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miércoles, 27 de octubre de 2010

DORA GÓMEZ BUENO DE ACUÑA - ANTOLOGÍA (POEMARIO) / Alcándara Editora. Colección Poesía, 36 - 1985.



ANTOLOGÍA
Poemario de
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
Colección Poesía, 36
© Dora Gómez Bueno de Acuña
Alcándara Editora
Edición al cuidado de M. E.V.M., C.V.M. y M.A.F.
Diseño gráfico: Miguel Ángel Fernández
Viñeta: Carlos Colombino
Tiraje: 750 ejemplares
Hecho el depósito que establece la Ley 94
Se acabó de imprimir el 26 de agosto de 1985
en los talleres gráficos de Editora Litocolor
Asunción, Paraguay - 2010 (123 páginas)


“He aquí esta mujer. Esta extraña mujer de carnal florescencia que se consume de su propio, profundo, entrañable beso de pasión. Ascua del dolor de amor. Suspiro estancado entre gemidos, como el crepúsculo de la sangre comprimiéndosele vivo y latiente entre inmóviles basaltos de penumbra” (Fragmento del prólogo de Augusto Roa Bastos a LUZ EN EL ABISMO)


FLOR DE CAÑA (1940)

EL BESO
a Juana Centurión Herreros
Te di la fruta
pulposa de mis labios,
te dí la fruta
más rara del vergel,
mi corazón,
y no creíste en él...
despreciaste su quintaesencia
idealizada;
¡y exprimiste su savia jugosa con desdén!
La rosa carnal de mi boca
como sangrienta tentación,
sigue buscando, amado, los dos pétalos magos
de tus labios de sol.
Y te siendo llegar hasta mí tan quedamente,
tan magníficamente humanizado,
que mi boca se entreabre imaginando
placeres ignorados,
cual flor santificada
que en la agonía
de la tarde serenamente bella,
recibe en sus corolas el polen fecundante,
honrando así a la Ley Naturaleza
que es madre entre las madres.
¡Y en esa inefable conjunción de los espíritus,
de dos almas febriles,
cuatro pétalos raudos,
cuatro labios sedientos
desmayan sus abriles!

BALADA DE LA ESPERANZA
al dilecto espíritu de Artigas
Milans Martínez
¡Alma errante; siempre triste, siempre sola,
pero siempre diáfanamente pura,
inmarcesible; gravitando en la dura
realidad, de la inmensa, humana ola!

Blanda espuma de amor, que va bogando
al conjuro inmutable de las horas
hasta encontrar las playas salvadoras
que en fantásticas naves va buscando.

En el místico altar de mis saudades,
la esperanza riela soñadora,
con su luz augural, dominadora,
que arranca de las mustias soledades.

En el místico altar de mis saudades,
y entre las cosas dulcemente bellas,
imposibles, fugaces como estrellas,
elevaré la miel de mis cantares.

¡Alma errante; siempre triste, siempre sola,
pero siempre diáfanamente pura,
inmarcesible; gravitando en la dura
realidad, de la inmensa, humana ola!

PAISAJE TRUNCO
Sobre la rubia arena,
junto al arroyo claro
estábamos los dos;
moreno el cuerpecito
de mi hijo adorado,
moreno a pleno sol.
Sobre la blanda arena,
de espaldas a los cielos
estábamos los dos,
¡sólo faltabas tú,
a nuestro lado, amado,
para que el agua clara
murmurase mejor
su canción a la vida,
su canción al amor!

FUSIÓN
Eres para mi espíritu eclosión de claveles,
para mi frente cándida diadema de laureles.

Quiero ser un poquito de sangre de tu arteria,
conocer el secreto de todo lo que guardas
dentro del corazón; quiero saber, amado,
si es verdad lo que dice la maravilla rosa
de tu boca pulposa, la que es pozo insondable
de luceros ignotos; ¡fruta la más jugosa
que aprisionó mi boca...! Quiero hacerme pequeña
para caber entera en el cálido hueco
de tu mano morena; y por encantamiento
quiero incrustarme allí donde están dibujadas
las líneas del destino, que allí en tu mano sea
mi perfil de medalla como un raro amuleto
que miras en secreto, que nadie sepa, nadie,
que me he fundido en ti, en tu sangre ardorosa,
en tu espíritu inmenso, en tu azul juventud;
que soy parte integrante de tu materia viva,
tuya, por el amor que todo dignifica.
Así cuando tú partas... me llevarás contigo;
y allá lejos seremos como un enorme sol
alumbrando caminos por honduras secretas,
seremos como un faro que en noche tormentosa
riega con sus luceros a la muerte que ronda,
a la vida que pasa..., gritaremos al mundo
que es tiempo todavía para que no se hunda
irremediablemente... y así siendo tu vida
y tu emoción más honda, tu alegría más pura,
¡volcaré mi experiencia para simiente viva...!

LA BALADA DE LA CRUZ DEL SUR
Del gran jazminero del cielo
brotaron los cuatro jazmines,
ardieron los pétalos rubios
del Crucero.

Del gran libro abierto del cielo
brotaron las letras de fuego;
los ojos profanos no pueden
leer lo que dice el Crucero.

Las cuatro fragantes estrellas
en forma de cruz florecieron.

Y todas las noches yo rezo
mirando la cruz en el cielo,
y todas las noches yo ruego...
y en éxtasis quedo.

Yo sé que mi amado allá lejos
se duerme mirando el Crucero;
bien sé que mi amado me besa
en cada fragante lucero.

Del gran libro abierto del cielo
brotaron las letras de fuego
y todos los ojos amantes
leyeron amor en el cielo.

ALAS ROTAS
Pobre avión de madera,
que en mi terraza llenade sol te balanceas,
simbólico juguete
que amasaron con llanto manos de bolivianos prisioneros,
eres toda una historia...
tú señalas una época de furor y de sangre;
hermanos con hermanos mutilaron sus carnes,
se abrieron las entrañas de los menos culpables,
aves de mal agüero, en busca de gusanos
¡se hartaron de picotear frutos humanos!
Pobre avión de madera con las hélices rotas,
hoy te he alzado del suelo con los flancos heridos,
ayer no más tenias el color del pecado;
eras soberbio y único, orgulloso y altivo;
destiñeron las lluvias el barniz de tus alas
que inquietas se agitaron en imposible vuelo
y dóciles se plegaron en mi regazo tibio,
como un pájaro niño que se muere de frío.
¡Pobre alma mía, pájaro que besó el hastío,
hoy mi alma se inquieta en un vuelo imposible;
me atrae el infinito con todos sus secretos...!
por eso hoy me vestí del color del pecado,
con un rojo sangriento y leves motas negras
como la ingratitud;
pero, oh destino, destino,
me he quedado muy quieta, con las alas plegadas...
¡Soy un pájaro más con las hélices rotas!

BARRO CELESTE (1943)

RENOVACIÓN
a Luciano Miral

Me convertí en verdugo de mi felicidad,
me castigué a mí misma con implacable saña,
por un poco de luz, un poco de ceniza,
mis ojos han perdido su limpidez de aurora,
mi mejilla ardorosa es lecho de mis lágrimas
y mi boca está amarga cual gota de veneno.

¿Mañana...?
¡Mañana un nuevo sol alumbrará mi día
y el recuerdo de ayer se esfumará en el tiempo!
Seré un lapacho altivo con el alma de un niño,
que en el otoño pálido desafiará a los vientos;
se doblarán mis ramas heridas por el rayo,
pero mi tallo fuerte nunca podrá romperse
pues lleva en sus entrañas savia de días amargos
lava roja y candente que quema y purifica.
Mañana un nuevo sol entibiará mi vida
y en la fosa del tiempo quedará la vendimia,
retoñarán mis ramas en cada primavera,
mi encrespada melena se cubrirá de flores,
de pequeñas auroras cargadas de rocío
y como un ancho nido cobijará a los vientos.

¡Será mi voz entonces como un torrente claro
de metálico acento, sonoro como el bronce;
naturaleza plena desbordante de fe
será mi voz humana, conjunción de dos astros;
simiente que se eleva de dos cálices vivos!

LO MAGNÍFICO
a Sesostris Olmedo
Encontrar solamente allanado el camino,
con el dulce acicate de lo desconocido;
redondeles de sol por un sendero en sombras;
un mundo de ternuras con mucho de congojas,
la gloria coronada de mirtos o de rosas,
pero luchando siempre sobre todas las cosas.
Poner en manos de alguien mi destino
con sus crucifixiones y con el estallido
magnifico de su aletazo en llamas;
ardiente, eterno verbo de luz en mis entrañas...

Subir la árida cuesta por mí misma
aunque gustando el áspero sabor
agridulce y fatal de unos cuantos tropiezos;
ser la blanca hilandera del ensueño
que deslíe los copos como besos;
devolver bien por mal, en temblorosa
renunciación, mas sin claudicaciones;
ser rosa que deshojáse sobre los corazones,
ser corazón sangrando sobre espinas y rosas,
ser ave que aletea plañendo a ras del suelo,
ser águila sin freno que supera su vuelo
hasta la enhiesta, solitaria roca,
¡hasta golpear la inmensidad del cielo
como una diosa loca...!

MAGNOLIA
Magnolia,
que escondes la fuerza de rara fragancia
en el nacarado color de tu piel,
efluvios suaves tu pétalo escancia;
tu carne de estrellas; dulces ambrosías
donde se bañaron los rayos de luna,
donde se volcaron panales de miel,
Magnolia,
reina de las pálidas ilusiones mías...
¡Satúrame toda con perfume fresco
de tu fresca fronda
que a soñar convida...!

ASÍ ES LA VIDA
Fue fugaz el encuentro;
tus ojos en mis ojos;
yo me miré por dentro
y vi mi corazón
sangrar por diminutas
y sutiles heridas.

Como una rosa roja
era mi corazón,
sus filtros destilaban
dolor, perdón, amor.

¡Cuánto te quise, amado,
cuánto te quiero aún,
cuánto lloré en mi vida
sin que lo sepas tú!

Cuán dulce es la alegría
del encuentro fugaz,
cuán triste es la partida...
sin que pueda jamás
besar, besar, besar
esa boca querida,
y luego reclinar
tu cabeza en mi pecho,
y al murmurar un rezo
quedamente al oído,
decirte: amado mío,
¡no te podré olvidar!

MI VENGANZA
¿Habráse visto cosa más curiosa,
que el agredido sea el que agredió,
habráse visto cosa más graciosa,
que el ofendido sea el que ofendió?

¡Siglo de paradojas,
tempestades del alma...
por más que el viento con furor azote
y ciegue con arena nuestros ojos,
la deseada aurora
brillará más diáfana,
porque es ley de las leyes
que a toda tempestad siga la calma!

Del choque de dos piedras nace luz,
mar revuelto bendice el pescador;
y yo, la humilde sierva del Señor,
lebrel el más dichoso de Jesús,
guardo un poco de esencia,
flor de Nuestra Señora la Experiencia.

Devuelvo con un zumo de bondad
al que cree abatirme con maldad.

¡Chocó mi pedernal y se hizo luz,
y llevo esa bondad
como bandera o cruz!

TU NOMBRE
Tu nombre solo es un verso,
tu nombre es un largo beso.

Tu boca es fresca fontana
que está dentro de mi entraña.

Eres el largo camino
donde corre mi destino.

Alumbras como una estrella,
por lejana la más bella.

Eres el faro esplendente
que se espeja en mi corriente.

Tu nombre es un embeleso...
tu nombre solo es un verso,
tu nombre es un largo beso.

LUZ EN EL ABISMO (1954)

INSPIRACIÓN
a Fassman
Aquí estoy esperando
la invisible señal de tu prodigio:
¿acaso esté ya en mí?; tal vez exhale
el alma nemorosa de tus bosques
para volcarse en tempestad de estrellas
sobre el obscuro cauce de mis venas.

Aquí estoy aguardando
el aceite oloroso de tu lámpara:
toca mi frente pensativa y ancha
y riela suavemente entre los surcos
el trémolo celeste de tu llama
soberbia, poderosa y enigmática.

Acaso esté ya en mí,
rebaño en fuga de gacelas blancas,
ligero pie en potencia de infinito,
realidad intocada y gestadora
de una simiente oculta y portentosa
en el vientre fecundo de los siglos.

¡Acaso esté ya en mí...!

ROMANCE DE LA SOLEDAD
Para qué quiero cantarte,
primavera, para qué.
Si mis ojos se alargaron
de tanto decir: ¿por qué?
Para qué quiero cantarte,
primavera, para qué,
si me dueles en el pecho,
me castigas con tu luz,
y el estallar de tus yemas
son latigazos en cruz.

Para qué quiero cantarte,
primavera, para qué.
Si mis ojos se secaron
de tanto decir: ¿por qué...?

Si hasta el sauce del sendero,
verde, de verde esperar,
en las aguas de un arroyo
su cabellera escondió,
cerró sus ojos de agua
para no verme llorar.

Para qué quiero cantarte,
primavera, para qué.

Me vestí de tus jazmines,
alba, en el alba lunar,
no llegó mi golondrina
para verme florecer.

Para qué quiero cantarte,
primavera, para qué;
si ya ni cantando puedo
con mi inmensa soledad:
si me dueles en el pecho,
me castigas con tu luz,
y el estallar de tus yemas
son latigazos en cruz.

COMO UN DIAMANTE
No he sido yo, has sido tú el primero
en llamar a la aldaba de mi pórtico;
era tu voz tan pura, tu acento tan cálido,
que al frescor desbordante de tu palabra nueva
de par en par se abrieron las puertas de mi alma.

Y así entraste a pulsar su vibración más íntima,
buceaste afanoso en la búsqueda inútil
de encontrar algo impuro; todo era tan simple
que los dos nos atamos con un lazo invisible.

El que nunca ha querido, no sabe de esta hora
plena de suave encanto, en que de amarse tanto
el alma se deslíe, en que se hace abstracción
de todo lo que es malo, en que se quema incienso
entre ídolos humanos, en que la vida grita:
¡Vive, vive y sonríe, como la flor que rompe
su botón en la noche, como el agua que canta,
como el ave que trina, como arco que vibra
sobre caja sonora, como rosada aurora
que explota por oriente, maravillosamente!

Tan divina locura no podía durar,
se ha alzado entre nosotros el bárbaro fantasma
de la duda cruel, corrosiva y maldita
que cual garfio de acero se ha prendido a mi alma
y gota a gota va escanciando en la copa
su ponzoña mortal.

La vigilia ha cargado de violeta mis ojos,
mi boca se ha plegado en rictus doloroso,
mis dedos se han llenado de una luz marfileña,
retorcidos están en la inútil espera...
Manos largas y finas que arrancaron tu asombro
pues eran cual las manos de tu madre adorada.

¡Sigo siendo sincera, sigo amándote mucho,
nunca he sido perversa, ni jamás de mi boca ha salido
la palabra terrible que haría polvo tu anhelo!
Sin embargo me hieres y me muerdes muy hondo,
con despego me matas, me golpeas las sienes,
sin pensar, sin saber que la masa compacta
es de un agua muy pura, ¡luminaria sagrada
que se vuelve más diáfana, cuando brota su sangre
hecha toda de llamas!

BALADA DE LA CANCIÓN SIN REPROCHE
Ayer crucé el poblado bajo el sol de la tarde. Y yo
     quería llegar al otro lado del poblado para enviarte
     un mensaje en la caña sonora del río.
Mi ancha cintura, ancha de tu simiente, se curvó de
     cansancio. Y yo debía cruzar el bosque y el
     bosque estaba lejos.

Ayer nació tu hijo, y tú estabas muy lejos. La flor de
     mi cintura se abrió de cansancio y en un claro del
     bosque vino al mundo tu hijo. Estaba muerto.
Y yo no pude enviarte el mensaje en la caña sonora del río.

Ayer enterré a tu hijo, y no quedó tan solo le acompañan
     los pájaros del bosque, vela su sueño de inocencia la guitarra
     del viento y le hacen cortejo amable las doradas luciérnagas.

Ayer enterré a tu hijo bajo un árbol, en un claro del bosque. Era
    blanda la tierra, blanda, blanda de lluvia; blanda, blanda
    de arcilla; blanda, blanda de lágrimas.

¿En qué corola tierna mirarás a los astros, niño de mis entrañas?
     ¿Le mirarás en nardo?

El pájaro campana llora su flauta mágica al filo de la noche. Ha
     quedado mí hijo, en un claro del bosque, en medio de la
     orquesta de los pájaros, la oración sin palabras de las hojas y
     el cabrillear de luciérnagas errantes.

Y yo no pude enviarte el mensaje en la caña sonora del río.

VIVIR ES DECIR (1977)

PERFIL DE UN RECUERDO
Solamente
en la dimensión del sueño
eres mi compañero
de bohemia.

Ya está lejano el día,
cuando en aire
de trigos ondulantes
-muslo de céfiro andando-
el cántaro llevaba
rezumando rocío.

Lejana primavera
con tobillos desnudos
-sutiles como pez
espada -
antigua y siempre nueva primavera.

Nos unió nuestro
mundo imaginado
hasta encontrar
tu alma fugitiva
y despojada
de toda sombra,
mi entraña recogió
su propio grito
hasta limpiarse
el corazón de barro.

En el mapa
de nuestras vidas,
hay un continente de sueños
marcado por rutas
imposibles...

DESENCUENTRO
Tengo vibrando el surco
con humus de tu esencia.

Oh, tú, Apolo de Belvedere,
tú, la corola cerrada
y yo, la madura flor.

Soy una espiga laxa
que aprisiona tus brazos;
tú me amas, me amas;
me lo dicen tus ojos
alargados en bayas,
tu frente iluminada,
tus cabellos castaños,
tus largos dedos sabios,
oh explorador de continentes.

No hay palmo de mi tierra
que tú no hayas besado.

Años y años han pasado,
y tú, siempre a mi lado,
siempre adorándome,
tú, el hombre más bello
que Dios creó en el mundo,
tú el más amoroso,
tú el más refinado.

Y sin embargo, anoche,
la noche joven
me encontró llorando...

EL AMULETO
Era un dios de ojos verdes,
ojos de extraña luminosidad.

Cruzó todos los mares,
tal vez en un velero innominado
o en una flor de camalote abierta,
y acaso tal vez de esos lugares
bebió en sus ojos el revuelto oleaje
de sus luces cambiantes como un mar.

Fue una luz en mi vida,
fue el fanal de mi alma;
escuché de sus labios
palabras nunca oídas,
y mi nombre en su boca
era como la suavidad de un ruego
que se eleva en plegaria
para morirse luego...

Fue gota de ternura derramada
sobre mi otoño florecido en rosas.

Solo creí yo en él.

Como nave que pierde el derrotero
y se estrella contra la inmensidad,
así mi alma naufragó en su mar.

Por eso, no le olvido...

Y el beso que yo no pude darle
y la caricia que siempre quedó trunca,
hoy me atormentan como nunca... nunca...

NUNCA HAY VASO COLMADO
Cuando estas junto a mí,
tiembla todo mi ser.
Cuando estoy junto a ti
hecha estatua de carne,
de sangre y vibraciones,
toda yo temblorosa
por la emoción interna
que fluye hacia los centros
sensibles del amor.

Cuando estás junto a mí,
cuando estoy junto a ti,
despetalada orquídea,
la copa aún en brindis
de la suprema libación,
mi corazón me grita,
me grita que eres mío,
mío por la ilusión,
mío por la esperanza
y mío por el destino.

¿Quién dice que oficiada
la misa del amor,
es cáliz derramado?

Si en amor verdadero
nunca hay vaso colmado.

POEMAS INÉDITOS (1985)

OTOÑO
Gracia plena al escuchar tu voz,
un otoño niño, apenas niño,
saturado todavía de un caliente
trasnochar del verano resentido;
al escuchar tu voz, ensueño mío,
vertiginosamente galopó en mis sienes
otro caudal de vida estremecida.

ESTOS BORRONES
Estos borrones
tienen su historia:
amarga como una vida
y desconcertante
como el destino;
haber dado
todos sus afanes prolijos
durante años y años
para quedar en un punto
del horizonte,
con la fe deshecha;
pero las manos todavía
rebosantes de cariño
al tenderse
en minúsculas estrellas
hacia el infinito...

RENACER
Al susurrar el viento entre mis hojas,
ninguna voz antigua le detuvo;
gracia inocente se amparaba en rosas
espléndidas, fragantes, nemorosas,
eternas, luminosas y sutiles

como olvidado amor recién nacido.

CELOS
De un golpe certero
tiraste la capa mortuoria
sobre mis hombros,
¡y con qué puntería!

Esperé años
y día a día
iba progresando
tu orgullo,
tu desamor,
tu rebeldía.
Te dí gota a gota
sangre de mis arterias,
desmenucé mis primaveras,
hice una guirnalda
de juventudes
para tu vida entera.
Haces alarde
de un no sé qué
al tirarme una migaja
de tus días.

ÍNDICE
FLOR DE CAÑA (1940) : Balada de la Flor de Caña, Flor de Caña, Bendición, Añoranza, El encuentro, Crepúsculo, Panteísmo, Exaltación, Invierno asunceño, Connubio, El beso, Balada de la esperanza, Paisaje trunco, Fusión, La balada de la Cruz del Sur, Alas rotas, La partida,
BARRO CELESTE (1943) : Renovación, Lo magnífico, Magnolia, Cromo, 36
Así es la vida, Mi venganza, Eclosión, Comunión, Dilema, Tu nombre,
LUZ EN EL ABISMO (1954) : Inspiración, La canción de la espera,  "Saudade", Romance de la soledad, Contraste, Como un diamante, Ausencia,
Versos de la canción rotunda, Renunciación, Raíz, Balada de la frase que espero, Balada de la canción sin reproche, Quimera de carne, Andar,
VIVIR ES DECIR (1977) : Perfil de un recuerdo, Desencuentro, El amuleto, Nunca hay vaso colmado, Frente al mar, Cárcel, Como el cactus, Límite, Ciudad natal, Implacable,
POEMAS INÉDITOS (1985) : Otoño, Estos borrones, Renacer, Celos.

ENLACE RECOMENDADO:
PEREGRINO DE LA ETERNIDAD
Autora:
RENÉE FERRER
Edición digital: Alicante :
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001
N. sobre edición original:
Edición digital basada en la de Asunción (Paraguay),
Alcándara Editora, 1985.

 
 


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