Recomendados

Mostrando entradas con la etiqueta ELSA WIEZELL. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ELSA WIEZELL. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de octubre de 2010

ELSA WIEZELL - ORBITA DE VISIONES (POEMARIO) - Tapa de EDITH JIMÉNEZ / Poesías: ESCRIBO... , PROEMIO DE LA DECEPCIÓN , PASIÓN ENTERNECIDA , EL NUDO , UN HOMBRE EN EL CAMINO , EL MISMO AMOR , ANSIA DE RISA , INVENTARIO , CICATRÍZ ARDIENTE , ...


ORBITA DE VISIONES
Poemario de
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
Asunción – Paraguay (22 pp.)


ESCRIBO...
Para el mar,
para el viento,
para la libertad,
para todos los niños
y para el escaso momento
de la risa y el dolor.

Por la Palabra y la Vida
amé a Dios hasta llorar;
hablé con El,
clamé por El,
sobreviví por El.

Intenté vivir la realidad
y fracasé.
Respeté el pensamiento y el corazón.
Clamé la mínima coraza
y alguna serenidad.

Me iré al frío sin saber
y sin vivir
la verdad del soñar ...

PROEMIO DE LA DECEPCIÓN
No tener y tener lo mismo es.
Tiempo de atrás y el que vendrá después
lo mismo es.
Empeñarse en el grito y resbalar,
avanzar sin saber a donde irá.
Amar o desterrar el loco amar,
lo mismo es.
Terminar lo que se fué en la voz,
cargar el hombro y hacer feliz y dar.
Disparar la absoluta claridad.
Descuajar en el pan de la orfandad,
reclamar la alegría y el amor.
Lo mismo en el mañana y el después.
Silencio, hierro,
vuelo y canción.
¿Cuando sea ciego ya no habrá este soñar?
El pie, la frente, la cintura,
el canto, el anhelar
se irán todos al viento
a descansar, a descansar...

PASIÓN ENTERNECIDA
Tensa lágrima, las dos infancias;
Pero yo te conozco
cielo frío en los ojos
y ardiente boca del encuentro.
En el tumulto cardinal de otras risas,
sin fronteras de maravillas
con este tímido fragmento
de un amor postergado.
Yo te conozco ritual del vértigo,
demencia, fragua y vacío.
Ala postrera que vá cayendo
y buscando entre las cosas
la estructura del sueño.
Hallazgo tan imposible
la hora por vivir,
(pura infancia)

Precipitando cantos yo clamo lo virginal,
la erguida soldad de metafísica.
Yo clamo por lo insondable
con este paso yerto como péndulo
y un miedo tímido que escondo
con eléctrica mano en un bolsillo.
Quemandome los ojos,
la mueca, la osadía, el gesto,
volveré a buscar la mariposa.

En la oscura montaña escribiré ventiscas,
la epidermis tendrá otra maravilla.

Sabré al fin del día
que en esta dura arcilla se hace la voz
con esta soledad que precipita
el cielo frío de los ojos.
(Ya nunca más vencida)

EL NUDO
Es nudo
el ansia de soñar
con las palabras.
Un nudo manso
el que aprieta vocablos
en el aire
y recuesta en las arterias
el empinado instinto
con historias.

Es nudo
el corrosivo ojo que nos mira
al acostarse con la arcilla
y la palabra ansiosa
que se agarra
en el ardiente tallo de la brisa.

Es nudo beberse el infinito
en la orilla del viento
mientras el párpado
abdica en el hastío
y el verso vá escapado
en el cansancio.

Y es un inmenso nudo
este vivir ardiendo con palabras
sin poderlas decir
como uno siente
en el ardiente tallo de la brisa...

UN HOMBRE EN EL CAMINO
Gastando los caminos
se vá el hombre
esclavo de sus constelaciones.
Frenético y ridículo
ciego y haciendo claridades,
ordenando sus días,
su pan, su amor
con el melancólico traje
de su tiempo ido.

Se vá el hombre
preguntándole a Dios
cuando se irá su inmenso río,
cuando se tumbará su canto,
cuando llevará el hijo
la geografía del ansia.

Y cuándo y dónde y para qué
pregunta el hombre
que gasta los caminos.

EL MISMO AMOR
Amo
el poder de la soledad sin resplandores
y lo que crece y asciende en el deseo.
Amo
el sol que reconstruye la corteza,
el pulso y el aliento,
la vibración, la sange y el oxígeno.
Amo
la calle, el aire, el salvaje pensamiento
y la ordenación de las arrugas
con los conceptos oscuros que maduran
Amo
el mar ocre, negro o verde que sacude
que es piel desnuda y agria de; la tierra.
Amo
el cada día de las cosas simples,
puerta y monólogo de la cal y el viento.
Amo   
al hombre y su creación entera.
Amo
la fuerza de comprensión y la ternura
y a Dios hasta llorar
(que me golpea)
la libertad, el polvo y la madera.
En fin: amo la Vida.

ANSIA DE RISA
Tengo quo ser alegre,
aun a dentelladas.
Tengo que oir la risa
y a bocanadas, ¡el aire!

Tengo que arrastrar algún consuelo
aun ciegamente.

Tengo que desterrar
este charco esparcido
que me enreda el silencio
en la sorpresa de las manos.
Tengo que dar
y dar sin vértigo.

Pero cómo sube lo inerte
si encuentro algo que perdura,
siquiera un vengador solitario
que mira mi piedad directamente.
(Alguien que abra el desamparo
y que comprenda
esto que me hiela)

Pero tengo que ser alegre.
Afuera el precipicio,
muera la Pregunta retumbante
aunque me doble el golpe
de lo incierto.
Ay, cerrar los ojos y saber
que tiene sentido el hombre
y ser una mujer de espléndida cintura
y boca sin grito
(nada más que instinto casi ciego)

Arrebatada risa del milagro:
¡ven conmigo!
pega un tajo a mi boca
y voy contigo!

INVENTARIO
Los vivos
con su escarnio en desafío.
Los muertos
con su miedo desterrado
Nosotros masticando
con desprevenido asombro
la sentencia.
Con el humor sarcástico
hacemos inventario
de las horas,
de los sueños
y todo vá
en el crédito posible.

CICATRÍZ ARDIENTE
Cavó el orgullo
un sombrío temblor en la bravura.
Marcó la libertad
la resistencia de la hoguera.
Descubrió un sueño
el sobresalto de la medianoche.
Dobló el hambre
en la esquina ardiente de los campos
Marcó el hombre
la violenta pregunta.
Después
se fué la carne
a su lengua de pantano
y quedó bajo el cielo
un extraño mutismo.
Repetido
el suceso indescifrable
nos tumbó
la piedad y la resistencia.

PEQUEÑA HISTORIA
Cauce de voz, incendio.
Febrero prodigaba su tersura caliente.
Después, fueron los ojos claro puente
y un decir sin crepitar palabras
pensando siempre el nombre perseguido
Verano, esfuerzo, aullido.
Tiemblan; evaporados con el día
innumerables ángeles de cielos
desde la imagen tensa dé los ojos.

Timbal de verde el viento,
flauta de gris el agua
en el turbión cansado de este sueño.
Redoble y sangre súbita
en el verso.

ASI EL AMOR
Del río:
sus manos, su prodigio,
su obstinación,
su eterno movimiento.

De la tierra:
su ofrecimiento,
su pecho de bondad
y de rutina,
su fuerza de raíz
y su perfil
de cuerpos juntos.

Del aire:
la indefinida sombra
de mil formas.

Del hierro:
su fuerza cardinal
que hace los mundos,
cantar original
de dulce instinto.

De la vida:
plural puerto seguro
y eternidad
fugando la ceniza.

CANCIÓN DE LA ALEGRÍA
Cierto.
La infancia es posible.
Transitamos muy solos
en la intacta alegría
pero tenemos piel de ola
con manos de montañas
y vértigo de corolas y raíces.
Atronamos las voces del sueño
y afirmamos cenizas
en el dulce contorno
de este viaje.
Sabemos
que en el mástil
de la penumbra
será húmeda célula
y desierta lágrima
y que un sigiloso gusano
trepará el hueco de las manos.
Pero es eterno el viento,
humo y oxígeno
que nos llena los huesos.
Cierto.
Habrá un canto
que vestirá la niebla ...

MANSO DOLOR
Es un horror hacer una escalera
precipitando saltos enterrados
y escupiendo hacia el tiempo del calvario.

Es duro ser mujer y hacer palabras
y decir la verdad con cae frío
de convertir el vientre en un cuchillo.

Este gesto de amor y mano intacta,
este desparramarse en el vacío
es un manso dolor que viene ahora.

LA VOZ
¿Será la voz escaso mediodía
o injerto malogrado de algun sueño?
Su copa vegetal y altiva
¿no será muerta?
¿Será de plenitud y amor logrado?

Encarnizado y solitario
corazón en tumulto,
¿serás la voz y el canto
de un dolor extranjero en la epidermis?

Serás la fiebre,
su crispación metálica.
Orbita de acantilado
ardiente y solo.
Serás...
un loco anhelo
y quince años ... !

MOMENTO EN LA COSTILLA DE DIOS
Es dulce, ser sin dolor mínimo,
sin misterio ni milagro.
(Debe ser dulce al hombre
acostumbrar su cuerpo tercamente
a no tener alas)

Importa la sed
en la antorcha del corazón.
Hay que formar un puente,
hierro y nube al hombro.
Claridad de palabra
en la escalera de la garganta
Para la muerte de cenizas,
la vida en vibración.
Testimonio de los vivos.
Sobre la ciencia
y vencida por el amor,
¡la cicatriz de luz!

Marca la espalda
en el tacto del mundo:
¡la costilla de Dios!

LLANTO SOBRE EL AMOR
... "lloro por el amor y no el amante"...
vuelo siempre insatisfecho,
lloro hasta el puñado de cal
que rompe el esqueleto
y hace doblar la entraña
en el deseo ...
Lloro el amanecer
incapaz de retener el sueño
sobre la escalera
alucinada del hastío.
(¿Habrá que desatar
un lirio en la inconciencia?)
Lloro sobre la razón
cuando viene mi canto
y el tiempo como un tajo
rinde el áspero fruto
y se hace tarde.
Muralla
que cierra un cielo espeso;
en el costado,
se siente aullar
la tierra seca ...


Visite la GALERÍA DE LETRAS
del PORTALGUARANI.COM
Amplio resumen de autores y obras
de la Literatura Paraguaya.
Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.

lunes, 23 de agosto de 2010

ELSA WIEZELL - VERDAD, YO TENGO, MANOS EXTENDIDAS y POESÍAS / Fuente: VOCES FEMENINAS EN LA POESÍA PARAGUAYA. Edición de JOSEFINA PLÁ.


VERDAD, YO TENGO, MANOS EXTENDIDAS,
SIN RECUERDOS, DIMENSIÓN DE LA OTRA REALIDAD,
LO COTIDIANO, LA PUERTA ILUMINADA y poesías.
Poesías de
ELSA WIEZELL
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
.
VERDAD
Para qué tantos cuentos,
dice el pobre,
y el otro
no piensa en la muerte
ni en el hermano.
El que vive cerca del río
quiere el minuto de la piel
y aquél
piensa que todo es igual.
Para ellos
el sueño está en el Sputnik
o en las condecoraciones
que lleva en el bolsillo.

YO TENGO
En los cuatro costados
sacrificio
y en la niñez
una muñeca herida.
Me empujaron los sueños
en setiembre,
y de golpe
con urgencia,
conocí al hombre.
Quise salvar el canto
tímidamente
levanté mi casa
con dos ventanas
de tronco y rocío.

MANOS EXTENDIDAS
Cansancio de abrazar
estrellas
y buscar
palabras irrecuperables.
Que hoy
sea mi ternura
de las manos extendidas
la única presentación
del hombre.

SIN RECUERDOS
Algunos
tienen beso tibio
dulcemente escondido
en el corazón.
Otros
guardan con cerrojo
la compañía
de otras manos
para el destino solitario.
Los de aquí cerca
un perfil inédito
de vuelta a la nostalgia
que no se dijo.
De ti, ¿qué tengo?...
El perfil que yo te hice
en el decisivo límite
del sueño.
.
(De TRONCO AL CIELO, 1960)
.
DIMENSIÓN DE LA OTRA REALIDAD
Quedó concluso el tiempo
de las manos crispadas.
Que me disperse en la materna tierra
y todo el hombre combata sin parar
en su aventura con la frente.

Regocijo. Vigilia inédita
de la vasta inocencia.

Poesía: un ángel de misterio.
Y vence quien más ama.
Es cierto.

LO COTIDIANO
Travesía remota
esto de hablar otros idiomas.
Y poner destino a las palabras
inyectando sueño y realidad inmigrada.
Vía de soplo convertido en sangre
y de espectro modificado en verso.

Algunos van mudos de magia.
No tienen la ventana
acribillada con columnas de cielo.
Ni la simple bandera del hombre desolado.
Todo es tan simple y tan sencillo
que mueren cuando deben morir.
No estremecen a golpes al destino
anticipando un túnel de dolor:
no existen para ellos laberintos.

Otra estación la nuestra.
Otra misión circula en nuestro amor de viento.
Otro país tiene su límite sobre nuestra cabeza.
Es poco un solo grito
para cargar el peso de todo lo que abruma.

Travesía remota:
objeto es la nostalgia como el árbol.
Hilos de sangre ruedan la intemperie
y nosotros lo amasamos de pan
con el remedio manso que tienen las palabras.

LA PUERTA ILUMINADA
No estás desheradada.
Mi mano te colmó y tienes el secreto
de dormir bajo un arco
atisbando una estrella.
Dicen que guiñas la madera
y te anudan las tuercas
lo mismo que un destino.
Yo te cargué con toda mi sustancia
tierna y antigua, violenta y sosegada.
Expliqué mi sonrisa erguida en tu ternura
y en la muralla que pones a la calle.
Rara amistad la tuya,
inmemorial tu roble de descanso.
Calladamente erguida
cerrabas al horror el paso.
Me protegías,
parecías raíz,
origen poderoso y sin medida.

Mi contacto en tumulto
te aligeró la vida:
se va despedazando
tu intimidad alegre y fugitiva.
Toda expresión de viento
se queda y reconoce desde lejos
tu oculta geografía.

BÚSQUEDA
Igual sus piernas y sus manos,
su cuerpo eléctrico,
su caminar apretando el pulso,
devorando frases,
hilando las palabras perdidas,
mezclando las teorías,
buscando el equilibrio de las cosas.

Igual su frente sin pararse,
rompiendo los horarios,
desembocando intacto
en la primera luz del mundo.

Y sin embargo, detenida
en su largo mirar pétreo,
buscar en este hermano
un signo perdurable
para mi cielo solo.
.
(De EL CANTO Y LA LUZ, 1964)
.
CANCIÓN FERVOROSA
Dejo la sombra de la tierra
en mi arrebato,
y levanto los andamios
a lo imposible.
Aire azul y fantástico
me circunda
y el mar hecho de espuma
te espera.
Todo te espera:
un silencio violento,
el sigiloso sueño de la tarde
y este paso
hecho de vigilia.
Esperado bajel
y viaje de relámpago
en el hueco de mi mano.
La luz de amor
salta de mi cintura
como un pájaro ciego.
Te reconoce
el tiempo de amor
y un puente vertical
entre los hombres que caminan
y tienen la luz viva
de tus ojos.
Tenso y profundo es nuestro exilio.
No hay miedo que te vayas.
El mar y yo
te cubren la estatura.
Presencia mansa del pino
y espectro permanente
de la piedra.
Absortos y tendidos en la arena
matamos el tiempo
y el nombre del olvido.

SÓLO SOMBRA
Febril y adolescente
pasa en un sollozo
el cielo de tu mano
y de tus ojos.
Y frente al muro de codicia
va mi sombra
acurrucando párpados,
banderas,
luces intermitentes
y una larga ausencia
de soledad impenetrable.
No me importa
hasta qué murmullo
llegó mi corazón a tus raíces
ni cuando se hace espuma
la palabra
o te busca la frente
origen de mi nombre.
No me importa si eres enigma
o aljófar de brisa.
Yo soy tu sombra estremecida.
En el rocío de tu piel
se quedará mi tacto
y sabré por el brillo de tus ojos
cuándo voy a morirme
y cuándo estaré
desierta de guitarras.
Trasmutarás
mi sangre en mariposa.
Poblaré constelaciones
con tu nombre
y desde siempre
será de afirmación mi vida.

ESTO
Este amor me nace
de un dolor mordido
en la palabra
que sobrevive y crece
con motivo del corazón.
Ya no me duele el frío
de la noche anónima
que golpea.
Ya no me duele
el grito de los cantos
y otra sed.
El amor queda
en la columna vertebral
y secreta de mi muerte.
.
(De TIEMPO DE AMOR, 1965)
.
NÚMERO 26
Esa tarde
aprendí mi balbuceo;
amapola y lámpara
tu hombro en el domingo.
Afuera el frío.
Yo,
herida por toros,
lirios y gritos.
Sobre la cal un número.
Ala y fuego
en los vestidos.
Hay un par de zapatos
cerca de los míos.
Domingo.
Afuera el frío.

Y TE DECÍA...
Explícame
ese silencio nuevo
de onda que fue orilla.
Rubí perfecto
ternura sutil
prendida al pensamiento.
Lanza con espera de tiempo
y paso encendido
en esta marcha.
Explícame
el más raro silencio
amanecer de Apolo
con penumbra
en mil números
subiendo por el cuerpo.

TÚ EN EL PAISAJE
El yermo, el mar, la flor,
la risa entera
es una extraña voz de salmo
cuando te nombro.
Dura espuma impura,
granito, roca, arena
me voy con desnudez
hasta tu tierra.

en fuerzas desvastadas,
titán
estirpe de barranco,
ternura de rugido
y de tormenta.

COMO UNA OLA
Al principio fui arcilla
entre las manos del asombro.
Después
el ojo se hizo agua
que cayó a la rodilla
y fue la sombra.
Un día
me convirtió en el aire
transparente
y no hubo adiós
y fue todo presencia.
En un domingo mudo
con oscuras palomas en la plaza
y un café frío
entre las manos
me convirtió en ola
de su mar bravío.

SOLOS
Cerrar tu puerta,
ponerle negra llave
a tu garganta
y amputarse las alas,
duro ejercicio
de los que están
completamente solos.
Pareces una planta.
Vamos:
toma un temblor de acacias;
que forme un círculo
sobre la mano izquierda
y así enredadera
iré a tu corazón
como si fuera
un colibrí en la siesta.
.
(De TEMBLOR DE ACACIAS, 1966)
.
OFICIO DE AMOR
Tu llaga cotidiana
de cansancio
engendrada para el alimento
agrupada en las horas
marcando el chorro de la sangre
esa que conduce
a la gravitación silenciosa
del acero amargo
negro fulgurante de azada
húmeda batalla de todos los días
hasta que tu piel acribillada
desfondada en el tiempo
descienda gradualmente
sobre cicatrices...
porque te has hecho nieve
en el territorio de tu jaula.

Hombre mío,
mariposa-rayo te cubra
arroyo en la mitad sorprendida
de tus ojos
sábana blanca para tu hombro
y frescura de ajenjo entre tus dientes.
Lo que te entrego
es fuerza que se expande
pedernal y aurora.
Tu lágrima para mí es luz que ciega,
pureza que turba,
diamante transparente y duplicado.

Yo recojo el estigma.
-Canta.
-Sangro por todos.
-Es el peso de la rosa.
-La lucha abierta
del corazón contra la sombra.
-Despliega.
-Amargo trapecista es el hombre.
-Te abro la piel
del monstruo volcánico
que sacude mis huesos.
- ¡Qué cerca de Dios tu llaga!
.
(De LA COSECHA DEL VIENTO NORTE, 1974)
.
TIEMPO CERO
-¿No oyes un silencio insomne?...
Somos ayer- uno en el tiempo
panorama de viajes.
Galopamos
salamandras desnudas las manos.

Con el ansia
con el tiempo-nuestro
con el ave de los mares,
y de la planta escondida
bajo el sol que ciega.
Un alud en los pinos
herido el viento
cierra la puerta del mar
en largo abrazo-desolación.

EN LA HORA MARINA
La tarde tiene visiones proféticas
y tú vigía de la niebla.
Allá el barco
y su palo mayor entumecido
en roce del velamen gris
sacudiendo la quilla.

Remeros y señales
un puente como isla infranqueable
en la escotilla de brumas
el estribor azul de la tarde.

El arpón duerme
en el refugio de la atmósfera.
Las ráfagas con lloviznas
besan los mástiles
y la violencia del mar encrespado
es un pájaro frío posado en la penumbra.
.
(De EL AMOR EN LA BRISA DEL SUR, 1975).
.
Fuente:
VOCES FEMENINAS EN LA POESÍA PARAGUAYA.
Edición de JOSEFINA PLÁ.
Colección Poesía, 7
© Josefina Plá.
Alcándara Editora.
Se acabó de imprimir el 28 de setiembre de 1982
en los talleres gráficos de Editora Litocolor ,
Asunción, Paraguay (162 pp.).
.
Visite la
GALERÍA DE LETRAS
Amplio resumen de autores y obras
de la Literatura Paraguaya.
Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.

sábado, 6 de marzo de 2010

“REVISTA DEL PEN CLUB DEL PARAGUAY POETAS – ENSAYISTAS - NARRADORES” - IV ÉPOCA - Nº 16 - Noviembre 2008

“REVISTA DEL PEN CLUB DEL PARAGUAY
POETAS – ENSAYISTAS - NARRADORES”
IV ÉPOCA - Nº 16
Arandurã Editorial,
Asunción-Paraguay, Noviembre 2008
Enlace al espacio del PEN CLUB PARAGUAY

MENSAJE DE LA PRESIDENTA DEL PEN
** El PEN Paraguay es uno de los pocos, tal vez el único en el mundo de los Centros PEN que edita una revista con obras de escritores del país a razón de dos números por año y en forma ininterrumpida desde el 2000. Son una muestra genuina de la expresión literaria de los escritores actuales más representativos del Paraguay y que, con suma complacencia fueron presentadas a nivel internacional.
** En este N° 16 de Poetas, Ensayistas y Narradores (PEN), se incluyeron las obras de nuevos socios y jóvenes estudiantes de diversos colegios.
** Uno de los acontecimientos resaltantes de los últimos meses fue nuestra participación en el 74° Congreso Mundial del PEN Internacional realizado en la ciudad de Bogotá, Colombia del 19 al 22 de septiembre del 2008, donde se reunieron cerca de 130 delegados de 70 países. El tema central de este congreso fue: "EL PAPEL DE LA PALABRA" sobre el cual giraron las distintas conferencias dictadas por destacados escritores y académicos del mundo; así mismo se realizaron mesas redondas y paneles de los comités que conforman el PEN Internacional. Las asambleas de Delegados se realizaron dentro un marco de orden y respeto. Fue impresionante la interacción armónica de los participantes; era un verdadero encuentro multicultural y multiétnico, sin distinción alguna en todos los aspectos de la expresión y calidad humanas. En cuanto al aspecto organizacional fue excelente y el esfuerzo realizado por los miembros del Centro PEN de Colombia y del PEN Internacional fue realmente maravilloso. La bella ciudad de Bogotá, escenario de un paisaje prodigioso, es una conjunción armoniosa de lo moderno con el esplendor colonial, donde la riqueza cultural emerge en todos los rincones de la ciudad con sus bibliotecas, museos, e instituciones académicas.
** A nivel nacional, durante el segundo semestre del año, hemos participado de varios lanzamientos de libros de miembros del PEN Paraguay. Citamos entre ellos a Jacobo Rauskin, Esteban Bedoya, Maribel Barreto, Lorenzo Livieres, Nelson Aguilera y Lucía, Scoscería con su último libro "ROSAS SOBRE EL RÍO DE LA PLATA".
** Entre las tareas de extensión literaria se realizó el seminario sobre el haiku (poesía japonesa) organizado en forma conjunta con el Centro Paraguayo Japonés (CPJ) destinado a los estudiantes secundarios de talleres literarios de sus respectivos colegios que fueron: Colegio Nacional de la Capital, Colegio Nacional de Lambaré, El Sembrador, Goethe, Iberoamericano y Nihon Gakko. Una selección de los 11 mejores haiku de los participantes se incluye en la presente revista.
** Siguiendo con las actividades literarias, los miembros del PEN participaron de un "Encuentro con la poesía" con profesores y alumnos de grados y post grados y grado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional del Este (UNE).
** El premio Bienio 2006/2008 instituido por el PEN Club del Paraguay y el Instituto Cultural Paraguayo Alemán-Goethe Zentrum en su 4ª edición se otorgó al señor LORENZO LIVIERES BANKS por su obra El proceso histórico político paraguayo, la decisión fue tomada por los miembros del jurado "en virtud a los grandes méritos literarios y por lo medular de los ensayos que distinguen la citada obra". Así mismo el jurado expresa su satisfacción por "la alta calidad de las obras presentadas en esa oportunidad".
** Como se acercan las fiestas de fin de año y con la esperanza de haber cumplido nuestros anhelos como escritores, agradezco al Consejo de Redacción del PEN, a la editorial Arandurã y a todos los integrantes y amigos del PEN Club del Paraguay por su valioso apoyo en llevar adelante nuestros planes en forma discreta y efectiva. Deseamos seguir trabajando por la valoración y el reconocimiento de la cultura paraguaya a través de la literatura. Gracias a todos. ¡Muchas felicidades!
Lic. Emi Kasamatsu - Presidenta, PEN Club del Paraguay
//
INDICE DE OBRAS:
POETAS

MANUEL E.B. ARGÜELLO: A TU RECUEDO “PUERTO NUEVO”
MARÍA EUGENIA AYALA: XII / XXXVI
WILLIAM BAECKER: TANTO / QUE NOS QUEDA?
RUBÉN BAREIRO SAGUIER: EL RÍO DEL EXILIO
MARIBEL BARRETO: CRUCE DE CAMINOS
GLADYS CARMAGNOLA: LEGADO / DESPEDIDA
AUGUSTO CASOLA: DOS POEMAS A MI HIJO MUERTO / 8 / 9
EFRAÍN ENRÍQUEZ GAMÓN: ODA A BRIGITTE BARDOT
LUIS MARÍA MARTÍNEZ: ¿POR QUÉ? / YA ES HORA / DESTRUYAMOS LO VIEJO (1)
FRANCISCO OLIVEIRA Y SILVA B.: NOCHEBUENA / CONTIGO
ELINOR PUSCHKAREVICH: ALLÁ LEJOS / EL ESPEJO / LA CASA
DOMINGO RIVAROLA: FINAL / POEMA
ELSA WIEZELL: AYER
HAIKUS DE POETAS INVITADOS:
· COLEGIO NACIONAL DE LA CAPITAL: Victorina Mabel Añazco Ortega; Victoria Cano Cáceres, Marlene Malfitano; Juan José Ruiz Díaz Otazú;
· COLEGIO NACIONAL DE LAMBARÉ: Tamara Barreto L.;
· COLEGIO GOETHE: Leticia Parquet; Virginia Solalinde Parini; Darío Yann I.;
· COLEGIO IBEROAMERICANO: Adriana da Costa;
· COLEGIO NIHON GAKKO: Héctor Martínez; Ana Rivarola; José Carlos Silvero.
.
ENSAYISTAS
ABELARDO DE PAULA GOMES:
PROMETEO, EL LIBERADOR MÍTICO DEL HOMBRE
EFRAÍN ENRÍQUEZ GAMÓN: HELIO VERA, ENTRE LA REALIDAD Y EL MITO
VÍCTOR-JACINTO FLECHA: JOSEFINA PLÁ, LA ESTRELLA MÁS BRILLANTE DEL CIELO CULTURAL PARAGUAYO
EMI KASAMATSU: EL ROL DE LA TRADUCCIÓN PARA UN DIÁLOGO INTERCULTURAL Y POR LA PAZ
LORENZO LIVIERES: ¿PARA QUÉ CIENCIAS SOCIALES EN EL PARAGUAY? (AÑO 1997)
ENRIQUE MARINI PALMIERI: FERVOR DE BUENOS AIRES: ESCRIBIR Y REESCRIBIR, MODOS DE LA ETERNIDAD EN JOSÉ LUIS BORGES
LUIS MARÍA MARTÍNEZ: ARTIGAS, EL PROSCRITO, EN LA VISIÓN DEL POETA MANUEL VERÓN DE ASTRADA
FRANCISCO OLIVEIRA Y SILVA: EL FENÓMENO “FIDEL”, O EL MITO DEL PADRE
GENERO RIERA HUNTER: MANUEL ORTÍZ GUERRERO CON JOSÉ ASUNCIÓN FLORES: EL SEGUNDO NACIMIENTO DE LA GUARANIA
.
NARRADORES
DELFINA ACOSTA:
GUÍA DEL CEMENTERIO
PRINCESA AQUINO AUGSTEN: EL NOMBRE DEL RÍO
JEU AZARRU: DIÁLOGO CON EL AUTOR
ESTEBAN BEDOYA: EL PLANTADOR DE AMAPOLAS
AUGUSTO CASOLA: EN EL UMBRAL
JOSÉ PÉREZ REYES: UN ROSTRO EN EL CAMINO
LUCÍA SCOSCERIA: NO LLORÓ
//
POETAS
MANUEL E. B. ARGÜELLO
A TU RECUERDO, "PUERTO NUEVO"
A poco de estar la guerra del Chaco se convirtió
en un altar de insaciable voracidad para nuestros
jóvenes. Nació este poema que es un homenaje a
los mismos que, erguidos, henchidos de Patria,
saltaban de los muelles al "Tembey".
Arrodillado duermes, Puerto Nuevo,
tu paralelo sueño de Bahía.
Botes y olas, marcan tu contorno,
amarrados a tus pies de cemento.
Peces y agua delimitan Norte a Sur
la arena mojada de tus brazos.
Más allá de tus grúas y vagones
la olvidada presencia de tu Chaco.
.
Enmudecido paisaje de quebrachos,
sal y polvo diluyen en mis ojos
su sangrante de cañones.
Horizontes de barcos, Puerto Nuevo.
Alejan de tus muelles vivos jazmines
en aras de su nombradía de trincheras.
.
RUBÉN BAREIRO SAGUIER
EL RÍO DEL EXILIO
Al comienzo fui pez en la corriente,
pez de placentario sueño
en el lecho del limo.

Después me convertí en ventana;
fui abriendo los ojos de los días,
preguntando noticias de la mar,
gritando mi sed de lejanía.

Ya por entonces cantaba una canción.

El relente puñal del mediodía
me tajeó las alas.
Me dolía el cantar de las cigarras
y me puse a volar,
de pétalos a cifras,
sin alcanzar la estrella de la tarde.

Tricé cristales en el aire.
Mi voz sangró y me llamaron viernes,
sin más,
tal vez porque iba acumulando
miel amarga en mis panales.
Cuando la tarde comenzó a apuntar
la corriente del hombre oscureció
y mi sueño de pájaro tornóse cuervo
de ríspido plumaje
y de afiladas garras.

Ave de presa,
presa del odio,
de la nostalgia.
Tan lejos del agua lustral
de la primera tierra.

Ya no era yo el pájaro,
era la presa,
la rapiña del tiempo
con la espalda sangrando
de recuerdos.

Claro que puedo volver,
resucitar palomas,
desmadejar memorias,
recuperar libélulas,
techar la antigua casa,
recomponer setiembres,
embotellar el mar,
nuevamente habitar los espejismos.

Pero el sueño termina
con la muerte
porque el río
nunca sube de vuelta
la corriente.

Se queda la canción
que es pez ya sin declive.
Pero el río...
el río es de viento.

DOMINGO RIVAROLA
FINAL
Te busco
minuto
a minuto,
sitio
por sitios,
días
tras días.

Te busco
entre las cosas
que quedaron,
en los rincones
de la antigua casa,
en lo que queda
en mi memoria.

Sigues
ausente,
sin palabras
que retorne
algo tuyo,
sin un signo
que delate tu presencia,
sin que surja
una protesta
por todo lo perdido,
por lo que parecía nuestro
para siempre.

Ahora
no quedan reclamos
por lo que fue tuyo
o mío
o quizás totalmente
nuestro.

Ahora
nada presagia
el regreso.

POEMA
Uva
y sal
envolviendo
tu interminable
geografía.

Uva
y sal
derrochando
sobre tu cintura
torrentes
de fiebres
y regocijos.

Uva
y sal
tiñendo de colores
y estallidos
los crepúsculos
y las alboradas.

Uva
y sal
acogiendo
las semillas
que retienes
en tu cuerpo
en cada encuentro.

Uva
y sal
aprisionando
mis manos
y mi boca
en tus inagotables
orillas.

Uva
y sal
rebosando
de dulzuras
en tus irresistibles
territorios.

Uva
y sal
en tus regresos
y en tus partidas.

ELSA WIEZEL
AYER
Éramos nocheros en contacto de nubes.
Como pensamientos concéntricos
girábamos intangibles.
Mi corazón buscaba el nido como nirvana
el suyo era un espcio nictálope.
Formábamos légamo solitario con voces.
Parecía baladí el abrazo
pero adentro era fruto
con gravitación del tiempo antiguo.
La mirada concluyente
los gestos de clavicordios
tan claros para nosotros.
La risa brisa y cuatro pisadas
marcando el ritmo de mar.
Construimos un puente para flotar
mientras el corazón
marcaba tambores.
Arriba, una bandada de gaviotas
saludaban con cortesía
este amor diferente y única
Sabíamos del suspiro del cangrejo
aprendimos la virazón de sur.
De apología y viento
fue a circunstancia de los ecos.
Apoteósico será el adiós en voz baja.
//
JOSÉ PÉREZ REYES
UN ROSTRO EN EL CAMINO
** Llanuras y rutas.
** Cielo sin nubes.
** Pocos vehículos en la carretera. La calurosa andanada de los días de enero menguaba el tránsito de la siesta.
** Mucho verde a los costados y gris al frente.
** Arriba, un tono celeste.
** Era un día hilvanado por la aguja del tedio.
** Ninguna cosa parecía quebrar esa monótona placidez de la nada.
** Después de un asado familiar en Capiatá, Amílcar Olmedo iba manejando el pequeño vehículo que compró, usado y sin garantía, hace casi un año.
** Ahora tenía una misión e iba a gran velocidad por la ruta 1, rumbo a San Ignacio, Misiones.
** Sus parientes, invariablemente presentes en el asado, después de deliberar ante unos platos vaciados y vasos aún salpicados de espuma, le asignaron una misión; el principal pedazo, ya no del día sino para toda la vida: el destino de la casa que tenían allá en San Ignacio, propiedad del padre, don Juan Olmedo, quien había fallecido , hacía menos de dos meses. Eran varios herederos y todos querían más de lo que había para repartir, hasta se alegrarían si alguno de ellos siguiera la suerte del viejo para que así les quedara una parcela más para distribuirse, y al decir distribuirse en ese tono sonaba a algo así como distrito de buitres, fue esa la impresión que zumbó en los oídos de Amílcar al abandonar esa mesa llena de parentela con hambre de algo más.
** Se dirigía a la casa en cuestión donde actualmente el único que allí vivía era su hermano Tobías, para convencerle de que desistiera de la insensatez de poner a la venta esa casa. Tobías tenía previsto mudarse a una casa más chica, con menos pasado, en un barrio cercano, por eso, empecinado en dejarlo todo atrás, se disponía a colocar caprichosamente un letrero de "vendo" en la entrada de la casa familiar, sin consultar con los demás.
** Amílcar tenía que hacer recapacitar a Tobías, debía sacarle de la cabeza esa obsesión de vender la finca en San Ignacio. Tenía que abrirse la sucesión, llevar adelante el debido proceso con documentos, llegar a la sentencia declaratoria de herederos, hacer la división de condominio entre todos. Tobías quería adjudicarse toda la propiedad alegando que él fue el único que allí cuidó y mantuvo al padre enfermo en esos últimos años. Quería adjudicarse solamente para vender y librarse de la propiedad que para él se transformó en sempiterna sala de enfermería. Pero las sucesiones no funcionan así. Ese inmueble vale por todo lo que ya les dio y por lo que esperan les siga dando a los hermanos. Así como está la situación económica, con tanta devaluación, sería malvender a un precio irrisorio, eso le diría. Poco podía intuir sobre la respuesta. Solamente conjeturaba que su hermano se había subido al tobogán de la ilusión; imposible bajarlo, hasta que se dé cuenta de que al otro lado del tobogán no hay nadie para recibir su caída. Pero eso lo pillaría recién durante la rápida pendiente, pensó Amílcar. Hay que hablarle, no tiene que precipitarse, Tobías no puede avasallar el derecho de la viuda y de los demás hermanos, eso era lo que todos habían pensado ante las brasas del asado. Si juntaban todas esas ideas familiares de seguro tendrían una especie de panal con abejas zumbando pero a diferencia de ellas, sus parientes no hacían trabajo conjunto, puro zumbido.
** Preocupado y a la vez apurado, quería tener a alguien en el auto para charlar allí, para contarle éste u otro problema, del ámbito laboral o familiar, porque él es de la clase de personas que creen que se viene al mundo para hablar de los problemas, aunque también se daba cuenta de que ventilándolos así tampoco llegaba a solucionarlos.
** En la radio hablaban de pensiones y jubilaciones de excombatientes de la guerra del Chaco
** Apagó la radio para evitar ese debate que le traería recuerdos de su viejo, teniente Juan Olmedo, quien luchó tres años en ese inhóspito frente y le llevaría a relacionar con una guerra menos cruenta pero más lenta que ahora libraba su madre, con el interminable trámite que acababa de iniciar para acceder a la pensión correspondiente a viuda de excombatiente. En las oficinas públicas se libraba una guerra propia entre papeles.
** Prefirió escuchar el viento en el trayecto de la ruta, ya que las emisoras, en fin, tampoco daban muchas opciones musicales. El olor a pastizal quemado le llegó como si fuera parte del sudoroso día.
** Aminoró la marcha al cruzar el pueblo de San Miguel, al divisar, a un costado de la ruta, la lana tejida artesanalmente. Allí la gente lavaba, secaba, hilaba y teñía la lana. Con ella hacían de todo y en sus puestos al costado de la ruta, ofertaban camisas, polleras, frazadas, ponchos, alfombras, gorras, hamacas y colchas. Pensó en comprar alguna cosa, pero ahora tenía prisa. Lo haría a la vuelta y en este puesto, particularmente, porque aquí le encantó la sonrisa de una de las mujeres vendedoras apostadas cerca del árbol cuyas ramas eran usadas como perchero exhibidor de donde colgaban las prendas.
** Entonces apareció dentro de su auto, sentada a su costado, una muchacha acelerada en sus gestos y en su forma de hablar.
** Allí estaba esa desconocida joven hablándole con toda confianza, como si nada. Tenía cabellos y ojos negros, una expresión de cansancio en sus facciones flacas, las manos muy nerviosas para sus poco más de veinte años. Amílcar jamás la había visto, estaba tan concentrado en conducir, que no supo si el pesado calor le estaba jugando una broma.
** Parecía una burla, ¿de dónde apareció esta chica y cómo entró aquí? Acaso era su deseo de conversar que tuvo eco y apareció aquí esta parlanchina enviada especialmente.
** No había tiempo para conjeturas, había que manejar. En vano le preguntaba quién era o cómo había subido al auto. La extraña no respondía sus preguntas, sólo hablaba sin parar, contaba sus problemas como si a alguien le importara. Era como si estuviese hablando sola, ni le miraba al conductor, sólo fugazmente a través del espejo retrovisor. Nada daba a entender que pudiera tener intenciones de robo. Será mejor bajarla aquí mismo, pensó Amílcar, o si no más allá de la siguiente curva.
** No había oportunidad de pisar el freno, había un apremio familiar para llegar a destino. No tuvo tiempo para aclararse ninguna duda. La entrometida hablaba y llegaba al extremo de la situación atribuyéndose la facultad de reprocharle cosas al incluirle, sin razón alguna, entre sus problemas.
** Esa crítica a destiempo puso más nervioso a Amílcar, que ante la falta de respuesta por parte de la atrevida, seguía preguntándose de quién se trataba.
** No sabe cómo ella entró, pero sospechaba que ocurrió al aminorar la velocidad cerca del puesto de venta de lanas, aunque ese lapso no pudo haber sido suficiente. Además, el automóvil había estado en marcha todo el tiempo, se garantizó a sí mismo.
** La extraña le pidió que le invite un cigarrillo.
** Amílcar se negó y ella, con un rápido movimiento, tomó un cigarrillo de la cajetilla reclinada en el tablero pero, al sacarlo, su impulso echó la cajetilla.
** Simuló recoger las cosas y le rogó que le encendiera el cigarrillo. Él reprochó este abuso de confianza. La insistente polizonte se ponía a jugar con las reglas prohibitivas y argumentaba que hasta los que van a ser fusilados acceden a un último cigarrillo, que hasta a los condenados se les concede eso, y que así se les cumple su último deseo.
** Amílcar Olmedo, transformado ya en complaciente chofer, hizo un gesto despectivo y no pudo evitar recoger la cajetilla, que contenía también el encendedor, que entonces iba y venía rodando cerca de los pedales.
** Las cosas que uno hace por una mujer, aunque sea una desconocida, refunfuñó él, aunque ella seguía tan poco interesada en escucharle, ya que para llenar el aire le bastaba su propia voz. Sea como fuere, era su último favor, ya estaba harto de esta intromisión y decidido a bajarla aunque sea a la fuerza, después de la próxima curva.
** De la cajetilla extrajo el encendedor y cuando lo arrimó al cigarrillo que temblaba en la boca de la intrusa, ésta comentó jocosamente que era una barbaridad este calor infernal que llevaba a la locura, sin embargo parecía tranquilizarse al empezar a fumar.
** Fue entonces cuando el conductor, en ese descuido de extenderle la mano y mirarle hablar, no vio el auto que rápidamente venía en sentido contrario, girando la cerrada curva apenas señalizada en la ruta.
** Amílcar reconoció, detrás del parabrisas, la cara de la conductora del otro vehículo que venía directo hacia él, era el mismo rostro de la chica que se había sentado a su lado. Quien manejaba el otro automóvil era la intrusa habladora y que ahora se llevaba, tranquilamente, el cigarrillo a la boca, pero en su propio auto que se le venía encima a gran velocidad.
** Demasiado tarde para desviar, el choque fatal fue inminente.
.
LUCÍA SCOSCERIA
NO LLORÓ
** No lloró.
** Simplemente se me quedó mirando con una tristeza infinita que abarcó la habitación. Ella, que lloraba por cualquier cosa baladí, estaba con mi celular en la mano mostrándome la fotografía de Claudia. Pero no lloró. Con voz indiferente, casi en un bostezo, preguntó:
-¿Quién es la chica?
-No sé, no la conozco- fue mi infeliz respuesta. Y era verdad. No la conocía personalmente, pero sí había hablado con ella y chateado por teléfono. Una carcajada amarga salió de su boca:
-Claro, esta foto vino caída del cielo. Se dio la vuelta y preparó las pocas ropas que tenía en el dormitorio. Esperaba que los sollozos me dieran la oportunidad de pedirle perdón, como tantas otras veces había pasado.
** Pero no lloró.
** Ella, que lloraba por cualquier cosa, se iba. Y sabía que eso le rompía el corazón en dos, que el dolor le cerraba la garganta y que se moría por dentro. Yo la conocía muy bien. Lloraba por cualquier cosa. En las bodas, cuan-do oía una música romántica, cuando se tocaba el himno nacional, hasta el de otros países. Como en la entrega de premios a los atletas de las olimpiadas, por televisión, cuando a los vencedores se les ponía las medallas, ella lloraba también, como si los conociese y compartiese el triunfo. Pero ahora que el dolor era suyo, no. No lloró. Quise abrazarla, pero ella no me dejó:
-Te quiero, en serio te quiero, perdoname.-¿Cuántas veces te perdoné? Bajé la cabeza. Era curioso, unos días atrás quería tiempo libre para poder hablar con Claudia, en este momento ella parecía una extraña cuya importancia se había evaporado en un instante. Ahora temía perder a mi novia. Pero ¿por qué no lloraba? Cuántas veces me perdonó mientras sollozaba y yo la estrechaba entre mis brazos y le decía que la quería sólo a ella. Y era verdad
** Mientras ella preparaba las ropas para llevarlas en la mochila, descubrí algo horrible, que me abandonaba y no podría soportarlo, porque sí la amaba.
** Mis ojos se humedecieron y le pedí que se quedase, que la quería. Ella me miró por última vez y se marchó. Jamás la volvía ver. Pasó el tiempo. En la rutina de mis días sin ella, pienso que soy feliz. Y hasta a veces sonrío, como si fuera cierto.
.
Visite la GALERÍA DE LETRAS
del PORTALGUARANI.COM
Amplio resumen de autores y obras
de la Literatura Paraguaya.
Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.

jueves, 4 de marzo de 2010

ELSA WIEZELL - HAMBRE, LA TORMENTA, ORACIÓN DE LA VERDAD ÍNTIMA, PERFECCIÓN INTERIOR y ETERNIDAD / Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY.


Autor: ELSA WIEZELL
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )


.
HAMBRE
Tengo hambre... pero no hambre del cuerpo,
es del alma; hambre de fe, de poesía,
de luz, de amor, de alegría...
¡No!, no es del cuerpo, es del alma.
Hambre que mata en callada angustia;
hambre de luna y de besos...
Quiero gritar en las calles:
luz, beso, flor.
El hambre me va comiendo
con este mudo dolor.
No es del cuerpo que me muero,
es del alma, ¡Señor!
En: Antología Poética.
Escuela Técnica Salesiana, Asunción. 1982

LA TORMENTA
La tormenta parece muerte y vida.
El relámpago hace al cielo una herida.
La hora es tétrica y sombría.
Una lechuza mira y mira
y le dice a la verdad: sé mía.
El terror que me ahoga y que me encierra;
mi mundo interior que gira y gira
y los truenos son besos y deseos.
Soy igual que la tormenta de la tierra.
Es terrible la garganta del relámpago:
sombras, luz, dolor y rabia.
Tiembla locura en el bosque
con el sordo rencor de batalla.
No sé si el corazón es que retumba
o si viene el fúnebre lamento
de alguna lejana catacumba.
En esta tormenta de gemidos
vibro cual rama y pienso:
(¿no estará aquí escondido
el por qué del sueño inmenso?)
Y en la soledad del bosque
se oye al búho
con la voz de relámpagos y truenos.
Ato mi corazón aquí, en los montes,
y le grito mi súplica: sé bueno...
En: Antología Poética.
Escuela Técnica Salesiana. Asunción. 1982.

ORACIÓN DE LA VERDAD ÍNTIMA
¡Oh, ceniza del tiempo,
dame el arpegio del ruiseñor dorado!
Dame tu luz, ¡oh aurora!,
para el acorde inmortal del arcoiris.
Dame tu sueño, noche,
y esa tu luna vaga para llenar el alma
del embrujo nocturno de tu penumbra...

Dame el secreto de la belleza,
espejo del universo.
Quiero llegar con la paloma azul de un pensamiento.
¡Dame la piedad infinita de una hostia blanca
o el huracán de un corazón de música!

Dame los ojos largos de las sombras,
dame el polvo de los años viejos,
de los pasos cánsados.
¡Dame tu alegría, oh mar,
para darle al corazón guerrero
el perfil inmortal del caballero de la dicha!

No importa que revienten los nervios
en la crispada entraña.
No importa que los ascos
se cierren en el lodo del mundo.
En: Antología Poética.
Escuela Técnica Salesiana. Asunción, 1982.

PERFECCIÓN INTERIOR
Camino de liberación.
Camino construido por dentro.
Murallas interiores de silencio
con jardines de músicas.

Camino único.
Camino hondamente humano
y dolorosamente querido.
Camino con heridas sangrientas
y surcos de cosechas.

Camino de liberación,
cuando la carne se desprende
de la carne y vuela inquieta
en forma de perfume.

Esencia de la humildad mística,
como una hostia callada,
como una estrella triste.

Camino de la juventud
y de los años cenicientos.
Camino de los días dorados
y de las horas ansiosas.

Camino de liberación,
cuando pensamos en el sueño de un astro
y plantamos en la raíz de un árbol.
Escrita en 1951.
En: Antología Poética.
Escuela Técnica Salesiana. Asunción. 1982.

ETERNIDAD
Gracias, campana inextinguible,
música clara de mi amor celeste.
Gracias ternura altísima,
si es la hora.
Partiremos juntos;
lodo y cristal
en nuestras pobres manos.
(No es fácil morir)
Quedan los niños
con esa risa clara,
la casa con su balcón
de rostro despojado,
la cítara dormida,
la espiga silenciosa
de tu almohada,
la mesa despoblada de manteles,
los niños!
Pero vendrá el invierno
muy cerca de tu mano.

Volarán las gaviotas
sobre el mar espumoso,
y entonces, simplemente,
en íntimo silencio,
boca arriba,
corriendo azul el cielo,
¡nos dormiremos juntos,
para siempre!
Escrita en 1956.
En: Antología Poética.
Escuela Técnica Salesiana. Asunción, 1982.


Fuente: POESÍAS DEL PARAGUAY – ANTOLOGÍA DESDE SUS ORÍGENES. Realización y producción gráfica: ARAMÍ GRUPO EMPRESARIAL, Dirección de la obra: OSCAR DEL CARMEN QUEVEDO. Recopiladores y autores: RAÚL AMARAL, MARÍA BARRETO DE RAMÍREZ, AÍDA ORTÍZ DE CORONEL, ELA RAMONA SALAZAR S., RUDI TORGA / Tel. (595-21) 373.594 / arami@rieder.net.py – Asunción / Paraguay. 2005. 781 pp.).
.
Visite la GALERÍA DE LETRAS
del PORTALGUARANI.COM
Amplio resumen de autores y obras
de la Literatura Paraguaya.
Poesía, Novela, Cuento, Ensayo, Teatro y mucho más.