EMILIOPRATS GILL
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
AMOR MAR
.
.
Mis dos pupilas tienen sed de eternidad de contemplarte;
mi corazón tiembla de afán cuando se acerca al estandarte
de tus impúberes primores;
y en el gallardo firmamento de mis ensueños, la alborada
nace: divino meteoro con larga cauda de rubores,
que se ha incrustado en mis entrañas para afirmar que eres mi amada.
.
Toda la luz del sol es poca si se compara con el fuego de mi pasión.
Tal magnitud tiene la hoguera, que con mis lágrimas la riego
para amenguar la quemazón.
Ante tu altar de maravilla con el silencio yo te ruego
que me levantes a los cielos donde ha nacido tu visión.
¡pues de adorar se ha vuelto ciego sin sosiego mi corazón!
.
Desde los tiempos mitológicos, mi ser vagaba por el mundo buscándote:
se reencarnó como cien veces. Cada vez era más profundo
en el camino del ensueño ...¿Dónde estarías? ... No lo sé...
-La realidad es superior a lo mirífico y la fe-
me declararon tus dos ojos cuando por fin ya te encontré.
Desde los tiempos milenarios mi alma buscaba por el mundo;
por eso te amo por millones y con cariño tan rotundo:
¡oh, la infinita amada mil de mi extravío vagabundo!...
.
Tú no vislumbras estos dichos, pero mi alma sí te ve.
.
¡Oh, mi pasión, la favorita de los destinos y lo ignoto!
¡Oh, tus pupilas deslumbrantes llenas de luz del más allá!
Cuando me hunda como un náufrago en este amor-mar en que floto,
no quedará el idilio roto.
.
Porque mi espíritu a sí mismo de la constancia se hizo voto
y como lírico creyente vive en granito y resedá.
¿Qué más le da,
si al ausentarse de tus flores todo el jardín detentará?...
.
Envío al mar
.
Mar mugidora y confidente:
tu humanidad de carne azul siente el espasmo tempestad;
no así mi amada, rosa virgen de los jardines del presente,
que por su edad de alba florida y floreciente
y por su espíritu inocente,
¡es más feliz que tu sonora inmensidad!
¡Candor... Valor ... Virginidad... !
En: Revista del Ateneo Paraguayo.
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mi corazón tiembla de afán cuando se acerca al estandarte
de tus impúberes primores;
y en el gallardo firmamento de mis ensueños, la alborada
nace: divino meteoro con larga cauda de rubores,
que se ha incrustado en mis entrañas para afirmar que eres mi amada.
.
Toda la luz del sol es poca si se compara con el fuego de mi pasión.
Tal magnitud tiene la hoguera, que con mis lágrimas la riego
para amenguar la quemazón.
Ante tu altar de maravilla con el silencio yo te ruego
que me levantes a los cielos donde ha nacido tu visión.
¡pues de adorar se ha vuelto ciego sin sosiego mi corazón!
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Desde los tiempos mitológicos, mi ser vagaba por el mundo buscándote:
se reencarnó como cien veces. Cada vez era más profundo
en el camino del ensueño ...¿Dónde estarías? ... No lo sé...
-La realidad es superior a lo mirífico y la fe-
me declararon tus dos ojos cuando por fin ya te encontré.
Desde los tiempos milenarios mi alma buscaba por el mundo;
por eso te amo por millones y con cariño tan rotundo:
¡oh, la infinita amada mil de mi extravío vagabundo!...
.
Tú no vislumbras estos dichos, pero mi alma sí te ve.
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¡Oh, mi pasión, la favorita de los destinos y lo ignoto!
¡Oh, tus pupilas deslumbrantes llenas de luz del más allá!
Cuando me hunda como un náufrago en este amor-mar en que floto,
no quedará el idilio roto.
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Porque mi espíritu a sí mismo de la constancia se hizo voto
y como lírico creyente vive en granito y resedá.
¿Qué más le da,
si al ausentarse de tus flores todo el jardín detentará?...
.
Envío al mar
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Mar mugidora y confidente:
tu humanidad de carne azul siente el espasmo tempestad;
no así mi amada, rosa virgen de los jardines del presente,
que por su edad de alba florida y floreciente
y por su espíritu inocente,
¡es más feliz que tu sonora inmensidad!
¡Candor... Valor ... Virginidad... !
En: Revista del Ateneo Paraguayo.
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LEY LÍRICA
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En medio de la noche y la esperanza
palpita el corazón, se agita y danza.
¿Escuchas el rumor del infinito:
entre suspiros mil perdido un grito?
La música del alma es el ensueño
sediento de destino no pequeño.
Se eleva el diapasón hasta las nubes
si ahondas en tu espíritu y si subes...
La divina bondad de la quimera
consiste en el granito de la espera.
Procura que tu andar sea la cumbre
y no las huellas de la muchedumbre.
Si sabes que a través de las estrellas
hay menos luz que en dos criaturas bellas,
serás en el carnívoro hormiguero:
soledad y distancia de lucero.
Las nubes de la vida y el olvido
son transitorias como tu vestido.
¡La virgen claridad llega al abismo
si la llevas quemándote a ti mismo!...
En: Revista del Ateneo Paraguayo. (…) “Ley Lírica, por lo que sabemos, la última composición publicada de Prats Gill, vio la luz en el número de “Juventud” del 30 de diciembre de 1926, con ese número moría la revista del grupo del cual formaba parte nuestro poeta. Es como su testamento (…)” – José Concepción Ortiz. Notas para un ensayo acerca de su obra.
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CAPULLO DE AMOR
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palpita el corazón, se agita y danza.
¿Escuchas el rumor del infinito:
entre suspiros mil perdido un grito?
La música del alma es el ensueño
sediento de destino no pequeño.
Se eleva el diapasón hasta las nubes
si ahondas en tu espíritu y si subes...
La divina bondad de la quimera
consiste en el granito de la espera.
Procura que tu andar sea la cumbre
y no las huellas de la muchedumbre.
Si sabes que a través de las estrellas
hay menos luz que en dos criaturas bellas,
serás en el carnívoro hormiguero:
soledad y distancia de lucero.
Las nubes de la vida y el olvido
son transitorias como tu vestido.
¡La virgen claridad llega al abismo
si la llevas quemándote a ti mismo!...
En: Revista del Ateneo Paraguayo. (…) “Ley Lírica, por lo que sabemos, la última composición publicada de Prats Gill, vio la luz en el número de “Juventud” del 30 de diciembre de 1926, con ese número moría la revista del grupo del cual formaba parte nuestro poeta. Es como su testamento (…)” – José Concepción Ortiz. Notas para un ensayo acerca de su obra.
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CAPULLO DE AMOR
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Cuando siento que el límpido recuerdo
de nuestro idilio, me ilumina el alma,
se desgaja el espíritu en ternuras
y en candor de suspiros y de lágrimas.
.
Eres el son de intermitente olvido
que en los confines del ensueño vagas,
con súbitos eclipses en la sombra,
como la luz de una fugaz luciérnaga.
.
Te desvaneces vaga en el crepúsculo
para tornar a resurgir al alba,
con el fulgor de una pasión extinta
a los compases de una etérea danza.
.
No quieras, no, permanecer intacta
en el bullicio de mis añoranzas,
pues, sólo fuiste para mí un capullo
de amor pueril e inconsistente ... Nada...
Y todo en la corriente breve y rápida
donde flotaban prematuras ruinas...
¿Cómo querías un castillo alzar
con cimientos de escombros en el agua?
.
Vamos atrás, ¡oh, mi inefable sombra!:
nadie supera tu memoria alada;
porque las otras fueron cercanía,
y la materia desde cerca, estraga.
.
¿No ves las vidas cómo son divinas
en los anales de las viejas páginas?
Así, las novias cuanto más remotas
tienen opción a ser más adoradas.
.
Yo dejé que la dicha de estar juntos
se malograse en pro de la esperanza,
porque sé que el amor es espejismo
que se esfuma al contacto de la amada.
En: Revista del Ateneo Paraguayo.
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de nuestro idilio, me ilumina el alma,
se desgaja el espíritu en ternuras
y en candor de suspiros y de lágrimas.
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Eres el son de intermitente olvido
que en los confines del ensueño vagas,
con súbitos eclipses en la sombra,
como la luz de una fugaz luciérnaga.
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Te desvaneces vaga en el crepúsculo
para tornar a resurgir al alba,
con el fulgor de una pasión extinta
a los compases de una etérea danza.
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No quieras, no, permanecer intacta
en el bullicio de mis añoranzas,
pues, sólo fuiste para mí un capullo
de amor pueril e inconsistente ... Nada...
Y todo en la corriente breve y rápida
donde flotaban prematuras ruinas...
¿Cómo querías un castillo alzar
con cimientos de escombros en el agua?
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Vamos atrás, ¡oh, mi inefable sombra!:
nadie supera tu memoria alada;
porque las otras fueron cercanía,
y la materia desde cerca, estraga.
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¿No ves las vidas cómo son divinas
en los anales de las viejas páginas?
Así, las novias cuanto más remotas
tienen opción a ser más adoradas.
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Yo dejé que la dicha de estar juntos
se malograse en pro de la esperanza,
porque sé que el amor es espejismo
que se esfuma al contacto de la amada.
En: Revista del Ateneo Paraguayo.
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Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA / Tel. (595-21) 373.594 / arami@rieder.net.py – Asunción / Paraguay. 2005. 781 pp.).
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