Autor: ADRIANO MATHEU
AGUIAR
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
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En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
.
TÚ Y YO
Onda tranquila que girando rueda
. Sobre la mar azul
Blando suspiro de la brisa leda
. Eso eres tú.
Barca maldita que no encuentra puerto
. Si ruge el aquilón,
Caminante extraviado en el desierto
. Eso soy yo.
Sultana que envidiara la que es diosa
. De la rica Stambul,
Mágico encanto de la vida hermosa
. Eso eres tú.
Esclavo que desprecia y que castiga
. Injusto su señor,
Paria que en vano busca una mano amiga
. Eso soy yo.
Tierna endecha que entona melodiosa
. El bardo en su laúd,
Ruido de besos en la selva hojosa
. Eso eres tú.
¡Ay! de muerte que envuelta en la balumba
. Un ánima lanzó
Rumor de huesos en oscura tumba
. Eso soy yo.
Creada en el año 1885.
Publicada en: La Democracia, Asunción, 2-1-1885.
RECUERDO A LA PATRIA
Allá, en la tierra hermosa del Paraguay querida,
En la Asunción florida de mi cuna se meció,
La linfa de su río corriendo sonorosa
Cual madre cariòosa mis sueños arrulló.
Soy trovador errante que en tierra extraña canto,
Pero recuerdo en tanto la patria en que nací,
Que, aun cuando no tuviese del vencedor la gloria,
Es digna de memoria la tierra guaraní.
Soy hijo de ese pueblo que en la lucha no se abate
Y muere en el combate sin exhalar un ¡ay!
En lid sangrienta y ruda ya demostró a las gentes
Que es cuna de valientes el noble Paraguay.
Un pueblo que creyeron ilota, afeminado,
Ante el peligro, osado, viril se puso en pie,
Como Mesenia un día supo decir: "no tengo",
Y un nuevo Aristodemo cada hijo suyo fue.
No vieron sus soldados el triunfo en la batalla,
La sangre, la metralla velaron su mirar,
Y muertos, si sus palmas nególes la victoria,
Rayo de luz la historia su heroísmo hace brillar.
Es digno por la patria caer en la pelea,
Que fama gigante se adquiere, así, al morir;
Cobarde es el que olvida lo que a tal madre debe,
Aquel que no se atreve por ella a sucumbir.
Ejemplo da Espartaco de lo que puede un bravo,
Aun cuando gima esclavo de torpe iniquidad,
Y de guarán el nieto fue gladiador osado
Que defendió esforzado la patria integridad.
De prolongada guerra, que todo lo devora,
La llama asoladora comienza en el Yatay,
Ni pueblos, ni campiñas, ni bosques, nada escapa
De Itapirú hasta el Apa, del Chaco al Amambay.
Fulmínea la sorpresa estalla el Dos de Mayo,
Do extrema el paraguayo su impulso arrollador;
De Tuyutí en el llano hay lucha de gigantes,
Con ecos resonantes vocéalo el cañón.
Del Sauce en la espesura la sangre va a raudales,
Los bravos orientales ilustran su pendón,
Intrépido el "Florida" rastro de gloria deja
Allí, donde Palleja cayera, en Boquerón.
Un lustro de combates flameó siempre altanera
La tricolor bandera que nada hizo abatir;
Triunfante ondeó a la brisa de Acayuasá en el puente;
De gloria refulgente brilló en Curupayty.
Tras batallar porfiado en que en valor descuellan
Los aliados huellan el alto Lambaré,
Por ellos destrozados en su último baluarte
El león con su estandarte cayó en Itá-Ybaté.
Hecha un jirón su enseña no abate su fiereza,
De Azcurra en la aspereza aun vuelve a combatir;
Le ve Barrero Grande lidiar en su recinto
Y en roja sangre tinto corre el Piribebuy.
¡Cinco años de exterminio! Por fin la hueste fiera
Luchó por vez postrera allá, en Cerro Corá,
Y López su caudillo, envuelto en la matanza,
Al bote de una lanza rodó al Aquidabán.
Un pueblo generoso hoy vuelve a vuestra tierra
Trofeos que en la guerra valiente conquistó,
El Uruguay hermano nos tiende mano amiga
Y su nobleza obliga al pueblo que venció.
El alma de los bravos, que vela en la trinchera
Donde luchando hiciera prodigios de valor,
Despierta, se estremece, se agita y cree que sueña
De nuevo al ver la enseña caída con honor.
Sepulto está el pasado. De la infernal querella
Borraron la honda huella amor y gratitud;
Unirse tras terrible combate brazo a brazo
En un estrecho abrazo, de héroes es virtud.
Eterna la memoria de acción tan noble y bella
Al lado de su estrella coloca el Paraguay,
Para estrechar la suya tendrá su mano abierta
Si un día a nuestra puerta llamase el Uruguay!
Fechada en Montevideo el 21-V-1885. Publicada en: La Democracia, Asunción, 2-VI-1885. Cfr. Adriano Irala y Santino U. Barbieri: Paraguay-Uruguay, Buenos Aires, Compañía Impresora de Billetes de Banco, 1913.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA / Tel. (595-21) 373.594 / arami@rieder.net.py – Asunción / Paraguay. 2005. 781 pp.).
TÚ Y YO
Onda tranquila que girando rueda
. Sobre la mar azul
Blando suspiro de la brisa leda
. Eso eres tú.
Barca maldita que no encuentra puerto
. Si ruge el aquilón,
Caminante extraviado en el desierto
. Eso soy yo.
Sultana que envidiara la que es diosa
. De la rica Stambul,
Mágico encanto de la vida hermosa
. Eso eres tú.
Esclavo que desprecia y que castiga
. Injusto su señor,
Paria que en vano busca una mano amiga
. Eso soy yo.
Tierna endecha que entona melodiosa
. El bardo en su laúd,
Ruido de besos en la selva hojosa
. Eso eres tú.
¡Ay! de muerte que envuelta en la balumba
. Un ánima lanzó
Rumor de huesos en oscura tumba
. Eso soy yo.
Creada en el año 1885.
Publicada en: La Democracia, Asunción, 2-1-1885.
RECUERDO A LA PATRIA
Allá, en la tierra hermosa del Paraguay querida,
En la Asunción florida de mi cuna se meció,
La linfa de su río corriendo sonorosa
Cual madre cariòosa mis sueños arrulló.
Soy trovador errante que en tierra extraña canto,
Pero recuerdo en tanto la patria en que nací,
Que, aun cuando no tuviese del vencedor la gloria,
Es digna de memoria la tierra guaraní.
Soy hijo de ese pueblo que en la lucha no se abate
Y muere en el combate sin exhalar un ¡ay!
En lid sangrienta y ruda ya demostró a las gentes
Que es cuna de valientes el noble Paraguay.
Un pueblo que creyeron ilota, afeminado,
Ante el peligro, osado, viril se puso en pie,
Como Mesenia un día supo decir: "no tengo",
Y un nuevo Aristodemo cada hijo suyo fue.
No vieron sus soldados el triunfo en la batalla,
La sangre, la metralla velaron su mirar,
Y muertos, si sus palmas nególes la victoria,
Rayo de luz la historia su heroísmo hace brillar.
Es digno por la patria caer en la pelea,
Que fama gigante se adquiere, así, al morir;
Cobarde es el que olvida lo que a tal madre debe,
Aquel que no se atreve por ella a sucumbir.
Ejemplo da Espartaco de lo que puede un bravo,
Aun cuando gima esclavo de torpe iniquidad,
Y de guarán el nieto fue gladiador osado
Que defendió esforzado la patria integridad.
De prolongada guerra, que todo lo devora,
La llama asoladora comienza en el Yatay,
Ni pueblos, ni campiñas, ni bosques, nada escapa
De Itapirú hasta el Apa, del Chaco al Amambay.
Fulmínea la sorpresa estalla el Dos de Mayo,
Do extrema el paraguayo su impulso arrollador;
De Tuyutí en el llano hay lucha de gigantes,
Con ecos resonantes vocéalo el cañón.
Del Sauce en la espesura la sangre va a raudales,
Los bravos orientales ilustran su pendón,
Intrépido el "Florida" rastro de gloria deja
Allí, donde Palleja cayera, en Boquerón.
Un lustro de combates flameó siempre altanera
La tricolor bandera que nada hizo abatir;
Triunfante ondeó a la brisa de Acayuasá en el puente;
De gloria refulgente brilló en Curupayty.
Tras batallar porfiado en que en valor descuellan
Los aliados huellan el alto Lambaré,
Por ellos destrozados en su último baluarte
El león con su estandarte cayó en Itá-Ybaté.
Hecha un jirón su enseña no abate su fiereza,
De Azcurra en la aspereza aun vuelve a combatir;
Le ve Barrero Grande lidiar en su recinto
Y en roja sangre tinto corre el Piribebuy.
¡Cinco años de exterminio! Por fin la hueste fiera
Luchó por vez postrera allá, en Cerro Corá,
Y López su caudillo, envuelto en la matanza,
Al bote de una lanza rodó al Aquidabán.
Un pueblo generoso hoy vuelve a vuestra tierra
Trofeos que en la guerra valiente conquistó,
El Uruguay hermano nos tiende mano amiga
Y su nobleza obliga al pueblo que venció.
El alma de los bravos, que vela en la trinchera
Donde luchando hiciera prodigios de valor,
Despierta, se estremece, se agita y cree que sueña
De nuevo al ver la enseña caída con honor.
Sepulto está el pasado. De la infernal querella
Borraron la honda huella amor y gratitud;
Unirse tras terrible combate brazo a brazo
En un estrecho abrazo, de héroes es virtud.
Eterna la memoria de acción tan noble y bella
Al lado de su estrella coloca el Paraguay,
Para estrechar la suya tendrá su mano abierta
Si un día a nuestra puerta llamase el Uruguay!
Fechada en Montevideo el 21-V-1885. Publicada en: La Democracia, Asunción, 2-VI-1885. Cfr. Adriano Irala y Santino U. Barbieri: Paraguay-Uruguay, Buenos Aires, Compañía Impresora de Billetes de Banco, 1913.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA / Tel. (595-21) 373.594 / arami@rieder.net.py – Asunción / Paraguay. 2005. 781 pp.).
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