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viernes, 2 de abril de 2010

JOSEFINA PLÁ - LA LLAMA Y LA ARENA / Fuente: POESÍAS COMPLETAS. Edición digital: BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES



POESÍAS de
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
.
LA LLAMA Y LA ARENA

.
Soy...
...Soy un deseo de todo con la nada en el centro
preñez vasta de incendios que no llega a tizón
Un sueño vertical atado a un giro eterno
Estrella a la que un negro agujero absorbió

Este deseo de todo que nunca llega a nada
restallar de infinitas alas en mi interior
Un río en las entrañas y arenal en la lengua

Un sol bajo la frente y enfrente sombra sólo
Un ansia de ascensión crujiendo en cada vena
y el puño del planeta apresando mis pies
1975


Para subir
Para subir la llama devora su camino
Para llegar el río debe llenar honduras
Para llegar el viento debe saltar las torres
Para rodar la roca debe amar el suicidio

Yo criatura amasada con la tierra y el agua
llevo en el pecho el viento y en la frente la llama
Quemo bosques de sombras para abrir un camino
que no sé dónde lleva ni en qué cielo amanece

El río que en mis venas tiene su miniatura
buscando el fin también se rebalsa impotente
y en cada remanso con él detiene al cielo

Pero quedar no es su suerte o su destino
Debe seguir recuperando su camino
a costa de colmar despeñándose abismos
1968


La flor no ve
La flor no ve la luz Tan sólo la presiente
y en su sueño ella tiene la forma de los frutos
El pez no mira el agua Tan sólo la respira
Pero ella en uno solo le abre casa y camino
enseguida cerrados

El ave pez del aire qué es el aire no sabe
mas su ala en él modela escalinatas cúpulas
Y construyen caminos -ave y pez- de ellos sólo
tras su paso sellados sin memoria

Los caminos que yo hice fueron todos usados
Caminos sicofantes ya pisados por otros
preñados cada instante de ajenas aventuras

Pero aquellos caminos que hice con propias llagas
en la memoria crueles grabaron jeroglíficos
que yo tan sólo descifrar podría
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
...Su clave la he perdido
1968

Creación
Antes de que supiera qué era tiempo el latido
de la sangre contaba mis noches y mis días
Antes de que supiera qué era dolor el golpe
de la sangre materna su campana teñía

Antes de que supiera del aire que me encierra
el llanto abría la puerta para el primer suspiro
Fue el llanto antes que el canto Supe lo que era lágrima
mucho antes que en mis labios fuese aurora la risa
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Y fue la luz partida y la sombra en pedazos
Y para ver la tierra me taparon los astros
y para ver los astros se me escondió la tierra
1982


Quiso el tiempo
Quiso el tiempo mirarse en un espejo
y se puso mis ojos
Quiso tener reloj para sus sueños
y se vistió
mi cuerpo
Quiso dar un nombre a su cosecha
y me dio voz y acento

Y fui tiempo vestido de mujer:
hipotecado tiempo
que termina
mirando al tiempo que no tiene término.

...Me dio el amor
para seguir mirándome
sin mí
en otros espejos
1951


Mi beso es muchedumbre
Mi beso es muchedumbre.
Con él te sellan siglos y estaciones,
te condecoran légamos y nubes.
Se reencuentran en él
los valles con la cumbre:
el ojo del pavón con la amapola.
Mi beso es una escala por donde un mundo sube.
En él se juntan
rugidos y laúdes.
Cigarras y serpientes,
abejas y escorpiones se confunden.
En él están Lázaro y Judas,
mártires y asesinos su médula resumen.
Arden en él los que vivir esperan;
los que esperan matar, en él se encubren.
Mi beso es horca, es látigo, es cadena.
Mi beso es muchedumbre.
El puñal del rufián, la espada del valiente,
en él juntan relámpagos y herrumbres.
Cuando digo besar, digo legiones.
Y el nombre de mi beso es muchedumbre.
1935

La más larga mirada
La más larga mirada no detendrá la nube
Ni la sed más intensa brotar hará el arroyo
Me lo dijo tu voz volviendo hacia sus fuentes
dejando en piedra el cauce del latido

Una pequeña herida puede agotar la sangre
ausencia irremediable puede
tragar todas tus lágrimas
Me lo dijo tu beso descolgándose
de tus labios cayendo en el silencio

...Como la última fruta cayendo de la rama

1938


Un camino de música
Un camino de música me llevó hasta tu alma.
Hasta la orilla tuya de mi muerte que es tu alma.
¡Oh camino sin surco como vuelo del ala!
¡Oh camino sin rastro como de estrella en agua!

Un camino de música. Un camino que canta.
Como el mar. La más mía e imposible jornada.
Como el hilo de luz de mis ojos a Alfa.
Un camino de música me llevó hasta la playa

secreta de tu alma que es mi alma, es el alma
tuya que yo conozco; en que yo te miraba.

¡Orilla en que los astros se cuajan en el agua
hechizada del beso, para surgir de entraña
hechos mirada de hijo!
.................... Yo llegué hasta tu alma,
hasta la orilla misma de mi muerte.
.............................. Y no estabas.
1938

Poema de la primera lluvia
...Una lluvia delgada se iba al brazo del viento
a ras de las colinas arrecidas.
El pálido viaducto se inauguraba puente
sobre un hilo de agua turbia y fría.

Y el camino que hiciste ya quieto, se alargaba
atando a tu pisada mi irrestañable herida.

(Ya hermano de la lluvia buceando despacio
en pos de la raicilla;
hermano de la niebla otoñal que el paisaje,
gárrula, opaliniza;
hermano de la sombra reptante en cada hueco,
allá, sobre el repecho, mi soledad dormías...)

El sendero a mi herida atado como
húmeda venda, cruel, se retorcía.
Más que camino, arroyo de imposible mañana
que hasta mi corazón, largo, fluía.

Negro, un ciprés cabeceaba.
La lluvia asperjeábale la frente pensativa.
De los cuatro costados de la tarde mojada
la noche ya colgaba sus lívidas cortinas.

¡...Gotas que mojarían tus párpados cerrados!
Sobre mi corazón, lentas, caían.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .
La llovizna delgada se iba en brazos del viento
a ras de las colinas arrecidas.
1937


La ausente presencia
La tierra es una joven pantera aletargada.
Es el cielo terrible como una boca amada.

Y no puedo olvidarte,
y no puedes besarme.
La luna se desnuda detrás de la arboleda.
Y tus labios me sueñan un calofrío de seda.

Y no puedo esperarte,
y no puedes llamarme.

Cómplice flor constela la densa enredadera.
Tus manos, flores que perfuman mis caderas.

Y no puedo gritarte
ni puedes desnudarme.

La noche densa como tu carne deseada.
Boca tibia con dientes de luna fatigada.

¡Y no puedes besarme,
y no puedo olvidarte!
1938

La roca amiga
...Desde el otro costado de mi sueño,
llamabas. Yo sentí mis pies como una
flor queriendo crecer entre tus grietas.
Con tus ojos, cemento de la noche,
ciega de trueno y sal, me releías.
Con tus garras inertes y desnudas
mi ignota música tañías.
Con tus labios de frío, musgo y luna,
la piedad de mi sombra relamías...

Por las tardes, morada de silencio,
trágicamente larga
de soledad, igual que un brazo
tu sombra se estiraba para tomar, inerte,
un espejo de sal, un pliegue yerto
del paño nazareno de las aguas.

Inútilmente me llamaste; inútilmente,
desde la costa opuesta de mi infancia.
Nos separaba, caudaloso,
un río de temor hecho distancia.

Pero yo llevo tu nostalgia
como un perfume a musgo,
como un gusto de sombra en la garganta.
Tu recuerdo, lunada y ciega amiga,
en mi crepúsculo se alarga
para prender, inútilmente,
en mi pecho el espejo perdido de mi infancia.
1949


Contradicción
Negro, sordo cantil,
me vi ser playa,
hamaca y cabezal de la mar viva.
Y a cada instante sobre la almohada
de esta playa a morir vinieron naves
de equivocado rumbo, errada carga,
y de cambiados nombres.

Ciega playa,
ciega de luna y de desvelo,
crujió mi corazón bajo su sombra,
huérfana sin cesar de su llegada,
ausente eterna,
inalcanzada patria de su mágica,
de su soñada estiba.

...Yo era playa
Junada en que cantar pudiera el sueño.
Y me veo alta,
prendiendo las banderas más rápidas del viento,
cantil de piedra amarga.
Playa amor de la mar, me miro sola,
alto cantil, torre cerrada
para el más esperado de todos los mensajes.
Sus barcos más amados la hallan falsa.
Sus más ansiadas velas
sin rozarle las sienes le naufragan.

1949


Estoy siempre volviendo
Estoy siempre volviendo.
Volviendo siempre y cada vez más lejos.
De regreso imposible al lar ignoto
En donde esperan
un corazón que es mío, y que no duele;
una herencia sin nombre que es mi nombre.
Estoy volviendo siempre.
Volviendo a aquella que quedó muy lejos;
no sé cuándo, ni dónde:
al volver de un camino, una mañana
al despertar, no sé...
Volviendo a aquella
que prestó su ansiedad a estos poemas,
que sus palabras son, mas no su acento.
La que prestó el costado a estas heridas
que son su sangre, y sin embargo,
no son su dolor último,
su secreto dolor, el verdadero.
Que prestó su pupila a este paisaje,

que no es, no obstante, su jornada.
Siempre estoy de regreso, y siempre lejos,
¡oh canto, oh sangre, oh tierra de mi viaje!
El barco que creí barco, era una isla.
La vela que creí vela, se hizo pájaro.
1951

Quiero tus ojos
...Quiero tus ojos, atalayas ciegas
denunciando recónditos navíos;
puentes por donde hasta mis pulsos llegas
a depurar inéditos rocíos.

Quiero tu mano, tu asombrada rosa
que de su tallo en sueños fugitiva
hace su anillo de la nebulosa
y del ala remota su cautiva.

Quiero tu boca, cercenada aurora
en donde el hierro del dolor se oxida
y el culmen del clavel fija su hora.

Quiero tu voz, campana de mis venas,
alta en la torre de mi atardecida,
durmiendo espinas, floreciendo arenas.
1953


Siénteme
Soy tierra abierta en cauce y en ribera
para abrazar tu desatado río.
Secreto de tu forma en tu carrera.
Siénteme florecida en tu albedrío.

Soy vaso en que tu sal y tu pavesa
transmutadas en miel te da mi herida.
Soy la aurora que a tu isla vuelve ilesa.
Siénteme en tu esperanza renacida.

Soy tu dolor de ayer, que suavemente
cambia su faz para crecer futuro.
Siénteme flor y fruta que te nombra.

Soy tu arena dormida hecha simiente.
Siénteme, corazón, remanso oscuro,
sobre la mansedumbre de tu sombra.
1953


Cuesta dejar la casa
«...Le dirás que he salido...»
Alfonsina Storni

...Cuesta dejar la casa.
La casa a que acercaron
sus labios los rosales y se inclinó una estrella.
La casa que tenía la dimensión del alba,
y, casi, casi, el mismo tamaño del anhelo.

La casa por la fiesta total transfigurada
hasta irradiar en ascua, reverberar en nardo.
La casa en que los sueños hallaron su sentido
y exacto espejo el sueño de la integral caricia,

Cuesta dejar la casa donde el dolor cantaba
y donde hasta las lágrimas eran sorbo propicio.
(Hasta el rincón postrero hubo una suave lámpara,
y perfumó la ofrenda de una caliente rosa...)

Cuesta dejar la casa para ir por los caminos
desnudamente grises
donde la piedra crece su ciega profecía
y el agua nunca canta. Y sin embargo,

Y sin embargo, oh fibra oh sangre, oh carne,
tú lo sabes: el tiempo está ya cerca
en que al llamar a la rajada aldaba,
una voz, desde el otro costado de la vida
responderá por ti:
¿No lo ves?... Ha salido.
1953

Perspectiva
...Ya te has visto al doblar de tu jornada,
inútil paz sobre tendal de sueños.
Alto planea el halcón del desencanto
sobre el trigal segado de la tarde.

Ya te has mirado, rosa sin mañana,
crucificada de albas imposibles.
Desangradas saetas del recuerdo
te florecen la sien. Alba nonata,

tu muerte muere de soñar consigo.
(Ramo de luz desflorecido en agua)...
Todo tu corazón, sellado cáliz.

Y, para un sorbo estéril, fermentado.
Mientras, a rastras de tu voz cansada
la niña sin crecer en ti solloza.
1954
Autora: JOSEFINA PLA
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
Edición digital: Alicante :
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001
N. sobre edición original:
Edición digital a partir de la edición de
Miguel Ángel Fernández, en Poesías Completas,
Asunción (Paraguay), El Lector, [1996].

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