ESPACIO SAGRADO
Autora: RAQUEL CHAVES
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001
N. sobre edición original:
Edición digital basada en la de [S.l.],
N. sobre edición original:
Edición digital basada en la de [S.l.],
Intercontinental Editora,
Asunción-Paraguay, 1988.
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PRÓLOGO
DE LA POESÍA COMO ESPACIO SAGRADO
DE LA POESÍA COMO ESPACIO SAGRADO
* Cuando Dios -según la Kábala- se retiró para dar lugar al mundo. Cuando Él se exilió en sí mismo, apareció el primer espacio sagrado. El lugar que ocuparía el mandala cósmico fue así creado. Luego vino «el que siente el tiempo», el hombre, templo y refugio de las palabras-almas.
* Lugares sagrados fueron, en ese comienzo, el altar de los sacrificios, el túmulo funerario. Y, en el espacio del recuerdo, la infancia y la soledad. Pero, el espacio sagrado arquetípico es el lenguaje lugar privilegiado, morada del Ser. Como aliento primigenio nombró y creó los límites del mundo. Dentro de su ámbito se encuentran, en potencia, todos los sueños del porvenir: todo poder y toda gloria.
* En la obra de Raquel Chaves, lo profano es la caída en la historia, el tiempo lineal. En lo sagrado, en cambio, se contempla el eterno presente: el tiempo circular, donde el instante se cruza con la eternidad. En esta poesía también se menciona el sitio de los sueños: lugar intocado, inalienable, que genera -incansablemente- sus imágenes, sus figuras. En el espacio onírico -especie de silencio- se refugia el alma del poeta como un ave solitaria, esperando el momento de emprender el vuelo hacia la realidad.
* En cuanto al «Otro Reino», el Celeste -habitado por dioses y planetas- está siempre a la espera de la consumación de sus bodas con la Tierra. El matrimonio entre el Cielo y la Tierra, marcará el inicio de una nueva era: la de la conciliación de los opuestos -unión alquímica- al final de los tiempos.
* El libro de Raquel Chaves no olvida los espacios cerrados. Estos están habitados por la ambición, la ira, el poder tiránico, el espanto. Los que en ellos habitan están condenados a la infernal soledad de los que han renunciado a la fraternidad, a la justicia, a la libertad. De allí el peligro que nuestra patria se convierta en un pozo de sombras: «Túneldestino» sin salida.
* Ahora bien, este poemario contiene, también, versos que parten de los cuatro elementos: la arena, el viento, el agua, el fuego. A partir de una humilde piedra se construye «bachelardianamente» un poema de amor, un canto mineral de paciencia infinita. La piedra: lugar donde sueñan las almas que despertarán, algún día, a los planos superiores de la conciencia, para decir su deseo, con voz de mujer.
* Los poemas, o cantos «chamánicos», de la serie «Yvy Mara' se refieren al largo peregrinaje en busca de la Tierra Prometida de los mitos guaraníes. Siempre estamos en camino -nos dice Raquel- recordando nuestro alto linaje espiritual. ¿Y si el paraíso estuviese en nuestro propio corazón? Como el Pájaro Azul, «Maino» -el colibrí primigenio- está, quizá, desde siempre con nosotros. Allí donde el ángel (en el poema de Raquel) señala el árbol del lapacho está el verdadero espacio humano. En el florido árbol de la pradera, en el árbol del Edén. Allí, en ese símbolo mítico de nuestra patria, volverá a habitar el colibrí antiguo, el de nuestros antepasados para instaurar en el «tiempo nuevo», el espacio sagrado de la libertad.
* Lugares sagrados fueron, en ese comienzo, el altar de los sacrificios, el túmulo funerario. Y, en el espacio del recuerdo, la infancia y la soledad. Pero, el espacio sagrado arquetípico es el lenguaje lugar privilegiado, morada del Ser. Como aliento primigenio nombró y creó los límites del mundo. Dentro de su ámbito se encuentran, en potencia, todos los sueños del porvenir: todo poder y toda gloria.
* En la obra de Raquel Chaves, lo profano es la caída en la historia, el tiempo lineal. En lo sagrado, en cambio, se contempla el eterno presente: el tiempo circular, donde el instante se cruza con la eternidad. En esta poesía también se menciona el sitio de los sueños: lugar intocado, inalienable, que genera -incansablemente- sus imágenes, sus figuras. En el espacio onírico -especie de silencio- se refugia el alma del poeta como un ave solitaria, esperando el momento de emprender el vuelo hacia la realidad.
* En cuanto al «Otro Reino», el Celeste -habitado por dioses y planetas- está siempre a la espera de la consumación de sus bodas con la Tierra. El matrimonio entre el Cielo y la Tierra, marcará el inicio de una nueva era: la de la conciliación de los opuestos -unión alquímica- al final de los tiempos.
* El libro de Raquel Chaves no olvida los espacios cerrados. Estos están habitados por la ambición, la ira, el poder tiránico, el espanto. Los que en ellos habitan están condenados a la infernal soledad de los que han renunciado a la fraternidad, a la justicia, a la libertad. De allí el peligro que nuestra patria se convierta en un pozo de sombras: «Túneldestino» sin salida.
* Ahora bien, este poemario contiene, también, versos que parten de los cuatro elementos: la arena, el viento, el agua, el fuego. A partir de una humilde piedra se construye «bachelardianamente» un poema de amor, un canto mineral de paciencia infinita. La piedra: lugar donde sueñan las almas que despertarán, algún día, a los planos superiores de la conciencia, para decir su deseo, con voz de mujer.
* Los poemas, o cantos «chamánicos», de la serie «Yvy Mara' se refieren al largo peregrinaje en busca de la Tierra Prometida de los mitos guaraníes. Siempre estamos en camino -nos dice Raquel- recordando nuestro alto linaje espiritual. ¿Y si el paraíso estuviese en nuestro propio corazón? Como el Pájaro Azul, «Maino» -el colibrí primigenio- está, quizá, desde siempre con nosotros. Allí donde el ángel (en el poema de Raquel) señala el árbol del lapacho está el verdadero espacio humano. En el florido árbol de la pradera, en el árbol del Edén. Allí, en ese símbolo mítico de nuestra patria, volverá a habitar el colibrí antiguo, el de nuestros antepasados para instaurar en el «tiempo nuevo», el espacio sagrado de la libertad.
- I -
Espacios del cielo
Espacios del cielo
* Titus Burckharolt, en su libro «Símbolos», afirma: «Una cosa es cierta: la visita a la gruta por parte de Ulises señala la entrada del héroe en un espacio sagrado; en adelante, la isla de Ítaca no será tan sólo la tierra natal del héroe, será como una imagen del centro del mundo.
«Al cabo del puerto un olivo de larga cabellera,
Y cerca de él la gruta amable, oscura,
Consagrada a las ninfas que se llaman náyades,
En su interior hay copas y ánforas
De piedra, donde las abejas conservan la miel;
Allí hay también altos telares de piedra en los que las ninfas
Tejen telas color púrpura, maravillosas de ver,
Allí el agua mana sin cesar. Dos son sus puertas:
Una, que desciende al Bóreas, está hecha para los hombres.
La otra, vuelta hacia el sur, posee carácter más divino;
Los hombres no la atraviesan, pues es el camino de los inmortales.
«Al cabo del puerto un olivo de larga cabellera,
Y cerca de él la gruta amable, oscura,
Consagrada a las ninfas que se llaman náyades,
En su interior hay copas y ánforas
De piedra, donde las abejas conservan la miel;
Allí hay también altos telares de piedra en los que las ninfas
Tejen telas color púrpura, maravillosas de ver,
Allí el agua mana sin cesar. Dos son sus puertas:
Una, que desciende al Bóreas, está hecha para los hombres.
La otra, vuelta hacia el sur, posee carácter más divino;
Los hombres no la atraviesan, pues es el camino de los inmortales.
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Odisea, XIII, 102, LL2.
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Aves celestes
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A Amaral Vieira
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Absorta, desde mi ser, las veo.
Repiten plegarias aladas.
Son voces del Otro Reino.
Cantan llenando el Canto.
¡Tiembla la vida en vuelo!
Errancias
Iba a partir.
Sentía la premura
de ciertas aves.
Frío el viento sur...
Era errancia bajo la noche
saludando
a las estrellas
del camino.
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Absorta, desde mi ser, las veo.
Repiten plegarias aladas.
Son voces del Otro Reino.
Cantan llenando el Canto.
¡Tiembla la vida en vuelo!
Errancias
Iba a partir.
Sentía la premura
de ciertas aves.
Frío el viento sur...
Era errancia bajo la noche
saludando
a las estrellas
del camino.
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Una sola flor
(I. M.) Cecilia Chaves de Llano
y Lucía Llano Chaves
Leves lágrimas.
punzante dolor.
¿No era Lucía
un pétalo al sol?
Ahora, reunidas,
juntas son la flor.
Viento, viento cruel,
de este noviembre:
¡no deshojarás
en lo alto
esta flor!
punzante dolor.
¿No era Lucía
un pétalo al sol?
Ahora, reunidas,
juntas son la flor.
Viento, viento cruel,
de este noviembre:
¡no deshojarás
en lo alto
esta flor!
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(12 noviembre 1985)
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Límites
El cielo está rojo y separa.
Al final, en la mañana,
cae, en silencio, un año.
Me voy,
me voy
hacia la casa,
bajo el cielo
de un papel en blanco.
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El cielo está rojo y separa.
Al final, en la mañana,
cae, en silencio, un año.
Me voy,
me voy
hacia la casa,
bajo el cielo
de un papel en blanco.
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Evolución
Todas las regiones
de los cuerpos celestes
serán tomadas
por su Voz.
De Él será.
Todas las regiones
de los cuerpos amados
serán así colmados
por su Luz.
De Él será.
.
- II -
Espacios de la tierra
Espacios de la casa
*
Ofrendo con incienso y mirra:
mi lecho con sus naufragios
se acerca a la Otra Orilla!
*
¡Fuego en la ardiente cocina!
En nuestros cuerpos
sus cuerpos.
*
Yo medito en la terraza
bajo las nubes de estío.
Un verso viajero queda
en el hueco de mi mano.
.
Constante
La casa que habito
tiene el esplendor
del desierto arenal
cuando en el fondo
del constante
espejismo
puedo verte.
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Visitas
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Todas las regiones
de los cuerpos celestes
serán tomadas
por su Voz.
De Él será.
Todas las regiones
de los cuerpos amados
serán así colmados
por su Luz.
De Él será.
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- II -
Espacios de la tierra
Espacios de la casa
*
Ofrendo con incienso y mirra:
mi lecho con sus naufragios
se acerca a la Otra Orilla!
*
¡Fuego en la ardiente cocina!
En nuestros cuerpos
sus cuerpos.
*
Yo medito en la terraza
bajo las nubes de estío.
Un verso viajero queda
en el hueco de mi mano.
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Constante
La casa que habito
tiene el esplendor
del desierto arenal
cuando en el fondo
del constante
espejismo
puedo verte.
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Visitas
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A Sara Egusquiza de Chaves
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Hoy ha llegado un mensajero al pueblo.
Lo miramos pasar. Buscaba un alma.
(La ecología del lugar se ha henchido
de un nuevo vigor y efluvios brotan
de la espesura honda en que ella vive).
Nosotros sabemos a quién buscan
los integrantes del alto cielo en luz.
¡Qué raro es el caso de un alma así
como es el alma de ella, transparente...!
Por eso las visitas de lo alado
que al pueblo llegan a traer ofrendas.
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Hoy ha llegado un mensajero al pueblo.
Lo miramos pasar. Buscaba un alma.
(La ecología del lugar se ha henchido
de un nuevo vigor y efluvios brotan
de la espesura honda en que ella vive).
Nosotros sabemos a quién buscan
los integrantes del alto cielo en luz.
¡Qué raro es el caso de un alma así
como es el alma de ella, transparente...!
Por eso las visitas de lo alado
que al pueblo llegan a traer ofrendas.
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Arboles en el viento
Despojándose
en silencio
de sus hojas,
vive en flor,
en canto alado.
Fugándose
en el viento
estas hojas,
también su flor
esperan.
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Despojándose
en silencio
de sus hojas,
vive en flor,
en canto alado.
Fugándose
en el viento
estas hojas,
también su flor
esperan.
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A Susuki, maestro de maestros
A la rama de petereby,
cortada ayer en el bosque,
nueva vida le ha sido dada:
resplandeciente.
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A la rama de petereby,
cortada ayer en el bosque,
nueva vida le ha sido dada:
resplandeciente.
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Espacio en guaraní
Han llegado y partido.
Han reído y llorado.
Han amado y matado.
¡Con el guaraní en los labios!
Todos les han mentido.
Tierra les ha llovido.
Fuego caído encima.
¡Con el guaraní en los labios!
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Han llegado y partido.
Han reído y llorado.
Han amado y matado.
¡Con el guaraní en los labios!
Todos les han mentido.
Tierra les ha llovido.
Fuego caído encima.
¡Con el guaraní en los labios!
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Génesis
Recuerdas esa tarde
cuando los dos nacimos
del barro
y más,
del agua,
en vital desamparo...?
Quise saber entonces
el ser de la palabra,
la esencia de la llama
ligada a nuestras vidas.
Hoy sé:
amor no es la palabra
y sí la llama entera.
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Recuerdas esa tarde
cuando los dos nacimos
del barro
y más,
del agua,
en vital desamparo...?
Quise saber entonces
el ser de la palabra,
la esencia de la llama
ligada a nuestras vidas.
Hoy sé:
amor no es la palabra
y sí la llama entera.
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Túneldestino
A Osvaldo González Real
Miro las ruinas:
el hermoso barroco
aquí existió!
Este era un túnel:
termina en tierra,
termina en sombras!
Miro las ruinas.
Yo las recuerdo
piedra
sobre
piedra
Aquí resonó
la amada música.
para los talladores
y sus santos...
El sol se mira
en las paredes
y heredan siempre
su tiempo
los planetas.
A mí me late
el sol y más,
más me destina
el túnel
que atraviesa
nuestra historia.
Las campanas, lejanas...
Las ciudades, perdidas...
Una sola voz sabe decir:
estamos solos en el día,
se parte el alma cuando la noche.
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A Osvaldo González Real
Miro las ruinas:
el hermoso barroco
aquí existió!
Este era un túnel:
termina en tierra,
termina en sombras!
Miro las ruinas.
Yo las recuerdo
piedra
sobre
piedra
Aquí resonó
la amada música.
para los talladores
y sus santos...
El sol se mira
en las paredes
y heredan siempre
su tiempo
los planetas.
A mí me late
el sol y más,
más me destina
el túnel
que atraviesa
nuestra historia.
Las campanas, lejanas...
Las ciudades, perdidas...
Una sola voz sabe decir:
estamos solos en el día,
se parte el alma cuando la noche.
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(Ruinas Jesuíticas de Trinidad - 1966/1988)
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Enlace al ÍNDICE de Espacio sagrado en la BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES
Prólogo - De la Poesía como Espacio Sagrado por Osvaldo González Real
Prólogo - De la Poesía como Espacio Sagrado por Osvaldo González Real
- - I - Espacios del cielo: Aves celestes / Errancias / Una sola flor / Límites / Evolución
- - II - Espacios de la tierra: Espacios de la casa / Constante / Visitas / Arboles en el viento / A Susuki, maestro de maestros / Espacio en guaraní / Génesis / Túneldestino
- - III - Sueños: Alalba / Símbolos / El árbol, el colibrí, el viento / El chaman sueña / La Señora de las Siete Estrellas
- - IV - Espacios cerrados: Realidad / Abel / él: poder él: poder él: poder / Méritos
- - V - Espacios del cuerpo
- - VI - Yvy mara' / La tierra sin males
- 1 - ¿En dónde están los hijos
- 2 - Si el recuerdo
- 3 - Hemos viajado
- 4 - Tierra nuestra sin Males dormida - - VII - La otra orilla: él: cielo / Unidad de tiempo / En ese reino / Canción del domingo gris / Aire / Aire paciente Maino, el colibrí / Partes del Todo / Llegada / Vacuidad.
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