VERDAD Y FANTASÍA
TALLER CUENTO BREVE
Dirección y prólogo:
HUGO RODRÍGUEZ-ALCALÁ
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
www.portalguarani.com )
© Taller Cuento Breve
QR Producciones Gráficas
Asunción – Paraguay,
Mayo de 1995 (194 páginas)
TALLER CUENTO BREVE
Dirección y prólogo:
HUGO RODRÍGUEZ-ALCALÁ
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE LETRAS del
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© Taller Cuento Breve
QR Producciones Gráficas
Asunción – Paraguay,
Mayo de 1995 (194 páginas)
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PRÓLOGO
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"Sin una base de realidad, no puede existir el arte.
El artista puede crear una realidad suya;
pero esa realidad ha de ser paralela a la otra,
no contradictoria"
AZORÍN
El artista puede crear una realidad suya;
pero esa realidad ha de ser paralela a la otra,
no contradictoria"
AZORÍN
.
El Taller Cuento Breve publica este año su sexto volumen colectivo bajo el título de VERDAD Y FANTASÍA. ¿Es necesario explicar por qué la nueva obra se titula así? ¿No sería muy difícil que una obra de ficción prescindiera totalmente de aspectos verdaderos de lo que llamamos realidad y que aquí denominamos verdad como opuesta a lo que es mentira? ¿Es concebible que una obra de ficción carezca de fantasía?
En estos trabajos literarios verdad y fantasía van de la mano. Demos uno o dos ejemplos. Consideremos "LA ODISEA DEL REGRESO'' de DIANA PARDO DE CARUGATI. En más de una reunión del Taller, LA ODISEA DE HOMERO fue leída y comentada no en su totalidad sino en sus cantos más hermosos. Era de esperar que una obra monumental como el antiquísimo poema, cuyo estudio era recomendado con insistencia a todos y cada uno de los miembros del Taller en sus horas de ocio, inspirase alguna glosa, algún relato de tema más o menos afín al de las aventuras del héroe griego.
El desafío era incitante. El poema relata el regreso de Ulises -que en griego es Odiseo- a Itaca después de una guerra legendaria. El cuento de ambientación paraguaya que escribe Dirma Pardo de Carugati ha de tener una guerra y un superviviente de esa guerra que regresa a su casa -a su palacio en el caso de Ulises- Odiseo; palacio en la isla de Itaca.
¿Cómo llamará la autora al guerrero paraguayo que retorna, después de una guerra, a su hogar? La autora se complace en establecer paralelismos reminiscentes de la epopeya homérica. Eliseo, su protagonista paraguayo suena como Odiseo. ¿Y cuál será el nombre del pueblo natal de Eliseo? Pues la Itaca de Homero se convierte en la muy real ltauguá del Paraguay. En Homero el hijo de Odiseo se llama Telémaco; en el cuento de Dirma; Teófilo. La fiel Penélope, por su parte, será Petronila. Odiseo el Laertíada, llega a su palacio de Itaca disfrazado de mendigo, vestido de harapos; el paraguayo Eliseo a su vez regresa a su hogar vistiendo harapos, aunque no lo hace intencionadamente como el ingenioso Laertíada. Pues Eliseo, que viene de Cerro Corá, no puede lucir un uniforme en buen estado...
Obvio es que este último párrafo alude al hecho de que la guerra de la Triple Alianza es la que "sustituye" a la guerra de Troya. Como se ve, en el muy fantaseado cuento de Dirma Pardo el inventado Eliseo se mueve entre realidades verdaderas, si así puede decirse: Cerro Corá e Itauguá existen en la realidad. Las imágenes de estas realidades en la mente de la autora han sido decisivas para urdir su ficción.
Para crear, pues, un Odiseo subtropical tenía Dirma que recurrir a realidades humanas paraguayas, esto es, a una compleja amalgama de realidad, de fantasía, de juego poético. El Ulises de Dirma ha sido soñado, digamos, para servirnos de una expresión cara a Unamuno, con intuiciones de uno o más campesinos paraguayos y con emociones trágicas que ofrece la Epopeya atroz de 1864 a 1870.
De este modo la fantasía ha intervenido activamente fundiendo reminiscencias de realidades humanas concretas y de sucesos históricos apenas centenarios con sucesos legendarios milenarios. Eliseo es, sí, de Itauguá, Paraguay; pero también, de manera ilusoria es Ulises, rey de Itaca, marido de Penélope y padre de Telémaco. A la receptividad del lector, más o menos enérgica y recreadora, se ofrece este haz de figuraciones.
El lector debe averiguar por su cuenta qué acontece en la casa de Itauguá cuando Eliseo, vistiendo los susodichos harapos como Ulises, corre a los brazos de su Penélope, la fiel Petronila, la infeliz Petronila, que había desahuciado a pretendientes -como la reina griega- a su mano de esposa, acaso ya viuda, cuyo marido luchaba en batallas gigantescas...
Y entonces caerá en la cuenta de la sutil urdimbre de múltiples realidades y fantasías que han dado vida a esta ficción.
Otro ejemplo de cómo en estos relatos se mezcla la verdad - léase realidad- y la fantasía nos ofrece YULA RIQUELME DE MOLINAS, una de nuestras más inspiradas talleristas.
Yula un día pasea por Areguá y recorre lentamente la calle principal del poético pueblo. A Yula le llama la atención una hermosa casa vieja, una casa descuidada, melancólica, sumida en un silencio que imagina luctuoso. La escritora experimenta una honda emoción ante el espectáculo de una inminente ruina y la evocación de días felices, días del tiempo en que Areguá era la villa favorita de los veraneantes. Esta casa antes opulenta y hoy abandonada, le habla de decadencia, de infortunio, de muerte. A Yula le informan de lo que en Areguá se sabe acerca de la casa que amenaza ruina. Una dama distinguida, venida a menos, había sido dueña de esa casa. Esto bastó para inspirar el cuento y Yula inventa toda una historia de la dama y de un piano en que ella, sin que nadie lo supiera, fue guardando, bajo llave, la llave del piano, se entiende, riquezas considerables en joya, que un tiempo lució, allá en los días felices.
El piano, silencioso, guarda el secreto del tesoro oculto. El pueblo, Areguá, escenario de la ficción de Yula; la casa, los tristes jardines que nadie cuida, todo esto es realidad vista y sentida por la artista. Lo demás es todo fantasía en "LA DUEÑA DEL PIANO".
La disquisición que precede tiene mucho de perogrullesca. Nos da pie sin embargo para indicar una consigna del Taller. Es ésta: atenerse a lo conocido, a lo observado por el escritor, a las realidades al alcance de su experiencia auténtica y sólo entonces remontar el vuelo de la fantasía. Dicho de otro modo: se incita a no incurrir en exotismos, a no dramatizar temas ni a describir situaciones muy ajenas al mundo en que vivimos. Una vez cumplido este requisito, la fantasía puede instalarse en lo real y metamorfosearlo. De aquí que se estimule a escribir sobre gentes y sucesos de la cultura en que estamos inmersos y que no se aconseje la redacción de cuentos sobre esquimales o sobre sumerios.
¿Qué ha acontecido en el Taller y en las actividades tallerescas desde la publicación del último libro colectivo? Pues aparte de los muchos premios que han ganado las tallerislas (cosa que ya parece un acontecer rutinario), hay que subrayar el hecho de que el Taller, sin proponérselo, ha conquistado prestigio intelectual y social en el país, no sólo en Asunción y en Villarrica donde ha presentado libros y dado conferencias.
No hay que olvidar tampoco que el Taller Cuento Breve y la Sociedad de Amigos de la Academia Paraguaya de la Lengua Española son casi la misma entidad; casi ; digo porque la gran mayoría de los integrantes de la nombrada Sociedad son miembros del Taller. Por otra parte, la Sociedad de Amigos de la Academia se ha fundado en el mismo local en que funciona el Taller. Aquí no enumeraremos los beneficios que la Academia ha recibido de la Sociedad. Sólo hay que hacer constar que la Academia ha organizado cursos de lengua española, cursos que han tenido un éxito insospechable. Tres profesoras han dictado en 1994 los aludidos cursos; dos de ellas pertenecen a la Sociedad de Amigos y, claro está, al Taller Cuento Breve. Entre los estudiantes de estos cursos hay quienes han viajado a sus clases desde Coronel Oviedo y otras distantes ciudades y que figuran entre los más puntuales.
HUGO RODRÍGUEZ-ALCALÁ
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El Taller Cuento Breve publica este año su sexto volumen colectivo bajo el título de VERDAD Y FANTASÍA. ¿Es necesario explicar por qué la nueva obra se titula así? ¿No sería muy difícil que una obra de ficción prescindiera totalmente de aspectos verdaderos de lo que llamamos realidad y que aquí denominamos verdad como opuesta a lo que es mentira? ¿Es concebible que una obra de ficción carezca de fantasía?
En estos trabajos literarios verdad y fantasía van de la mano. Demos uno o dos ejemplos. Consideremos "LA ODISEA DEL REGRESO'' de DIANA PARDO DE CARUGATI. En más de una reunión del Taller, LA ODISEA DE HOMERO fue leída y comentada no en su totalidad sino en sus cantos más hermosos. Era de esperar que una obra monumental como el antiquísimo poema, cuyo estudio era recomendado con insistencia a todos y cada uno de los miembros del Taller en sus horas de ocio, inspirase alguna glosa, algún relato de tema más o menos afín al de las aventuras del héroe griego.
El desafío era incitante. El poema relata el regreso de Ulises -que en griego es Odiseo- a Itaca después de una guerra legendaria. El cuento de ambientación paraguaya que escribe Dirma Pardo de Carugati ha de tener una guerra y un superviviente de esa guerra que regresa a su casa -a su palacio en el caso de Ulises- Odiseo; palacio en la isla de Itaca.
¿Cómo llamará la autora al guerrero paraguayo que retorna, después de una guerra, a su hogar? La autora se complace en establecer paralelismos reminiscentes de la epopeya homérica. Eliseo, su protagonista paraguayo suena como Odiseo. ¿Y cuál será el nombre del pueblo natal de Eliseo? Pues la Itaca de Homero se convierte en la muy real ltauguá del Paraguay. En Homero el hijo de Odiseo se llama Telémaco; en el cuento de Dirma; Teófilo. La fiel Penélope, por su parte, será Petronila. Odiseo el Laertíada, llega a su palacio de Itaca disfrazado de mendigo, vestido de harapos; el paraguayo Eliseo a su vez regresa a su hogar vistiendo harapos, aunque no lo hace intencionadamente como el ingenioso Laertíada. Pues Eliseo, que viene de Cerro Corá, no puede lucir un uniforme en buen estado...
Obvio es que este último párrafo alude al hecho de que la guerra de la Triple Alianza es la que "sustituye" a la guerra de Troya. Como se ve, en el muy fantaseado cuento de Dirma Pardo el inventado Eliseo se mueve entre realidades verdaderas, si así puede decirse: Cerro Corá e Itauguá existen en la realidad. Las imágenes de estas realidades en la mente de la autora han sido decisivas para urdir su ficción.
Para crear, pues, un Odiseo subtropical tenía Dirma que recurrir a realidades humanas paraguayas, esto es, a una compleja amalgama de realidad, de fantasía, de juego poético. El Ulises de Dirma ha sido soñado, digamos, para servirnos de una expresión cara a Unamuno, con intuiciones de uno o más campesinos paraguayos y con emociones trágicas que ofrece la Epopeya atroz de 1864 a 1870.
De este modo la fantasía ha intervenido activamente fundiendo reminiscencias de realidades humanas concretas y de sucesos históricos apenas centenarios con sucesos legendarios milenarios. Eliseo es, sí, de Itauguá, Paraguay; pero también, de manera ilusoria es Ulises, rey de Itaca, marido de Penélope y padre de Telémaco. A la receptividad del lector, más o menos enérgica y recreadora, se ofrece este haz de figuraciones.
El lector debe averiguar por su cuenta qué acontece en la casa de Itauguá cuando Eliseo, vistiendo los susodichos harapos como Ulises, corre a los brazos de su Penélope, la fiel Petronila, la infeliz Petronila, que había desahuciado a pretendientes -como la reina griega- a su mano de esposa, acaso ya viuda, cuyo marido luchaba en batallas gigantescas...
Y entonces caerá en la cuenta de la sutil urdimbre de múltiples realidades y fantasías que han dado vida a esta ficción.
Otro ejemplo de cómo en estos relatos se mezcla la verdad - léase realidad- y la fantasía nos ofrece YULA RIQUELME DE MOLINAS, una de nuestras más inspiradas talleristas.
Yula un día pasea por Areguá y recorre lentamente la calle principal del poético pueblo. A Yula le llama la atención una hermosa casa vieja, una casa descuidada, melancólica, sumida en un silencio que imagina luctuoso. La escritora experimenta una honda emoción ante el espectáculo de una inminente ruina y la evocación de días felices, días del tiempo en que Areguá era la villa favorita de los veraneantes. Esta casa antes opulenta y hoy abandonada, le habla de decadencia, de infortunio, de muerte. A Yula le informan de lo que en Areguá se sabe acerca de la casa que amenaza ruina. Una dama distinguida, venida a menos, había sido dueña de esa casa. Esto bastó para inspirar el cuento y Yula inventa toda una historia de la dama y de un piano en que ella, sin que nadie lo supiera, fue guardando, bajo llave, la llave del piano, se entiende, riquezas considerables en joya, que un tiempo lució, allá en los días felices.
El piano, silencioso, guarda el secreto del tesoro oculto. El pueblo, Areguá, escenario de la ficción de Yula; la casa, los tristes jardines que nadie cuida, todo esto es realidad vista y sentida por la artista. Lo demás es todo fantasía en "LA DUEÑA DEL PIANO".
La disquisición que precede tiene mucho de perogrullesca. Nos da pie sin embargo para indicar una consigna del Taller. Es ésta: atenerse a lo conocido, a lo observado por el escritor, a las realidades al alcance de su experiencia auténtica y sólo entonces remontar el vuelo de la fantasía. Dicho de otro modo: se incita a no incurrir en exotismos, a no dramatizar temas ni a describir situaciones muy ajenas al mundo en que vivimos. Una vez cumplido este requisito, la fantasía puede instalarse en lo real y metamorfosearlo. De aquí que se estimule a escribir sobre gentes y sucesos de la cultura en que estamos inmersos y que no se aconseje la redacción de cuentos sobre esquimales o sobre sumerios.
¿Qué ha acontecido en el Taller y en las actividades tallerescas desde la publicación del último libro colectivo? Pues aparte de los muchos premios que han ganado las tallerislas (cosa que ya parece un acontecer rutinario), hay que subrayar el hecho de que el Taller, sin proponérselo, ha conquistado prestigio intelectual y social en el país, no sólo en Asunción y en Villarrica donde ha presentado libros y dado conferencias.
No hay que olvidar tampoco que el Taller Cuento Breve y la Sociedad de Amigos de la Academia Paraguaya de la Lengua Española son casi la misma entidad; casi ; digo porque la gran mayoría de los integrantes de la nombrada Sociedad son miembros del Taller. Por otra parte, la Sociedad de Amigos de la Academia se ha fundado en el mismo local en que funciona el Taller. Aquí no enumeraremos los beneficios que la Academia ha recibido de la Sociedad. Sólo hay que hacer constar que la Academia ha organizado cursos de lengua española, cursos que han tenido un éxito insospechable. Tres profesoras han dictado en 1994 los aludidos cursos; dos de ellas pertenecen a la Sociedad de Amigos y, claro está, al Taller Cuento Breve. Entre los estudiantes de estos cursos hay quienes han viajado a sus clases desde Coronel Oviedo y otras distantes ciudades y que figuran entre los más puntuales.
HUGO RODRÍGUEZ-ALCALÁ
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ÍNDICE,
PRÓLOGO DE HUGO RODRÍGUEZ-ALCALÁ
*. STELLA M. BLANCO DE SAGUIER : LA TIERRA DE CATALINA
*. MARÍA BEATRIZ BOSIO : AUSENCIA / CORRUPCIÓN
*. MARÍA LUISA BOLO : MONÓLOGO DE UN RELOJ / UNA PLAZA Y UNA SOMBRA
*. SUSANA GERTOPÁN : LOS PRIMOS DE SANGRE / 7285
*. MAYBELL LEBRÓN DE NETTO : ORGULLO DE FAMILIA / OFRENDA
*. LUCY MENDONÇA DE SPINZI : INTEMPERIE
*. LUISA MORENO DE CABAGLIO : SOMBRAS HUIDIZAS
*. GLORIA PAIVA : PUEBLO REDONDO
*. DIRMA PARDO DE CARUGATI : LA ODISEA DEL REGRESO / ¿QUIÉN ERES, CÓMO ESTÁS, QUÉ NECESITAS?
*. MARGARITA PRIETO YEGROS : SEPARACIÓN DE LIBROS / MÁS ALLÁ DEL TIEMPO
*. SUSANA RIQUELME DE BISSO : ANASTASIA / TRES CARTAS
*. YULA RIQUELME DE MOLINAS : EL OTRO COLOR / LA DUEÑA DEL PIANO
*. ITA YOFFE DE QUIROZ : EL AUTO NUEVO / MIMO.
.
Enlace recomendado:
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