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sábado, 30 de abril de 2011

ARMANDO ALMADA ROCHE - CARLOS LARA BAREIRO, EL MÚSICO MAYOR DEL PARAGUAY / EDICIONES EL PEZ DEL PEZ, Buenos Aires – Argentina 2006


CARLOS LARA BAREIRO
EL MÚSICO MAYOR DEL PARAGUAY
ARMANDO ALMADA ROCHE
EDICIONES EL PEZ DEL PEZ
Buenos Aires – Argentina
2006 (98 páginas)


ÍNDICE
AGRADECIMIENTO
PALABRAS LIMINARES
UNA SED AMARGA EN LOS LABIOS
EL EXILIO, ASCUA QUEMANTE
TODA LA BELLEZA DEL MUNDO
EL MUNDO DE LA MÚSICA
FLAUTA CALESITERA
TIERRA MÍA, TIERRA MÍA
BRASIL, CIDADE MARAVILHOSA
OFICIO DE SOÑADORES
LA FLOR DEL ARTE
EL NARANJAL ARDIENTE
EL VIEJO FUEGO
NADA ES LO MISMO YA
LA MÚSICA EN EL PARAGUAY
EL PURAJHEI JAJHE'Ó
LA MUERTE Y SIEMPRE LA MUERTE
MI BUENOS AIRES QUERIDO
EL GENIO CREADOR
EL CUENTO DE LAS MIL Y UNA NOCHES
EL REY DEL SAXO
OFICIO EXCELSO
EL ROSAL DE LAS RUINAS


PALABRAS LIMINARES
Allá por finales de la década del 60 y principios del 70 andaba yo metido en cuanta tertulia, acto, y efemérides paraguaya había en Buenos Aires; mezclado con ELVIO ROMERO, AUGUSTO ROA BASTOS, JOSÉ ASUNCIÓN FLORES, OSCAR CARDOZO OCAMPO, HORACIO GUARANÍ, BEN MOLAR, JACINTO HERRERA, EDGAR VALDÉS, el Dr. CARLOS FEDERICO ABENTE, RONCERO MACIEL, CARLOS GARCETE, y otras tantas importantes figuras del quehacer político-cultural argentino-paraguayo. Todavía eran tiempos de sueños, de utopías, de revoluciones al alcance de la mano después de la Revolución cubana, y el auge de la literatura latinoamericana; especie de bohemia. literaria-musical romántica y también tanguera, si se quiere; y los paraguayos trabajaban duro y conspiraban, a su manera, para volver a la Patria.
Buenos Aires era el escenario, repito, de una excitación cultural que todavía se recuerda con nostalgia, No es que social y políticamente todo fuera perfecto, muy lejos de ello, pero, en la cultura, había tomado forma un espacio en el que productores y público, por primera vez después de muchos años, se encontraban sin conflicto. Quiero recordar, tan sólo, a modo de ejemplo, unas pocas cristalizaciones de ese estado de ánimo: el fenómeno de Eudeba, y la publicación del Martín Fierro con ilustraciones de Castagnino, el programa vanguardista y convocador del Instituto Di Tella en plástica, en, teatro y ciencias sociales, la incisiva presencia de Primera Plana, la proyección de la Universidad, y en especial, la mitológica fuerza de la Facultad de Ciencias Exactas, el desarrollo arrollador del psicoanálisis y, por fin -pero no es lo último -, el avance de la literatura en el público, en los medios periodísticos y, observación que no es irónica, en el mundo editorial. Había, en resumen, mucho que ver, infinidad por aprender, cantidades para leer, temas para discutir: el momento fue único y, quizás por eso, para la mala suerte nacional, no podía continuar.
Quien se encargó de terminar con todo eso fue, se sabe, el golpe militar de 1966. Un grupo de torvos generales argumentó sin mayores esfuerzos discursivos que un presidente benévolo, por eso, incurría en intolerables excesos, y fue reprimiendo, luego de la toma del poder, no sólo actividades sino ánimos; es obvio que a partir de la llegada, al poder de Onganía y sus secuaces la tristeza y el desinterés se instalaron casi definitivamente en una ciudad que había concentrado figuras, formaos y acciones de un brillo sin igual.
Además de los arriba nombrados, me honraban con su. amistad el maestro Herminio Giménez, la bella y sarakí Sara Benítez, Nelly Prono (que vivía justo arriba de mi departamento en la calle Humberto 1°, en la Capital); el prolífico novelista Gabriel Casaccia, Carlos Garcete, escritor de pluma vigorosa y mejor pintor; Severo Rodas, Marcelino Gamarra, Gómez Ríos, el profesor César Orué Paredes, alma mater de la cultura e historia paraguayas, el talentoso y luchador cultural Gilberto Rivarola y la más increíble pléyade de personajes -tanto paraguayos como argentinos- que se destacaban, o no, en el abigarrado escenario del arte de la ciudad porteña, que ya venía, cada vez más, ensombreciéndose por los hechos políticos de marcado carácter radicalizado, que luego desembocaría en una suerte de "guerra civil" entre el pueblo y los militares. No debemos olvidar, tampoco, que eran épocas de dictaduras en gran parte de América Latina.
Moviéndome en la multitudinaria colectividad paraguaya realizaba mis trabajos periodísticos, publicando aquí y allá; hice nuevos amigos , y conocí a varios hombres de la política, la cultura y la música. El panorama era efervescente aún, recalco, los paraguayos no cesaban de realizar actos de distintos ideales; agrupándose cada vez más, fundando instituciones, ateneos, centros culturales, etc., siempre con la idea de volver al terruño amado. El exilio todavía quemaba. La hora del regreso no estaba a la vista, al menos por el momento. Había que continuar trabajando para conseguir romper el cerco impuesto por el perpetuo tirano de entonces, adueñado despóticamente del querido Paraguay.
Así, en este incesante ir y venir, después de sortear varios e increíbles obstáculos, salió José Asunción Flores, pájaro musical y lírico, de mi autoría, la cruda y caliente biografía del malogrado padre de la Guarania; y a partir de allí me encaminé con firmeza a rescatar la figura, de nuestros prohombres que, afortunadamente, muchos de ellos se hallaban vivos y en plenitud; el caso de Herminio Giménez, Augusto Roa Bastos, Gabriel Casaccia, Elvio Romero, Carlos Lara Bareiro y otros. Descubrí que tenía a mano, quizá, a lo más granado y grande del saber paraguayo, a tiro de pájaro, como quien dice, desaprovechado por la pluma de los escribas. Entonces, con un golpe audaz de, timón, de arraigo, de contertulio, de compañero, me convertí en tenaz e implacable entrevistador de compatriotas en el exilio. De allí salió justamente aquel famoso librito (que hay que reeditar) Rostros paraguayos (Reportajes a Josefina Plá, Roa Bastos, Gabriel Casaccia., Elvio Romero, Hérib Campos Cervera, entre otros). Casi todos los encuentros, diálogos, fiestas, fueron fijados y marcados por mi insistente escritura. Me había convertido en una suerte de "cronista de exiliados". Y ya, no pudiendo bajarme del torbellino que me arrastraba, llegué hasta Carlos Lara Bareiro, otro desterrado más e injustamente negado. El grande músico que vivía en el exilio, igual que miles de compatriotas, lejos de su tierra querida, con la que soñaba día, y noche.
Empecé a visitar al maestro Carlos Lara Bareiro, a mediados o finales de 1986, en su modesta casa de Castelar, Villa Udaondo, perteneciente al Gran Buenos Aires. El primer recibimiento fue cordial, y se entregó a las entrevistas sin ninguna clase de trabas ni temores, censura o desconfianza. Se mostró, siempre, tal como era: sincero, franco, abierto. Me abrió las puertas de su hogar y me sentó a su mesa, al lado de su incomparable compañera Ana. Inés Segovia. Esta, me agasajó con un exquisito tallarín casero, amasado con sus manos... Pasarnos un momento inolvidable... Me fui al anochecer.
Hube de visitarlo varios domingos y sábados, y algún día de semana. Nuestras charlas duraban entre tres y cuatro horas. A reces más, a veces menos. En una o dos veces usé grabador para registrar su voz. Pero al ver que lo inquietaba. y restaban espontaneidad a nuestros diálogos, preferí tomar notas. O en, su defecto, técnica- que también da buenos resultados, charlaba a fondo con él, le preguntaba las cosas más comprometidas, y una vez en casa, en caliente, recreaba la conversación, de manera fiel sin cambiar el sentido de las ideas, respetando a. rajatabla sus dichos.
Muchos de aquellos encuentros imborrables con el talentoso Carlos Lara. Bareiro, olvidado aún hoy inmoralmente en su tierra, por desidia de los funcionarios de turno y por envidia y egoísmo de muchos músicos paraguayos, están en este libro donde él cuenta, habla, enjuicia y denuncia el abuso de poder de los injustos y poderosos. Quizá contribuya para que salga del corto de sombra en que se halla, y su nombre vuelva a sonar con mayor fuerza y se lo reconozca y respete en la sociedad paraguaya, que se acuerden de su música, peculiar y extraordinaria; y los jóvenes -una de sus mayores preocupaciones- la conozca y estudie, y sepan que el maestro Carlos Lara Bareiro, fue uno de los primeros músicos en su tiempo, acaso el único, que tuvo formación académica universitaria. Y que, tonto otros insignes compatriotas y colegas del pasado, tuvo que morir en el exilio.

A.A.R.


UNA SED AMARGA EN LOS LABIOS
A veces, de tanto en tanto, para no perder la costumbre, pienso en la muerte y una rara desazón me invade, mi cuerpo es sacudido por una especie de temblor lento y suave que va in crescendo, y filosóficas preguntas dan vueltas en mi cabeza, una y otra vez como una letanía. Tal vez no sea el temor a la muerte lo que me paraliza, sino el miedo al dolor y el sufrimiento. La mayoría tememos sufrir, que alguna enfermedad incurable se apodere de nosotros y nos arrastre hacia el abismo del martirio permanente. Me doy cuenta que mi tiempo se acaba, y soy asaltado por la idea de apagarme de pronto y no terminar mis obras, dejarlas inconclusas. Creo que a todo artista lo tiene en vilo esta preocupación. Es un miedo natural, humano y muy comprensible. Sin embargo, por más que busque y halle explicaciones valederas, firmes, cimentadas en la razón, el espíritu flaquea y cunden las preguntas sin respuestas.
También me aprisiona el temor a morir lejos de mi tierra, de no volver a ver el paisaje de mi niñez; desandar los caminos de mi juventud, visitar a seres queridos; estrechar las manos de mis amigos; sentir la fuerza de mi tierra metiéndoseme por debajo de la piel de mis pies. Tengo una vieja y amarga sed en los labios, que me ha marcado a hierro lento en los huesos. Después de tanto tiempo, regresar al antiguo paisaje de mi pueblo removería y reavivaría las imágenes borrosas, al parecer olvidadas, que saltan ante mí con un extraño significado actual, y, a veces, patético. Pero todo está ahogado, viviente y ahogado a un tiempo, bajo esa capa de cristal verde oscuro de la distancia y el tiempo, que me impide el paso hacia los arroyos de los bosques de Capiatá, allí donde tanto amé los cocoteros, las piñas, el mango.
En todos estos años que estoy ausente, no ha cambiado mi amor y mis sentimientos siguen siendo los mismos. El exilio me ha quemado, y me quema, pero no hizo que variaran mis recuerdos. Siento un anhelo insaciable de acariciar entre mis manos la tierra roja de mi pueblo; mirar los ventarrones que doblan en las siestas ardientes el tallo fino de los mandiocales; oler las flores de los naranjales; disfrutar de la mandioca blanca y sabrosa y de una humeante olla de locro; hartarme de guayabas salvajes y guaviramí, tomar en las siestas calcinadas por el sol generoso jarros de mosto. Añoro todas estas cosas, como el niño busca el pecho de su madre.
Un sueño entre mis sueños es dirigir la Orquesta Sinfónica de Asunción. Regalarles a mis compatriotas el arte de mi modesta música y dejarles a los jóvenes el legado de tantos años de trabajo para que no se pierdan en el olvido. Pienso que estando en mi país, en la tierra que me vio nacer, las cosas me resultarían más fáciles, no sólo en el campo musical sino asimismo en el plano laboral. Creo que tendría más ánimo para inspirarme; acaso podría componer con más soltura y riqueza. La savia vivificante de mi pueblo le daría empuje a mis creaciones. Viviría en una especie de permanente felicidad, y ni por asomo pienso que el ser feliz entorpezca la creación del artista. Tengo mucha fe todavía en la abundancia de mi talento.
Se diga lo que se diga la tierra de uno es la tierra de uno. Cuando se está lejos de ella siempre se mira el horizonte, y cada atardecer nos visita la tristeza y las lágrimas pujan por escapar de nuestros ojos; la noche se vuelve más y más negra y hasta la luna -que tanto bien hizo y hace aún a los enamorados y poetas-parece más pálida y sombría y ya no tiene su extraña belleza. A raíz del dolor y el desamparo de no sentirla, de no hollar sus senderos de lluvias y paisajes, de no quemarme en las polvaredas de sus intemperies, sentir la madera olorosa de sus montes cerrados, escuchar el canto de las cigarras que esperan el aguacero, el corazón se seca. El desarraigo, el destierro es cruel. Largo tiempo llevo esta cruz en la espalda. Nada ni nadie me cura la herida que sangra aún. Para mí, al faltarme mi tierra roja, es como si me faltase mi madre. La madre que nos dio la vida, que nos llevó tantos meses en las entrañas. Dicen que uno se acostumbra a cualquier cosa, que el tiempo todo lo borra. Sin embargo, añoro mi solar. El Paraguay es el sitio en donde quisiera morir; que mis huesos descansen en su tierra colorada y, si es posible, cerca de algún arroyo rumoroso, bajo una fronda verde y tranquila.

viernes, 29 de abril de 2011

CARLOS MARTINI ( Compilación y comentarios ) - DOMINGOS CONTIGO - PASIONES Y NOSTALGIAS / © TELEDIFUSORA PARAGUAYA S.A., Lambaré, Paraguay 2009


DOMINGOS CONTIGO
PASIONES Y NOSTALGIAS
Compilación y comentarios
CARLOS MARTINI
2009 © CARLOS MARTINI
© TELEDIFUSORA PARAGUAYA S.A.
Comendador Bo 1334 esq. Guaraníes, Lambaré, Paraguay
Tel. (595 21) 332 826 R.A. Fax (595 21) 310 399
Lecturas preliminares: ANA MARTINI y LITA PÉREZ CÁCERES
Diseño de tapa: FÁTIMA NÚÑEZ
y equipo de diseño de Teledifusora Paraguaya S.A.
Foto de portada: CARLOS BENÍTEZ
Modelos: PATRICIA BARRIENTOS y RUBÉN BENÍTEZ
Diagramación: GILBERTO RIVEROS ARCE
Corrección: JUAN MANUEL VERA GUTIÉRREZ
Hecho el depósito que marca la Ley N° 1328/98
ISBN: 978-99953-901-0-5


PRÓLOGO
La magia de la radio llega hasta la intimidad del ser que escucha, imaginando al comunicarse un aliado que recoge sus sentimientos y apacigua las ásperas consecuencias de alguna causa.
Por ese fenómeno, significa la desembocadura de muchas corrientes sentimentales del ser humano en su permanente intercambio de culturas.
La radio no es simplemente una antena que emite la señal electromagnética al exterior de una cabina, es un instrumento con alma para la comunicación de conglomerados humanos de heterogénea conducta. En ese rol asumen importancia las características de sus recursos humanos.
Dice OSCAR BOTELLO MIER que la comunicación verbal es el elemento vital en el arte de las relaciones humanas. En ese arte de dar y recibir palabras se manifiesta la virtud del comunicador. En este caso hago referencia a las características personales y profesionales del Lic. CARLOS MARTINI, primero por sus rasgos humanos y luego por su actitud como conductor de programas, función que pone en evidencia su vasta formación intelectual, su madurez y su condición ética.
El contenido de este volumen no es otra cosa que la demostración de lo expresado antes, es el compendio de sentimientos expresados en multitud de casos que afectaron o afectan a los protagonistas, sin descartar el pesar causado en su momento. Se suman, asimismo y con frecuencia, la extracción de frases memorables de libros de ilustres pensadores coherentemente citadas.
Ornamento especial y oportuno constituyen las misceláneas de tiempos idos, pero recordados con el placer de quienes fueron protagonistas o expectantes, conformes modas, costumbres, personajes y lugares que hoy, gracias a la memoria colectiva, retornan a una confortante remembranza. Los sitios de la ciudad, los negocios, los servicios públicos, los puntos de reunión de miembros de nuestra sociedad en sus niveles diversos: cafés, restaurantes, clubes, artistas nacionales y foráneos, las canciones de moda, etc.
Un recuento que, para concretarlo, se ha sabido manejar el imán de un lenguaje calificado y atractivo vocabulario, además del arte especial de lograr la confianza de quienes, de oyentes, pasan a ser interlocutores y coprotagonistas..., y, lo que es más, con excelente se-lección musical. Este es un resumen imperdible para rememorar, comparar, analizar y comprender los acaeceres de la vida desde este enfoque íntimo realizado por Carlos Martini a través de Radio Cardinal Romance.
Recordar es tener el poder de vivir.

Prof. RODOLFO SCHAERER PERALTA
Lambaré, julio de 2009



¿HAY ALGUIEN ALLÍ?
Estamos cada vez más solos. Los otros se nos aparecen como barreras infranqueables. Nos quedamos en la piel. No rozamos nada que pueda parecer el espíritu.
Por eso tanta desesperación y malestar en este tiempo de la instantaneidad sin territorios para compartir afectos.
Esta intuición rondaba mis pensamientos desde hacía varios años. Antes de incursionar, en marzo del 2004, en el universo de las radios FM a través de la City, la 99.1, leí uno de los mejores libros sobre el caminar de la vida, "ENSAYOS DE INTIMIDAD", del filósofo argentino Santiago Kovadlof (1942). Allí comprendí que, alguna vez, tendría que combinar mi ámbito habitual de la sociología, el periodismo y la docencia con canales de intercambio de intimidades, dolores y alegrías, que solo pueden ofrecer las radios FM.
En uno de los párrafos más entrañables de libro alguno que haya leído está lo siguiente:
"No, no creo que mueran nunca nuestras emociones fundamentales ni, en nosotros, aquello o aquellos que les dieron vida. La de jugar, la de habernos enamorado, la del miedo y la vergüenza. Nos apartamos de ellas y de nosotros mismos para seguir o proseguir o, simplemente, insistir. Pero en las melodías que fueron nuestras, o más exactamente a las que pertenecemos, quedan tatuadas las vivencias de las horas decisivas. Y con ellas, cuando vuelven, volvemos también nosotros... pertenecemos a las emociones que creíamos perdidas para siempre" (Santiago Kovadloff. "Ensayos de intimidad". Emecé, Buenos Aires, 2002, pp. 204-5).
Es como si cada uno de nosotros preguntara una y otra vez si hay alguien allí, donde sea, simplemente para compartir una historia personal o un recuerdo que nunca se fue.
Mis pasos por la City y la Universitaria (101.5) entre el 2004 y el 2006 me confirmaron que son en estos espacios donde nos encontramos más como quisiéramos ser.
De allí que, cuando una mañana de finales de enero del 2008, el Sr. Mariano Nin, jefe de Prensa de Canal 13, me dijo al pasar, en medio de los preparativos para el Noticiero, que la Sra. Andrea Bittar, directora de Radio Cardinal, quería hablar conmigo, me quedé paralizado. Tuve inmediatamente la intuición de que era en relación con una posible incorporación a la FM. Recuerdo todavía aquel viernes de enero, lo difícil que me fue concentrarme en el Noticiero. Salí disparando al terminar. Cuando la Sra. Bittar me ofreció este espacio, el de los domingos a la mañana, no dudé un instante.
Después, gracias a la oportunidad brindada por el señor Christian Chena, del presidente de Teledifusora Paraguaya S.A., don Alfredo Chena, y al apoyo del Sr. Fabián Bozzolo, vicepresidente de la empresa, un domingo 10 de febrero comencé este trasiego, de cada domingo, de 8:00 a 12:00.
Ahora puedo confesar que venía con todo el miedo del mundo. Por un lado, en ese espacio yo era un oyente obsesivo de Charles González Palisa, cuya vena romántica compartimos y, como si fuera poco, llegaba a la radio romántica por excelencia.
Era como pasar a jugar en el Real Madrid.
Y así fueron surgiendo estas historias, ya desde el primer domingo, cuando estuve con Freddy Ramírez como operador, que fue central para que mi ansiedad se controlara en aquel primer domingo.
Después lo conocí personalmente a Alberto Suceso Báez, cuya compañía dominical se volvió una necesidad vital. Por supuesto, quiero agradecer la gentileza de siempre de nuestro programador general, Juan Ortega.
Los relatos que presentamos en este volumen corresponden al periodo que se extendió desde el domingo 10 de febrero de 2008 al domingo 8 de febrero de 2009
Cada lunes a la tarde, me encargaba de hacer una selección de relatos, no podía transcribirlos todos por razones de espacio, pensando en su publicación.
Debo aclarar que todas las historias relatadas en estas páginas fueron transmitidas al aire.
No figuran los relatos de los oyentes que me pidieron que sus testimonios no sean comentados al aire.
Observarán que, en la mayoría de los casos, los nombres son ficticios. Las historias, como comprenderán, así lo exigen.
Abordé algún que otro cambio en el estilo y en el contenido de ciertos relatos para su mejor comprensión.
En algunas historias me he tomado el atrevimiento de realizar comentarios, que reflejan lo que sentía en el momento de escuchar la historia. En otros relatos prefiero que sea el lector el que vaya completando con sus vivencias, fantasmas, ilusiones y heridas el sentido y el pulso de ellos.
¿Son ciertas, son reales, estas vivencias, estos recuerdos?
¿Son fantasías, deseos no realizados, sueños diurnos de domingo?
Solo hago mía la frase con la que el escritor colombiano Gabriel García Márquez comienza su libro "VIVIR PARA CONTARLA", una suerte de memorias cuyos límites entre realidad y fantasía nunca sabremos.
"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda".
Nuestro peregrinaje en la tierra es un misterio. Solo sabemos que estamos en un laberinto.
Y no sabemos adónde vamos. Pero seguimos caminando. Cada vez más solos.

CARLOS MARTINI
Asunción, febrero del 2009


AMORES
En la vida de los hombres y de las mujeres, los amores son como las carreteras que cruzan la Tierra. Vistas desde el aire, parecen cicatrices que guardan recuerdos de heridas hondas, casi mortales. Pero ¡son tantas! las rutas, porque sin amor no hay vida, y él, como las plantas nobles, vuelve a brotar muchas veces durante la existencia humana.
Hay tantos amores que se hizo imposible clasificarlos o normarlos. Al amor solo le basta estar ahí, a la vuelta de la esquina, aguardando al caminante para ofrecerle la breve copa de su felicidad.


PRIMER  AMOR
Mi nombre es Silvia. Tengo 41 años, soy separada, y te puedo decir que acabo de conocer a mi primer amor. Ahora me doy cuenta de que amar no es lo mismo que casarse, sino encontrar a alguien que rompa todos nuestros miedos. A esa persona recién conocí hace un mes.
COMENTARIO PERSONAL: A otros en cambio nos pasa que ese primer amor fue el único, platónico, que se quedó entre las brumas de la adolescencia. Quizás por eso, cada vez que transito por la calle Mariscal Estigarribia, a la altura de La Riojana, siento volver a algún distante sábado a la mañana de principios de los setenta y vuelvo a ver a una adolescente. No sé por qué, pero la melodía que colorea ese recuerdo es "El gato en la oscuridad'; de Roberto Carlos.


LA SORPRESA DE ELISA
Elisa llegó al bar donde su marido la esperaba. Habían acordado almorzar juntos allí. Ella lo miraba tratando de encontrar rastros de culpa por una posible infidelidad de esa mañana. Sin embargo, estaba feliz de verla. Sacó un estuche de regalo del bolsillo y se lo puso entre las manos. "¡Feliz aniversario!", le dijo. Elisa había olvidado que era el 2 de diciembre, fecha aniversario de su boda. En realidad, él le había ido a comprar un regalo.
COMENTARIO PERSONAL: Este texto fue un aporte de una oyente después de la lectura al aire de un cuento, "SAL", de la mexicana ÁNGELES MASTRETTA (1949) que se encuentra en el volumen "MARIDOS" (SEIX BARRAL, Buenos Aires, 2007). Ese relato trata sobre una Elisa y sus temores de infidelidad del marido en un sábado a la mañana. El final no fue revelado y esta oyente, de nombre Elisa también, lo completó de acuerdo a su imaginación y, probablemente, a sus deseos.


TODAVÍA LO ADORO
Dejé a mi marido cansada de sus infidelidades. Para demostrarle el daño que esa conducta causa, también yo me metí con un casado mientras todavía estaba con mi esposo. Le conté lo que hice. Hace un año nos separamos. Recién me envió un mensaje. Carlos, todavía lo adoro.


EL ASIENTO VACÍO
Soy Ana. Te cuento que tengo 28 años y mi marido 65. Estoy perdidamente enamorada de él. Nos conocimos en un viaje al interior. El ómnibus iba casi lleno y él le ofreció el asiento a una mujer. Entonces observó que el asiento de al lado del mío estaba vacío. Se sentó a mi lado. Allí comenzó todo. Hace cinco años estamos casados y tenemos una maravillosa hija, llamada Noelia.


EN LA CÁRCEL
Soy Verónica. Mi marido está en la cárcel desde hace 10 años. Está condenado a 17 por haber matado a una persona. Tenemos una hija de 9 años. Es una niña brillante. En todo este tiempo le fui fiel a mi esposo. Espero que pronto consiga la libertad condicional.


MI PRIMERA PASAJERA
Soy Orlando, llevo casado 23 años con Norma. Recuerdo que yo estaba sin trabajo y entonces mi padre me prestó su taxi. Ella fue mi primera pasajera. En ese momento, Norma se encontraba desespera da porque su mamá estaba enferma. La llevé de visita al hospital. Me pidió que la aguardara. Y allí comenzó todo. Tenemos 3 maravillosos hijos.
COMENTARIO PERSONAL: Me puedo imaginar a un taxista mirando por el espejo retrovisor las piernas de la pasajera. A mí me ocurre al observar un programa de la televisión local cuando una presentadora, de cuerpo enloquecedor, no dobla las piernas, sino las junta y la cámara se posa allí cerca. Allí uno entiende cómo le habrá costado a San Agustín dejar su vida de libertino.


EL PRIMO DE LA NOVIA
Soy Adelina, llevamos 12 años de casados con Gustavo. Lo conocí en un casamiento, adonde fui acompañando a un sobrino que no se quería ir solo. Allí me presentaron al primo de la novia. Nos casamos poco después.


MÁS DE CUARENTA AÑOS DESPUÉS
Soy Ramón. En tiempos de colegio conocí a una chica de la cual me enamoré. Fuimos novios un tiempito. Cuando finalizamos el bachillerato, yo fui a estudiar a la universidad en Brasil, y ella, a la Argentina. Nos separamos. En 1983 nos volvimos a encontrar, pero muy brevemente. Pero lo que son las cosas, en las jornadas de Navidad en Familia del año pasado, la Navidad del 2007 nos reencontramos otra vez. Ella permanecía soltera, yo me había casado y divorciado. Volvimos a enamorarnos como en aquellos días del colegio, hace 43 años. Vamos a casarnos. Esta vez no voy a dejar pasar la oportunidad.
COMENTARIO PERSONAL: Lo que le ocurrió a Ramón coincide con lo que yo, misántropo y, por lo tanto, con poca autoridad para hablar del tema, pero ya que me dejan... lo digo: uno siempre se pasa buscando a una sola mujer en la vida. Igual que en la película "París Texas" (Win Wenders, 1980, cuando un hombre amnésico dedica todo su esfuerzo sólo a reencontrarse con la única mujer que amó. En un momento, cuando se produce lo esperado por él, la frase que pronuncia ese hombre está en la antología de las frases del cine romántico: “En todas las mujeres que conocí, sólo buscaba tu rostro".


ACEPTÉ SER LA SEGUNDA
Mi nombre es Elena. Tengo 40 años y hace 13 que soy amante de un hombre que hoy tiene 57. Él es casado, pero somos padres de un hijo. Sé que no se va a separar. Ya acepté ser la segunda.


ALGÚN DÍA, EN ALGÚN LUGAR
Soy Claudia. En el año 2000 conocí a un médico que trabajaba en Washington en un organismo internacional. Chateábamos, pero la relación se cortó después de los atentados de setiembre del 2001, ya que, al estar su oficina frente al Pentágono, no nos podíamos ni chatear porque cortaron las comunicaciones que venían de afuera, por seguridad. Por casualidad, nos volvimos a encontrar en Paraguay en el 2003. Retomamos la relación y en este año de 2008 nos vamos a casar. En nuestros correos electrónicos siempre terminábamos con la expresión: "Algún día, en algún lugar".


DESAMORES
Se dice que solo una delgada línea separa el odio del amor, incluso hubo una película en la lejana década de los 50 que se llamaba "ODIO QUE FUE AMOR".
Solo quien ama apasionadamente, es capaz de odiar con tal intensidad. Muchas veces, cuando una pareja llega al final, no hay odio. Lo que se siente es una especie de indiferencia, de alivio, porque ya el desamor había carcomido las bases de esa relación. El odio es un sentimiento extrovertido y el desamor es solapado. Pero en el origen de ambos hubo amor.


JUGUETE DE NADIE
Soy Clara. Hace nueve años me separé después de 20 de casada. Me harté de las mentiras, los maltratos físicos y sicológicos. Me costó mucho, porque las mujeres creemos que el matrimonio es para toda la vida. Recuperé mi autoestima. Decidí que no quería ser juguete de nadie. Me volví a casar hace dos años. Solo me arrepiento de no haberme separado antes. Ahora nos solemos ver con mi ex pareja, porque tenemos dos hijos, pero jamás se me ocurre volver con él.


AMANTE DE MI GINECÓLOGO
Me conmovió escuchar esa historia. Soy Teresa. También estuve casada 20 años. Me separé hace ocho meses. Me casé muy joven, a los 17, y pasé de la dictadura de mi mamá -era muy rígida- a la de mi marido. Habíamos estado 10 meses de novios. Parecía buena persona. Pero, cuando nació nuestra primera hija, se volvió tan celoso que creía que me había vuelto amante de mi ginecólogo. Tenemos tres hijos. En esta última Navidad vino a visitarnos y se puso muy violento, a tal punto que uno de mis hijos me dijo después que por fin había conocido realmente a su padre. A partir de hoy, después de escuchar su programa, voy a escribir un libro con la historia de mi vida.


LOS HIJOS
Soy Rafaela, me separé hace 10 días. Estuve casada 12 años. Ya teníamos diferencias fuertes sobre nuestros hijos. El sólo pensaba en darles coches lujosos, yo quería invertir en casas para ellos. Ojalá me pase lo mismo que a la oyente anterior.


HIJA DE UNA VIOLACIÓN
Soy Estela. A los 19 años fui violada. Hasta ese momento era virgen. Quedé embarazada. Me sugirieron abortar. No lo hice y, gracias a esa decisión, hoy tengo una maravillosa hija de 31 años. Con el paso del tiempo me casé, tuve otros dos hijos y después me separé.


EMBARAZADA, ENAMORADA DE MI EX NOVIO
Soy Diana. Hace tres años que estoy casada. Estoy embarazada. Después de cuatro años volví a ver a mi ex novio y, al verlo, volví a enamorarme perdidamente de él y él también de mí. No sé qué hacer, porque mi marido es muy bueno y cariñoso conmigo.


CÓMO HACE EL AMOR
Soy Claudia, tengo 25 años. Una llamada perdida en el celular de mi ex novio me abrió los ojos. Él se enojó cuando le conté lo que encontré. Me había prestado su celular y así pude conocerla a la otra mujer. Él me juró que era una relación pasada. Pero es mentira. Incluso esa mujer me relató con detalles cómo se porta en la cama, lo que a él le gusta desde que comienza a desvestirse hasta las palabras que dice cuando está terminando. Lo dejé ayer.
COMENTARIO DEL COMPILADOR: Esta fue una de las conversaciones más excitantes para mí en el transcurso del 2008. La voz de esta oyente era de una temperatura sensual insoportable. Casi, casi, le pedí los detalles de lo que al novio le gustaba en la cama para tener el pretexto de preguntarle hermosa como cuando se la ve simplemente con el pelo suelto, un jean apretado, blusas ajustadas y sandalias con taco.


NOSTALGIAS Y RECUERDOS DE OTROS TIEMPOS
Hay nostalgias y añoranzas varias, extrañamos el amor, los amigos, el barrio, la escuela y la ciudad que ha crecido, tanto que no la reconocemos más. Porque si ahora peinamos canas, ella, la ciudad, también ha cambiado de cara y la surcan nuevas arrugas causadas por edificios modernos emplazados allí donde jugábamos los partidí de la infancia. Del hielo repartido en carros, a las chaperonas o tomasitas que cuidaban la virtud de las niñas, todo vuelve a la memoria, los oyentes se embarcan en la nave del pasado y vuelven a ser jóvenes. Es una experiencia que nadie desdeña.
En esta sección campea la memoria del pasado, de aquellos buenos viejos tiempos.


ESQUELITAS
No todas las experiencias son malas, Carlos. Me llamo Laura y soy viuda. Amé a mi marido hasta su final. Te cuento que soy enfermera y él era médico. Cuando nos dirigíamos a trabajar a nuestros respectivos hospitales, le ponía esquelitas de amor en el bolsillo del pantalón que él leía a la hora del almuerzo. Todavía lo extraño mucho.


LA CHICA DE LA BOUTIQUE
Soy Teresa, tengo 70 años. La historia de mi primer y último amor comenzó cuando yo tenía 16 años y va a ver que la diferencia de edad no impide la felicidad. Soy de Concepción y a los 10 años vine a Asunción. Estuve en el Colegio María Auxiliadora como interna, porque quedé huérfana de madre y era la única mujer de seis hermanos. Cuando cumplí 15, mi papá me llevó a Concepción a celebrar el cumpleaños. El joven que iba a ser mi marido que entonces tenía 28 años era trasladado a Concepción a trabajar en un laboratorio de un hospital. Una mañana, cruzando a visitar a una vecina, él me vio, quedó admirado, me lo dijo después, pero no se me acercó. Pero a partir de ese momento esperaba que en las mañanas yo visitara a mi vecina. Esto durante el tiempo que permanecí en Concepción. Hasta que un día que me vio frente al negocio de mi tío, una boutique, se me acercó. Allí comenzó un amor que duró 45 años. Por favor, ¿podríamos escuchar ahora "La chica de la boutique", de Heleno?
COMENTARIO PERSONAL. Cada vez que paso frente a una boutique de algún shopping no puedo dejar de tararear esa canción o de recordar el conmovedor cuento "El maniquí", de Mario Halley Mora. Hay cada figura que uno quisiera llevársela al dormitorio.


USTED ME RECUERDA A TITA MÉRELO
Soy Raquel, cuando yo era adolescente leía una revista llamada "Nocturno", en la cual Tita Merelo tenía una sección llamada Cartas del Corazón. La gente contaba cosas que le pasaban. Su programa es muy parecido a esa sección. Además, ella también quería a los perros. Tenía uno que se llamaba "Corbata" y usted siempre la recuerda a "Umi".
COMENTARIO PERSONAL. Hay amores que no pasan y dolores que son para siempre. "Uma" o "Umi" fue migran compañera durante el 2006 Murió el martes 23 de enero de 2007. Era una preciosa yorkshire. Son esas marquitas eternas en el alma que dejan ciertas cicatrices, como dice la actriz uruguaya China Zorrilla.


AMOR QUE NO PASA
Soy Adela. Una vez que mis hijos se casaron me separé. Quiero volver a enamorarme, pero descubrí que a quien sigo amando es a mi ex marido.


NUESTRA PRIMERA HELADERA
Soy Sara Botti de Villamayor. En los cincuenta mi padre compró la primera heladera del barrio. Era una "Westinghouse" del comercio de Manuel Ferreira. Recuerdo que era tanta la novedad que, cuando vio llegar la heladera, un vecino se puso a aplaudir.
(Los nombres de la historia son reales. Nos llamó también Josefina para contarnos que, de la misma casa comercial, compró una heladera en 1960 a 25.000 guaraníes. Ella, además, tenía una moto Vespa y compraba el aceite también en el comercio de Manuel Domínguez. Por 50 guaraníes le colocaban el aceite a la moto en las estaciones de servicio.


EL CARRITO DE LA PALMERA
Soy Ada. En los sesenta recuerdo un carrito tirado por caballos que repartía panificados riquísimos de La Palmera, que estaba en Benjamín Constant y Montevideo. El pan francés era uno de mis preferidos. También repartía leche y queso. Llevaba una cortinita. Todavía me lo imagino transitando por la calle Colón.
(Esa panadería todavía funciona en ese sitio. Llamó enseguida Kike Krona para contarnos que La Palmera pertenecía a los hermanos Luis y José Fontclara).


MILANESA CON PAN EN MEDIO DE LA PROYECCIÓN
Soy Carmen. En Duque, detrás de la iglesia, funcionaba el cine Gloria al aire libre. En medio de la proyección andaban entre las filas los vendedores de milanesa con pan, era a 10 guaraníes, también vendían chorizos. Se pasaban en simultáneo con el cine Victoria. Se pasaban dos películas- A veces una de ellas no llegaba a tiempo.


INOLVIDABLE CARLOS PENAYO
Carlos, soy Rosanna Penayo, este 21 de enero de 2009 se cumplirán 21 años del fallecimiento de Carlos Penayo. Recién escuché que una oyente se acordó de los "Sábados Bailables de La Española", por Emisoras Paraguay. Carlos y Blanca Navarro eran los conductores.
COMENTARIO PERSONAL: Carlos Penayo fue una de las mejores voces de la radiofonía paraguaya. Rosanna también me contó que ella se inició con un breve espacio de cinco minutos llamado "Gotitas de Amor"; en Radio Cáritas. Era un programa que iba de 20 a 23 todos los días. Ella era estudiante universitaria y como pasantía, durante esos cinco minutos te-nía ese espacio.
A partir de esta llamada de Rosanna, varios oyentes nos devolvieron a otros tiempos de la radio. Por ejemplo, uno de ellos nos recordó a Alejandro Ortiz Aquino, "Chicle" ; con sus "5 centavos de ilusión"; los monólogos con su "incorpóreo amigo Gabriel" ; de Fernando Cazenave; "El mirador de los sucesos”; por Emisoras Paraguay, con Gerardo Halley Mora; un concurso llamado "Se quema, se quema'; se quemó en que había que responder a una pregunta antes que se apagara la cerilla de un fósforo; el programa "La noche tiene tu edad", con Roberto Simbrón, auspiciado por el Hotel Itá Enramada, las cartas de amor a la siesta elaboradas por Rodolfo Víctor Santacruz (ROVISA), leídas por Juan Carlos Hermosa. Además, nos contaron que ROVISA preparaba libreto para un programa de los domingos a la mañana en Radio Ñandutí, auspiciado por Martel y donde llegaron a actuar, entre otros, Palito Ortega y Leo Dan, la publicidad de Café Santo, que hacían niños en directo en Radio Guaraní a cambio de un cuarto de café, o aquella "Nutrisensacionalísisma Trébol" ; programa infantil en la fonoplatea de Radio Paraguay auspiciada por Trébol y conducido por Angélica Berenice Vera, Celia María Benítez y Eugenia Chaparro Benítez, la hija de esta última.


MIEDO A SUFRIR
Muchas personas rechazan el amor por miedo a sufrir, tuvieron experiencias muy dolorosas y se niegan al riesgo que puede ofrecer una relación amorosa, una relación que también puede traer felicidad.
En esta sección también se encuentran los que soportaron abandonos, aquellos que nunca más volverán a confiar.
Por último, hemos incluido a quienes separan el sexo del amor y a los que se sienten heridos por la indiferencia de sus parejas.


DIFERENCIAS DE CULTURA
Soy María Elena. Tengo 50 años. Me casé a los 17 y mi matrimonio fue desastroso. Nos separamos 13 años después. Lo mejor de esa etapa son las dos maravillosas hijas. Yo era muy joven y estaba atada a él porque no tenía una profesión. Pero después de separarnos, con la ayuda de mis padres, estudié formación docente. Me realicé. Durante 20 años no miré a nadie. Pero hace unos 15 años conocí a un hombre, pero no pasó nada. Ahora volvió. Estamos saliendo, pero sin relaciones íntimas todavía. Es una persona honesta, pero me preocupa que haya una gran diferencia en cultura e instrucción entre los dos. ¿Qué va a pasar cuando tengamos que frecuentar a mi familia y amistades? Mis hijas ahora están en EE. UU. Vuelven en diciembre. Fue la soledad la que me llevó a salir con este hombre, me gusta estar con él, pero no estoy del todo decidida.


¿SERÉ SOLO UNA AVENTURA?
Soy Diana. Hace tres años que estoy separada. Hasta hace algunos meses salí con un hombre. Terminé con él. Sólo quería jugar. Después conocí a otra persona. Es muy cariñosa. Tenemos ambos 33 años. Yo tengo dos hijos. Él es soltero, sin compromiso, vive con la mamá, la cual está enferma. Me llama todo el día. Está pendiente de mí, pero no quiere formalizar la relación. Tengo miedo que me quiera sólo para una aventura. Él dice que viene de una relación que duró nueve años, nunca se casó con esa mujer, se separaron hace seis años y dice que le traumó.


NO QUIERE VOLVER A ENAMORARSE
Doy Daniela, tengo 35 años, con tres hijos ya grandes. Me divorcié hace cuatro años. Hace unos meses conocí a una persona completamente libre, tiene 30 años. Comenzamos a salir, manteníamos relaciones íntimas y parecía que íbamos a ser más que amigos. Yo estoy enamorada de él. Tenía una novia y cada tanto habla de su ex. Pero me dice que no quiere formalizar una relación conmigo, que no quiere volverse a enamorar.


¿UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD?
Soy Alma, tengo 42 años. Hace 12 años me enamoré de un hombre que tenía una pareja, aunque no se habían casado. Yo todavía estaba casada. Iniciamos una relación, pero, como teníamos pareja y no estábamos dispuestos a dejar a nuestras parejas, nos separamos. Diez años después, ya estando yo divorciada, me buscó y reiniciamos aquella relación que quedó trunca. Lo sigo amando hoy, pero ya no me siento correspondida. Hoy me hago la pregunta: ¿la segunda oportunidad mereció realmente la pena?


ABANDONO
¿Se puede sobrevivir a un abandono? ¿Se puede prevenir?
Las víctimas de una acción de abandono, en la mayoría de los casos, no consiguen superar ese trauma. Si bien siguen viviendo y cumpliendo con las rutinas acostumbradas, hay un grito interior que pregunta por qué y un hueco en el alma que nunca más se llena, con ningún amor nuevo ni con toda la seguridad que ofrezca otra relación.


EL DINERO DE ELLA
Me llamo Elena, tengo 27 años. Estuve de novia hasta hace una semana con un hombre de 40. Parecía muy enamorado, hasta que se cruzó en nuestras vidas una estudiante universitaria de familia con mucho dinero. Se fue con ella.


OTRA VEZ SOLA
Soy Olga. Hace un año y medio mataron a mi marido en un asalto. Estuvimos juntos 25 años, tuvimos una hija. Después de su muerte conocí a otro hombre, nos hicimos amigos, luego pareja, con buenas relaciones sexuales, pero, de repente, en este enero del 2008, me pidió un tiempo para separarnos, desapareció completamente. Él me decía que era soltero, que tenía dos hijos, pero ahora no sé qué pensar. Nunca quiso que conociera a su familia.


UN MECHON DE TUS CABELLOS
Soy Fabiola. Quisiera escuchar "Un mechón de tus cabellos", que canta Salvatore Adamo. Cuando tenía 14 años, yo le regalé un mechón de mis cabellos a un chico del que estaba perdidamente enamorada. Mi mamá me vio cuando le entregué y me dijo que esa persona iba a ser mi marido. Así fue. Hoy tengo 57 años, estuvimos casados casi 30 años, con dos hijos excelentes, pero él me dejó por culpa de una María, como la de esa historia de la de 22 años que tiene un amante casado.


DESAPARECIÓ
Soy Alba, tengo 24 años. Estuve saliendo con un hombre de 49. Él está casado. Hace una semana no sé nada de él. Estuvimos cuatro años juntos. Somos compañeros de trabajo. Se tomó vacaciones el lunes y al día siguiente vino la esposa a la oficina y se quejó con nuestro gerente sobre nuestra relación. Él tiene cinco hijos. Creo que esto es el final.


EL ÚNICO HOMBRE
Hola Carlos, soy Claudia. Hoy me levanté con mucha nostalgia. Hace unos meses mi novio se fue con otra mujer, es una alumna suya. Fuimos pareja durante dos años y medio. Fue el único hombre al que amé.


COMO TODAS LAS COSAS EN LA TIERRA
Soy Marina, tengo 66 años. Hace seis años, un 8 de diciembre, me sentía muy triste. Entré a un cíber, vi gente que chateaba. Entró también un hombre que estaba solo, me saludó, hablamos, nació una amistad y algo más. Pero hace dos años se fue definitivamente de mi vida, como todas las cosas en la tierra, vienen y se van.
COMENTARIO PERSONAL: Es así, por eso una de las canciones que no me canso de escuchar es "Como una ola", en la versión de Rocío Jurado.


AYER SE CASÓ
Soy Silvia, tengo 27 años. Estuve en pareja con un hombre durante cinco años. Nos separamos hace cinco meses. Tenemos una hija. Él se casó ayer con una mujer que también tiene 27 años. Él tiene 28.



EL BAZAR
En esta sección los lectores encontrarán de todo: hay opiniones, historias de dolores profundos, experiencias de los oyentes sobre sexo y hasta algún acto fallido del conductor.


CREÍ QUE ERA SOLO UNA AVENTURA
Soy María, tengo 22 años, estudio relaciones internacionales, soy soltera. Desde hace dos años tengo un amante de 46 años, él es casado, es político. Nos conocimos en una oficina pública donde yo trabajaba. Al principio creí que era solamente una aventura. Pero ahora estoy enamorada. Si nos peleamos, creo que el mundo se derrumba, pero sé que no es para mí. A veces me llama desde la cama, cuando a su lado está su esposa. Ella me llamó a decirme que estoy destruyendo su familia. A veces yo me escondo de él, pero no puedo dejarlo.
COMENTARIO PERSONAL. Este es un caso que cada vez que me consultan en privado doy la misma respuesta: María no tiene futuro al lado de ese hombre. Será siempre una segunda para desahogos pasajeros. Es un punto de vista polémico, pero, a mi modo de ver, hay que considerar el resto de la vida de una mujer joven que, en casos como el relatado, para ese hombre mayor no deja de ser un objeto de placeres olvidables.


ELLA SALÍA, YO ENTRABA
Mi nombre es Raúl, tengo 36 años y soy casado desde hace nueve años. Acabo de escuchar la historia de María. Yo también vivo desesperadamente una relación con una amante que está casada, de 30 años, ella tiene un hijo. No sé qué hacer. Ella no quiere que yo me divorcie. La conocí en una farmacia. Ella salía, yo entraba.
COMENTARIO PERSONAL: Si la mujer casada del relato de Raúl no quiere que él se divorcie, es más que probable que el matrimonio de la señora ya sea más aburrido que cenar arroz con agua tibia, pero por algún motivo desea seguir con el marido en las formas, pero las ansias de sexo gratificante están en otra parte, y no con el esposo, con el cual, por cierto, saldrá en las fotos de sociales como una pareja modelo.


LA COPA Y EL CÁLIZ
Soy Dirce. Estuve escuchando atentamente esas dos historias anteriores. Estoy en desacuerdo con mujeres que son amantes de hombres casados. Tenemos que dignificarnos. No debemos aceptar, ser segundonas. La mujer es la copa y el cáliz del amor.


LOS  TES SON NECESARIOS
Soy Anabel. Yo estoy casada y estoy de acuerdo con la relación con amantes. ¿Qué sería de los matrimonios sin los amantes? Cuando uno o una tiene un amante, viene a la casa más relajado o relajada y el matrimonio funciona mejor.
COMENTARIO PERSONAL. Debo reconocer que, aunque me cueste entender está lógica, el argumento no es disparatado. Es otro de los motivos que refuerzan la opción mía por la soltería: debo sospechar que cada atardecer que me encuentre con mi esposa y que ella esté radiante y sexy, es porque en, esa siesta disfrutó y gozó como se debe con su amante.




jueves, 28 de abril de 2011

JORGE GÓMEZ RODAS - EL BESO DE CAÍN (POEMARIO) / Edición al cuidado del autor. Asunción, Paraguay, octubre de 2005.


EL BESO DE CAÍN
JORGE GÓMEZ RODAS
EDICIONES TALLER
Composición y Diagramación: GILBERTO RIVEROS ARCE
Ilustración y diseño de tapa: ENRIQUE GÓMEZ CORONEL
Edición al cuidado del autor.
Portada: Extracto de “MARYLIN” (1964) de ANDY WARHOL
Diseño de portada: ENRIQUE F. GÓMEZ
Asunción, Paraguay, octubre de 2005
Hecho el depósito que marca la Ley N° 1328/98
 Impreso en Paraguay


Y todos los hombres matan lo que aman,
que lo oiga todo el mundo,
unos lo hacen con una mirada amarga,
otros con una palabra zalamera;
el cobarde lo hace con un beso,
¡el valiente con una espada!
OSCAR WILDE

Atestiguad; varones,
en descargo,
que el poeta no ha muerto.
Su lenguaje pulula
entre vosotros.
GUILLERMO LAMIA


I
OSCURO DÍA CARNAL
Daré un paso,
y en la muesca de mi contemplación,
crecerán sus cadenas.
(De “Las botas de metal”, 1981).
Cuervo Durbano

OSCURO DÍA CARNAL
La ardua complacencia de lo oscuro
Mancha todos los cristales.

Atiza el tumbo embriagador de mis días,
La inocencia del caldero colmado de serpientes.

Lo esencial de la luciérnaga que me deja
Ver el camino, no es la luz,
Sino el latido transparente de un cansancio
Sin promesas.

No me puedo mover por el tangencial
Límite de la sangre,
Sin un fariseo adosado a mis talones,
Ahogando una refriega de sombras y cadenas.

Al levantar la carne de las hijas de mis desvelos,
Ejércitos y poblaciones lamen mis vestiduras
Con emblemas de corazones.

AMORES SON AMORES
Mi sueño se transmuta en otro sueño
Que dejo en el desván de mi desvelo.
A un claro rastro de espuma y terciopelo
Sigue la sombra de un tálamo dormido.

En la entretela del pliegue del olvido
Queda un vestido vacío de caricias
Y asume el sortilegio de una blusa
en el brocal sediento de la brisa.

Ya por la oscura la tarde se entretiene
En el ocaso que labra el pensamiento
Robando en tantos labios la frescura
Pasajera de tímidos momentos.

He de arder enhiesto y sin ventura
Por suaves fragancias de magnolias
Y en la hebra de luz que teje el viento
Fulge un amor dormido en la memoria.

LA LEVE CANCIÓN DE TU AUSENCIA
A la gatita Priscila
El espacio donde solías acostarte,
Ha quedado vacío.
El pedazo de tu ojo dormido, se abraza
A un silencio que camina lentamente
Hacia otoños de largas moradas oscuras.
Sin embargo la canción de tu mirada
Acompasa al leve murmullo de las hojas amarillas.

Yo espero volverte a ver
En una mañana,
Cuando sigilosamente me toques la espalda,
Y sepa que el tiempo de no estar a mi lado,
Fue una pausa suave
Que vuelve a encontrarnos.

MAR DE MIS TRISTEZAS
Mar de mis tristezas que arrastras hijos de sombras,
Cerebros de acuáticas islas.

En tu movimiento fraguas la constancia de, lunas perladas
Uncidas por cabelleras
E himnos de rojas serpientes.
La ira de tus orillas, rompiente de letanías,
Ahonda mis soledades hambreándome de espumas
Y mis ansias palidecen en tu corazón de algas
Dejando a mi alma sin rumbo, salobre y estremecida.

Oh mar de locas tristezas, fluvial lamento de heridas
Abrazas todo el misterio Borde agoniza la tarde,

Oh mar de mis largas tristezas,
Gotea desde mis ajos, tu corteza de gaviotas.

DESDE TU MUERTE
En murallas de lluvias
La agonía de los espejos trazan tu muerte.

La tos vertical de oráculos de sangre,
Clama por serpientes vengativas,
Aulladas de sales bermejas y suplicantes.

Y será la yerta temperatura que engarce a tus huesos,
Con la luz harapienta de las penumbras
Aciagas de octubres desollados.

Tu sexo será la única verdad que ha de
Quedar inerme,
Salvífica de orgías funestas y larvas enfermas.

En el descenso de los cadáveres del tiempo,
Tu corazón será la apetencia de féretros auríferos,
Masturbados por huecos,
Diseminados de conjuras y pedrerías de azufre.

La luz solar penderá de los ascensores de tu esqueleto
Irradiando estrellas purpúreas
Y un arcoiris de rodillas disecadas.

De tu aliento sólo quedará la fragancia de cristales,
El descompuesto afán de las memorias vacías de águilas
Y estambres.

Dibujo en los sepulcros de sepia que desbrozan tu recuerdo,
un holograma de vientos.

EL ENTIERRO
Enterré la cabeza muerta de tu olvido
En la comisura labial de mi entrecejo.

Me fueron creciendo los dientes del invierno
En las cicatrices blancas de mi alma.

Con las manos sedientas de la tarde,
Y las hojas secas de tu espalda,
Tracé senderos de ceniza
En la brasa ardiente de mi sangre.

Himnos desollados por la aurora
Devanan cilíndricos trasiegos
Y estirpes quebradas de hojalata
Esculpen panoplias en la grava.

El salvo corazón de la memoria
Cerró de largas cruces tu borrasca.

PUNTUALMENTE TU OLVIDO
El espejo me devuelve tu sombra,
Tu anillo vacío,
El rumor silencioso de las horas.

Arropo tu cintura sembrada de trinos,
Y naciente respira tu mirada
Abrigada de vientos y hojas caídas.

Mi ardor se desvive sobre tu espalda
Y teje pájaros y canciones
En la entretela de este Domingo
Vencido de campanas y urgencias cotidianas.

A mis cincuenta años ya no es difícil conversar con la vida
Y contarle que te vas o que regresas
Herida de vuelos otoñales.
Ya la extasiada amapola de tu boca
Se arrumba con ángeles de incienso
En la herrumbrada oración de los caminos.

En la habitación de tu olvido
La cicatriz vulvar de tu aliento
Desovilla de la nostalgia
El rostro de mis lluvias vacías.

SEDIENTO DE GRISES MEMORIAS
Tosiendo águilas de sangre
Me debato entre sentir o no sentir tus desganos.

No me debo a tus cortejos de sombras,
Sin embargo bebo la muerte
En copas de cabelleras sedientas.

Los límites abisales arremolina tu pubis
Y lamen cardúmenes lacios de cicatrices de plata.

Aún conversando en silencio,
Sueño viejos acertijos en dados de blancas espaldas.

Guturalmente apodícto flagelo a voces desnudas
Que bajan de tus pezones a tu raigal descendencia.

De adioses sangran tus labios
Y yo de quererte tanto.

LAS TETAS DE LA LUNA
A mi hijo José María,
a cuya sugerencia debo el
título de este poema.
La luna navega en velos de seda
Y su ceño es río de vuelos perlados
Redonda y argenta matiza su encaje
Y ciñen a sus tetas suaves celajes.

Todo el universo corona la gracia
Que a su faz descalza dispensan los astros
Y estelares vientos sacuden la cimbra:
Relámpago asido en bridas de plata.

En enjambre herida de constelaciones
Abrazan su torso mares y planetas
Y del infinito en secuencia láctea
Fina estrellería sostiene su estampa.

La luna y sus tetas sonríen desnudas
Y Venus le presta su ingrávida sombra
Y en haces oscuros preñada de tactos
Coronan su frente sueños estelares.

Redonda y abierta la luna levanta
Sobre el horizonte su cóncava danza.

II
RAZA DE SOMBRAS AZULES
Recorriendo el eclipse de los sueños
En un tranvía de huesos taciturnos.
(De “Señales”, 1981)
(Cuervo Durbano)

RAZA DE SOMBRAS AZULES
Las viejas sombras arrastran su cabellera de soledad
Por avenidas de espejos y terciopelos.
La ciudad sangra sus lágrimas de vidrio
En cúpulas de bronce nacarados de grises desprendimientos.

Habitantes de la oscura pasión de los relojes
Marcamos aleve el tiempo de las mariposas
Heridas en un Setiembre sin memorias.

Acosadas por el hambre y la penumbra
Nuestras almas se pierden por la matriz de hojas
Y el desprecio de violines augurales.

La mente se libera por la imagen de simetrías insanas
Agobiada por raíces verticales
En la terredad salvaje de la especie.

Los cementerios de mieles y libaciones perversas
Se licuan con sales insomnes
En cruces arrojadas de los latidos.

Vaciamientos de perros melancólicos
Ahuyentan la orda migratoria de luces violadas
En turbios catalejos.

El ángel de los cóncavos descensos
Danza en la mueca de estériles vejaciones.

¿Qué cielo arderá en el estómago del último murciélago
dueño de la mudez
y la metálica respiración de los caminos?

VISIONES MAL PARIDAS
En marsupiales bolsones
Yo te fui cargando lengua del infierno.
Incomparable tiempo el mío, que no sustenta
La pitanza escoliada de tu labraje.

Vientos de úteros malignos fueron arrodillándose
En las aberturas de las ausencias
Y en mis hombros aborrecías las canciones medievales
Acariciando las manos fabuladoras
Dueñas de los incendios y resagos de holocaustos.

Y yo seguía en mi gallardía
Sorbiendo los dulces terrones, en el albor
De la borrasca y el magro vino detenido.

Si una brusca dentellada pudo herir a tu pie de estrellas
Su dentadura emposada infectaba crines de selvas.

Y tus locos vituperios crecían como evangelios desnudos
Abrazados a la contienda de concupiscencias larvales.

Falaz bramido a la luna en címbalos de ceniza:
Alquimia de viejas pasiones, tu pupila de ojo reptante.

LETANÍAS MEDIÚMNICAS
Fomentar atrocidades a espalda de los conventos
Fomentar divinos momentos en metamórficas baladas
Canibalismo extasiado la nada y su movimiento
Devorar todo el silencio en las cornisas del tiempo.

Labrar blancas resurrecciones y cristos deshabitados
Sucumbir con las pasiones de vírgenes infectadas
Habitar la llamarada en fosas de relicarios
Pulir famélicas danzas en trapecios verticales.

Herir de sombras lo bello que nace de los rosales
La tenue luz que deshoja una grávida paloma
Los labios que aún convocan un beso desesperado
Lo calmo y lo deseado en los límites del sexo.

Tocar la extrema tardanza de un sol girando en la bruma
Soñar la mágica espuma de unas huellas amarillas
Ceñir desde la gramilla ruegos de níveas doncellas
Domeñar sobre la estrella el infierno de un lacayo.

De sesgo en sesgo asumir dos rostros horizontales
Perpetuar en los males a evas de medio pelo
Decantar todo el misterio de desnudas capitales
Para digerir en fandangos ambrosías terrenales.

En canastillas de lumbre irradiar la melodía
Y en suaves melancolías vomitar un aguacero
Para fundar el sendero de las piedras en el cielo
Y sucumbir al destierro de un cementerio en los ojos.

Debo calarme en las manos la sangre de mis despojos.

LÍMITES DEL NAUFRAGIO
Fluye la luz sobre el cortinado
Y sume las habitaciones
En el presagio de tormentas de piedras.

Arguyo que sangro veranos
Atardecidos de centauros y reyes olvidados.

Ay de mis cielos acartonados
Llenos de espantapájaros celestes.
Polisemancia de un lenguaje desdoblado
Hacia ceremonias de vítreas morbosidades.

Desnuda azalea de campanas ventrales
A sazón trepadas por el hombre arroximativo.

Carnal y abrasivo de terráqueas masturbaciones
La piel de una balada oxida erecciones de crisantemos.

En glándulas amatorias se engendra la caída
Del último ser descamado en círculos de soles muertos.

Ay de ti,
Canción desesperada de mis naufragios.

MUTACIONES PÚBLICAS
Los ventrílocuos de hojarasca
Curten su alma en muñecos de alabastro.
Sus lágrimas virginales tapian penas de rocío
En voces escamadas de heridas otoñales.

Velos acartonados y utilerías de fieltro
Sonríen en la mueca medular de huecos bermejos
Y el íncubo rechaza carmines en sordina
Para olvidar el himno que yace en el espejo.

Vanagloria de ancestros para sorber el tiempo
En la garganta erecta de la hiedra que crece.
A horcajadas merodean animales de incienso
Y sin embargo se espesan en caldos circulares.

Los ventrílocuos sueñan espermas de porcelana,
Linfáticas visiones clarean en los labios.
Turban al silabeo feminoide de sus voces
Conjuradas en armisticios de tules desbaratados.

El público aplaude el tatuaje de las risas
Cribado en lomos de azufre y ratones crepusculares.
El ventrílocuo supina muchedumbres demenciales
En una caja cerrada por manos de arcángeles ciegos.

La gloria sea para el muñeco y los ojos de amatista.

ENSAYO DE JUICIO FINAL
Descerebrada la angustia se columpia en los rincones.
Torva su ovulación; refracta concepciones sálmicas.

La coagulada ilusión trama su canción de cristales
Y en un recio entuerto de adioses besa su espalda de grava.

Moisés y sus diez tablas exudan cansancio y placenta
Mamando hombres pequeñitos que curten abanicos blancos.

Galanuras de cementerios y bisiestos desenfrenos
En la mala memoria de un vino sesteando un aguacero.

Chupadora de madres impuras, yerme de paz un enano
Y la soledad teje su labia eyaculación maculada.

Impropias bestias en sudarios y turbia imprecaciones,
Ahondadas tráqueas metálicas intoxicadas de herrumbres.

Onduladas de evanescencias teje su alma una paloma
Y el aire fluye en sus alas en purpurinas de mármol.

Extremismos de liminares vastedades ambulantes,
Ancorado en el beso del sueño libando crepúsculos vanos.

Mutaciones de sangre vertida en la costra descendente
Escupen truenos de anacondas grises, recias y curvadas,

Lázaros robóticos levantan sus espejuelos de fuego
Exhalando dioses totémicos incandescentes y ciegos.

Irrigaciones funestas enmohecidas en látigos
Fracturan flamígeras lluvias en ingrávidas inflexiones.

Aéreas masturbaciones de putas álgidas y azules
Inseminan la vieja ternura en el útero de los desvelos.

Almidonadas de calandrias; zátrapas de conventillos
Heresiarcas de crisálidas en fosos de soles antiguos.

Hundimientos de almas errantes en una comparsa blasfema,
Concéntricas evas danzando la perfidia de crisantemos.

Oblando máscaras de sal y chuza de hebras moradas
Se cachondea la virgen en relicarios de esperma.

Un prócer de lengua dorada lame el arca del diluvio
Y el eco de los naufragios funda su carie en el limo.

Cabeceando impávidas nalgas se regodea el escarnio
Y una sarna occipital boquea laberintos de sangre.

Dos pianos a contraluz suenan leves y anestesiados
Y la especie hiende su escorzo en un rascacielo humeante.

 

ÍNDICE

 
I.- OSCURO DÍA CARNAL : AMORES SON AMORES / COMO LA BRISA / LA LEVE CANCIÓN DE TU AUSENCIA / MAR DE MIS TRISTEZAS / VIAJERA /  AQUELLOS LOS DÍAS / DESDE TU MUERTE / EL ENTIERRO / LAS CITAS / INSTANTES / PUNTUALMENTE TU OLVIDO / DE SOMBRAS Y VELADORES / (DES) ENCUENTROS / EN LOS HUMEDALES SEDIENTO DE GRISES MEMORIAS / POR EL CONO DE VIDRIO / TROPISMOS / LAS LENCERÍAS DE PARÍS / LAS TETAS DE LA LUNA / DESPUÉS DE LA PASIÓN / DESPEDIDA.

II. RAZA DE SOMBRAS AZULES : RAZA DE SOMBRAS AZULES / VISIONES MAL PARIDAS  / INTENSO Y AMARGO /  LOS GATOS CÉLIBES / DEVANEOS  / EL ETERNO RETORNO / CRETA EN EL ALMA / NUEVE MESES / LA NADADORA DEL ANTICUARIO / LETANÍAS MEDIÚMNICAS / LÍMITES DEL NAUFRAGIO / PARAÍSO A DESHORAS / HONDAMENTE LOS INVIERNOS / MUTACIONES PÚBLICAS / LOS SISTEMAS ANGULARES / ENSAYO DE JUICIO FINAL / SODOMITA / AMBROSÍAS VEJATORIAS / JUEGOS RESPIRATORIOS / PREHISTORIA MENTAL / FINAL .