Autor: NATALICIO DE MARÍA
TALAVERA
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
TALAVERA
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
.
A MI MADRE
Ya para mí no hay gloria
todo mi bien llevóse la cruel muerte;
triste recuerdo la fatal memoria
me pinta en los dolores de mi suerte;
pues la pasada historia
paréceme ilusión forjada en sueño;
y despertando del letal beleño
al golpe de la parca, furibundo,
atónito y lloroso considero,
que cual brilla el relámpago ligero,
así pasan las glorias de este mundo.
Cual pura rosa en mayo,
no bien brilla argentada
ya rueda deshojada
al golpe de aquilón,
así súbito rayo
de la parca homicida
cayó en su cara vida
y abrió mi corazón.
¿Quién podrá consolar mi aguda pena
cada vez que a mi vista dolorida
parezca objeto alguno que recuerde
la antes dichosa vida
que al dulce arrullo de mi madre amada
¿gocé? Mas ¿qué gocé? No gocé nada;
siempre ausencia, y eterno descontento
y sí algunos instantes de alegría
hurtarles pude a los sañudos hados.
¿Puede con el dolor ser comparado
qué siente en este trance el alma mía?
Nada respeta la segura airada
de la muerte cruel, ni la hermosura
ni la virtud preciada;
todo lo hunde en la tiniebla oscura
eterna, impenetrable;
que sólo al tiempo
descubrir es dable
por más que el hombre
escudriñar procura.
Veintiuno de octubre,
nunca, nunca pasarás
sin que llore el alma mía,
con tanta exaltación
como otro tiempo,
tiempo dichoso
"¡cuando Dios quería!"
me llenabas de júbilo y de gozo
y de fino placer y de alborozo
de mí, por ser el venturoso día...
Y ya no podré verte tan hermosa
cual la aurora risueña
y con faz halagüeña
cantar al son del arpa sonorosa,
ni brindar expresiva
por la salud del hijo a cada instante
y en tono alegre, con gentil semblante,
repetir cariñosa ¡viva! ¡viva!
A MI MADRE
Ya para mí no hay gloria
todo mi bien llevóse la cruel muerte;
triste recuerdo la fatal memoria
me pinta en los dolores de mi suerte;
pues la pasada historia
paréceme ilusión forjada en sueño;
y despertando del letal beleño
al golpe de la parca, furibundo,
atónito y lloroso considero,
que cual brilla el relámpago ligero,
así pasan las glorias de este mundo.
Cual pura rosa en mayo,
no bien brilla argentada
ya rueda deshojada
al golpe de aquilón,
así súbito rayo
de la parca homicida
cayó en su cara vida
y abrió mi corazón.
¿Quién podrá consolar mi aguda pena
cada vez que a mi vista dolorida
parezca objeto alguno que recuerde
la antes dichosa vida
que al dulce arrullo de mi madre amada
¿gocé? Mas ¿qué gocé? No gocé nada;
siempre ausencia, y eterno descontento
y sí algunos instantes de alegría
hurtarles pude a los sañudos hados.
¿Puede con el dolor ser comparado
qué siente en este trance el alma mía?
Nada respeta la segura airada
de la muerte cruel, ni la hermosura
ni la virtud preciada;
todo lo hunde en la tiniebla oscura
eterna, impenetrable;
que sólo al tiempo
descubrir es dable
por más que el hombre
escudriñar procura.
Veintiuno de octubre,
nunca, nunca pasarás
sin que llore el alma mía,
con tanta exaltación
como otro tiempo,
tiempo dichoso
"¡cuando Dios quería!"
me llenabas de júbilo y de gozo
y de fino placer y de alborozo
de mí, por ser el venturoso día...
Y ya no podré verte tan hermosa
cual la aurora risueña
y con faz halagüeña
cantar al son del arpa sonorosa,
ni brindar expresiva
por la salud del hijo a cada instante
y en tono alegre, con gentil semblante,
repetir cariñosa ¡viva! ¡viva!
Creada en el año 1858. Publicada en: Sinforiano Buzó Gómez, Índice de la poesía paraguaya (2a. ed.), Asunción-Buenos Aires, Indoamericana, 1952.
.
HIMNO PATRIO
¡Paraguayos! corred a la gloria
Y colmad vuestra patria de honor.
Inscribiendo al luchar, en la historia,
Nuevos timbres de noble valor.
El feroz y cobarde enemigo
Que cien veces tembló a nuestra vista
Viene audaz a buscar la conquista
De la tierra que el cielo nos dio;
Ya sus pasos resuenan confusos
Ya se escucha salvaje alarido:
¡Paraguayos! el suelo querido
El infame agresor profanó.
Del vivac donde cuenta sus glorias
Esforzado y valiente guerrero,
Y do aguza constante el acero
Contra el vil y perverso invasor,
¿No observáis al contrario insolente?
¿No miráis ya sus tiendas plantadas?
¡Extinguid sus feroces mesnadas
De las armas al rudo fragor!
Al tañido marcial del clarín
Y al clamor de la guerra horrorosa
Se levanta gigante y hermosa
La bandera de fuerza y unión;
Dulce emblema de gloria y poder,
Que dio patria y honor a esta tierra;
En la lucha, en la lid, en la guerra
Invencible te ostentas león.
Este suelo inocente y hermoso
Que al gran río le debe su nombre
Es la tierra gloriosa en que el hombre
Con su sangre se dio libertad:
Aquí alzó la justicia su trono
Levantando su espada iracunda:
Aquí el siervo la infame coyunda
En coronas trocó de igualdad.
De la patria los templos y altares,
Si es forzoso con sangre reguemos;
Y en sus aras de hinojos juremos
¡Morir antes que esclavos vivir!
Desplegada en los aires se mira
De los libres la hermosa bandera
Sus colores mostrando altanera
Del rubí, del diamante y zafir.
Creada en el año 1867. Publicada en: Cabichuí, Paso Pucú, 18-X-1867. Incluido en la necrológica denominada "CREPÚSCULO VESPERTINO", sin título por tratarse de un poema encontrado entre sus papeles luego de su muerte. Cfr.: José Rodríguez Alcalá: ANTOLOGÍA PARAGUAYA, Asunción, Talleres Nacionales de H. Kraus, 1911.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA / Tel. (595-21) 373.594 / arami@rieder.net.py – Asunción / Paraguay. 2005. 781 pp.).
.
HIMNO PATRIO
¡Paraguayos! corred a la gloria
Y colmad vuestra patria de honor.
Inscribiendo al luchar, en la historia,
Nuevos timbres de noble valor.
El feroz y cobarde enemigo
Que cien veces tembló a nuestra vista
Viene audaz a buscar la conquista
De la tierra que el cielo nos dio;
Ya sus pasos resuenan confusos
Ya se escucha salvaje alarido:
¡Paraguayos! el suelo querido
El infame agresor profanó.
Del vivac donde cuenta sus glorias
Esforzado y valiente guerrero,
Y do aguza constante el acero
Contra el vil y perverso invasor,
¿No observáis al contrario insolente?
¿No miráis ya sus tiendas plantadas?
¡Extinguid sus feroces mesnadas
De las armas al rudo fragor!
Al tañido marcial del clarín
Y al clamor de la guerra horrorosa
Se levanta gigante y hermosa
La bandera de fuerza y unión;
Dulce emblema de gloria y poder,
Que dio patria y honor a esta tierra;
En la lucha, en la lid, en la guerra
Invencible te ostentas león.
Este suelo inocente y hermoso
Que al gran río le debe su nombre
Es la tierra gloriosa en que el hombre
Con su sangre se dio libertad:
Aquí alzó la justicia su trono
Levantando su espada iracunda:
Aquí el siervo la infame coyunda
En coronas trocó de igualdad.
De la patria los templos y altares,
Si es forzoso con sangre reguemos;
Y en sus aras de hinojos juremos
¡Morir antes que esclavos vivir!
Desplegada en los aires se mira
De los libres la hermosa bandera
Sus colores mostrando altanera
Del rubí, del diamante y zafir.
Creada en el año 1867. Publicada en: Cabichuí, Paso Pucú, 18-X-1867. Incluido en la necrológica denominada "CREPÚSCULO VESPERTINO", sin título por tratarse de un poema encontrado entre sus papeles luego de su muerte. Cfr.: José Rodríguez Alcalá: ANTOLOGÍA PARAGUAYA, Asunción, Talleres Nacionales de H. Kraus, 1911.
Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA / Tel. (595-21) 373.594 / arami@rieder.net.py – Asunción / Paraguay. 2005. 781 pp.).
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