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sábado, 21 de agosto de 2010

ESTER DE IZAGUIRRE - ESTATUA, AL HIJO QUE NO NACIÓ y POESÍAS / Fuente: VOCES FEMENINAS EN LA POESÍA PARAGUAYA. Edición de JOSEFINA PLÁ.


ESTATUA, AL HIJO QUE NO NACIÓ,
PRAETER SPEM , EL ESPEJO,
TRASGO, ESPONSALES, MIS VESTIGIOS,
PRESENCIA, CRISOL, TU CÁRCEL, INFANCIA,
PODRÉ, RASTREÓ, PALABRAS y JUDAS
Poesías de
ESTER DE IZAGUIRRE
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE ARTES del
www.portalguarani.com )
.
ESTATUA
Te pareces al hombre que amé toda una vida:
como tú, él tenía celestes las miradas,
hablaba con tu dejo de alondra estremecida,
y en tu risa vibraban alondras desatadas.

Y porque te pareces al amado lejano
abandoné mi orgullo en tu puerta clausurada
exigida fui esclava de un ayer soberano
para encontrar los restos dejados por la nada.

Pero en ese tu cuerpo, inquietud y tormenta,
en tu honda mirada, en tu pecho, en tu frente,
en vano he buscado la llama que te alienta.

Espectro del recuerdo, estatua solamente,
eres sólo una copia fraguada, amarillenta,
de la inviolable imagen que ha dejado el ausente.

AL HIJO QUE NO NACIÓ
Ya tenías un nombre cuando aún no eras forma,
y estabas en la savia vital de mi congoja.

El instinto jugaba llenando mis pupilas,
de realidades plenas, con tus pupilas vivas.

Mi vida había cambiado: un horizonte abierto
presagiaba en mis sienes el eco de tus besos.

Mas ayer sin un llanto, sin tu forma acabada
en mi cuerpo dejaron de moverse tus alas.

Y hasta de sollozos hoy me siento vacía, …
derramada ya, en vano, la sangre que era mía.

Yo iba a tener un hijo, y el coágulo fue estrella
que vierte en los espacios luz dilatada y yerma.

PRAETER SPEM
Apenas soy la gleba roturada
para formar el nido a la simiente,
mi cuerpo es un extraño recipiente
de dolor y esperanza abacorada.

Reniego de las lágrimas y el luto
que abaten el empuje de mis alas,
de los turbantes y las albengalas
que ciegan la visión de lo Absoluto.

Hasta cuándo tapices y cadenas
uncirán mi morena primavera
a piafantes potrancas sarracenas...

Hasta cuándo mis plantas nazarenas
buscarán mis senderos, si la espera
se está volviendo escorias en mis venas.
.
(De TREMOLO, 1960)
.
EL ESPEJO
Cuando miré al espejo
y vi aquella mujer que me observaba
me acordé vagamente de mí misma.
-aunque ella no tenía
las ajorcas de luz en los tobillos
ni la fuente
de Siloé manaba de su pecho.
Tenía, sí, la hondura
de la otra. Y su herida.
Pero no era la misma.
Largos cauces de sed cruzaban su mejilla,
y había envejecido de tanto mirar cielos
en las metamorfosis de lentas alboradas.
Recordaban sus ojos el amor de los amplios
vitrales del silencio,
y acariciaba a solas
su verdad como una
inquietante paloma.

El allegro de un órgano muy alto
me sacudió los hombros azorados,
y entré por el cristal
hasta el límite exacto
de mi precisa condición humana.
Yo siempre había creído
que era el tiempo el que se iba
tras cada ciclo Genital morado:
que el ayer existía en la conciencia
y que hoy era un mañana virtual. Impostergable.
Pero entre lo que fui una vez
y lo que es hoy la imagen
especular y taciturna,
no son años los que se han ido sucediendo.
Soy yo la sucesiva y no mis noches;
aun ahora no me impulsa el instante;
soy yo la que camina del brazo con la muerte.
El tiempo es solamente
una inmóvil esfinge de amatista,
alzada por las manos de Dios, para animar
su eternidad desierta.

TRASGO
Alguna vez, recuerdo, tuviste varios rostros,
y una sola mirada asomaba a tus ojos.
Tus manos se trocaban de cobrizas en blancas,
tu voz, ayer de algares, hoy era de campanas.

Apenas queda nada de tantos nombres tuyos
que olvidó mi ternura burilar en los muros,
y un sendero de adelfas desciñó mi cintura
de tu plural recuerdo, tus después y tus nunca.

Ahora lo sé. Es de un duende la huella que persigo:
detrás de cualquier gesto agazapa sus guiños,
ese trasgo de nube de mis fiebres nacido.

Hombre de varios rostros y mirar de basalto,
perdóname la culpa de haberme enamorado
tantas veces del sueño que ocultaban tus manos.

ESPONSALES
Estoy plena de ti -tú me rebasas-
de ti, que no eres nada, siendo inmenso:
nuestro instante de dicha fue una planta
de florescencia inútil y a destiempo.

Desde entonces me llego cada noche
hasta el vacío que dejó tu hechizo:
sólo estás en el brillo de un azogue
cuya frialdad no sabe de latidos.

Si vives en mi sangre desde siempre,
si soy oficiadora del recuerdo
más enraizado cuando más baldío,

despósame por fin desde tu muerte,
en este pecho que se ha vuelto templo
desde aquel beso que nació tardío.
.
(De EL PAIS QUE LLAMAN VIDA, 1964)
.
MIS VESTIGIOS
Innumerables sendas me llevaron
al futuro vestigio de mí misma,
pero regreso siempre desde ese calendario equivocado
porque hay fuerza en mis brazos
para torcer el rumbo de la noche.
Me busqué en mis cenizas y no estaba
y mi voz era un eco recobrado y perdido
en el insomnio del tiempo.
Porque estoy de regreso de mí misma
el canto se me agolpa entre los dientes
y se me asfixia Dios en la garganta.

PRESENCIA
Van quedando los recuerdos
con perfil de silencio arrebatado.
Yo te acercaba cada día
como una hostia hasta los labios secos
en un ritual de imágenes precisas
danzando alrededor de mis deseos;
pero después una palabra
o un gesto ya confuso
como un ladrón me arrebataba el tiempo.
Hoy ya no tengo nada.
Tu recuerdo es como una casa
definitivamente abandonada
y tu verdad en ella es un fantasma
que no podré encontrar sin haber muerto.
.
(De NO ESTA VEDADO EL GRITO, 1967)
.
CRISOL
Si pudiera crearme nuevamente,
acrisolarme entera en una fragua
y ser desde mi origen para siempre
diáfana y opalina fibra de agua.

Si pudiera traer a sus verdores
la flor que resegó mi alevosía,
sucederle hacia atrás, con los bridones
que sofrenaron hoy mi fantasía.

Si por obra de inéditos prodigios
retuviera las horas ya pasadas
y me hundiera en el tiempo y los vestigios

rehaciendo el gesto y el mirar baldíos,
esto que ahora soy sería un fantasma
hecho de perfección... y de extravíos.

TU CÁRCEL
.
(Guillermo Javier)
.
Estoy henchida y densa como un piélago oleoso
que lamiera los bordes de un estuario incoloro,
porque te di la vida habiendo tantas muertes,
y el tiempo se detuvo en la magia de tus sienes.

Porque en mi hondura fértil tu voz amanecía
los peces sorprendidos y las algas racimas
al despertar danzaron en la salobre espuma
en actitud de duendes jugando con la luna.

Pero ha sido un milagro. Desde la cuenca eterna
bajaste hasta la cuna que estaba sola y yerma
-los demás han crecido: son varas de azucena.

Por eso no me acuses a mí que aquí en la tierra
sólo te he cincelado un cuerpo, con mis venas,
para enrejar a tu alma de pájaro o de estrella.

INFANCIA
Hubo un país de cunas y presagios,
de guardapolvo blanco y navidades,
de reyes distraídos y cumpleaños fugaces,
de estrenos de zapatos y verdades.
Un tiempo en el que el tiempo me sobraba
y sobraban la luz y las palabras.
Yo no crecí: se fue achicando el mundo.
Yo no callé,
se impusieron los cantos y pregones.
No envejecí:
la vida se me espeja en la mirada.
Yo no amé:
hubo una invalidez
que reclamó a mi mano la caricia.
No soñaba:
había una realidad para los otros.
Sin embargo, seré la que mañana
ya no crezca ni calle, ni envejezca ni ame.
Y aún así, esencial y despojada,
en un día como hoy, de primavera,
mi sombra irá buscando todavía
aquel país en el que estuve entera.

PODRÉ.
Se me cae mi piel de calendario.
se me desborda el río que me trepa
desde no sé qué mundo de cansancio.
Y voy cada vez más buscando el sitio
desde donde mis ojos sin miradas
podrán ver el revés de los domingos,
su trama sin historia y su sol calculado.
Podré saber qué piensan las estatuas
en sus cárceles de parques solitarios,
qué cosa es el amor, porqué se anuncia
y se esconde en las dudas y en los miedos:
podré saber de mí
como si fuera un cuadro,
descorrer los telones,
aplaudirle a mi teatro.
Cuando se acerque el fin
podré mirar la vida con ojos alquilados.

RASTREÓ
Soy dueña de un dolor que desconozco.
Yo sé que es un dolor y que es el mío,
porque el espejo me devuelve hastío
y hay brumas en el lago de mis ojos.

Es lejano y antiguo como el rostro
de la piedra agrietada en las montañas;
con olvidos y más caras extrañas
disfraza las imágenes que evoco.

Yo rastreo las huellas a mis sueños
limpiándome los ojos empañados
que no me dejan ver cuando despierto.

Pero el dolor se oculta en mi garganta
y en vez de hacerse llanto descubierto,
se me vuelve torrente de palabras.
.
(De GIRAR EN DESCUBIERTO, 1975)
.
PALABRAS
Para que no mueran las palabras, yo no quiero la muerte.
Sólo esta móvil boca las pronuncia.
Estos orbiculares se pliegan redondeados con gestos de bandera.
Sólo esta lengua obliga a la nostalgia que le deja la tierra.
Sólo estos dientes marcan sedientos de perfiles
las celdas que me encierran.
Habla todavía, manantial de la voz,
socavón de plegarias.
Habla todavía, sedienta e insaciable,
humana boca mía.

JUDAS
Soy Judas, el traidor;
y te di más que todos,
yo te di más que amor.
Para ellos la merced del heroísmo
y la docilidad de serte fieles,
porque ellos no afrontaron tu mirada
allá en Getsemaní.
-Ojalá me hubieras dicho: "te comprendo,
lo estás haciendo bien. Animo, Judas"....-
Ellos navegaban en barcas
que el prodigio salvaba de mareas tenaces;
yo me hundí hasta tocar el fondo en los abismos
de este mar de ser hombre y acordarse.
Todos vieron los clavos y lloraron,
yo te inmolé para que amanecieras.
Convocaron a tantos para el drama,
Caifás, Anás, Herodes y Pilatos,
porqué también a mí. Yo te quería.
Porqué habrán acuñado las monedas
porqué las profecías.
Porqué el árbol aciago
como un ojo hechicero reclamándome
desde la sangre intacta de la Biblia.
Soy Judas, el traidor.
El que mejor cumplió con su destino.
El que entregó al que amaba. Por amarlo.
.
(De JUDAS Y LOS DEMÁS, 1981)
.
Fuente:
VOCES FEMENINAS EN LA POESÍA PARAGUAYA.
Edición de JOSEFINA PLÁ.
Colección Poesía, 7
© Josefina Plá.
Alcándara Editora.
Se acabó de imprimir el 28 de setiembre de 1982
en los talleres gráficos de Editora Litocolor ,
Asunción, Paraguay (162 pp.).
.
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