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martes, 20 de julio de 2010

JORGE CORONEL PROSMAN - EL CASO CAMILO, LA EMERGENCIA Y EL ENFERMITO / Texto: PROLEGÓMENOS y CAPÍTULO 1.

EL CASO CAMILO,
LA EMERGENCIA Y EL ENFERMITO
Autor: JORGE CORONEL PROSMAN
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
© JORGE CORONEL PROSMAN
Asunción-Paraguay
Ilustración tapa: "Luna llena en la isla",
Artista: LUIS COGLIOLO
Asunción-Paraguay
Junio 2010 (96 pp.)

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Señor Fiscal Fisgón, posiblemente
usted se preguntará por qué le cuento todo esto.
Para mí es fundamental que sepa que se lo cuento
para que pueda usted juzgar
con auténtico conocimiento de causa
y no considere como un crimen mi conducta,
tan rastrera, tan cruel, tan brutal en apariencia.
Con esto ya sabe: no, no soy ni cruel ni cobarde,
soy simplemente un hombre acorralado y desesperado.
(de la declaración de Gonzabotín,
al Fiscal Fisgón, sobre el caso de Camilo)

Dedicado a los iconoclastas.

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PROLEGÓMENOS
Desde esta nuestra Isla Rodeada de Tierra, les contaré una de las historias sado-masoquista-política más delirante de la Historia del Circo Universal. Es Sádica porque con esta historia se quería gozar haciendo daño a otra persona; Masoquista, porque también se hacían daño a sí mismos, y Política porque es en este ámbito social donde se desarrolla la historia. Esta es la historia más fantástica de nuestra pequeña Isla Rodeada de Tierra y sus alrededores: la historia de cómo pretendieron que Camilo quedara atrapado, parafraseando al Marqués de Sade ya que estamos en la onda, en los Infortunios de la Virtud, de la mano de un delirante cleptómano.
A todos los que nacimos aquí, en nuestra Isla Rodeada de Tierra, no nos llaman la atención las fantásticas historias que pululan en el mundillo político, ya que estamos acostumbrados a todo: desde aquel rubio dictador que se bañaba en sangre de niños y mantenía su propio criadero de jovencitas, hasta a las historias de las fiestecitas, verdaderas bacanales, de aquel cornudo presidente. Están también los que querían ser Presidentes al día siguiente de asumir como Vicepresidente, el que mató al Vicepresidente, o el Vicepresidente que murió antes de ser asesinado. Definitivamente no nos extrañan las fantasías de los políticos, pero la historia de Gonzabotín gana la competencia en lo delirante.
Camilo era el designado para empezar a reconstruir gran parte del país arrasado por la violenta explosión del Volcán Colorado Y-T. Llevaba años tratando de empezar el proyecto que mejoraría la vida de todos los habitantes de la Isla, y ahora se presentaba la posibilidad de implementar una verdadera Revolución. Allí entra en acción la funesta figura de Gonzabotín, el economista sin conocimientos de administración, que desde hacía años venía trabajando en programas parecidos.
Esta es la crónica de cómo se dio la triste e increíble historia de Gonzabotín, que la inició como una campaña de grafitis y terminó cuando fue a contar sus delirantes historias, a sus eternos enemigos políticos de esta nuestra Patria Querida, y al grito de "únase a la Campaña", fue al Fiscal de Turno Continuo Rotativo a continuar la farsa. Lo que permaneció en el recuerdo de todos fue la lapidaria frase de Gonzabotín: ¡¿CUÁNTO ME DAN POR LA CABEZA DE CAMILO?!

CAPÍTULO 1
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De cómo Gonzabotín
escuchó el llamado del destino y se fue a
trabajar al Comité de Emergencia Volcánica
de la extraña Isla Rodeada de Tierra.

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Nuestra Isla Rodeada de Tierra es un hermoso pero árido lugar. Se tiene la certeza de que fue un lecho marítimo en la era cuaternaria. Inclusive algunos nativos y otros pobladores aseguran que en atardeceres en que sopla el viento norte y se aproxima una tormenta, se pueden ver fantasmas de antiguos Terodáctilos voladores y peces marinos gigantes, buscando el agua.
El volcán Colorado Y-T domina la Isla. Ubicado en el centro, ya había hecho erupción en otras ocasiones, pero con esta fuerza nunca. Esta vez, había explotado con tanta fuerza, que los propios geólogos que trabajaban en el Comité de Emergencias Volcánicas, CEV, expertos como la Dra. Gladiola Cardozo o el renombrado Ing. Katio MasP, un profesional bastante ortodoxo, pero que conocía como nadie los fenómenos Volcánicos Marxistas de Cuatro Patas, quedaron asombrados. Nunca se había visto explotar con tanta violencia al Volcán.
Gonzabotín estaba atento a la noticia sobre la erupción, sabía que lo convocarían, pues tenía mucha experiencia en situaciones límites; había sobrevivido a la dictadura, delatando a algunos, pero sobreviviendo al fin, y sobre todo, estaba Camilo a cargo de la recuperación de toda la parte destruida. Escuchó el discurso de Camilo al iniciar la campaña: "Hoy actuamos con un nuevo criterio basado en la experiencia de los Desastres Volcánicos anteriores, con un enfoque más participativo desde la comunidad, denominado Gestión de Riesgo, que trata de que el CEV actúe ya en casos de posibilidad o probabilidad de que ocurran Emergencias Volcánicas, priorizando la prevención y la participación en la mitigación y en la respuesta ante los Eventos Volcánicos. Todo esto se logra con la participación, la formación y el fortalecimiento de los denominados Comités de la Protección Civil en Caso de Emergencias Volcánicas; esta es la gran diferencia hoy, y eso muchas veces crea problemas con los que tradicionalmente, con el viejo sistema, eran los que hacían uso prebendario de los bienes del Comité Volcánico".
Gonzabotín supo cuando sonó su celular, un hermoso Faceboot 2513 XL, regalo de su esposa, que se abrían las puertas. Llegaba lo que esperó toda su vida: participar de un proyecto histórico en plena Emergencia Volcánica. Lo que no podía, ni tenía por qué saber en ese momento, es que con la presencia de Paola, la travesti contratada para la Emergencia, su vida terminaría por dar un giro total.
Cuando Gonzabotín tuvo que dejar su querido Estado de Paraná, con tan sólo 24 años, no pensó que nunca más volvería. La falsificación de firmas en las planillas de notas del profesor de la cátedra de Economía Marxista de la Facultad de Economía, para lograr un lugar en el curso de posgrado, había sido descubierta de la forma más estúpida e inesperada. Haber dejado las hojas con sus tanteos para la falsificación de la firma no hubiera llamado la atención del limpiador, pero haber dejado también el borrador de notas en el basurero del baño de la facultad, fue un descuido vergonzoso. No le podía pasar a él, que había logrado aprobar todos los exámenes con los fraudes más ingeniosos.
La resolución tan repentina de abandonar su ciudad dejó muy sorprendida a María-T, su señora. Era ésta una mujer alta, bien formada, que había sido la belleza de la ciudad, como suele decirse en aquellas tierras altas de la Isla Rodeada de Tierra. Tenía un marcado aire sencillo y juvenil en el porte; a los ojos de los demás isleños, aquella gracia natural, llena de vivacidad e inocencia, podía incluso, si cabe decirlo, ser un incentivo para la voluptuosidad. Si la señora de Gonzabotín se hubiera percatado de este tipo de éxito, se habría avergonzado de poder despertar tales sentimientos. Su carácter era tan distinto, casi contrario diríamos, al de Gonzabotín, que vivía soñando con la vanidad como norte. El corazón de María-T era incapaz de albergar coquetería o afectación. El de Gonzabotín sí.
La Isla Rodeada de Tierra era el camino obligado, allí podría encontrar una nueva sociedad a la que no le importaría su pasado, donde su título no tendría reparo. Era tan buena la gente en la Isla que no preguntarían cómo había llegado hasta allí. En la Isla nadie preguntaría sobre su vida anterior y mucho menos sobre su profesor. Atrás ya habían quedado esos pequeños errores de juventud que no le importaban a nadie. Tampoco le importaban a nadie los pequeños, y algunos no tan pequeños, deslices que había cometido en todos los proyectos en que había trabajado. Ya nadie recordaba a los compañeros de trabajo que lo habían denunciado por robo de sus escritorios de todo tipo.
Ya instalado en el trabajo de la Emergencia Volcánica, Gonzabotín presintió la fantasía que lo atraparía cuando apareció Paola. Desde que la conoció no podía dejar de pensar en su escultural figura paseándose por el patio de la institución, sus idas y venidas entre los depósitos y sobre todo los celos que le provocaban, lógicamente imaginados por su mente delirante, los flirteos con los demás integrantes del Comité de Emergencia Volcánica. Cuando tomó la decisión de dejar a su esposa sabía que empezaba un viaje sin vueltas, el viaje final de su traumática vida de engaños. Al fin se vería libre de fingir una vida como hombre y militante político.
Paola era una auténtica mujer, escultural, de un carácter en apariencia muy cambiante, no podía soportar el movimiento nervioso y constante o las voces estrepitosas de Gonzabotín. Su alejamiento de lo que podríamos llamar "diversiones", le valió la reputación de ser muy orgullosa a causa de una supuesta alta cuna. Nada más lejos de su ánimo. Tampoco se puede negar que pasaba por tonta entre las mujeres del Comité de Emergencia Volcánica. Con tal de que la dejaran pasearse sola por el hermoso patio del CEV, no se quejaba de nada.
Gonzabotín no podía sacar de sus pensamientos la primera noche con Paola. Lo que más le abochornaba era recordar hasta qué extremo se había mostrado rastrero, pues, además de estar ebrio, se había aprovechado de la situación de la muchacha, que dependía laboralmente de él, para criticar ante ella, lleno de un sentimiento de celos torpe y miserable, al hombre que era su pareja en ese momento, y en realidad, sin saber nada de aquel muchacho.
Por otra parte, ¿con qué derecho se había permitido juzgarle y quién le había pedido que se erigiera en juez? ¿Acaso una criatura como Paola podía entregarse a un hombre indigno como él, sólo por su posición? Esos remordimientos no lo dejaban ni a sol ni a sombra, sabía que había hecho una miserable vileza, los sentimientos contradictorios lo enloquecían, actuó mal, pero no llegaba al arrepentimiento. Qué miserable era todo aquello, y qué inadmisible la razón con que intentaba justificarse: ¡su estado de embriaguez!, cosa de borrachos. Esta excusa le envilecía más aún, revelaba toda la vileza de su corazón deleznable y celoso.

ÍNDICE
PROLEGÓMENOS
CAPÍTULO 1: De cómo Gonzabotin escuchó el llamado del destino y se fue a trabajar al Comité de Emergencia Volcánica de la extraña Isla Rodeada de Tierra.
CAPÍTULO 2: De cómo Gonzabotin, arrastrado por el remolino de la pasión, empezó a odiar a Camilote por no comprender sus sentimientos y su grandeza.
CAPÍTULO 3: De cómo Gonzabotin decidió vender a Camilote al Fiscal Fisgón, sin ni siquiera cobrar sus 30 monedas de plata.
CAPÍTULO 4: PRIMER FANTÁSTICO RELATO, De cómo Gonzabotin relata las facturas duplicadas, olvidando algunos detalles y tratando de involucrar a Camilote.
CAPÍTULO 5: De cómo Gonzabotin, obsesionado por la culpa y la traición, empieza a desmoronarse, pero sin perder de vista su odio por Camilote.
CAPÍTULO 6: SEGUNDO FANTÁSTICO RELATO, Donde Gonzabotin trata de explicar cómo y dónde se procedió a robar en la compra de chapas para la emergencia, ocultando los verdaderos datos que interesaban.
CAPÍTULO 7: De cómo los remordimientos empiezan a carcomer a Gonzabotin, pero esto no le hace perder la ocasión de atacar a Camilote a golpes de "coquitos".
CAPÍTULO 8: TERCER FANTÁSTICO RELATO, De cómo Gonzabotin relata la inexistencia en Concepción de los pozos artesianos y el agua corriente y se encontraron con sorpresas.
EPÍLOGO
Amplio resumen de autores y obras
de la Literatura Paraguaya.
Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.

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