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viernes, 19 de marzo de 2010

LOURDES ESPINOLA - LA ESTRATEGIA DEL CARACOL - Prólogo: RUBEN BAREIRO SAGUIER / Edición digital: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.


LA ESTRATEGIA DEL CARACOL
por LOURDES ESPINOLA
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
Tiempos de Poesía y Editorial Arandurã,
Asunción-Paraguay, 1995
Manrique Zago ediciones S.R.L.,
Buenos Aires, Argentina
Foto: Luis Vera
Diseño de tapa: Celeste Prieto
Edición digital: Alicante :
**/**
Prólogo
** Libro de balances, de replanteamientos, hechos «en medio del camino»,... constituye un angustioso y reflexivo cuestionamiento en una encrucijada «con todos los tiempos trastocados». La diversidad de temas trascendentales, de preguntas planteadas a sí misma, son pruebas de ello. La autora evoca su historia familiar a través de personajes y hechos altamente simbólicos:
«...un pan de infancia
un olor de madre
un sonido; las pisadas del padre en la escalera...»;
«un hermano que juega con aviones...»
«... una hermana que venda descalza
jazmines en Domingo...».
** Hay un recodo crucial en esa trayectoria: «La fragante adolescencia húmeda que marca un rasgo constante -la esencia femenina- en su palabra poética. Esa historia pasa, gozosa, por la certidumbre de la maternidad, la constancia del «hijo deseado»:
«Hay un niño que duerme
en la pieza de al lado
y mi corazón vaga ciego,
tanteando en la obscuridad
hasta besar el suyo».
** La corriente transcurre, pesarosa, por los oscuros pasadizos de la «Patria mía»:
«...yo sé que tu palabra fue el silencio,
oprimida la sílaba,
humillado el vocablo...».
** Reflexiona, grávida, sobre la vocación poética, conjura las palabras para conseguir «...la alianza / de la eternidad y del instante...». El deambular se afirma en su condición femenina: «Soy mujer, desobedezco», «Escribo tinta de mujer», «Escribo vida de mujer», son títulos de poemas que lo atestiguan. El trayecto se realiza así en esa dimensión de la plenitud femenina, que es el amor. Siempre dije -y aquí me ratifico- que Lourdes es una de nuestras escritoras que, en forma raigal y coherente, asume la feminidad, no como reivindicación feminista -o no solamente-, sino como una manifestación sincera del impulso amoroso, del fuego sensual, trasvasados con honda y precisa intensidad en su poesía. Esa dimensión atraviesa su palabra, su aliento vital, de manera constante y espontánea, certera y decidida, con la fatalidad gozosa de lo que constituye una esencia. Ella lo define muy bien al referirse al «pozo interminable», al «peligroso abismo». Y lo ejemplifica con el mismo signo metafórico: «...precipicio, / el blando pozo de tu cuerpo». La atracción de esa hondonada no le espanta; por el contrario, le atrae, la seduce: «La noche -en tanto- cabalgando / y nosotros amarrados al borde del abismo».
** Son sumamente variados los matices de la sensualidad en la palabra poética de Lourdes, eso que llama, con ingenua y sencilla certidumbre «...el rumor de las calladas voces de mi cuerpo / navegando en mi sangre desde siempre».
** Cabe comenzar este rápido recorrido por los recursos, rara vez utilizados en nuestra poesía, femenina o masculina; la alusión franca a las sensaciones corporales, a los humores que el organismo secreta para ritmar el placer de los sentidos, esos que la mojigatería hipócrita pretende mantener en estúpido secreto». El poema «Merlín» es un ejemplo excepcional del juego que va de las emanaciones sensoriales a las sorprendentes imágenes poéticas:
«Merlín
artes mágicas
con anillos de trébol
en el banquete de mis piernas:
las proféticas fuentes».
** El juego se prosigue en un vaivén de ambiguas correspondencias: «Merlín con los dorados jugos / de maligno dios...». El contrapunto no se deja esperar: «...permanezco como un lago / que vuelve; / orilla-arena-agua». Para culminar con la «...cautiva coronación: Merlín sumergido en acuosa ingle». La ilusión sobrenatural, el poder de la seducción encantatoria, propio al ámbito de «Merlín de las estrellas y de los dragones...», es sutilmente utilizado en este bello poema para marcar la evolución compulsiva, el movimiento in crescendo de las situaciones eróticas producidas dentro del cuadro mágico en el que la «lógica» del amor sensual restablece el exacto equilibrio de los componentes.
** No resisto a transcribir una imagen redonda que tiene la misma fuerza erótico poética que las anteriores:
«Tu rostro perfumado
en la nocturna espuma de mis piernas,
y mis huracanes lamen tus muertes».
** La intensidad de la metáfora, resplandeciente por el chisporroteo libido-húmedo-tibio, vuelve superfluo cualquier comentario.
** En un tono más suave, con ritmo de ballet acuático, Lourdes describe los pasos lentos de un «pausado giro» erótico de gran delicadeza y elegancia:
«Te acercas:
agua-desierto-miel,
y me extiendo
miel-desierto-agua.
Y no sé dónde empiezas,
dónde empiezo...
como la danza del delfín en el océano».

** El paisaje de «Jardín de las delicias», esbozado en los fragmentos transcriptos, mezcla los desvaríos del viejo Bosco, maestro precursor, con reminiscencias de las atrevidas e insólitas imágenes plásticas incandescentes de Frida Kalo y las sorprendentes asociaciones eróticas surrealistas de la extraordinaria poeta Joyce Mansour.
** He hablado de matices y, deliberadamente, he insistido en los momentos pintados al sesgo, en los que las ambiguas medias tintas sensoriales los vuelven más intensos y percutantes.
** Las otras situaciones tienen colores más unidos, lo que les da una firme convicción, ratificando la firme y constante vocación amorosa y sensual de la poesía de Lourdes «navegando en mi sangre desde siempre», como ella dice. Ese sentimiento que se desnuda de piel en sus impulsos, hasta quedar en carne viva, ardiente en el arrebato concéntrico y urgente del deseo:
«Mi piel se desvistió a jirones,
excavo el deseo en cada círculo,
hasta lamer el paraíso...».
Amor que busca su correspondencia como un juego de fuegos contagiosos:
«...sólo importa tu piel
o el extraño sabor de mi corazón
despellejado junto a mis sentidos».
** Ya para terminar quiero evocar, junto a los otros, el sentido del tacto, que Lourdes sublima, con razón, para expresar el inicio, ya sin término del deseo. Hay dos fragmentos poéticos referidos a la mano, que revelan situaciones distintas pero de igual intensidad:
«...un cosquilleo volcánico
me arrebato entera
y todos los silenciosos cánticos
que habitaban en mí...
se extendieron
hasta encontrar la pulposa,
la tibia presencia de tu mano».
** Esta sensación «de momento» se vuelve certidumbre, decisión irrevocable, no menos sensual:
«Hoy te advierto
que voy a quedarme para siempre
jadeando en tu cuerpo, en el borde infinito de tu mano...».
** Lourdes Espínola sabe conjugar el verbo de la palabra amorosa, sin remilgos ni falsos pudores, sabe convertir el deseo, el fuego de las sensaciones en canto encendido. Y quedar siempre
«desnuda, niña, vulnerable:
poeta desde los años sin memoria».
.

«Para bien y para mal, el escritor verdadero escribe sobre la realidad
que ha sufrido y mamado, es decir sobre la patria;
aunque a veces parezca hacerlo sobre historias lejanas en el tiempo y en el espacio.
Por eso aún los grandes expatriados, como Ibsen o Joyce,
siguieron tejiendo y destejiendo esa misma y misteriosa trama.
El escritor de nuestro tiempo debe ahondar en la realidad.
Y si viaja debe ser para ahondar, paradojalmente,
en el lugar y en los seres de su propio rincón.»
Ernesto Sábato

Como homenaje a Julio Cortázar
que en Años de alambradas culturales
nos enseñó cómo viajar con la patria a cuestas.

Merlín
Merlín de las estrellas y dragones,
Merlín:
artes mágicas
con anillos de trébol
en el banquete de mis piernas:
las proféticas fuentes.
Te llamo «Merlín»
bajo la máscara.
Merlín con los dorados jugos
de maligno dios,
permanezco como un lago
que vuelve:
orilla-arena- agua.
Cautiva coronación:
Merlín sumergido en acuosa ingle.

Escribo letra de mujer
Existe un espacio entre libros,
sólo mujeres
en su propia compañía
y luego papeles y escrituras
buceando en sí mismas.
Verbo coloreado por la otra mitad,
emerjo en mi poesía
nacida,
pendular
en el espacio del medio.
.
Soy mujer, desobedezco
Y serán de nuevo las palabras
de las sopranos de Babel.
Cuerdas vocales trenzadas:
los dialectos de África,
los murmullos de India,
los gemidos esquimales,
los sollozantes cantos de las Cholas.
Las oraciones de las musulmanas
y las alto de Milan...
callando todas las notas.
Acordes emergiendo,
la raza inmensa que amamanta
la simiente del sol,
desde la espera.
.
Patria mía

a Armando
América: acuéstate callada al lado mío
deja caer tu pelo en mi almohada,
aprieta junto a mi cuerpo
el cobre estirado de tu piel...
Déjame contarte de David y Goliat,
de los libros que escribí,
de los papeles que tiré,
de cada palabra: verso y prosa,
para saberme siempre hablando
en la casa del extraño...
yo sé que tu palabra fue el silencio,
oprimida la sílaba
humillado el vocablo.
América: amante-mía
no quiero que te duermas...
quiero contarte un mito,
déjame, amor, que te hable
de David y Goliat.
.
La vida es un mal pasajero

An act like this is prepared
within the silence of the heart,
as is a great work of art.
Albert Camus (The Myth of Sisyphus)

Hoy estuvieron de visita todos mis fantasmas,
desordenadamente pero firmes...
fatales en la cita:
mi adolescente niñez, mi ayer y mi futuro.
Hoy tengo temor del teléfono
o del timbre,
no quiero en la casa solitaria
hallarme cara a cara,
con mi sombra.
.
Escribo tinta de mujer
I
Tejer desde mi vientre
hasta lo alto
espumas de palabras,
y el deseo vital
hilvanando, insomne.
Construir montañas de palabras
libros-túnel
para tapar
esta ausencia:
el nunca más
del hijo deseado.
II
Temblar, temer
esperar agazapada
que cese el sueño,
la noche, el dolor.
Los gritos-bisturí
en las calladas bocas.
Los días se confunden con horas
las mañanas con los meses.
Despierto lenta
a una asustada esperanza.
III
Hay un niño que duerme
en la pieza de al lado
y mi corazón vaga ciego,
tanteando en la obscuridad
hasta besar el suyo.
.
La vida es una metáfora
Compañera con olor a mis años,
con cuerpo de mis horas.
Vida,
déjame enmadejarme pequeña
en el regazo de mi padre.
Sólo una vez
en nombre de los años,
déjame que te diga
que a veces no me gustas,
porque siento...
que en esta partida, compañera
sacaste más de lo que pusiste.
Que te quedaste, vida
con lo mejor de mí.
No me cuesta cargar hoy con la máscara:
Canas, arrugas, ceño envejecido,
pero sí no tener:
a mi niño pequeño,
una madre que ría,
y un hermano que juegue con aviones.
Un padre casi omnipotente
y una hermana que venda descalza
jazmines de Domingo...
Quiero desmadejar la hebra,
volver «había una vez»
hacia mi historia
robarte distraída una esperanza.
.
Y ellos estaban también allí
La sangre de los constructores de pirámides
mezclada con el humo de los hornos de Auschwitz
(comida de leones en la primera era).
El hongo de Hiroshima y
el naranja vietnamita
con voces de remeros fenicios.
Un pirata atado a un indio
en un palo de azotes...
son sombras que en la noche
claman y reclaman.
Ellos están aquí
también ahora.
.
Ahora es el tiempo
a Vincent
Descorrimos el cielo,
para buscar el astro
que eras en mi vientre.
Te encontré, te encontraste:
firmamento movedizo
y empezaste a desatar el futuro.
Cada nudo fue pregunta
y el anochecer calló solemne
ante tu esperanza
y mis temores.
Una estrella fugaz,
una constelación en sinfonía
o una magna luz en su circular destino:
fuimos tú y yo, hijo mío,
buscando el astro que eras en mi vientre.
.
Rompiendo códigos
Ni demasiados años para la vejez,
ni excesiva juventud para un futuro,
desorientada en «medio del camino»
con todos los tiempos trastrocados,
el inicio de todas las mañanas
y la memoria de todos los ayeres.
Erguidos, preguntando...
¿Cómo volver atrás?
¿Cómo enmendarse?
Para reescribir nuestra historia, precisamos
un pan de infancia,
un olor de madre,
un sonido: las pisadas del padre en la escalera.
.
Ser mujer...
En estado de inocencia y esperando
enfrento cada día mis mañanas
un caos de horas y de calles,
sin orden aparente, ni destino.
La fragilidad del verbo no consuela,
ni el paisaje verde o el cemento,
tampoco el afecto bizantino
ni la barroca objetividad del psicoanálisis.
Los juegos, las palabras y los números
el placer, los quehaceres, los horarios
quiebran significados en un idioma extraño.
Como niña esperando la noche de Reyes
olvido la razón y tiemblo en el milagro.

Me han sacado la palabra
han huido todas las vocales a tu encuentro...
enloquecieron adjetivos
y las cuerdas vocales se tensaron
hasta dispararse cual saeta,
y no fue mía la voz
y un cosquilleo volcánico
me arrebató entera
y todos los silenciosos cánticos
que habitaban en mí...
se extendieron
hasta encontrar la pulposa,
la tibia presencia de tu mano.
.
PRÓLOGO por RUBÉN BAREIRO SAGUIER
ÍNDICE DE POEMAS en BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES:
· MERLÍN / ESCRIBO LETRA DE MUJER / SOY MUJER DESOBEDEZCO / PATRÍA MÍA / LA VIDA ES UN MAL PASAJERO / ESCRIBO TINTA DE MUJER / LA VIDA ES UNA METÁFORA / Y ELLOS ESTABAN TAMBIÉN ALLÍ / AHORA ES EL TIEMPO / ROMPIENDO CÓDIGOS / (AUNQUE SE TE CONGELEN LAS VENAS) / EL DOLOR ES UN MAL PASAJERO / COMO LA DANZA DEL DELFÍN EN EL OCÉANO / BRÚJULA / Y AÚN HAY COSAS CUYO NOMBRE IGNORO / ESCRIBO VIDA DE MUJER / Cuando estoy al final / Dignifico mi vida a cada hora / BAILE DE MÁSCARAS / LOS POETAS / POESÍA / TRAMPAS A DESTIEMPO / ABISMO / SOLEDAD / ILUMINAR MAÑANAS / Esta vida que insiste en escaparse / Días y horas apiladas / Un despellejado abrazo / SER MUJER / Me han sacado la palabra / SOLEDAD DE POETA / LA VIDA ES UN MAL PASAJERO II / LAS ALAS DE LA LLUVIA / Yo era un ciego / CÁNTICO / Y fueron noches y fueron días / O muere la noche o nace el día / DESTINO DE POETA / MANUSCRITO EN GAVETA.
.
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Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.
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