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martes, 2 de marzo de 2010

ANTONIO ORTIZ MAYANS - OBRERITA y PALABRAS PARA MI TIERRA INFORTUNADA / nte: Sinforiano Buzó Gómez. ÍNDICE DE LA POESÍA PARAGUAYA.


Autor: ANTONIO
ORTIZ MAYANS

(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
.
OBRERITA
Tu vida de heroína es un poema
a escribirse con sangre generosa
en las vigilias rojas del espíritu.
Tu guardapolvo limpio comunica
suavidad de bálsamo,
que a tu paso se siente y es caricia
que nos satura el alma de bondad.
Muy pronto la miseria te ahuyentó
de la escuela, donde amontonabas
con cariño las perlas del saber.
Así se hundió la aguja que marcaba
el norte de tu estrella,
-soñabas ser doctora o ser maestra-
hoy eres obrerita de una fábrica.
Los días, las semanas y los meses
a tu paso transcurren siempre iguales,
sin vislumbrar el pórtico del templo
que conduce al sitial de una mejora.
La savia mejor de tu energía
al tubo de la máquina alimenta,
y mientras crujen émbolos y ruedas,
se envuelven tus ansias y tus sueños
en el carretel de hierro de los dínamos.
El mísero salario que recibes
de las manos avaras del patrón,
alcanza a entornar sólo una puerta
de las mil que abre la indigencia.
El sudor de tu esfuerzo se convierte
en gruesos dividendos, que tus amos
derrochan en orgías y festines,
mientras tú, obrerita que trabajas,
no tienes sino un sueño hecho tesoro,
de renovar tu único vestido
en la fiesta pascual de los domingos.
Los enormes galpones de la fábrica,
como una madrastra huraña te cobijan,
y en vez de una ternura, te regalan
insultos, malestar y enfermedades.
Los días, las semanas y los meses
se deslizan a tu paso siempre iguales,
y tu conformismo no comprende
que tu inopia no es justa ni es humana.
Los tubos de las máquinas absorben
tus anhelos mejores de muchacha,
y mientras crujen émbolos y ruedas,
se enroscan en los dínamos tus sueños
de poseer un título académico,
-soñabas con ser médica o maestra-
hoy eres operaria de una fábrica.
Mañana, cuando veas que tu suerte
en vez de ir adelante, retrocede
camino del fracaso,
comprenderás -tal vez, aunque ya tarde-,
que tu misión de obrera
es tirar al canasto de lo inútil
todas tus vanidades heredadas
y todos tus prejuicios sempiternos;
y al transformarte, así, en camarada
de los que ponen corazón y vida
por defender la causa de los pobres,
te sentirás obrera del futuro.

PALABRAS PARA MI TIERRA INFORTUNADA
. Río, llanura, monte
con puñales de sol acribillados;
la tierra duele y sangra el horizonte
al ver acumulados
zarzales y taperas,
en la zona floral del continente
donde alzarse debiera
la torre del progreso floreciente.
. No más harapos, grillos y cadenas
en tierras comuneras;
no más con látigos cortar antenas,
que gritan las palabras mensajeras
del clavel y la aurora,
del martillo, del yunque y del arado
porque sea en esta hora
el canto de la paz inaugurado.
. Por los cuatro costados
altos tapiales cierran tus portales
y quedan empozados
tus caminos de luz y tus maizales.
Oxidados tus ruedas y molinos,
tus aguas estancadas
en torpes remolinos
ni atraen la atención de los vecinos
que impasibles esquivan sus miradas.
. Del paisaje trasciende señorío
en el entrecruzar de los caminos;
en las aves que sobre el caserío
entregan el mensaje de sus trinos;
en el rumor de arroyos cristalinos
que prestan su frescura en el estio
de fragua y de bochorno;
en el lapacho que retrata el río
su tornasol de adorno;
en el rojo color de los senderos;
en los palmares altos de los llanos;
en navideña flor de cocoteros;
en las pendientes de los altozanos,
donde crecen sencillas azucenas
entre llantenes, paicos y verbenas
y visten de cristales las surgentes
para formar regatos y torrentes;
en los bueyes que pacen en la alfombra
inmensa de los campos, mientras lenta
cae y se envuelve en sombra
la tarde que se ausenta...
. Una estrella más alta fue a tu cielo
y alumbró tu infancia;
tu despertar no tuvo paralelo
y llegó la abundancia
como preciado premio a tu desvelo;
cada hogar era almácigo y colmena
y no faltaba el pan en la alacena
-la vida era sencilla y era buena-,
el abecé leían muchedumbres,
bajo de sus techumbres
se hilaba y se tejía
la ropa familiar de la alquería.
. Tronco de îvapovó de estampa noble
era el nativo, y en su bregar un roble;
en su heredad fue dueño
de una chacra con un plantel pequeño
de pato, de gallina y de lechera;
el hambre no cavó una sepultura,
ni el odio izó bandera
de combate, la patria cobró altura
y soltó las palomas fraternales
hacia el vecino grande, dividido,
para dar al olvido
que enarene pasiones ancestrales.
. Signos de avance por doquier se alzaban,
nuestras anclas llevaban
hacia lejanos puertos
trabajadas entregas de la tierra;
se trajeron expertos
en los problemas que la ciencia encierra;
se levantaron grandes edificios,
la imprenta difundió la buena nueva
de una nación que se ponía a prueba
frente a la piedra de los sacrificios.
. El telégrafo dijo su mensaje
tartamudeando rayas,
que en tierra paraguaya
levantaba el progreso su andamiaje;
camino de futuro
iban locomotoras
con su carga de auroras
abriendo estelas en sendero oscuro.
. Después... el vendaval de plomo y fuego
encenizó los campos y poblados,
el canto se hizo ruego
ante el portal de hogares desolados.
. La raza en su madera fue agrietada,
en la hoguera perdida su estatura,
se iluminó una chispa no apagada
en el hondón del alma, allí perdura.
. Larga sombra tendida en la ribera
nubló el itinerario de la rosa,
en la descolorida primavera
que se atería en la desnuda losa.
. Inválidos, ancianos y mujeres
sobrevivieron al crespón y al llanto;
el Ave Fénix preludió su canto
para sobrevolar atardeceres...
. Las mujeres de pie frente al azote
inundadas de sol subieron lomas,
el vegetal del alba dió su brote
en el retorno azul de las palomas.
. Alcor, poblado y monte
con puñales de sol acribillados,
la tierra duele y sangra el horizonte
al ver acaparados
la sal, el agua, el llano,
y ver así, que el bien común, de todos,
con trampa y malos modos
fue cambiando de mano.
. Con el alambre se indicó el despojo
de la heredad nativa,
el amo impuso su ley a su antojo,
quemando en llaga viva
el campesino sueño de bonanza
lograda en un pedazo
de la parcela propia de labranza
donde se puso el corazón y el brazo.
. Quebrachales, obrajes y yerbales
tuvieron sus divisas, sus banderas
a contramano de las nacionales;
y al trasponer portones y tranqueras
el látigo dictaba su mandato
sobre el lomo del "mensú" adolorido
-paria desposeído-
carne de iniquidad, piel de maltrato.
. En la escarpada cuesta los pedruscos
obstruyeron a la ascensión su gloria;
el horizonte apareció negruzco
entre humaredas de apagada escoria.
. Después..., llegó el graznar de los caranchos
que desterró a urpilas y zorzales;
el desconsuelo tiritó en los ranchos,
mas la esperanza asió los naranjales.
. El río Paraguay, materna fuente
acoge al Ypané, recibe al Apa,
y va al mar con decenas de corrientes,
resbala sin etapa
con su dolor que, alguna vez estalla
en agrias llamaradas
de fuego y de metralla,
de gritos y llamadas.
. Pero también resbalan por tu franja
lo que la tierra entrega, fruto y rama,
el algodón, la yerba., la, naranja...
y el vendaval de luz que se derrama
en voces de esperanza
de que la llama negra finalice
y el porvenir que avanza,
el alba canalice..
1947.

ANTONIO ORTIZ MAYANS
** Nació en Asunción en 1908. Su poesía es sencilla, no exenta de vibración, casi siempre de contenido social, y la dice en castellano, en guaraní y en canciones bilingües que gustan al pueblo. Fruto de pacientes estudios del idioma aborigen, es un meritorio diccionario del que ya ha publicado varias ediciones. Tiene algunos cuentos de asuntos nacionales. Ha colaborado en "La Vanguardia", "Claridad" y "Cine Argentino", de Buenos Aires.
Obras. Verso: Cantos nuevos. Asunción, 1930. Prosa: Diccionario Guaraní-Castellano (1ª ed. Asunción, 1932; 6ª ed. Buenos Aires, 1949) ; Sorazábal (su vida y su obra), Buenos Aires, 1946. Próxima a aparecer: Ñé-épapara Purajhéi (en colaboración con S. Buzó Gómez).
.
Fuente: Sinforiano Buzó Gómez. ÍNDICE DE LA POESÍA PARAGUAYA, Editorial Indoamericana. Argentina, Asunción, 1952.
.
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