más dulce de las y ternuras.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Con una falta de lógica verdaderamente extraña suele dársele a nuestra canción, el nombre genérico de polka, palabra que designa, desde luego, una música exótica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En efecto, esta danza popular, -que no nació en Polonia, como muchos creen, sino en el antiguo reino de Bohemia,- ha tenido en nuestra canción popular una influencia demasiado reciente para que pueda justificarse el préstamo del nombre.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La polka, .danza nacional de Checoeslovaquia,- se deriva, como afirma Bohme del schottisch escocesa), siendo las dos danzas muy afines a la bourrée, de la cual se diferencia, apenas, en la articulación melódica. Hugo Riemann hace descender estas danzas de la antigua y cortesana gavota.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es muy probable que la emigración de la polka a la América se haya producido recién al promediar el siglo XIX, época en que, como claramente señalan las menciones de Regger y Washburn, ya existían en el Paraguay una música nativa popular bien definida. Según la opinión de Escudier, que especifica Barcia en su “Diccionario Etimológico”, -recién en 1845 la polka, natural de Bohemia, comenzó a conocerse en el occidente de Europa.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El auge de la polka en América debió, pues, producirse posteriormente a esta fecha. Lo cierto es que a mediados del siglo pasado se constituía en una danza practicada en todos los salones de buen tono, con la misma frecuencia de la gavota, minuet, cuadrilla, valses y mazurcas. En Buenos Aires, el pueblo y la sociedad adoptaron asimismo la polka, como uno de sus bailes mas estimados, y aun en la actualidad sigue cultivándosela, sin que haya perdido casi nada de sus características de origen, con la adaptación de letrillas generalmente humorísticas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No sabemos exactamente cuando llego la danza Checoeslovaca a nuestro país; pero, sea en una fecha u otra, lo cierto es que al hacer su aparición la polka, el pueblo la nacionalizo enseguida, acoplándole el acompañamiento en tres tiempos, con sus bordonas características. Este caso de adaptación de lo exótico es muy frecuente en América donde, desde las costumbres hasta las palabras extrañas, todo con el tiempo se nacionalizan.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En nuestro país tenemos las clásicas serenatas españolas convertidas en las románticas musiqueadas nacionales.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Las palabras extranjeras de uso indispensable, son bien pronto guaranizadas, como sucedió por ejemplo, con cruz, mesa, caballo, azúcar, que se transformaron en curuzú, mesá, cabayú, azucá. Según el testimonio de una residenta consultada por el maestro Remberto Jiménez, el Londón carapé, popularísima danza de tiempo de López, no es otra cosa que la irónica adaptación popular del London-danz, música importada de Europa. El mismo Campamento Cerro León, que la tradición hace surgir de la jornada de Uruguayana, parece ser la nacionalización de la diana militar, de uso universal, con todos los acentos de la música paraguaya.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En otros países de América, Argentina, por ejemplo, se produjeron casos análogos al de la polka. La mazurka polaca, al ser introducida en aquel país, adquirió una forma peculiar: de movimiento algo más rápido, con ausencia total de cromatismo y casi ninguna modulación, sólo mantenía el ritmo característico (frecuencia en los tiempos de corchea con puntillo y semicorchea) con el agregado de un fuerte acento sobre los tiempos graves que los argentinos, al bailar, marcan con el peso del cuerpo inclinándolo, alternativamente sobre cada pierna. Esta especia de mazurka nacional recibió en la Argentina la denominación de ranchera, reservándosele a cierta ranchera tradicional, el nombre de Pericón, tal vez por su parecido con cierta danza antigua española llamada Pericote.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es muy posible que también en el Paraguay se haya bailando mucho esta dnza. Tal vez el Chopí, -el popular Santa Fe, baile típico que marca el apogeo de las fiestas campesinas y cuyo parecido con el pericón y la ranchera es notable-, sea una derivación de aquellas danzas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Otro ejemplo nos ofrece el tango (según la etimología de Barcia, del latín, tango, yo toco, de tangere, tocar), primitiva música de gitanos que se toco en España, paso a las Antillas, con el nombre de Habanera, y después de varios recorridos llego por ultimo a la Argentina donde, mezclándose con el candombe de los negros, dio origen a la milonga y al actual tango canción.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Danzas americanas como el Danzón, el bolero y la rumba, por no citar sino unas cuantas, tienen un origen parecido. El mismo valse vienés, aunque su nombre no haya variado, ha recibido su adaptación nacional en distintos países. El vals norteamericano, por ejemplo, es sumamente lento, cromático y modulante. El llamado en la Argentina vals criollo es, por el contrario, muy rápido y su línea melódica, más vulgar aun que la del tango, se desarrolla generalmente en modo menor. Podríamos aun hablar de otras danzas clásicas americanas indudablemente más puras y bellas que las anteriores, como el “Yarabí”, el “Bailecito”, La Chacarera, el gato y el malambo, etc., que constituyen el resultado del mismo proceso evolutivo operado en la música nativa paraguaya. Es de observar, por otra parte, que algunas de estas danzas, como el gato y la chacarera argentina, tienen bastante analogía rítmica con nuestro aire nacional, fenómeno que se observa también en algunas antiguas danzas populares centroamericanas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La música nativa, con el canto en seis por ocho y el acompañamiento e tres por cuatro de origen colonial, siguió cultivándose paralelamente a la que posee el canto en dos por cuatro, derivado de la polka bohemia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Creemos que se impone la diferenciación de dos tipos definidos de aires nacionales: el cantable y el instrumental.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El primero, cantable, que brotaba de la inspiración popular en los verdes valles, al pie de los cerros o al borde de los arroyos, suele ser en seis por ocho y levemente más lento que el segundo tipo. De carácter sentimental y nostálgico, su musa inspiradora es casi siempre el amor, pero un amor sonriente y casto que canta la belleza de la mujer amada y habla, con gracia campesina inimitable, de futuras plenitudes de felicidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> No eran, tal vez, más puras ni más elocuentes las antiguas pastorales del medioevo, que florecían entre las brumas del feudalismo. Como característica principal, los compases de este primer tipo de canción paraguaya que comentamos, suelen estar unidos por sincopas y las frases terminan, a menudo en el último tiempo débil prolongado sobre el primer tiempo del compas siguiente.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Ejemplo: Palomita, Paloma pará, Yacy morotí, Corasó rasy, Aníque repé y Mamá che mosé. Los mejores intérpretes de este tipo son la guitarra y el canto. Hacemos notar, de paso, que nos referimos a estos ejemplos, tales como la canta el pueblo, no como muchas veces, arbitrariamente, suele escribirse.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> El segundo tipo, en dos por cuatro, más rápido y alegre que el primero, se deriva de la polka europea y su aparición hay que buscarla, como hemos dicho ya, en la segunda mitad del siglo XIX. Se presta a los virtuosismos del arpa, el piano y la flauta. La orquesta típica, con violines, flautas, arpas y guitarras, es su intérprete natural. Las veloces semicorcheas y los arabescos que realizan los solistas, hace que este tipo sea un poco adaptable al canto y sirvan más para el baile. Ejemplos: Conscripto, Coronel Escobar, Campamento Cerro León, Colorado, Galopa del Arpa, Arroyos y Esteros y Alón.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Algunas veces, los dos tipos se combinan y se forman un tercero en el que alternan el seis por ocho y el dos por cuatro. Ejemplos: Capiatá, Toky to syry, Nde ta manté voí, Nde racjhu jharé, etc.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Declaramos, que esta clasificación por tipos es puramente personal y la ofrecemos al análisis de los entendidos como una modesta sugestión, para la mejor comprensión del espíritu de nuestra música nacional.</strong></div><strong> </strong><br />
<br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>VIII- LA ESCRITURA MUSICAL DEL AIRE NATIVO</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> El acompañamiento de los aires nacionales esta escrito, generalmente en tiempo de dos po cuatro (tresillo de negras), o de seis por ocho. Creemos que tal escritura es rítmicamente errónea.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En el primero de los casos (tresillo de dos por cuatro o sea Tres negras) existe el siguiente reparo:</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Un tresillo de tiempos en compas simple, no conduce jamás a compas compuesto (como es el seis por ocho) sino a otros compas también simple, Ergo: tres negras, o sus derivados (y esto en nuestra música no es incidental sino trascendental en el acompañamiento) en seis por ocho constituyen sincopas internas, aunque no estén señaladas por la escritura. Con solo escuchar aisladamente el acompañamiento, se hace evidente el tres por cuatro (tres negras o sus subdivisiones). Luego, siguiendo un plan ajustado a la lógica, tendríamos:</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> MELODIA: Tipo 1º 6/8</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> (Combinaciones binarias de grupos ternarios) o sean dos tiempos de tres corcheas, derivado del 2/4, cuyos tiempos constan de dos corcheas. Proviene de cualquier género binario simple.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Tipo 2º 2/4</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> (Combinaciones binarias simples) o sean dos tiempos de dos corcheas o cuatro semicorcheas. Proviene de la polka bohemia.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> ACOMPAÑAMIENTO: ¾</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong> (Combinaciones ternarias de grupos binarios) o sea tres tiempos nítidos de negras, o subdivididos. Compás ternario simple, parecido al de ciertas danzas europeas, en especial, la jota española.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La contraposición de estos dos elementos (compás binario, compuesto o simple, y compás ternario simple) marca, la característica más saliente, que constituye toda la esencia del aire nativo, y se la debe hacer constar con claridad en el pentagrama, para facilitar la lectura. Incidentemente señalaremos que, algunas veces, la guitarra, al acompañar hace un raqueo parecido al seis por ocho, que debe interpretarse como tres por cuatro, con acentos agógicos en contratiempo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> En varias oportunidades hemos presenciado la angustia con que algunos pianistas extranjeros de nuestra amistad, procuraban leer las músicas paraguayas. A pesar del virtuosismo técnico de algunos de ellos, el contraste de la melodía con el acompañamiento les producía un verdadero mareo rítmico. En cierta ocasión, probamos establecer la división del acompañamiento en tres tiempos yendo, con suma frecuencia, a otros compases simples.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Podríamos citar numerosos ejemplos de los maestros contemporáneos de la música que, en casos parecidos, han adoptado el camino simple que nosotros proponemos. Bastaría recordar a Igor Strawinsky, que en casi todas sus obras, en lugar de emplear los tresillos de compase enteros, prefiere cambiar los tiempos yendo, con suma frecuencia a otros compase simples.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La canción paraguaya ha florecido con la intensidad que deben florecer los acentos nacidos en el alma popular de una raza soñadora y varonil, como la nuestra. El compositor nativo, por lo general, nada sabe de música académica; los complicados tecnicismos de la escuela le son ajenos y muy pequeña es su educación auditiva. La creación, pues, surge en él espontáneamente, como las frescas aguas del manantial. Es una necesidad en el corazón paraguayo amar y cantar y nada le cuesta hacerlo, porque todas las cosas, -el clima, la naturaleza, las mujeres-, le invitan a la meditación y al ensueño. En esta tierra todo es suave, plácido y sencillo, su música no podía menos que tener las mismas modalidades.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es, en efecto, nuestra canción popular de una sencillez melódica muy grande, y en ella, tal vez, radica su encanto. Cuanto más pura y más de los campos llega la canción, hay menos modulaciones y mas tonalismos. La armonía, sin obedecer a ninguna regla, se reduce a los tres acordes fundamentales: Tónica, Subdominante y Dominante. Cuanta simplicidad.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Y sin embargo, con estos tres acordes se ha llegado a establecer una combinación, típica del aire nacional, que casi no se ve en otras músicas: la Dominante, precediendo a la Subdominante, como en los antiguos corales anglicanos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> La escala misma, con ser preferentemente la gama mayor diatónica de uso universal, suele contener peculiaridades que son como brochazos de humorismo sano en las cadencias: una tercera menor (en modo mayor), armonizada con la dominante, como apoyatura de la segunda de la tonalidad. A veces, también, se roba a la sensible su potencia ascendente y, como una travesura musical, se la rebaja un semitono. ¿Influencia de pentatonismo indígena, quizás? Aquí deseamos aclarar que estas especies de bromas musicales nosotros las hemos escuchado, sin haberlas visto nunca escritas.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Es evidente que la mayoría de nuestras canciones nativas están escritas en forma pobre y sin ningún cuidado por la armonía. Esto es el resultado del desconocimiento de las reglas del arte, indispensable para composición fina. Pero esta circunstancia en nada merma el encanto intrínseco de la canción, ni su potencia temática. Hace falta, naturalmente, que los compositores de escuela, recojan estos tesoros del alma popular que son como diamantes en bruto y sistemáticamente se dediquen a embellecerlos con paciente trabajo y armonización y composición. Existen, sin duda, algunos compositores de bien ganados prestigios, como Remberto Jiménez, José Asunción Flores, Alvarenga y otros, que ya han hecho mucho por dignificar nuestra canción. Pero esto no basta: necesitaríamos formar tomos enteros de canciones nativas bien armonizadas y desarrolladas para que puedan recorrer el continente dando una bella muestra de nuestro espíritu vernáculo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Para terminar, diremos que compartimos plenamente la opinión del maestro y amigo Remberto Jiménez sobre lo absurdo que resulta el seguir llamando polka al aire nativo, tan típico, tan genuinamente paraguayo.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong> Dar un nombre exótico a nuestra música popular, resulta tan ilógico como denominar “españoles” a los paraguayos. El mismo proceso de nacionalización que se opero en el Paraguay al separarse de la corona española y erigirse en nación libre y soberana, se ha operado también en la canción nativa. Nombrémosla pues, con un nombre nacional, típico, como corresponde a esta música nostálgica, serena y poética, que es como el idioma espiritual de nuestra raza soñadora y heroica.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><strong>(1) Fulgencio R. Moreno “La ciudad de la Asunción”.</strong></div> <br />
<br />
<div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>Publicación de la Dirección del</strong></span></div><div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>Departamento de Enseñanza</strong></span></div><div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>Secundaria y Profesional.</strong></span></div><div align="center"><span style="color: cyan;"><strong>Asunción - Paraguay</strong></span></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7574035031132243067.post-25212176418005080402011-09-12T13:26:00.000-07:002011-09-12T13:26:49.479-07:00DELFINA ACOSTA - DOS SIGLOS DE LIBERTAD. ESCRITORAS PARAGUAYAS ENARBOLAN LA PALABRA (LOURDES ESPÍNOLA, GLADYS CARMAGNOLA, RENÉE FERRER y MARIBEL BARRETO) / FUENTE: ABC COLOR, MAYO 2011<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjyXAzksOT_FWrqGS3gVWEMAYSWRZ936aBtovSOOdbTwtrox_QAh3SH_Uu5LD6mGEA27W4Fs7tqbOsusxovaJqRXStaSa8r26b6CYXG0pXxZwdb0BuFohucQKYcDgNR_9UmRi5iqUEbjge/s1600/delfina+acosta+dos+siglos+de+libertad+abc+color+portalguarani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" nba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjyXAzksOT_FWrqGS3gVWEMAYSWRZ936aBtovSOOdbTwtrox_QAh3SH_Uu5LD6mGEA27W4Fs7tqbOsusxovaJqRXStaSa8r26b6CYXG0pXxZwdb0BuFohucQKYcDgNR_9UmRi5iqUEbjge/s400/delfina+acosta+dos+siglos+de+libertad+abc+color+portalguarani.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>DOS SIGLOS DE LIBERTAD</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>ESCRITORAS PARAGUAYAS ENARBOLAN LA PALABRA</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong>Artículo de </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: lime;"><strong><a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=299"><span style="color: red;">DELFINA ACOSTA</span></a></strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: cyan;"><strong><em>¿Qué pensamientos, ideas, emociones vienen a las mentes de las escritoras paraguayas en estos tiempos en que el país celebra con fervor su liberación, hace doscientos años, del yugo español? ¿Cuáles son los sentimientos que emergen en sus ánimos y qué pasos, qué fulgores de la historia vienen a su memoria, en estos días en que se respira en las calles un aire de gloria, de nacionalismo y de libertad? ¿Cómo las encuentran, hoy, sus emociones más íntimas?</em></strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong><em><br />
</em></strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><em><br />
</em>Este Bicentenario no solamente convoca a los afectos y a las voces públicas, sino también a algo más profundo, que se va definiendo en las frases y páginas de quienes han tomado la palabra como instrumento de comunicación y hacen del lenguaje una manera fluida (y además cotidiana) de expresarse dentro de la comunidad. Ellas escriben libros, dan conferencias, charlas, y están presentes, a través de su literatura, en el acontecer de la sociedad. En estas líneas el lector tendrá acceso a las visiones, reflexiones y semblanzas sobre la gesta patria, nacidas de la inspiración de las mujeres que edifican, a su manera, el Paraguay, con su ágil y también valiente pluma literaria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
1-Doña Juana María de Lara, mujer prócer del Paraguay, representa simbólicamente la equidad con la mujer que fue partícipe de la gesta libertaria </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>2- Detrás de los esfuerzos y los logros, los intentos, el anhelo y la entrega de tanta gente encargada de llevar adelante los actos conmemorativos del Bicentenario, pervive algo más profundo; algo que nos distingue como ciudadanos de un mismo suelo: es la clara conciencia de ser y querer ser paraguayos.</strong></div><div style="text-align: justify;"><strong>3-Necesitamos que por el Bicentenario todos los paraguayos adoptemos posturas que eviten situaciones perjudiciales para el país e injustas para la población.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Delfina%20Acosta/Abc%20Fotos/delfina%20acosta%20lourdes%20espinola%20abc%20color%20portalguarani.jpg" style="height: 459px; width: 350px;" /></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
LA POESÍA ES OTRA MANERA DE DECIR PATRIA </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>(<a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=407" target="_blank"><span style="color: red;">LOURDES ESPÍNOLA WIEZELL</span></a>)<br />
</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>En estos días que conmemoramos los 200 años de la gesta de Independencia, creo que debemos ubicarnos en dos niveles, por una parte está el aspecto lúdico que nos motiva a congregarnos en las plazas, escuchar música paraguaya, leer poesía de autores y autoras nacionales, asistir con alegría a los encuentros con fuegos artificiales, y también participar de la Libro Feria, próxima a ser inaugurada, y por otra parte es necesario también tomar una actitud reflexiva y de oportunidad para rectificar rumbos y reponer inequidades históricas. En ese contexto, comparto este logro que me da alegría y satisfacción, que es la promulgación de la Ley 4082, por la que es declarada prócer Juana María de Lara. <br />
<br />
He ideado e impulsado la moción (siendo la misma presentada como anteproyecto legislativo por la diputada Emilia Alfaro de Franco) para que Doña Juana María de Lara sea declarada Prócer de Mayo, como modo de honrar así a la mujer paraguaya en su persona. Mujer Prócer de Paraguay, esta dama representa simbólicamente la equidad con la mujer que fue partícipe de la gesta libertaria. <br />
<br />
Ella es, de esta manera, un crisol simbólico donde se deposita el protagonismo de la mujer desde el nacimiento del Paraguay, protagonismo que se destacará una y otra vez a lo largo de la historia con acciones de las Residentas, las enfermeras del Chaco, las madrinas de Guerra, Serafina Dávalos, Adela y Celsa Speratti, Carmen Lara Castro y tantas otras heroínas. <br />
<br />
La travesía de mi vida como persona no se inicia conmigo, me antecede mi abuelo don Vicente Espínola, quien luchó en la gran guerra de la Triple Alianza, y mi padre, el capitán Vicente F. Espínola, artífice de la rendición y victoria de la batalla de Campo Vía en la Guerra del Chaco. Esas circunstancias históricas generan en mí un compromiso ineludible con mi país.<br />
<br />
Como escritora, mi territorio es el literario, la lectura de autores y autoras nacionales. Fundamentalmente, considero que soy una mujer comprometida con la poesía. <br />
<br />
Por la parte reflexiva, y desde la reparación de inequidades hacia la mujer, me alegra que desde ahora la historia narrada en los textos oficiales y no oficiales y los recordatorios no serán los mismos, porque incluirán una mujer Prócer que representa a la mujer como parte inicial de la gesta de la nación paraguaya. Por otra parte, desde lo lúdico y lo sublime, celebro en este Bicentenario la libertad de poder escribir. Agradezco a Dios, por sobre todo, el don de la palabra, porque la poesía para mí es también otra manera de decir patria.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Delfina%20Acosta/Abc%20Fotos/delfina%20acosta%20gladys%20carmagnola%20abc%20color%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
<br />
PATRIA BICENTENARIA </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>(<a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=364" target="_blank"><span style="color: red;">GLADYS CARMAGNOLA</span></a>)<br />
</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong>La patria es el lugar donde nacemos, / el sitio singular donde vivimos; / es donde trabajamos y soñamos / lloramos y reímos. // Patria es el nombre con que designamos / un rincón en el mapa: tierra, ríos... / y gente unida por los mismos lazos / de sangre, lengua, amor y sacrificio. // Patria, al fin, para los paraguayos, / es este Paraguay donde el destino / se unió a la voluntad de nuestros próceres / y un 14 de Mayo, el heroísmo / dejó huellas de honor y de esperanza / en un mundo mejor para sus hijos. <br />
<br />
Este mi breve, antiguo poema, escrito hacia 1980, obedeció a un profundo convencimiento. Sí: Paraguay es el sitio singular donde trabajamos y soñamos, lloramos y reímos unidos por lazos de amor, de lengua, sangre y sacrificio. Y qué ocasión más propicia esta para convocar a quienes han despertado de pronto a un pasajero patriotismo gracias al Bicentenario, a pensar y entender que nuestra Patria necesita no solo paraguayos dispuestos a enarbolar banderas y participar de desfiles ciertos días. Requiere, exige lo mejor de nosotros cada día en toda actividad a la cual nos dediquemos; que nuestra labor cotidiana constituya ejemplar prueba de una vida honesta y patriótica donde los auténticos valores contribuyan al bien de nuestra nación y por ende al de la humanidad. ¡Feliz Bicentenario!</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Delfina%20Acosta/Abc%20Fotos/delfina%20acosta%20renee%20ferrer%20abc%20color%20portalguarani.jpg" /></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong><br />
<br />
EL PAÍS ES UNA FIESTA QUE NOS CONVOCA </strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>(<a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=415" target="_blank"><span style="color: red;">RENÉE FERRER</span></a>)</strong></span></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
<br />
En el aire se siente un aroma festivo, en las calles ondean los colores patrios y en cada uno de nosotros se acrecienta un sentimiento de pertenencia a este lugar que resultó ser nuestro. En los días de este mayo florido, el país es una fiesta que nos convoca, no solamente a participar en los festejos innumerables sino a la reflexión, a la pregunta: ¿qué significa realmente el Bicentenario en nuestra vida? ¿Es un mero festejo que dejará papeles llevados por el viento, un efímero despliegue de entusiasmo sin huellas permanentes, una decisión mancomunada de algarabía? Creo que es más, mucho más.<br />
<br />
Detrás de los esfuerzos y los logros, los intentos, el anhelo y la entrega de tanta gente encargada de llevar adelante los actos conmemorativos del Bicentenario, pervive algo más profundo; algo que nos distingue como ciudadanos de un mismo suelo: es la clara conciencia de ser y querer ser paraguayos. Me remonto a los días anteriores a la gesta de mayo, a la vida de esta provincia del imperio español, olvidada de la metrópoli y sus vecinos; asediada por un lado por las pretensiones expansionistas de Portugal; castigada por otro, debido a los deseos de libertad enarbolados durante la Revolución Comunera. Sin oro, ni plata, ni grandes explotaciones agrícolas, y díscola para más, las autoridades de la Corona y de Buenos Aires aplicaron la sentencia: el comercio de la Provincia del Paraguay se vería obligado a cumplir con las exigencias del puerto preciso de Santa Fe, hecho que gravó a la población con mayores impuestos, ampliando sus ya múltiples dificultades. La distancia, el aislamiento, la necesidad de abastecerse sola, las sanciones y falta de interés convirtieron a la provincia del Paraguay en un núcleo poblacional con características propias. <br />
<br />
No es extraño que después de los sucesos del 14 y 15 de mayo de 1811, asimilada ya la importancia de las victorias de Paraguarí y Tacuarí, frente a la invasión del Gral. Manuel Belgrano, e instalada la Junta Superior Gubernativa, se decidiera, en el Congreso de julio de 1812, mantener la independencia del Paraguay, tanto de España como de Buenos Aires. De lo contrario, manifestaba la nota del 20 de julio, “no sería sino como cambiar unas cadenas por otras”. Semejante actitud pone de manifiesto el sentido de identidad de los pobladores del Paraguay; el claro reconocimiento de que constituían un grupo humano diferente: dueños de sus dificultades, señores de su pobreza, defensores del valor de su heredad y orgullosos de su capacidad de disentir. Han pasado los años, el Paraguay se ha visto envuelto en terribles combates internacionales, en sangrientas luchas fratricidas, en negros ríos de sojuzgamiento y de silencio, pero nada ha logrado hacernos perder la identidad. En nosotros está ahora corregir los rumbos errados y navegar hacia la aurora. Si los festejos del Bicentenario logran acicatear, aunque sea mínimamente, el deseo de encontrar nuevamente los valores del alma paraguaya, creo que estas demostraciones están sobradamente justificadas. </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><img alt="" src="http://www.portalguarani.com/userfiles/images/Delfina%20Acosta/Abc%20Fotos/delfina%20acosta%20maribel%20barreto%20abc%20color%20portalguarani.jpg" style="height: 483px; width: 350px;" /></strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: cyan;"><strong>EL PUEBLO ANHELA SU FELICIDAD </strong></span></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: cyan;">(<a href="http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=792" target="_blank"><span style="color: red;">MARIBEL BARRETO</span></a>) </span> </strong></div><div style="text-align: justify;"><strong><br />
<br />
Dos centurias no transcurrieron tan lineal ni pacíficamente, etapas de anarquía, violencia, terror y dolor. La voluntad popular ha tratado de gestarse, conformarse y expresarse dentro de un marco histórico cambiante. La voluntad colectiva muchas veces distorsionada, condicionada en su expresión a causa del aherrojamiento de las minorías. Hoy, a dos siglos, vemos que el disenso es imprescindible, la manifestación de las ideas en el ámbito social, cultural y artístico debe confrontarse con argumento y buscar la luz al amparo de las libertades. Necesitamos que por el Bicentenario todos los paraguayos adoptemos posturas que eviten situaciones perjudiciales para el país e injustas para la población y que todos percibamos la erradicación de obstáculos a nuestro crecimiento económico, social y cultural <br />
<br />
El pueblo desea olvidar la crueldad de las guerras y revoluciones, anhela su felicidad. Intelectuales, gobernantes y educadores debemos concretar la felicidad de nuestro país, erradicando la pobreza y el analfabetismo, preparando a los jóvenes para el trabajo honesto, el estudio y la investigación científica; solo así tendremos una juventud sana y feliz que construirá un Paraguay nuevo, utilizando los conocimientos y avances tecnológicos del siglo XXI.</strong></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>17 de Mayo de 2011</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Artículo de DELFINA ACOSTA</strong></span></div><div style="text-align: right;"><span style="color: cyan;"><strong>Edición digital: <a href="http://www.abc.com.py/" target="_blank"><span style="color: red;">www.abc.com.py</span></a> </strong></span></div></span><div align="center"></div>PortalGuarani.comhttp://www.blogger.com/profile/05279022704011066291noreply@blogger.com0